Viernes, 28 de octubre
GUARDAR SECRETOS
En el taxi que nos devuelve desde
el café Iruña hasta el hotel de Noáin, hablamos de los tres escritores que
nacieron el año en que se inauguró –nada menos que Pessoa, Eliot y Gómez de la
Serna– y luego comenzamos a recitar poemas. María José dice que ella solo
recuerda los proverbios y cantares de Antonio Machado: “El que espera
desespera, / dice la voz popular. / ¡Qué verdad tan verdadera! / La verdad es
lo que es / y sigue siendo verdad / aunque se piense al revés”.
Durante
un rato vamos alternando los versos en coro amebeo –“Poned atención, / un
corazón solitario / no es un corazón”– y de pronto oímos la voz del taxista:
“Qué maravilla escuchar poesía. Creo que voy a tener que pagarles yo al final
del trayecto en lugar de cobrarles a ustedes”.
Un
taxista al que le gusta la poesía no es algo a lo que estemos acostumbrados,
pero lo que a mí más me sorprendió fue la facilidad con que se vuelven
invisibles, como si no existieran, los que nos rodean. Recuerdo que una vez,
comprando en el Mercadona, me saludó muy amablemente un desconocido: “Yo estuve
muchos años de camarero en el Reconquista. ¿Sigue usted dando caña en el jurado
de los Premios?”
¿Dando
caña? Recordé algunas discusiones, un poco salidas de tono, con Anson, con
Víctor de la Concha o con Sánchez Dragó, y también que de vez en cuando
entraban a servirnos un café o a llenarnos la copa de agua. No recuerdo la cara
de ninguno de ellos, pero resulta que ellos –al menos uno– se enteraban de
todo.
No
hizo falta que se inventaran las redes sociales para nuestra intimidad fuera
pública. La aireamos al hablar por teléfono o con un amigo en la
cafetería, mientras discutimos con la
pareja en el taxi que nos lleva al aeropuerto.
Quien
quiera saber todo sobre cualquiera de nosotros lo tiene fácil. Inútil tomar
precauciones. No se puede estar siempre hablando en voz baja, mirando
alrededor, comprobando si el teléfono está pinchado, cambiando las claves de acceso
al correo electrónico. Lo que de nosotros ignora el amigo más cercano lo sabe
el taxista, el portero del hotel, aquel desconocido que se sentó a nuestro lado
durante un largo viaje en tren.
Lo
mejor para conservar secretos nuestros secretos es airearlos como si no nos
importaran. O no tenerlos, que es lo que me pasa a mí, aunque me guste fingir
otra cosa para hacerme el interesante.
Sábado, 29 de octubre
INCIDENTE EN IRATI
El síndrome de Stendhal no solo
puede darse recorriendo los museos vaticanos o paseando entre las maravillas
renacentistas de Florencia. Yo lo sentí en la selva de Irati, ese prodigioso
laberinto de hayas y de abetos, de susurrantes arroyos cristalinos y de buitres
leonados sobre el azul del cielo. Comencé a caminar en la ermita de la Virgen
de las Nieves, de asombro en asombro le di la vuelta al lago de Irabia, pero a
mitad del camino de regreso tuve que tenderme en el suelo junto a una de las
casas forestales porque de pronto me abandonaron las fuerzas –apenas si llevaba
unas cuatro horas caminando, admirando, haciendo fotos– y temí desfallecer y
rodar hasta el agua desde alguno de los empinados senderos.
Cerré
los ojos, sentí un sudor frío. No pude dejar de pensar en la extraña aventura
de mi vida, de cualquier vida. Siempre he sido un hombre rutinario, al que
nunca le pasa nada, al que le gusta que nunca le pase nada, y ahora me
encontraba tendido en el suelo, casi desvanecido, sin cobertura en el móvil, en
el centro de un bosque de bosques de cerca de veinte mil hectáreas, que los
peregrinos del camino de Santiago que van desde San Juan de Pie de Puerto hasta
Roncesvalles contemplan a su izquierda, inmenso, amenazador, casi impenetrable.
Pero
no solo el mítico Basajaun, señor de los bosques, y las Laminak, ninfas de los
ríos, recorrieron estos lugares. También hubo carboneros y fabricantes de remos
y de duelas y contrabandistas y cacerías de los reyes de Navarra. Ahora no hay
lugar mejor para reconciliarse, en estos días soleados del otoño, con la
belleza del mundo.
Cerrados
los ojos, no sabiendo si podré volver con mi propia pie o tendrán que venir a
rescatarme, escucho distantes las esquilas de las vacas, como en un romance de
Juan Ramón Jiménez, y también el silencio, la música mejor.
Un
ruido leve, el que hace un corazón al detenerse, y todo podría haber terminado
aquí. Un sorprendente final para una vida tan predecible como la mía, en la que
nunca pasa nada.
Domingo, 30 de octubre
EPISODIOS NACIONALES
Paseo por los jardines del parador
de Argómaniz, contemplo la sierra Gorbea sobre la llanura alavesa, y me gusta
pensar que Napoleón también se alojó en este viejo palacio. Muy cerca tuvo
lugar la batalla que Galdós narra en El
equipaje del rey José, la que decidió el final de la aventura napoleónica
en España. De vivir entonces, yo
habría sido sin duda uno de los afrancesados y, como Goya o Moratín, acabaría
exiliado en Burdeos, que no me parece el peor lugar para vivir olvidado de las
tribulaciones patrias, del gusto, tan español, de gritar “vivan las cadenas”..
Me
gustan los lugares que me cuentan una historia. Y raro es el sitio que no lo
hace. Cierro los ojos y contemplo al batallón de húsares británicos cargar
contra la berlina del rey José y a este saltar aterrado sobre un caballo y huir
dejando desparramado alrededor del carruaje todo el tesoro que llevaba consigo.
Lunes, 31 de octubre
EL PEQUEÑO MARTÍN
No sé si los niños vienen todavía
con un pan debajo del brazo, pero para mí traen siempre consigo un territorio
nuevo. Nunca visito la casa de ningún amigo. No hay nada que me haga abandonar
mi rutina, las cuatro calles habituales, salvo ese prodigio, esa maravilla que
nunca me canso de admirar, que es un recién nacido.
El
pequeño Martín me ha regalado la Corredoria, un barrio muy cercano a mi casa,
pero en el que nunca había estado antes. Ahora me resulta familiar la parada de
autobús en Cuatro Caños.
Hoy
Martín me ha llevado –es un decir, dormía en su cochecito con la tranquilidad
de quien sabe que el universo entero gira a su alrededor– hasta la biblioteca
pública, al lado mismo de la carretera y sin embargo tan secretamente apacible.
Sabe
ya que me gustan los libros y que solo hay otra cosa en el mundo que me gustan
tanto como ellos: los seres humanos en general y los gatos y los bebés en
particular.
Martes, 1 de noviembre
SIN ESPERANZA, CON CONVENCIMIENTO
Parece que ya tenemos presidente,
pero el gobierno sigue en funciones. No hay ninguna prisa. La legislatura será
larga, durará todo lo que permita la ley y un poquito más. Y será tranquila. El
amansado PSOE no dará ninguna guerra, andará muy entretenido tratando de
asestarle la puñalada definitiva a ese ingenuo que se creía lo que decía y
prometía. Sin esperanza, pero con convencimiento, le he enviado mi apoyo a la
plataforma que acaba de crear.
A
nadie le gusta reconocer que ha fallado en sus análisis, que ha fracaso en
todas sus previsiones. Pero a mí no me queda más remedio que admitir la
humillación. Nunca me había imaginado una situación como esta, con la izquierda
(o lo que yo hasta ayer mismo creí tal) sirviendo de muleta al partido más
corrupto de la historia de España (aunque reconozco que en eso hay mucha
competencia). Pero la realidad es la que es.
A
los votantes estafados solo nos queda el derecho a la pataleta. Yo lo he
ejercido hasta quedarme ronco. Ahora me vuelvo a mis cuarteles de invierno a
esperar a que escampe. No más política.
Miércoles, 2 de noviembre
ACERCA DE LA INMORTALIDAD
“Si ahora apenas nadie nos lee –me
dice un amigo poeta–, ¿quién crees que va a hacerlo después? Desengáñate, eso
de la inmortalidad que tanto te preocupa es una tontería”.
La
verdad es que no me preocupa. Me preocuparía si yo me convirtiera en un
atractivo turístico y me inmortalizaran como uno de esos feos muñecotes junto a
los que se fotografían los turísticas. Recuerdo la estatua de Berlanga en Sos
del Rey Católico. Da un poco de grima verlo descalzo y desmañadamente sentado
junto a la Peña Feliciana, el lugar más emblemático del pueblo. Pasea uno por
aquella hermosas calles empedradas, se pierde en la judería, se cobija bajo el
gran soportal de la mínima plaza mayor, visita las pinturas de la cripta de San
Esteban y al salir se encuentra de pronto con ese espantajo. Berlanga rodó aquí
La vaquilla y ese fue el pretexto
para ridiculizarlo.
Yo
me conformo con que me sigan leyendo, aunque sea tan poco como ahora, dentro de
cien, doscientos o mil años. Y con que le den mi nombre a un colegio o a una
biblioteca. Uno es así de falsamente modesto.
Jueves, 3 de noviembre
ESE MUERTO ESTÁ MUY
VIVO
Qué susto cuando, en la
presentación de un libro de poemas, me encuentra en la librería Cervantes al
senador Areces, a quien yo confiadamente voté y que luego, en cuanto tuvo mi
voto, no dudó en correr para regalárselo a Rajoy. Me conozco, sé que mi saluda
no tardaré en decirle lo que pienso de él. Hago como que no le veo, no quiero
provocar un incidente que desluzca la presentación de Lengua del duelo, un título muy adecuado para este momento.
Como
en el famoso capítulo de la espada del vizcaíno en el Quijote, interrumpo aquí la historia. Dejo a Javier Fernández
(espero que pronto haya que explicar en nota quién es este señor), apretando
con un pie el freno para retrasar todo lo posible el congreso de su partido
(“¿Qué es eso de que los militantes deciden? ¡Esto no es Podemos!”) y alzando
con las dos manos la pala de enterrador para asestar un fuerte golpe en la
cabeza de Pedro Sánchez, sepultado vivo, si pretende salir de la tumba.
llevaba unas cuatro horas caminando, ... temí desfallecer...sentí un sudor frío
ResponderEliminarNada de síndrome de Stendhal, una simple crisis de hipoglucemia.
La opinión del especialista es la que vale en estos asuntos, no la mía.
EliminarJLGM
¿Cómo que nunca habías imaginado una situación como esta? Recuerdo que hace unos meses, creo que antes de las segundas elecciones, dijiste que, gracias a cierta izquierda, temías que tendríamos Rajoy para rato.
ResponderEliminarPero la izquierda que yo me imaginaba entonces era otra, no la que yo voté y luego hizo lo que hizo.
EliminarJLGM
Tiene razón JdeP cuando dice que a veces haces de tu verdad una máscara.
EliminarPues don Pedro no está muerto ni enterrado: se mueve y con cierta soltura. Hay quien dice que hasta le ha mejorado la coló. Sin embargo, a don Javier se le ha quedado una cara verdosa de fiambre que no supera ni el cadavérico Hernando. Aunque sea más bien enterrador y esa pala, que blande sobre la altísima cabeza de don Pedro, sea la misma que algunos malpensados dicen que empleó en echar tierra sobre ciertos asuntos espinosos.
ResponderEliminar¿Y si a estos arteros arteros les hubiere que facilitar una especie de "pacto del capó", para que salvaran el culo los palmeros menos significados y a los demás (uno de los primeros el ahijado político de Villa) se les echara de una patada en el suyo?. Fíjese el mundo, que hasta ha habido denuncia ante un juzgado por coacción a los diputados para que se abstuviesen, además de práctica ilegal desde el desembarco de la horda sureña en Ferraz.
Veremos a Pedro el Clarificador retornar con resoles del Potomac en la cara, un poco labrada por el acné, a montar el pollo en el PSOE y a remover la silla de los trileros que tanto mal han echo al partido. Y a España que no se apea del belfo de la sultana.
Sí, adiós, política. Los comportamientos de algunos políticos son tan rastreros y ruines que uno quisiera recluirse en un castillo de literatura, artes y música donde quedase a salvo lo más digno y noble de la vida. Inútil empeño. La política regresa tercamente, primero porque política es que uno, o sus personas cercanas, sanen o no sanen, puedan o no puedan alimentarse, vivan bajo techo o a la intemperie. Y, segundo, porque el arte mismo se impregna y se nutre de política: ahí están los buenos burgueses de Balzac, las banderías y facciones de Stendhal, la clasista patada en el trasero a Mozart, las barriadas de Céline, los antros tenebrosos de Van der Meersch, los argumentos de tantas óperas de Verdi, o las católicas familias de Mauriac.
ResponderEliminarEs la mendacidad de los gobernantes, es la felonía de ciertos "barones", entre otras cosas, la que nos condena a la sordidez de la política.
No es que el arte se "impregne" de política, sino que siendo la política actividad central de la vida pública, sería imposible que no se reflejara en él. Si usted no ve política, por ejemplo, en Shakespeare o en Dante (o en Homero, si quiere ir más atrás), no sé cómo los ha leído.
EliminarLo de ahora es malo pero en unas terceras elecciones habría sido aún peor (encuesta CIS). Y no hablo sólo del descenso del PSOE (que estaba cantado y aún será peor) sino del ascenso del PP.
ResponderEliminar¿Ya se entiende?
No, no se entiende. El descenso del PSOE se debe a su traición para que no hubiera nuevas elecciones. Y el ascenso del PP a que siempre se premia a los listos, a los que escapan a la condena por la corrupción y encima logran que los tontos de izquierda (no señalo a nadie: tras las primeras elecciones fue Podemos, tras las segundas el PSOE) les hagan el trabajo sucio.
EliminarY no se entiende el razonamiento de José Luis Piquero en un demócrata: dice que no podía haber elecciones pero que el parlamento no reflejaba ya el voto de los ciudadanos y eso perjudicaba a los suyos. Mi razonamiento es el contrario: tras la traición del PSOE debería haber elecciones para mandarlos todos a casa, incumplieron su programa, ya no nos representan.
Yo admito, faltaría más, que el PP gobierne con mayoría absoluta, si así lo deciden los ciudadanos; lo que me irrita es que ahora esté gobernando gracias a los que no les votamos.
JLGM
JLGM
Puede que tengas razón. Ante la duda, que decida la ciudadanía (tampoco faltaba tanto para diciembre).
EliminarError. El descenso del PSOE quizá haya sido mayor dado el momento en que se hizo la encuesta, pero su progresivo descenso en las primeras, segundas y terceras elecciones estaba cantado y pronosticado.
EliminarY escucha: todo demócrata acepta las elecciones pero todo demócrata es también estratega. Y a veces hay que saber cuándo evitar nuevas elecciones (que no invalidan la voluntad popular en las anteriores) para evitar un mayor ascenso del enemigo.
En cualquier caso no entro en los problemas del PSOE. A mí nunca me representaron, así que se pueden ir todos a casa, como dices.
¿Error? De lo indemostrable (cuál habría sido el descenso del PSOE sin la traición) no se discute. Pero sí de que las elecciones las hay cuando debe haberlas, según la constitución, y uno de los momentos es cuando el resultado de las elecciones anteriores no permite formar gobierno en un tiempo determinado. Tras las segundas elecciones, había varias opciones, pero se vendió que solo una: la continuidad de Rajoy (rechazado ya por el congreso que representaba la voluntad popular) y para conseguirla se falseó el resultado electoral, eliminando a un candidato y obligando a los diputados a votar en contra de lo prometido. Había otras opciones: un gobierno de izquierdas o un gobierno de derechas sin Rajoy, símbolo de la corrupción (como lo hay en Cataluña sin Mas, que ganó con más apoyo que Rajoy). En fin, que si todos las estrategias de la izquierda son así, pobres de nosotros. Y qué envidia la derecha con esas luminarias enfrente.
EliminarJLGM
El otro día me cortó Martín con cajas destempladas, ahora titula su entrada como "No más política" y resulta que según voy leyendo aquí no se habla de otra cosa. Me cuesta trabajo admitir que un mediocre como Pedro Sánchez reciba tanta atención.No es lo civilizado saber perder, en vez de revolverse?
EliminarLo patético es que cuando uno critica a la izquierda actual se le identifique con la derecha. Patético e infantil, como ocurre con la intransigencia montaraz que se niega a aceptar sus obsesiones.
Eliminar"No más política" a partir de la entrada de esta semana del diario. Lo cumpliré, no se preocupe. Hablaré de otra cosa y me quedaré sin comentaristas, que no saben hablar de otra cosa. Y que les cuesta admitir que a Pedro Sánchez le votamos unos cuantos cientos de miles de españoles y que esos votantes (muchos de ellos, al menos) sentimos como una ofensa personal los tortuosos caminos seguidos para quitarle de en medio y hacer doblar la cerviz a los diputados que poco antes habían respetado su compromiso electoral votando no. ¿Tan difícil es de entender mi enfado aunque no se compartan mis ideas? Yo comprendería perfectamente a los votantes del PP que se irritaran si, cuando Pedro Sánchez se presentó a presidente, los poderes fácticos hubieran obligado a cambiar al lider del PP y forzado a sus diputados a votar al candidato socialista.
EliminarJLGM
Qué va, Martin, qué va, no los comprendería si fueran del PP. Más bien se mofaría de ellos, los tildaría de ingenuos y brindaría por su "defenestración fáctica".
EliminarHay un modo de ser muy español que me revienta, debe ser que la tradición picaresca nos sigue impregnando. Consiste en calificar de "más listo que el hambre" a los nuestros cuando son pillos y engañan utilizando todo tipo de trampas y artimañas. En cambio, cuando ese listo es el adversario invocamos la ética y lo arrojamos al averno para que purgue su nefando pecado. No deja de ser ridícula esta postura que, repito, es práctica generalizadísima.
En cualquier caso, para hipócritas y contradictorios, los usas, masivos consumidores de la empanada en todas sus variantes: de pollo latino, de calamares en su negra tinta y de bacaladas en salsa porno.
Puede que tengas razón... pero no la tienes, however. Las enésimas elecciones nos acercaban peligrosamente al populismo simplificador de los referendos. Pedro Sánchez era la cabeza visible del PSOE, pero este, como cualquier otro partido, también se presentó con un programa y unas listas. Los partidos deben llegar al Congreso con los deberes hechos, no condicionarnos a todos con sus disputas internas. Tras las primeras elecciones, ya se le dijo a Sánchez que, con esos resultados, lo mejor que podía hacer el PSOE era abstenerse, pero él quiso poner en escena un numerito que todavía no se entiende, en lugar de aprender y hacerse fuerte. Es muy saludable ese discurso de aceptación de la derrota que el candidato perdedor hace en Estados Unidos. Pero claro, ellos tienen un sistema democrático más maduro...
EliminarNo tengo la razón siempre, Miranda, pero sí la tengo ahora. De aplicar tu teoría el candidato perdedor en Estados Unidos no sería Hillary, sino Trump. El candidato más votado allí, como aquí Rajoy, fue Hillary Clinton. Pero el presidente no lo eligen, como en Francia o en Portugal, los votos directos, sino los de los representantes de cada estado. Aquí tampoco al presidente del gobierno lo eligen directamente los ciudadanos, sino los votos de los diputados en el congreso. Tras las primeras elecciones, Pedro Sánchez contaba con bastantes votos más que Rajoy (los suyos y los de Ciudadanos), en consecuencia es el PP quien debería abstenerse. Tras las segundas elecciones, Rajoy fue rechazado muy mayoritariamente por el congreso. Debería haber aceptado la derrota (como hacen los candidatos de Estados Unidos) y dejar paso a otro candidato, fuera de su partido o de otro partido, que consiguiera el voto mayoritario de los diputados. Y si ninguno lo conseguía, lo democrático (el mandato constitucional) es devolver la palabra a los ciudadanos, o sea, elecciones. Pero aquí se buscó una chapuza con apariencias de legalidad (un golpe de Estado "blando"): forzar desde fuera a los diputados de un determinado partido para que cambiaran el sentido de su voto, eliminando incluso al candidato electoral.
EliminarEn fin, Miranda, ya sé que es duro dar tu brazo a torcer. Tienes todo el derecho a pensar que este gobierno es el mejor posible, pero no a decir que en Estados Unidos el derrotado acepta la derrota y aquí no. Allí se aceptaron las leyes electorales y aquí no (pero no se aceptaron por parte del PP, con la ayuda de Felipe González y otros nombres que algún día sabremos).
JLGM
¿Por qué costará tanto admitir a Miranda -y a muchas personas que piensan como ella- que si no hubo un gobierno con Pedro Sánchez a la cabeza fue porque en el PSOE jamás pensaron en integrar a PODEMOS en él, sino que pretendían hacerlo con los boys del pijoprogre Rivera y que los pardillos de Pablo Iglesias bendijeran la unión regalándoles un cheque en blanco, para que ellos escribiesen la cifra de las tropelías derechistas que se les vinieran en ganas: ¿no se hacen los regalos nupciales en metálico para que los gaste la pareja en los que mejor les cuadre?. Ridícula esta manera de argumentar de Miranda y compañía.
EliminarNo hubo gobierno de Pedro porque las fuerzas derechistas (ahora sí que se les puede tildar de ello sin ambages) del PSOE prefirieron echarse en brazos de sus compinches de la derecha económica y cañonera). Y así lo van a pagar. ¿O acaso Miranda no se ha enterado de la ola de indignación que recorre esa España que tanto invoca la sultana-catequista-analfabetafuncional?
PS.- Aprovecho a expulsar este último desahogo político-biliar, antes de que Martín vede el tema de la política y solo permita que se comente sobre los bancales de alcachofa en los Arribes del Duero o de los rollos del Mar Muerto. No se habrá enterado de que si Homero hubiese hecho lo mismo, no existiría hoy la Ilíada. Él se lo va a perder, yo no, que me paso a lo de Trapiello.
Es que allí son muy prácticos y sinténticos, y saben que los extremismos solo sirven para dividir al país.
EliminarA don Braulio: una buena noticia, lo de que piensa pasarse al enemigo como las huestes de don Javier Ferández.
EliminarA Miranda: lo dejamos, admirada Miranda, no podemos entendernos porque parece que vivimos en mundos distintos. ¿De dónde sacas que en Estados Unidos son muy prácticos y "saben que los extremismos solo sirven para dividir el país". ¡Pero si eso lo que han hecho, dividir el país en dos mitades irreconciliables y hacer presidente a un extremista que convierte a Marine Le Pen en un modelo de moderación y buena educación!
JLGM
Esa desagradable señora y sus correligionarios xenófobos europeos, que tanto se frotan las manos con la victoria republicana, no tienen nada que ver con Trump, un simple conservador.
EliminarDefinitivamente vivimos en mundo distintas, Miranda. El que quiere construir un muro para que no entren los mejicanos en su país (todos violadores) y expulsar a cientos de miles de ciudadanos norteamericanos porque practican la religión musulmana, ¿es un simple conservador? Sin más comentarios.
EliminarJLGM
Cuánta demagogia, Martín, cómo nos gusta practicar la democracia de salón. Derribemos de una vez las vallas de Melilla y que nos lleguen miles de humanos igual que nosotros, como iguales son los menesterosos bosnios que nos limpian los parabrisas de los coches aspirando a medio euro magnánimo. Leer respuestas como la suya lo rejuvenecen a uno hasta aquella época romántica en que los compañeros estudiantes confraternizabamod con los compañeros obreros antes de irnos a dormir a nuestro cómodo dormitorio. Cualquier día volvemos a escuchar a Joan Baez clamando por sus chicanos. Creo que cuando allá por mediados de los ochenta cantó en Sevilla escandalizó a la ciudad con sus insultantes caprichos. Poncho en el escenario y queso francés en el camerino. No ha pasado el tiempo.
EliminarLos compañeros y compañeras estudiantes a veces se iban a dormir con las compañeras o compañeros obreros. Léase "Últimas tardes con Teresa", de Juan Marsé.
EliminarJLGM
Más demagogia barata, más elisir d´amore. Parece mentira que una persona interesante como usted pretenda confundir a los tertulianos jóvenes de este café con semejantes memeces. Milité en un partido muy de izquierdas y ni yo ni ninguno de mis camaradas nos fuimos a dormir jamás con una obrera, sobre todo porque sería terrible levantarse a las cinco y media de la mañana para acompañarla hasta la Perkins. Un poco de sinceridad, señor Jose Luis, no sea retórico con su pasado.
EliminarPor cierto, la buena de la Báez también exigió en su contrato para actuar en Sevilla que el agua mineral fuera francesa. Faltaría más.
Yo a estos farsantes/as los/las mandaría de esclavos/as de ISIS en justa penitencia a su manipulación insultante. Incluiría en su grupo a los papanatas de la ceja y a media docena de cantautores del pueblo que viven como la burguesía más acomodada y en sus conciertos ante los panolis se disfrazan de pobres mientras se encienden los mecheros y se clama por la libertad. ¿No será todo lo que está pasando consecuencia de tanto desquiciamiento colectivo? ¿no haría falta una profunda catarsis para despojarnos de tanta hojarasca que atora los sumideros del cerebro?
Y, en fin, el ejemplo de la novela de Marsé no parece mencionado por el autor de la bellísima entrada que hoy nos ofrece sobre su estancia en Sevilla. Lo afirmo con toda sinceridad, como deben ser todas las afirmaciones.
Yo trabajaba y estudiaba allá por los setenta. Y si la memoria no me engaña (puede: fue hace tanto tiempo) creo que por entonces algo tuve que ver unas veces con alguien que estudiaba y otras con alguien que trabajaba. Y hasta aquí puedo contar. Y aquí termina el coloquio con este anónimo (siempre me hago el higiénico propósito de no dialogar con anónimos, a ver si de una vez lo cumplo).
EliminarJLGM
No ha dicho eso, sino que va a luchar contra la inmigración ilegal. Y lo del muro es un guiño a Israel, porque con Obama se habían enfriado las relaciones; y, de paso, una llamada de atención a Méjico para que se preocupe por sus ciudadanos y estos no traten de cruzar la frontera desesperadamente... algo más que utilizar la amenaza inmigrante en las negociaciones de alto standing, como hace Turquía, por ejemplo.
EliminarDéjalo, Miranda, déjalo. No la líes más. Todos sabemos lo que ha dicho ese señor.
EliminarJLGM
A pesar del apoyo de Pedro Hilary perdió. A ver si regresa pronto a España y al menos aquí pone en orden. En junio Brexit y ahora Trump. Me pregunto qué locura decidirá la humanidad para dentro de otros cinco meses. Habrá que acostumbrarse a la deriva constante. La globalización solo ha servido para que todos participemos de la insensatez de los grandes.
ResponderEliminarLocura la que estamos viviendo desde hace demasiados años: lo de Trump, un absceso que revienta, un mero aviso de lo que está por llegar. Abróchense los cinturones los aedas del neo liberalismo y sus palmeros (de Ferraz y de los otros).
ResponderEliminarAcabo de escuchar en la tele a una señoritinga de Ciudadanos diciendo que Trump era igual que...PODEMOS, que eso venían a ser los "populismo" (palabra-consigna-talismán de nuestra era).
ResponderEliminarNo me voy a rebajar a comentar lo dicho por esta analfabeta descarada, pero sí me interesa volver sobre algo que me parece increíble: que personas que parece que razonan bien de ordinario y que son, además, progresistas, visto lo que había debajo de la manta del PSOE y puesta de manifiesto la calaña verdadera de los de Rivera, se atrevan a sostener el mantra irracional de que "no hubo gobierno de progreso porque PODEMOS lo impidió".
Ante tamaña falacia no puede uno por menos que indignarse. Recientes las valientes declaraciones de Pedro Sánchez, pareciera que algunos tuviesen lobotomizada una parte de la corteza cerebral, y que ello les privara de sacar consecuencias inteligentes de lo que ahora es evidente.
¿Piensan estos maledicentes (de PODEMOS) que los votos del partido bolivariano estaban para apuntalar al partido que se nos ha revelado recientemente como un nido de oportunistas sin escrúpulos y al otro, ese entramado-invento derechista que es Ciudadanos? Con los datos que tenemos ahora, ¿discurrirá alguien que lo sepa hacer que la operación -en la que no se dejó enredar PODEMOS- era otra cosa que un intento de apuntalar este infame estado de cosas, a esta derecha económica que mueve los hilos desde la sombra (Petrus dixit)? ¿Hubiese sido coherente con sus principios que PODEMOS, quedándose él mismo excluido por imperativo legar (o manu militari) del eventual gobierno de "progreso", hubiese extendido un cheque en blanco a beneficio de aquellos que -infames- han entregado el gobierno al partido más corrupto de Europa y parte del extranjero?
Pues parece que algunos no aprenden, que tienen un filtro cerebral que repele lo que les remueve algunas convicciones que no están dispuestos a abandonar.
Buen Martín, pensaba que el costalazo paulino había acabado por aventar los vapores alucinógenos que nublaban tu mente (la lectura continuada de El País tiene estos efectos indeseables), y que te habías dado cuenta, por fin, de que aquellas cagarrutas que se recortaban en el cielo de Antioquía no eran palomas torcaces de Anatolia, sino buitres zaínos de la sexta flota de Bitinia. Pero no, ya veo que aún perdura la borrina en algunos rincones de tu mente.
El reinado de Obama ha durado siete años y medio y Guantánamo permanece abierto. Habría que recordárselo a la simplona Lucía Méndez que hoy en El mundo le pone un 10 con mayúsculas, Como siempre, la ignominia lo es o deja de serlo según si la practican nuestros ídolos o nuestros enemigos. En su descargo se podría decir del bueno de Barack que desde siempre tuvo la intención de clausurar la base, solo que los poderes fácticos se lo impidieron. En fin. Escribiendo esto advierto un cierto paralelismo entre la terrible frustración de Obama y la de Pedro, condicionadas sus trayectorias por las satánicas élites económicas, como diría García Montero. Insisto una y mil veces en la hipocresía y el silencio cómplice con que occidente ha asumido esta tragedia y la siria por no haber despertado expectativas de choque político. Parece que las vidas humanas importan menos que la alineación del Betis frente al Sevilla. Incondicionales de izquierda e incondicionales de derecha. En este foro no abunda precisamente la imparcialidad ni la objetividad...er Beti, er Beti man que pierda.
ResponderEliminarPuede que te caiga esa breva, buen Martín, pero ya ha comenzado el gusanillo a hacer mella en mis decisiones irrevocables provisionales. No sé, no sé... La verdad es que -ahora que están de moda los infiltrados y los quintacolumnistas- me atrae la idea de minar por dentro aquel alcázar (vamos: rendirlo por agotamiento). Pero existe un inconveniente de peso: debajo de aquella cálida palmera usan con demasiada liberalidad la podadera (rima indeseada pero no enmiendo); y don Braulio soporta mal esos cortes de manga. Precisamente frecuenta este Café (pese a la escasa calidad del grano de algunos días), porque eso no se usa. Y porque me da su aquel verlo languidecer si mi acicate brilla por su ausencia (una carga moral más con la que he de cargar, y no son pocas). Y porque, alguna vez, pasa cerca un cometa o una mariposa rara, como si revolara sobre esta roca azul de la pradera (¿te das cuennn?).
ResponderEliminarQuisiera, pero no se si tengo arrestos, si tengo cuerpo, si tengo cara.