Sábado, 10 de junio
LAS PERSONAS NORMALES
Las personas normales son
aquellas a las que hemos tratado poco. Basta establecer una relación de cierta
intimidad para darse cuenta de que no
hay nadie que no sea peculiar.
Esas peculiaridades unas veces nos hacen gracia y otras resultan
insoportables. Para llevarme bien con cualquiera (también conmigo), hay un
remedio infalible: frecuentarlo poco.
Por la tertulia de los viernes ha pasado una buena colección
de tipos curiosos (no en vano comenzó allá por 1980), que darían para un
destartalado y barojiano anecdotario. Nunca se le cerró la puerta a nadie. Los
tipos más vanidosamente insoportables terminaban pronto enfadándose conmigo, que
no prestaba suficiente atención a sus versos y a su prosa, y desaparecían.
Lo que más he temido siempre –en la tertulia oficial de
los viernes y en cualquiera de las otras que acaban improvisándose donde me
siento a tomar un café– son los admiradores incontinentes. Que ni siquiera
halagan tu vanidad, porque lo mismo que te admiran a ti, admiran a cualquier
poetastro que se prodiga en Internet, a Félix de Azúa o a cosas peores.
Por suerte soy de esos escritores picajosos e
impertinentes que tienen más detractores que admiradores. No sé qué sería de mí
si yo fuera un escritor de éxito.
¿Cómo librarse del acoso de las buenas personas sin hacerles
demasiado daño?
Anoche, tras la tertulia, mientras pensaba en estas
cosas, volví a ver un capítulo de Perception,
la serie en la que un catedrático de neuropsicología ayuda al FBI a resolver
enigmas. Ese catedrático, el doctor Daniel Pierce, es esquizofrénico, padece
alucinaciones, pero eso no le impide dar clases ni resolver casos complejos. El
episodio que vuelvo a ver se titula “Asilo”; la pregunta que el profesor
plantea a sus alumnos es “¿Puede el cerebro curarse a sí mismo?” y la trama
tiene que ver con el trastorno obsesivo-compulsivo.
Aprendo mucho de doctor Pierce, pero todavía no he
aprendido cómo librarme de quien agobia y no deja espacio para respirar con la
mejor intención del mundo.
No soy precisamente yo, con mi obsesión por el orden y la
puntualidad, con mi alergia al más mínimo cambio, quien puede dar lecciones de
normalidad a nadie. A fin de cuentas, sé algo de muchas cosas, pero experto, lo
que se dice experto, solo lo soy en una, en la misma que casi todo el mundo: en
ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
Domingo, 11 de junio
AMARILLISMO
Creo que está en desuso
el término amarillismo para calificar a ciertas prácticas periodísticas. Pero
no se me ocurre otro más preciso para
referirme al reportaje sobre Juan Goytisolo que hoy coloca cierto diario
–antaño de referencia y todavía una costumbre (¿una mala costumbre?) para
muchos españoles de mi edad– en su primera página. Parece que quiere emular a
la denostada televisión basura.
A pocos días del entierro, Francisco Peregil nos cuenta
que “el escritor Juan Goytisolo vivió sus últimos años aquejado de enfermedades
y acuciado por la depresión y la falta de dinero”.
Otra vuelta de tuerca al mito del escritor un tiempo
célebre que muere en la miseria olvidado de todos. Pero Juan Goytisolo no era
un escritor olvidado y lo que de sus finanzas nos revela el indiscreto Peregil
no avala precisamente la tesis de la miseria: desde 2007 cobraba por parte del
diario que ahora exhibe su cadáver tres mil euros mensuales (escribiera o no
escribiera); en 2004, cuando al parecer comenzaron sus dificultades económicas,
el ministro de Cultura le organizó una gira por los Institutos Cervantes y
pidió por favor a las distintas universidades que le encargasen cursos de
verano; en 2014, le concedieron el Premio Cervantes, dotado con 125.000 euros;
además seguía cobrando regularmente la liquidación de sus derechos de autor
(varios de sus libros eran lecturas obligatorias y se reeditaban con
frecuencia). Una miseria semejante resulta envidiable para la mayoría de los
españoles (y no digamos de los marroquíes).
El poco elegante reportaje (y tan falaz en el asunto de la
pobreza) nos desvela detalles que habría sido piadoso no airear. Y deja en el
aire un interrogante aterrador: ¿Dependían solo de sus ingresos las seis
personas, todas ya adultas, con las que vivía? ¿Era la gallina de los huevos de
oro en “la tribu”, así la llamaba él, que ocupaba el antiguo hostal que había
comprado en Marrakech? ¿Toda historia de amor acaba convirtiéndose en una
historia de terror?
Cómico en cambio resulta que el susodicho diario que
dedica portada y dos páginas a la presunta pobreza y a las enfermedades del
escritor, se ocupe en el editorial de recordarles a los socialistas que “no es
no” y por lo tanto no deben abstenerse sino votar “no” en la moción de censura
que presenta Podemos el próximo martes. La historia de la manipulación periodística
se repite dos veces: una como tragedia y otra como farsa.
Lunes, 12 de junio
OLVIDOS
Una estudiante de La
Universidad de las Islas Baleares, que
está haciendo un Trabajo de Fin de Grado sobre los mitos clásicos en la poesía
española, me pregunta que dónde publiqué el poema “Odisea”, que ha encontrado
en varias páginas Web sin indicación de la procedencia.
Como no recuerdo haber escrito ningún poema con ese
título, le digo que me lo envíe. Son seis versos que no me suenan de nada.
Compruebo que aparece con mi nombre comentado en varios blogs. Busco mis libros
de poemas, reviso índices, no lo veo por ninguna parte.
Me siento como el regador regado. Yo, que presumo de
haber escrito apócrifos de tantos poetas –Brines, Sandro Penna, Eugénio de Andrade–
y de haberlos visto citados como auténticos, ahora resulta que también he sido
objeto de un “homenaje” semejante.
No me hace ninguna gracia, la verdad. Releo el poema:
“Hay una casa abierta con balcones dorados / y mujeres que venden el placer. /
Hay un perro en la puerta de la casa / y hay un hombre que viene de muy lejos.
/ Pronto será de noche. Ulises, muy cansado. / manda callar al perro y sigue su
camino”.
Me gusta el final, que podría ser mío. ¿Quién habrá sido
ese aplicado imitador que conoce bien mi estilo? Y entonces me da por hojear Al doblar la esquina, un libro mío de
2001, y allí lo encuentro. No aparece en el índice porque se incluye en
“Márgenes”, una serie de diez poemas de seis versos cada uno. Están escritos de
manera casi automática, de un tirón, y por eso no los guardé en la memoria. Creo
que no los volví a leer desde que apareció el libro. Lo hago ahora. “Amantes”
me parece que tiene la concisión de un epigrama clásico:
“De niño nos bañábamos
y jugábamos juntos, / hoy me mira y aparta la mirada, / ella es hija de un
dios, yo de un mendigo, / hay en su rostro estrellas, pústulas en mi piel, /
pero antes de estar en otros brazos, / derramó su hermosura entera entre los
míos”.
Envejecer, y no preocuparse nada de lo que uno ha escrito,
sino de lo que queda por escribir, aparte de ayudar a mantenerse joven, tiene
estas sorpresas.
Martes, 13 de junio
A LOS LECTORES DEL FUTURO
Me hago la ilusión de que
escribo, no solo para los lectores de hoy, sino para los de dentro de veinte,
cuarenta o cien años. ¿Qué les diría de lo que ha ocurrido en el Congreso este
día de Santo António, patrono de Lisboa, en que yo siempre celebro el
cumpleaños de Fernando Pessoa?
Que se ha celebrado una moción de censura, perdida de
antemano (como todas las mociones de censura: ganarlas es prácticamente
imposible), en la que el partido del gobierno, según lo previsto, ha puesto una
vez más de relieve su catadura moral, mientras que el líder de Podemos ha
sorprendido (me ha sorprendido a mí al menos) con un discurso cuyo rigor
intelectual solo encuentra parangón en los de Manuel Azaña.
¿Quién era entonces el presidente del Gobierno?, se
preguntarán los lectores de dentro de veinte, cuarenta o cien años (quién era
el líder de Podemos me parece que no necesitarán preguntárselo).
––-Bah, no vale la pena recordar su nombre. Era el líder
de un partido que se financiaba ilegalmente y estaba en el poder gracias a un
torpón golpe de mano que, tras descabezar al principal partido de la oposición,
obligó a sus diputados a votar en contra del compromiso que tenían con los
electores. Luego las aguas volvieron a su cauce, gracias al esfuerzo de los
militantes de base –que no eran el paciente rebaño que se imaginaban los
banqueros, la prensa y los jarrones chinos–, pero el mal ya estaba hecho y
resultaba difícil (aunque no imposible) de deshacer..
Los folios que leyó, trabucándose, ese borroso presidente
respetaron el máximo común divisor de los discursos de su partido cuando se
refieran a Podemos: cuatro gracietas más o menos machistas, dos infamias y una
referencia a Venezuela.
Del discurso de Pablo Iglesias me emocionaron
especialmente sus alusiones a España, una España que nada tiene que ver con la
de un Monarca, un Imperio y una Espada ni con la de garrote y tente tieso a
golpes de Constitución en la cabeza.
La España de los reaccionarios españoles, la España
unitaria y monocolor que tratan de imponer, no es más que un invento francés
poco respetuoso con nuestras tradiciones. Sospecho que incluso Felipe II
entendería mejor que el legal pero ilegítimo presidente actual del Gobierno
español lo que es una España plurinacional.
Miércoles, 14 de junio
INFAMIA Y GLORIA
Siento vergüenza ajena al
escuchar al portavoz del partido del gobierno en el epílogo de la moción de censura.
Sólo le soporto unos minutos, la verdad. Él no utiliza en su discurso el máximo
común divisor del argumentario contra Podemos, sino el máximo común múltiplo de
la babeante infamia.
Sospecho que con ello multiplica las simpatías hacia ese
partido. ¿También los votos? Me imagino que también, aunque el mío sigue siendo
para Pedro Sánchez.
Pero para un Pedro Sánchez que tenga muy en cuenta todo
lo válido que hay en Podemos, un partido rejuvenecedor y vigorizante que ha
llegado para quedarse.
Con ellos en el Congreso, se respira mejor. No les voto,
pero les doy las gracias.
Con un día de retraso, ¡Feliz cumpleaños !, don José Luis.
ResponderEliminarSi su ficha de Wikipedia es fiable, en 67 años ha publicado usted 58 libros (de los cuales 15 de poesía y 16 de diarios) y ha hecho 10 antologías, 12 traducciones y 24 ediciones, además de dar clases y dirigir una revista literaria.
Pocas vidas mejor utilizadas que la suya. ¡Enhorabuena! Y que continúe usted el mismo ritmo de trabajo muchos años más.
A mí me acaban de llegar “Mudanza” y “Arco del paraíso”, y estoy a la espera de “Las noches de verano” y “Jardines de bolillo”. ¡Gracias por tanta belleza!
Eliminar"con mi obsesión por el orden y la puntualidad, con mi alergia al más mínimo cambio"
ResponderEliminar¡Cuánto le "capricorniza" su Saturno en Virgo !
Hola García Martín, mi saludo por su cumpleaños. Hola Lectora Géminis,me permito agregar que ese Saturno en Virgo rigoriza la necesidad de orden, de detalle,de pulcritud, de meticulosidad y de rechazo a los cambios. Habría que ver si, además, no es hipocondríaco. Por la casa VI, natural de Virgo.
ResponderEliminarCariñoso saludo
Hola, Laura
EliminarLa casa IV en Virgo explica también su sentido crítico exacerbado. Y tiene también Marte en Libra, lo cual produce esa gran exigencia de justicia y esa incorruptibilidad que JLGM reivindica con frecuencia.
Hola Lectora Géminis, así es. No quise explayarme tanto con la Carta del señor García Martín para no cansarlo con el tema. En nuestro encuentro anterior, le solicité a usted y para que lo leyeran quienes me conocen y descreen de la astrología, si podía con algunos datos de mi Carta dar una interpretación, como lo hace con Martín. Usted no me conoce, por lo tanto, dados sus conocimientos y con esos pocos datos podía dar idea de algunas de mis características. Allí están los datos, por si usted quiere hacerlo. Yo, encantada. Grandes son sus conocimientos en la materia que nos ha convocado en esta instancia.
EliminarAgradecida a Martín por estas publicaciones, agradecida a usted por su respuesta.
¡Vaya por Dios, José Luis! Ayer no más era Zapatero el único que podía medirse con don Manuel Azaña en el último siglo; hoy mismo, ¡Iglesias!. Sin ánimo de meter cizaña, lo tuyo es toda una hazaña...intelectual. Eso o envidio tu sentido del humor.
ResponderEliminar¿Y cuándo comparé yo a Azaña con Zapatero, don Abelardo? Qué confusión mental. Yo solo hablo de cosas concretas; de un discurso insólito. Debería publicarse.
EliminarYo no entiendo nada de política, pero me permito hacerle una pregunta, don José Luis: ¿Por qué si Sánchez y los chicos de Podemos son gente tan competente y simpática no han ganado las elecciones en un país como España, que se está empobreciendo y en el que hay mucho joven sin trabajo?
EliminarJosé Luis, lo malo no es que lo digas, sino que lo pienses. Pero decirlo, lo dijiste. Me lo dijiste a mí, tal cual, hace ya un tiempo y muy probablemente lo tienes también también escrito por algún sitio. Lo recuerdo perfectamente porque me resultó no sé si traumático o divertido. En fin, puedes no recordar habérmelo dicho, pero no puedes no recordar haberlo pensado. Por lo tanto, lo piensas (es un decir) todavía. Reconócelo y no te pongas estupendo.
ResponderEliminarOjo, estimado Martín, si quieres lo pones y si quieres no lo haces. Porque es un enlace a mi blog sobre algo, y alguien, que a priori no tienen nada que ver con esta entrada. Y digo "a priori" porque lo que yo escribo siempre tiene algo que ver con lo que tu escribes. El indefenso escepticismo propio del egoista. Ja ja ja.
ResponderEliminarhttp://julianbluff.blogspot.com.es/2017/06/9-razones-para-leer-alfred-hayes.html#comment-form
Para seguir disfrutando de la buena escritura.
Yo, sinceramente, lo pondría. ;-)
Es terrible el forofismo en política, aún más insensato que en el fútbol. No hace falta ser un incondicional de Pablo Iglesias para admitir y reconocer que el análisis que llevó a cabo sobre la degradación de las instituciones y su puesta al servicio de la mafia gubernamental fue sencillamente magistral. Por dios, se lo he oído reconocer incluso a "analistas", o lo que sean, de 13TV y de la COPE (sí, ya, a veces masoqueo). No menos magistral me pareció la síntesis previa de la corrupción que había presentado Irene Montero. Ella puso los hechos en bruto; él, el análisis teórico de los hechos. Que sean o no una pareja no debería importar lo más mínimo a nadie que esté bien de la cabeza. Hernando, evidentemente, tiene una tara muy difícil de ocultar. Es más, la propia tara es de aquel tipo que gusta de auto-exhibirse. Todo en ese individuo viene de un pasado reciente que repugna y da un poco de miedo. Para navajero malevo de tango, para cafishio, da la talla con creces.
ResponderEliminarSi les interesa ahondar en las subsecciones más teratológicas de la Zoología, aquí tienen un logrado retrato de Rafael Hernando:
ResponderEliminarhttp://ctxt.es/es/20170607/Firmas/13233/Rafael-Hernando-ctxt-PP-ordo%C3%B1ez.htm
Sus fuentes son taaaan objetivas...
EliminarRAFAERNANDO, faltón y marrullero
EliminarComo teméis perder este partido
que una vez ganásteis por goleada
y en el banquillo apenas queda nada
calienta ya el defensa más fornido,
faltón, patibulario y marrullero;
el que pisa al portero cuando salta,
el que grita y protesta cada falta,
el que marca el tobillo al delantero.
Pisotones, patadas y empujones
son insultos, infundios y calumnias
en el juego que aquí estamos jugando.
Y ese que ataja todos los balones,
que mete pierna y codo en las tertulias,
tiene nombre: se llama RAFAERNANDO
Hay personas que no se contentan con humillar una vez. Tienen que hacerlo muchas y de diversas formas. Eso les hace sentir... superadultos. Algunos responden a la tipología pícnica y vuelcan sus pulsiones mórbidas en política.
EliminarRespuesta a Abelardo Linares: a saber si lo dije o no lo dije, pero lo fundamental es el contexto. Puedo haber dicho que Zapatero se parecía a Azaña en lo denostado que era por la derecha y por cierta izquierda. Lo que no puedo haber dicho nunca (porque io pienso yo ni la piensa nadie) es que era un orador y un intelectual de su categoría.
ResponderEliminarLo dijiste. Me acuerdo perfectamente. Y el contexto era tu entusiasmo por la labor política y las leyes que estaba sacando Zapatero, en especial la del matrimonio homosexual, que citaste expresamente. Para nada hablaste "de lo denostado que era por la derecha" y bla bla. Me sorprende que te olvides tan facilmente de lo que piensas y dices en un momento dado.
EliminarEn cuanto a lo de "orador" e "intelectual" a la altura de Azaña, que al parecer mantienes todavía para DOn Pablo Iglesias Turrión(aunque no de Jijona), me parece divertidamente exagerado. Y en mi disculpa diré que tengo los cuatro gruesos tomos de sus obras completas en Oasis y que, en buena parte, me los he leído; con muchísimo gusto y admiración. Al menos en algo coincidimos.
Ya las ganarán, Lectora Géminis (si hay suerte). ¿Sabe el tiempo que necesitaron Felipe González, Aznar, el señor que hay ahora para ganar las elecciones? Todos necesitaron más años que los que llevan en política Sánchez e Iglesias. Y los poderes en contra (no lo olvide) son poderosos: con dinero es fácil manipular voluntades.
ResponderEliminarVaya, así que los pobrecitos no están en el poder porque los superpoderosos manipulan a los que no les votan. Yo misma escribo esto porque soy un androide programado para ello.
EliminarQué jodido de llevar ser joven y de derechas, ¿verdad?
EliminarNo soy joven.
EliminarSí eres joven..., y bonita.
EliminarDon Zoilo Escosura Bode,
Eliminarque como zorro te escondes,
vete ya de este café
que aquí nadie te conoce.
María, María, un poco más de sutileza que pensar no es decir lo primero que a uno se le viene a la cabeza.
ResponderEliminarLas razones por las que gana un partido y no otro, son muchas. Una financiación ilegal ayuda a convencer al electorado. Pero no basta, claro.
Tienes razón, en determinados cenaculos se paga cara la espontaneidad. Pero esto no es pensar, sino una grata conversación. Yo, cuando piense, lo haré a lo grande. Mientras tanto me desplazo con las neuronas de los demás.
EliminarLa Unión Europea, Premio Princesa de Asturias de...la Concordia(!!!)
ResponderEliminarDios mío, ¿se habrá vuelto loco el mundo? ¿Estará el Anticristo afilando la cimitarra? ¿Será simplemente la ola da calor que reblandece los sesos?
Alguien se muere de concordia, a esta hora, en un campo de refugiados de Turquía.
Jodidos premios...
Respuesta a Abelardo Linares: Me encanta tu manera de llevarme la contraria dándome la razón. Hombre, Abelardo, si yo elogié a Zapatero por la valentía de ciertas leyes y lo comparé con Azaña se supone que la valentía de esas leyes era porque tenían que enfrentarse a muchos poderes en contra (de derecha, fundamentalmente, pero también de cierta izquierda). Como orador co una gran cultura literaria y política, que es como comparé a Pablo Iglesias con Azaña, no puedo haberle elogiado nunca. Ya sabes que el émulo de Azaña en el gobierno de Zapatero era nuestro admirado César Antonio Molina.
ResponderEliminarLa entrada me parece espléndida, y no añado más merecidos elogios por temor a caer en el tropel de los "admiradores incontinentes".
ResponderEliminarSon muchas las cosas que me agradan de ella, pero quizás la más notoria sea ese desprendimiento generoso de la propia obra, ese distanciamiento de dandy que olvida su propio poema Odisea. Sencillamente, grande, ejemplar.
Y luego, pues casi todo: la normalidad, pero menos, de los normales, esos mitos del "escritor pobre" (circula otro muy común del escritor "muy enfermo"), la valoración de las magníficas intervenciones de Podemos en el Congreso, la (des)consideración hacia ese sembrador de cizaña que es Félix de Azúa, la "babeante infamia" (¿cabría descripción más precisa?) del portavoz de los que gobiernan (?).
Gracias, Martín, por la calidad del texto, por el valor de sus posturas y por entregarnos esta paz, este convencimiento de que somos muchos, de que no estamos tan solos.
Martín: este domingo se te ha olvidado poner la foto del periódico, y el pasado no pusiste el título de la sección.
ResponderEliminarAhora parece que tenemos por aquí brujitas, adivinas y pitonisas, de visita, pero están de capa caída. Tienen que preguntar al blogger por qué Podemos no gana las elecciones. Pues vaya pitonisas de perra gorda.
ResponderEliminarBueno, pero todo tiene explicación. Será que tenían a Saturno en Acuario, Venus Afrodita en Libra y la Luna en la ventana. Y esas conjunciones no las vence ningún astro. Ni la señá Cospe.
A Anónimo
EliminarNo generalice con los plurales, señor Anónimo. Usted no es más que la muestra del desconocimiento de la astrología de la que conocen sólo lo que ven en los periódicos, o de algunos sinvergüenzas que se aprovechan de la ignorancia de la gente para hacerse de unas monedas.
Lo que podría explicar lo que usted pregunta es lo que se llama Astrología Mundana y que se ocupa de pronósticos de países, de Instituciónes y,como en este caso,de Partidos políticos. Eso es una especialidad, como existen las especialidades en medicina. Arduo camino, no para cualquiera. A igual que comparar a uno que toca el piano porque se lo compraron los papás - seguramente frustrados ellos en su vocación - con los grandes concertistas. La Astrología no es una ciencia. Es un arte. Y no cualquiera puede componer como Bach, pintar como Da Vinci, o escribir como Dostoievsky. O, para este caso, agrego: Bailar como Nureyev o Plisetskaia.
De osados, soberbios, delirantes, e ignorantes, este mundo nuestro abunda.
Saludos
A María Taibo: No se me olvidó la foto del periódico, es que estaba en Venecia, donde no se puede comprar "El Comercio".
ResponderEliminar¡Es verdad! Vi las fotos en Facebook.
EliminarSeñor García Martín, quisiera aportar este breve texto sobre por qué la astrología es un arte.Dicho mucho mejor por esta profesional reconocida en el mundo y autora de pronósticos a varios países que se cumplieron todos, lo cual motivó el pedido de la reedición de su libro.
ResponderEliminar"La Astrología es un arte, más que una ciencia o un sistema de creencias religiosas. Pero entonces, ¿qué es el arte? El artista media entre las diferentes dimensiones de la vida. Las imágenes, sonidos, palabras y formas que el artista utiliza son lenguajes que pueden comunicar el significado de patrones de niveles de realidad, que de otra forma serían incomprensibles o incomunicables a la mente racional. Cuando somos afectados por el arte, es porque el trabajo nos habla en muchos niveles: intelectual, intuitivo, emocional, visceral. Los símbolos de astrología tocan las cuerdas en nosotros en diferentes niveles que nunca es posible agotar su misterio. Esa es la naturaleza de los símbolos y la astrología es un lenguaje simbólico.
Entonces el astrólogo puede, al ver el horóscopo de una persona, ver a Marte como un símbolo de una agresión y rabia no expresada e inconsciente; en el horóscopo de otra persona, como símbolo de poder motivador, coraje e iniciativa; en el horóscopo de otra persona, como expresión de jaquecas, erupciones u otras señales somatizadas de tensión interna, ira y estrés, los cuales no han sido tratados, e incluso en el horóscopo de otra persona, como símbolo de un tipo de persona o evento en particular que el individuo posiblemente conoce en el mundo exterior. Todas estas son interpretaciones “verdaderas“ y la habilidad de discernir como este símbolo es más probable que sea expresado en cualquier individuo en un momento en particular, se basa en las facultades que no están involucradas en una prueba empírica.
El arte de la astrología además requiere de claridad intelectual; pero igualmente requiere empatía, intuición, imaginación, perspectiva y experiencia. Aún así, una interpretación puede no dar en el blanco, porque el arte nunca garantiza precisión. A lo más, puede garantizar significado y visión.
Muchas personas toman la astrología con la esperanza de que simples respuestas serán ofrecidas a preguntas complejas, acerca de la mayoría de los temas de vida. Pero si la persona busca más en profundidad, se vuelve aparente que dichas simples respuestas, no es de lo que se trata la astrología. Por último, aquellos que estudian astrología toda una vida, lo hacen no porque ofrece una reafirmación de la ciencia, sino porque la aman. Y gran parte de ese amor es invocado porque la astrología nunca deja de ofrecer otro set de misterios para explorar y otro set de preguntas sin respuestas para ampliar nuestras mentes y transformar nuestras visiones de la realidad. Quizás esa es una buena definición de arte."
Liz Greene
Dra. Liz Greene Liz Greene es una reconocida psicóloga analítica (Asociación de Analistas Jungianos)y tiene un doctorado en Psicología (1971) e Historia (2010)