sábado, 11 de noviembre de 2023

Coraje y alegría: Y la nave va

 

 

Domingo, 5 de noviembre
ANÓNIMOS

Un buen escritor puede ser una mala persona. A mí eso no me plantea ningún problema: lo leo y no le trato. Lo contrario me preocupa más: alguien cordial y generoso conmigo que es un pésimo poeta (con los novelistas tengo menos relación). En casos así, se puede no juzgar, decir vaguedades, ir sorteando las trampas, pero ¿por cuánto tiempo?

            Lo mejor es no juzgar, limitarse al me gusta, no me gusta, y que nos gusten todos los amigos o quienes nos pueden ser útiles. Pero yo, por más que lo intento, no consigo ocultar lo que pienso. Se me lee en la frente, no puedo evitar los subtítulos.

            Y el adulador poetastro acaba calumniándote o enviando amenazadores anónimos. Dicen que una bestia herida es doblemente peligrosa. Yo estoy en condiciones de asegurar que, si las heridas son en la vanidad, el riesgo puede ser mortal.

            Bueno, exagero un poco. Llevo más de treinta años escribiendo semanalmente de libros (y hablando claro en todas las ocasiones) y aún no ha llegado la sangre al río.

Lunes, 6 de noviembre
MIENTRAS SE ESPERA

El que espera desespera. Semanas esperando el acuerdo que permita formar gobierno y parar el golpismo de las togas y de quienes se amparan en ellas y no hay manera de cuadrar las cuentas. ¿Pero no dicen por ahí que Pedro Sánchez está dispuesto a cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder? A mí más bien me parece un duro negociador.

            ---¿Y qué me dices de tu admirado Puigdemont? Como siga tensando la cuerda, se va a romper y corre el riesgo de quedarse en Europa para toda la eternidad. Y a lo mejor más de uno tendréis que ir a hacerle compañía. No deberías significarte tanto, Martín, que los alborotos en la calle y quienes hacen de su toga un sayo forman un cóctel peligroso.

            ---¡Y tan peligroso! La falsa acusación al hijo del presidente del Constitucional tiene toda la pinta de ser parte de un plan para deslegitimar a un tribunal que no creen favorable.         

---Eso ya sería demasiado. Parece más bien cosa de alguno que quiere ayudar a la causa y actúa por su cuenta.

Martes, 7 de noviembre
LEER O NO LEER

---¿No te ha dicho nada Anna Caballé después de lo de Impares, fila 13?

            ---Me ha escrito muy indignada: “¡Es la segunda vez que me acusas de no haber leído una novela que sí he leído!”. Tardé en acordarme de a qué se refería. Cuando yo publiqué El último pirata del Mediterráneo, la famosa biografía novelada de Juan March escrita por Manuel Benavides, le dedicó unas líneas de compromiso en El País. Echaba de menos que no se ocupara de la última etapa de la vida del contrabandista reconvertido en financiero (no se enteró de que era un libro de 1934 y que su autor murió décadas antes que March). Y ni aludía a que se reeditaba de acuerdo con la última versión, que tenía importantes cambios sobre la primera. En esas condiciones, afirmar que no ha leído el libro que reseña (y ni siquiera el prólogo) es lo más amable que se podía decir. Explica que atribuye al narrador las palabras de un personaje en Impares, fila trece solo “por reducir el contexto de la infame novela”. Y añade: “Tú sabes tan bien como yo –a poco decente que seas-- que la intención de la novela es la que es. En fin, una vergüenza lo que escribes”. Si soy poco o muy decente, no es cuestión que venga a cuento. Lo que sí sé es que una estudiosa de la literatura que confunde al narrador con el autor (a Watson con Conan Doyle o a Lázaro de Tormes con Alfonso de Valdés) y que además atribuye al narrador las palabras de un personaje resulta bastante más escandaloso. Por eso prefiero suponer que no ha leído Impares, fila 13, que le han pasado unas páginas para darle munición contra García Montero. Cualquier otra hipótesis la deja en mucho peor lugar.

Miércoles, 8 de noviembre
QUIZÁ AHORA

Pasa Xuan Cándano por Atípico para hacerme unas preguntas. El próximo año se cumple medio siglo del atentado de la calle del Correo y lleva tiempo investigando el tema. Yo poco puedo decirle. Cierto que me implicaron, pero ni tuve nada que ver ni conocía a nadie de los que tuvieron algo que ver, directa o indirectamente, salvo a Mariluz Fernández, mi compañera de estudios y de prácticas en el colegio de San Pedro de los Arcos, con quien me unía una buena amistad, basada en la común pasión por la literatura, sin ninguna connotación política, porque yo entonces –trabajaba y estudiaba y leía todo y escribía-- era completamente apolítico, hasta el punto que de los periódicos solo me interesaba el suplemento literario.

            Nada le puedo decir a Xuan Cándano que le sea útil para su libro (yo pasaba por allí y de mis desventuras ya he hablado demasiado), pero él a mí me informa de muchas cosas que no sabía. Una de ellas es que, si estuve en la cárcel y me trataron como me trataron, fue porque una persona  me acusó a mí directamente de ser quien había puesto la bomba en la cafetería. Me pregunta Xuan Cándano si, una vez en libertad, hablé con esa persona que, “bajo torturas y malos tratos, sin duda”, me delató con falsedad, y si me dio alguna explicación. Colaboré en alguna de sus revistas literarias. No hablamos nunca de ese asunto. Años después, con motivo de un comentario poco favorable sobre una exposición de poesía visual en la que participaba, me escribió cartas insultantes. Luego ya no tuve ninguna relación. No sabía hasta ahora que gracias a él podía haber sido uno de los últimos ejecutados del franquismo. Menuda broma.

Pero es agua pasada. Yo hace tiempo que he pasado página de lo que pasé en aquellos días.

            Otra cosa que preocupa más de lo que me cuenta Xuan Cándano. Me da el nombre de los dos jóvenes que colocaron la bomba, uno de ellos de la misma edad que yo y ahora prestigioso filólogo en no sé que institución. “La policía no tuvo tiempo de actuar contra ellos, porque llegó la amnistía, pero sus nombres están en el sumario”.

            Y yo quedo aterrado ante una amnistía, concedida en democracia, que deja impune un atentado que costó la vida a más de una docena de personas y heridas, muchas de ellas graves, a cerca de un centenar. ¿No tienen derecho los familiares de las víctimas a saber lo que pasó y a que los culpables sean castigados? No, no tienen ningún derecho, a esas víctimas no se les puede sacar ningún rendimiento político.

En Argentina se revocó la amnistía que amparaba a los militares porque hay crímenes que no pueden ser amnistiados. Aquí, borrón y cuenta nueva ante un vil asesinato indiscriminado. Debería anularse esa amnistía para que no amparara más que delitos políticos: asociación ilegal, propaganda, cosas así... Y por otra parte, aunque yo no soy jurista, creo que sería posible poner en cuestión su aplicación al atentado de la calle del Correo. ¿Tuvo motivación política? De sobra sabemos que sí, pero hasta 2018 en que lo reivindicó ETA ninguna organización política se declaró responsable. Era obligación de la justicia llegar hasta el final y luego, en el juicio, si se demostraba que los asesinos formaban parte de una organización “política”, y actuaban a sus órdenes, aplicarles esa ley de amnistía.

            Tan vergonzosa, esa sí, como la que amparó a los militares argentinos. ¡Media España –es un decir-- se echa a la calle por la posibilidad de que queden impunes quienes quemaron contenedores durante los disturbios del procés y nadie dice nada porque unos asesinos siguieran tranquilamente su vida sin molestia alguna. En la Wikipedia están sus nombres. Y también los de las víctimas, los de quienes, tras un primer momento de exaltación y lágrimas de cocodrilo, nadie se volvió a acordar: Antonio Alonso Palacín, mecánico , había contraído matrimonio seis días antes; María Jesús Arcos Tirado, esposa del anterior, trabajaba como telefonista… No sigo, me salpica el dolor. Quizá ahora, cuando se van a cumplir cincuenta años de aquel siniestro atentado, haya llegado el momento de hacerles justicia.

Jueves, 9 de noviembre
POR FIN

Ya tenemos pacto. Qué alegría. Pero la violencia sigue. Violencia en las calles para protestar contra los que utilizaron la violencia en las calles para protestar. Ya lo dijo Machado: el ser humano “es una bestia paradójica”. Esperemos, por el bien de todos, que el rebaño rojigualdo, como antes el estelado, sea devuelto al corral antes de que la sangre llegue al río. 

Viernes, 10 de noviembre
IMPUNIDAD

Me dice Xuan Cándano que me pasará el material que encuentre sobre mí en el sumario. No creo que haya nada en mis declaraciones que pueda avergonzarme. Yo no delaté. Y no es que presuma de héroe: es que no sabía nada de aquel infame asunto. Otros, bien que hablaron (“No te hagas el valiente, que la jefa, la Tupamara, fue la primera que lo cantó todo”). Y hubo quien acusó en falso. No le guardo rencor. Peor consideración me merecen los que dieron carpetazo al asunto.



 

11 comentarios:

  1. “Y yo quedo aterrado ante una amnistía, concedida en democracia...” JLGM

    Lo que de verdad aterra, José Luis, es escuchar decir a un exprofesor universitario que en octubre de 1977 España era una democracia... ¿Pero no habíamos quedado en que la actual democracia comienza en 1978 con la promulgación de la Constitución? Y luego dicen de la Logse...

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    1. Qué bobada. Y perdone que sea tan preciso.

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    2. Su falta de precisión querrá que le perdone, José Luis. Y su escasa finura (sin miramientos personales y ateniéndonos al texto, constitucional en este caso). Dime de qué presumes...

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    3. Amén, «tiburón»... Pero como sigas en este plan (gracias por volver al tuteo), esto va a acabar pareciendo más una biografía de Villena que un blog politic-literari...

      https://www.youtube.com/watch?v=_tigIxtdCtA

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  2. La Ley de Amnistía entró en vigor el 17 de octubre de 1977; las primeras elecciones democráticas, tras décadas de dictadura, se celebraron el 15 de junio del mismo año, si no recuerdo mal. No sé muy bien, Martín, de dónde sale cierta gente que pulula por aquí, pero los hay que parecen auténticos fantasmas recién salidos —o no— de tus Navidades pasadas.

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    1. Progresas adecuadamente, Alejandro... Pero todavía no distingues bien entre antes («primeras elecciones democráticas» de 15 de junio de 1977 con Ley de Censura) y después (1 de diciembre de 1977). A ver si con unos tutoriales de repaso...

      https://www.youtube.com/watch?v=S0zKNHwZgTg

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    2. Alejandro Lérida, sé que no haces falta, pero si puedes no pierdas el tiempo con "Amelia".

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  3. En Canarias el franquismo no pudo prohibir los carnavales. Se limitaron a cambiarle el nombre: Fiestas de Invierno.

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  4. Ay, Martín, duro negociador dices: se lo ha concedido todo, y lo que no le ha concedido de manera directa se queda en puntos suspensivos (la autodeterminación), y la ley de amnistía que aprobarán será mas beneficiosa para el independentismo que la que presentaron en 2021 los de ERC. Duro negaciador. Les ha concedido todo, dispuesto a concederle todo. A nada de lo que le han pedido ha dicho no. Duro negociador. Me encantaría saber, ya que ya sabemos las condiciones del pacto, dónde ves lo de duro negociador.

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  5. Quien concede todo, no espera días y días para concederlo. Yo lo dije cuando todo estaba en el aire. Lo estuvo hasta el último momento. Es muy fácil hacer profecías a toro pasado. Podría no haber habido pacto, podía haber habido elecciones y en eso confiaron hasta el último minuto los tres partidos que cortejan la ruptura de la democracia: el PP, Vox y el Partido Judicial.

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