sábado, 23 de enero de 2021

Después y todavía: ¡Indignaos!

  

Sábado, 16 de enero
ADIÓS, MAR
 

El azar, que todavía tiene la costumbre de jugar en mi equipo, me lleva esta soleada mañana de invierno hasta la desembocadura de la ría de Avilés y las dunas de San Juan de Nieva, Nadie esperaría, tras la desolada zona industrial, encontrarse con este paraíso. Respiro hondo, dejo que me acaricie el fresco olor atlántico y a la memoria me viene aquel día tan remoto en el que, en este mismo rincón del mundo, descubrí el mar.

            Me sigue asombrando como en aquel remoto entonces. Qué ganas de embarcarme, de irme lejos, de subirme a esa galera que en el romance del infante Arnaldos “a tierra quiere llegar”.

            De embarcarme, sí, de dar la vuelta al mundo, pero para desembarcar aquí, en estos mismos arenales, convencido de que, al menos mientras dura la luz de esta mañana, no hay lugar más hermoso.

            Como luego, igual que cada sábado, en el Atrio. Al terminar, Denis, el camarero, me dice: “Parece que tardaremos en vernos. La camarera acaba de oír que el lunes nos cierran”.

            Yo no podré volver a Avilés, pero los de Avilés tampoco podrán asomarse al mar. Lo tienen a dos pasos, a media hora de camino, pero por azares de la división administrativa (cosas del caciquil siglo XIX), está ya en otro concejo. ¡Qué paradoja! Avilés es el único puerto de mar del mundo cuyos habitantes no pueden ver el mar.

            Las autoridades sanitarias –lo de sanitarias es un decir: nunca nadie se preocupó menos por la salud integral del los ciudadanos-- les prohíben pasear a solas, como yo esta mañana, por la playa de San Juan. Tendrán que amontonarse en el paseo de la ría.

            Y hay quien aplaude tan sabia decisión. Somos como las mujeres maltratadas que, tras cada paliza del marido, se niegan a denunciar –en este caso a exigir la dimisión entre abucheos de don Ordeno y Mando-- y afirman entre sollozos: “Lo hace por mi bien; en el fondo, me quiere”.

Domingo, 17 de enero
EN EL FONTÁN

Menos mal que de momento todavía nuestro maltratador nos deja el mercadillo del Fontán. Compro las Cartas trascendentales a un amigo de confianza de José de Castro y Serrano. No había oído hablar ni del libro ni del autor, pero en seguida me entero de que es un bienhumorado periodista del siglo XIX y uno de nuestros primeros gastrónomos. El libro se editó en 1871 en la imprenta de T. Fortanet, la misma en la que ese año se editaron las obras de Bécquer. Esas cartas aparecieron antes en un periódico, La América, el año 1862, en pleno reinado isabelino. Las tres partes del libro plantean otros tantos problemas: “¿Por qué razón vivía yo en Madrid hace quince años como un potentado con veinte mil reales de renta y ahora que tengo treinta y cinco mil vivo como un pordiosero?”, “¿Tenemos obligación los españoles de hacer algo en favor de nuestras mujeres?”, “ El hombre del siglo XIX, ¿debe casarse?”

El mundo que retrata Castro y Serrano es el de las novelas de Galdós La de Bringas o Lo prohibido. ¡Cuántos prodigiosos detalles exactos, que faltan en los libros de historia, en este libro! Lo que dice sobre el trabajo de las guanteras y bordadoras, por ejemplo. La obsesión por el lujo que caracterizó a la clase media española durante el reinado de Isabel II queda aquí caracterizada de primera mano. Incluso se alude al origen de ciertas riquezas, a esos comerciantes que declaraban embarcar emigrantes en Galicia, pero desembarcaban negros bozales en Cuba (entonces la esclavitud seguía siendo legal en España –lo sería bastantes años más--, pero ya estaba prohibido el tráfico de esclavos).

            Compruebo que este raro libro se puede comprar en una librería americana por quinientos dólares más gastos de envío, mientras que yo lo he comprado por quince euros. Eso, naturalmente, acrecienta el placer de la lectura.

Lunes, 18 de enero
PLAZA DE LA POESÍA

Junto al cartel con el nombre de Oviedo, en el Gran Bulevar del Vasco, se abre un nuevo supermercado y es como si de pronto el hosco ceño de estos días se hubiera iluminado con una sonrisa. Recuerdo el deslumbramiento que sentían ante los centros comerciales quienes llegaban de la Europa del Este o de la Cuba desabastecida. El llamado mundo libre mostraba en ellos su mejor rostro, su más seductor canto de sirenas.

            En estos malos meses últimos, han sido el hilo que nos ha mantenido siempre unidos a la normalidad. Prohibieron los paseos solitarios por el campo, cerraron los cafés, los abrieron, los volvieron a abrir, nos encerraron en casa a las once de la noche, luego a las diez, toda una prolongada sesión de ducha escocesa capaz de acabar con el equilibrio de cualquiera. En cuanto uno se adaptaba a las nuevas normas (tan inútiles como las anteriores), las cambiaban por otras. No me he vuelto loco (ni me volveré, cabrón, no te hagas ilusiones), porque cada día iba a hacer la compra al Carrefour o a Hipercor o a Alimerka o a Mercadona y mientras paseaba entre las estanterías coloreadas e iluminadas, mientras escogía la fruta, mientras me cruzaba con los demás compradores –nunca escasos, por suerte--, me hacía la ilusión de que el mundo no se había derrumbado del todo y de que, más pronto o más tarde (parece que más tarde que pronto), se iba a volver a poner en pie.

            Tras el derribo de la estación del Vasco, un inmenso socavón recibía a quienes llegaban a Oviedo. Luego hubo proyectos y proyectos para llenarlo, incluso anduvo por allí Calatrava con uno de sus llamativos disparates. Por fin se construyeron los blancos edificios, la ancha terraza superior, el ascensor junto al nombre de la ciudad, pero todo seguía esperando una voz que le dijera, como en la rima de Bécquer, “levántate y anda”..

            Y hoy abren un acristalado Mercadona que ha puesto una sonrisa al ceño fruncido del día. Nunca me imaginé que me iba a alegrar tanto la apertura de un supermercado. Frente a él, como un símbolo, la Plaza de la Poesía a pleno sol. Mientras espero mi turno en una de las cajas, yo imagino los versos que se grabarán pronto junto a su nombre: “La palabra amor no abraza, / la palabra mar no tiene olas, / la palabra fuego no quema. / Salvo en el poema”.

Martes, 19 de enero
PERMANECE Y DURA

María Victoria Atencia, que este año cumple noventa años, me hace llegar su último libro, Semilla del Antiguo Testamento, y de pronto me viene a la memoria la vez que estuvo en mi casa. Fue en 1988. Yo acababa de mudarme a esta casa de la calle Murillo en la que vivo desde entonces. Había venido la poeta a Oviedo a una de las lecturas que organizaba en la biblioteca del Fontán el infortunado Eduardo Errasti. Por la mañana, la acompañó a visitar San Julián de los Prados. Y luego se le ocurrió hacerme una visita. Todavía casi nada estaba en su sitio y recuerdo a María Victoria sentada en una silla en medio de aquel desorden con la elegancia de una reina en una recepción palaciega. “Huele a nuevo, a vida por estrenar”, dijo. Treinta y tres años han pasado desde entonces y ella sigue acordándose de mí y me envía su último libro dedicado con su letra puntiaguda. Cuando tengo la sensación de caminar sobre arenas movedizas, me alegrar comprobar que algo permanece, que aún puedo evitar hundirme sujetándome a las ramas de la admiración y la amistad.

Miércoles, 20 de enero
HISTORIA VIVA

Para no pensar en lo que está pasando, en lo que nos están haciendo –dicen que por nuestro bien--, abro un tomo de Mundo gráfico y doy un salto a la España de 1915. Son los tiempos de la Gran Guerra y las imágenes de las ciudades europeas devastadas alternan con las de Alfonso XIII yendo de cacería. Galdós, con la cabeza caída, escucha la lectura de sus palabras en un homenaje al semanario La Esfera, de la misma empresa que Mundo gráfico y el gran éxito de entonces. Muere Francisco Giner de los Ríos y yo busco a Antonio Machado entre los asistentes a su funeral. La escuadra aliada no ha logrado atravesar el estrecho de los Dardanelos. No mencionan a quien luego recibiría el nombre de Ataturk, el artífice de la victoria. Luego intentarían llegar a Estambul por tierra y la consecuencia sería la hecatombe de Galípoli (recuerdo bien los miles de tumbas alineadas).

Ataturk volvió del revés lo que quedaba del imperio otomano para crear la nación turca, que quiso europea y laica. Concedió el voto a la mujer por los mismos años que la España republicana. Ahora Erdogan vuelve del revés la Turquía de Ataturk. Pero yo todavía pude ver, paseando por la orilla de los Dardanelos –Asia a un lado, al otro Europa--, en la luminosa Çanakkale, a dos amigas cogidas de la mano e intercambiando miradas amorosas como en un poema de Safo.

 

Jueves, 21 de enero
HUMILLADOS Y OFENDIDOS

El tiempo está tan cambiante e irritable como estamos todos. Por la mañana, temperatura agradable, lluvia y sol, grandes claros que yo aprovecho para pasear por mi ruta favorita hasta Santa Ana de Abuli. Caballos que pastan; las esquilas de las vacas, que siempre me recuerdan unos versos de Juan Ramón Jiménez; incluso una oronda mamá cerdo seguida de dos juguetones cerditos.

            Por la tarde, el día frunce el ceño. Ráfagas de viento agitan y en algunos casos derriban peligrosamente los toldos de las terrazas. Las cafeterías están abiertas, iluminadas, sonríen acogedoras, pero nadie puede penetrar en ellas. Como náufragos, unos pocos valientes se sientan bien arropaditos en las terrazas. Una señora anciana no se acaba de creer que no pueda entrar y se enfada con la camarera, como si ella tuviera la culpa. Parece una escena de El ángel exterminador, de Luis Buñuel, pero vuelta del revés. Me llegan frases sueltas: “Primero nos prohíben las terrazas, ahora solo podemos servir en las terrazas. Que me expliquen por qué”. La camarera por un momento se deja llevar por la ira: “¡Ese hijoputa!”, la oigo decir. Una clienta trata de calmarla: “En todas partes es lo mismo”.

            Sí, en todas partes es lo mismo o peor. Una o dos bofetadas de vez en cuando tampoco es para tanto. “Mi marido me pega lo normal, no puedo quejarme”, decían las mujeres hasta hace pocos años.

            Ahora las mujeres han dicho basta ya, pero los ciudadanos maltratados aún no se deciden a decirlo y plantar cara. Se conforman con agachar la cabeza ante cada nuevo bastonazo y consolarse diciendo: “En la Rioja están peor, no me puedo quejar, mi Presidente me maltrata lo normal”.



63 comentarios:

  1. Lo que nos espera, Oriol Junqueras.
    Irrumpe Vox en el parlamento de Cataluña, y con bastantes diputados.
    ¿Pactaria Salvador Illa con Cs y Vox y PP(si sacan algo), o con ERC?
    La vida es así.

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    1. En este artículo (https://es.ara.cat/politica/quien-piensa-extrema-derecha-independentista_1_1027602.html) puede usted ver que no sólo existe una extrema derecha independentista, sino que ahí mismo se recuerda (¡y es el "Ara", "caracterizado por ser una plataforma en pro del independentismo catalán desde su fundación", y abundantemente financiado por la Generalitat!) cómo "El FNC sí que ha conseguido el apoyo de ERC o de JxCat en algunas cuestiones menores". Y eso, sin hablar de la conocida "polémica generada por la presencia del vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa (JxCat), en la cumbre de partidos para explorar una lista unitaria de cara al 14-F en la que también participaron miembros del Front y de Força Catalunya".
      No sé yo que cosas parecidas hayan ocurrido hasta ahora con el PSOE, de quien las teme; sí, como se ve, con los partidos independentistas, de quien prefiere no recordarlas.
      Debe ser porque "la vida es así".

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    2. José, no sé por qué se empeña usted una y otra vez en debatir con gente maleducada y en ocasiones hasta soez. Ests tertulia la abandone cuando detecte que los argumentos eran parecidos a los de los seguidores del fútbol. Gracias a todos ellos estamos a la honrosa cola de Europa en absolutamente todo. Pero, claro, de eso se trata.

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    3. Perdona, Celso, pero no seas mentecato. ¿Cómo puedes escribir "esta tertulia la abandoné" MIENTRAS estás participando en ella?
      Y luego, que estamos a la cola de Europa. ¿Y dónde íbamos a estar con gente de tu calibre?

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    4. Claro que la abandoné, pobre hombre, solo de vez en cuando echo un vistazo por aquí para comprobar si los macarretas como vos continuáis presumiendo de vuestra chabacanería y mezquindad. Ahora que tu respuesta confirma mi opinión volveré a la sombra para reírme a carcajadas, circunstancia imposible de impedir.

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  2. De momento no he visto a ningún diputado de la extrema derecha independentista en ningún parlamento. De la españolista, a 52 solo en el Congreso.

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  3. Y sostienen los gobiernos de Andalucía, Madrid y Murcia

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  4. Y a otros muchos que sostienen los gobiernos de Andalucía, Madrid y Murcia.

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    1. De lo que aquí se hablaba (aunque usted, muy comprensiblemente, prefiera pasarlo por alto) es de la posibilidad de que Illa pactase con Vox (y otros). Yo he recordado, y son hechos, que nunca ha ocurrido nada parecido hasta hoy con el PSOE; sí, en cambio, con ERC o JxCat, que como explicaba en mi nota anterior, sí han pactado cosas con el FNC ("Frente Nacional de Catalunya"), cuyos promotores, Jordi Casacuberta, Pere Soler, Miguel Ángel Rodríguez y Moisés Fuente, habían sido militantes de ERC -el primero-, Unió Democràtica de Catalunya -los dos siguientes- y concejal de Plataforma per Catalunya en Olot, y presidente territorial de dicha agrupación en Gerona -el último. Agrupación ésta que, al disolverse en 2019, recomendó a sus militantes que se integraran en Vox.
      Pero no, oiga; aquí hay que hablar no de lo que yo decía, que eso no interesa y cuanto menos se hable de ello, mejor, sino de lo que le interesa a usted.
      Pero el hecho, aunque usted prefiera ocultarlo, es que, como dice Ara, EXISTE UNA EXTREMA DERECHA INDEPENDENTISTA, y que tanto ERC como JxCat no se han negado a pactar con ella en ocasiones, o a considerar (JxCat) la posibilidad de una candidatura conjunta.
      Qué le vamos a hacer.

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  5. Y, por cierto, tengo ya comprobado hasta un poco más allá de la saciedad que es inútil intentar dar razones en contra de la opinión predominante aquí sobre el tema de la pandemia. Me limito a poner enlace a un artículo que puede verse ahora mismo en El País (https://elpais.com/sociedad/2021-01-23/somos-el-ultimo-eslabon-si-se-rompe-el-paciente-muere.html), y donde como se verá Ricardo Gimeno, jefe de sección en la UCI del Hospital La Fe de Valencia, explica que, cito, "la mayoría [de los enfermos críticos por coronavirus a los que está atendiendo] son jóvenes o de mediana edad, y sanos, esto no es una enfermedad de abuelos".
    Quien no esté de acuerdo, peléese con él, no conmigo.

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    1. Lo que lleva consigo la pandemia y las medidas para atajarla (no muy eficaces), es el cansancio, casi agotamiento, físico y psicológico, de buena parte de la población. Ya no solo los sanitarios, todos los sectores.
      La hostelería y el comercio bordean la ruina, muchos ya ni abren. Los docentes nos pasamos 12 h.diarias frente a una pantalla de ordenador. Veo albañiles, trabajadores de la construcción, con la mascarilla puesta, sudando la gota gorda...Los servicios públicos están semi operativos, etc.
      No podemos viajar, hacer deporte difícilmente, ir al bar a explayar tampoco.
      Y es mucho tiempo, yo ya tomo pastillas para dormir

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    2. ¿De veras es "predominante aquí" la opinión de que la Covid es una enfermedad de abuelos, y no de jóvenes sanos? Pues sinceramente, no lo sabía. Puesto que hay datos del número de pacientes por edades, no parece una cuestión opinable sino fácilmente dirimible mediante atenta consulta.
      Lo que sí he comprobado en el blog (aunque no sé si es "predominante") es que muchos comentaristas expresan críticas contra ciertas medidas restrictivas y limitadoras de libertades, que supuestamente se dirigen a evitar contagios pero que nunca han demostrado evitarlos. Tal es el caso de los toques de queda y de los cierres de frontera de comunidades y de municipios. Porque lo que está médicamente demostrado es que el contagio se produce de persona a persona por contacto o por cercanía y/o mediante la respiración. Y traspasar la frontera municipal (o permanecer en la calle después de las 10 o las doce de la noche) de ninguna manera implica que se vayan a producir aquellos contactos o aquellas cercanías, perfectamente evitables.
      Saludos.

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    3. En la entrada de este mismo diario de fecha 9 de Enero pasado, puede usted leer literalmente lo que copio:
      "Yo lo que quiero es que se proteja mejor a los ancianos en las residencias, donde han ocurrido la mayoría de las muertes, y se deje en paz a la mayoría de la población para la que esta epidemia no ha supuesto nunca ningún riesgo".
      Como se ve, lo que dice el jefe de sección de la UCI del Hospital La Fe (que se supone tendrá algún conocimiento de su propio trabajo) contradice absolutamente ésa (y otras) afirmaciones que repetidamente se han hecho aquí.
      A eso me refería, nada más.

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    4. Por alusiones. No creo que nadie pueda contradecir la afirmación de que para la mayoría de la población no supone ningún riesgo. La mayoría de la población (el 90% o el 95 %) no se ha contagiado, y eso vale para España y para el mundo. Y de los que se han contagiado, la mayoría no ha tenido ningún síntoma (solo se enteran si les hacen una prueba). Definamos primero que es la mayoría ¿El 60, el 70, el 80 por ciento de la población? Y que los jefes de la UCI o María Santísima --aunque tengan tan poco sentido de los números como Jose- se atrevan a afirmar que ha sido afectada por la Covid.

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    5. Un curioso razonamiento. La mayoría de la población no se ha visto implicada en un accidente de coche; luego las precauciones al conducir están de más.
      Pues no lo veo.

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    6. Jose, Jose, no hay peor ciego que el que no quiere ver. ¿Quién ha dicho que las precauciones está de más? ¿No he repetido una y otra vez que hay que proteger mejor a los grupos de riesgo? Lo que no se puede hacer es, porque algunos conductores se salten los semáforos, prohibir conducir a todos los conductores o prohibir conducir después de las diez de la noche (los famosos toques de queda) u obligar a ponerse el cinturón de seguridad incluso cuando no se suba uno al coche (el caso de las mascarillas obligatorias al aire libre y lejos de otras personas). ¿Sabes cuántas personas morían en España en accidente de tráfico cada fin de semana? Se podían evitar todas prohibiendo utilizar el coche los fines de semana, pero a nadie se le ocurrió semejante disparate. En fin, Jose, que reconocer que en ese punto concreto estás equivocado pues tampoco es tan difícil. Sí, estimado amigo, para la mayoría de la población esta famosa epidemia no ha supuesto un gran riesgo riesgo. Cualquier joven tiene bastantes más posibilidades de morir en accidente de tráfico que por Covid. Reconocer que se está equivocado, o que no se ha entendido bien el asunto que se debatía, te aseguro que no duele. Y lo sé por experiencia: yo lo he hecho muchas veces (aunque no en estos comentarios, aquí me lo ponen difícil los comentaristas habituales).

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    7. Vamos a ver. Lo que yo he hecho es citar las palabras del jefe de sección de la UCI del Hospital La Fe, de Valencia, que vuelvo a copiar:
      "la mayoría [de los enfermos críticos por coronavirus a los que está atendiendo] son jóvenes o de mediana edad, y sanos, esto no es una enfermedad de abuelos".
      Y luego las del propio JLGM:
      "Yo lo que quiero es que se proteja mejor a los ancianos en las residencias, donde han ocurrido la mayoría de las muertes, y se deje en paz a la mayoría de la población para la que esta epidemia no ha supuesto nunca ningún riesgo".
      Yo sigo viendo contradicción flagrante entre unas y otras, qué le vamos a hacer. Pero si hay que reconocer que uno se equivoca (a mí me pasa a menudo, desde luego), pues se reconoce. No pasa nada por eso, de veras.
      Un saludo.

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    8. Pero vamos a ver, Jose, ¿cómo puedes rebatir lo que pasa en la población española en general o en el mundo con la afirmación del jefe de una UCI que se refiere solo --según tu cita-- a los enfermos a los que él está atendiendo? Puede ser verdad que a él le tocaron todos los jóvenes sin enfermedades previas que enfermaron gravemente por coronavirus y eso no desmiente que es una enfermedad que apenas afecta a los jóvenes sanos ni a los niños. Mira las estadísticas generales.
      ¿Cuántos deportistas jóvenes han muerto por muerte súbita? Muchos, si los sumamos todos, pero una cantidad insignificante en relación con los jóvenes que hacen deporte. ¿Tan difícil es de entender esto? Voy a ser sincero, Jose, no es que tengas o no razón, es que yo creo que no razonas de manera adecuada en lo que tiene que ver con números y estadísticas y no te das cuenta de ello.

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    9. Vale, vale; el jefe de sección de la UCI al que citaba, y que dice textualmente que "esto no es una enfermedad de abuelos", no tiene ni idea de lo que dice; yo tampoco; y además no razonamos. (Tampoco la estadística actualizada que citaba hace unos días, y en la que constaba que los fallecidos en residencias no llegaban al 50% del total).
      También la Organización Mundial de la Salud, de cuya página copio lo entrecomillado más abajo, está al parecer en desacuerdo con lo de que haya que "dejar en paz" a la población que no vive en residencias porque para ella "esta epidemia no ha supuesto nunca ningún riesgo". La OMS dice esto:
      "El nuevo coronavirus (2019-nCoV) puede infectar a personas de todas las edades, si bien se ha observado que las personas mayores y las que padecen algunas enfermedades (como el asma, la diabetes o las cardiopatías) tienen más probabilidades de enfermarse gravemente cuando adquieren la infección.
      La OMS aconseja a las personas de todas las edades que tomen medidas para protegerse del virus".
      Ya dije que a mí no me cuesta nada reconocer un error, incluso cuando, como en el presente caso, no soy capaz de ver que lo haya cometido. Errare humanum est, que decían los latinos; y yo en eso soy, desde luego, tan humano como cualquiera.
      La población mayor de 70 años, o la que padece previamente ciertas enfermedades, tiene MÁS posibilidades de que, en ellos, la infección sea grave. Pero la población restante también está en riesgo mientras dure la pandemia. Así lo dice la OMS, el jefe de sección de la UCI o el ejemplo del primo de mi amigo, más joven que nosotros y fallecido por esa causa sin patologías previas, al que me referí hace unos días. NO ES, PUES, CIERTO, que "para la mayoría de la población esta epidemia no ha supuesto nunca ningún riesgo", ni en consecuencia que lo que haya que hacer sea únicamente "dejarla en paz".
      Y si la OMS, el jefe la la UCI o yo mismo nos equivocamos en esto (aunque, insisto, yo no lo veo), pues eso: errare humanum est. Yo, por si acaso, seguiré actuando como si el riesgo me alcanzase también a mí, y tratando de protegerme, a mí y a los míos, en consecuencia; creo que hacerlo así es lo sensato. Porque, sea cual sea su lugar en las estadísticas, ni a los enfermos de la UCI que citaba ni a la persona fallecida les sirve de nada el que, según las más acreditadas de esas estadísticas, no debieran de estar allí.

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    10. 1/ Lo de si es o no "una enfermedad de abuelos" es una expresión coloquial que no tiene valor ninguno, la diga el jefe de no sé que UCI o el espíritu santo. Y nada tiene que ver con aquello de lo que estamos hablando.
      2/ Sigues sin entender las estadísticas. Si los residentes en residencias acaparan el 50 % de los fallecidos (y no llegan al 0.01 por ciento de la población española) quiere decir que el 50 % restante de las muertes se reparte entre más de cuarenta y tres millones de españoles, con lo que el riesgo para ellos es menor que el de morir por accidente de automóvil. Esfuérzate un poco, Jose, lograrás entenderlo.
      3/ La cita que das de la OMS te quita la razón, no te la da. Afirma que la probabilidad de enfermar gravemente se da en determinados grupos de personas, aunque todas puedan enfermar (pero es poco probable que sea gravemente). Aconseja tomar precauciones, pero eso no supone cerrar bares, cerrar cines, impedir a todo el mundo salir de casa, etc, etc. Nadie dice que no haya que tomar precauciones, pero prohibir ir de Oviedo a Avilés (o a los que viven en Avilés acercarse al mar porque está en otro municipio) no es una precaución es una estupidez, un maltratar a la gente a la vez que no se la protege de la Covid.
      3/ Lo de ponerme como ejemplo al primo de tu amigo da un poco de risa (aunque ya sé que es un asunto muy serio). ¿No conoces al primo de ningún amigo o vecino que haya muerto por accidente automovilístico? ¿Justificaría eso prohibir el tráfico? El riesgo cero no existe, pero no por eso se paraliza el mundo.
      Termino: cada vez hay más muertos y cada vez hay más restricciones. ¿No sería mejor que protegieran más a los vulnerables --sean abuelos o no-- y a los demás, a los que corremos algún riesgo, pero un riesgo bastante menor, nos dejaran protegernos por nosotros mismos? Ten en cuenta que ahora, al menos en Asturias, no me impiden entrar a comprar en un lugar cerrado y lleno de gente (Hipercor, por ejemplo), pero me multan si paseo solo a la orilla del mar y no estoy empadronado en el municipio correspondiente.
      Toma todas las precauciones que quieras, amigo Jose, pero apúntate también a un cursillo (on line, por supuesto) sobre la interpretación de las estadísticas. Te vendrá bien.

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    11. Pues gracias por el consejo. A JLGM no le aconsejo apuntarse a ningún cursillo, no lo necesita: sabe de todo más que cualquier profesional. Sabe, por ejemplo, y así lo dice, que, cuando el jefe de sección de la UCI al que repetidamente he aludido dice que "esta no es una enfermedad de abuelos", lo que quiere decir es exactamente lo contrario de lo que aparenta, esto es, que ésta SÍ es una "enfermedad de abuelos", ya que la población menor de 70 años tiene un riesgo "menor que el de morir por accidente de automóvil". Y que, cuando en la misma entrevista, dice también que "Continuamente escucha de alguien de esa familia que se ha contagiado en las comidas navideñas o por el miembro más joven: “¡Qué mala suerte! Si lo hubiera sabido…”. “Pero ya lo sabían y esta enfermedad es una lotería", tampoco quiere en absoluto decir lo que parece, ya que el riesgo que corren esos miembros o pacientes jóvenes es, repito, menor que el que correrían de morir en un accidente de coche.
      Y termina, JLGM, recordándome que "cada vez hay más muertos y cada vez hay más restricciones". Pues precisamente, hijo mío, si cada vez hay más restricciones es justamente porque cada vez hay más muertos; si ocurriese (ojalá) lo contrario, y cada vez hubiese menos muertos, habría cada vez menos restricciones.
      A mí, y con esto acabo definitivamente, las medidas concretas que se toman me parecen (como todo) discutibles; y ya dije en su momento que la gestión de la pandemia en concreto en Madrid, donde yo vivo, la encuentro muy lejos de lo que debiera. Pero la propuesta de JLGM de que sólo haya protección pública para los más vulnerables (o sea, entiendo, los mayores de 70 y los que padecen, cito a la OMS, "enfermedades como el asma, la diabetes o las cardiopatías"), y ninguna restricción para todos los demás, la encuentro descabellada. Y conmigo, la inmensa mayoría de los países occidentales, que desde luego no se comportan así. Y que, cuando alguno ha intentado hacer algo parecido (como, en los primeros tiempos, la Inglaterra de Boris Johnson, o Suecia), se han visto obligados, por la fuerza de los hechos, a rectificar, como lo está haciendo Biden.
      Pero en fin, es, como siempre, vano e inútil. Hagámonos el sueco (o el inglés, o el yanqui), y que sea lo que JLGM quiera.
      Y que Dios nos coja confesados, que buena falta nos hará.

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    12. Amigo Jose, distingue entre contagiarse y padecer una grave enfermedad. La mayoría de los contagiados (la inmensa mayoría) o no tienen ningún síntoma o tienen síntomas más leves que en ninguna otra enfermedad. Entretente pensando en esto y deja en paz lo de si es una enfermedad o no de abuelos (lo que es cierto es que afecta más a los abuelos que a los nietos, ¿o no?, diga lo que diga el jefe de la UCI).

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  6. F (haya paz entre romanos)25 de enero de 2021, 19:15

    Habíamos pasado la mañana visitando las escuetas ruinas de Hisarlik..., que así las nombro pues me resisto a duras penas a denominarlas como de Troya, en línea con Moses Kinley y algún otro escéptico, que se niegan a creer que el mito sea algo más que imaginación de aedos y que fábrica tan insignificante haya dado pie a epopeya -ella sí- tan ciclópea.
    Comimos Afonso Mendes y yo en en restaurantito del paseo marítimo de Çanakkale, con miras al dichoso caballo de madera y a un tiovivo que no haciá más que girar en vacío, sin niños que montaran los equinos mecánicos, y a las tres de la tarde tomamos el ferry que había de llevarnos -cruzando el estrecho- hasta la fortaleza de Kilitbahir. Previo a la visita, entramos a tomar un té a un cafetín contiguo a la mezquita del pueblo, a la vez expendeduría de pan y quiosco de periódicos y chucherías, que regentaba un serfardí que -según supimos luego- era originario de Fez y amante de la arqueología. Sabiéndomos “ibéricos” se nos presentó como lo que era y no tardó en traer de la oficina unos libros viejos escritos en ladino. Pero la sorpresa vino cuando, después de atrancar la puerta de la calle, enigmático y ampuloso, nos invitó a pasar a la trastienda. Nos mostró una gruesa tabla renegrida fijada a la pared con grapas de metal en las esquinas. La madera acusaba el paso de los muchos años en las grietas profundas y en cierta corrosión a partir del astillamiento de uno de los bordes, seguramente debido a una fractura de la pieza original, de la que aquello era solo una parte. El hombre sacó una lupa de una cajón y nos invitaba a observar algo que nos iba señalando con el dedo. Distinguimos entonces unos signos lineales apenas perceptibles dispuestos a distancias regulares entre sí, lo que descartaba que se debieran a la textura natural de la madera. Mendes fue categórico: estábamos ante una inscripción en escritura cuneiforme. Estuvimos a punto de gritar a un tiempo “¡Jerjes!”. No hacía falta, pues la mirada de complicidad jubilosa que cruzamos los tres era de sobra elocuente. Y un puente de barcas inmenso se tendió entre nuestros pensamientos.
    Hicimos muchas fotos de la pieza que acabamos sabiendo que había sido desenterrada durante unas obras en el huerto de la mezquita y que en la excavación, al llegar al nivel freático, notaron que apuntaba de entre el cieno del fondo.
    A partir de esa fecha, espero ansioso un correo de Mendes desde Coimbra.

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    1. Disculpe, excelso mediador, quizás el correo no le llegue desde Coimbra, sino, no lo dude, desde Goa. Con perfume eclesiástico, irá en sobre lacrado, y no se imagina el lago de sal -lágrimas de "Finley"- que habrá atravesado.

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    2. Ya me ha llegado. Resulta ser que la presunta inscripción en caracteres cuneiformes, después de un proceso de laboratorio concienzudo, se pudo leer: "Soldado Fintan O'Reilly, de los Fusileros Reales Irlandeses, muerto en la Campaña de los Dardanelos. 19 de junio de 1915".
      Imagínese, don Luis, el chasco y la decepción. Creo que voy a volver a hablar del coronavirus, a ver si me distraigo.

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  7. Don Celso:
    Con todos mis respeto, es ud. el denota chabacanería y mala educación, "pobre hombres", "macarretas", "mezquindaz"...
    ¿Por eso estamos a la cola de Europa? Vaya responsabilidad nos carga.
    Una sugerencia, desde mi humildad, haga ud. algo para situarnos a la cabeza. Y, por favor, cuéntanoslo. Con un lenguaje apropiado, sin caer en la chabacanería, la cursilería o la pedantería.
    Por otra parte, el deporte, un fenómeno del siglo XX, y el futbol en particular, han enriquecido el lenguaje.
    Empieza JLGM la entrada, "a veces el azar juega en mi equipo..." Hemos oído "bajar la guardia", "echar balones fuera"
    "hacer la goma", etc. Son innumerables, así que no se quede ud. en fuera de juego.

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    1. Víctor, esos apelativos solo los dediqué a Menudo Plan, concretando "a los macarretas como vos" no a todo el mundo. Si no se entiende así pido disculpas.
      Algo para salir del pozo sería tan sencillo como, por ejemplo, convencernos de que nuestro grado cívico es bastante lamentable, la picaresca continua produciendo admiración y envidia, la satisfacción de engañar e incumplir las leyes está muy marcada, la rebeldía paletona es un impulso incontenible. Desde que murió Franco y la democracia se fue instalando poco a poco, no recuerdo haber presenciado ninguna campaña publicitaria en la televisión para persuadirnos de que nuestra brújula debe buscar rumbos más civilizados.
      Tal vez, pienso yo, cuando nuestros detractores europeos confirmaran que nuestra actitud es firmemente homologable, nos respetarían más, adquiriríamos el crédito que ahora nos niegan y empezaríamos a salir del largo túnel. No voy a descubrir ahora, caro Víctor, que quitarnos un poco del barniz de muchos complejos que nos embadurna, sería muy recomendable para la salud del país.

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    2. Sebastián Herrero26 de enero de 2021, 11:22

      Pero ¿no ibas a volver "a la sombra para reírte a carcajadas", trolero compulsivo, petulante ñoño?
      Lo que tienes es una dependencia del blog, un mono de blog que no se lo salta un taller de desintoxicación. Vives pendiente del blog y abonado al blog. Y es que el blog es bueno, pero por desgracia sólo acudes a él para ver como lucen tus rancias paridas clasistas, ahora con el marchamo de la "rebeldía paletona"; y lo pronuncias tú, obsoleto retablo superviviente del XIX . No tienes remedio, ni como paleto obediente y acrítico ni como faltón irredento.

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  8. Se agradecen siempre estas fintas, Víctor, con todos aquellos conciudadanos que entran al bulto. Merecen un buen regate y, si se puede, un buen caño. A mí me gustaría, aprovechando la coyuntura, sin acritud, sacarle una templada tarjeta roja a ese tropel de conciudadanos que niegan la mayor, esto es, que los bandazos y palos de ciego están a la orden del día desde que empezó el Apocalipsis en marzo pasado. Casi en cualquier ámbito que uno ponga la lupa se encuentra con disparates que no tienen sentido ni lógica alguna. Y hay que decirlo a pesar de que algunos quieran hacernos la viñeta de conspiranoicos y negacionistas. Y para nada, todo lo contrario. Pero, por favor, y ahora que la nueva cepa viene ya desatada (un 25% más mortal y un 70% más contagiosa que "la antigua" cepa, todavía mayoritaria), exigamos a nuestros representantes públicos, locales, autonómicos y centrales, racionalidad, sensatez y templanza. Y que esto no se vea como una locura.

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  9. Se aceptan las disculpas, Celso. Por supuesto.
    Me imagino que habrá un montón de lingüistas, semiologos, gramáticos, etc investigando el relativamente reciente fenómeno del periodismo del deporte. Sino debería haberlos.
    Hay titulares del "Marca" que podría hacerse una antología por sincretismo y calidad publicitaria...y literaria.

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    1. Estupendo,Víctor .Lo lamentable es que Martín me haya impedido el derecho de réplica al deprimido ofensor. Pero ya se sabe que cuanto más democráticos son los foros lo habitual es que el anfitrión abuse del cribado selectivo. Pensemos que los nervios nos están enredando a todos.

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  10. Ahí va, de cabeza a la piscina. Este llena o vacía.
    No es el virus covid19 el que está acabando con nosotros. No le interesa, nos necesita para reproducirse.
    Son las autoridades. Muchas. La gente no se muere de covid19, mentira, mueren de neumonía y porque no hay atención respiratoria.
    Quien me diga lo contrario que razone.

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  11. Víctor Menéndez27 de enero de 2021, 0:09

    La revolución de 1934 y el mito subsiguiente ha hecho mucho daño a esta tierra.
    Soy asturiano, de Oviedo, pero como Clarin o Perez de Ayala, mejor estoy fuera.

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  12. Víctor Menéndez27 de enero de 2021, 0:21

    Indalecio Prieto pidió perdón.¿A quien?
    Ya era demasiado tarde.
    Tampoco tengo simpatía por sus contrarios. Si volvemos a leer "La Regenta" nos daremos cuenta de qué calaña había en Oviedo.

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  13. ¿Sostiene este tal Víctor Menendez (sic) que no es el virus el que mata, sino que lo hacen " las autoridades"?
    Vengo observando que hasta hay quien le ríe las gracias a este insensato o muestra hacia él una rara tolerancia que se escatima a otros.
    De pena casi todo.

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  14. Pues yo diría que el virus y las autoridades, ambos ponen su granito de arena. Hace quince días yo cogía el coche y me iba a hacer la compra a un enorme y despejado hiper de un pueblo grande, donde no me rozaba con nadie. Ahora no me dejan salir del municipio y me obligan a comprar en una tienducha de aldea de 6 metros cuadrados, enana y mal ventilada, por la cual va pasando toda la gente del pueblo a hacer la compra, de tres en tres. Es grande la desazón y es grande la preocupación que tengo. Y es inevitable la sensación de que me están forzando a contagiarme de lo que sea.
    Por no hablar del sedentarismo forzado, de la ganancia de peso, de la inactividad, de la depresión inducida... Pero bueno, ahora ya hemos aprendido que los ictus, por ejemplo, no son una verdadera enfermedad, sino una cosa colateral. Y que enfermedad, lo que se dice enfermedad, no hay más que una.

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  15. Pedía un razonamiento, JLR, no lo hay. No le veo la gracia. Y digo lo que me da la gana.
    Las autoridades politico-sanitarias son las responsables de la atención de las UCIS y están saturadas, porque un equipo de dicha atención (respiración asistida, profesionales altamente cualificados, equipos costosos,etc.) no se da.
    De igual manera que la desatención a los ancianos en las residencias.
    ¿Qué no matan las autoridades? Entre Hitler y Stalin calcule ud.
    JLR no estoy haciendo chistes, no siempre. Me llama "insensato" y su sensatez es la obediencia.
    Con ciudadanos como ud.cualquier "autoridad" es feliz

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    1. Qué bien, _______ : por esta peleílla llegó la tilde.

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  16. JLR, razone por si mismo.
    Resulta que altos cargos politico-sanitarios se han vacunado, cuando no salen de un despacho.
    Las "vacunas" son limitadas. Es como quitar el pan a un niño.
    Mire ud, JLR, no estoy hablando en broma. Si a mi me toleran, "me ríen las gracias", y a ud. no. ¿A mi qué me cuenta?.

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  17. Le cuento que es un escarnio que se le conceda a usted una tribuna para que suelte sus reiteradísimas sandeces. Ya vamos sobrados de barbarie y zafiedad como para encontrarnos con alguien como usted en un presunto blog de literatura. O no tiene usted vergüenza o lo que le falta es cordura. O ambas cosas a la vez.

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    1. ¿Cómo que "se le concede" una tribuna? Aquí no se "concede" nada, se conquistó hace años, contra los censuradores, la libertad de expresarse. Y lo que es un escarnio es entrar a un blog insultando y coceando sin razones, como borrico en floristería. Sólo porque las verdades patentes escuecen. Recuerde: pocas muestras de barbarie hay más brutales que la renuncia al pensamiento crítico.

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    2. La que cocea es su tía la tonadillera: sobre todo a la Hacienda Pública.

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  18. "Las personas de entre 40 y 49 años, las que presentan mayor índice de contagios en Asturias
    En las tres grandes ciudades, la incidencia es más destacada en Sabugo y el centro, en el caso de Avilés; en El Coto-Ceares-Viesques, en el de Gijón; y en la zona centro-sur, de Oviedo".
    ¿ Habría que centrarse en ese segmento de edad y olvidarse del resto, como propone el doctor Martín?

    (Del diario El Comercio de hoy).

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    1. Habría que ver si esos contagios de entre "40 y 49 años" presentan algún síntoma o no, si están hospitalizados o no. En el caso de que sean asintomáticos o tengan síntomas leves (que es lo más frecuente, salvo que padezcan alguna enfermedad anterior), con una cuarenta de diez días basta para que se curen y no pongan en riesgo a nadie. Lo que debe usted hacer, señor No, es no fiarse de titulares alarmistas y leer atentamente los artículos (suelen desmentir los titulares o darles otro sentido) y pensar luego por su cuenta.

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    2. ¿Ignora Garcia Martín los MILES de bajas laborales y las decenas de muertos habidas entre el personal sanitario (médicos, enfermeros, farmacéuticos, auxiliares...) solo en España, y todos ellos en EDAD laboral y lejos aún de la decrepitud física? A finales del año pasado ya había más de sesenta fallecidos, solo entre el personal médico. ¿ Ignorará el serio problema que supone cubrir aquellas bajas? Porque no se trata, en muchos casos, de PCR positivo sino de haber contraído la enfermedad.
      Si propone, con ignorancia evidente, que se adopten medidas preventivas solo en los "grupos de riesgo" (que, en mayor o menor medida, somos TODOS, niños incluidos) se estará colocando más cerca del trumpismo que de la ciencia.

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    3. Qué bobada, anónimo. Y lo digo por lo de tratar de descalificar un argumento tildándolo de "trumpista". La verdad es la verdad y la mentira la mentira la diga Illa ("las mascarillas no resultan recomendables para la población en general", eso dijo nuestro exministro) o la diga Trump.
      ¿Cuánto personal sanitario ha fallecido por causas ajenas a la Covid? ¿Más o menos de sesenta? Nadie lo sabe, los muertos por otras causas no se cuentan.
      Y yo no critico las medidas preventivas que sirven para algo, solo las que no sirven para nada: bajar el toque de queda de las once a las diez, cerrar los bares a las ocho, cerrarlos del todo, cerrar las terrazas, abrirlas, volver a cerrarlas, confinar perimetralmente los concejos, dar clases presenciales en escuelas e institutos, pero prohibirlas en las universidades, etc, etc.
      En fin, ¿para qué seguir? Tiempo al tiempo. Ya recobrará el mundo la cordura y se verá lo poco que se ha hecho bien y lo mucho que se ha hecho el ridículo. Por eso estamos como estamos: por aplicar las medidas que usted defiende, no por aplicar las más razonables que yo defiendo.

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  19. Hombre, JLR, ha metido un tanto, eso sí, en propia meta.
    No parece ud. modelo de civilización y educación, ni de buenos modales.
    Apela siempre a una "autoridad", en este caso el moderador de estos comentarios, solicitando mi exclusión. Parece el niño repipi y chivato de la escuela.
    No pido yo la exclusión de nadie. Ni de ud. porque además de pena da risa.
    La ortografía es su punto fuerte, empiece por ahí. Cuando adquiera mayor nivel de abstracción comprenderá que el lenguaje tiene otras dimensiones, como la semántica y la social.
    Literatura es todo, la literatura científica, la literatura sobre la pandemia, etc.
    ¿Sabes ya leer un diagrama estadístico?
    Bien, en en caso que nos ocupa, el eje vertical representa el número de contagios, hospitalizaciones, decesos...con "curvas" de diferentes colores. El eje horizontal, el tiempo, normalmente representado en meses.
    Pues bien, ricura, de ahí se deduce que cada nueva "ola", repunte o brote del coronavirus es más virulenta que la anterior, pese a las restricciones adoptadas. ¿No te da qué pensar?

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  20. Ad hominen.
    Me alegro de caerle mal, JLR, lo que me preocuparía es lo contrario. Irritese, ponga las tildes.
    Su sumisión sólo se comprende por su ignorancia.
    No sé qué aprenderá ud.entre comentarios de personas adultas.
    Nada, le voy a enseñar una cosa. Aprenda a nadar, estoy seguro que no sabe. Se inspira por la nariz cuando sacas la cabeza, se espira por la boca dentro del agua.
    Saldrá ud. más relajado

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  21. Es más sencillo de entender, aunque la situación sí sea compleja en su estructura. En todo caso las descalificaciones rabiosas a unos y otros, son estériles y malgastan energía humana en un país agotado y sin rumbo.

    Lo que sucede con el virus (y con todo) es que los españoles no saben enfrentarse a la ley sin destruirla, pero tampoco defenderla sin esclavizarse a ella. Ambos polos son así, aunque los unos y los otros solo vean el extremo en el que incurre el enemigo ideológico, y no el propio. Eso es lo malo…

    Para los independentistas catalanes más acérrimos, por ejemplo, la ley española es un vulgar papel mojado ilegítimo (cosa falsa, sin más), y no solo algo injusto u obsoleto (cosa sí debatible). Y para el actual gobierno (de supuesta izquierda) el virus justifica una sumisión ciega, y en ciertos puntos arbitraria, a unas normas restrictivas necesarias a priori, sin duda.

    Aunque con el rodillo fácil (digamos de burocracia de despacho) con el que se aplican en España, se esté dañando gravemente al sector hostelero por ejemplo, vital este en un país cuya industria se desmanteló hace tiempo.

    ¿Por qué la izquierda no defiende a pie de calle a los hosteleros y demás damnificados? ¿Lo haría si gobernase la derecha? ¿Criticaría, al menos, de forma directa y frontal, alguna medida aislada de las muchas que se han ido tomando contra el virus, aunque solo fuese a cómodo golpe de tweet?

    El dueño de este virtual café es hipersensible a la pérdida de libertades, por razones que ha contado él mismo…. y quizá exagera un poco a veces, como cuando hizo todo un mundo del cierre de las librerías. Pero la lucidez de la experiencia le acompaña en su denuncia. Y en el asunto de la libertad, los excesos de lenguaje son “pecado venial” siempre. Máxime teniendo en cuenta lo fácil que es perderla poco a poco, como en el cuento de la rana que se achicharra sin notarlo cuando va subiendo la temperatura sutilmente.

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    1. Está muy extendida la confusión entre el convencimiento cabal de la renuncia voluntaria a la libertad por motivos justificables y la sumisión borrega de los alienados. Quizá habría que tener presente la realidad de otro concepto llamado disciplina, que es tan viejo como el parpadeo y que no ha sido ni mucho menos patrimonio de los militares ni de los sátrapas que la imponen en beneficio propio. La mayoría de los ciudadanos no tenemos el menor rubor de reconocer nuestro absoluto desconocimiento de causa en este asunto espinoso de la pandemia. Y ante la tentación de sugerir obviedades pensamos que otros ya las han pasado por el filtro y nos proponen ideas más elaboradas y contrastadas que un café con leche entre amigos donde se descubren soluciones sensacionales. Un poco de modestia y menos sabihondez puede reducir mucho la carga viral.

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    2. "La mayoría de los ciudadanos no tenemos el menor rubor de reconocer nuestro absoluto desconocimiento de causa en este asunto espinoso de la pandemia".

      ¿Absoluto desconocimiento? Esto es inaudito. Mire, buen hombre, sabemos TODO lo que los expertos nos cuentan durante muchas horas al día en todas las TV del país, o del mundo. Que no investiguemos por nuestra cuenta, que no tengamos un laboratorio no quiere decir que suframos un absoluto desconocimiento. Seguramente usted sabe algo del aparato digestivo, o de la Via Láctea, o del sistema nervioso sin ser un profesional; y eso que no le dan la murga diaria que nos dan con el Corona. Los científicos ya han explicado, incluso con gráficos y esquemas, cómo el virus se propaga por el aire de un infectado a un sano que está cerca. Hasta ahí, todo muy bien. El disparate llega cuando esto tan elemental empieza a ser TRADUCIDO a cierres perimetrales, a toques de queda, a reclusión mayor o menor, por mucho que la relación entre estas medidas y el hecho original sea traída por los pelos. Y los TRADUCTORES ya sabemos quienes suelen ser, se les suele llamar "autoridades", aunque muchos no tengan ninguna en el sentido del "Diccionario de Autoridades".

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    3. Lo de buen hombre me parece una insolencia tabernaria impropia de un caballero/dama como usted.
      Según mantiene, la ciencia conoce todo sobre el bicho y la forma de combatirlo, solo que quienes "traducen" sus teorías lo hacen erróneamente, o sea, tanto Sánchez como los taiferos. No encaja, no le parece?
      Fuera de España, salvo Alemania (disciplinado Bonifacio), en todos los países sus respectivos gobernantes se comportan con la misma incompetencia, sadismo y negligencia.
      Tal vez el señor Martín y algunos participantes, deberían sacarnos del error y enviar a la OMS un código de buena praxis.
      El provincianismo suele hacer derrapar a quienes lo practican, cara Margot.

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    4. "Buen hombre", a ver si se va enterando de los saberes de esta noble lebrijana, que no se pierde telediario ni tertulia ni catódico debate. Porque viene usted con zarandajas sobre las diferencias que existen entre un libertario fetén y un gamberro de la Malvarrosa, pero seguro que ni palabra sabrá de la Vía Láctea, ni de la fisiología del aparato digestivo ni del sistema nervioso (vegetativo o del otro menos importante). Así que le recomiendo, parafraseando al Irrepetible, que "menos libros y más NODO/telediario". Si acaso, algo de National Geographic, pero sin pasarse.
      Y abajo los traductores patosos.

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  22. Lo que me preocupa, y mucho, es que entre personas aparentemente cultas, instruidas y supuestamente sensatas, solo se aspire a tener razón con unos u otros argumentos, y no se pueda llegar a un acuerdo, a una especie de puesta en común de lo que su puede o se debe hacer. Todos saben que esta situación no es normal, es complicada y difícil, con estas peleas de gallos no se aporta ninguna solución mínimamente viable y solo vale la discrepancia basada en el insulto o la descalificación. Da pena ver que después de arduas discusiones, al final no hay conclusiones que aporten algo positivo, alguna propuesta esperanzadora, un motivo siquiera para seguir luchando por el futuro.

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  23. ¿Y si nos ponemos de acuerdo, antes que nada, en poder quitarnos el tapabocas cuando estemos solos al aire libre y apartados de nuestros semejantes, eh? Sin que la disparatada autoridad de turno se acerque para abroncarnos (en el mejor de los casos). A mí no me parece un mal comienzo. Hace poco, mientras intentaba tomar el sol en lo alto de la grada vacía de un recinto deportivo, un miembro de seguridad que pasaba por abajo me recriminó a voz en grito, cómo no, mi atrevimiento. Ay. Hasta me entraron ganas de encender un cigarrillo para darle así verdaderas razones contra mi descarada desobediencia. En fin, ver para creer.

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  24. Para Arcano (y para José M. Sánchez-Paulete)

    El valor militar supremo es el honor. Incluso contra la disciplina, a veces. Los músicos del Titanic fueron muy disciplinados al hundirse. Hay golpes “bien” dados (o sea: a tiempo) que no rompen el timón en absoluto y mantienen el avance libre. Y en mi humilde opinión España necesita uno urgentemente (democrático, por supuesto). Lo que no sé es cual ni cómo. Pero, de suceder alguna vez, tendría que ir de abajo a arriba, y no al revés como hasta ahora.

    Los “redneck” de Donald Trump hicieron el ¿ridículo? tomando nada menos que el Congreso disfrazados con pieles y cuernos, con la pataleta estéril de su mal perder. En plan neandertal, eso es verdad. Vinieron a subrayar: “esta es mi casa también, aunque me echen”. Como marcando territorio… pero se fueron luego. Salvo los que se dejaron la vida en la opereta (una fanatizada veterana de la fuerza aérea incluida, es triste).

    En España unos u otros, con más razón o menos, con víctimas o no, hubiesen quemado (o tiroteado) el edificio, reduciéndolo a cenizas. O simplemente, no se habrían atrevido a dar siquiera el primer paso, nada más ver a los leones custodios. Esa es la gran diferencia.

    “La tierra de los libres y el hogar de los valientes”, dice el tan preciso como precioso (y melódico) himno estadounidense. El chunda-chunda cuartelario de los españoles (más bravucones que bravos, y más anárquicos que libres), sigue en silencio.

    A España la engrandece la natural nobleza de sus habitantes, no sus estructuras desde luego, ni sus (discutidos) símbolos tampoco. Se sientan ellos mismos españoles de corazón o no, eso da igual (o debería dar igual). Y más que la disciplina, la sostiene la descomunal capacidad de sufrimiento que ellos y ellas demuestran y han demostrado siempre a lo largo de su malhadada historia. Pero no se puede estar sufriendo eternamente. Es mi opinión.


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    1. Bonifacio, al encendido alegato final solo le falta hacer una alusión a Agustina de Aragón. Cualquier acelga de este foroe va a mentar enseguida a Vox.
      Podía recordarnos también que a un pueblo como el nuestro le sobra solidaridad y orgullo para enfrentarse a cualquier enemigo. En fin. Si en vez de reconocer que en algunos aspectos nuestra idiosincrasia nos derrota, nos damos incienso mutuamente, llegaremos a ser un país envidiado por la humanidad entera, no solo por los europeos, con quiénes compartimos en la lista de éxitos un delicioso puesto vergonzoso. Yvcon mucha honra. Mire, la infantil rebeldía hispana nos delata.

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    2. Amigo Bonifacio, para ser tan redicho y pedante debería saber que no se escribe de "abajo a arriba", como usted ha hecho, sino de "abajo arriba". A un mariscal muy díscolo, que siempre llegaba tarde a las reuniones de maitines, Napoleón le contestó:"Para ser revolucionario hay que madrugar".
      Si me responde ahora con arrogancia, eso significará que le ha escocido el suspenso y entonces rebuscará en alguna esquina del cerebro la contestación más agresiva. Y quedará muy mal. Reconocer es una virtud, no hacerlo es un complejo.

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    3. Para Arcano:

      No todo es malo en España ni en los españoles, ni tampoco todo bueno, y yo subrayé ejemplos de ambas cosas. Y entre lo negativo mencioné precisamente la falta de reacción que hay en España, todo lo opuesto al empuje “heroico” de Agustina de Aragón que usted menciona y con el que yo no identifico ni identifiqué a España. De hecho aludí a un espíritu rancio de cuartel que aún colea en mi país, y que de heroico tiene poco (y de popular como Agustina, menos).

      En todo caso, solo quien demoniza algo previamente, considera que quien no se limita a ver lo malo en ello, lo está idealizando en realidad, cuando no es así.

      Y sí, España se sostiene (aún) en pie por el sacrificio de los españoles. Para mal de España y para mal de ellos también, porque no debería ser así. Esa es la idea.

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    4. Para Bosco Arbera:

      Exacto, los franceses sí saben (supieron) madrugar en el sentido que usted dice en su momento. Y los estadounidenses también, por eso los cité, añadiendo un caso reciente, de paso. España sigue durmiendo la siesta, como dijo Clarín sobre Vetusta. Eso quise subrayar.

      Por cierto a veces sí soy agresivo, como todo el mundo. Pero aquí me limito (me limité) a dar una opinión, como dejé bien claro. Por eso no me enfada que me contradigan o me rectifiquen, no tema. Solo doy mi parecer, yo no entro en críticas de estilo.

      Lo más “visceral” que le diré es que yo no soy amigo suyo. Hay excesos de confianza que están más fuera de lugar que la pedantería.

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  25. F, a la atención del noble Castellano, pa que espabile.30 de enero de 2021, 12:25

    Para Jesús Castellano. Y también pal exsuperministro Illa, que me estará leyendo.


    PALMERAS DE BARCELONA

    Desde este banco-fuente de la Plaza
    Real de Barcelona, al pie de estas
    palmeras espigadas, filiformes,
    qué lejanos presiento que me quedan
    los chopos del Paseo de Recoletos...
    Una paloma coja de una pata
    me mira de hito en hito confiada.
    Pienso en un griterío de vencejos,
    en las moscas de un bar de carretera,
    en la casa de adobes derrumbados
    que rezuman la sed de un alma seca
    que no conoce el mar; en la chicharra,
    que rasguea las tardes setembrinas,
    la cagarruta esférica de ovino
    cual grano de café torrefactado.
    Desgracia que ahora beba de un brebaje
    amargo que me está quitando el sueño:
    cagarruta tostada cosa mala,
    sin azúcar ni crema ni siquiera
    servilleta con con que enjugar el ceño.

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  26. Tengo dificultades, bienintencionado Bonifacio, para cuadrar la "natural nobleza de sus habitantes" con un panorama de balcones rojigualdos y de ciudadanos exultantes por la prisión de los políticos del Proces. Lo siento de veras.

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    1. Gracias por lo de bienintencionado, Antonio. Doy por hecho que me lo dice usted con buena intención también.

      Coincido con usted en rechazar la bajeza de los que aplauden el encarcelamiento de los políticos. Pero (como es lógico) no rechazo a los que no incurren en tal cosa, que también hay muchos.

      En todo caso, si dije habitantes de España y no “españoles” fue precisamente para incluir a todo el mundo, los que sienten la españolidad como algo propio y los que no, tal como también puntualicé. Y en todas las casas (de unos y otros) cuecen habas, por cierto. Incluidas las muy indigestas de la sobrecarga pública de símbolos.

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