Viernes, 20 de noviembre
NUEVO ELOGIO DE LA COSTUMBRE
Diversos compromisos más o menos laborales, me habían
hecho faltar tres viernes seguidos a la tertulia. Nunca antes, en los más de
treinta años que llevamos reuníéndonos, había ocurrido algo así. La semana
pasada, tras los atentados de París, uno de los contertulios me mandó un
mensaje: “Faltas tú, Martín, y el mundo comienza a derrumbarse”.
Sonreí,
pero es más o menos lo que yo pienso, aunque no referido al mundo en general,
sino a mi pequeño y precario mundo: incumplo alguna costumbre y corro el riesgo
de que todo se venga abajo.
Sábado, 21 de noviembre
UNA SONRISA
Se acabaron los días de un otoño indolente que parecía
prolongar indefinidamente el verano. Yo, para poner al mal tiempo buena cara,
recuerdo un viejo poema chino: “Qué me importa el invierno, / el vendaval la
nieve / que nos encierra en casa, / si en tu sonrisa encuentro / un jardín
donde siempre es verano”.
Domingo, 22 de noviembre
EL PRIMER PERIODISTA
El azar, que es mi mejor guía de lecturas, me ofrece hoy
en el Fontán uno de los tomos del Correo
general de España, publicado por Francisco Mariano Nipho en 1771 (es
edición facsímil, claro, pero para mi curiosidad lectora vale lo mismo que el
original). Comienzo a leer y lo primero que encuentro es que el primer
periodista español es también el inventor de la Wikipedia.
Pretende
ofrecer una “descripción natural, geográfica y económica de todos los pueblos
de España” y para ello necesita de la colaboración ajena: “Pocos podrán alegar
pretexto justo para eximirse de ese encargo: todos somos hijos de una ciudad,
villa o lugar; y todos debemos interesarnos por la gloria de aquella que quiso
concedernos el cielo por patria, sea la que fuere; pues Ulises, con ser Ulises,
y un príncipe a quien debió tanto honor la Grecia, no se desdeñó de ser hijo de
Ítaca árida, estéril y montuosa. Si cada uno de los hombres hábiles que dan los
pueblos de España, formara una relación histórica de su país, sin olvidar el
descuidado, pero utilísimo artículo de la Historia Natural, compondríamos una
colección de noticias las más importantes para hacer la Historia General de
España. Medítese esta pasajera advertencia y se conocerá que a muy poca costa,
y en muy corto tiempo, se podría conseguir este plausible proyecto”.
Entre
todos lo sabemos todo: es el lema de la denostada y admirable Wikipedia. No
necesitó Internet el incansable Nipho para revolucionar el periodismo o para
crearlo casi de la nada.
Mientras
me tomo un café, leo en este tomo las descripciones de la villa de Alcoy o del
Puerto de Santa María, la precisa información sobre el arte de teñir la seda,
una real cédula, “a consulta de los señores del Consejo”, por la que se manda
que todas las cátedras de las universidades “no sean perpetuas, sino
temporales, como son en Italia y en otras partes; porque de ser perpetuas se
siguen muchos inconvenientes y daños, especialmente que después que han habido
sus cátedras no tienen cuidado de estudiar ni aprovechar a los estudiantes; y
de ser temporales se siguen muchos provechos, porque las tornan a proveer y
acrecentar los salarios y tener mayor concurrencia de estudiantes y trabajan
por aprovecharlos y escriben y hacen que los estudiantes tengan conclusiones y
hagan otros ejercicios en las Letras; y así mismo manda que los dichos
catedráticos no tengan sustitutos”.
Lunes, 23 de noviembre
UN POCO DE IRONÍA
Decía Pessoa que la ironía es eso que no comprende nadie.
Yo procuro no usarla para evitar malentendidos. Pero a veces es demasiado
fuerte la tentación.
En
Argentina se han celebrado elecciones. Mauricio Macri ha ganado por la mínima.
Me imagino que ahora, para que la izquierda y la derecha europea los tenga por
verdaderos demócratas, la oposición oficialista de Daniel Scioli hará lo que
hizo la oposición venezolana cuando también perdió por la mínima: no reconocer
los resultados, organizar manifestaciones violentas en la calle, crear una
comisión que viaje por el extranjero pidiendo a los diversos gobiernos que no
reconozcan al gobierno de su país salido de las urnas.
Me temo
que como no hagan todo eso no van a ser
considerados como una oposición verdaderamente democrática. Claro que, a lo
mejor, en Argentina no se usan los mismos parámetros que en Venezuela. Solo se
usarían si quien hubiera ganado por la mínima hubiera sido Scioli y no Macri.
Mi amigo
Abelardo Linares me acusa siempre de defender al indefendible Nicolás Maduro. Y
yo ni quito ni pongo presidente en
Venezuela (eso que lo hagan los ciudadanos de ese país), simplemente me
limito a no comulgar con ruedas de molino.
Martes, 24 de noviembre
LA DIOSA SOLITARIA
¿Bastan unos pocos versos para salvar un libro de poemas?
Del de Juan Lamillar, Las formas del
regreso, que recibo hoy y leo esta tarde melancólica en Vetusta, me quedo
con los siguientes: “Música, yo te nombro / la diosa solitaria / que entrega su
consuelo / a todos los que habitan / la soledad del mundo”.
Miércoles, 25 de noviembre
BORGES Y SHERLOCK
No se me va de la memoria un breve poema de Rudyard
Kipling del que Jon Juaristi se apropió en uno de sus libros: “¿Te preguntas,
viajero, por qué hemos muerto jóvenes? / Nuestros padres mintieron. Eso es
todo”.
Se
refería Kipling a los muertos de la Gran Guerra, La inmensa y estúpida
carnicería que comenzó por un quítame allá ese ultimátum y que todo los que
entraron en ella imaginaban como un breve y triunfal desfile.
¿Estamos
ahora en una situación semejante? A ratos pienso que sí. Se nos llena la boca
con la palabra terrorismo y con que hay que estar unidos contra el terrorismo,
pero Turquía derriba un caza ruso para evitar una alianza que pueda acabar con
el Estado Islámico, enemigo de su enemigo Al Asad y por tanto, aunque sotto voce, aliado suyo.
Tras los
atentados de París, que no podrían haber ocurrido sin la desidia belga a la
hora de vigilar a los extremistas, Bruselas se convierte en una ciudad
fantasma, con el ejército en la calle y la gente aterrada en sus casas El
Estado Islámico consigue así dar un segundo golpe (más eficaz
propagandísticamente que el primero) y sin dar golpe. Otros presuntos aliados de
Francia contra los yihadistas lo único que hacen es hacerse una foto junto a
los rivales políticos ya que están en elecciones y hacer algo, sea lo que sea,
les podría restar votos.
A veces
pienso, con desesperación, que solo los fanáticos tienen la cabeza clara, saben
lo que quieren y actúan de la manera más eficaz osible para conseguirlo.
La tarde
se llena de nubarrones negros, pero Sherlock Holmes viene como siempre en mi
ayuda. Al pasar por la librería Cervantes lo encuentro reclinado en un sofá,
con la pipa en la mano y la mirada perdida en sus abstracciones. Tras él, la
pirámide de la plaza de Mayo (un obelisco en realidad) y el inicio de la
avenida del mismo nombre. El título no puede resultarme más sugestivo: Sherlock Holmes en Buenos Aires. Enrique
Espina Rawson, periodista experto en Gardel, recibió de una lejana pariente
suya, fallecida en 2005, entre otros objetos sin demasiado valor, “dos
cuadernos forrados en tela roja y escritos en inglés”. Los firmaba el doctor
Watson y uno de ellos contenía la historia cuya traducción al español me
dispongo a leer.
Lo hago
con el mismo estado de ánimo de la adolescencia cuando me evadía de las aristas
grises de la realidad con las aventuras del detective que era pura inteligencia
envuelta en un montón de manías.
Me
desilusiono pronto, sin embargo. Y no solo porque se aluda a una frase
(“Elemental, querido Watson”) que nunca aparece en el canon, aunque fuera
popularizada por el teatro y las parodias, sino porque sobra costumbrismo
bonaerense y falta magia. Estoy en condiciones de decirle a Enrique Espina
Rawson que esos cuadernos que heredó de su lejana pariente son falsos, no los
escribió el doctor Watson, sino un desmañado imitador.
Pronto
dejo de lado la historia del cuaderno rojo y me imagino yo otra en la que una
atribulada dama porteña, Elsa Astete, recurre al detective, que ha sido
invitado por Victoria Ocampo a dar una serie de conferencias en Buenos Aires,
para que encuentre a su marido, del que no ha vuelto a saber nada desde que
salió una mañana a su trabajo en la Biblioteca Nacional.
Me
distraigo de los sinsabores de la realidad escribiendo una página apócrifa del
diario de Bioy Casares en la que este, testigo mudo y divertido, reproduce el
diálogo entre el detective y Jorge Luis Borges en una confitería cercana a la
Recoleta: “¡Cómo le envidio, Sherlock! Usted nunca cometió el error de casarse.
Yo poco menos que tuve que salir de casa saltando por la ventana para escapar
de esa trampa”.
Jueves, 26 de noviembre
SIEMPRE EN GUARDIA
“¡Qué mal tratas a tus
amigos! A veces pienso que es más cómodo ser enemigo tuyo que amigo”, se queja
un amigo escritor que no ha recibido de mí la elogiosa reseña que esperaba
sobre su último libro.
Y me temo que tiene toda la razón. A los rivales que no
dan la talla me limito a ignorarlos. No hablo de ellos ni bien ni mal. Pueden
decir de mí lo que quieran: no entro en polémicas. Me gustan las peleas, para
qué lo voy a negar. Pero escojo a mis contrincantes: todos han de tener un
cierto nivel y respetar las reglas. Como en el boxeo, hay ciertos golpes que
están prohibidos y descalifican para el combate.
Otra porrada de erratas. Y frases mal escritas y nunca releídas:
ResponderEliminar"El Estado Islámico consigue así DAR un segundo GOLPE (más eficaz propagandísticamente que el primero) y sin DAR GOLPE. Otros presuntos [¿PRESUNTOS QUÉ?] de Francia contra los yihadistas lo único que HACEN es HACERSE una foto junto a los rivales políticos ya que están en elecciones y HACER algo, sea lo que sea, les podría restar votos."
Su inconsciente prueba cada semana el poco aprecio que tiene usted de sus lectores.
Tas como un cesto higos, compañero.
EliminarEn el dieciochesco manual de retórica que estudió mi estimado comentarista (¿el de Hermosilla?) no se indicaba que la repetición de palabras pueda ser deliberada y constituir un efecto estilístico.
ResponderEliminarJLGM
Hay que ser muy ingenuo para creer que sus lectores van a tragarse que una frase a todas luces macarrónica ("lo único que HACEN es HACERSE una foto junto a los rivales políticos ya que están en elecciones y HACER algo, sea lo que sea, les podría restar votos") es en realidad una frase con efecto estilístico ultramoderno.
ResponderEliminarQuelle mauvaise foi !!
¿Para que leer a quien no te gusta? Doble molestia: pasar unos segundos desagradables y verse obligado a sofocar el berrinche con unas línes ácidas.
EliminarAcaso equivocadamente sospecho que, Lisandro Torreblanca, es un heterónimo del propio JLGM.
ResponderEliminarDemasiado buen corrector de erratas para ser un invento mío. Espero que no se enfade conmigo y siga haciendo gratis esa meritoria labor: un buen corrector es difícil de encontrar.
ResponderEliminarJLGM
@ Marian Suárez
ResponderEliminarLa lucidez, la inteligencia y la perversidad literaria y psicológica de JLGM no llegan a tanto. Sus heterónimos se le parecen mucho más, son gemelos suyos, usan el mismo estilo y las mismas expresiones, tienen la misma mala leche, escriben lo que él no se atreve a firmar por miedo a deteriorar su imagen pública y sobre todo son tan ingenuos como él: aparecen justo en el momento en que alguien le saca de sus casillas, responden exactamente a lo que él se le reprocha y justo en el momento en que él de pronto se calla y curiosamente pasan sin problemas el filtro del anonimato incluso cuando ha decidido prohibirlo en su blog (porque, como era de esperar, el pseudo que más utiliza es el de "Anónimo").
Sospecho que mis pobres notas, no raramente firmadas como Anónimo, son las que LT se figura pertenecen a JLGM. Se equivoca tan completamente como en casi todo lo demás. El problema con LT, y con los que son como él, que la especie abunda (y más de lo que debiera), es que la vanidad, que incluso toca en soberbia, les ciega. No es sólo que tengan muy poca idea, lo cual es perdonable (cada uno da lo que da), sino que están convencidos de todo lo contrario. Son representantes de la caterva que ya Lope dibujó inmortalmente, cuando en "A mis soledades voy" dejó dicho aquello de que "Entiendo lo que me basta, / y solamente no entiendo / cómo se sufre a sí mismo / un ignorante soberbio". Pero la respuesta es fácil: se sufren a sí mismos porque lo primero que ignoran, en su soberbia, es su propia ignorancia.
EliminarNo te ofendas, Lisandro, pero tienes un cierto aire de trol que me...
EliminarExcelente pizca de ironía, JLGM, que da en el clavo. Lamentablemente, son legión quienes prefieren una relación de puro autoengaño con la realidad, mediada por la prensa más descaradamente mentirosa y distorsiva de ésta. Son raros los lectores activos y críticos, no precipitados, en procura de un juicio propio bien ponderado y atento a la realidad, y no a los espejismos predispuestos para el consumo ideológico inmediato. Es casi cuestión de autorespeto, no?
ResponderEliminarSaludos desde Argentina. Y felicitaciones por tu excelente blog.
No problem: quedan pocos días para saber cómo se va a comportar el chavismo...
ResponderEliminarComo se va a comportar el chavismo no lo sabemos, amigo Piquero. Pero ya sabemos, lo declara por activa y por pasiva, como se va a comportar la oposición: negándose a aceptar cualquier resultado democrático que no le dé la victoria. Me gustaría equivocarme en esta profecía. Confian tanto en la democracia que ya saben que, digan lo que digan las urnas, si no dicen lo que ellos quieren es que están manipuladas.
EliminarJLGM
Jejeje..., un señor de Izquierda Disyuntiva furibundo enemigo del régimen que instauró el noble Chávez. Y no le echan del partido ni na... Eso no pasaba ni con Carrillo.
ResponderEliminarO el estrógeno del pollo o las microondas, pero algo está afectando al coco del personal.
Piquero tiene la destemplanza de Camilón pero no el talento. Al hiriente iriense le sajaron una nalga en un cabaret de señoritos franquistas; al mierense argantoniado tal parece que algún bolivariano (o bolivariana) le dejó el corazón partío.
EliminarBueno, cuando uno ve asomar unas orejas de burro por detrás de la tapia ya sabe que lo que viene es un burro. Y sobre todo si lo ha escuchado rebuznar un minuto antes. Comprendo que la oposición no las tenga todas consigo. ¿Tú en su caso estarías tranquilo, confiando en la democracia y el juego limpio, con las suficientes garantías? Yo, como vivo en otro tipo de país, no.
ResponderEliminarYo con esa oposición confiaría poco en que fueran a respetar el resultado.
EliminarJLGM
Y esto no es defender ningún régimen, sino afirmar que las reglas democráticas afectan a todos, incluso a la Oposición Democrática de Venezuela.
JLGM
Cuando las orejas del burro veas asomar tienta las tuyas, a ver si son su par,
EliminarMiraba por detrás de la tapia con disimulo..., pero, ojo, no todas las orejas grandes son de burro, que a veces son de mulo.
Cuesta creer que algunos, vista la jeta, no sean boxeadores sino poetas.
Lisandro, no te dejes achantar por ser soberbio, que este blog, entramos casi todos en esa categoría (debe ser que JLGM los concita.) Además, tienes razón. Esa frase de los haceres es una porquería.
ResponderEliminar@ JLGM, alias Anónimo
ResponderEliminarParafraseando al gran Courteline ("Passer pour un idiot aux yeux d'un imbécile est une volupté de fin gourmet") se podría decir que ser considerado como un soberbio y un vanidoso por alguien tan inmodesto, presuntuoso, arrogante y engreído (y que se jacta de ello en público cada semana) como usted, es un placer de gastrónomo refinado.
Es obvio que LT tiene, entre sus muchas limitaciones, la de ser escasamente sensible a las diferencias de estilo. El mío, que más de uno de los que intervienen habitualmente en este blog ha mostrado reconocer, tiene poco que ver con el de JLGM. Sergio, que sabe quién soy (se lo confié privadamente, a petición suya), podría confirmárselo, si nos lee (si lo hace, le ruego que se limite a decirle que en efecto, y en contra de lo que cree y de sus "placeres de gastrónomo refinado", NO SOY JLGM). Así que se equivoca, como casi siempre: quien le considera soberbio no es él (ignoro lo que pensará a ese respecto), sino yo. (También, por ejemplo, el F. de las mil caras podría confirmárselo). Vuelvo a repetirle que un poco de modestia no le hace daño a nadie..., salvo, naturalmente, a quienes no tienen otra cosa que su vanidad. Para ésos, se comprende que la modestia sea un veneno.
ResponderEliminarSandro: hagamos piña los sabihondos, redichos, rifirraferos, niñopitongos, salaces, envidiosos, soberbios acomplejados... (sin embargo brillantes, inteligentes, doctos, culturetas, aunque no muy buena gente) y presentemos una candidatura a estas Generales: la Patria exige de nosotros pedagogía regeracionista linguo-palatina, antimolicie palabral. Bolas negras, bolas blancas. Me pido al Cerezo, pero dejo fuera a Piquero y a Trapiello ¿Hace?
ResponderEliminarYo tengo mucha paciencia con los comentaristas, pero hay algo que me pone nervioso: la reiterada tontería. Pensar que yo, para replicar a alguien o para llamar al pan pan y al memo memo necesito esconderme en el anónimo es no conocerme de nada y eso a pesar tiempo leyéndome. El presunto Lisardo ya estuvo dando la tabarra en este blog, se le eliminó una vez, se le volverá a eliminar otra como no vuelva a su tarea de corrector de erratas. Le ruego a mi poeta anónimo (también excelente corrector de erratas) que no pierda el tiempo tratando de hacerle entrar en razón. El poeta que no quiere decir su nombre acaba, por cierto, de publicar un libro admirable, y que yo he reseñado.
ResponderEliminarJLGM
En Efesto, Lisandro, el Anónimo Cerezo tiene vida ajena a JLGM. Su estilo, un tanto parsimonioso y melancólico en la prosa, oculta a un poeta de mucho fuste que recién ha aventado sus primores en un libro meritísimo. Doy fe.
ResponderEliminar@ JLGM
ResponderEliminar"Yo tengo mucha paciencia con los comentaristas, pero hay algo que me pone nervioso: la reiterada tontería. Pensar que yo, para replicar a alguien o para llamar al pan pan y al memo memo necesito esconderme en el anónimo es no conocerme de nada y eso a pesar tiempo leyéndome. "
Tú lo que eres ante todo es un cínico doble, triple o cuádruple, capaz, no sólo de utilizar varios pseudónimos para insultar disimuladamente, sino de cosas mucho más graves, como lo sabe la gente que, tras haberte conocido, ha huido de ti.
Y un embustero de primeras: "Me gusta discutir, ponerlo todo en cuestión, no aceptar tópicos y eso supone demasiada tensión para la mayoría de la gente, sobre todo a partir de cierta edad. De vez en cuando, algún amigo se harta y no quiere saber más de mí [...] Yo, en cambio, no me canso de nadie, por muy dogmático, pesado [...] que sea." (JLGM).
En cuanto al "presunto Lisardo" (y otra docena de pseudos por lo menos), si supieras quién es, te caerías de la silla del susto...
Me gusta mucho, cuando me hago una foto en grupo, ponerme al lado del más bajo para parecer más alto. También viene bien para mi autoestima que haya en este blog algún comentarista como el autodenominado Lisandro Torreblanca. A su lado, cualquier parecería un caballero, incluso este escribidor.
EliminarJLGM
Jose Luis:
EliminarHablando de estaturas, me identifico como el alto personaje que el otro día, cuando en la Alberti te presentaba Trapiello, te saludó al final y al escuchar tú mi apellido inmediatamente me identificaste como familia del comillano "poeta del mar". No me gusta utilizar siglas ni mucho menos alterarlas, pero algún conflicto he tenido usando mi apellido y la mala experiencia me ha aconsejado un cierto embozamiento.
Por cierto, estoy acabando "Nadie lo diría". Me parece muy bien, pese a mi incapacidad para los halagos. Un abrazo.
Pues mil gracias por el calificativo, y tienes razón, desde luego: no volveré a insistir con LT. Es evidentemente inútil.
ResponderEliminarEl poeta que no quiere decir su nombre ha escrito en su libro admirable un bello poema que su amigo Enrique García Máiquez ha resumido con estos tres versos memorables:
ResponderEliminarEl verde que todavía
retiene el otoño, ¿no te recuerda
al de tu propio corazón?
Comparto con el poeta que no quiere decir su nombre sus poemas, que hago míos cuando los leo, y la pasión por Bach, de quien ha dicho en este blog que es el mejor músico de todos los tiempos, que es exactamente lo que pienso.
Vuelvo a decirlo: mil gracias. Uno hace lo que puede (tan lejos de lo que quisiera, ay).
ResponderEliminarEstimado Josè luis:
ResponderEliminaracabo de subir un comentario (Soy Sergio) a tu blog, pero al hacerlo, no reparè en que el ordenador que utilizaba en la Universidad habìa sido usado antes que por mì por una Secretaria de la Editorial con su cuenta Google, de modo que es posible que te haya sido enviado desde esa cuenta y con el nombre de ella y no de "Sergio" te ruego que, si es así, lo elimines y sòlo habilites el que ahora subire desde mi cuenta. Muchas gracias.
Un abrazo
Sergio Sánchez
Sòlo ahora leo estos comentarios luego de dìas. El tema de la identidad: me consta efectivamente que el amigo Anònimo no es el amigo JLGM. Aprovecho para enviar a ambos un afectuoso saludo desde el otro lado del Atlàntico. Ademàs: conserven su paciencia y, de ser posible, fortifiquénla, pues por lo que veo, los tontos pululan como hongos y, descartada la saludable medida de eliminarlos del blog, sólo ser pacientes puede ayudarlos a no malgastar sus energías, que bien saben ambos emplear en màs altos menesteres...
ResponderEliminarDisculpe que se lo diga, Sergio, pero no veo que haga usted , aquí y ahora, un rol muy airoso: me recuerda al acusica de clase, qué le voy a hacer. Porque poner los ojos en blanco mirando al techo como con resignación por presuntos agravios sufridos por otros, a la par que sugiere la saludable medida de que se use la podadera o el fungicida contra los tontos-hongos que pululan entre las mesas de este café, en este país en donde los medios de expresión limitan cada vez más la de las opiniones adversas (en los blogs de los periódicos es muy común que tengan un "moderador" que no deja pasar nada que "moleste" a los espadas de la redacción, lo mismo que en los blogs "particulares"..., el de Trapiello, por poner un ejemplo que nos queda cerca), pues que no puedo evitar un sentimiento de antipatía ante semejante actitud suya.
ResponderEliminarMartín es un raro ejemplo de paciencia y ecuanimidad y es inusual que censure alguna colaboración (eso se notaría, por experiencia propia y por las quejas de los demás) y prefiere que se cuele algún exceso antes que emplear la odiosa podadera. Lo que no quita que, efectivamente, haya de soportar algunos malos modos que prefiere él ridiculizar, despreciar, combatir, siendo así que adopta una estrategia más inteligente y democrática que cortar por lo enfermo.
No sé yo si hago bien. Los desahogos anónimos deberían tener su espacio propio. Animo a algún anónimo a que cree un blog anónimo y solo para anónimos y que ahí disparaten todo lo que quieran.
EliminarJLGM
Pero, Martín, son desahogos que vienen a cuento de lo que escribes en cada post o de lo que hayas tocado en otros anteriores. Además, en los blogs se establece una dinámica entre los concurrentes que puede despeñarse por los cerros de Úbeda, pero que tiene su aquel y constituye la salsa del negocio. Mi experiencia es que un foro que sea mero botafumeiro, pase de de pelota a mayor gloria del titular, suele ser plomífero, reiterativo, poco interesante. Cierto que los egos de los participantes existen y que solo alguien ecuánuime y desprendido permite que se desplieguen en su casa. Por eso es tan meritorio. Y tan divertido.
Eliminar"La haine est sainte. Elle est l’indignation des coeurs forts et puissants, le dédain militant de ceux que fâchent la médiocrité et la sottise."
ResponderEliminar(Emile Zola. Mes haines)
Diga usted que sí, amigo LT, tan seguro (hasta los "placeres de gastrónomo refinado") de tantas cosas, incluyendo que JLGM y yo somos el mismo. Ya lo dijo el gran filósofo Pero Grullo: "el que no se consuela es porque no quiere". Está clarísimo que usted sí quiere; hace bien.
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