Sábado,
19 de noviembre
DISPARATES
DE UN CATEDRÁTICO
La mejor literatura es la conversación
escrita, como a Baroja y a mí nos gusta repetir. Ya se sabe que quien escribe
como se habla llega más lejos que quien escribe como se lee. Pero tampoco hay
que abusar. La conversación tiene que ser inteligente y, si se nos da escrita,
convenientemente revisada. Manuel Lozano Leyva, catedrático de Física Atómica y
Nuclear, autor de numerosos libros de divulgación científica, ha publicado Urania
y Erató, un “divertimento sobre la relación entre la ciencia y la poesía”
con el que me prometo pasar un buen rato en la tarde del sábado. Pero mi gozo
en un pozo. Este buen señor escribe como quien habla en una tertulia entre
amigos sin encomendarse a Dios ni al diablo. Y la primera en la frente. A las
pocas páginas, cita un poema en tercetos encadenados: “La mano y el favor de la
Cirene, / a quien Apolo amó con amor tierno; / y el agua consagrada de
Hipocrene, / y aquella lira con que del Averno / Orfeo libertó su dulce esposa,
/ suspendiendo las furias del infierno…”
Lo de menos es que diga que está escrito en
“silvas renacentistas”, con ya ser una buena metedura de pata; lo peor es que
se lo atribuye a César Vallejo. Qué horror. No es ya que baste buscar esos
versos en Google para averiguar que fueron publicados en el Parnaso Antártico
un libro de 1608 y atribuidos a una dama principal que firma Clarinda, es
que nadie que haya leído algo de César Vallejo pueda pensar que son suyos. De
poesía parece saber poco este buen catedrático, lo malo es que, si hacemos caso
de alguna de sus afirmaciones parece saber todavía menos de historia de la
ciencia: “Son el siglo XVI y sobre todo el XIX (el ilustrado XVIII fue más bien
un siglo ‘filosófico’) los que prepararon al XX para hacer de la ciencia y de
la tecnología un fenómeno arrollador a escala mundial”. Qué cosas. A mí de
inmediato me vienen a la memoria los nombres de Newton y Leibnitz, que vivieron
en esos siglos oscuros y negados para la ciencia. Sigo leyendo un poco
morbosamente. Algo bueno tienen los malos libros: que nos hacen creer más
inteligentes de lo que somos.
Unas líneas más allá del disparate sobre la
historia de la ciencia me encuentro con una observación con la que estoy y no
estoy muy de acuerdo. A propósito de Gabriel Císcar. Escribe: “Císcar fue un
marino, matemático y político afrancesado cuyos avatares bien pueden confirmar
una sospecha que tenemos muchos españoles: José I posiblemente fue, o hubiera
podido ser, el mejor rey que haya tenido España. Por cierto, tan impuesto y de
origen extranjero como todos los demás Austrias, Borbones o Saboyas”. No estoy
de acuerdo con que muchos españoles pensemos eso —la mayoría sigue todavía con lo de Pepe
Botella— ni con que Amadeo de Saboya fuera un rey
impuesto: fue el único nombrado tras una votación parlamentaria.
Pero no está todo perdido. Si prescindimos de
los comentarios, el resultado es una antología en la que algunas piezas son
verdaderamente de antología y abundan las sorprendentes rarezas.
Domingo,
20 de noviembre
LA
VERDAD Y OTROS DUDAS
Como
Dios no existía, hubo que inventarlo.
Maquillar
el pasado es la principal función de la memoria.
Decir
cosas obvias de manera complicada es una de las funciones de la filosofía.
Hay
gentes que ni en su propia vida son protagonistas.
El
tiempo es la eternidad hecha pedazos
La
belleza no necesita ser entendida.
Hay
quienes nacen demasiado tarde, quienes nacen demasiado pronto y quienes lo
hacen en el momento justo.
Lo
que no existe carece de defectos.
Lo
que en la ciencia solo entienden los científicos es lo menos importante de la
ciencia.
El cuento más fantasioso es la historia de una vida contada por el protagonista.
Lunes,
21 de noviembre
JUZGAR
A LOS JUZGADORES
¿Por qué la gente de tu generación habéis
pasado de un extremo a otro, de la extrema izquierda a la extrema derecha?, me
pregunta un amigo al que hacía tiempo que no veía.
—¿La
gente de mi generación?
—Sí.
Azúa, Savater, Jiménez Losantos, Juaristi, Trapiello, gente así. Y tú lo mismo,
que ya te vi pavoneándote en una foto junto a Isabel Díaz Ayuso, esa mujer para
la que Núñez Feijoo es un peligroso moderado.
—Yo
lo que he dejado de ser es un sectario. No creo que nadie tenga la verdad
absoluta. Creo que la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero.
—Supongo
entonces que ya habrás escrito el correspondiente artículo contra esa ley que,
pretendiendo defender a las mujeres, las deja más indefensas.
—Qué
tontería. En esa ley estoy completamente del lado de Irene Montero y no del de
los jueces que la han aprovechado para crear escándalo y desgastar al gobierno.
—Los
jueces no tienen más remedio que aplicar la ley y si esta obliga a rebajar
penas a violadores, pues se rebajan, incluso en contra de sus deseos. ¿No
querrás que prevariquen?
—Con
la misma ley y los mismos delitos unos jueces rebajan las penas y otros no. La
ley tiene un margen de interpretación y esa interpretación puede hacerse en un
sentido o en otro. Hay quienes han visto en ella un resquicio para hacer
política, en el peor sentido de la palabra, y lo aprovechan. Y ahí están
siempre ciertos medios de comunicación para echar más leña al fuego y alborotar el gallinero. Bastante fácil de alborotar, por cierto.
—Pero
contra la eliminación del delito de sedición, que deja al Estado indefenso, sí
que estarás, ¿no?
—No.
No se lo digas a nadie, pero yo creo que el juicio del “procés” fue un juicio político en el que se retorcieron
todo lo posible las leyes para dar un castigo ejemplar a los líderes
independentistas. Yo creo que a quien habría que juzgar es a los juzgadores.
Confío en que poco a poco la justicia europea irá poniendo a cada uno en su
sitio.
—¿Pero
qué hacías tú en la foto con Isabel Díaz Ayuso? ¡Tú no eres de extrema derecha,
tú sigues siendo de extrema izquierda!
—Sigo
siendo un moderado que cree en la democracia y en la constitución
(manifiestamente mejorable, pero ese es otro asunto) y que acostumbra a pensar
por cuenta propia.
—¡A
otro perro con ese hueso!
Martes,
22 de noviembre
DUDAS
CIERTAS
La cantidad de lectores de un escritor suele
ser inversamente proporcional a la cantidad de talento.
El
éxito inmerecido es siempre el de los demás.
Lo
que entendemos del todo es siempre una banalidad.
Hacer
es más fácil que rehacer y menos que deshacer.
La
poesía no es inofensiva.
Solo
el arte que se compra y se vende es arte.
Aburrirse
puede ser muy productivo.
Los
amigos están para hacer favores, pero no conviene abusar.
Vivir
es ir descubriendo Mediterráneos.
La
verdad sin unas gotas de duda se pudre pronto.
Sin
un poco de vanidad no somos enteramente humanos.
Miércoles,
23 de noviembre
COSAS
DE LA CRÍTICA
A un ilustre catedrático, buen conocedor de la Edad de Plata de la literatura española, que se ocupaba de reseñar en Babelia las más ilustres novedades, los Millás, los Cercas, los Vilas, los Muñoz Molina, le encargaron comentar el libro sobre Galdós en el que Vargas Llosa entretuvo sus ocios durante los pasados meses de generalizado arresto domiciliario. Tras leerlo, llamó a coordinador del afamado suplemento. “Tendría que ponerle algunos reparos”. “¡Ah, no! En ese caso mejor que no escriba usted la reseña”. José-Carlos Mainer colgó el teléfono y no sabemos lo que pensó, aunque lo podemos suponer: “Mis tragaderas son amplias, yo puedo elogiar como obras maestras hasta las novelas negras de Javier Cercas, pero, y bien que lo siento, se trata de un premio Nobel, este bodrio se me ha atragantado”,
Jueves,
24 de noviembre
MAL POR
BIEN
Devolver mal por bien es una costumbre que
suele tener la gente (y a la que yo mismo me he sumado más de una vez), pero a la
que no termino de acostumbrarme. Hoy ha sido un día especialmente duro. No
duelen tanto los palos como la injusticia. “Tú te lo has buscado por esa
afición tuya a hacer de buen samaritano”, me digo. Afortunadamente, todavía me
queda algún hombro sobre el que llorar. Llamo a mi amigo Xuan Bello.
—Son
cosas que pasan. ¡Si yo te contara! No te lo tomes tan a pecho. Ya verás cómo
mañana lo ves de otra manera. Lo que está claro es que las cosas te irían mejor si
fueras tan malo como aparentas, pero eres un cacho de pan.
—De
pan duro de roer.
—De pan con chocolate, más bien.
Viernes,
25 de noviembre
EDICIÓN
REVISADA
¿Volvería a vivir mi vida? Solo si es en
edición muy revisada y con algunos capítulos eliminados.