Sábado,22 de octubre
ANÉCDOTAS REALES
Cuando llego a la Plaza del
Ayuntamiento, camino del Atrio como cada sábado avilesino, me la encuentro
llena de curiosos y corredores que aplauden a Javier Gómez Noya. Me detengo un
rato y le escucho agradecer el homenaje y recordar emocionado el día de ayer en
que le entregaron el premio Princesa de Asturias de los Deportes.
Habla
con sencillez, no parece que los honores se le hayan subido a la cabeza, y a mí
me alegra ver la plaza llena de gente de todas las edades con la camiseta amarilla
que conmemora la carrera en su honor. Debería estar aquí Rubén Rosón, concejal
de economía del Ayuntamiento de Oviedo, que acaba de declarar que le van a
retirar la subvención municipal a la Fundación porque los dineros del
Ayuntamiento no están para financiar las comilonas de nadie.
A
mí me dieron ganas de enviarle de inmediato el importe de mi menú de ayer en el
Reconquista: agua, un poco de ensalada, una cazuelita de fabada y una ración de
arroz con leche (mínima: la Fundación cuida la dieta de los invitados). Cierto
que se podía repetir, pero yo creo que con veinte euros sería más que
suficiente. Se podría sugerir que cada invitado (salvo los premiados) enviara esa
cantidad al Ayuntamiento para evitar cualquier motivo de queja.
Después
del parco condumio y la grata charla con Rosa Navarro Durán, Sonia Fidalgo, el
director del Marca y otros compañeros
de mesa, mi amiga Ana Vega y yo dimos una vuelta para saludar a los conocidos. Nos
detuvimos un momento a charlar con Alfredo Martínez –que era agregado cultural
en Bulgaria cuando se celebró en Sofía un homenaje a Víctor Botas–, junto a una
de las mesas de los postres. Casi chocamos con uno de los invitados, que dudaba
entre el arroz con leche y los carbayones. Al alzarse y volverse vimos que era
el rey. con un plato en unaa mano y un dulce en la otra. No se lo pudo llevar a
la boca porque en ese momento se acercaron varios obsequiosos señores de negro a
saludarle. Dejó resignado el carbayón en el plato y el plato en la mesa y les
tendió la mano sonriente. Si a él también le hacen pagar por lo que le dejan comer
en estos banquetes de Epulón que el ayuntamiento de Oviedo no quiere contribuir
a financiar, seguro que le basta con un billete de cinco euros.
Domingo, 23 de octubre
OTRA VERSIÓN DE LA ZORRA Y LAS UVAS
“¿Qué es para ti el éxito? ¿Qué
sería para ti, como escritor, haber triunfado? ¿Ser académico de la Lengua como
Pérez-Reverte, ganar el Nobel como Dylan, decidir quien gana los premios de
poesía y quién no, como García Montero?”
La
pregunta me la hace, medio en broma, un joven poeta que aspira a todas esas
cosas. Yo le contesté también en broma, pero luego me quedo pensativo.
¿Qué
es para mí el éxito? Lo primero y principal, seguir vivo, de verdad vivo, con
capacidad para indigmarme con lo que está pasando y para enamorarme de vez en
cuando de la manera más atolondrada del mundo.
En
segundo lugar, seguir escribiendo con el mismo afán y las mismas dudas sobre lo
que hago que cuando publicaba Jugar con
fuego o, antes, a los catorce años, cuando descubrí la poesía con Antonio
Machado.
¿Premios?
Eso queda para bajos de autoestima o padres de familia que necesitan dinero.
Para mí el mejor premio sería no tener ninguno, pero ser leído, conocido y
admirado como si los tuviera todos. ¿Qué premios tuvo Cervantes, sin ir más
lejos? ¿Y qué premios Lorca, Cernuda, Gil de Biedma? Bueno, Cernuda no es quizá
un buen ejemplo: no tuvo premios, pero se presentó a uno que ganó Vicente
Aleixandre y no le hizo maldita gracia.
¿Ser
académico? No, gracias, aunque las intrigas entre unos y otros darían para una
novela más divertida que Dos hombres
buenos, del admirado folletinista que calificó a sus colegas de ciruelos y
talibanas.
Mientras
esperaba a que comenzara la última entrega de los premios Princesa de Asturias,
fui testigo de una maravillosa escena muda que lo dice todo sobre la vida
académica. A la derecha del escenario estaba ya sentado Darío Villanueva, el
actual director, con su barba blanca de sabio antiguo. Subió Víctor de la
Concha, anterior director de la Academia y actual director del Cervantes,
saludó al que se sentaba a un lado de Darío, a quien estaba detrás, hizo como
que no veía a su antecesor. Les tocó sentarse juntos, pero cada uno se puso a
charlar con el otro compañero, sin mirarse ni una vez; luego, cuando comenzó la
ceremonia, les fue menos violento ignorarse. ¿Qué les había llevado a ese odio
que no dudaban en escenificar en público? Pues parece ser que lo de siempre: uno
había prometido votar al otro en no sé que elección y no cumplió su promesa.
¿Ser
como García Montero? ¿Tener capacidad de influencia para conseguir que a este
amigo le den tal premio de los que publica Visor y tal otro a aquella amiga,
según dicen las malas lenguas? Si yo tuviera poder, dejaría de tener amigos
porque no me permito con ellos ningún favoritismo, más bien todo lo contrario
(a Javier Almuzra, cuando ganó el Emilio Alarcos, ni siquiera le voté) para
mantener intacta mi fama de justiciero incorruptible.
Da
un poco de vergüenza decirlo, pero tengo todo el éxito que necesito. La
ambición no es lo mío. Soy de buen conformar.
Lunes, 24 de octubre
UN ANIVERSARIO
Me recuerda hoy Mario Vega que
ayer hizo veintidos años que murió Víctor Botas. Algunos de los jóvenes poetas
que ahora pasan por la tertulia ni siquiera habían nacido. A mí no me gusta
recordar estas fechas luctuosas. Prefiero la del nacimiento: ese 24 de agosto
que comparte con Borges y con la erupción del Vesubio. Pero su poesía sigue
viva, al contrario que la de tantos otros poetas de su generación que todavía
siguen escribiendo y publicando libro tras libro.
––¿Eso
no lo dirás por Pere Gimferrer?
––Puede
que sí, puede que no. Cuando leas mi reseña de No en mis días, su más reciente libro de poemas, lo sabrás.
Martes, 25 de octubre
AL PAN PAN Y AL MEMO MEMO
Me paso el día discutiendo con
amigos y desconocidos sobre la situación política. A veces aprovecho la espera
en un semáforo para replicar a una réplica. ¿Una pérdida de tiempo? Puede.
Nunca he conseguido que nadie se moviera ni un centímetro de sus posiciones
previas (tampoco yo). Pero siempre que escribo, aunque sea en la respuesta a un
comentario de Facebook, lo hago pensando que no hablo solo para mi interlocutor,
que hay otros lectores, un público interesado e imparcial, y es a ellos a los
que trato de convencer. También me gusta dejar constancia para la posteridad,
por muy improbable que sea. “Cuanto tantos claudicaron, él no” se imagina mi
vanidad que dirán mis nietos o los nietos de mis nietos.
Ya
sé que debería hacer como mi sabio amigo Xuan Bello, ocuparme solo de los
negocios, la familia y los arbejos que crecen la huerta. Pero yo no soy un
sabio, solo un fidelísimo votante humillado públicamente por sus representantes
políticos. Y ellos podrán mangonear la cosa pública, hacer mangas y capirotes
con los votos de los ciudadanos, pero a mí no me pueden quitar el derecho al
pataleo y a llamar una y otra vez al pan pan y al Fernández Fernández.
Miércoles, 26 de octubre
QUIEN LO PROBÓ LO SABE
¿Se puede perder la cabeza pasados
los sesenta años igual que a los veinte? Se puede. Quien lo probó lo sabe.
Y
se tarda más en encontrarla porque también se va perdiendo la memoria.
Pero
la vida solo merece la pena si tropezamos dos o doscientas veces, todas las que
hagan falta, con esa misma piedra.
Jueves, 27 de octubre
EL DÍA DE LA VERGÚENZA
Trato de no salir de casa, de no encontrarme con nadie, de
leer a Montaigne, de no mirar las noticias, de pasar como pueda el mal trago de
estos días. Pero bajo a tomar un café y ahí está Antonio Hernando, con cara de
ajusticiado, tratando de justificar lo injustificable diciendo que no es la
primera vez que el PSOE falla a sus
votantes, que antes abandonaron el marxismo, les engañaron sobre la OTAN, que a qué tanto escándalo en esta ocasión.
Me froto los ojos. No, no es eso lo que está diciendo literalmente, pero es eso
lo que todos entendemos. Y a mí me dan ganas de gritarle que, si con la OTAN se
hizo un referéndum y si cuando se pactó con Ciudadanos se consultó a la
militancia, ¿por qué ahora se recurrió al ordeno y mando con un tal Fernández
de chusquero mayo?
Sé que es
inútil, que debo volver a Montaigne, cuidar mi jardín, armarme de paciencia y
barajar, pero de lo que tengo ganas es de subirme al tren, plantarme a las
puertas del Congreso y gritar a los diputados del partido al que voté el
calificativo que merecen.
Por la
noche, ni siquiera quiero ver El
intermedio, para no exasperarme de nuevo, pero no puedo resistir la tentación,
y me asquea Eduardo Madina tanto como parece asquearse a sí mismo mientras
repite que se abstiene para evitar que haya elecciones, que los españoles no se
merecen unas elecciones (el mundo al revés: ahora resulta que lo peor que puede
ocurrir en democracia son unas elecciones), que sus familiares y allegados se
lo han pedido así, casi se lo han suplicado. “Te lo pedirían los familiares a
tu cargo”, pienso yo, “porque si hay elecciones tú y un montón de timadores
como tú os iríais inmediatamente al paro”.
Menos mal
que luego aparece Margarita Robles y me consuela un poco. “¿Va usted a seguir
las directrices de la actual dirección de su partido?”, le pregunta Gonzo. “Yo
votaré no”, “¿Y no cree que debería entonces dejar el escaño al romper la disciplina?”,
“¿Dejar el escaño por hacer lo que he prometido hacer a los electores? ¡Otros
son los que deberían dejarlo!”
Respiro
algo más tranquilo. No todo está perdido. El edificio que unos han demolido de
golpe para vender el solar al mejor postor todavía puede ser reconstruido si el
sábado algunos hombres y mujeres de bien son capaces de mantener el respeto a
sí mismos y a quienes les han votado.
Ahora hace como que llora, pero hace poco quiso aliarse con lo peor, incluso el independentismo para su psicopática pulsión de presidente a toda costa. Habrían venido / vuelto la prima de riesgo desbocada, el paro galopante, el desabastecimiento, el sufrimiento, el corralito. España en el punto de mira de las calamidades de occidente, un país en manos de los que no creen en él, la Venezuela europea. Ya estuvimos a punto de vivirlo (año 2011), algunos lo recuerdan pero no quieren recordarlo. ¡Amamos tanto a Zapatero Sánchez!
ResponderEliminarCuantas tonterías, con perdón. Con los independentistas, corruptos y no corruptos (Pujol y Arzallus) se alió por ejemplo José María Aznar y no parece que se hundiera España. La alianza de Pedro Sánchez con ellos es como la supuesta invasión de España por Rusia que justificaría el alzamiento militar. Pero, en fin, cada loco con su tema y Dios en la de todos.
EliminarJLGM
“... cada loco con su tema y Dios en la de todos”.
EliminarCada loco con su tema y Dios en el de todos. La muerte. En esta y en cualquier fecha. Firmando siempre Dios la misma carta. Adiós, adiós a tanta tontería.
Sí. La muerte. Lástima que ella no sea tan solo cosa del otro mundo. Porque en éste, oculta bajo miles de disfraces con gran hipocresía, qué bien atendida está siempre. En tanta falsa lucha por la vida, ya casi sin darnos cuenta, qué bien sabemos usarla los unos contra los otros. Qué difícil lo tuvo y lo tendrá siempre cualquier manso mesías.
EliminarPara esa reconstrucción habría que desescombrar a fondo, drenar el terreno, colmatar las galerías del subsuelo hasta ahora ignoradas y hasta vender como chatarra la caja de plomo con los papeles fundacionales: nada de los cimientos de la (re)fundación apócrifa deberían permanecer. Porque si se conocieran al detalle los bocetos y los planos de los arquitectos que tramaron aquella impostura, habríamos de concluir (si no nos ciega el partidismo o el temblor de vernos así tan perplejos y burlados) que con semejantes promotores nada bueno se iba a levantar sobre estas tierras tan sedientas de justicia. Ejemplarizando con el hombre del cartel, ese que gravita sobre la cabeza de Martín con el faldón izquierdo levantado, debiera bastar para entender la farsa que hemos vivido desde hace muchos años (demasiados años), yo diría que desde Suresnes. Y aun desde antes.
ResponderEliminarSería necesaria la quimioterapia que barriera con todas las células cancerosas, para que no quedaran algunas encriptadas en los ganglios del "aparato", desde los que retomaran la sucia labor metastásica. Pero esto resulta más quimérico que quimioterápico.
No merece la pena correr estos riesgos, mejor construir sobre solar menos contaminado. Y, además, desconfío de que los que, desde hace muchos años, han venido asistiendo con docilidad al desastre, sean ahora los que dibujen los planos y levanten el edificio nuevo y saneado. Yo no me fiaría.
PS.- Lo de ayer en el Parlamento, vergonzoso y humillante: nunca creí presenciar algo tan bochornoso como unos parlamentarios del PSOE hundidos en su propia indignidad. En la cara lo llevaban.
De acuerdo con el PS. En lo demás, yo lo veo difícil, pero no imposible.
EliminarJLGM
"La Transición, un apaño" (P. Gimferrer)
ResponderEliminarTú sí que has anda'o siempre apaña'o ¡cojoneh!.
¿Dónde queda el sentido de la responsabilidad de estos yayos? ¿Qué, cojones, pretenden? ¿Un fin de fiesta (patetico que no poético) con Tusset (St.) envuelta en llamaradas?
Me lo explique, el propio senyor Pere si tiene a bien pasarse por aquí.
Qué bobada. Y que bien escogida la máscarilla: bluff.
EliminarEn algunas cosas habremos a acertar, amigo José Luis. Aunque sea por pura chiripa. Un abrazo! ;-)
EliminarHabla usted como si fuera miembro del PSOE desde hace 40 años. Me cuesta comprender cómo le resulta tan difícil admitir algo que en toda Europa se practica normalmente. Fuera de España, en los grandes países democráticos, nadie encuentra escandaloso que el PSOE deje gobernar, absteniéndose, al partido más votado.
ResponderEliminarComo en el caso catalán, tiene usted una extraña concepción de la democracia (muy española, por cierto, muy sectaria, muy poco pactista, muy anarquista en el fondo).
Disculpe, pero hoy no me siento demasiado complaciente con los inanes tópicos. En los países de Europa, como en cualquier país democrático, los partidos para pactar no comienzan eliminando al secretario general (mediante artimañas más o menos legales), ni incumpliendo el contrato con los electores sin consultar con la militancia. Aquí no hubo un pacto (que no tenía por qué haberlo obligatoriamente), sino un humillante trágala propiciado desde fuera (lo más parecido a un golpe de Estado "blando" como en Brasil o Paraguay) y que además no era la única solución si se quería evitar elecciones: a Aznar lo apoyó el Partido Nacionalista Vasco y la antigua Convergencia. Podía haberse buscado alto así. O podría haber dejado paso Rajoy (como hizo Mas, ganador igualmente de las elecciones) a otro político menos manchado de complicidades con la corrupción.
EliminarDe sobra sé que con ciertas mentes es imposible razonar. Pero confío en que este comentario lo lea alguien más que Pablo75 y así no haber perdido el tiempo.
JLGM
Después de escuchar esta noche a Pedro Sánchez en La Sexta, han quedado definitivamente esclarecidas las consistentes sospechas que teníamos muchos: todo el programa del PSOE venía teledirigido desde la sombra de despachos muy poco democráticos; nunca jamás pasó por la cabeza del aparato de ese partido (siguiendo la hoja de ruta dictada) que pudiera llegarse a un acuerdo de gobierno con PODEMOS. La mascarada de presentarse a las negociaciones del bracete de C,s era una argucia para hacer, precisamente, imposible la aceptación de este trágala infumable por parte de los de Pablo Iglesias. Y luego intoxicar a la opinión pública presentándolos como culpables de que no haya podido haber un "gobierno de progreso". Esta falacia aún la sostenía un impresentable vocero de los "socialistas" en la mesa-debate posterior a la entrevista.
EliminarPedro Sánchez... Se podrán objetar muchas cosas, tener reservas sobre la sinceridad absoluta de sus palabras, echarle en cara que no siempre haya sostenido la misma postura durante estos últimos meses..., pero el defenestrado ex-secretario general daba una imagen muy diferente a la de esta turba golpista y zafia que vino del sur y que no dejó títere con cabeza. Ese Pedro Sánchez que hemos visto hoy mueve a la solidaridad, a la esperanza, a la simpatía y al deseo de que sea capaz de reconducir la deriva escandalosa del viejo partido que fundó Pablo Iglesias (y en el que tanto luchó el padre de don Braulio Higgins -según me han dicho- en tiempos en que era muy peligroso hacerlo). Le deseo a Pedro un rápido restablecimiento (eso que se desea a los convalecientes que se sabe que van a salir del atolladero). Y como dijo el bueno de Iceta: ¡¡¡Pedro, no permitas el horror de que gobierne el PP!!! Aunque el daño ya esté hecho, para desgracia de todos..., menos de unos pocos.
Veremos lo que pasa después en el congreso.
Tras las demoledoras declaraciones de Pedro Sánchez quedan claras muchas cosas; la principal que la abyecta opción del PSOE, la de entregar el gobierno al PP, viene mediada por la presión (¿irresistible?) de ciertos poderes financieros, empresariales y mediáticos (no quiero dar crédito a otras instancias a las que apuntaba ayer Diario 16, porque serían de una gravedad extrema y...).
ResponderEliminarPero hay algo que no acabo de entender en ese argumentario: ¿puede una operadora telefónica, o un periódico (de capa caída), o un banco dictar a un partido "normal" lo que ha de hacer, obligándolo, incluso, a traicionar el programa con el que concurrió a las elecciones? ¿En qué se basa esa coacción insoportable?.
Algo que se me ocurre en lo referente a Telefónica:
-¿Amenazarían al PSOE con dejar de regalarles a los dirigentes y subalternos cualificados el celular de última generación con que pudieran obsequiarles por su cumpleaños?
-¿Amagarían con retirarles el privilegio de la tarifa plana de fijos y móviles, incluso para las llamadas a teléfonos de otras operadoras?
-¿Les advertirían de que, en lo sucesivo, las "páginas amarillas" no iban a salirles gratis?
-¿Insinuarían las posibilidad de que el anonimato de las llamadas telefónicas pudiera ser cosas discutible?
En estas especulaciones mías no acabo de hallar el suficiente peso específico de las hipotéticas amenazas, como para traicionar y renegar al extremo que lo ha hecho el PSOE.
En cuanto a El País..., la amenaza pudiera ser que iban a dejar de distribuir gratuitamente el periódico por los despachos del partido y por las "casas del pueblo". O que se les iba a aplicar la tarifa normal en los anuncios por palabras, esquelas y propaganda del partido en general. A mí, la verdad, por esa quincalla no me iban a hacer que me mudara la camiseta.
Claramente insuficientes estas eventuales represalias, o eso estimo, para justificar tanto canguelo. Aquí debe de haber gato encerrado.
Ruego a alguno de los habituales de este Café que si tiene alguna explicación a este enigma se digne comunicármelo.
¿Qué correctivo aplicar, Dr. Higgins? ¿Cómo erradicar el lumpenazgo que tanto hiere a algunas sensibilidades?
EliminarAy, Zenobia de Miranda, musa inquieta...
EliminarMe preguntas cómo sanear el cacumen
del hirsuto lumpenproletariado...
¿Y tú me lo preguntas, teniendo en casa
a ese vate-bulldog acomodado
a tu saya de percal, a tu costado?
Digan los astros, el cielo meridiano de la estepa madrileña,
la lectura de las bolas de madroño, del erizo
del castaño,
cuál sea la solución del morbo atrabiliario
que lleva a estos zumbaos de la gleba
a portarse como unos descerebrados.
¿Y tú me lo preguntas?
Pero si el poeta es Él...
Un poema simpático y fluido, muchas gracias. La única objeción es que yo diría "zumbados", porque de la otra forma el ritmo puede desajustarse según cómo se pronuncie.
EliminarGracias por llamarlo poema, Miranda. Puestos a haber hecho las cosas con rigor, debiera haber escrito "a portarse como descerebrados" (sobra "unos"), que iba a ser un hermoso endecasílabo. En lo de "zumbaos" discrepo: no hay diptongo ni imposible sinalefa, son tres sílabas. Amen de infinitas imprecisiones, pero que no empecen para que el poema brille como el sol de Lepanto o las aldabas (con su mano y sortija) de Palermo al mediodía.
EliminarSaludín afectuoso.
Leo, bajo un acceso de estupor, que el PSOE culmina hoy los desafueros de días atrás represaliando a los quince decentes, es decir, a los que se han resistido a un "principio de autoridad" que se revela como estúpido, gratuito y suicida. La decisión la toma un "Comité de Disciplina" cuyo solo nombre evoca purgas y complots estalinistas.
ResponderEliminarPara completar la perspectiva del país en que vivimos, pero sobre todo la perspectiva de EL PAÍS, recomiendo leer el siguiente artículo de Francisco J Laporta:
http://elpais.com/elpais/2016/10/25/opinion/1477422120_019037.html
donde este profesor pugna por desacreditar, en general, los referendos como "método de toma de decisiones temerario, confuso y simple". Para este antagonista de la polis griega el "engendro está de tal modo impregnado con la ilusión de la legitimidad que cualquiera que lo ponga en cuestión corre riesgos importantes. Debemos insistir, sin embargo, en frustrar cuanto antes esa ilusión verbal...". SIC.
Me temo que vamos a necesitar a Montaigne, sí, pero en grandes dosis.
Pues estoy de acuerdo con Laporta: son el oráculo de Delfos moderno.
EliminarDon Antonio, Franco fusilaba a los militares leales acusándolos de ser reos de "rebelión militar". La misma España, el mismo esperpento: los traidores subidos a un estrado obran con la misma lógica perversa. País (El).
Eliminar¿Y qué hay del NO en bloque de Podemos a Pedro Sánchez, señores? ¿Ni una discrepancia? Vaya, vaya con el asambleísmo. Se conoce que cuando quieren también saben aplicar el rodillo disciplinario.
EliminarEspeculando, especulando..., he llegado a la conclusión siguiente: los bancos amenazaron, probablemente, al PSOE con empezar a cobrarles los veintipico euros de comisión trimestral por libreta de ahorro; el cobro semestral por las tarjetas de crédito-débito (Mastercard, Visa...) o con penalizar fuertemente los descubiertos en cuenta corriente o libreta de ahorro; remuneración cero para los ahorros a plazo fijo; cobro por tramitación de recibos y exclusión de cualquier regalo promocional o por fidelización (cuberterías, tostadoras de pan, incluso reproductores de DVD). Y probablemente de cualquier trato preferente, como el que se da a los clientes más señalados.
ResponderEliminarAnte este sombrío panorama, no me extraña que el PSOE haya acabado por tirar la toalla: todo tiene su límite y humanos somos.
Bla, bla, bla, Bra. Cuánto desprecio. Pues prefiero al PSOE a ese partido de snobs universitarios llamado Pdemos. Aquel es el verdadero partido de las gentes sencillas (que, por cierto, también gustamos de arreglarnos y cortarnos el pelo, aunque en casa o en el taller vistamos cómodos...) He oído a simpatizantes acérrimos de Podemos decir: ¿Cómo es posible que todos los votos valgan los mismo? Esa es la verdadera faz de los antisistema.
EliminarTonterías, Miranda, y perdona. Aquí de lo que se trata no es de qué partido es o no el de las gentes sencillas, sino de que un partido (y no precisamente Podemos) se ha pasado los votos de esas gentes sencillas por debajo del puente colgante.
EliminarJLGM
Miranda, eres una desagradecida; os traigo en palmitas al Dilecto y a vos (te he dedicado un notable poema y ni mu) y no haces más que contradecirme.
EliminarSi Sánchez hubiera dimitido el 20 de diciembre (como hacen los políticos "decentes") ni esas gentes sencillas ni el PSOE estarían sufriendo ahora la mayor indignidad de su historia. Lo malo es que el irresponsable continúa aspirando al trono, tal es su paleta megalomanía. Tal vez la historia lo juzgue con más dureza aún que a Fernando VIII.
EliminarFernando VIII le Cordonnier.
EliminarPorque el PSOE no es un partido cromañón-asambleario. Ellos querían que el presidente actual dejara de serlo, sí, pero eso no es un programa de gobierno, eso es una obviedad. Si no lo han conseguido ha sido por los resultados electorales obtenidos y por la falta de apoyo para gobernar en coalición (y lo siento por Pedrito. Yo aposté por él).
EliminarA Blas Paredes: Con esa regla todos los políticos deberían haber dimitido el 20-N. Rajoy, que perdió la mayoría absoluta y carecía de aliados para gobernar, Rivera que no consiguió los diputados suficientes para formar gobierno con la derecha ni con la izquierda, Iglesias, que no logró superar al PSOE, como era su objetivo... En cuando al lugar de Pedro Sánchez en la historia, un poco de paciencia. La vida da muchas vueltas.
ResponderEliminarPerdona, Miranda: más tonterías. Respetar la voluntad de los militantes no es ser cromañón, sino la esencia misma de un partido democrático. Y parece que un gobierno de la izquierda era posible, tan posible que hubo que dar un golpe de mano para evitarlo.
JLGM
No es exactamente como usted dice. En unas elecciones el partido gobernante sufre, salvo excepciones, un retroceso en el número de votos debido, precisamente al desgaste y la erosión de su mandato. Y el partido en la oposición, oficialmente aspirante al entorchado, se aprovecha de la circunstancia, medrando por las simples expectativas de mejora que representa su opción.
EliminarAceptando este planteamiento, el castigo del PP no solo no fue aprovechado por el PSOE, sino que vio muy mermadas sus ilusiones de gobernar. Y, para colmo, en junio, cuando los estrategas socialistas creyeron que el paso del tiempo iría aflorando nuevos escándalos de corrupción del gobierno en funciones, se encontraron con que el acusado era absuelto por los votantes y los tres fiscales eran castigados en las urnas. Por lo tanto, Sánchez, no dimitiendo tras su fracaso en diciembre, alimentó su megalomanía sin el menor rubor, incluso abriendo en canal la profunda herida de su partido. Y más tarde, utilizando la coartada de no mover ficha para no perjudicarlo en las elecciones catalanas y vascas, siguió jugando a la ruleta rusa, hasta que desesperó a sus barones y tuvieron que degollarlo. Llamar traición a la expulsión de un irresponsable me parece una escandalosa tergiversación.
Cuánta desinformación, Blas Paredes. Todos los presidentes del gobierno español, desde Felipe González, fueron reelegidos: Aznar (que la segunda vez consiguió la mayoría absoluta), Zapatero... El único que no lo consiguió fue Rajoy. Finalmente lo ha logrado, pero por un camino cuando menos raro. Y eso de la absolución de los corruptos en las urnas, mejor no comentarlo. Afortunadamente la justicia sigue su curso. Y aquí, por mi parte, termina el debate. Usted no votó a Pedro Sánchez; yo sí. A quien no voté fue a Rajoy y ahora es presidente gracias a los diputados que yo voté. Tengo razón para estar indignado. Otra cosa es si ese cambio o traición al programa y a los electores es bueno para el país: en eso cada uno tiene su opinión. Punto final.
EliminarJLGM
Si es punto final, pues punto final. La prerrogativa de ponerlo debe aceptársele al creador del blog. Amén.
EliminarPero entre lo discrecional y lo arbitrario todavía hay diferencias, mientras la RAE no lo niegue.
Efectivamente, ahí está la prueba del algodón: hubo golpe porque SÍ había posibilidad de gobierno progresista. No se explica, si no, la barbaridad cobarde que cometió el susanato. Había, ya lo creo que había..., aunque se estuvo intoxicando a la opinión pública con que lo único posible era abstenerse o terceras elecciones: este es el verdadero nivel de nuestra democracia.
ResponderEliminarSepa la distinguida -pero indocta- concurrencia que cro-magnones somos todos, mal que nos pese. Así que menos renegar de ellos: ni siquiera especie antepasada, especie nuestra ellos mismos. Son.
ResponderEliminarPara B: uno agradece de veras el buen trato, y en lo personal para nada quisiera parecer desagradecido, cosa ésta tan fea. Piensa de otro modo, y lo dice. Y, eso sí, pide todos los perdones posibles si alguna vez, en la discusión, se deja llevar a términos menos que amables. Uno no pediría más; y, como el propio B. podrá comprobar, a menudo ha de conformarse con bastante menos.
ResponderEliminarSi alguien, Dilecto, ha de pedir disculpas no eres tú precisamente: tengo a mi lado a un mister Hyde que me observa con cara lacrimosa. Nada de disculpas de tu parte, que resultas un dechado de corrección y de fair play al lado de otros que yo me sé. Sabes que se te estima bien en esta casa, Cer. A miranda... Bueno, confieso que estoy un poco picado con ella: me ha dicho un bla, bla, bla que aún retumba en mis huesos temporales.
ResponderEliminarSaludo afectuoso, Cer.