Viernes, 11 de mayo
TARDE, PERO APRENDO
En las polémicas soy como esos tiburones que se excitan con
la sangre, que no perdonan el menor fallo argumental. Con la maquinaria pesada
de mi lógica trato siempre de destrozar sin piedad al adversario. Busco dejarle
maltrecho, acorralado, sin respiración. Soy un matón de barrio de la
dialéctica.
¿Soy o era?
Al salir esta tarde de la tertulia, después de haber hecho una de las mías, ocurrió
algo que no había ocurrido nunca: pensé que me había pasado un poco, y de
inmediato puse un mensaje a mi contrincante, que había había algo antes,
pidiéndole disculpas.
Y me sentí
bastante mejor. Antes solo me disculpaba –ocurrió pocas veces, dos o tres en
treinta años– cuando descubría que era yo el que estaba equivocado. A partir de
ahora, lo haré siempre que no respete la cortesía, tenga o no razón.
Acabo de
descubrir, ya casi setentón, que las personas son más importantes que las
razones. Más vale tarde que nunca.
(Mi
problema ahora será ver cómo me las arreglo para, cuando alguien diga una
tontería, hacerle comprender que ha dicho una tontería sin herir sus
sentimientos.)
Sábado, 12 de mayo
EL SÍNDROME JUAN RAMÓN
Escucho una vez más a Xuan Bello referir, con motivo de la
nueva edición en asturiano de Historia
universal de Paniceiros, la historia de ese libro, de tan inesperada y
singular fortuna.
Sonrío
mientras le escucho, entre el barullo de la Feria del Libro. Él cuenta la
leyenda, pero yo podría contar la verdadera historia: la idea primera de su
publicación –una antología de su obra
narrativa dispersa en libros y colaboraciones en prensa– fue mía, y también
creo recordar que el título, tomado de Unamuno (su historia universal no era,
por supuesto, de Paniceiros, sino de una pequeña localidad castellana). Tuve la
tentación de precisar estas cosas en el coloquio final, pero me contuve a
tiempo.
Las conté
luego, entre cafés y cervezas, en charla con amigos. “A ti lo que te pasa –me
dijo uno de ellos–, es que tienes el síndrome de Ruiz Contreras”.
––No sabía
que fueras psiquiatra. ¿Qué síndrome es ese?
––Lo
conoces de sobra, y de hecho fuiste tú quien me lo comentó alguna vez (claro
que a propósito de otro). Luis Ruiz Contreras, a finales del siglo XIX, agrupó
en torno suyo a un grupo de escritores jóvenes, a los que ayudó a darse a
conocer. Fue el director de la Revista
Nueva, en la que publicaron sus primeros trabajos importantes la mayoría de
ellos. Pasó el tiempo y ese grupito de jóvenes airados fue adquiriendo cada vez
más fama, mientras Ruiz Contreras seguía con sus traducciones de Anatole
France, que le permitían vivir, y con publicaciones dispersas que no le
producían ni prestigio ni dinero. Aquellos jóvenes se llamaban José Martínez
Ruiz, el futuro Azorín, Pío Baroja, Ramón del Valle-Inclán… Ruiz Contreras se
fue convirtiendo en un viejo cada vez más amargado mientras iba creciendo la
gloria de aquellos pupilos que él, eso pensaba, había enseñado a escribir y que
no solo no le habían dado las gracias, sino que ni siquiera recordaban su
nombre. En la posguerra vertió todo su resentimiento en unas Memorias inmemoriales que se fueron
publicando por entregas en El Español,
de Juan Aparicio, más o menos lo que tú haces en tus malintencionados diarios,
como afirmó Jordi Gracia, y ratificó Mainer, en la Historia de la Literatura
que publicó Crítica.
––Bueno,
vale, aceptemos que yo soy Ruiz Contreras, pero ¿quiénes son Baroja, Azorín,
Valle-Inclán y demás glorias del 98?
––¡Quiénes
van a ser1 Todos los jóvenes que han pasado por tu tertulia y ahora son mucho
más importantes que tú. Xuan Bello, sin ir más lejos, el astro-rey de la
lliteratura asturiana; Martín López-Vega, que anda por el mundo de Cervantes en
Cervantes y se le rifan todas las editoriales; Lorenzo Olivan, que tras ganar
todos los premios importantes, ha conseguido lo más difícil: publicar sus libros
en la mejor colección sin necesidad de ganar ningún premio; José Luis Piquero,
reciente embajador de la poesía española en Roma; Fruela Fernández con su
genial La familia socialista… ¿Sigo?
Por no mencionar a Javier Almuzara, el más clásico o neoclásico de todos, el
Metastasio de la tertulia, a punto de estrenar su primera ópera.
––Puestos a
hacer comparaciones, más que como un nuevo 98 (eso ya vendrá después de la
independencia de Cataluña), yo los veo
como otra generación del 27, y a mí, más que como otro Ruiz Contreras, como el
resentido, malintencionado y genial Juan Ramón Jiménez.
––-¡Siempre
tan modesto!, me digo a mí mismo para dar por concluida esta conversación –otra
más– conmigo mismo.
Domingo, 13 de mayo
LITERATURA FÁCIL
“El cronista –escribe Ricardo Fuente en un artículo de hace cien
años– ha de hablar de lo que todo el mundo habla y decir lo que nadie ha dicho;
ha de poner alas a su pensamiento y revolotear por todas las flores del jardín
humano. Como los que aprovechan los desechos de los joyeros para extraer
minúsculas partículas de plata y oro, el cronista ha de sacar de las diarias
miserias de la vida sus frases felices y la sal de sus paradojas. El cronista
ha de ser filósofo sin parecerlo, ligero a la vez que profundo, irónico sin
malignidad e incisivo sin pasar de la piel; ha de saber muchas cosas y ocultar
su erudición, para no ofender al lector… ¿Y hay quien llama a la crónica
literatura fácil?”
Lunes, 14 de mayo
TELEGRAMA
Enviado por CP a MR (con copia para PS y AR): “Los muertos
que vos matáis / gozan de buena salud”.
Martes, 15 de mayo
VÍCTIMAS AYER, VERDUGOS HOY
Asisto a una concentración, en la Plaza de España, en apoyo
de los palestinos, que conmemoran el día de la catástrofe, cuando fueron
expulsados de sus tierras. Mientras en Gaza, la mayor cárcel del mundo, se
amontonan los muertos por docenas, los heridos por cientos o miles, el mundo
civilizado lanza sus condenas con la boca pequeña, como es habitual.
Qué
minúsculos, casi de opereta, parecen los problemas de Cataluña, que nos traen a
todos con tanto mal traer, ante esta tragedia.
Y qué
sensación de impotencia. Escucho el “Cant dels ocells”, de Pau Casals, que
cierra el acto, con lágrimas en los ojos.
Unos
seguirán matando, otros seguirán muriendo, la gente de bien seguirá condenando
(pero no demasiado, no se vaya a molestar el Goliat que apoya al criminal
David) y el canto de los pájaros haciéndonos soñar con que otro mundo es
posible.
Miércoles, 16 de mayo
PROFECÍAS
¿Cómo se imaginaban el periodismo del futuro los periodistas
de comienzos del siglo XX? Dos hipótesis encuentro en El libro de la prensa, prólogo de Miguel Moya, publicado en 1911.
No acierta
mucho Vicente Vera, de El Imparcial.
En 2001, El Relámpago, periódico
universal que publica diez ediciones diarias, solo tiene en su redacción a dos
personas: el director y un mecanógrafo. Los periodistas andan dispersos por la
ciudad y tan pronto como tienen algo importante que comunicar acuden al
teléfono y refieren al director en pocas palabras lo ocurrido; este se lo dicta
al mecanógrafo. La máquina de escribir está en contacto con la linotipia por
medio de cables eléctricos. Luego se preparan unas planchas fotográficas que se
colocan sobre una pila de hojas de papel y por medio de los rayos X, operando
con tubos gigantescos, todas las hojas resultan impresas simultáneamente,
obteniéndose tiradas de cien mil ejemplares en menos de un minuto. Máquinas
automáticas recogen paquetes de cien ejemplares y por medio de tubos neumáticos
los reparten por todos los kioscos de Madrid.
Más atinado
se muestra Martín Fernández en una crónica de La Prensa, de Buenos Aires: “El corresponsal, vehículo de progreso,
sucumbe a los violentos embates del
progreso mismo. El siglo XIX fue el siglo del telégrafo y el teléfono. El siglo
XX será el siglo del Fotocinematotelefonógrafo”.
¿Y eso qué
es? Pues la ultima maravilla. No parece invento de ningún Edison, sino del mismísimo
Lucifer. El primer resultado es la muerte violenta de la prensa periódica tal
como la entendemos. El abonado –y abonarse costará una miseria– con solo
oprimir un resorte podrá ver y escuchar en el Fotocinematotelefonógrafo las
noticias que desee. Quiere enterarse de lo que pasa en el Senado, en los toros,
en el teatro, oprime el correspondiente botón. El abonado verá las víctimas
descuartizadas, al mismo tiempo que oirá el grito del moribundo. Y escuchará
las declaraciones del ministro y verá el descarrilamiento de hace media hora,
con un centenar de muertos, y las horribles escenas del hundimiento de una
ciudad entera… ¡Todo, todo sin la intervención de los aborrecibles periodistas,
falseadores de la verdad!
A Martín
Fernández solo le ha faltado acortar el nombre interminable de su invento para
anticipar Internet.
Jueves, 17 de mayo
EN EL AVIÓN
En el avión, camino de Sofía, leo a Marina Tsevietáieva:
“Todo el secreto consiste en relatar los acontecimientos actuales como si
hubieran ocurrido hace un siglo, y lo ocurrido hace años como si estuviera
sucediendo ahora”.
No sé por
qué se me ocurre pensar en el viaje del buque escuela Nautilus a La Habana en
1908. Solo había pasado diez años del final de una guerra sin piedad que había
durado más de medio siglo. El Nautilus fue el primer buque escuela de la Armada
española. Se construyó en 1866, en Glasgow, y Fernando Villaamil lo compró
veinte años después por sesenta mil pesetas. En 1892 dio la vuelta al mundo.
Pero yo lo que recuerdo ahora es su entrada triunfal en La Habana en 1908. Fue
recibido con entusiasmo, con toda la gente en la calle, con la ciudad entera
engalanada con las banderas españolas. Las heridas de la guerra habían
cicatrizado con rapidez. España dejaba de ser el verdugo colonial para convertirse
en la madre patria.
Y yo sueño
con un recibimiento semejante, menos de diez años después, del Juan Sebastián
Elcano en el puerto de Barcelona.
Los adversarios también cuentan, a lo mejor tus adversarios son los que te van a añadir más fama. Yo soy adepto, mucho he aprendido de ti, aunque no te lo creas, y te recuerdo, vanidad tonta, que estos diarios tuyos comenzaron en una revista de Gijón. Y a Gijón han ido a parar.
ResponderEliminarSí, comenzaron en Lúnula, una excelente revista que tú dirigías. Muchas gracias.
EliminarGracias a ti, amigo Martín. Una revista con sus más y sus menos, pero que tiene el orgullo de haber contado con grandes escritores: Tú, Roger Wolfe, Karmelo C. Iribarren, y algunos más.
EliminarNo me imaginaba a JLGM en compañía de los euskodirty poets
Eliminarsorpresas te da la vida
EliminarLa cuestión es que decir la palabra "tontería" (u otra similar) deslegitima o al menos tiñe de suciedad el argumento. Si su argumento es sólido, entonces la palabra afrentosa no añade nada. Como tantas veces pasa (sobre todo en literatura), resta y no suma. Me sorprende que no lo comprenda. Lleva toda la vida diciendo "tontería" (no necesariamente tonterías) y eso sí que es una tontería.
ResponderEliminarPara mí una tontería no es más que una tontería, nada afrentoso. Yo las digo de vez en cuando y en cuanto me doy cuenta pido disculpas y rectifico (otra cosa es que, algo terco, tarde en darme cuenta).
EliminarMuy acertada la definición de cronista que hace Ricardo Fuente; parece escrita pensando en gente como Camba o Pla. ¿De qué texto (o libro) procede? Me gustaría tener la referencia, para buscarlo y leerlo entero. Gracias por adelantado.
ResponderEliminarFrancisco Fuster
Del libro con prólogo de Miguel Moya del que se reproduce la cubierta.
EliminarEstá bien eso de aprender a disculparse, a veces olvidamos la cortesía que hace la vida más grata, pero tú, cuando te enfrentas, aportas "razones". No dejes de ser tú. Besos,
ResponderEliminarCon buenas razones y una sonrisa se consigue más que solo con buenas razones, Susana.
EliminarCómo hacer saber a alguien que ha dicho una tontería sin herir sus sentimientos. That is the question.
ResponderEliminarPero no es tan grave herir un poco los sentimientos. Se trata de un pequeño zarandeo intelectual que puede hacer reaccionar al emisor ocasional de tonterías, para que la próxima vez medite más lo que habla y no se convierta de tonto ocasional en tonto a tiempo completo, o en tonto inveterado. A lo mejor así mejoramos la vida del tonto. Lo grave sería hacer escarnio y que el tonto se nos suicide de vergüenza. Suele haber bastante condescendencia hacia la pequeña tontería, la bêtisse, el nonsense, la silly thing. No se le da importancia. Lo cantaba muy bonitamente Georges Brassens en su canción "Quand les cons sont braves".
No pasa nada. Lo malo, lo verdaderamente malo, llega cuando el tonto se cree listo y porfía, y apoya su tontez en Platón, o en el Derecho Romano, o en la Sagrada Biblia, o en la Internet. (Igual que hay "tontos en varios idiomas", hay tontos con decenas de enlaces -links-). Esta clase de tonto hace más daño en el mundo que algunos pícaros (no malvados).
Completamente de acuerdo, Xabier. Muchas gracias por apoyarme en mi poco respeto hacia las tonterías, las diga un poeta que aprecio o el presidente del Gobierno.
EliminarNo le da a usted miedo hablar tanto de tontos y tonterías? A lo mejor algunos de los que lo leen no lo tienen por listo. Cuidado con pasarse de frenada, amigo, se derrapa y se estrella uno, aunque tenga derecho a gastar en hospitales el dinero que honradamente gana. Yo estuve a punto de acercarme a la puerta del Sol a solidarizarme con los acampados del 15-M, solo que estaba de paso en Madrid durmiendo en el Palace y me pareció que mi aparicion ante tanto héroe altruista era un escupitajo. Pero lo dicho, caro, los tontos somos indecisos.
EliminarY decimos anónimas tonterías.Pero ¿quién me mandará a mí contestar a anónimos? No tengo enmienda.
EliminarJosé Luis, mi contestación iba dirigida a Javier, ha sido error mío no aclararlo.
EliminarYo debo ser completamente tonto. Puesto que, en opinión de XE que JLGM confirma, la presencia de enlaces en los comentarios de alguien es signo inequívoco de tontería, yo estoy, sin ninguna duda, incluido en ese grupo.
EliminarY, en efecto, debo serlo. Yo pensaba (pobre de mí) que incluir algún enlace era simplemente hacer ver que los datos, o alguna opinión especialmente significativa, apoyaban lo que uno decía. Y ya se ve que no: es no sólo demostración palmaria de estupidez, sino cosa que "hace más daño en el mundo que algunos pícaros".
Qué horror. Lo último que uno desea es hacer daño al mundo (nada menos).
De modo que habrá que limitarse a hacer afirmaciones porque sí, por la cara de uno, que para eso es de uno.
Y, si a uno le asalta la tentación de decir, por ejemplo, que el presidente actual de Cataluña es supremacista y xenófobo, habrá que abstenerse cuidadosamente de recordar que SOS Racisme ha dicho textualmente del de Quim Torra que "Considerem que es tracta d’un discurs perillós, irresponsable i inacceptable", o al menos no poner enlace al comunicado donde constan esas palabras textuales.
Menos aún habrá que ponerlos al artículo publicado en el New York Times de título "El discurso xenófobo del nuevo presidente de Cataluña", que a su vez incluye otros a diversos artículos del señor Torra donde por ejemplo se lee textualmente que quienes en Cataluña se consideran españoles son "carroñeros, víboras, hienas. Bestias de forma humana, sin embargo, que emiten odio", añadiendo además que "un catalán que aspire a ser español no es nada. Por eso, estas cosas que tenemos que soportar como el PP o Ciudadanos y otros reductos protofascistas no son nada, el vacío total, la carencia absoluta de la mínima civilidad y de respeto al país donde se vive. Bichejos descerebrados que presentan recursos y gritan y amenazan".
Nada de eso es pertinente, y citarlo, o, aún peor, poner enlaces a los textos de Torra donde se contienen literalmente tan simpáticas afirmaciones no es sino hacer un grave daño en el mundo. No las afirmaciones de Torra, que ésas no pueden dañar, o siquiera parecer inconvenientes, a nadie (ni siquiera a SOS Racisme, imagino), sino el citarlas.
Pues ya digo: tonto perdido, eso es lo que sin duda es uno, ya que (lo confieso, para mi vergüenza), yo creo que son las atrocidades de Torra, no el hacer constar que las ha dicho, lo que es estúpido y dañino. Qué le vamos a hacer, si uno no da más de sí.
Aunque en este blog el sumidero catalán acaba engullendo fatalmente todos los comentarios, no olvido que su patrón tiene gran relación con la literatura y aprovecho la oportunidad para referirme a Manuel Vilas y recomendar su Ordesa, novela en su mayor parte de una emotividad infrecuente y escrita en un tono cercano que se infiltra con gran eficacia en la conciencia del lector. Aún así, desde mi modesto punto de vista encuentro un injustificado exceso de páginas y cierto momentos de escaso interés. Estas objeciones las hago porque me llaman la atención, sobre todo el hecho de que se prolongue excesivamente la narración, imposición muy probable por parte de la editorial, como últimamente se va detectando. Parece que se busca el peso para sacar unos eurillos más. Burro grande...
ResponderEliminarMi afirmación textual era: "hay tontos con decenas de enlaces -links-"
ResponderEliminarLo que entiende el firmante Jose es: "la presencia de enlaces en los comentarios es signo inequívoco de tontería".
¿Acaso Jose es tonto? Naturalmente que no. Es solo que nunca aprendió a leer, a lo que tiene completo derecho.
Pero de tonto no tiene un pelo. La prueba es que, aprovechando que el Pisuerga no pasa por Murcia, vuelca en su comentario toda una vomitona contra el señor Torra y el independentismo. De las hordas del A POR ELLOS, se diría que nunca oyó hablar. Es un señor muy listo. Con muchos enlaces y pertinentes olvidos. Memoria selectiva.
"Toda una vomitona contra el señor Torra y el independentismo" es como llama Xabier a mis citas textuales de lo que a su respecto ha dicho SOS Racisme, y de lo que el propio señor Torra dice en algunos artículos suyos. En cambio, lo de "carroñeros, víboras, hienas", "descerebrados", y otros calificativos igualmente agradables, no le parece que constituya "vomitona" alguna.
EliminarSe comprende. El propio señor Torra, cuando con ocasión de su elección se le recordaron ese tipo de afirmaciones, dijo concretamente, aquí puede verlo (http://www.lavanguardia.com/politica/20180511/443505991865/quim-torra-pide-disculpas-tuits-propone-seguir-mandato-1o.html), que pedía disculpas “si alguien los ha entendido como una ofensa” porque “no era esa mi intención”.
Repárese en el matiz: en ningún momento pide disculpas por sus afirmaciones, que por tanto hay que entender sigue manteniendo en todos sus expresivos términos; sólo lo hace, generosamente, si "alguien" ha podido sentirse "ofendido", ya que "no era ésa su intención".
En otras palabras: según la lógica del señor Torra, si yo dijera de los independentistas (cosa que desde luego no haré: sería ponerme a su nivel, y eso es demasiado abajo) que son "carroñeros, víboras, hienas", "bichejos descerebrados", y otras cuantas bellezas léxicas semejantes, de ningún modo estoy diciendo nada que en sí mismo exija, o simplemente recomiende, rectificación alguna; pero, magnánimno que es uno, si las circunstancias me obligan (no antes), pediré que "si alguien ha podido sentirse ofendido" (porque tales calificativos en sí mismos nada tienen de ofensa, naturalmente, pero existen sensibilidades algo extremadas), me disculpe.
No, amigo Xabier: es a tu amado President, no a mí, a quien debes dirigir los términos que a mi respecto utilizas en el último párrafo. Aunque ya comprendo que, al modo de Bartleby, seguramente preferirás no hacerlo. En ese caso (yo no soy como tú), quedas dispensado de tan onerosa obligación.
Y las palabras de Torra son un vistoso ejercicio de democracia y de respeto al derecho del otro a pensar distinto. Qué, si no.
No está bien herir sentimientos adrede. Pero tampoco lo está bajar la guardia a la hora de intentar no herirlos, aunque no siempre podamos evitar eso, es verdad.
ResponderEliminarEl punto más relevante aquí, es que hay mucha (y paradójica) inconsciencia en pretender que somos tan absolutamente racionales, que podemos detectar perfectamente cuándo dejamos de serlo sin darnos cuenta de ello, lo cual ocurre algunas veces. Por ejemplo (para mayor ironía) cuando achacamos alegremente dicho desliz en los demás, con suficiencia. Y si, para colmo, se lo achacamos agresivamente, la “tontería” (en este caso propia) es doble. Sobre todo, porque enturbia el diálogo con el matonismo.
No es sólo que “con razones y una sonrisa” se consiga más que con razones. Es que la razón se complementa con el gesto precisamente porque la razón resulta inaprensible, en el fondo. Ni siquiera hablar con la razón es siempre un sinónimo de poseerla (no estrictamente), aunque sí nos acompañe como guía. Pues, de hecho (a mi entender) la razón no deja de ser un óptimo vehículo (pero solo eso) para que nuestros actos sean mejores. Y son los actos (más que los siempre ambiguos y politizados “hechos”) los que de verdad importan, al final. Sobre todo en el terreno personal, humano, que es el que de veras está en juego allí donde también lo están las emociones (ajenas y propias).
Recordemos que el Sr. Torra se ha disculpado públicamente por sus burradas. Yo interpreto su elección también como un reconocimiento por parte de los independentistas de que hay dialécticas agresivas que deben abandonar. Me habría gustado que Pablo e Irene hubieran adoptado la misma actitud y, simplemente, hubieran reconocido que se equivocaron al juzgar a otros por su patrimonio. Pero no ha sido así: los podemitas siguen creyéndose intachables.
ResponderEliminarCompré un piso de ochocientos mil euros en un buen sitio de Madrid, pero lo hice para vivir confortablemente con mi familia, no para especular.
EliminarParte del dinero que gano honradamente lo empleo en permitirme caprichos, como viajes frecuentes a Italia.
Dije NO a la guerra de Irak y no soporto a la iglesia.
Comprendo la eutanasia y el aborto.
Así que a lo mejor soy de izquierdas.
Cierto. Y la expresidenta de Madrid tendría que haber reconocido el chanchullo con el máster desde el primer momento. Y quizá no habría “aparecido” ningún vídeo obligándola a marcharse. Al fin y al cabo, sí tenía una titulación universitaria real, podría haberse defendido mucho mejor siendo sincera.
EliminarLos políticos están tan acostumbrados a posar (a fingir), que tienden a quedarse rígidos cuando ya se hizo la foto, o sea: cuando ya han quedado retratados. En un país de pícaros se castiga la hipocresía más que las acciones, con las que se tiende a hacer la vista gorda.
Pero ellos siguen sin tener cintura para responder astutamente cuando les pillan en algún renuncio. Y, o atacan con la misma saña como defensa, o huyen cargándole el problema a otros.
Lo malo para ellos es que ya se les ha visto el plumero, e ir de intachables les va a costar un poco más. Y en cuanto a la guerra solapada España-Cataluña, en los dos bandos cuecen habas. No seamos ingenuos, o tontos, como diría Martín.
EliminarDiscrepo. Pablo e Irene no se equivocaron al juzgar a otros por su patrimonio. Ahí acertaron.
EliminarSe equivocaron al actuar como aquellos. Al imitarlos es cuando se equivocaron.
Hipotecarse para comprar una vivienda no es exactamente lo mismo que invertir el dinero ganado no se sabe cómo en bienes inmobiliarios.
EliminarEn definitiva, señor Martín, el que no asume una hipoteca de 549.000 euros es porque no quiere.
EliminarEste mensaje habría que pincharlo en las paredes de Cádiz para que los tontos aprendan a moverse por la vida.
Asombrosa la capacidad para revolverse contra los aciomad
Mi respuesta a la famosa pregunta de Pablo sobre Guindos en Twitter es: Sí.
EliminarParece que hay muchos Pisuergas que pasan (o no, que diria el fementido) por Murcia o Malagón
ResponderEliminarLo preocupante es que haya tantos Guadianas
EliminarLas reiteradas agresiones israelíes a los palestinos han sido un marco biográfico para muchos de nosotros. Desde tantos años. La brutalidad, la crueldad, la desproporcionalidad, la arbitrariedad. Por varias generaciones. "Conflicto" entre israelíes y palestinos, se dice, pero no es eso. Hoy ya es sólo abuso, expulsión, expolio.
ResponderEliminarLos justos y honestos profesionales parece que no vieron nada. Ni siquiera acá en el blog. Tocaba irse por las ramas, por las ramas catalanas, que siempre dan mucho juego a los justicieros, o por el análisis de la estulticia, otro filón. (Recién leí El Barón Rampante de Italo Calvino, así que vengo ducho en qué es andarse por las ramas). Dos extremos del asunto judío lo hacen especialmente nauseabundo. Primero, que repiten en otros lo que hicieron con ellos. Sin cremaciones, de momento. Segundo, que la barbarie antipalestina tiene una raíz teológica. Y sí, Yavéh hizo el mundo para su pueblo elegido y su pueblo elegido tiene derecho a hacer lo que quiera para prevalecer. ¿El Derecho? ¿Las resoluciones de la ONU? Simples boludeces frente a la Teología. Tuvieron su holocausto, terrible, nadie lo puede negar, y "por lo tanto" tienen derecho a arrasar vecinos.
Barbara, Celarent, Darii, Ferio. Aburrida sí era la lógica de Aristóteles, los silogismos. Pero había que entenderla al menos una vez en la vida, aunque se olvidara pronto, para poder comprender y razonar luego, sin estolidez. Sin arrastrar para siempre hándicaps e incapacidades. Hay mucha merma en el mundo, y las desgracias ocurren más por limitaciones que por maldad. En algunos foros, los más planos y resolutivos se deleitan ya ideando campos para catalanes, sus Auschwitz, sus Mautthausen. (Ya ven, también yo subo a las ramas). Y como la cantante esa del himno, con letra de sonrojo, dan gracias a Dios por haber nacido español, español, español.
¿Nadie habla de noble Kichi? Ese que desearía un Podemos para menesterosos vocacionales, que no osen asomar el hocico del chozo que les hayan asignado por riguroso sorteo en la citania que sea, ni siquiera para darse el gusto de husmear en los contenedores de basura de las colonias de adosados en los limes de la marca.
ResponderEliminarPues bien que ha dado que hablar estos días pasados cuando, indignado y pedagogo, fulminó a su Jefe con comentarios oblicuos pero letales, porque aquel se compró (¿compró?, ¿se dice compró a hipotecarse de por vida?) un caserón que dicen que en origen era una casa rural que reformas posteriores y sucesivas, convirtieron en lo que hoy: un casoplón de dudoso gusto arquitectónico, algo parecido a esos hórreos astures que alguien desnaturaliza porque tabica los espacios entre los pegollos, y así el grácil granero prerromano queda convertido en un siniestro palomar sin vanos para las palomas y ventano enrejado con barrotes de acero corrugado. Ese es el aspecto que tenía la mansión de Pablo e Irene en unas fotos que vi en una revista del corazón que hojeé en la manicura.
Y es que Kichi, en un alarde de integridad de ideario que para sí lo quisieran en el campamento de Oliverio Cromwell, lanza un salinero anatema hacia los tics burgueses de quien esperaba una conducta ascética y estabulada que siguiera, a pie juntillas, la recomendación del severo Alfonso Guerra (a quien Kichi admira en secreto) cuando se parecía a Robespierre y decia aquello de "loh sosialihta, cuando vayan de vacasione ener verano, me se ponen pañuelo de cuatro nudo y botijo en mano".
Que la Virgen del Rosario (que tanto le debe al quillo) le perdone el desbarajuste que tanto contribuyó a montar en el partido.
Apreciado señor Ardura, los limes del errático y proteico Podemos han demostrado ser flexibles, y contienen gente bastante diversa. Con todo, hay mucho trecho, demasiado, entre el paleocomunismo de chozo de Kichi y la opulencia sobrevenida y hortera de la parejita. Mientras Kichi queda, me parece, dentro de los limes del partido, Pablo e Irene se han colocado muy extramuros. Kichi está por/con los menesterosos porque menesterosos somos todos, y seguramente el gaditano y Teresa no tienen puesta la mirada sólo en Madrid o en Cádiz, sino también en Haití o Eritrea, y conocen que los recursos son limitados. Pablo e Irene, no es que sean insolidarios, pero son mamíferos superiores, son antropoides y, ante la prole que se anuncia, les ha ganado su naturaleza animal. Han antepuesto la protección de la cría al ideario. Aspiran a una prole bien criada y nutrida, segura y saludable, con infinito aire puro disponible. Se puede comprender, pero no se puede admitir, y tendrían que irse. No sólo por eso, sino también por el disparate de someter a votación pública un asunto estrictamente personal, revelando una inmodestia y una petulancia impropias, no ya de personas de izquierdas, sino de gente cabal y juiciosa.
EliminarSiguiendo la lógica podemita, también habría que investigar los motivos de los que les vendieron la casa. Esperemos que también fuera su humilde morada. ¿O acaso han tenido tratos con especuladores avaros?
ResponderEliminar"Con la maquinaria pesada de mi lógica".Cuál, dónde. Ésa sí que fue buena. Tiburón, que eres un tiburón, Martín.
ResponderEliminarRespuesta a Pedro Álvarez (y a otros demagogos):
ResponderEliminarEl que no asume una hipotética de 549.000 es porque no puede (ya se encargarán los bancos de negársela). Sea uno de derechas o de izquierdas, no todos ganamos el mismo sueldo ni contamos con la misma ayuda familiar.
¿De dónde vendrá la idea de que, para ser de izquierdas, hay que ser pobre o, peor aún, fingir que se es? Solo el dinero obtenido ilegítimamente merece censura, no el que se adquiere mediante el trabajo o los negocios legales y respetuosos con los derechos de los demás.
Pobre no, eso por supuesto. ¿A quien le gusta ser pobre? Pero dar un poco de ejemplo y no predicar una cosa y hacer otra. Hubiera sido un buen ejemplo que se comprasen una casa en un pueblo semi abandonado. Aire puro y trabajo por hacer. No sé si aquí se puede aplicar la parábola del ojo de la aguja y el camello. De todos modos, sí, tienes razón, lo del PP es mucho más grave que eso del chalé.
EliminarMartín, se ha entrampado usted con una argumentación que escuece.
EliminarLo que parece colegiarse es que la izquierda se atribuye la capacidad para limitarse de una forma escandalosamente subjetiva.
Lo escrito escrito queda, Martín. Y cuando dentro de un tiempo se relea usted se asombrará de su patinazo.
¿"De dónde vendrá la idea de que, para ser de izquierdas, hay que ser pobre"?
EliminarPues viene de los ideales políticos de sobriedad, solidaridad, igualitarismo, reparto, frugalidad, hermandad de clase, etc. Puede que no sea obligatorio en pura lógica ser pobre para ser de izquierdas, pero si un rico entra en el Reino de los Cielos como un camello por el ojo de una aguja, también entra muy mal y muy forzado en el reino de los desheredados de la Tierra.
En mi opinión, los conceptos "derechas" e "izquierdas" están anticuados. En el panorama español, yo veo más bien autoritarios (PP, Podemos) y liberales (PSOE, independentistas, Ciudadanos).
EliminarSí, don Deme, ya lo creo que el Kichi es menesteroso... Dentro del proteinograma del proteico PODEMOS no sé qué clase de aminoácido le falta al quillo, pero faltar... le falta. Algo le falta, sí. Y es menester que este menesteroso se alivie porque, si no, nos tumba el negocio.
ResponderEliminarY a Haití no sé, pero a Eritrea bien pudieran llegar los pepinos de las fragatas de Navantia (que el mar Rojo e mu estrecho y Yemen cae cerca) antes que las partidas de pasa malagueña, del aceite virgen de Baena y de la naranja amarga de Sevilla.. En eso no cayó el Kichi cuando -sin que nadie se lo pidiera ni falta que hacía- daba su placet a la construcción de aquellas máquinas de muerte. Bocazas. Y así no se destensan las barrigas timpánicas de la hambruna eritrea. Ni se añade un metro de sombra al desfoliado Haití... Ni con Virgen de maera ni sin Virgen de maera, condecorada o rasa.
Y es que dedicar tanto tiempo a la las chirigotas carnavaleras quita tiempo pa pensar en otras cosas. Claro.
Don Deme, para ocuparse con fundamento del tercer mundo doliente primero las huestes podemitas han de asaltar el bastión siciliano de la Carrera de San Jerónimo. Y procederes, pensares chocarreros y la escasa coherencia del Kichi ponen en serio peligro el provenir de aquella empresa. Y sin dar puerta a los apandadores con mando en plaza, poco se puede hacer por la suerte de los justos de allá afuera: Eritrea seguirá famélica y Haití sin una mala sombra.
Asumir una hipotética es fácil. Lo jodido es asumir una hipoteca.
ResponderEliminarLos ricos, Aurelle, entrarán difícilmente en el reino de los cielos, pero son muy bien venidos en la izquierda. Qué maravilla que los partidos de izquierda pudieran tener para difundir sus ideales, como tienen los de derechas, abundantes medios de comunicación. ¿Y qué es ser pobre? Un matrimonio de profesores de Universidad ¿ha de vivir en un pisito del extrarradio y no en un chalet (pagado con el dinero que ganan gracias a su esfuerzo y su talento) si quieren ser de izquierdas? Cuánta demagogia y cuánta tontería (la palabrita es inevitable visto lo que se ve en estos comentarios).
ResponderEliminarPues no sé, Martín, creo que tu concepto de izquierda tiene la manga muy ancha, si no ves ni una pizca de inconveniencia en la decisión de Pablo Iglesias e Irene Montero. Y también creo que se te escapa un cierto corporativismo. "Un matrimonio de profesores de Universidad", es decir, una cierta categoría, que no son peones camineros ni albañiles de andamio. Claro que viene bien tener dinero y medios para difundir ideales, pero muy probablemente el dinero te va a carcomer los ideales y te va a dejar poco que difundir. En los tiempos heroicos del Manifiesto Comunista las desigualdades también eran brutales, pero la solidaridad obrera, los fondos puestos en común y el activismo bastaban para "difundir los ideales" a pesar de la desigualdad económica con la patronal. El chalet estará pagado con el sueldo de estos profes, y la discusión no es si la compra es legal o no, faltaría más. La cuestión es si emular de esa manera el comportamiento ostentoso del nuevo rico es una actitud de izquierdas o es un desliz vergonzante. No legalmente, sino ideológicamente y desde el punto de vista de la coherencia y la ejemplaridad. Si es tontería o no, lo dejo a tu cargo, pero está bastante claro que, si lo es, es una tontería muy pertinente.
EliminarEn mi opinión, los conceptos de "derechas" e "izquierdas" se han quedado anticuados. En el panorama español, yo veo más bien autoritarios (PP, Podemos) y liberales (PSOE, independentistas, Ciudadanos).
EliminarEn fin, Aurelle, que no todos los trabajadores votan a la izquierda, que hay muchos muy de derechas, y no digo nada si son trabajadores del taxi (perdone el tópico). Y que eso no es de ahora, sino de siempre.
EliminarMartín, como todos los autónomos, los taxistas se sienten pequeños empresarios y defienden su parcelita con uñas de derechas.
EliminarPero cómo es la vida, mi mujer también fue profesora de Universidad y cuando nos compramos el pisito no sabíamos lo que eran esos cien millones de pesetas que ahora dilapidan nuestros colegas. Por cierto, el pisito está situado en un barrio casi obrero, aunque tenemos prejuicios de tratar al humilde vecindario como compañeros. Malditos prejuicios que obnubilan a uno.
Claro que no todos los trabajadores votan a la izquierda. Y menos aún van a votar a una izquierda suntuaria. Aunque solo sea por la pérdida de votos y por la división de Podemos, el chalet de Iglesias y Montero no va a ser ninguna nimiedad. Ninguna "tontería".
EliminarLo que está sucediendo ha dejado el chalet pequeñito. Ha resucitado a Pedro Sánchez (Lázaro, levántate); Rivera ya sabemos cómo está, subiendo como la espuma; Y Podemos no hundido pero sí tocado. El PNV nada, quiero decir que nada con quién le conviene. Y el disputado voto canario, que se lo quede el PP. ¿Volvemos a Hablar de Cataluña? A ver qué hacen, los independentistas.
ResponderEliminarDon Martín, que le vengo leyendo en el periódico El Comercio, ¿sabe usted? Pues resulta que a un señor del cuarto siempre se lo mandan por correo (es un hombre muy serio, natural de Tineo de Asturias, que fue sereno de joven pero luego se metió mayormente al estraperlo y medró y ahora, ya en la noventena, el pobrecito apenas si sale del piso este que se compró por los sesenta aunque, eso sí, lee mucho) y me encarga que le eche al contenedor del cartón los periódicos atrasados cada mes y yo me entretengo en leerlos antes, ¿sabe usted? Y así que le he leído en lo de los domingos y que me he enterado de que existe ese blog y lo vengo siguiendo desde hace meses. Porque no le he dicho aún que soy la portera de un edificio postinero, aquí en el barrio de Salamanca de Madrid. Y no vea usted de la de cosas que me he enterado de ahí de Asturias (hasta sé eso de la sidriña y del caso Marea y de más de por allí que no cuento).
ResponderEliminarTodo esto para decirle que el otro día el señor Iglesias (que tiene un piso vacío
en el quinto que si pusiese en alquiler le rentaría una cantidad pa marearse, y que dicen que si lo pusiera en venta que mas del millón y cuarto), estuvo con un hijo suyo de visita por este inmueble. Y, ¿sabe usted?, el tal hijo que resultó ser el político ese que anda tan zarrapastroso y que parece que no sabe lo que es ponerse una americana (no como el padre que es un señor que siempre va muy arreglado y viste que da gusto). No le digo el nombre por no ser indiscreta y tal, que igual me lo echan en cara porque digan que las porteras le damos a la húmeda más de la cuenta. Basta que le diga que se trataba del político ese que sale tanto ahora en los telediarios. porque se ha comprado no sé qué en la sierra o por ahí.
Pues le cuento que sorprendí una conversación entre ellos (y no me llame cotilla, porque todo fue un hablar a tres metros de la garita desde la que vigilo y una no está sorda) que, más o menos, vino a ser así:
-Pues, hijo, tienes a tu disposición este piso que mantuve vacío desde que te metiste en política, por si lo necesitabas; ahora que vas a ser padre por partida doble te lo ofrezco para que vivas en él con tu familia y...
-Que no, papá; ya te he dicho que necesito como el aire salir de la ciudad, de esta encerrona en la que me han me metido; casi no me dejan vivir en el barrio y hemos decidido Irene y yo que nos
íbamos a vivir a Galapagar. He hecho mis cuentas y espero tener pagada la casa para cuando me jubile.
-Respeto tu elección, hijo...; pero has de saber que este piso -si llegaras tener necesidad de liquidez- vas a disponer de él como si fuese tuyo: lo vendemos y te va a sobrar para hacer frente a la hipoteca; de hecho tiene un precio superior a lo que has adquirido.
-Lo sé, papá, con ello cuento. Si no fuese por tu respaldo no me iba a atrever a dar el paso...; pero las cosas -por suerte- vienen así.
Se fueron al poco y creo que se demoraron un buen rato en un café de Velázquez que frecuenta mucho el señor Iglesias (senior).
Le cuento esto no para malmeter ni para hacerles la pascua a esos señores que le llevan la contraria. Yo no opino, que a mí la política me la trae floja, ¿sabe usted? Además, soy de las que piensan que todos los políticos son iguales y que van a lo suyo. Aunque me gusta ese chico tan bien vestido que sale ahora tanto en la tele.., ese Rivera, creo que se llama.
Mande usted, don Martín; y disculpe por la intromisión.
Si es usted portera tal vez conozca a una colega suya que es madre de Ana Belén, una burguesa que daría cualquier cosa por ver mejorar su sus compañeros de izquierda. Solo que reflexionó y le dijo a Víctor:"Ya que participando nuestro pastizal apenas solucionaríamos el problema, por qué no nos compramos un yate como el del compañero Amancio, tan honrado trabajador como nosotros?"
Eliminar"Calla, calla, que tenemos que ensayar la Internacional", le responde el digno pollero de Mieres.
Bobadas, bobadas, Pedro. Y pido disculpas por reiterarme.
EliminarJosé Luis, absolutamente todo lo que acabo de decir es cierto porque conozco bien la biografia de los insignes.
EliminarClaro, y tenía micrófonos ocultos en su casa para saber lo que él le decía a ella cuando hablaban en la intimidad. A otro perro con ese cuento.
EliminarHombre, Martín, esa licencia de retórica textual la debe comprender un escritor como usted. Pero de sus biografías no exagero. Ellos viven con lo justo porque su ideología les exige desprenderse de lo superfluo para entregarlo a los desfavorecidos.
EliminarLa diferencia entre la izquierda limpia y la derecha consiste en ejercer la solidaridad y arrinconar el egoísmo feroz.
Ellos gastan el dinero que han ganado con su trabajo como les da la gana, como todo el mundo.
Eliminar¿Todos los cristianos deberían ser pobres? ¿Los presidentes de gobierno, si son católicos o protestantes, deberían vivir con lo mínimo y donar el resto de su sueldo a los desfavorecidos?
¡Cuántas tonterías --con perdón-- piensa la gente! Persigamos a los corruptos y a los ladrones y a los que defraudan al fisco, y no nos metamos en lo que hace con su dinero la gente de bien, sean de derechas o de izquierdas. Y punto final.
Punto final por mi parte, claro, que cada uno es muy libre de perder su tiempo como quiera.
EliminarJose Luis, si el ser humano fuera justo no habría hambre ni miseria. Y ese esfuerzo, esa búsqueda por lograrlo han sido y deben seguir siendo el objetivo de la izquierda.
EliminarY punto. Quien convierte en caprichos lo que le sobra es un traidor a la causa.
Decir que me parece muy mal que en el jurado de los premios princesa de Asturas se haya quitado a un crítico de probada independencia como José Luis Garcia Martín y se haya puesto a una librera (con todos mis respetos hacia el gremio). Lo único bueno de los premios dados con dinero público es que pueden permitirse contar con los mejores, ya que no dependen de las leyes del mercado. Si fuera el premio Planeta, lo entendería perfectamente. En la empresa privada, la figura del comerciante es fundamental. Pero, ¿hay algo más opuesto a la monarquía que la ley de la oferta y la demanda? Nuestra institución suprema sigue riéndose de nosotros con sus caprichos.
ResponderEliminarP.D.: Las mejores universidades de Estados Unidos son sin ánimo de lucro, para no depender del mercado.
Yo que soy tonto lo sabía sin necesidad de que me lo diga Martín, que admite aquí a los tontos y a los anónimos. Pero Martín a veces me parece que no se queda atrás. Razona en el aire, como los tontos, sin ver, o no queriendo ver, lo que hay en la realidad. Un individuo (Pablo Iglesias) que predicaba poco menos que la propiedad es un robo, que ha cometido incoherencia verbal y ha mentido como, presuntamente, Rajoy cuando fue de testigo, no es de fiar.
ResponderEliminarAquí, en mi pueblo, cuando uno llama a los demás algo, ese algo se convierte en su nombrete (apodo). Así que al patrón de este café lo llamarían Martín el Tonto (con perdón). Y otra cosa, no me creo que la comentarista anterior sea una mujer y menos portera, pero el relato está muy bien. Bueno, mis disculpas a Martín, que no es nada tonto, por la excesiva intromisión esta semana.
No solo los tontos hacen o dicen tonterías algunas vez, Jesús. De eso no se libra nadie. Pero Pablo Iglesias (este, no sé si el otro) no ha dicho jamás que la propiedad sea un robo.
ResponderEliminar“Esos aburguesados políticos que viven en chalets lejos de la realidad de la gente y no van nunca en metro”
ResponderEliminarEsa es la clave del desliz, el populismo ramplón (“digo lo que quieren oír, aunque yo no piense exactamente eso”), buscador de votos fáciles y convertido en un disparo en el propio pie a la larga (con el chalet, en concreto). No el precio alto de la vivienda en sí. Ni que Iglesias se crea que es Proudhon o Bakunin.
Más bien su error fue el guiño facilón a los que sí tienen ideas extremistas (y/o trasnochadas). Pensando que así podía cargar bien las tintas para “conquistar el cielo” más rápido, acaparando con impaciente gula cada voto izquierdista (desde la socialdemocracia descontenta con el PSOE hasta cierta extrema izquierda anacrónica) y solapando todas sus contradicciones sin que llegasen a notarse (más que “cabalgándolas”), y ello solo si lograba coronar la cima lo bastante rápido.
No contó con que la política es más un llano (pedregoso) que una cima. Y el metro al cielo (aunque te vistas de vikingo rabioso) hace aburridas paradas para todo el mundo. Los que van en mono de obrero y los de maletín. Y ello aunque llorasen de (legítima pero ingenua) emoción en el Congreso los segundos (obreros tampoco son...) cuando lograron el poderoso silloncito, que tampoco es que vuele (aunque las hemerotecas pueden convertirlo en eyectable, ese es el riesgo). Porque las cosas de palacio (más que de chalet) van poco a poco siempre y no sirve forzarlas cuando vigilan tantos ojos, además.
No les cegó el ser "nuevos ricos" con chalet. Les cegó el ser "nuevos poderosos", que es distinto aunque sí está relacionado de una forma relativa (y esa ambigüedad es justo lo que más confunde).
Yo mismo no tengo una bola de cristal para ver si Pablo Iglesias usa el transporte público alguna vez ahora (aunque lo dudo). Pero no necesito tenerla para asegurar a día de hoy que, si alguna vez llega a gobernar, Iglesias no volverá a pisar un metro ni un autobús en su vida (y es lógico, por simple seguridad, ideología aparte).
Y entonces vendría el último abucheo al verle ir en un cochazo con las lunas tintadas, después de haber dicho lo contrario de forma populista. Aunque eso sí lo taparían bien los aplausos de los incondicionales, doblemente crecidos ya (en orgullo y número).
De momento, esos dañan más que ayudan ahora con su gregarismo (pasa siempre): los amigos (también en política, Martín) te dañan con la verdad cuando metes la pata, para no matarte cuando te gangrene la mentira tal como desea (y espera, reloj en mano y él sí muy paciente y más experto) el enemigo.
Y esa gangrena te carcome más rápido si te piensas infalible, es decir: invulnerable, y los tuyos te solapan para colmo (incluso con chantaje tuyo a las bases: "o aceptas mi error, o no lo aceptas y me pierdes").
Con lo fácil (y valiente, y noble) que es reconocer que fuiste un bocazas puntualmente (más que un "tonto"), y ya está. De hecho, eso es lo que de veras distingue a un estadista, cuando se le cruza el cable y mata un elefante al disparar a los ratones.
Piensa un poco en esa "tontería", Martín, aunque sospecho que no lo vais a hacer ni tú, ni mucho menos el que dio el doble patinazo cargándole el (elefante) muerto a las bases con pertinaz soberbia.
Pero no sé, quizá tú sí te des cuenta. Tampoco tengo bola para eso, aunque la que sí tengo no me la tapa una coleta.
Va a resultar que -al final- Martín habrá de pedir perdón por no comulgar con la sarta de memeces sentenciosas que se leen en esta entrega (“Acción de gracias...”) ahora vigente. Y ya no decimos por otras anteriores, cuando el plato del día era a base de pollastre fusilado, amanida y butifarra, servido por cuiner con barretina
ResponderEliminarNo es cosa de entrar en el menudeo de las descalificaciones, que ninguno de nosotros es como el prolijo zoilo (que Dios guarde bien guardado) don Pepe Cerezo, y nos aburrimos de batir siempre los mismos timbales de la obstinación impertitente... Pero si de algo le sirve al excomulgado -de los Premios, de lo otro- Martín, sepa que cierto sindicato de porteras, determinado gremio de comediantes, un taller de guiñoles y muñecos y escasos hacendados de secano de Beira Litoral (leídos, crédulos, parsimoniosos, algo redichos pero no relamidos, ternes llegado el caso) hacen frente con él en la cruzada exangüe suya, que viene sosteniendo contra cierta estulticia parcheada de retales eruditos, remendada de aforismos de prestado, agresiva so capa de un hablar morigerado, suficiente y a veces petulante.
Al fin y al cabo se trata de que estos sus interlocutores no son demócratas "del todo". Porque su talludez acreditada les impide dejar de pensar con lo que llevan debajo de la calota desde los tiempos aciagos del "caudillo". No son franquistas, más bien víctimas inocentes de don Francisco y de su escuela. Nacional.
Por cada palabra que el "prolijo Zoilo" en cuestión ha escrito en estos foros, el amigo que así lo califica, el de las "ochenta y siete firmas" (sabía que eran muchas, pero no tantas) debe haber escrito eso, ochenta y siete, al menos (yo creo que más).
EliminarPero él no es prolijo, imposible: está en el Buen Lado, ha nacido así, y por definición todo lo que diga y haga es la Verdad más verdadera y la Justicia más justa.
Lo único que ese privilegiado destino no le ha dado es la capacidad de comprender que quienes no tenemos su increíble fortuna de nacimiento no nos callemos del todo, que estaríamos más guapos, o, si no hemos de hacerlo, repitamos con acrítico entusiasmo sus incontestables certezas.
Es, sin duda, nuestro desdichado origen, del Mal Lado de la existencia, lo que produce esos tristes efectos. Qué le vamos a hacer. Resignémonos a no valer por ochenta y siete, sino por uno solo, y encima equivocado por definición. Triste cosa; triste vida.
“Con lo fácil (y valiente, y noble) que es reconocer que fuiste un bocazas puntualmente (más que un tonto), y ya está”.
ResponderEliminarCuando puse eso me refería a Pablo Iglesias (como parte de una previa hipótesis retórica), y no a Martín. Aunque supongo que él sí lo entendió bien, pero lo aclaro por si acaso.
Por cierto…
Quién le iba a decir a Franco que terminaría siendo un perfecto “comodín”. Con lo trabajador que él era, con su lucecita en El Pardo all night long.
Su fantasma es muy rentable aún. También para engatusar extranjeros, como los de las mansiones inglesas.
José, zoilo es con minúscula. Conocí en Algeciras a un Zoilo de Novelda que no era nada zoilo.
ResponderEliminarPS.-¿Cómo va ese laburo?
El laburo bien, gracias. Respecto a lo del "zoilo", pensaba que, en efecto, lo era con mayúscula, en opinión de los 89. Que no sea así no deja de ser un pequeño consuelo; gracias.
EliminarBoni..., ¿cómo es que sabes de lo mio en Nottig Hill?
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