Lunes, 27 de mayo
INCIDENTE ELECTORAL
––Estoy avergonzado –le digo a Rosa Navarro Durán cuando nos
encontramos a las puertas de hotel Fruela–. Creo que esta tarde he sido incluso
un poco más insoportable de lo que acostumbro.
––Pues ya
es difícil –me responde ella, sonriendo–. ¿Qué ha pasado?
––Nada, que
el domingo voté a “Lliures per Europa”, porque era mi única manera de protestar
contra quienes obligan a su candidato principal a estar en Bruselas
avergonzando al reino de España. Por supuesto, me cuidé de hacer público mi
voto, pero cautamente, por si acaso, y acordándome de los tiempos de Franco,
cuando había que burlar la censura, contrapuse a los que huían de la justicia española
(Rafael Alberti) con los que se quedaron aquí confiando en ella (Miguel
Hernández) y dije que votaba por Alberti. Esta mañana se me ocurrió pasar por
el centro de votación, donde han de exponerse los resultados, para ver si entre
mis vecinos a alguien más se le había ocurrido votar por el “huido” o era yo el
único. No están expuestas esas actas en puerta de entrada. Pregunto a la encargada
del centro social de Teatinos, que es donde yo voto. No sabe nada. Por fin las
encuentro semiescondidas en un panel interior. Las fotografío con el móvil para
poder leerlas. Amplío el acta de las elecciones al parlamento europeo y veo
que, entre Ciudadanos, 35 votos, y Vox, 23 votos, figura “Lliures per Europa”
con cero votos. Pongo el grito en el cielo, como se decía en los tebeos y en
los folletines. Pero vuelvo a mirar las actas y veo que corresponden a la
sección 9, mesa B. Y yo voté en la sección 7, mesa A. Respiro aliviado. Busco
las otras actas. No aparecen. Vuelvo por la tarde a ver si es que se trata de
un olvido. Siguen sin aparecer. “Aquí no sabemos nada”, me dice la encargada
del centro. “Solo hemos cedido el local”. Llamo a la Junta Electoral de Zona de
Oviedo. Respuesta: “Mande usted una queja por escrito al Ayuntamiento”. “¿Al
Ayuntamiento? ¿Y a quién?”, “Ah, no sé, quizá a la sección de informática”, “¿Pero
no es obligatorio exponer una copia de las actas en los centros de votación?”.
“Sí, es obligatorio”. “Pues en donde yo voté solo se exponen las de una mesa”,
“Pues informe usted por escrito al Ayuntamiento”, “Pero quien se encarga de
velar que se cumplan las normas electorales ¿no es la Junta Electoral? ¿No les
estoy informando de una incidencia? ¿No deberían ustedes solucionarla?”,
“Nosotros solo atendemos a reclamaciones por escrito, mándenos si quiere el
escrito para el Ayuntamiento y nosotros se lo remitiremos a ellos”. Y nada más terminar de hablar con la Junta
Electoral de Zona de Oviedo me voy a la tertulia del Vetusta. Por allí
aparecen, además de Marcos Tramón, Xuan Bello, Martín Caicoya e Inés Illán. Ya
te imaginarás en qué estado de ánimo llego yo. Ya sé que una golondrina no hace
verano, pero basta para poner la mosca tras de la oreja, sobre todo si llueve
sobre mojado, si otra Junta Electoral (teóricamente destinada a velar por la
pureza de las elecciones) prohibió presentarse al candidato que yo voté. En
fin, que discutí con la rudeza e impetuosidad de costumbre y me temo que estuve
más faltoso de lo habitual. “La ley es la ley –me dice Martín Caicoya– y
tenemos que acatarla nos guste o no. Hay candidatos que están en prisión
preventiva o que lo estarían si pusieran un pie en España y por lo tanto no
pueden ejercer sus derechos como diputados”. “¿Y por qué están en prisión
preventiva? Porque un juez ha decidido que lo estén. Es la decisión personal de
un juez –no ningún imperativo legal– quien priva de representación política a
millones de españoles”, “El juez se atiene a la ley: decreta prisión porque
hay riesgo de fuga, riesgo evidente y que nadie puede negar: ahí está el caso
de Puigdemont”. Y entonces yo no puedo contenerme y grito, como buen español:
“¿Pero qué interpretación de la ley es esa que hace que uno pague por los actos
de otro? ¿Me estás diciendo que el Tribunal Supremo actúa como los aldeanos de
antes que, si un mozo de una aldea vecina se metía con una de sus mozas, luego
daban una paliza al primer mozo de esa aldea que encontraban? Si un catalán comete
un delito, ¿eso nos autoriza a linchar al primer catalán que encontremos?”,
“Bueno, bueno, pues alguna otra razón tendrá el juez para mantener esa prisión
preventiva, que a mí no me parece adecuada, pero yo no soy juez”, “Pues si
tiene algún temor a la fuga de los encausados podría resolverla fácilmente sin
necesidad de causar un daño irreparable a unos ciudadanos que aún no han sido
condenados y otro daño, también difícil de reparar, a la imagen de España.
Bastaría con que cogiera el teléfono y llamara a Grande-Marlaska: ‘Ministro,
¿está usted en condiciones de garantizarme que los procesados en la causa tal y
tal no abandonarán nuestro país?’, “Por supuesto, Magistrado, se les retira el
pasaporte y se les pone custodia policial; las veinticuatro hora del día si es
necesario’. Y dicho y hecho, Oriol Junqueras y los otros encausados pueden
cumplir sus tareas parlamentarias en tanto no exista una condena en firme. Como
en cualquier país civilizado, como en cualquier país donde la Junta Electoral
correspondiente subsane de inmediato una incidencia electoral, por poco
importante que sea, en cuanto tenga noticia. No como en Oviedo”.
Afortunadamente,
aunque pensaba contarle todas estas cosas a mi amiga Rosa (que mañana habla a
los alumnos del instituto de Villaviciosa sobre el Lazarillo), me contuve a
tiempo. Ella no piensa como yo y se irrita mucho cuando me oye hablar así.
––¿Qué ha
pasado?
––Nada, lo
habitual, que siempre creo tener razón y no soporto que me lleven la contraria.
Y ella me
habla entonces de su nuevo libro, María
de Zayas y otros heterónimos de Castillo Solórzano, que ya en el título
reescribe un capítulo de la historia literaria española. Estoy deseando leerlo
y ver cómo justifica condenar a la inexistencia a una de las pocas escritoras
del Siglo de Oro. Menos mal que, para atenuar los desmanes de la actualidad,
aún nos queda el consuelo de la literatura.
Martes, 28 de mayo
TODAVÍA SANGRA
Una de mis primeras lecturas serias, cuando tenía catorce o
quince años y comencé a ir con regularidad a la biblioteca Bances Candamo,
fueron, junto a las novelas de Galdós,
las obras completas de Freud editadas por Biblioteca Nueva en los años
veinte.
Desde
entonces soy freudiano y con cierta regularidad me someto a una sesión de
psicoanálisis. A mi manera, claro. Quiero decir que nunca he recurrido a
ningún profesional. Simplemente, cuando noto en mí comportamientos que no
tienen explicación racional, me tiendo en el diván, cierro los ojos y bajo al
sótano para tratar de averiguar la causa.
Hoy, tras
asistir a la presentación del último libro de Xuan Bello, y actuar en el
coloquio final como abogado del diablo, tratando de ponerle en un apuro con
preguntas maliciosas, se me ocurrió que convendría averiguar por qué suelo ser
tan áspero con los que me quieren bien, por qué trato de mantener a prudente
distancia a los amigos, y no solo, también a quien podría convertirse en algo
más, mi terror favorito.
––No es eso
lo que te preocupa de verdad –me dice mi psicoanalista–, ya se han y ya te has
acostumbrado. Tus amigos saben que pueden contar contigo, por mucho que te
guste, como decíamos de niños, “hacerles rabiar”. Por eso siguen siendo amigos
tuyos. Te preocupa otra cosa. Te preocupa España.
––No me
hagas reír. ¿No querrás decir que me duele España, como a don Miguel de
Unamuno?
––Te
humilla que, en el enfrentamiento entre España y Cataluña, a España le haya
tocado el papel más indefendible, el de apalear y encarcelar.
––Se aplica
la ley.
––Se aplica
una interpretación de la ley, la más lesiva para los derechos humanos, la que
permite mantener en la cárcel a gente que no ha sido condenada por delito
alguno. Eso es lo que te indigna, lo que no te deja dormir. ¿Y sabes por qué?
––Lo sé de
sobra, pero no quiero hablar de ello.
––Tú sabes
lo que es estar en la cárcel, a ti no te cuesta ponerte en el lugar de esos políticos
presos sin razón. Lo tuyo ocurrió durante la dictadura, lo suyo en una
democracia que tú has defendido y que ahora te avergüenza.
––No me
avergüenza, simplemente no entiendo el comportamiento de las más altas
instancias judiciales, dedicadas desde el principio a echar leña al fuego.
––No has
olvidado del todo, ¿cómo olvidarlo?, aquel despacho de la Dirección General de
Seguridad, donde un juez militar, después de una semana de aislamiento e
interrogatorios por personal especializado en malos tratos, te dijo que él
creía tus palabras, que creía que no tenías nada que ver con el terrible atentado,
pero que en la confesión de otro detenido se te acusaba y él no tenía más
remedio que mandarte a prisión hasta que todo se aclarara. Fue muy amable, te
cayó bien, era la primera persona humana –o eso parecía– con la que te habías
encontrado tras la detención. Después de firmar el papel por el que te mandaba
a prisión, le llamaron y tuvo que salir del despacho. Creíste quedarte solo y
te pusiste a llorar, hasta entonces habías tratado de mantener la compostura.
Entonces oíste una voz: “No te preocupes, lo que te ha dicho es mentira, yo
estuve aquí cuando interrogaron a tu amiga y ella no podía creer que te
hubieran detenido, dijo que tú no tenías nada que ver con nada, que solo te
interesaba la literatura”. Era el soldado que escribía a máquina mis
declaraciones. Tú, sin gafas, ni siquiera te habías fijado en él. Tu amiga
Mariluz no te había acusado falsamente. Eso te dio ánimos para resistir los
malos tiempos que vendrían después. El juez militar –si rebuscas en viejos
papeles podrías encontrar su nombre– que te mandó a la cárcel sabiendo que no
había ningún motivo para ello defendía también la unidad de España. Pero eso no
justificaba comportarse como un mal nacido.
––¿Y a qué
viene ahora recordar esas cosas? Ocurrieron hace muchos años. Ya son un vago
recuerdo, ya no me afectan. Ahora estamos en una democracia, ahora ningún juez,
y menos un juez del Tribunal Supremo, mantendría en la cárcel a quien no
debiera estar en la cárcel, aunque fuera por defender algo tan sagrado como la
unidad de España.
––¿Estás
seguro? No me respondas, no quiero ponerte en un compromiso. Pero me has
llamado y no puedo por menos de darte mi opinión. Tus insomnios, tus malhumores
sin causa, la violencia verbal con que intervienes en ciertas conversaciones,
desaparecerían si España –la España mejor: la de Cervantes, Francisco de
Vitoria, Victoria Kent–, no solo Cataluña, se llenara de lazos amarillos
pidiendo la libertad de los políticos en prisión preventiva. Y que los llevaran
tanto los independentistas como los partidarios de la unidad de España, porque
ese es un problema político, y como tal debatible, pero privar de libertad a un
ser humano, cuando no es por estricto imperativo de la ley, es un crimen de
lesa humanidad e irreparable. Quien lo probó lo sabe.
––Pero eso
es lo que ocurre en este caso, se aplica estrictamente la ley –a mí me gusta
llevar la contraria incluso cuando hablo conmigo mismo.
––Están en
prisión preventiva, al parecer, por riesgo de fuga. Vamos a suponer que existe
ese riesgo (lo cual es mucho suponer), pero la prisión es una medida extrema
que solo se debe imponer si no hay otro modo de evitar ese riesgo. Y lo hay.
––Yo no me
atrevería a decir esas cosas. Me alegra que tú las digas.
––Soy un
psicoanalista, y además imaginario, no soy nadie para opinar sobre la formación
de los magistrados. Pero sugeriría la elaboración de un Manual de Buenas
Prácticas, uno de cuyos primeros puntos diría: “La prisión preventiva es una
medida extrema y puede producir consecuencias irreparables. No envíes preventivamente
a ningún encausado a prisión –aunque sea un español que ha cometido el peor de
los delitos: no querer ser español– si lo que pretendes conseguir se pueda
conseguir por medios menos lesivos”.
JLGM,
ResponderEliminarDéjese de subterfugios psicoanaíticos: usted es capaz de votar por fascistas supremacistas que homenajean públicamente a admiradores del nazismo (los hermanos Badia) y a los que únicamente apoya la ultraderecha fascista de Flandes, porque como ellos usted odia a España.
Pregúntese usted cuál es la verdadera razón íntima, inconfesable, de su odio a España. ¿El hecho de que no haya reconocido aún su genio literario?
Con un tonto en Asturias, basta y sobra.
ResponderEliminarEn cuanto al hecho de que Junqueras y demás encausados estén en la cárcel, su ingenuidad es alucinante. Cree usted que bastaría quitarles el pasaporte o ponerles custodia policial para que no se fugaran, cuando nada sería más fácil que hacerlo gozando como gozarían de la complicidad de la Generalitat y de buena parte de los mossos.
ResponderEliminarY añade usted: "Como en cualquier país civilizado..."
Debería usted leerse la ficha de la Wikipedia sobre el tema.
https://es.wikipedia.org/wiki/Prisi%C3%B3n_preventiva
Aprendería, además de que hay tres razones por las que se aplica ("que haya fuertes indicios de culpabilidad, que exista riesgo de fuga que puede poner en peligro el cumplimiento de la pena y que pueda destruir pruebas, suponga un peligro para la víctima, o para evitar el riesgo de que pueda cometer otros hechos delictivos") que hay países como Francia donde se aplica mucho más y mucho más duramente que en España:
https://es.wikipedia.org/wiki/Prisi%C3%B3n_preventiva_(Francia)
Tras leer lo que el psicoanalista José Luis García Martín le ha dicho a José Luis García Martín te preguntas qué credibilidad tendrá la (previsiblemente durísima) condena de los presos políticos por parte de una justicia que, moentras los ha tenido dos años en prisión sin juicio, ha dejado libre, ¡y en Ginebra!, a un Urdangarin ya condenado hasta que la sentencia no ha sido firme.
ResponderEliminarLo que yo pienso sobre la justicia que imparte el Tribunal Supremo, y sobre su imparcialidad, me parece que está bastante claro, Josep Grau. No me pongas en un compromiso.
ResponderEliminarLo que piensa el anónimo "votante socialista de toda la vida" sobre la Guardia Civil y la Policía Nacional me parece que está también bastante claro: los considera incapaces de impedir que salga de España una persona que esté bajo su vigilancia. En fin, no digo más. Ahí queda eso. Hay cosas que se comentan por si solas.
Me gustaría saber si los pocos españoles que comprenden y defienden con furor la causa independentista no sienten el desprecio y la superioridad con que sus admirados los tratan. "No quiero estar contigo porque no me gustas, me asqueas, y además sola o con otro puedo disfrutar de mayor riquezas". Esta declaración de principios, de novia a novio, admite cualquier calificativo menos el de idealista. O es que algún catalán desea segregarse convencido de que su capacidad económica se reducirá?
EliminarLo sorprendente es que al odio y enemistad manifiesta que nos profesan no respondamos con la misma moneda. Algo ocurre para que se produzca está paradoja, como explica hoy en su columna dominical Javier Marías.
No somos "pocos españoles", ni hablar. No le quepa duda a Santiago que somos muchos miles los españoles que simpatizamos con las ansias de libertad de la mayoría de los catalanes. Y tampoco hay para extrañarse, que la gente decida en libertad lo que quiera es solo LO NORMAL.
EliminarLo más desternillante es el uso que hace el de por ahí arriba (que de socialista tiene poco) del adjetivo "supremacista" que nos dedica. Ahora lo manejan mucho los autoritarios como Savater, don Arcadi y otros de esa cuadrilla.
Y digo yo, cómo se puede sentir el que está por el diálogo, por el voto, por el pacto y por la consulta, respecto al que está por la imposición, por atacar al votante, por rechazar todo pacto, haya las mayorías que haya, y por prohibir a golpes toda consulta. ¿Cómo se puede sentir sino SUPERIOR? Y lo está preguntando uno de Huesca. Lo extraño es que los catalanes se moderen y no lo expresen de modo más contundente. La verdad es que me sorprende esa templanza. Adelante, Salud y República.
Me temo mucho que el "votante socialista" es un impostor de tomo y lomo. Calumnia a Martín de un modo gratuito y mentecato, pues Martín ha manifestado repetidamente su orgullo de ser español y el amor a su país. Precisamente le jode y le hiere que las chapuzas judiciales españolas arrastren a su país por el barro. En cambio el "votante socialista" parece encantado con que vengan los tribunales de fuera a corregir el tercermundismo ibérico (caso Parot, caso titiriteros, caso Casandra...). Debe ser un "patriota" estilo Franco, que mucho amor a la patria, pero la tuvo postergada, marginada y a cola del mundo durante 40 años y una prórroga.
ResponderEliminarPor cierto, "votante" de pacotilla, el talento literario de Martín está bien reconocido, otra cosa es que usted en su submundo no se entere. Martín no es bueno en otra cosa: como jefe de ventas, o sea, para colocar el producto. Ni falta que le hace, a mi modo de ver.
JLGM debería entonces explicarnos por qué siendo de izquierdas y amando a su país es capaz de votar por fascistas admiradores de nazis que intentan destruir a España. Es incomprensible. Votar a tipos que intentan dar un golpe de estado en una región porque un tercio más o menos de la gente en edad de votar de esa región (como lo prueban de manera incontestable las cifras dadas el otro día por Rodrigo) ha votado por ellos, es inexplicable. La única explicación que yo encuentro es la venganza y el odio. Decir que es por la justicia tercermundista que hay en España es estúpido. A mí me "joroba" tanto o más que a él el desastre (político, judicial, económico, cultural) español y jamás se me ocurriría votar por un tipo que ha huido de la justicia escondido en un maletero tras haber proclamado la República Catalana. Y me "joroba" tanto o más que a JLGM lo que ha sucedido y sucede en el PSOE y nunca he dejado de votar por él, porque me parece el único partido progresista decente que hay en España.
Eliminar"fascistas admiradores de nazis".
EliminarFascistas (Torra) admiradores de admiradores de nazis (los hermanos Badia), quería decir.
¿De dónde saca Santiago Álvarez que yo defiendo "con furor" el independentismo? ¿Y de dónde saca que los catalanes me tratan con desprecio y superioridad? Espero que no lo deduzca de los artículos de Javier Marías, una fuente bien poco fiable.
ResponderEliminarLo único que yo defiendo, no con furor, sino con dolor y con rabia, es el derecho a que nadie pueda ser privado de su libertad, salvo por tiempo limitado y por causas muy justificadas, sin haber sido condenado por un tribunal y tras las apelaciones correspondientes.
Por lo demás, el que Cataluña siga formando parte de España es algo que me alegra (creo que forman parte de lo mejor de España), pero con una condición: que no se les obligue a serlo.
Yo creo que si los independentistas son lo que le han hecho creer a Santiago Álvarez --cuatro manipuladores que van en contra del sentir mayoritario de los catalanes--, el problema se acabaría convocando un referéndum que permitiera a los ciudadanos de Cataluña expresar su deseo de continuar siendo españoles. Los independentistas --que son unos demócratas-- aceptarían el resultado y se acabó el problema.
Pero no caerá esa breva. Los que han engañado y manipulado a los Santiago Álvarez de mi querida España saben que mienten y no cometerán el error de permitir que las urnas los pongan en evidencia.
¿No se cansan, ustedes, de hablar siempre de lo mismo? ¿La vida es esto...? ;-)
ResponderEliminarEs muy difícil debatir nada con quien se basa en suposiciones, imaginaciones, invenciones y difamaciones. Así procede ese "votante socialista" con modales de Falange y lenguaje propio de Vox. No vale la pena decirle nada porque ya tiene él prefabricado su tópico.
ResponderEliminar"Votar por fascistas admiradores de nazis que intentan destruir a España" es otra bobada y grandilocuencia infumable de este eficiente productor de disparates. Ni son fascistas ni son admiradores de nazis, salvo en la cabeza recalentada del socialista de cartón piedra, que se cree sus propias calificaciones desmadradas. Y nadie quiere "destruir" nada, sino construir algo nuevo y mejor. Con independencia catalana, España seguirá prácticamente igual en casi todos los aspectos prácticos. Por favor, señor socialista, detenga esa máquina de fabricar catastrofismos que usted tiene por cabeza. No quiera hacer pasar por tragedia lo que no es más que expresión de la voluntad de millones de ciudadanos. Muy agradecido.
¡Qué ingenuidad la del Sr.Veneciano! ¡Qué alarde de desinformación ! Yo no me baso en "suposiciones, imaginaciones, invenciones y difamaciones" sino en lo que escribe la prensa catalana. ¿O ahora también La Vanguardia tiene "modales de Falange y lenguaje propio de Vox"? Léase usted este artículo:
Eliminar"Los hermanos Badia, reivindicados por Torra, crearon milicias paramilitares de corte fascista.
Torra los calificó como “uno de los mejores ejemplos” del independentismo."
https://www.lavanguardia.com/politica/20180521/443741229358/hermanos-badia-torra-independentismo.html
O por lo menos lea estos párrafos:
"Ambos acabaron integrándose en Estat Català, el partido fundado por Francesc Macià. Josep fue un activo militante político, pero es preciso detenerse más en Miquel, que fue conocido por dos apodos: uno, Capità Collons[...] En 1925 participó en el intento de asesinar a Alfonso XIII en El Garraf. Fue condenado y se benefició de la amnistía promulgada tras la caída del dictador Primo de Rivera. En 1931 creó los escamots de Estat Català, una fuerza
paramilitar al estilo de las que surgían en otros lugares de Europa en esos tiempos, con los resultados ya conocidos. Vestían camisas verdes y protagonizaron varios desfiles en la ciudad. Varios diarios no dudaron en escribir entonces que con ellos dos llegaba el fascismo a Catalunya. Miquel Badia fue responsable de los servicios policiales de la Generalitat, donde destacó por su dureza en la
represión del anarquismo. Sus escamots ya se habían enfrentado con la gente de la CNT y la FAI, en especial a consecuencia de la huelga de transportes, cosa que hizo con palizas y torturas.
[...]
Miquel Badia era un hombre violento en tiempos turbulentos. Quim Torra le ensalza, pero hay que decir que no es el único. En el 2011, 80 personas firmaron un manifiesto en el que se pedía una calle en Barcelona para los hermanos. Entre los que lo rubricaron estaban también Josep Rull o Oriol Junqueras, quien también participó, con Torra, en un homenaje a los Badia en el 2013. En cualquier caso, un legado problemático, salpicado de violencia y marcado por crear milicias paramilitares fascistoides. Es curioso que, al informar de su muerte, La Vanguardia destacaba la normalidad política en Catalunya, “ejemplo para el resto de España”. A los 80 días, en el país se sumía en la Guerra Civil."
Y sobre las relaciones entre ellos y los nazis, léase este artículo del historiador Juan Francisco Fuentes (catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid y visiting senior fellow en el IDEAS Centre de la London School of Economics):
Eliminar"Las amistades del Le Pen catalán.
El separatismo catalán (Nosaltres Sols!) propuso a Hitler una colaboración estrecha, basada en las similitudes entre el pangermanismo y el pancatalanismo. Una Cataluña libre, explicaron, crearía un país amigo de Alemania en el Mediterráneo."
https://elpais.com/elpais/2018/06/05/opinion/1528207814_510319.html
O por lo menos lea este párrafo:
"El acercamiento a la Alemania nazi por parte de sectores separatistas era congruente con las posiciones abiertamente racistas que preconizaban publicaciones afines (“Fonaments cientifics del racism”, Quaderns del Separatisme) y con las declaraciones de algunos de sus líderes, como Batista i Roca, que intentó de nuevo negociar con Alemania ya en plena Guerra Civil, o los tristemente célebres hermanos Badia, tan de actualidad en estas últimas semanas por la admiración que dice profesarles Quim Torra. Las opiniones del nuevo presidente de la Generalitat sobre los españoles no andan muy lejos del concepto de infrahombre que utilizó Hitler al referirse al embajador de la Segunda República en Berlín. No es de extrañar por ello su empeño en homenajear a aquel sector del nacionalismo catalán que en los años treinta se mostró dispuesto a todo con tal de lograr, como se afirma en el memorándum entregado al Gobierno de Hitler, “la libertad total y absoluta de Cataluña”. Fueron, en palabras de Torra, “els pioners de la independència”, hombres como Josep y Miquel Badia, Batista i Roca, Josep Dencàs y Daniel Cardona, figuras destacadas de Estat Català y Nosaltres Sols!, que en tiempos difíciles supieron ver que la independencia era el único camino, sin que el régimen político vigente en España, dictatorial o democrático, monárquico o republicano, cambiara en nada las cosas. “Quina lliçó, quina bellíssima lliçó!”, exclamaba el actual presidente de la Generalitat en un artículo publicado hace cuatro años, ignorando —o no— que entre los servicios prestados a la causa por Nosaltres Sols! se encuentra esa detallada propuesta de colaboración presentada al Gobierno de Hitler poco después de la victoria del Frente Popular en España."
Para usted, gente como Torra, Josep Rull o Oriol Junqueras, que participaron en un homenaje a los Badia en 2013, ¿son ejemplos de demócratas?
¿Y me puede usted explicar cómo se puede votar por esa gente cuando se es de izquierdas? Yo sigo sin entenderlo.
Coincido con lo que dice "Anónimo Veneciano", pero "votante socialista de toda la vida" no me parece que actúe con mala intención, simplemente se cree todo lo que le han contado, sin ponerse a pensar por cuenta propia.
ResponderEliminar1./ La afirmación de que votar por "Lliures per Europa es votar por fascistas y admiradores de nazis" es una calumnia que podría denunciarse como tal, si no fuera porque ciertos políticos nos han acostumbrado a oír cualquier barbaridad.
2/ Un golpe de Estado es el intento de cambiar por la fuerza un régimen democrático. En España sabemos de eso: hubo uno en el 32 (fracasó), otro en el 34 (fracasó), otro en el 36 (triunfó), otro en el 81 (fracasó). Los catalanes, en sus intentos de lograr la independencia, no han utilizado jamás, jamás, otra fuerza que no sea la de la razón y la de los votos. De acuerdo con el mandato democrático para el que había sido elegido (discutible quizás o sin quizás) Puigdemont declaró la república catalana fuera del Parlament y retiró la proclamación a los pocos minutos. No intentó mantenerla por medio de la fuerza cuando el gobierno central no la aceptó y le retiró competencias aplicando el 155 (aceptado sin rechistar). Intentar un golpe de Estado habría sido resistir en el palacio de la Generalitat, ocupar emisoras de radio y televisión, intentar sublevar cuarteles... En fin, lo de Sanjurjo en el 32 y etc.
3. Si la única explicación que este señor encuentra para que los ciudadanos de un Estado democrático quieran votar su futuro político y que se permita y se respete esa votación es la de "venganza y odio", pues yo nada tengo nada que decir salvo que consulte a un psicólogo: el problema es suyo.
JLGM,
Eliminarmi afirmación de que los independentistas catalanes son "fascistas y admiradores de nazis" es muy fácil de demostrar. Fascista es todo aquel que se pasa por la entrepierna la Ley votada por el pueblo, como Franco en 1936, por ejemplo. Sobre todo cuando ese alguien es minoritario, como es el caso de los independentistas catalanes, a quienes vota un tercio más o menos de los habitantes en edad de votar que hay en Cataluña.
Y la prueba de que son admiradores de admiradores de nazis, ya la he dado más arriba, con el artículo de Juan Francisco Fuentes publicado en El País.
Sobre la utilización de la fuerza para declarar la independencia en nombre de 2 millones de catalanes (de los 5 millones y medio de votantes que hay en Cataluña), veremos lo que dicen los tribunales europeos. Son ellos los que van a decir si hubo o no rebelión, es decir tentativa o no de golpe de Estado.
En cuanto a su deseo de que "los ciudadanos de un Estado democrático quieran votar su futuro político y que se permita y se respete esa votación", le recuerdo que desde 2010 los catalanes han votado ¡¡ 14 veces !! Catorce veces se ha permitido votar y se han respetado sus resultados.
¿No le bastan a usted?
JLGM,
ResponderEliminarle aconsejo que lea esta muy interesante entrevista con un verdadero hombre de izquierdas, Lluís Rabell, exdiputado de Catalunya Sí Que Es Pot, que conoce bien el problema catalán y a los independentistas, y que jamás hubiera votado por ellos.
https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/lluis-rabell-tedh-desmontado-independentismo_250077_102.html
Si se entera Puigdemont de que, increiblemente, uno de los hombres más leídos de España le vota, estamos perdidos.
ResponderEliminarUf! Vaya lección la que me da "este votante socialista de toda la vida". ¿Habrá oído hablar de Largo Caballero, Indalecio Prieto, la revolución del 34 en Asturias? En los años veinte y treinta la violencia política estaba a la orden del día y no solo por parte de los fascistaS. Pablo Iglesias justificó en el parlamento el atentado político contra Antonio Maura. En fin, para qué seguir sobre el comportamiento de comunistas y demás en aquellas fechas. El parlamentarismo parecía obsoleto y todos querían imponer el nuevo orden o la revolución por la fuerza. No justifico nada. Digo que el recurso a la violencia y a organizaciones juveniles paramilitares no fue exclusivo de los independentistas catalanes ni mucho menos. En fin, que este "votante socialista de toda la vida" ignora que a Largo Caballero se le apellidaba "el Lenin español" y que Oviedo (no Barcelona) fue dinamitado por mineros que, en buena medida, eran militantes socialistas. La historia es la historia. Y yo, a pesar del error del 34, sigo admirando a Indalecio Prieto. Supongo que también Pedro Sánchez. ¿Autorizaría eso contra él una campaña como la que se lleva a cabo contra Torra?
ResponderEliminarSeñor Seisdedos, sospecho que no soy yo el único español muy leído y radicalmente demócrata que ha votado a Puigdemont. En mi caso, como protesta (simbólica, no me vayan a empapelar a mí también)contra ciertas actuaciones de la justicia española, tan poco parecida a la justicia de la Unión Europea, de la que formamos parte. Porque yo, ideológicamente, de quien me siento más cercano es de Oriol Junqueras, un hombre culto, pragmático, tolerante, un mártir de sus ideas.
ResponderEliminarHabla aquí JLGM de "la justicia española, tan poco parecida a la justicia de la Unión Europea". En este enlace (https://www.lavanguardia.com/vida/20190411/461591551768/bruselas-dice-al-govern-que-espana-es-una-democracia-plena-y-si-quiere-enfrentarse-a-ella-debe-hacerlo-politicamente.html) podrá ver lo que al respeto piensa la Comisión Europea. Cito literalmente: "España es un Estado miembro donde se aplica el Estado de Derecho, donde los derechos democráticos se respetan plenamente y donde los derechos humanos se respetan plenamente". Exactamente lo mismo dijo no hace mucho el Consejo de Europa (aquí: https://elpais.com/politica/2018/09/11/actualidad/1536665691_113328.html ). Cito: "No tengo ninguna duda de que los tribunales españoles están tratando este asunto de acuerdo a la ley y al Convenio Europeo de Derechos Humanos".
EliminarAsí que, conste, esa afirmación de JLGM representa su muy personal punto de vista; no es, sino todo lo contrario, el de las principales instituciones europeas.
Qué manera de razonar, Jose. Una afirmación no vale para siempre. El tribunal supremo aplica la justicia... hasta que deja de aplicarla. Y cada caso concreto deberá ser resuelto por la justicia europea. Ahí tienes a Puidemont, tan campante por esas tierras, mientras a sus subordinados, por hacer lo que él hizo, se les pide un cuarto de siglo de cárcel. Y además, aplaude retrospectivamente, un golpe de estado (de los de verdad, de los que se dan fusilando y no queriendo votar) al proclamar a Franco jefe del estado desde 1936.
EliminarQuien aplaude el golpe de estado es, claro, el tribunal supremo, no Puigdemont.
EliminarUna afirmación no vale para siempre, cierto. Pero sí es orientativa del criterio de un organismo; como tal la utiliza JLGM, al afirmar que "la justicia europea" es muy diferente de la española, sin que se le ocurra precisar que eso habría que verlo caso por caso. Ahí no; en los casos en que sus opiniones, las de JLGM, se vean contradichas, entonces, y sólo entonces, sí.
EliminarResumiré aquí mi punto de vista, con idea (a ver si fuera posible) de olvidarme de una vez de todo esto.
1) Tal como están las cosas, y visto y oído lo que ha salido en el juicio, me parece muy improbable que los políticos catalanes hoy juzgados sean absueltos (sin contar con que eso sería inmediatamente interpretado por ellos y por los suyos como patente de corso para olvidarse definitivamente de todo compromiso con la legislación española, ésa a la que deben los mismos cargos que les han permitido desafiarla).
2) Si en efecto son condenados, sea cual sea la pena que se les imponga, el recurso a Estrasburgo, pienso, está garantizado.
3) Cuál será, en este caso, el fallo definitivo del TEDH, no soy yo quién para anticiparlo. Sin embargo, es un hecho que, en su reciente decisión de rechazar la demanda que, contra la suspensión del Pleno del Parlament del 10 de Octubre de 2017, presentaron los hoy juzgados, el TEDH se apoyaba, entre otras cosas, y citándola expresamente, en la STC (sentencia del Tribunal Constitucional) 259/2015, que anulaba la resolución del Parlament sobre el inicio del proceso de creación de un Estado catalán independiente.
Aquella sentencia concluyó que “el Parlamento de Cataluña está excluyendo la utilización de los cauces constitucionales expresamente previstos para una redefinición del orden constitucional, proceso que es incompatible con el Estado social y democrático de derecho”. El TEDH asume que los diputados ya estaban sobre aviso.
4) También afirma el TEDH en dicha sentencia que asegurar el cumplimiento de las resoluciones del Constitucional como forma de preservar el orden constitucional es, sin duda, una finalidad legítima.
5) En resumen, el TEDH se alinea claramente con la tesis de que, en un Estado democrático, las normas y las decisiones de los tribunales son de obligatorio cumplimiento. Es legítimo querer cambiar, incluso transformar los sistemas, pero siempre que esto se haga por los cauces legal y democráticamente previstos a tal fin.
6) Con esos precedentes en su propia jurisprudencia reciente, parece bastante difícil que respalde el tribunal, en su respuesta al previsible recurso, las mismas tesis y actitudes que ahora condena. Y si no lo hace, podrá en todo caso matizar determinados aspectos de la sentencia condenatoria, pero no desautorizarla radicalmente, que es lo que los dirigentes independentistas vienen vendiendo a sus bases.
Yo. de hecho, sería partidario de que, llegados a ese punto, el TEDH en efecto matizase la dicha previsible sentencia condenatoria, más que nada para que, aferrándose a esos aspectos de detalle, los condenados puedan salvar algo la cara.
Y valga también lo que digo para el amigo F. Esto resume mi opinión, que no es otra cosa que eso, una opinión. Yo no me creo, ni me quiero, experto en cuestiones políticas o jurídicas, que no son lo mío, y menos todavía en posesión de ninguna Verdad Incontrovertible. Sólo tengo, ya digo, mi opinión, y razones, que aquí he expuesto repetidamente, en que apoyarla. Como ocurre en el caso de Venezuela, y en tantos otros.
Como decía Manzoni, "Ai posteri l'ardua sentenza"; ya dirá el tiempo lo que tenga que decir.
Difícil entenderse, Jose, cuando la manera de razonar es tan diversa. Nada tiene que ver una controversia sobre si la anulación de un pleno fue o no adecuada (si no fue adecuada, se vuelve a celebrar y ya está) y otra encarcelar a gente y condenarla a docenas de años de prisión por cumplir el programa electoral por el que fueron elegidos en una elecciones perfectamente legítimas. Si alguno de los puntos de ese programa no resulta constitucional, se anula y santas pascuas. ¿Cuántas leyes han sido declaradas inconstitucionales? ¿Cuántos parlamentarios han ido a la cárcel por aprobar normas finalmente declaradas inconstitucionales? Ninguno, Jose, ninguna: a nadie se le pasó por la cabeza semejante monstruosidad.
EliminarAh, me dirá Jose, es que en el caso catalán esa declaración de inconstitucionalidad ya fue a priori (cosa bastante rara, pero no entremos en eso). Pues en ese caso, la ley carece de validez desde el primer momento.
La proclamación de la república catalana (retirada a los pocos minutos, por cierto) carecía de cualquier efectivas jurídica, era solo un deseo. Y nadie intentó imponer esa república por la fuerza. Se acató el 155 (con dudas también sobre si su aplicación fue constitucional: faltaba la ley que lo desarrollaba).
La consulta vapuleada no era un referéndum válido al no estar aprobado por el gobierno central, sus resultados no tenían más valor que los de una encuesta. Y si para hacer esa encuesta se utilizaron fondos públicos sin justificación pues se formula la acusación correspondiente (pero sin meter en la cárcel a nadie hasta que no haya sentencia de cárcel, si la hay, y sentencia firme).
Vamos a dejarlo, Jose. Ya está meridianamente claro que, para ti, el que un tribunal decida que una reunión se convocó o no de acuerdo con la ley es lo mismo que decidir si una persona está encarcelada sin motivos (como la ONU dice de Venezuela y de España, pero solo vale cuando habla de Venezuela).
Cuando yo dudo de la justicia española, doy por sentado que quien me lee entiende que no se refiere a los delitos comunes, los del código penal, sino a los políticos, lo que está juzgando ahora el Tribunal Supremo (el fiscal tiene que inventar una nueva versión de lo que es un golpe de estado para justificar su acusación).
Queda claro, pues, que para mí perseguir a un gobierno autónomo por decidir preguntar a sus ciudadanos sobre un asunto que les preocupa especialmente es una persecución política, no penal, aunque se busque esa cobertura. Encarcelar a alguien por organizar una consulta democrática, por poner urnas, me parece una barbaridad. ¿Queda claro? También que prefiero equivocarme con quienes defienden los derechos humanos y la democracia que acertar con quienes se atienen a la letra de la ley (o ni siquiera a eso, sino a la interpretación más lesiva para los derechos y las libertades de los ciudadanos de un estado democrático y no olvidemos que los catalanes también lo son).
Sólo una precisión, y por mi parte, asunto terminado. "Poner urnas" y "organizar una consulta democrática" no son términos equivalentes, y pueden de hecho ser incluso opuestos; muchísimos dictadores, empezando por Franco, han "puesto urnas" cuando les convino, pero obviamente NO para "organizar una consulta democrática". Para que esto último ocurra, es preciso atenerse a unas garantías que la ley, a su vez democrática, establece. Parece obvio que eso no ocurrió en Cataluña; y no por la actuación de las fuerzas policiales, sino porque la convocatoria misma, hecha (como lo recoge la STC que citaba, y apoya al citarla a su vez el TEDH) en clarísimo fraude de ley, no lo hacía posible.
EliminarY, a pesar de la insistencia de JLGM en la demagogia en este asunto, yo también, como cualquiera, prefiero "equivocarme con quienes defienden los derechos humanos y la democracia". Así lo ha hecho, condenando sin paliativos el abuso cometido por los hoy juzgados, por ejemplo Amnistía Internacional, quien como ya he citado aquí unas cuantas veces dejó claro que
"Los actos cometidos por los altos cargos catalanes en el ejercicio de sus funciones oficiales para celebrar un referéndum ILEGAL [subrayado mío] no estaban protegidos ni por el derecho a la libertad de expresión ni por ningún otro derecho humano establecido en el derecho internacional".
Así que la seguridad de JLGM de que la suya, y sólo la suya, es una postura democrática, y la de quienes no estén de acuerdo con él, antidemocrática y contraria a los derechos humanos, es sólo (una vez más) una muy discutible opinión suya, no (como él trata de presentarla) una verdad indiscutible.
Yo tengo otra opinión, y vuelvo a repetir que apoyada en hechos y razones que, además de ser mías, muchos organismos internacionales, a quienes nadie razonable puede acusar de "antidemocráticos" ni "contrarios a los derechos humanos", comparten. ¿Quiere esto decir que no puedan equivocarse, y yo con ellos? No, obviamente. Ya se verá. La diferencia, como siempre, y con esto termino, es que a mí no se me ocurre acusar a JLGM de esas cosas de las que él, con tan reprochable facilidad, acusa a quienes no tienen otra culpa que la de no pensar como él piensa. Hacer eso sí me parece a mí "una barbaridad".
Vaya "perra" que ha cogido a usted con Torra y con los hermanos Badía. ¿Quiere que rastreemos declaraciones de Rajoy o de Aznar o de Felipe Gz? A mí me importan muy poco el uno y los otros. Me importan los millones de catalanes independentistas que usted ningunea inventando sin prueba alguna que son dos millones (prueba del algodón de su mala fe). Y me importan los catalanes electos detenidos sin ningún delito probado hasta ahora, separados por la fuerza bruta de sus familias. Eso sí que es supremacismo, versión armada.
ResponderEliminarNUNCA han votado los catalanes la clase de relación que desean con el Estado. No mienta, porque quedará en entredicho. Se ha votado para elegir parlamentarios, cosa QUE TIENE POCO QUE VER, no quiera usted vender la moto averiada ni dar gato por liebre. Revela mala fe, intención tortuosa de confundir y engañar. Y como le ha dicho García Martín veinte veces, si en el magnánimo Estado no hay problema para votar, convóquese YA un referéndum (total, se terminará por hacer) y santas pascuas, sabremos si son los 2 millones que usted inventa o los seis millones que inventan otros. La razón por la que no se convoca es evidente. El gobierno central, LOS gobiernos, están absolutamente seguros de perderlo. Es así de sencillo.
Estupendo sr. García. Hace mucho tiempo que no espero nada bueno de las élites españolas.
ResponderEliminarSe me ocurre que hoy es uno de esos días idóneo para volver a preguntarle a Martín si sigue sintiéndose orgulloso de ser español.
ResponderEliminarUno ya sabe la respuesta, pero como es un retórico del copón...
Se dejó ya todo dicho y todo escrito sobre el tema, y algunas personas cansadas preguntan, "Es que no saben hablar de otra cosa que de Catalunya?" Pero es que el imperativo ético de denunciar abusos está vivo en muchas personas.
ResponderEliminarDije hace tiempo aquí que España no tiene solución autónoma, y que si le llega una será impuesta desde fuera. España es LA ex-dictadura que se niega a saldar sus deudas, que rechaza rehabilitar a los reos juzgados en juicios sumarios y sin garantías. España es LA ex-dictadura que rehusa colaborar con la Justicia internacional cuando esta lo demanda, España es LA ex-dictadura que mantiene privilegios para viejos torturadores, mientras olvida a las víctimas del "Holocausto Español" (Paul Preston). La que todavía mantiene símbolos del dictador en calles y plazas, más la fortuna y bienes que amasó fraudulentamente. Incluso la dictadura soviética, presentada como el gran ogro, saldó cuentas ya desde Kruschev, y luego con Yeltsin. España, no. Es LA ex-dictadura institucionalmente orgullosa del dictador, y de mantener sus procedimientos. Todo lo cual define ya bien el oxímoron, o la chanza, "Justicia española". Pero había que certificarlo, y estos días lo hace el Supremo descubriendo que no puede trasladar los restos del dictador, mientras que lo acepta como Jefe de Estado legítimo. Esta curiosa Justicia, su fiscal, que no parece haber visto ningún golpe de Estado en el 36, ve un golpe de Estado en Catalunya porque ciertas masas ciudadanas se manifestaron encima de unos vehículos. Se necesita más? Los grandes herederos políticos del franquismo dominan y lastran la pseudodemocracia española.
Y como es inadmisible, se le va a poner solución... a la española. El genial ministro Borrell un día gritó Eureka! y decidió pagar funcionarios dedicados a lavar la imagen de España en el exterior. No sólo eso, hay una scholar, una universitaria llamada Elvira Roca, que aspira a blanquear la Leyenda Negra, a crear una Leyenda Blanca, espigando los hechos convenientemente. No lo va a tener fácil, pues todavía Alexander von Humboldt denunciaba abusos de poder contra la población indígena americana después de 1800. Qué no pasaría en 1500, 1600, etc. Pero claro, quién es von Humboldt al lado de doña Elvira? Y sobre todo, según el espíritu de los tiempos, quién se va a acordar de que existió Humboldt. Así son las soluciones "a la española": quién se va a acordar de que hubo una dictadura, quién se va acordar de que robamos, quién se va a acordar de que destruimos civilizaciones. (Aunque por lo referente a la primera pregunta, el Tribunal Supremo lo recuerda casi a diario).
Tampoco Europa parece muy interesada en normalizar LA ex-dictadura que no salda cuentas. Europa, que no pierde un sólo aniversario de Tiananmén sin rememorar, y que está en vilo con la Venezuela de Maduro, no parece perder el sueño por el Holocausto Español, salvo por cuatro exhortaciones aguadas que no tienen ningún efecto. Por eso insisto: la solución al posfranquismo redivivo no va a ser desde dentro, es imposible. Yo creo que Catalunya (ya siempre lo trascribo así, en homenaje a los represaliados) no ha dicho ni mucho menos la última palabra. Quizás, al resolver para sí, resuelva también para la mitad de España que no hiela el corazón. La que lo hiela es feliz desde 1939 hasta hoy.
Qué barbaridad, qué capacidad para descalificar, qué conocimientos los suyos, amigo Miguel. Llevo entrando y saliendo de este blog desde hace varias semanas y no hay comentario suyo que no predique la destrucción y el pesimismo con llamativo entusiasmo. Alguna asignatura pendiente en el fondo de su conciencia?
EliminarTan solo señale, si es tan amable, las afirmaciones que no son ciertas.
EliminarSe pierde usted en la pedantería desafiando de una forma tan arrabalera a quien contradiga sus erróneas impresiones. Parece mentira que pretenda establecer comparaciones entre el pensamiento de un liberal ilustrado del XIX, casualmente protestante y casualmente financiadas sus expediciones por el reino español, y el estudio que presenta la profesora Roca dos siglos después de aquellas percepciones limitadas basadas en escandalosos prejuicios negativos que, en cambio, fueron muy positivos y lacayos a la hora de enjuiciar la civilización norteamericana.
EliminarDebería hablar usted con más respeto y con menos ignorancia de la profesora Roca y no haga el ridículo tarareando el atraso imperdonable de los países sudamericanos que su propia genética indolente les impone.
La leyenda negra es un genuino producto del espasmo anglosajón. Rechace imitaciones.
Eliminarhttps://youtu.be/dF-IMQzd_Jo
ResponderEliminarInspirador Piazzolla para coreografiar y bailar. Gracias al Anónimo por poder oírlo en este espacio donde me informo, aprendo y también sonrío.
EliminarAl Sr. García Martín mi respetuoso saludo. Un placer leerlo siempre.
Señorita Morella, soy Juanita, la mami negra del señorito Edgar desde que su papá me lo dio en criansa cuando no era más que un niñito esmirriado y tristesito, allá en Richmond de Virginia.
ResponderEliminarAhorita se me anda viajero y no alcanso a saber de sus pasos ni en qué se afana, pues ultimadamente se viene a esta su casa de Baltimore y no más se llega ya se está de nuevo yendo, dejándome en el closet o sobre la mesa de la cosina cosas empacadas malamente y que despiden a veses un tufo raro, como de mero tosino pasado y añejoso. Un día fue que vi cómo asomaba de un paquete la huesa de lo que me paresió pernil o cosa así.
A veses llega a casa en la noche bien cumplida y yo lo espero insomne y preocupada, fumándome un tabaco o saboriando un buchito de bourbon de tanto como hay en la alasena. Y me alarma y me estruja el corasón ver la mala facha del niño cuando llega, todo desaliñado y roto, y con una mirada que a veses me espanta, por febril y alusinada.
La última vez que lo vi me venía todo susio de tierra, las mangas embarradas hasta los codos y el cabello revuelto como estopa de calafate. Guardó una valija de cuero en el sótano y, subiendo los escalones de dos en dos, devoró en la cosina unas pechugas de pollo frías. No me miró ni me dijo palabra; arrojó la chaqueta al suelo y se enfundó un casacón raído que fue del amo John Allan. Luego, se precipitó escaleras abajo, abrió la puerta del jardín y de un salto se perdió en la oscuridad exterior.
De esto hase una semana; no ha vuelto por la casa. Yo le espero levantada cada noche y me duermo un ratito al clarear.
Cuando regrese, señorita Morella, le daré su esquelita con el mandado.
Uno piensa que vio ya la estolidez humana en todos sus atuendos, pero no, debe tener un sastre inagotable. Solo con estupor puede leerse que cuando Alexander von Humboldt fue testigo presencial de malos tratos a un indio americano por parte de un misionero español, se trataba de "percepciones limitadas basadas en escandalosos prejuicios negativos". Ves apalear ante tus ojos, pero son prejuicios negativos.
ResponderEliminarY el más abyecto racismo, por fortuna superado por toda persona culta, lo tenemos aquí en 2019, junio: "el atraso imperdonable de los países sudamericanos que su propia genética indolente les impone". Genética indolente, tal cual. Por cosas así era muy criticado Sabino Arana, y eso que escribía en 1880!!, cuando el racismo era opinión común. El presente truchimán creció (es un decir) más de un siglo después, y ahí lo tienen.
Pero sobre todo, infeliz, cómo un atraso puede ser "imperdonable" si viene impuesto por "la propia genética indolente". Pero no, no parece haber gran peligro de que lo entienda.
Haría usted el ridículo si pretendiera polemizar conmigo sobre la catadura de Humboldt, de quien nos aclara, con un ejemplo muy ilustrativo, que vio a un misionero maltratar a un indígena. No estará confundiendo a Humboldt con un centrocampista del River? Y de Barea, qué más puede contarnos que no sea de oídas?
EliminarEl resto de palabrería con que me responde es una ensalada retórica que tampoco habla bien de usted, se nota que la baba le
emborrona los renglones.
No sé por qué se rebota Miguel Entrerriano cuando lee la docta aseveración del doctor don Santiago Alvarez Heydrich, titular de la cátedra de Genética Comparada de la Universidad de Cochabamba, una autoridad mundial en los usos y costumbres de los acorazados españoles de la Conquista. Está en posesión del Premio Carl Vaernet, según he oído.
ResponderEliminarLa indolencia congénita de los amerindios es de una lógica aplastante. Ya Darwin se pasmada de la mansedumbre bobalicona de los mapuches, así como el citado A.von Humboldt hace mención del estupor y expresión aterrorizada de los pueblos ribereños del Rio Negro y afluentes. Estudios posteriores dieron en descubrir que las áreas geográficas en las que las jaurías de perros “militares” habían cometido las más sanguinarias carnicerías (la patria exigía firmeza y sacrificio), comandados por el mastín “Becerrillo”, de Ponce de León, o de “Leoncico”, de Núñez de Balboa, eran las que mostraban los colectivos indígenas más marcados por estos estigmas de la personalidad. Por el contrario, reductos cimarrones del interior de la selva -que habían resistido los embates represores de las tropas españolas- abundaban en hombres aguerridos, de expresión digna y decidida. Se deduce fácilmente que la hecatombe debió de ser tremenda en los pueblos “perreados” y de ahí la selección genética (los mejores aborígenes serían depurados) y, consecuentemente, la imperdonable indolencia y sumisión de los sobrevivientes. No habría, pues, que embarcarse en prolijas lucubraciones, menos en disputas de gente vulgar, que desprecia la ciencia para creer las insidiosas historias de los eternos enemigos de España.
Pura selección natural, decantación de lo superior y más viable. Y, ya se sabe, la naturaleza es sabia: siempre hace lo que es justo.
PS.- Esto se relaciona con mis recientes estudios antropológicos que he tenido la oportunidad de presentar en la Universidad de Igualada (lo que me valió la Butifarra d'Or del Ajuntament de la Ciutat), en los que aportaba pruebas incontrovertibles que demostraban que cierta barbarie secular esteparia ha sido la causa de migraciones históricas de los pueblos más cultos y capaces del centro hacia el Levante y Catalunya..., cuyas consecuencias se están poniendo de manifiestos en estos tiempos.
Nos hace reír con ganas, F, a Darwin y a mí. Esa debe ser la explicación, liquidados en masa los más aguerridos, los que quedan solo pueden ser... los menos aguerridos.
EliminarY siga profundizando, no lo dude, en esa nueva y brillante aplicación de la teoría evolutiva que explica la alta densidad de mastuerzos en áreas geográficas concretas. Tiene futuro como para publicar en Nature.
Menos mal que que la aseveración del doctor Álvarez es docta.
EliminarAy, ay, ay, para ser admirador de Errejon y merodeador de autógrafos en el Fontan hay que patinar menos, bajo peligro de que le crezcan un poco las orejitas hasta niveles nasales. Y gran error, contradice usted la defensa de la causa si alude a la universidad de Cochabamba en tono burlón, siendo ciudad referente de los oprimidos por la bota hispana. Más abajo, por Mendoza y aledaños, la escasa población oprimida permite que la situación económica deslumbre a propios y extraños, lo cual rebate mi racismo.
Un abrazo potente.
Don Santi parece ignorar lo expresivas que pueden llegar a ser algunas redundancias, como " el docto dictamen del doctor". Pero ya veo que lo suyo no es la literatura...; como mucho, la proximidad de ciertos libros le habría conferido el aroma característico de archiveros y libreros de viejo.
EliminarAy, rojigualdo...
Para F:
EliminarEn su comentario de las 10.22 dice F esto:
"No sé por qué se rebota Miguel Entrerriano cuando lee la docta aseveración del doctor don Santiago Alvarez.."
Ironizo yo con este despropósito de la redundancia en mi comentario de las 11.51:
"Menos mal que que la aseveración del doctor Álvarez es docta.
Ay, ay, ay, para ser admirador de Errejon y merodeador de autógrafos en el Fontan hay que patinar menos..."
Y el desmemoriado de él, que tanto cariño me tiene, pretende ahora atribuirme esas palabras tontas suyas para mofarse:
"Don Santi parece ignorar lo expresivas que pueden llegar a ser algunas redundancias, como " el docto dictamen del doctor".
¿No se siente ridículo? Para ser mucho más de izquierdas y corregidor que yo debería fijarse un poco más, se corre el riesgo de provocar la aparición del alzheimer.
Pero le/lo quiero mucho, en serio.
El que parece que no has entendido eres vos, vinagrón.
EliminarThe end.
Yo aconsejaría a Miguel el Entrerriano que se desentendiera de Santiago Álvarez. Ya está claras la manera de razonar de uno y otro y los lectores saben a qué atenerse. No hace falta darle más vueltas al asunto.
ResponderEliminarGracias, Martín, me doy por desentendido. Pero es que al racismo es obligado responder, y además puede ser caritativo mostrar al indigente -mental- en qué y por qué incurre en dislates, por la posibilidad, siquiera remota, de que los evite en lo sucesivo. En este caso, no ha lugar.
EliminarEsta recomendación es inexplicable, sobre todo cuando fue su ahijado quien comenzó sus impertinentes increpaciones despreciando burlonamente a la profesora Roca Barea.
EliminarSerá mejor que definitivamente abra usted su blog exclusivamente a sus cuatro amigos y a puerta cerrada se dediquen ovaciones mutuas mientras gritan Martín, Martín, Martín, como a Franco.
Miguel practica la insolencia propia de los que padecen complejo de inferioridad y se desquitan en los foros insultando desde la conejera a quienes cara a cara jamás se atreverían a faltar. Acomplejado y patético.
EliminarMiguel, ya sabes: a palabras necias... Que este troll se enrede con F. hasta que ambos se aburran.
EliminarHabló el ekuhánime Martín... ¿Qué coño tendré que ver con ese señor anónimo, por nombre don Santiago? Me parece que en las ganas de polemizar me dais lecciones algunos muchos. Tan es así, tanto se viene descuidando en este blog lo jugoso y literario que me afecta, de un tiempo a esta parte, cierta desgana de prodigar aquí mis perlas inefables. Lo digo en serio: me aburro bastante ultimadamente (sic).
EliminarNo sé si perlas inefables o cagarrutas de cabras. Creo, estimado F, que no eres uno sino tres por lo menos, y unp de los tres cuando se aburre aburre. Es su misión. ¿Jugoso y literario? Habla si tienes algo que decir, hombre. Y si no, sé breve por lo menos.
EliminarUn abrazo, Jesús.
EliminarParecerá que ser anónimo y llamarse Santiago es contradictorio... En el caso que nos ocupa no lo es: he entendido la paradoja del académico.
ResponderEliminar