Sábado,
27 de mayo
NO CON
MI VOTO
Mientras mis amigos se quedan con los niños en
la playa de Perlora, yo espero en la estación de Candás el tren que me lleve a
Avilés. Es el viejo Carreño de mi infancia, el tren de vía estrecha en el que
iba cada mañana a estudiar a Gijón.
En
la estación no hay nadie, ni viajeros ni empleados. Me queda un rato de espera
y yo aprovecho para reflexionar, como manda el calendario, en las elecciones de
mañana. He perdido la pasión y la ilusión de otros tiempos. Recuerdo bien la
Primera vez, allá por 1977. No diré que ahora me den igual los unos que los
otros (sigo prefiriendo los unos a los otros), pero he aprendido a matizar.
Avivar
el conflicto de Ucrania, regalando armas y más armas y financiando mercenarios, me parece mal lo hagan
los míos o los del bando contrario; dejar ahogarse en el mar a emigrantes sin
papeles (o incluso ayudar a que lo hagan), me parece mal lo haga Meloni o Marlaska;
criminalizar una votación y apalear a los votantes, por muy catalanes que sean,
me parece una barbaridad; encerrar a los niños en sus casas, no dejarles pisar
la calle ni para ir al médico, con el pretexto de "proteger" a los abuelos, me
parece una criminal estupidez; no permitir tomar café en el interior de un bar
si no muestras el certificado de que te has vacunado de una vacuna que no
impide (según información oficial) ni que te contagies ni que contagies...
Prefiero no decir lo que me parece. Y todo eso lo ha hecho y lo hace el partido
al que voté durante años. Pero no voy a votar al partido contrario (que habría
hecho lo mismo) ni voy a abstenerme.
Pasa de la hora prevista y no llega
El tren. Nada más angustioso que estar solo en una estación vacía esperando un
tren que no llega. Pero llega al fin. La historia continúa. ¿Por los mismos
malos pasos de siempre? Es posible. Pero, a partir de ahora, tendré mucho
cuidado para que la barbarie no cuente con mi voto.
Domingo,
28 de mayo
LLEVAR LA
CONTRARIA
El voto es secreto, dicen. El mío no.
Encontré, por fin, a quien votar. A Covadonga Tomé, de Podemos, pero del
Podemos de la primera hora, no del apoltronado, y a Gaspar Llamazares, que me
parece que representa lo mucho salvable de los antiguos ideales comunistas (y
que conste que yo nunca he sido comunista).
"Tú lo que has sido siempre es muy de
llevar la contraria", me dice un amigo. Y no deja de tener razón. Pero no se la
llevo a cualquiera. Solo al rebaño que embiste si le ponen delante un trapo
rojo, o viceversa.
Lunes,
29 de mayo
MI
NOVELA FAVORITA
Me gusta la jugada de Pedro Sánchez. Pierde
una partida e inmediatamente inicia otra apostando al todo o nada. A ver qué
pasa ahora. La verdad es que vivimos tiempos interesantes. Pero siempre lo han
sido, al menos desde que yo tengo conciencia histórica, que fue allá por 1968 o
1970.
La
historia que se va haciendo día a día es mi novela de intriga favorita. ONU
nunca sabe lo que va a pasar en el capítulo siguiente.
Martes,
30 de mayo
PASABA
POR ALLÍ
Para las personas tan rutinarias como yo, todo
se convierte en aventura. Hoy es fiesta local y cierra la cafetería a la que
suelo ir por las tardes. Aprovecho para entrar en el bar Cundo, un bar mítico
cuando yo estudiaba filología y la facultad estaba en el antiguo convento de
San Vicente. Era un bar famoso por las curdas que allí pillaban algunos
profesores, y supongo que también estudiantes.
Entré
esta tarde atraído por una misteriosa terraza junto a la muralla. Era la
terraza del Cundo y a ella se accede por una escalera metálica. Un lugar muy
adecuado, en aquellos años remotos, para conspirar, fumar maría o encontrarse
con un amor clandestino. Y ahí sigue, refugio de supervivientes.
Recorro
luego, con el último sol de la tarde, la calle Paraíso y a la memoria me vuelven
viejas historias más o menos tremebundas. Yo no fui el protagonista, sino
cercanos amigos que recordar no debo (aunque puedo). Me temo que todo lo que de
apasionante pasó en mi vida le pasó a otros. Yo solo pasaba por allí. O eso
quiero creer (o hacer creer).
Miércoles,
31 de mayo
COMENTARIO
DE TEXTO
Una vez, cuando estuvo en Avilés como jurado
del premio Ana de Valle, le escuché a José García Nieto presumir de su
facilidad versificadora: “Si me propongo dedicarle un soneto a los gemelos de mi
camisa, soy capaz de hacerlo en un cuarto de hora”.
Desde
entonces, dejé de leer yo sus sonetos (y todo lo demás). Los miércoles me viene
a la cabeza esa anécdota cuando Jon Juaristi nos asaetea en la tertulia con los
dos o tres sonetos que acaba de escribir contra la izquierda lerda en general y
contra mí en particular.
Pero a Juaristi, al otro Juaristi, no al rey del ripio y marqués del improperio, seguiré leyéndole. Siempre apreciaré “la tersa palabra, el verso claro, / conciso, exacto, austero, el lenguaje hecho médula, / la precisión soberbia con que plasmó la vida / en secos fogonazos?”
Jueves,
1 de junio
COMIENZA
LA FIESTA
—¿A
qué ya no sigues celebrando tu cumpleaños durante todo el mes, García Martín,
como hacías antes? A partir de cierta edad, cumplir años hace menos gracia.
—Pues a mí me sigue pareciendo una
maravilla. Si no fuera porque odio las fiestas, daría una que durara todo el
mes para celebrarlo. No sé... Fletar un inmenso yate, tipo oligarca ruso o bribón español , y hacer un viaje desde Avilés a Estambul con escala en Lisboa, Cádiz,
Tánger, Túnez, Nápoles, el Pireo, a la ida, y Venecia, Génova, Marsella,
Barcelona, a la vuelta. Invitaría a veinte o treinta amigos, no más. Creo que
lo pasaríamos bien. Pero detesto las fiestas, ya te digo, y alteraría bastante mi
querida rutina. Me alegra cumplir años, qué le vamos a hacer. Y lo que más me
Divierte es ver lo vieja que suele ser la gente de mi edad. La mayoría todavía
escriben "solo" con tilde porque es lo que le enseñaron en la escuela y sus
neuronas se ha solidificado y ya no dan para el más mínimo cambio. Cada año que
cumplo, me hace más siglo XXI, un siglo que me gusta mucho y al que considero
una suerte pertenecer.
—No sé yo si te crees todo lo que dices. Creo que la procesión va por dentro. ¿No te aterra pensar que cada vez
estás más cerca de la desaparición definitiva?
—-Me aterra la muerte, como a todo
el mundo, pero la muerte que llega antes de tiempo, no la que está al final del
camino. Esa, bienvenida mar. Otro regalo. La nada siempre me ha parecido el
gran invento de Dios. Recuerda a Machado: "Cuando el ser que se es hizo la nada
/ y descansó, que bien lo merecía, / ya tuvo el día noche y compañía / tuvo el
hombre en ausencia de la amada".
—Metafísico estáis. .. ¿Piensas que
se te seguirá leyendo allá por el siglo XXII o XXIII?
—Se me seguirá leyendo, pero poco.
Casi tan poco como hoy. Pero no te preocupes. Si no me quejo ahora, tampoco lo
voy a lamentar entonces.
Viernes,
2 de junio
A DONDE SEA
Cruzo cada mañana, a las diez en punto, cuando ya he
terminado de escribir, el parque de San Julián de los Prados, camino del primer
café, siempre con un libro en la mano y siempre con un libro distinto. Hoy le
toca el turno a una breve novela desconocida de Francisco Umbral. En la primera
página, me encuentro con chopos y álamos afilados que cortan "la rica brisa del
verano en largas rebanadas que entran por las ventanillas del tren".
Saboreo yo
esas rebanadas, los dispersos trinos y
el frescor de la hora, y dejo que el tren de la vida me lleve a donde sea, con las
ventanillas bien abiertas a la belleza del mundo.
COMENTARIO DE TEXTO PARA PABLO MORALES
ResponderEliminarTEMPORA TEMPORE TEMPERA
J'ai fait voeu de te perdre.
Paul Éluard
Justo al final que aún no ha terminado,
cual 'homo melancholicus' recrea
mi deseo (perdido y encontrado)
de galán, gigoló de Galatea,
un cíclope con celo equivocado
que en la cópula atlética se emplea
con calma o con urgencia, con cuidado
o sin pensar, con ignorancia. O sea,
me he jurado perderte en la impostura
de mis manos que estrechan tu cintura,
reloj de arena aquí que cae en vano...
No olvido que también tuve un verano
que gocé de una hermosa criatura
solo una noche, pero cuánto dura.
___
A ver si nuestro insigne y célebre 'hater' tiene a bien descubrirle al respetable lector las resonancias, homenajes, plagios varios y otros guiños culturetas. Un besito, Pablo, de amante bandido y juguetón.
Alejandro Lérida
Texto con erratas, como de costumbre, pero ¿para qué tomarse la molestia de señalarlas cuando su autor ni siquiera se digna a dar las gracias por ello y en su lugar aprovecha cualquier ocasión para insultar a quien pierde su tiempo en hacerlo?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo voté a la chigrera de Tineo.
ResponderEliminarSe quedó Barbón
ResponderEliminary se fue Clarín,
de Vetusta a Oviedo
camina Martín.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBórralo
ResponderEliminar...
ResponderEliminarVino del Sur,
las velas al viento
y en esta Asturias
jugó con fuego,
fuego se hizo,
gato travieso;
a pesar de Roger
fue mi maestro.
Quemó la basura
de los malos versos
y sus travesuras
llegaron más lejos.
Hoy con su Crisis
y Arcadia Café
es un adalid
y sabe su fe.
Lo que le critico
hoy no diré.
sabe el invitado
Amables ripios. Gracias.
EliminarEste sol de Colliure no es el sol de tu infancia:
ResponderEliminartu infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
de un huerto en que el charol del limonero brilla.
Ni este sol de febrero ni estos días de Francia.
He vuelto a Oviedo, al Oviedo antiguo Con la sensación del soldado que regresa. Muy cansado. Pero la pierna me lo permite.
ResponderEliminarYo no he ganado nada. No hay vítores. Y nadie me muestra reconocimiento alguno.
Por eso soy cristiano