Viernes, 19 de abril
OTRAS SON LAS TRAGEDIAS
Cada viernes, a partir de las siete de la tarde, desde hace
casi cuarenta años, aún seguimos reuniéndonos unos cuantos amigos para
charlar de todo lo divino y lo humano, como se decía antes, y nunca mejor
dicho, porque la Teología y la astrología son dos de mis entretenimientos
favoritos.
Esta tarde
se hablaba del incendio de Notre Dame, entre otros tópicos del momento, y yo
dije:
––No fue
una tragedia, fue un espectáculo. Una tragedia es que arda un piso en cualquier
suburbio y que muera una anciana o una familia o que muera un bombero tratando
de sofocar el incendio.
––¿Y a ti
no te importa que se destruya una obra maestra de la arquitectura y un montón
de reliquias?
––Reliquias
más falsas que Judas, en la mayor parte de los casos, como esa corona de
espinas que al parecer se salvó en el último momento. ¡Cuánto se han
aprovechado algunos de la credulidad de las gentes! Se habla mucho ahora de las
fake news. Sin fake news, cierto, Trump no sería presidente, pero tampoco la
iglesia católica sería la poderosa multinacional que es.
––¡Irreverente
estáis!
––La torre
de la catedral de Oviedo no es del siglo XVI, sino de los oscuros años cuarenta
del pasado siglo. La aguja que se
derrumbó en Notre Dame no era precisamente del siglo XII, sino del XIX, como la
mayoría de las fascinantes gárgolas que desde lo alto de sus torres vigilan el
cielo de París. Nada que pueda solucionarse con dinero es una tragedia. Los
generosos mecenas que han puesto dinero para que vuelva a ser como era, o
mejor, cuanto antes, recuperarán su inversión, que tiene más que ver con el
lavado de imagen de sus oscuros negocios que con el amor al arte. Notre Dame es
una máquina de hacer dinero. Basta subir un euro el precio de las entradas, que
ya están solicitándose por adelantado.
Sábado, 20 de abril
UN JARDÍN
En él se come durante el verano, se tiende la ropa, se
arrancan las malas hierbas, se medita, se pasea. Es en él donde se entierra a
quienes han fallecido, se recoge miel, se cosechan manzanas y peras y donde
cada día la hermana Ruth va a buscar las flores que sirven para adornar los
altares de la iglesia.
El jardín
del monasterio Mariazell-Wuemabach, en el extremo superior del lago de Zurich,
no es especialmente grande ni se ajusta al modelo tradicional, pero está lleno
de vida. Yo me los encuentro en las páginas de un libro, Los jardines de los monjes, de Peter Seewald y Regula Freuler, y
paso en él la tarde melancólica de este sábado en que a uno le apetecería estar
lejos, muy lejos del mundo, pero sin dejar de estar en el centro del mundo que
de verdad vale la pena.
Lunes, 22 de abril
CASI INSUPERABLE
Día de desencuentros con la gente que uno quiere, los peores
desencuentros. Y carta de Miguel d’Ors en la que acepta mis tardías disculpas
por lo que dije en uno de mis diarios –yo había olvidado en cuál, él me precisa
que en Fuego amigo, del 2000–, aunque
no por eso deja de considerarlas “de una miseria moral casi insuperable”.
¿Qué habré
dicho? Cualquier torpeza. No me atrevo a revisar el volumen para comprobarlo. Ya
se sabe que las ofensas que uno hace, aunque sean involuntarias, se olvidan
primero que las que recibe.
¡Una
miseria moral casi insuperable! Ahí es nada.
Pero
cristianamente acepta mis disculpas y perdona, aunque no olvida. Me alegran sus
palabras, a pesar de lo de la miseria moral, que me deja un poco estupefacto,
todo hay que decirlo.
Yo nunca he
dejado de admirar al gran poeta que descubrí en las páginas de la revista Poesía española allá por los primeros
años setenta.
Martes, 23 de abril
TODOS LOS DÍAS
––Tú, con tal de llevar la contraria –me dice un amigo–,
eres capaz de comprar libros todos los días, menos el día del libro.
––Qué bien
me conoces.
Miércoles, 24 de abril
UNA PERSONA ENCANTADORA
En la comida del Palacio Real, más concurrida que de
costumbre, me toca sentarme entre Carmen Posada y Blanca Berasátegui. A nuestro
lado está Eva García Sáenz de Urturi, de quien yo ni había oído hablar y que
resulta ser una de las novelistas más vendidas de la actualidad. Con su Trilogía de la Ciudad Blanca va ya por
más de un millón de ejemplares (no sé yo si Juan Marsé alcanzará esa cifra con
todas su novelas juntas, incluida la peor, que fue premio Planeta).
La Ciudad Blanca
es Vitoria y, según nos cuenta Eva, gracias a sus libros se ha multiplicado por
cuatro el turismo y ya hay rutas que recorren los lugares en que se sitúa la
acción de sus novelas. Y aumentarán las visitas cuando se estrene la película
de Atresmedia El silencio de la Ciudad
Blanca, dirigida por Daniel Calparsoro y protagonizada por Javier Rey y
Belén Rueda.
Los
escritores exquisitos tendemos a mirar por encima del hombro a los bestselleristas, como si serlo estuviera
al alcance de cualquiera. Por mi confidente particular, el teléfono móvil, me
entero de qué va esa exitosa trilogía: asesinatos rituales, restos
arqueológicos, leyendas ancestrales, un joven inspector experto en perfiles
criminales y con drama familiar incluido, una subinspectora con la que mantiene
una complicada relación… Todo eso me suena, y mucho. Es el esquema de Asesinato en La Rochelle, Asesinato en Saint
Malo y cualquier otro episodio de la serie de France 3, con la colaboración
de la televisión belga, que yo veo a veces para desconectar antes de irme a
dormir. Me gusta por los escenarios, sobre todo cuando reconozco lugares que he
visitado. De la intriga, me desentiendo antes de que llegue al final.
No está al
alcance de cualquiera ser escribir de best
seller, pero no sé yo si me decidiría a escribir una entretenida novela de
quinientas páginas, aunque me garantizaran que se iba a vender mucho. Seguro
que me aburriría antes de terminarla, como me aburriría de leerla antes de
llegar al final. En este tipo de libros, soy de los que prefieren ver la
película o la serie de televisión. Se acaba primero.
Enfrente de
mí, está otra escritora, Ayanta Barilli, que al parecer acaba de regresar de un
viaje a Irán junto a su hija, y que también vende mucho y de la que no he oído
ni hablar (luego me entero de que es hija de Fernando Sánchez Dragó,
colaboradora de Jiménez Losantos y finalista del Planeta). A quien sí reconozco
es a Boris Izaguirre, sonriente, encantador y feliz. Le comento que me gustó
mucho la crónica que hizo del primero de estos encuentros, en el que
coincidimos. “Además de un personaje, es un excelente escritor”, le digo a
Alejandro Garmón Izquierdo, el joven poeta que me acompaña.
Yo no soy
de los que desprecian a los escritores que venden mucho, pero tampoco los
envidio demasiado. A fin de cuentas, para ganarme la vida tengo un trabajo más
agradable. Y que no requiere dedicarse al chalaneo y a la promoción, dos
actividades que detesto especialmente. Soy incapaz de andar por ahí diciendo lo
bueno que es mi último libro, aunque lo sea.
Durante el
café en el Salón Chino, tengo ocasión de charlar con gente más de mi mundo. Por
allí anda mi admirado Enrique García-Máiquez, católico, apostólico y romano, pero
también generoso, inteligente y cordial. “Me alegra ver por aquí a los viejos
republicanos –me dice–, acabaréis todos cayendo del guindo”. “Hombre yo,
monárquico, precisamente monárquico, no soy. El rey de España que prefiero es
Amadeo de Saboya, elegido por el parlamento, y al que unos y otros hicieron la
vida imposible. Pero siento afecto por Felipe de Borbón. La culpa la tiene
Graciano García. Me ha hablado tanto de él, que ya es como de la familia. En
cierto modo, le he visto crecer. Siempre supe que era una persona capaz y
cabal, y eso es lo que importa. De su padre, no habría aceptado ni agua.
Importan las personas, no el título que llevan”.
“No
necesitas disculparte tanto”, me dice que Martín López-Vega que también anda
por allí. “Tú vienes porque te encantan los fastos monárquicos, yo por razones
de trabajo. Por cierto, para la feria del libro sale mi poesía completa. Espero
que cumplas tu palabra y no la reseñes, que de sobra sé lo mal que tratas a tus
amigos”.
Discutir un
poco con Javier Gomá, el director de la fundación Juan March, es una de mis
ocupaciones favoritas en estas sobremesas. “Diré a los de Pre-Textos que te
envíen mi comedia, que este domingo anticipa El Mundo, seguro que te va a gustar. ¿Tú has publicado algo?”, “Un
libro que se distribuye a principios de mayo, pero no lo leas, seguro que te va
a irritar”, “¿Hablas de mí?” (ese es el tema que más importa a cualquier
escritor, por mucha filosofía de la ejemplaridad que practique), “No, no, de
nuestro anfitrión –digo bajando la voz charla en el corrillo de al lado–.Y
tampoco es que hable mal, discrepo solo de cierta acción política suya poco
acertada”.
La verdad
es que la irritación ya se me ha pasado. Vivimos entonces momentos complicados,
que no tienen solución fácil, y no siempre se puede acertar. Yo le veo ir y
venir entre los invitados, siempre atento y cordial, acercarse a acompañar a
Luis María Anson, que está derrengado y solo en una silla (ya parece que no es
el hombre poderoso de antes), despedirse cordialmente al final de la velada (la
reina desaparece antes) y pienso –pero no se lo digo a nadie, no quiero pasar
por un adulador– que es una suerte que esté ahí en estos momentos complicados.
“Bueno, le
digo a Javier Luzán, no estoy muy seguro de que no hable también de ti en mi
libro, creo que algo digo a propósito de un artículo en el que afirmabas que la
prosa española era chabacana y vulgar por seguir el ejemplo de la picaresca y
no el de de Fray Luis de León, para ti nuestro mayor prosista, superior a
Cervantes”. “¿Yo dije ese disparate?”. “Lo dijiste o lo diste a entender en dos
páginas de Babelia”. (Ya tengo
asegurado un lector para mi libro: yo también se vender.)
“No he
leído ni un poema suyo –me dice Luis Alberto de Cuenca señalando a la Premio
Cervantes, escoltada por Vargas Llosa–.¿Qué tal poeta es?”, “Una persona encantadora –le respondo–. Quién
pudiera llegar a su edad con esa energía y esa cabeza”.
Jueves, 25 de abril
CON RAZÓN
No he tenido mucha suerte en mis intentos de reconciliación.
Con Villena ni lo he intentado. ¿Para qué? Volvería a enfadarse en cuanto le
comentara su borrosa colaboración en La
figura escurridiza, el reciente homenaje a Juan Bonilla.
Escribí a
nueve amigos perdidos, contestaron menos de la mitad. Dos se limitaron a decir
secamente “gracias”, otro habló de mi miseria moral, ninguno dio muestras de querer
reanudar la antigua relación.
Y es que
mis delitos son de los que no prescriben: reseñas poco elogiosas,
indiscreciones en el diario, que incluso han roto matrimonios o eso dice Andrés
Trapiello.
Además, por
muy sinceras que sean mis disculpas (y lo son, sin duda), quizá sospechan que
no hay verdadero propósito de enmienda. Y me temo que con razón.
Anda y que te ondulen
ResponderEliminarcon la permanént
Debe ser duro tener amigos a quienes una les cuenta confidencias y luego van y las largan, sin permiso, en un diario abierto. Pienso en usted o en el señor Trapiello y me digo "¡qué especímenes!". Yo ni en pintura querría tener trato con quien así actúa.
ResponderEliminarHay que ser muy tonto para contarle algo que uno no quiere que nadie sepa a quienes publican un diario íntimo desde hace treinta años. A mí jamás se me ocurriría hacer una cosa así. Claro que esos amigos, tan amigos, a lo mejor ni siquiera le leen a uno o no saben que uno publica notas confidencias todas las semanas. Yo, lo que no quiero que nadie sepa no se lo cuento a nadie.
EliminarSon como discípulos aventajados (y anticipados) de Villarejo
ResponderEliminarNo sé si serán más aventajados que el gran Trapiello, solo se que sigo a expensas del voto y la vota de los españoles y españolas, aunque me inclino por lo que decida Mónica Oltra, referente paleta para los miles de paletos que democráticamente influyen en nuestro futuro.
EliminarVolviendo al tema inicial, ¿qué pasó con la torre de la catedral de Oviedo en 1934? ¿Quizá podrías ilustrarnos un poco? Saludos 😊
ResponderEliminarMe recuerda a cuando Juan Manuel de Prada pidió ayuda a Trapiello (creyéndole su amigo) para que le aconsejara en la compra de un piso, y luego Trapiello (en sus diarios) lo contó en plan chismoso y cotilla, sacando incluso a relucir a la madre de Prada de forma un tanto ridiculizadora. No es ético, no es digno, no es correcto... y lo sabes.
ResponderEliminarHay que fastidiarse con esa multinacional católica(con sucursal en España...¿cómo no?
ResponderEliminarCada vez que pienso que por intercesión de la Iglesia Española no le dieron el Nobel a Galdós...
Hablando de Trapiello, curioseo en su blog y descubro que en su última entrada recomienda vivamente leer el artículo de Azua que "razona" la conveniencia de votar a Ciudadanos.
ResponderEliminarQuien le iba a decir a Andresito, cuando militaba furiosamente en aquel siniestro PCe, que años más tarde se acostaría con la puta diablesa.
Felicidades, va ganando la sensatez. La poca que queda.
ResponderEliminarEn eso de los secretos, estoy contigo. Si alguien no puede guardarlo para sí, que n obligue a otro a guardarlo.
Sobre Villarejo; a su manera el nuevo Galdós. La historia está en esas grabaciones. Creo que te toca ahora hablar menos de ti mismo y más de política. ¿Qué comieron en la cena del Rey?
Amigo Jesús Castellano, no fue cena, sino comida en plan tapas, más bien excasita, y eso me gusta: a las comidas en el palacio real hay que ir comido, o tomarlas como aperitivo. En las ilustraciones del blog, he sustituido la carta de d'Ors en la que habla de mi miseria moral, por el menú.
ResponderEliminarY me sorprende que en un diario que se titula "Revelación de secretos", me echen en cara los comentaristas anónimos que cuente secretos. Más bien se esperaría que me acusaran de los contrario: aquí, secretos pocos; sentido común (no en los comentarios), creo que bastante.
Excasita: escasa y exquisita (neologismo, no falta de ortografía, anónimos).
ResponderEliminarSi sólo fuera en las cenas palatinas... Casi toda la cocina que llaman Nueva Cocina X tiene la tendencia de ser excasita. El neologismo hará fortuna porque tiene actualidad, gracia y abunda en las mesas.
ResponderEliminarDice bien el Anónimo sobre la recomendación descarada de Trapiello de que se votase al primo de Rivera, pero es casi lo de menos y se podía esperar. Hay mucho más. Si se quiere conocer bien quién es y qué es hoy Trapiello, su actividad principal, hay que leer todas las entradas de su blog de la semana anterior al 28-A. No voy a hacer ningún comentario, porque no hace ninguna falta. Se comenta solo.
Lo que hace el sectarismo, señor. Hoy, Trapiello es lo que lleva siendo muchos años, un excelente escritor, y "su actividad principal", obviamente, sigue siendo ésa (¿de verdad alguien que no sea un sectario puede creer que, dada la calidad y volumen de su obra escrita, "su actividad principal" puede ser otra que escribirla? ¿O es que piensa alguien que se escribe sola?).
EliminarAparte de eso, y como cualquiera, es también otras cosas; entre ellas, una persona con opiniones políticas. Que no coinciden con las mías, pero que respeto. La crítica mayor que les hago, a él o a Félix de Azúa, es que, en su afán de descalificar como sea al PSOE en general y a Pedro Sánchez en particular, pasan como sobre ascuas por las amistades, o las tolerancias, que sus queridos C's se han permitido exhibir públicamente con Vox, para mí infinitamente más criticables.
Pero, aunque crea que se equivocan claramente en eso, tienen todo el derecho a su opción, completamente legítima y democrática. Quien piensa en cambio que sólo la suya lo es, ése sí que da muestras de no conocer, de la democracia, ni los rudimentos. Aunque no sea "primo de Rivera"; quizá con esa actitud lo sea de cosas no mejores.
Dije que no haría comentarios, ni falta que hace. Aún así, ha tenido que saltar algún guarda pretoriano, muy agradable él, muy al acecho, a calificarme de sectario. Qué majo.
EliminarEn cuanto a la "actividad principal" del excelente escritor, cada uno la deduce según la perspicacia que le dieron Dios y el diablo, y hay división de opiniones. Yo creo que la principal es política, y creo también que no separa ya la política y la literatura. Hace política (sobre todo) mientras escribe y al revés. Y esto tiene muchas caras. Hacer uso del prestigio para intentar colar la bobada del "golpe de Estado". Trabajar para que los políticos encarcelados sigan en el dique seco. Caldear el ambiente para armar gresca si vienen indultos o sobreseimientos. Desprestigiar a las opciones políticas de izquierda. Lo ha hecho con Sánchez, haciendo escarnio de su tesis. Lo ha hecho con Podemos, con argumentos de pata de banco. En general, la actitud política del excelente escritor es primaria, grosera, sin matices, de un primitivismo que deja ver lagunas como el Pacífico y muy pocas lecturas. Es evidente que toca de oído. ¿Que tiene derecho a sus opciones? Obvio, no creo que nadie se atreva a dudarlo. Más dudoso es que tenga derecho a despreciar o a calumniar a los adversarios. Pero ya sabemos de quién estamos hablando, y si no, que nos recuerde Marimar, segundo comentario, la cosa tan bonita que le hizo a su odiado De Prada.
Es inútil, José es erre que erre y no se sofística demasiado en sus pobres argumentos cuando nos explica que Trapiello está en su derecho de cambiar de chaqueta sin arrugarsela. Supongo que como cualquiera. Y eso anula muchos renglones de su locuacidad. En su derecho, en cambio, no están los independentistas a ser independentistas.Jose se alimenta de wiki y se nos empacha radiando el Betis-Sevilla demostrándonos con pertinaz razonamiento que el Numancia es mucho mejor.
EliminarNo cabe duda de que, comparados con éstos a los que respondo, mis argumentos carecen de toda sofisticación. No es demérito de ellos, de mis argumentos, sino mérito de éstos, tan increíblemente sofisticados.
EliminarCierto que se me atribuye en ellos una opinión que no sólo es falsa, sino disparatada: los independentistas están en su completo derecho de serlo, y de hecho así ocurre y lo siguen siendo, en número no pequeño y a voces todavía mayores, desde hace mucho tiempo; y la ley les ampara para serlo, lo que me parece perfectamente bien.
Recordar a mi sofisticadísimo amigo que los políticos catalanes ahora juzgados no lo están siendo por su condición de independentistas, tan legal como legítima, sino por sus ACTOS, que es de temer no sean ni una cosa ni otra, es demostradamente inútil.
Como ya recordé aquí, esa opinión mía coincide sin ir más lejos con la de Amnistía Internacional, quien en su último comunicado al respecto, de octubre pasado, dice literalmente esto: "Los actos cometidos por los altos cargos catalanes en el ejercicio de sus funciones oficiales para celebrar un referéndum ilegal no estaban protegidos ni por el derecho a la libertad de expresión ni por ningún otro derecho humano establecido en el derecho internacional". (La redacción un tanto pleonástica es del original).
Decir eso, supongo, supone por parte de AI ser primarios y groseros, alimentarse de wiki, y sabe Dios cuántos horrores más. NO SUPONE, en cambio, sostener con toda legitimidad un punto de vista distinto del de mis anónimos amigos, por la excelente razón de que eso no es posible: toda la legitimidad, toda la razón y toda la democracia están de su parte, y a los demás sólo nos queda la wiki, la falacia y, supongo, el resentimiento por su Incontestable Superioridad.
Unos tanto, y otros tan poco. Qué le vamos a hacer: así es la vida.
Jose, vale, se saltaron la ley. A ver qué pasa ahora. Panorama algo distinto. Pero no era Cataluña lo principal. Era Trapiello. Vamos a aceptar que es mala persona (yo no lo sé), pero eso no significa que sea mal escritor. Yo por lo que conozco es bueno y muy bueno. Sabe decir lo que quiere decir. Y punto.
EliminarJose tiene muchas cosas buenas, como lo educadito y legalito que es y que le guste tanto salir voluntario a subir nota. Pero lo más diver de este chico son las traiciones que le hace el subconsciente. Dice hoy hablando de Trapiello que "en su afán de descalificar como sea al PSOE en general y a Pedro Sánchez"... Etc.
EliminarPero "descalificar como sea" quiere decir descalificar por cualquier medio, legal o ilegal, justo o injusto, decente o indecente, legítimo o ilegítimo. Joder, ¡si resulta que Jose piensa de Trapiello mucho peor que yo! Yo estoy seguro de que Trapiello no actuaría "como sea". Creo que se detendría ante ciertas acciones, ya muy gordas.
Ay, ay, Jose, qué cerquita estamos en nuestras apreciaciones. Para qué armar una zapatiesta si al final caminas por la misma vereda que yo pateaba en mi primera salida. "Anda, anda, ve y no peques más". Y a ver si un día de estos nos tomamos unos riojas.
Yo conozco personalmente a Trapiello desde hace más de 20 años. Es una excelente persona; y sé de lo que hablo.
EliminarCastellanos, incurrir en un juicio a Trapiello me parece inaceptable, máxime privando de sonido a su voz.
EliminarJosé, conocer a Trapiello desde hace veinte años (20 años),no es tanto, se los juro
EliminarAgradezco a mi no tan anónimo contertulio su inmerecida buena opinión sobre mis modales; si todos fuéramos algo mejor educados se evitarían muchas crispaciones inútiles, y la convivencia mejoraría un montón. Pero no creo que cualquier persona mínimamente objetiva pueda pensar que esa respuesta mía supone armar "zapatiesta" ninguna, ni era tal mi intención; sólo la de exponer mis ideas, cosa que supongo no estará prohibido.
EliminarY efectivamente supongo que ante unos vinos (aunque yo no bebo alcohol) nos entenderíamos sin demasiados problemas. Conozco a gente muy tratable en todos los rincones del espectro político, desde Vox hasta el más acérrimo izquierdismo; y creo de veras que la mayoría, ante unos vinos, diríamos menos barbaridades, y nos llevaríamos más que razonablemente bien.
Anónimo, qué crees, que el escritor mentado no está leyendo todo esto? Con lupa. Pero no es más que un ejemplo de presunta mala persona que es buen escritor. Y eso es lo que importa. De buenas personas está el aburrimiento empedrado.
EliminarMuy bueno, buen Jesús.
EliminarO sea, que según Jose, el escritor Trapiello es una "excelente persona" que sin embargo muestra un "afán de descalificar como sea al PSOE en general y a Pedro Sánchez en particular".
ResponderEliminarPues guárdenme todos los santos del Cielo y de la Tierra de "excelentes personas" de esa naturaleza.
Y de paso que protejan también un poco la cordura de Jose, que debe creer que ser una persona excelente consiste en ayudar al ciego a cruzar la calle.
Besos a todas y a Martín.
Hay aquí, en este mismo foro, personas que, en función de sus convicciones políticas, descalifican sin ningún problema, y en términos bien rudos a veces, a quien no las comparte.
EliminarA mí mismo me han llamado aquí de todo, hasta llegar a decir literalmente de mí, no más que por eso, por no compartir las de algún interviniente (que ni siquiera me conoce), que soy persona cuyo solo trato "contamina y degrada".
Si uno fuera tan exigente en eso como aquí se muestra EVS, ¿qué no tendría que decir, y aun que pensar? La pasión política (como la pasión por el fútbol, o cualquier otra) calienta bocas con demasiada facilidad; no hay que dar a eso más valor que el que tiene.
Creo que ya está bien de ocuparse de un reaccionario como Trapiello y convendría echar una ojeada a cosas más importantes que están pasando ahora: en Venezuela parece que se ha perpetrado un amago de golpe de estado, con milicos de clase de tropa que se dejan retratar, apretaditos, detrás del farsante Juan Guaidó. Mientras estos hechos desgraciados suceden, a nuestro esperanzador premier, don Pedro Sánchez, no se le ocurre sino salir a los medios a reiterar que reconoce como presidente legítimo a este títere criado a los pectorales de la CIA. Eso sí: pero que no corra la sangre. Hipócrita el muchacho...
ResponderEliminarSi este es el mandatario en quien hemos de depositar la esperanza de un cambio drástico en la pocilga nacional, jodidos parece ser que vamos yendo. Fue el primer dignatario europeo que reconoció al impostor, lo que no deja de ser un dudoso honor. Vergonzoso.
Sangre, tortura, cárcel y exilio parece que acechan a la acosada república bolivariana aquella... Algún cargo de hipotética conciencia habrán de tener aquellos que justifican (en un extraño modo de entender la democracia) semejante agresión, tamaño crimen. Por aquí pulula alguno...
PD.- Recibo con regocijo el nuevo Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, concedido al Museo del Prado, en reñida disputa con el Cañón del Colorado y las Pirámides de Egipto. Y es que había que dar lustre a lo nuevo necesitado de una ayudita. Toreros.
Le sobra razón, lúcido señor F. ¿A qué dar tanta cobertura al paliza de Andrés T? Está a resguardo y bien protegido, siempre cerca de la marquesina (vale, ya sé que el chiste es muy malo). Mejor ocuparse de Martín, que escribe diarios amenos, animados y disfrutables, y además sin álgebra, sin aquel gossip de Dijo X que le visitó Z y le contó que Y....
EliminarTambién acierta respecto a Venezuela, que va a ser enseguida un escenario vital en la pelea para que los EEUU no muevan a su antojo el ajedrez del mundo. Está cantado que Sánchez decepcionará a miles de sus votantes. Le da igual, porque falta mucho para otras elecciones. Pero es claro que una cosa es ser antifranquista antivox, y otra muy distinta estar por la democracia y la libertad de las naciones, libres de intervencionismos pseudo-humanitarios.
Muy bien, joven Claudia, la imagino fea, cursi y antipática, como imprime la iglesia a sus pobres acólitos.
EliminarUn comentario penosamente machista, típico de quienes van diciendo, todos convencidos, ¿machista yo? De la falta de argumentos no digo nada, para qué. Y conste, por si alguien tuviera dudas, que mis ideas en nada se parecen a las de Claudia.
EliminarVeo que de nuevo los comentaristas habituales vuelven a este espacio para ocuparse de sus obsesiones. Me alegro. Pero estoy de acuerdo con Claudia Cillero: demasiado Trapiello, ¿no os parece? Y demasiado poco... no diré quién, dada mi conocida falsa modestia.
ResponderEliminar(F., también a mí, votante de Pedro Sánchez, me indigna lo que está pasando en Venezuela, pero desahogarse aquí sirve de poco.)
Solo falta recordar el patinazo ante la recalcitrante mitificación de Cuba, asunto ya no tan guay. Hacia el sandinismo casposo y sus escandalosos atropellos actuales de los derechos humanos se impone el silencio hipócrita. Y ahora algunos pretenden blindar la actual democracia bolivariana rendidos a la histeria victimista. En fin, los viejos rockeros nunca mueren. Y los snobs ya no digamos.
EliminarQué bobada, Esteban Ayala. 1/ La mitificación de Cuba terminó en los años setenta, con el caso Padilla. 2/ El actual Daniel Ortega tiene tanto de sandinista (pregúntale a Ernesto Cardenal) como el actual Alfonso Guerra de azote de la derecha, y 3/ ¡Menudo blindaje el de la democracia bolivariana cuando cada dos por tres se intenta un golpe de Estado contra ella con el apoyo claro de Trump y el un poco disimulado de la Unión Europea!
EliminarDespués de tan profundos argumentos estaré tambien atento a lo que opinan los Bardem y algunos intelectuales como Miguel Ríos o Alejandro Sanz, quien mientras meditaba sobre el futuro de los pueblos oprimidos se hizo instalar en su despampanante mansión de Miami un montaplatos para que las hamburguesas le subieran directamente desde la cocina a su dormitorio. Pero si hace falta encender los mecheros en un acto de hermandad, se encienden, oiga, no voy a ser yo menos demócrata ni que él ni que Joan Báez o el "homosexual independentista" Llach.
EliminarComplicada situación la de Venezuela. Mucha gente huyendo, mucha gente pasando estrecheces. Y Rusia y China aprovechando la alianza con Maduro, parándole los pies a Trump. Y la Unión Europea... ya vimos el desliz de Sánchez poniéndose del lado del golpista. En España es menos complicada la cosa, por ahora, pero ya me está dando mala espina la pretensión de Podemos de entrar en el gobierno. Lo de Casado, vamos a ser bien pensados y decir que rectificar es de Sabios. En fin, el mundo sigue girando.
EliminarHe borrado tres o cuatro anónimos faltones por el estilo del que aparece un comentario más arriba (pero más insultantes). Lo seguiré haciendo, que no se moleste ese pertinaz trol en seguir intentándolo. Que busque otro acomodo.
ResponderEliminar"Una miseria moral casi insuperable", o insuperable sin más, me parece a mí pasarse semanas en arengas y soflamas acerca de las manos manchadas de sangre de una persona pacífica sólo porque platicó con independentistas no menos pacíficos. Eso sí.
ResponderEliminarPero esta se podría rotular la Semana del Alivio, muchos "uff", muchos suspiros relajados de los que temían que Los Ecuestres tomaran el Parlamento y lo llenaran de medievalismo, correajes y relinchos. Quedaron nomás en veinticuatro, y aún estos 24 son forzados y por encima del techo natural. Lo digo porque recibieron campaña gratis total (y suicida) de ambos desaforados líderes derechistas, que han hecho suyas la desmesura y la locuacidad grandilocuente, belicosa y vacua de los Ecuestres, ya saben, las manos ensangrentadas, el Descubrimiento, el romper España, el Sanchez es ETA y demás flatus vocis. (Cuando dicen "romper España" solo piensan, con mentalidad de terratenientes, en el suelo, el mapa, las hectáreas. Nunca en los españoles desahuciados o con sueldos de miseria. Estos deben ser irrompibles). Total, que sin el empujón de regalo, quizás estuviésemos por los 18 Ecuestres. Hasta ahí daban de sí los A Por Ellos. Pues sí: uff.
La "fábrica de independentistas" del Estado se confirma con los resultados en Euskal Herria y Catalunya, donde la derecha centralista es barrida, pero es de suponer que las instituciones seguirán con paso firme y marcial hacia el abismo, hasta que consigan alumbrar una primavera de Praga ibérica. Porque ya sabemos que "la ley es la ley", y no tiene nada que ver con las aspiraciones ciudadanas.
¿Y el juicio a los catalanes? Se ve ahora obsoleto, anacrónico, demodé, una antigualla del siglo XIX, y uno se palpa y se pregunta "pero qué rayos pintan estos jueces aquí".