sábado, 9 de septiembre de 2017

Acción de gracias: Tengo la solución


Domingo, 3 de septiembre
AZORÍN SALE EN APOYO DE PEDRO SÁNCHEZ

Si por mí fuera, me pasaría el día hablando de política, discutiendo con este y con aquel, tratando de demostrar –mi deporte favorito, como me gusta repetir– que yo tengo razón y que mi interlocutor está equivocado, pero comprendo que eso resulta bastante aburrido para los demás.
            Para no pensar en la que se avecina, abro un viejo libro que no había vuelto a releer desde la adolescencia: El licenciado Vidriera visto por Azorín. Está dedicado a Francisco Giner de los Ríos, “maestro que ha dejado tras sí un reguero de luz”. Comienza como un cuento, “Pues, señor, una vez era un rey…”, y yo me dejo llevar por su minimalismo poético a otro mundo mejor.
            Pero de pronto algo me hace descender de la nube. Uno de los capítulos se titula “Las naciones de España”. ¿Cómo es esto, me digo? ¿Es que también Azorín quiere meterse con Pedro Sánchez.
            Leo: “¡Las naciones de España! Hablando Baltasar Gracián, en su opúsculo El político don Fernando, de las diferencias que hay para el gobierno entre Francia y España, dice que en Francia todo concurre para que la gobernación sea fácil, en tanto que en España muchas cosas la hacen difícil. ‘Los mismos mares, los montes y los ríos, le son a Francia término connatural y muralla para su conservación. Pero en la monarquía de España, donde las provincias son muchas; las naciones, diferentes; las lenguas, varias; las inclinaciones, opuestas; los climas, encontrados; así como es menester gran capacidad para conservar, así mucha para unir…’ En otro lugar (El Criticón, segunda parte, crisis III), Gracián habla también de esas naciones, especificando alguna, como la catalana”.
            O sea que el bueno de Pedro Sánchez no ha inventado nada, que de la España plurinacional ya se hablaba hace cien, hace cuatrocientos años. Azorín incluso se atreve a enumerarlas: “Las naciones de España: Castilla, Cataluña, Andalucía, Galicia, Vasconia. Todas tienen nuestro profundo amor. ¡Naciones de España! Bellas y queridas naciones”.
            Claro que eso es lo que leemos en la primera edición de El licenciado Vidriera visto por Azorín, de 1915, y en la segunda, de 1921, pero a partir de la tercera, de 1941, “las naciones de España” son sustituidas por “las tierras de España”.
            Españoles, Franco ha muerto, pero su idea de España –una, cristiana y con bases americanas– sobrevive.


Lunes, 4 de septiembre
MATÓN DE BARRIO

Cada uno es como es. A unos les relaja una tumbona en la playa, una cervecita, una novela digestiva y dejar pasar las horas. A mí lo que me relaja es una buena polémica, una de esas discusiones encendidas en las que se exaltan los ánimos y uno tiene ocasión de llamar al pan pan y al memo memo.
            Pero discusiones no de pareja, ni económicas, ni profesionales, discusiones como un juego en el que no se juega nada, una partida de ajedrez que solo tiene por fin pasar el rato, acorralar al adversario y demostrar quién es el más listo.
            Soy un poco bruto, ya lo sé. Algo tengo de matón de barrio que anda por ahí buscando gresca, aunque las mías no sean a puñetazos.


Martes, 5 de septiembre
NO TODO ES BASURA CURRICULAR

Sensación extraña la de esta mañana al asistir a una tesis doctoral sobre los diarios de Andrés Trapiello. Yo comencé a leerlos en 1989, antes de que se publicaran en libro, en las páginas de “Citas”, el suplemento cultural del Diario de Jerez que dirigían Juan Bonilla y José Mateos. Tantos años y tantos volúmenes después (veinte para ser exactos), le veo convertido en un clásico.
            En todo este tiempo, le he ido acompañando como crítico y como lector (debo ser uno de los pocos que ha leído todos sus libros) y, a intervalos, como amigo. Es difícil ser amigo de un escritor cuyas obras se comentan puntualmente en público. Lo que el autor espera de los críticos amigos es lo mismo que esperan las editoriales: un publicitario ditirambo, un acrítico encomio (más o menos lo que hace José-Carlos Mainer, y excelentemente, con los encargos de El País). Yo siempre he sido más bien impertinente: enumero minuciosamente los errores, o los que yo creo tales, y sintetizo los aciertos en pocas frases (a ser posible en una, o en media).
            La lectura de esta tesis, la primera que se le dedica, la veo como una entrada de mi generación en la historia literaria. Recuerdo –nos lo contaba Martínez Cachero– que la primera vez que en España se dedicó una tesis doctoral a un escritor vivo fue en 1950, cuando Carlos Bousoño se ocupó en la suya de la poesía de Vicente Aleixandre. Poco tiempo antes a él no le dejaron dedicar la suya a las novelas de Azorín y tuvo que ocuparse de un poeta decimonónico que le interesaba poco. Bousoño lo consiguió porque el director era un gran amigo del poeta, Dámaso Alonso. Se me ocurre pensar que Aleixandre tenía entonces cincuenta y dos años, mientras que Trapiello se acerca a los sesenta y cinco. O sea, que tampoco se apresuran a canonizarnos.
            Le cuento estas cosas, a la salida de la lectura, a mi amigo Miguel. “En tu caso especialmente, no se apresuran nada. Seguro que te fastidia bastante.”
            La verdad es que he sentido un poco de envidia escuchando a Eva Miranda Herrero, la nueva doctora, hablar de Andrés Trapiello. Resulta que, hace más de una década, el profesor de literatura, Javier García Rodríguez, les hizo comentar en clase un fragmento de uno de los primeros diarios. A ella le gustó tanto que buscó el libro, luego los otros volúmenes del Salón de los pasos perdidos y terminó dedicándole la tesis doctoral, una tesis hecha solo por amor: es profesora de Lengua y Literatura en un Instituto, no la necesita para su promoción académica.
            Pero no todo es envidia y melancolía, también siento un poco de alivio. Nada envejece más que los homenajes. Las pompas, fúnebres, y los homenajes, póstumos. Ese es mi lema.
            La verdad –no debería decirlo para no perder mi bien ganada fama de mala persona– es que me alegra esta tesis dedicada a Andrés Trapiello como si se le dedicara a alguien de la familia (y así es: de mi familia literaria), aunque –como ocurre en el caso de Miguel d’Ors y de tantos otros compañeros de guerras poéticas– ya no seamos amigos. Una suerte para él, por cierto: yo, por aquello de demostrar que soy más imparcial que nadie, con los libros de los amigos me muestro mucho más exigente que con los de quienes no lo son.


Miércoles, 6 de septiembre
PREFIERO QUEDARME FUERA

Días de diarios estos. Ando por un lado, revisando una traducción del Journal de los Goncourt; ayer, asistí a una disertación sobre los de Andrés Trapiello y hoy me encuentro, al cruzar por la plaza de Riego, con Iñaki Uriarte, el diarista más reconocido en los últimos años.
            Yo le admiro mucho porque es exactamente lo contrario de lo que yo soy: ponderado, tranquilo, indolente. Para hacerse un sitio en la historia de la literatura le han bastado tres delgados volúmenes publicados después de los sesenta años.
            Claro que si yo, para hacerme un sitio en la historia de la literatura, tengo que dedicar los primeros sesenta años de mi vida a leer, pasear, tomar el sol en Benidorm, no escribir una línea, no pelearme con nadie, procurar caerle bien a todos, y luego limitarme a escribir unos libritos llenos de elíptica sabiduría y volver a no hacer nada, pues la verdad, lo siento mucho, pero prefiero quedarme fuera de la historia literaria.
            Cada uno es como es y yo el infierno me lo imagino como un resort en Cancún, un crucero de lujo o una temporada en Benidorm.



Jueves, 7 de septiembre
UNA MODESTA PROPOSICIÓN

Si hemos de creernos lo que nos cuentan todos los periódicos españoles (en esto El País no se diferencia nada de La Razón), en Cataluña se ha producido un golpe de Estado y los catalanes se encuentran al borde del abismo.
            Si todos lo dicen, será verdad. No voy a discrepar yo de algo en lo que coinciden los políticos y la gente de la calle, sean de derechas o de izquierdas. Pero todavía es posible una solución antes del tópico choque de trenes. Los hechos, al parecer, son los siguientes: la mayoría parlamentaria de Cataluña ha aprobado una ley por la que se consultará a la ciudadanía si desea seguir o no formando parte del Estado español. Parece que esa consulta solo puede hacerse legalmente si la autoriza el gobierno central, que no está por la labor.
            Y aquí es donde a mí se me ocurre una solución bastante simple para acabar de una vez por todas (o al menos durante unas décadas) con el problema catalán. En lugar de celebrar el primero de octubre un referéndum independentista, celebrar otro de sentido contrario. Ni siquiera habría que modificar los preparativos o las papeletas. Bastaría con cambiarle el nombre y llamarlo “Referéndum para reafirmar la españolidad de Cataluña”. A una consulta así no pueden oponerse ni la Constitución ni Inés Arrimada. Ya me la imagino gritando en los mítines: “El día uno todos a votar para mandar a casa a esa panda de indeseables que tiene secuestrada a Cataluña”. Porque si el uno de octubre gana el no, si los catalanes reafirman su españolidad (algo de lo que no dudan ni la oposición catalana ni nadie del resto de España), Puigdemont dimite, se convocan elecciones autonómicas y todo vuelve a ser como era antes de que una minoría de radicales y alborotadores se hiciera con el control de la Generalitat.
            Me extraña que a nadie antes que a mí, ni siquiera a Mariano Rajoy, se le haya ocurrido una solución tan fácil y tan de sentido común.


Viernes, 8 de septiembre
CON LOS AÑOS

Con los años, uno acaba conociéndose demasiado bien como para tomarse demasiado en serio.


64 comentarios:

  1. Todo depende de lo que se entienda por "nación". Hay decenas de definiciones de esa palabra. ¿Está usted seguro de que lo que entendían Gracián o Azorín por "nación" es lo mismo que entiende Sánchez?

    "Una nación es un grupo de personas unidas por un error común sobre sus antepasados y una aversión común hacia sus vecinos".
    (Karl W. Deutsch. El nacionalismo y sus alternativas).

    "Una nación se hace lo mismo que cualquier otra cosa. Es cuestión de quince años y de un millón de pesetas. Con un millón de pesetas yo me comprometo a hacer rápidamente una nación en el mismo Getafe, a dos pasos de Madrid. Me voy allí y observo si hay más hombres rubios que hombres morenos o si hay más hombres morenos que hombres rubios, y si en la mayoría, rubia o morena, predominan los braquicéfalos sobre los dolicocéfalos, o al contrario. Es indudable que algún tipo antropológico tendrá preponderancia en Getafe, y este tipo sería el fundamento de la futura nacionalidad. Luego recojo los modismos locales y constituyo un idioma. Al cabo de unos cuantos años, yo habría terminado mi tarea y me habría ganado una fortuna. Y si alguien osaba decirme entonces que Getafe no era una nación, yo le preguntaría qué es lo que él entendía por tal y, como no podría definirme el concepto de nación, le habría reducido al silencio."
    (Julio Camba).

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    1. Sí, hay muchas definiciones de nación. Y ni Azorín ni Pedro Sánchez confundían nación con Estado.

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  2. A mí los diarios de Trapiello me aburren soberanamente. He intentado leer varias veces algún volumen y he abandonado rápidamente el intento. Lo contrario que los de Uriarte, que he devorado en tres tardes y me han hecho lamentar que no existan 20 volúmenes.

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    1. Pues muy bien. Y yo prefiero la paella a la fabada y las piñas a los mangos.

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  3. "Los hechos, al parecer, son los siguientes: la mayoría parlamentaria de Cataluña ha aprobado una ley por la que se consultará a la ciudadanía si desea seguir o no formando parte del Estado español". Me parece bastante inútil la discusión con quien no es que no se entere, sino que no quiere enterarse.
    Lo ocurrido en Cataluña es algo muy distinto de lo que aquí se dice. Absolutamente distinto. La exigua mayoría parlamentaria independentista ha aprobado una ley cuyo mismo nombre, "ley de Transitorietat Jurídica i Fundacional de la República", deja meridianamente claro que NO SE TRATA en absoluto de lo que JLGM dice que se trata. Es más, dicha ley contiene un total de 89 artículos (¿alguien cree que hace falta un texto así sólo para aprobar que se "consulte a la ciudadanía"?), divididos en siete títulos, y tres disposiciones finales, que pretenden "dar cobertura a un régimen jurídico de transición que anule las leyes y administración española y las sustituya por las catalanas".
    Lo que dice JLGM viene a ser algo así como si alguien pretende echar de su casa a una familia, y cuenta que sólo se trata de una ligera modificación de las condiciones de habitabilidad.
    Para qué recordar que cualquier cambio de la legalidad catalana actualmente vigente, esto es, el Estatut, exige una mayoría parlamentaria de DOS TERCIOS, si aquí no se trata de ninguna modificación de esa legalidad; sólo del pequeño detalle de derogarla de un golpe (de Estado), y de paso, ya que estamos en ello, también la española, y sustituirlas por la nueva "ley fundacional de la República". Una trivialidad, que desde luego no necesita (¿para qué?) una mayoría parlamentaria reforzada. Ni en el referéndum que se pretende convocar hará falta tampoco nada de eso. En la famosa "consulta" del 9N apoyaron la independencia, según la Generalitat, exactamente 1.861.753 votos. Dada la falta de un censo oficial, y que podían votar los mayores de 16 años, se ha estimado en alrededor de 6.180.000 el número de potenciales votantes. En otras palabras, apoyó la independencia algo menos de UN TERCIO de los votantes. Con que se repita un resultado semejante, en las condiciones en las que se ha convocado el 1-O, bastará. Y quien en Cataluña (de España ya ni hablamos) no esté de acuerdo, que se ponga, que la exigua mayoría parlamentaria que decíamos no escucha a nadie: ni a la oposición catalana, ni al Consejo de Garantías Estatutarias, ni a la opinión del resto de España, ni a la Comisión de Venecia... a NA-DIE; es fácil de entender.
    En resumen: "los hechos, al parecer", tienen tanta relación con lo que dice JLGM como la "ley fundacional de la república catalana" con la reproducción partenogenética de los pulgones. Claro que eso tampoco importa. Como ya dijo Humpty Dumpty, lo importante no es lo que signifiquen las palabras, sino sólo quién mande. En ésas estamos.

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    1. Bueno, anónimo, sospecho que en este caso no soy yo quien no se entera. El Parlamento de Cataluña ha aprobado varias leyes (todas las puede aprobar con la mayoría que sustenta al gobierno, más amplía que la que sostiene a Mariano Rajoy). Una de ellas es la convocatoria de un referéndum para que los ciudadanos de Cataluña (esto es, todos los empadronados en aquel territorio, hayan nacido donde hayan nacido) decidan si quieren seguir formando o no parte del Estado español. Esa otra ley (a la que yo no me referí para nada) solo entraría en vigor si gana el "sí". Pero no tendría por qué ganar si la mayoría de los catalanes rechaza el independentismo, como nos aseguran machaconamente todos los medios de comunicación españoles. Si Inés Arrimada, Mariano Rajoy y el diario El País no mienten (¿por qué iban a mentir?), el problema se soluciona de inmediato dejando votar el día uno de octubre, arrasando con el "no" y mandando así a casa a esa minoría independentista que ha usurpado la Generalitat.
      Mi razonamiento es impecable. ¿Por qué no se aplica ese procedimiento que nos libraría de tantos problemas?
      Porque Inés Arrimada, Mariano Rajoy y El País o mienten o confían tan poco en España que temen que, si se deja a la gente escoger (primero en Cataluña y luego por ejemplo en Andalucía) entre seguir formando parte de ella o escapar de ella, la mayoría escogería la segunda opción.
      Tienen tan mala idea de España esos señores que parece que piensan que los españoles lo somos porque nos obligan la Constitución y la Guardia Civil.
      A ratos pienso que soy el único español orgulloso de serlo (de verdad y no de boquilla) y que por eso no entiende que se pueda obligar a nadie a lo que es un honor y no un castigo.

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    2. Ya digo, sé que es inútil. Toda legislación, como obra humana que es, puede modificarse. Pero existen para ello unos procedimientos, debidamente regulados en una Constitución que en su momento aprobó más del 90% de los votantes catalanes. Aunque el día de mañana el PP, o cualquier otro partido, tuviese mayoría absoluta en el Parlamento español, eso NO BASTARÍA para aprobar una ley que pretendiese derogar no sólo la propia Constitución, sino la totalidad de la legislación española, y sustituirla por otra nueva.
      Para ello, como la propia Constitución prevé, caben dos procedimientos: el ordinario, que requiere al menos una mayoría de 2/3 de los diputados, y el "agravado", previsto para modificaciones que afecten a temas sustanciales (el caso de lo que se pretende en Cataluña). Éste prevé mayoría de 2/3 de cada una de las Cámaras, seguida de disolución inmediata de ambas, nuevas elecciones, ratificación por las nuevas Cámaras de la propuesta de modificación, aprobación de ella una vez concretada por mayoría de 2/3, y referéndum para ratificarla. NO SE PUEDE (en ningún país democrático) cambiar radicalmente la legislación sólo con una mínima y circunstancial mayoría parlamentaria. Lo que se intenta hacer en Cataluña es una ilegalidad absoluta que atenta además contra los fundamentos más esenciales del régimen jurídico aprobado en su momento por los propios catalanes, y con una mayoría (repito: de más del 90%) con que el independentismo ni sueña. Un golpe de Estado parlamentario, algo absolutamente antidemocrático.
      Por otra parte, y aunque eso, frente a lo que acabo de explicar, carezca de toda importancia, NO ES CIERTO que El País, por ejemplo, haya afirmado que el "no" arrasaría en un referéndum. NO PUEDE CELEBRARSE en las condiciones en que se propone, porque es una completa ilegalidad. Pero si se celebrase, lo que El País ha hecho (véase: https://elpais.com/ccaa/2017/07/21/catalunya/1500625353_665002.html ) es limitarse a recoger los resultados de las sucesivas encuentas del Centro de Estudios de Opinión DE LA GENERALITAT, no suyo; según los cuales, el 41,1% de los catalanes apoyarían la independencia, mientras que la rechazarían (en Julio del presente año, fecha de la última encuesta publicada) el 49%.
      Acaso JLGM preferiría que El País ocultase esos datos, lo que es una opinión muy curiosa.

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    3. 1/ Lo de que "arrasaría" el "no" no lo digo yo, es lo que se deduce de lo que dicen nuestros políticos y nuestros medios de información. Y parece que incluso las encuestas de la Generalitat avalan que ganaría el "no",según la información que se reproduce de El País. ¿Y por qué impiden entonces a los catalanes que rechacen el independentismo? No lo entiendo.
      2/ Que nadie se escude en la Constitución para hacerlo. ¿Estaba en la Constitución que el matrimonio podía celebrarse entre dos personas del mismo sexo? En 1978 eso a nadie se le pasó siquiera por la cabeza. Y el PP quiso que la ley correspondiente se declarara inconstitucional. No lo consiguió porque el tribunal constitucional "interpretó" la Constitución en un determinado sentido. Ahora también es cuestión de "interpretación", pero este tribunal se parece demasiado al venezolano, siempre decide lo que conviene al gobierno (algo "legal", por cierto, aquí y en Venezuela).

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    4. No sé para qué contesto todavía, convencido como estoy de la completa inutilidad de hacerlo. Lo que dice la Constitución es exactamente lo siguiente: "La Constitución SE FUNDAMENTA en la INDISOLUBLE unidad de la Nación española, patria común e INDIVISIBLE de todos los españoles". Podrá eso gustarle a usted más o menos; ahora bien, negar que ahí dice lo que dice, o pretender que no afirma sin la más mínima duda la indivisibilidad del territorio (como lo hacen, por cierto, las respectivas Constituciones de Francia, Italia, Suecia..., en fin, la inmensa mayoría de las democracias occidentales) es jugar con las palabras, nada más. El TC alemán declaraba recientemente, ante una solicitud de referéndum secesionista en Baviera, que "la soberanía recae en el conjunto de los alemanes"; la Casa Blanca de Obama, ante una solicitud semejante por parte de Texas, que "la Constitución establece una unión perpetua y, por lo tanto, no prevé la posibilidad de secesión”, por cuanto el gobierno es de “todo el pueblo”. Pero en fin, a quien se empeña en afirmar que dos y dos son cinco, es difícil convencerle de que no tiene razón. No obstante, no la tiene.

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    5. Pues yo no veo ninguna contradicción entre lo que dice la Constitución y lo que yo digo. En ninguna parte prohíbe que se haga ningún referéndum, solo establece las condiciones para hacerlos. En ciertos casos, aunque afecten solo a una comunidad, necesitan la autorización del gobierno central. Y esa es una decisión política.
      Queda claro que un referéndum como el catalán, caso de autorizarse por el gobierno y dando por supuesto que el "sí" fuera mayoritario (lo que es mucho suponer), no tendría como consecuencia la inmediata independencia de Cataluña, sino el inicio de los trámites para modificar la Constitución (algo perfectamente constitucional) de forma que esa decisión de la mayoría de los catalanes fuera posible. La Nación española seguiría siendo indivisible, pero su definición sería otra. Y ese cambio no resultaría nada novedoso. Lea la primera constitución española, la de 1812, y verá en qué consistía entonces la Nación española. Y no hace falta remontarse tanto: en tiempos recientes, hace medio siglo, el llamado Sahara español era una provincia española al mismo nivel que Soria o Tarragona, con representantes en las Cortes (creo que se llamaban procuradores).

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    6. Usted no ve ninguna contradicción entre la convocatoria de un referéndum secesionista y la indivisibilidad del territorio que la Constitución proclama. Pues ya es no ver, oiga. Tampoco, me imagino, ve ninguna con las prohibiciones, a que ya me he referido, de sendos referéndums del mismo carácter por parte de los TC alemán o italiano, o la Casa Blanca. Pues también tiene mérito.
      Respecto a lo que dice de la potestad para convocar un referémndum, el artículo 142 de la Constitución dice literalmente que "El Estado tiene competencia EXCLUSIVA (subrayado mío) sobre las siguientes materias", a continuación de lo cual enumera toda una serie de ellas. El punto 32 (y último) dice exactamente esto: "Autorización para la convocatoria de consultas populares por vía de referéndum". Luego no es verdad que "en ciertos casos" necesiten autorización del gobierno central: la necesitan siempre. Y, siendo así que el referéndum concreto que se propone (y, usted prefiere olvidarlo pero yo no tengo por qué hacerlo, la subsiguiente "Ley de Transitoriedad" a que ya me he referido), supondrían una modificación ESENCIAL de los "fundamentos" mismos de la Constitución, según lo dice el artículo 2 que copié más arriba, parece obvio que no bastaría con la simple autorización del gobierno de turno, sino que sería precisa la apertura de un proceso que incluye la aprobación por 2/3 al menos de la Cámara, la disolución..., todo lo que ya expliqué igualmente.
      Sin eso, parece indiscutible que tendríamos un clarísimo fraude de ley. Y no de cualquier ley, sino de aquella de la que dependen todas las demás. Y que, repito otra vez, en Cataluña aprobó más del 90% de los votantes. No aprobaron lo que usted dice; luego hacerlo, a mi parecer, sería claramente faltar al compromiso contraído con ellos. El único modo de que eso no ocurra es, me parece obvio, modificar si fuera preciso la propia Constitución, siguiendo los trámites que ella prevé y que ese más del 90% de votantes catalanes aprobó en su día. (Y vuelvo a recordarle, y termino, que tanto el TC alemán como la Casa Blanca han dejado claro que la soberanía reside en EL CONJUNTO de los habitantes, no en una parte de ellos).

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    7. Qué difícil entenderse. El referéndum del uno de octubre es independentista si la mayoría de los votantes lo son; en caso contrario (esto es, si son más los que votan no) se trata de un referéndum para reafirmar la españolidad de Cataluña. Eso lo digo yo en mi texto, un poco en broma, pero es rigurosamente cierto. El referéndum sobre la Otan, ¿era para salirse de la Otan o para quedarse? Era para lo que decidieran los votantes.
      Si un referendum necesita la aprobación del gobierno, basta con que la tenga, no hace falta para ello reformar la constitución. Aceptar o no la consulta del uno de octubre es un problema político, y si el gobierno español no la acepta es solo por cobardía, o dicho con otras palabras, porque la da de antemano por perdida, porque no se cree sus propias palabras: que la mayoría de los catalanes quieran seguir formando parte del Estado español.
      Yo, que confío más en España que la derecha patriotera española, no lo tendría tan claro. Un referéndum pactado, con un periodo electoral en que se explicaran bien las ventajas de una y otra opción, no está nada claro que los ganaran los independentistas. Al menos hace unos años, ahora ya quizá sea tarde.
      A ver qué pasa. Yo estoy expectante. Y no tengo postura tomada. Lo que decidan los catalanes, irse o quedarse, me parece igualmente bien. Ni siquiera me atrevería a aconsejarles ninguna opción.

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    8. Vale. Un referéndum, digamos, sobre la pena de muerte no es un referéndum para autorizarla, sino para prohibirla. El que ya lo esté, y con muy buenas razones, es un detalle del todo irrelevante. Pues eso, vale. Alguien hablaba de sofismas, pero ha debido ser en otro foro.

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    9. Un referéndum sobre la pena de muerte, en cualquiera de los Estados que aún la mantienen en USA, por ejemplo, es para que continúe o desaparezca.
      Otra cosa es que el referéndum lo promueven siempre quienes quiera cambiar el statu quo (eliminar la pena de muerte sonde existe, imponerla donde no existe), pero el referéndum siempre permite dos opciones: sí o no. Algunos parece que no se han enterado.
      Si una minoría promueve un referéndum contra el sentir de la mayoría (como dicen los políticos y los periódicos españoles que ocurre en Cataluña), lo perderá sin duda alguna.

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  4. Muchas gracias por traer aquí la concepción de Azorín, en estos tiempos en que resulta tan necesario conocerla. El libro "La nación inventada" (se refiere a España) de Ignacio Escolar también ayuda mucho. Es escandalosa la cantidad de falacias y de escombro intelectual que se está arrojando sobre Cataluña y sobre el derecho de los catalanes a elegir su identidad, su pertenencia y su futuro. La clave está sin duda en esta frase donde JLGM "lo clava":

    ""
    ... confían tan poco en España que temen que, si se deja a la gente escoger (primero en Cataluña y luego por ejemplo en Andalucía) entre seguir formando parte de ella o escapar de ella, la mayoría escogería la segunda opción.
    ""

    Y como buenos autoritarios y partidarios de las imposiciones por la fuerza (la Fuerza Pública) pretenden impedir la consulta. Por cierto, entre los más conspicuos defensores de la prohibición por la fuerza está el protagonista de su entrega de esta semana, Andrés Trapiello, según se puede leer en su blog con reiteración.

    Como el comentarista Melmoth, yo tampoco puedo con los diarios de Trapiello, y me sucede desde antes de conocer su apuesta por la coerción antidemocrática. Lo siento, pero me parecen colecciones de chismorreos, maledicencias y envidias literarias de un resentido. Nada edificantes. Y pensar que se consideran "lo mejor" de su producción...

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  5. Hola!

    A poco que alcance la "educación" (o sinónimo al gusto del consumidor) recibida y por pequeño que sea el talento del que se disponga, si uno no quiere caer en el ridículo ante los que tienen el suficiente criterio para saber que "ridículos" lo somos todos, ha de concienciarse de que no se tiene que tomar demasiado en serio a sí mismo ni siquiera con dieciocho años o veinte años. La única edad tolerable (con benevolencia) para la solemnidad.

    Mirénme si no a mí, un perfecto soplapollas que me permito aconsejar a los demás, cuando tengo perfectamente claro que ajustarse a mis patrones de vida supondría, para casi todo el mundo, una tarea verdaderamente soporífera.

    ¡Un saludo para todos!

    (P.D Un toque, a mis compañeros comentaristas, con el premiso del jefe. Por favor, cuando vayan a intervenir en el blog, intenten ser lo más naturales posible. No sé si ustedes sacarán algo en limpio; pero yo, sí)

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  6. Ante tantos puristas de la constitucion Española, creo que hace unos dias la señora Merkel, apunto que seria coveniente su modificacion, en tres segundos y poco tiempo mas se hizo, no se si votaron el Sr Zapatero y quizas el Sr Botin.. Uno no sabe mucho de historia però otros paises imperialistas como Inglaterra no han roto sus vinculos con los paises colonizados Ayer me recordaron una frase de Giménez Caballero. CATALUÑA SI TE MATE, ES POR QUE ERAS MIA

    Los diarios del Sr Trapiello , me gustan tanto , que hace unos años los leia despacio con la intencion de que cuando terminara hubiera publicado el siguiente
    Otra cosa es que antes fuera nacionalista de escalera de vecinos, como escribe en sus diarios y ahora nacionalista de la escalera de la calle de Floridablanca

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    1. Aquí tiene usted a otro "purista de la constitución española". Me refiero al secretario general de la ONU, quien como podrá ver (http://www.publico.es/politica/ban-ki-moon-catalunya-no.html), si lo desea, afirma entre otras cosas que "España es un Estado independiente y soberano que incluye la región catalana y así fue admitida en las Naciones Unidas y actúa en la comunidad internacional. Ahora, cuando se habla de autodeterminación, hay algunas áreas que han sido reconocidas por las Naciones Unidas como territorios no autónomos. Pero Catalunya no está en esa categoría". Y es que el mundo está llenito de "puristas de la constitución española", qué le vamos a hacer.

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    2. No, no se trata de puristas o no. Es otra cosa que no cabe en algunas cabezas: que lo países no se independizan cuando se lo autorizan en la ventanilla correspondiente, sino cuando lo deciden sus ciudadanos y cuando tienen la capacidad suficiente para imponer esa decisión (si no la tienen, pasan a ser intervenidos desde fuera y se convierten en colonias). Cataluña no ha sido reconocida por las Naciones Unidas. Ya lo será en su momento, no se preocupe. Tardarán bastante menos que tardaron en reconocer el gobierno de facto del general Franco.

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    3. Es "Pirce Bosso", no yo, quien ha hablado de "puristas de la Constitución". Yo me limito a hacer constar mi creencia de que la expresión "Estado de derecho" no es un ruido vacío. un hablar por hablar, sino que significa algo. Usted parece pensar que no: bueno.
      En todo caso, no soy el único en creerlo; puede ver aquí (https://elpais.com/elpais/2016/05/15/opinion/1463325902_361228.html) lo que Salmond, el independentista escocés, dijo en su momento a Puigdemont. Copio: "Cada país debe encontrar una vía propia para resolver sus asuntos, pero dentro de la democracia, dijo Salmond. Y democracia significa, en primer lugar, respeto a la ley. La vía escocesa, como recordó el ex primer ministro a su interlocutor, se tomó todo el tiempo que consideró necesario: primero, para tratar de convencer a la mayoría de los escoceses; luego, para intentar convencer al Gobierno británico. Todo ello en el marco, siempre, de la más exquisita legalidad".
      Lo mismo, por otra parte, que también ha dicho la Comisión de Venecia (cuyo nombre oficial es, por cierto, "Comisión Europea para la Democracia a través del Derecho"), quien ha dejado claro (en respuesta a una carta del propio Puigdemont) que "El uso de los referendos debe cumplir con el sistema legal en su totalidad, y especialmente con las normas procedimentales. En particular, los referendos no pueden celebrarse si la Constitución o una ley conforme a ésta no los estipula".
      En resumen, yo "no me preocupo". Me limito a hacer constar mi opinión, y el hecho de que esa opinión (la de la importancia del Estado de Derecho y las obligaciones que supone) es igualmente la predominante en las democracias occidentales.

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    4. Busca todas las autoridades que quieras, anónimo Cereijo, pero si una ley impide a los ciudadanos ir a votar es esa ley la que está de más (aquí o en Venezuela), no el hecho de ir a votar. Y aquí lo único que hay es una negativa del gobierno de España, no una prohibición constitucional (me refiero a la votación, no a declararse independiente). Que cada uno siga con sus tiquis miquis leguleyos (también había quien decía que el matrimonio homosexual no podía ser llamado matrimonio porque el diccionario lo definía como "unión entre un hombre y una mujer"). Y quien mandó a la muerte a miles de españoles porque Cuba era "parte indivisible de la nación española". Yo estoy con el derecho a decidir de la ciudadanía; otros, no. Eso es todo. No hay democracia (aunque finja serlo) atacando las urnas. Ni aquí ni en ninguna parte.

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    5. De acuerdo con lo que aquí dice JLGM, puesto que el TC alemán (véase: http://www.eltriangle.eu/es/notices/2017/01/el-tc-aleman-niega-el-derecho-a-decidir-de-baviera-7097.php), el italiano (aquí: http://www.lavanguardia.com/internacional/20170106/413132190705/italia-indivisible-referendum-veneto.html), o la Casa Blanca de Obama (http://www.vozbcn.com/2013/01/16/137292/eua-rechaza-secesion-texas/) han excluido la posibilidad de un referéndum secesionista en sus respectivos territorios, tal como ya he explicado otras veces, se sigue que ninguno de esos países es democrático. Es una opinión; yo no la comparto.
      En cambio, supongo que sí es una muestra ejemplar de democracia el anuncio de la Genrealitat invitando a la participación en el referéndum (véase: http://www.ara.cat/politica/Hi-renunciaras-Govern-participar-TV3_0_1863413819.html), en el que se afirma textualmente: "Has nacido con capacidad para decidir. ¿Renunciarás a ella?", a pesar de su evidente demagogia. NO EXISTE una "capacidad", o, como prefieren generalmente los independentistas, un "derecho a decidir" en abstracto. Yo puedo decidir si salgo de casa hacia la derecha o hacia la izquierda, o si no salgo en absoluto, pero no que voy a matar a mi vecino porque me cae mal. Lo que el anuncio en cuestión está diciendo de hecho (aunque, como suelen, acudan a los eufemismos) es "El de convocar un referéndum secesionista, y participar en él, es un derecho innato", lo cual, sobre ser falso, es una perfecta tontería.
      Un referéndum secesionista es cosa que nada tiene de "innato"; podrá darse en determinadas circunstancias (los independentistas catalanes no reconocen ese derecho a, digamos, Tarragona si desease separarse de Cataluña, o al Valle de Arán si lo quisiera), y no en otras, lo que quiere decir que es precisa una norma que regule su ejercicio. Una norma que, vuelvo a repetirlo, en los casos de Alemania, Italia o los USA se ha pronunciado por la negativa. Por otra parte, y puesto que, como digo, los independentistas reconocen ese "derecho" a Cataluña, pero no a Tarragona o al Valle de Arán, tampoco elloa son demócratas.

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    6. El derecho a decidir se exige a quien nos lo niega. Si Tarragona quisiera ser independiente de Cataluña, ya veremos lo que pasa. Pero eso no pasa de un hipótesis, muy manida por los enemigos (lo repito: enemigos) de la aplicación de los principios democráticos a la vida social. Y no el derecho a matar o no, qué cosas. Cómo se puede caer tan bajo en el uso del sofisma. El derecho a decidir se refiere al derecho que una comunidad tiene de organizarse políticamente. En ese ámbito hablamos. Y lo de Alemania, Usa, etc, qué cosas: es como cuando se discutía el matrimonio homosexual, la mayoría de los países lo prohibian y no por eso había que prohibirlo. Ahora muchos lo aceptan (los más civilizados y democráticos), España abrió el camino. Lo seguiremos abriendo. Daremos ejemplo. Lo estamos dando.

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  7. Yo me he leido todos y disfruto como un enano.

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  8. Coincido con Pierce Bosco y Luis García, los diarios, o tendríamos que decir novelas, de Trapiello los he leído todos, incluso los tochos de 800 pg. me parecen cortos, no me canso, y cuando tarda en publicar el siguiente releo alguno de los viejos, son libros inagotables, son como la vida.
    En cuanto a Cataluña, si dejaran votar a los catalanes residentes, el conflicto se habría zanjado ya hace tiempo. JOSE M S PAULETE.

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  9. Somos los otros catalanes. Los que no vamos a manifestaciones y nunca colocaremos ninguna bandera en el balcón. Somos tranquilos, tolerantes, trabajadores, pacíficos, discretos y amigos de nuestros amigos. Queremos tener salud, dinero, amor y trabajo, como todo el mundo. Creemos en la familia y en el esfuerzo personal y no en la donación y subvención para conseguir las cosas. Amamos la paz y la libertad, aborrecemos la corrupción, la violencia, el abuso de poder, la manipulación y la mentira.



    Somos bilingües sin complejos, hacemos zapping sin problemas por todas las opciones, y ya no recordamos si la película de ayer la vimos en catalán o en castellano.



    Nos gustan los deportes y animamos igualmente a Nadal, Ferrer, Alonso, al Barça, al Español y a la Selección, y nos da igual si el gol lo mete un catalán o un manchego, mientras ganemos la copa de Europa o el Mundial. Por respeto no pitamos el himno de España, ni ningún otro.



    Estamos bastante hartos del 'procés' y del politiqueo en general por tanta mentira. Votamos al menos malo, o por descarte. Aborrecemos a quienes fomentan las fobias entre territorios, sean del color que sean, de aquí o de cualquier otro sitio para ganar cuatro votos, mantener la poltrona y seguir llevándoselo calentito a cuenta de todos.



    No creemos que la independencia sea la solución a todos nuestros problemas: no somos tan ingenuos, más bien la política de confrontación y sus lideres son parte del problema. ¿Por qué está todo tan crispado? ¿No tendrían que trabajar todos para sacarnos de esta crisis, dejarse de historias y no confrontarnos unos contra otros? Creo que muchos pensamos así, pero no se nos ve ni se nos oye, somos LOS OTROS, y aunque saben que estamos nos ignoran por no pensar como ellos.



    Tras el próximo fracaso del 1-O habrá ¡nuevas elecciones autonómicas! Informad a todos los que formamos parte de LOS OTROS, a vuestros conocidos, a los indecisos, a los que piensan que esto no va con ellos... que de nuestro voto depende que Catalunya siga siendo feudo de unos cuantos que basan su discurso en el odio a los demás pueblos de España, adoctrinando en las escuelas a nuestros niños y difundiendo propaganda y mentiras en TV3 y en los otros medios comprados con subvenciones pagadas con nuestro dinero. Exijamos que los constitucionalistas lo sean por encima de los intereses de sus partidos.



    Vamos a demostrar a quienes lideran el 'procés' que en el mundo somos catalanes y españoles. Vamos a demostrarles que no nos hemos creído la vil mentira de que 'Espanya ens roba' cuando los únicos que nos han estado robando son ellos: nuestros recursos, nuestro dinero, nuestro orgullo y nuestra dignidad, intentando hacernos sentir inferiores y de segunda.



    Vamos a decirle a ellos y al mundo que ya basta de muestras de odio, intransigencias y amenazas de sanciones para quien no colabora o piensa como ellos.



    Vamos a frenar esta aventura que solo nos ha traído y traerá más pobreza económica e intelectual y más crisis a pesar de que nos prometan el paraíso.



    Porque amamos Catalunya, porque amamos España, porque queremos seguir siendo europeos...



    ¡¡¡VIVA CATALUNYA!!!



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    1. Este caradura dice que "nos hemos creído la vil mentira de que 'Espanya ens roba' cuando los únicos que nos han estado robando son ellos: nuestros recursos, nuestro dinero, nuestro orgullo y nuestra dignidad, intentando hacernos sentir inferiores y de segunda". O sea, que no se ha enterado del gangsterismo "de Madrí", solo "ens roba" la codicia de algunos catalanes. Basura.

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  10. Perfecto, Anónimo. El día uno de octubre todos esos catalanes que acostumbran a quedarse en casa que vayan a votar "no" para que nos demuestren que son mayoría y así se acabe de una vez por todas el problema.

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    1. No pot ser. Seria acceptar la il·legalitat.

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    2. Abdón Bode Camprubí.12 de septiembre de 2017, 22:14

      Martín, no le des a ese anónimo integrista el mérito de redactar esa soflama ultramontana: es una de esas infectas "cadenas" del "pásalo a otros 80.000", que corren por ahí como el galgo de Queipo de Llano. Con esta gente -te parafraseo- no me extraña que haya cada día más independentistas.

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  11. Miguel el Entrerriano12 de septiembre de 2017, 12:51

    Las respuestas de JLGM al anónimo "unionista por la fuerza" me parecen dechados de sentido común, inteligencia y racionalidad en formato píldora. En la República Argentina tuvimos también dictadores que prohibían las consultas y las urnas. Odiaban la democracia, pero no se les hubiese ocurrido la sandez de que su prohibición era la esencia de la democracia. Eran crueles y atroces, pero no eran cretinos. Qué ocurrió en España para que tertulianos y editoriales de Prensa incurran en la misma estulticia? Se quejan de que preguntar es ilegal, mientras no mueven un dedo para hacerlo legal. Lo que quieren es hacerlo letal. Y ¿cómo puede ser ilegal preguntar, una modalidad del uso de la palabra? Saben que es falso, y se les nota a leguas.
    Otra cosa: la "indivisibilidad" de un Estado es una cuestión histórica, de facto. Sucederá, o no sucederá. Pero no se puede decretar por ley, como no se puede decretar la ebullición del agua a 100 grados. Qué ha ocurrido en España? Qué enfermedad atacó a tantos españoles?

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    1. "Decretar" no es la palabra, mi poco educado amigo. El "cretinismo" y "estulticia" (gracias por la parte que me toque) de los que habla son, sin duda, los mismos que en muchas constituciones democráticas del Occidente (ya he puesto ejemplos: Francia, Italia, Suecia y los demás países nórdicos europeos..., en resumen, la mayoría de ellos) han llevado a recoger esa misma idea de la indivisibilidad del territorio. En una nota mía anterior tiene enlaces en los que podrá ver en informaciones de Prensa ejemplos de Italia, Alemania o los USA. Cuantísimos "cretinos". Y que nulo respeto al derecho de tantos otros a opinar de modo diferente al suyo. Eso, aunque usted al parecer crea lo contrario, nada tiene que ver con la democracia; es su negación misma, de hecho.

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    2. En fin, lo dejo. Por lo que aquí dice JLGM, tan interiorizado tiene el mantra independentista según el cual "votar es democrático", sin importar nada cómo o qué se vote, que es inútil decirle otra cosa. Como es igualmente inútil recordarle que las condiciones en las que se ha aprobado el presunto referéndum, y la eliminación por la cara del ordenamiento legal español y catalán, sin permitir ni plazos ni modos aceptables para que la oposición pueda democrática y libremente ejercer su papel, son simplemente un ejemplo de antidemocracia. Los mantras es lo que tienen: la razón es inútil contra ellos. Qué le vamos a hacer.

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    3. Fíjate, Kurtz, lo torpe e inculta que es nuestra derechona que un par de programas producidos y emitidos por La 1 de RTVE, los seriales "Isabel" y "Carlos", son un alegato a favor del derecho de los catalanes a manifestarse como pueblo diferenciado, con monarquía propia, su lengua y hasta su imperio. Una de las cosas que quedaron claras en estos dramáticos de la manipulada televisión del Gobierno (que no del Estado) es que Aragón, durante la monarquía conjunta de Isabel Y Fernando, seguía conservando sus fueros, leyes especiales y costumbres jamás discutidas. Al morir la Reina Católica, Fernando no fue rey de Castilla y regresó a su reino de Aragón, en donde casó en segundas nupcias con Germana de Foix, personaje fascinante que se trata en extensión en el serial "Carlos".
      Debió ocurrir como con "Bienvenido, Mister Marshall", que superó la férrea censura franquista, siendo como era un sarcasmo corrosivo de la miseria moral y material de un régimen: el fascista que disfrutaban los españoles de aquellos años negros, el que tiene aventajados epígonos entre la nomenklatura del PP.

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    4. Respuesta al "anónimo que lo deja". Las leyes que se han aprobado en el parlamento catalán se han aprobado respetando todas las normas legales, respetando escrupulosamente el reglamento, por eso son válidas y tienen que ser recurridas al tribunal constitucional. Si no, serían nulas de pleno derecho, no habría necesidad de declararlas inconstitucionales. Medite sobre esto, amigo anónimo, le vendrá bien. La mayoría parlamentaria no siempre actúa como quiere la oposición, pero en un régimen parlamentario se aprueba lo que decide la mayoría. Eso pasa en el parlamento nacional y en el catalán, donde se aplicaron estrictas normas reglamentarias (aunque algunos aconsejaran, solo aconsejaran, que serían mejor otras).
      Y en cuanto al "mantra" de que Alemania, etc, etc, también hablan de la indivisibilidad de sus territorios, pues muy bien, pero cuando alguna región o comunidad o estado federado lleve a su gobierno una mayoría partidaria de la independencia tendrán el mismo "problema" que España y deberán darle una solución.
      Y seguro que hay votaciones que no son democráticas, todas aquellas (como las del franquismo) en las que no existe libertad para defender las distintas opciones o no se puede votar libremente cualquier opción. El referéndum del uno de octubre es un ejemplo de democracia: los catalanes podrán decidir (con total libertad y después de haber escuchado los argumentos de unos y de otros) si quieren seguir formando parte del Estado español o formar uno propio.
      Lo que no es democrático, lo que pasará a los libros de historia como una vergüenza nacional, son todos los esfuerzos que se están llevando a cabo para que esa votación no se celebre.

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    5. El discurso del Anónimo es un mecanismo que gira en el vacío, que no engrana con la realidad, y trasluce una concepción perversa de las leyes. En los mismos ejemplos que ofrece está su auto-condena dialéctica. La función capital de las leyes no es SER OBEDECIDAS, sino HACER POSIBLE la convivencia de colectivos humanos, resolver conflictos, no enconarlos ni envenenar la vida de la ciudadanía. Lo que nunca se ha preguntado el Anónimo, y a la vista está, es cuántos millones de ciudadanos bávaros, o de Ocklahoma están por la independencia de sus naciones, qué historia y qué registro existe de una reivindicación nacional en dichas naciones. ¿Hay cinco, o cuatro, o seis millones de bávaros reclamando y exigiendo la independencia? Si no los hay, si apenas nadie la reivindica, los ejemplos del Anónimo laboran en su contra. Porque cuando los haya, si tal cosa sucede, la Alemania de hoy, como Estado civilizado, sin duda atenderá la reivindicación y no dejará que se encone como en el retrógrado Régimen español. Esa es la cuestión. La apelación a le ley sin más, en el vacío, sin preguntarse cuál es su función, es solo una excusa para camuflar el inmovilismo y mantener "sine die" la misma situación política. (Por no hablar de que las leyes catalanas, las aprobadas en el Parlament, no tienes menos carácter de ley, como afirma Martín.)

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    6. La prueba del "respeto escrupuloso al reglamento" a que se refiere JLGM es que hubo que modificar por la vía rápida muy poco antes dicho reglamento, precisamente para que fuera posible el disparate parlamentario luego consumado. Y tan ajustado a la legalidad era lo que se hizo que el propio Consejo de Garantías Estatutarias (vale decir, el equivalente a nivel catalán al TC) dejó claro (puede verse aquí: http://www.eldiario.es/catalunya/politica/reglamento-Parlament-JxSi-CUP-Constitucional_0_668783734.html) que la reforma era contraria al Estatut (y a la Constitución, de paso).
      O sea, algo tan ajustado a derecho que 1) fue cambiado el reglamento unos días antes exclusivamente para que la barbaridad colara. 2) Y se hizo a pesar del dictamen contrario del propio órgano encargado de velar por el cumplimiento de la legislación CATALANA. Todo un ejemplo de democracia.
      En fin, el resumen es que da igual cualquier argumento en contra de la única convicción de JLGM. Pueden las leyes ser aprobadas por un procedimiento entre lamentable y risible, el diseño del nuevo "Estado" (con el poder judicial, por ejemplo, sometido absolutamente al ejecutivo) no tener nada que ver con la división de poderes, o ser lo que se pretende contrario en sí mismo a todas las prácticas democráticas que hagan falta, que nada de eso importa. "Referéndum es democracia", y por tanto todos los abusos cometidos en su nombre no existen; lo que es más, un verdadero "demócrata" tiene la obligación de no enterarse. Pues qué le vamos a hacer.

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    7. Querido anónimo: modificar por la vía rápida es legal, porque en caso contrario las leyes aprobadas de esa manera no sería válidas y no podrían ser recurridas al tribunal constitucional (como efectivamente ha ocurrido). Para aprobarlas han tenido que recurrir a todas las triquiñuelas posibles, cierto, pero estrictamente legales (los informes no son vinculantes).
      En el nuevo Estado catalán, me dice, no habrá separación de poderes. No lo sé, lo que sí sé es que no lo hay en el actual Estado español: en ciertos asuntos, el tribunal constitucional actúa al dictado del gobierno y los fiscales en todos los asuntos (¡quieren detener al noventa por ciento de los alcaldes catalanes!)
      Pero el referéndum no supone un nuevo Estado, solo en el caso de que ganara el sí. ¿Tan poco confía en los catalanes que no los cree capaces de decir no Puigdemont y a la CUP y sí a España? Déjemos votar, no los trate como a niños, ello saben lo que quieren.
      Y sí España cada vez se parece más a una democracia a la turca. Yo espero a tener miedo. Si un patriota, lleva estos comentarios a la fiscalía, ya no sebe uno lo que puede pasar.

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    8. Yo espero a tener miedo, no. Lo que quiero decir es Yo empiezo a tener miedo. Y conmigo muchos demócratas.

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    9. Vea aquí (https://politica.elpais.com/politica/2017/05/21/actualidad/1495383238_267845.html) lo que le decía respecto a la separación de poderes; sólo para que quede claro que yo no me invento las cosas, y que si hago "citas" es para hacer ver que cuando hago una afirmación objetiva tiene base, no es una mera apreciación personal. Como sí lo es por su parte, en cambio, lo que dice respecto a la Fiscalía. Honestamente, creo que puede estar tranquilo. Menos claro lo tengo respecto al independentismo; el (tristemente) célebre comentario de Lluis Llach respecto a que quienes no acaten la legalidad independentista "sufrirán" (vea: http://www.lavanguardia.com/politica/20170425/422039332923/llach-los-funcionarios-no-cumplan-la-ley-de-transitoriedad-seran-sancionados.html) sí es para intranquilizar, creo yo.

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  12. Un lector estupefacto13 de septiembre de 2017, 10:38


    "Las leyes que se han aprobado en el parlamento catalán se han aprobado respetando todas las normas legales, respetando escrupulosamente el reglamento, por eso son válidas..." (JLGM)

    Algunos comentarios de editorialistas catalanes y no catalanes:

    (1/2)

    "Pasarse por el forro el preceptivo dictamen del Consejo de Garantías estatutarias (nada menos, ¡y luego es el PP el que quiere hundir la Carta Magna autonómica!), usar el rodillo parlamentario –que no social…ahí duele, por eso hay que ser tan bestialmente sectario contra cualquiera que disienta o se resista…- para saltarse todos los trámites parlamentarios. Ciscarse en los letrados lívidos y en el secretario de la mesa. No dar margen a enmiendas que no fuesen garabateadas en cinco minutos en un rollo de papel higiénico sustraído a los lavabos (¿hay papel?). Descartar enmiendas a la totalidad como quien descarta que la Tierra pueda ser redonda y girar alrededor del Sol, menudo disparate."

    "Hay que haber perdido algo el mundo de vista para pretender que ese 47,8% y 72 diputados (sobre 135) son un aval para saltarse la Constitución española, que tuvo un amplio respaldo en Cataluña, superior a la media española. Y hay que haber sucumbido al sectarismo cuando se quiere anular la legalidad española y crear una nueva legalidad catalana vulnerando también el Estatut, la norma máxima catalana, que establece que para cambiarlo —así como para hacer una ley electoral— se necesita una mayoría de dos tercios, o sea 90 diputados, cuando el independentismo sólo cuenta con 72."

    "No se puede imponer un programa de ruptura sin una inequívoca mayoría social. (Y en el caso de poseer una inequívoca mayoría social, los procedimientos tampoco podrían ser los adoptados ayer). No se puede salir al abordaje de la Constitución de un Estado miembro de la Unión Europea con una sociedad partida en dos. No se puede imponer la aprobación de una ley que en la práctica cancela el Estatut, sin apenas margen para la deliberación y la enmienda. Si un nuevo Estatut pide una mayoría de dos tercios para su aprobación, su cancelación no se puede adoptar por mayoría simple, ­mediante un trámite exprés. No se puede tratar a los partidos de la oposición con el desdén que caracteriza a algunas de las democracias precarias del antiguo ­glacis soviético. No se puede aplicar la ley del embudo en un Parlamento de la Europa democrática."

    "Aprobar una ley que en la práctica cancela el Estatut y que abre la puerta a la ruptura unilateral de un estado miembro de la Unión Europea sin apenas margen para el debate parlamentario no es precisamente un homenaje a la democracia liberal. Es el error Turull. [...] Mal gestionado por Carme Forcadell, el error Turull fue acogido ayer con regocijo en la Moncloa. La falta de liderazgo en el debate parlamentario, el barullo, la asfixia reglamentaria de la oposición y la imagen de la mitad del hemiciclo vacío en el momento de la votación construyen una narración claramente negativa para el soberanismo catalán".

    " Aunque los líderes independentistas suelen imprimir trascendencia histórica a cada hito del proceso, llegado el día de la verdad, la jornada no fue heroica. Ayer la épica dio paso a la astucia y, en cuestión de minutos, esta cedió a las triquiñuelas y el rodillo. Se olvidó el principio esencial que define la democracia, y que no es sólo el derecho a votar o la defensa de la legalidad como se ha repetido hasta la saciedad, sino también el respeto a las minorías. La ley del Referéndum se aprobó por mayoría absoluta y con los informes en contra de los letrados del Parlament y del Consell de Garanties Estatutàries (órgano elegido por la Cámara como garante de la legalidad en Catalunya), relegando los derechos de la oposición y con el aplauso de un hemiciclo semivacío."



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    1. Pues mi argumento sigue siendo válido, digan lo que digan todos esos editoriales. Piense un poco, apreciado comentarista. Las leyes, para ser recurridas al Tribunal Constitucional, tienen que ser válidas; en caso contrario, no hay tales leyes, no tienen efecto ninguno, no necesitan ser recurridas.
      Y además las leyes catalanas aprobadas con el escándalo muy preparado y aplaudido de la oposición (ella fue quien convirtió el Parlament en un circo para tratar de desautorizarlo) solo están suspendidas temporalmente a petición del Gobierno (que tiene esa facultad), el Tribunal Constitucional todavía no se ha pronunciado en firme sobre ellas (tiene varios meses para ello). Esas leyes son tan válidas que, en teoría al menos, todavía podría declararlas el Tribunal Constitucional constitucionales en todo o en parte.
      Medite sobre esto mi apreciado comentarista. Pensar por cuenta propia nunca viene mal.

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  13. Un lector estupefacto13 de septiembre de 2017, 10:40

    (2/2)

    "Los plenos del Parlament han sido caóticos, ciertamente. “Desbarajuste”, dijo Enric Juliana. “Lamentable espectáculo”, añadió Isabel García Pagan. Incluso cabe temer que la Cámara dilapidó en 48 horas buena parte del prestigio ganado durante más de 30 años. El menosprecio a los derechos de las minorías rozó el escándalo y encontró su mejor cronista en Joan Coscubiela, el rojo aplaudido por la derecha."

    "Los jerarcas nazis que sacaron adelante la Ley Habilitante de 1933, que permitía a Hitler saltarse la Constitución a la torera, se sentirían muy orgullosos de la conducta de Forcadell y sus restantes émulos, al aplastar con su rodillo los derechos de las minorías, despreciar las advertencias de ilegalidad de los letrados, ignorar los dictámenes del propio Consell de Garantíes Estatutaries y hacer un corte de mangas a las resoluciones del Tribunal Constitucional."

    "Los autos recuerdan que el alto tribunal ha dejado “meridianamente claro” que “en el marco de la Constitución, una comunidad autónoma no puede, unilateralmente, convocar un referéndum de autodeterminación para decidir sobre su integración en España, y solo el Estado ostenta, con arreglo al artículo 149.1.32 de la Constitución, la competencia exclusiva para la autorización de consultas populares por vía de referéndum y también, de conformidad con los artículos 81.1, en relación con el artículo 23.1 y 92.3 de la Constitución, para la regulación de la institución del referéndum cualquiera que sea la modalidad o el ámbito territorial sobre el que se proyecte”.

    "Ajeno a estas cuestiones jurídicas, Puigdemont insistía desde la radio en que él tiene potestad para convocar un referéndum, que el del 1 de octubre es legal y que la Constitución no lo prohíbe. Puro autismo jurídico o, simplemente, mala fe. Eso sí, echó mano de que se acogerá al Estatuto, que él mismo ha derogado 'de facto' con la aprobación de la ley del referéndum (el Estatuto también prohíbe expresamente a la Generalitat organizar referéndums, en un artículo que no fue modificado por el TC), para decir que no dejará el cargo aunque el Constitucional le inhabilite. Es más: a pesar de condenar al Estatuto a la hoguera, hoy afirmó en la radio que lo defenderá. Lógicamente, solo para sostener que nadie le puede cesar de su cargo excepto el Parlamento que lo eligió. Esta curiosa manera de entender las leyes es lo que resta credibilidad y legitimidad a las actuaciones del Gobierno catalán."

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  14. Un lector estupefacto13 de septiembre de 2017, 10:49

    Pero ¿cómo un demócrata de toda la vida como usted puede defender a fascistas como los independentistas catalanes?

    “La Ley de Transitoriedad es una norma idéntica a la que utilizaron los nacionalsocialistas para alcanzar el poder en la Alemania de 1933“

    (La catalana Teresa Freixes, catedrática de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona)

    https://okdiario.com/espana/2017/09/08/teresa-freixes-ley-transitoriedad-igual-que-llevo-nazis-poder-1302071


    "Analizar jurídicamente el bodrio esperpéntico que desde el secesionismo se denomina Proposición de ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la república no tiene sentido más que en orden de descifrar el tipo de régimen que con ella nos quieren imponer. Recurre a la misma técnica que la Ley Habilitante alemana de 1933, por la que la República de Weimar dejó de existir dejando expedito el camino a la formación del régimen nacionalsocialista. Esta Ley de transitoriedad, de hecho, no es más que un intento de instauración de la anticonstitucionalidad como si de un régimen legal se tratara. [...] Repugna a cualquier ordenamiento jurídico democráticamente establecido después de que los totalitarismos hubieran sido vencidos en la Segunda Guerra Mundial que, en el art. 13 se diga, además, que los artículos de las normas del Estado -Constitución incluida- pasen a tener rango de ley ordinaria cuando su contenido no fuera contraria a lo que dispone esta Ley.

    (La catalana Teresa Freixes, catedrática de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona)

    www.elespanol.com/opinion/tribunas/20170829/242845715_12.html


    "El procés es un golpe de Estado como un castillo, sin carros de combate pero con los mismos efectos políticos y jurídicos. No es muy diferente de otro proceso, el que pusieron en práctica los nazis en 1933."

    (Javier García Fernández, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Complutense de Madrid).

    https://elpais.com/elpais/2017/08/15/opinion/1502789857_435031.html

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    1. Siempre hay un argumento de autoridad que nos justifica el no pensar por cuenta propia.
      La famosa Ley de Transitoriedad (¿idéntica a la de los nazis? Qué cosas hay que oír) solo se aplicará si los catalanes, votando sí el uno de octubre, deciden que se aplique. Si votan no, se convocan automáticamente elecciones autonómicas.
      ¡Menuda dictadura! Le recuerdo a este anónimo que quien quiere impedir que los catalanes voten "no" el uno de octubre es Mariano Rajoy, no Puigdemont. ¡Menuda manera de imponer una dictadura tiene la Generalitat, solicitar el voto libre y democrático de los ciudadanos de Cataluña, de todos, hayan nacido en Reus o en Córdoba, voten a la CUP o al PP!

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  15. La dictadura está servida.

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  16. Pero qué independencia ni qué milongas. Lo que preocupa al gobierno de Rajoy es que le desmonten el coto de caza que ha hecho de España, con salarios de hambre, vía libre a la explotación, miles de exiliados laborales, viviendas y alquileres imposibles para la mayoría y despido gratis y sin responsabilidades hacia el despedido.

    Un nuevo Estado ahí al ladito, que también va a ser capitalista, pero sin duda infinitamente más justo y más preocupado del bienestar general, es como un espejo que el explotariado no puede tolerar, que al explotariado le preocupa enormemente, ahora que ha conseguido las tasas de desigualdad social más altas de la historia y el mayor número de millonarios. Hace poco saltaba la noticia de que el Gobierno Vasco gasta en atención al desfavorecido tanto como todo el resto del Estado. Ojo, sin dejar de ser capitalistas. Pero es que todo tiene grados y niveles. Por esto digo que la independencia es una milonga. Lo que tiene de los nervios al explotariado y a la camarilla de Rajoy que lo defiende es tener al lado unos modelos de países más justos y más eficientes y más inteligentes (les han cerrado la Web del 1-O y han tardado 5 minutos en reabrirla).

    Y claro, la independencia catalana desmonta el coto de caza. Y detrás vendrá a toda pastilla la vasca, qué duda queda, y muy probablemente la aragonesa, la andaluza... Han sido muy borricos. Han montado un chiringuito para explotar y ahora se alarman de que la gente se les va. Pues sí, se va a desmembrar el Estado montado por el explotariado para esquilmar, la pesadilla laboral de Europa. ¿A alguien le extraña? ¿A alguien le pesa? Sí, obviamente: al explotariado y solo a él.

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  17. Miguel el Entrerriano14 de septiembre de 2017, 14:31

    Martín, si por ética y decencia fuese (quiero decir: por su carencia) por supuesto que serían capaces de encarcelar a 700 alcaldes, o a 7.000. El problema es que se cierne sobre ellos el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, azote de la arbitrariedad judicial española. Caben pocas dudas de que dicho Tribunal pondría en libertad a los alcaldes y exigiría para ellos la indemnización correspondiente al tiempo de cárcel. De paso, dejaría de manifiesto el carácter servil de la Justicia española y la no-separación de poderes. En suma, el Estado de No-Derecho. No creo que el Gobierno de Rajoy se anime a desenmascararse de ese modo, ni a cosechar nuevos ridículos judiciales, cosecha en la que ya se han hecho unos expertos. Creo que aún están a la espera del caso del cantante punk y de la chica de los chistes sobre/contra Carrero Blanco. O del bochornoso caso de los titiriteros.

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  18. ¡ Qué fariseo eres, Martín ! ¡ Todo el día dando clases de democracia a todo el mundo y cuando te ponen las narices en tu mierda ideológica de tonto útil de los fascistas independentistas catalanes, usas la censura, como tus amigos franquistas hacían ! Todo el día diciendo que te gusta discutir y cuando alguien te abofetea en público en plena discusión lo censuras. Y crees además que todo ello la gente no lo sabrá, cuando todo esto queda debidamente consignado y será publicado en su día. ¡Farsante! ¡Impostor! ¡Un verdadero acojonado de nacimiento que anda por ahí presumiendo de "fanfarrón de barrio"!

    Gracias por continuar alimentando tan bien el personaje de mi novela que todo el mundo podrá reconocer.

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  19. Lea la peña el artículo de Ana Pardo de Vera en PÚBLICO.es de hoy. En él describe estupendamente lo que es una ley abusiva y no acorde con el sentir de la mayoría, y la diferencia que existe entre un demócrata y un leguleyo (como algún ejemplar insufrible que tenemos por aquí, ejemplo del primer género).

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  20. En fin, ya digo que es inútil. Me llama la atención, sin embargo, que quienes son partidarios de lo que pudiéramos llamar "referéndum a costa de lo que sea", y a quienes nada importan ni las condiciones en que se plantee, ni la legalidad o falta de ella que pueda ampararlo, ni los ejemplos de otras democracias, tiendan con tanta facilidad (excluyo a JLGM, desde luego, aunque tampoco se prive de detalles como el de lo que "no cabe en ciertas cabezas") a perder las formas e insultar al contrario. Si el asunto está tan clarísimo, de veras que toda esa balumba ("sandez" "cretinos" "estulicia" "torpe" "inculto" "concepción perversa"..., etcétera) no es sólo que no sirva de nada: es que es contraproducente, porque deja claro que, a pesar de lo que dicen, y creen, quienes la utilizan, en verdad NO SE RIGEN POR LA RAZÓN, que para nada necesita de semejante lenguaje, sino por lo que pudiéramos llamar las pasiones, y no precisamente las más nobles. Qué racionalidad más irracional la suya.

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  21. Ese lenguaje no es exclusivo de quienes defienden el derecho de los catalanes a decidir sobre su organización política; quienes piensan que deben obedecer y callar, también lo utilizan. O sea que su rechazo, en el que coincidimos, no supone optar por una u otra postura ante los preocupantes acontecimientos políticos y policiales que se están produciendo en el Estado español


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  22. No, naturalmente, no es exclusivo de nadie; pero no me negará que quienes aquí proclaman más visiblemente su certeza de tener toda la razón, sin dejar ni una miajita para los demás, son precisamente quienes (aquí, repito) menos saben prescindir de él. Es por lo menos curioso, ¿no?

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    1. Pues no estoy yo tan seguro de ello, Anónimo. Lee lo que dice de mí, que siempre firmo con nombre y apellidos, alguien que firma "Tú mejor enemigo", y ya veremos si sigues pensando que los que descalifican están sobre todo en uno de los "bandos".

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    2. Sí, lo sigo pensando. Fíjese JLGM que él mismo dice que están SOBRE TODO en uno de los bandos, lo que quiere decir que también, aunque menos, están en el otro. Respecto a lo que dice SM de que "hay maneras muy emocionales de defender la racionalidad", no dudo de ello; pero le recuerdo que, como ella misma dice, son "maneras emocionales", esto es, no racionales. Y es eso lo que me sorprende: que quienes aquí están convencidos de tener todita la razón, la abandonen con tanta facilidad para "defender" su postura (que, de paso, yo al menos no he atacado. No he dicho, ni pienso, que sean "cretinos" o que trasluzcan una "concepción perversa"; eso lo dejo para quienes, de tan cargados de razón como van, parece que no pueden con ella).

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  23. Pues a mí me parece que esas expresiones, aunque es mejor evitarlas, no se pueden considerar insultos personales, y que habría que tener menos remilgos. En un foro no se conocen personas o identidades, sino seudónimos, nicks, Anónimos. Si se usa la palabra "sandez", o "estupidez", se sobrentiende que se está calificando a una determinada opinión, no a la persona, ya digo que desconocida, que la está escribiendo.
    El Anónimo dice que "no se rigen por la razón", olvidando que el lenguaje no es sólo lógica sino también expresión de emociones y pasiones, por qué no, y que hay maneras muy emocionales de defender la racionalidad, precisamente porque la racionalidad es tan importante. No se pueden cuadricular los usos del lenguaje.

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  24. Cualquier día a Martin le van entrar unos okupas en su casa y él, muy responsable y democrático, se planteará seriamente si procede su expulsión o si tienen ellos potestad para interpretar la legalidad a su antojo. Parece mentira que quien se tiene por pensador se enrede en la retórica barata de los pensadores malos.

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    1. Ejem, ejem, Juan Méndez.... cuando quieras nos tomamos un café y vemos quién se enreda.

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  25. El PP es un partido conservador. Un partido conservador no va a aceptar un cambio en la constitución. Pero el PP ganó las elecciones. Si quieren mejorar el estatut, convocar un referéndum o lo que sea, lo democrático es que esperen a que haya un partido de otro color en el gobierno. ¿O es que José Luis García Martín es tan escéptico que no cree el PSOE vaya a ganar nunca más unas elecciones?

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    1. El PP no ganó las elecciones, solo fue el partido más votado, que no es lo mismo. Si fuera lo mismo una señora llamada Esperanza Aguirre sería la alcaldesa de Madrid. Mariano a Rajoy gobierna por una traición del PSOE (no de Pero Sánchez) a sus votantes.

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