Viernes, 16 de enero
LAVORO TUTTO IL GIORNO
Al volver a casa, me vienen a la memoria unos
versos de Pasolini que leí hace años: “Lavoro tutto il giorno come un monaco /
e la notte in giro, como un gattacio / in cerca d’amore…”
Trabajo
todo el día como un monje y por la noche doy vueltas y más vueltas “in cerca d’amore”.
O de algo que se le parezca.
Lunes, 19 de enero
LLAMAN A LA PUERTA
Una avería me deja sin calefacción y sin agua
caliente en uno de los días más fríos del año. Me envuelvo en una manta y
comienzo a leer El imperio de Yegorov,
de Manuel Moyano. Me imagino que estoy en una casa de campo, rodeado de nieve, sin
leña para encender fuego. Pronto dejo la novela, que finge ser una investigación
sobre un medicamento que garantiza la eterna juventud, y fantaseo yo otra en la
que estoy solo en una casa aislada en medio del campo y de pronto llaman a la
puerta.
Y
de pronto, cuando son ya casi las doce de la noche, llaman a la puerta…
Martes, 20 de enero
CRIMEN EN LA HABITACIÓN CERRADA
Edgar Allan Poe, John Dickson Carr o Ellery
sabrían sin duda resolver el misterio. Copio del periódico: “Pidió el sábado a
varios de sus diez escoltas que lo recogieran al día siguiente en su casa a las
11.30. Vivía en el piso 13 de un edificio con cámaras de seguridad y vigilancia
privada en el barrio de Puerto Madero, uno de los más caros y seguros de Buenos
Aires. Los guardaespaldas encontraron la puerta cerrada. Llamaron a su teléfono
y nadie contestó. Localizaron a su madre y la llevaron al edificio. Ella y un
escolta debieron llamar a un cerrajero para abrir la puerta ya que las llaves
estaban puestas por dentro. Hallaron al fiscal en el baño con un balazo en la
sien, dos centímetros por encima de la oreja. Su cuerpo bloqueaba la puerta. La
bala estaba dentro de la cabeza. A su lado, una pistola del calibre 22 y un
casquillo”.
Difícil
imaginar otra hipótesis que no sea un suicidio. Pero el muerto era Alfredo
Nisman, encargado de investigar un brutal atentado antisemita en el que
murieron 85 personas y que lleva décadas sin esclarecer. Hacía menos de una
semana había acusado a la presidenta argentina de pactar con el gobierno iraní
la impunidad de los autores. El lunes tenía previsto acudir al parlamento para dar
más detalles de su acusación. Y el domingo se pegó un tiro. Pero esa es la
versión oficial, afirma Martín Caparrós, que pocos creen. En Argentina, como en
todas partes, están acostumbrados a no creer la versión oficial.
En
una buena novela policial las cosas no son nunca como parecen. En la realidad,
a menudo sí. De no ser un suicidio, a Alfredo Nisman solo pudo matarle alguien
que entrara y saliera por la ventana del cuarto de baño, en un piso trece, sin
que nadie le viera escalar ni quedara registrado en ninguna cámara. Alguien a
quien el fiscal conociera y estuviera acostumbrado a verle entrar y salir de
esa manera, puesto que no escapó del baño ni se enfrentó a él; simplemente, se
recostó contra la puerta, cerró los ojos y dejo que le disparara un tiro, un
solo tiro, en la sien.
Demasiado
inverosímil, incluso para Argentina.
Pero la pasión política impide razonar incluso a los cronistas más
inteligentes, como Martín Caparrós. Los adversarios de Cristina Fernández
confían en que se descubra a un robot de última generación, quizá un robot
invisible (por eso no aparece en las cámaras de vigilancia), capaz de hacer tal
cosa. Lo curioso es que nadie se interesó por las presuntas pruebas que el
fiscal podía tener sobre la implicación de la presidenta en el pacto para
lograr la impunidad de los autores del atentado. Esas pruebas, de existir,
seguirían ahí. Y matar al fiscal solo serviría para acentuar su carga
probatoria.
Al
contrario que en una buena novela policial las cosas en la realidad a veces son
lo que parecen, aunque fastidien a los enemigos de Cristina Fernández.
Miércoles, 21 de enero
TUMBAS DE LEOPARDI Y DE VIRGILIO
Como soy una persona muy racionalista, procuro
encontrarle una explicación a todo y, cuando no se la encuentro, no pensar que
no la tiene, sino eso, que yo no se la he encontrado. Pero a veces no se trata
de hechos aislados, sino de toda una serie de acontecimientos.
La
última historia ocurrió en Nápoles, donde pasé unos días a comienzos de año. Una
mañana, fresca y más bien desapacible, decidí, nada más salir del hotel,
visitar las tumbas de Virgilio y Leopardi. Caminé a lo largo del Lungomare
hasta el puerto de Mergellina y luego callejeé hacia la estación del mismo
nombre. Ante la iglesia de Santa Maria de Piedigrotta había un mendigo que me
pidió limosna llamándome por mi nombre. Me sorprendió que me conociera. Le dejé
un euro y se lo pregunté, primero en espontáneo español, luego en italiano. No
parecía entender ninguna de las dos lenguas y se limitó a mirarme con
extrañeza. Pensé que sería una casualidad. Tras visitar la iglesia, por una
estrecha acera llegué hasta la entrada del parque virgiliano. Lo acababan de
abrir, no había nadie. Ascendí lentamente, leyendo las cartelas con fragmentos
de Virgilio que hablaban de las plantas que allí había y al llegar hasta el
recodo donde está el busto del poeta encontré de nuevo al mendigo, como
esperándome. Me dio un poco de miedo. Tenía un aspecto nada tranquilizador. Y
no podía ser él. Lo dejé ante la iglesia y no había ningún atajo para llegar
hasta allí. No me detuve. Seguí caminando con cierto temor, volviendo de vez en
cuando la cabeza para ver si me seguía. Pero continuaba inmóvil, con los ojos
fijos en mí y una sonrisa que me pareció burlona, como si le hiciera gracia mi
evidente temor. Llegué hasta la tumba de Leopardi, majestuosa y
mussolinianamente excavada en la roca, y me acordé de la película de Mario Martone,
Il giovane favoloso, que vi en
Venecia y que me gustaría volver a ver. En uno de sus poemas, “Il sogno”, cuando
entreabre los ojos una mañana encuentra ante sí “il simulacro de colei che
amore / prima insegnommi, e poi lasciommi in pianto”, el fantasma de quien
primero le enseñó a amar y luego le abandonó entre lágrimas. No parecía muerta,
sino triste, continúa el poema. Se acercó a él, le puso la mano en la frente y
le preguntó “¿Aún vives? ¿Aún te acuerdas de mí?”. Y de pronto se me contagió la
tristeza del poema y de la aparición y
sentí que los ojos se me humedecían. Me sentí solo, lo cual no era de extrañar
porque estaba solo, pero solo de otra manera, como si de pronto me hubiera
abandonado todo lo que hacía valiosa mi vida, cualquier vida. Seguí ascendiendo
hasta la tumba de Virgilio, en realidad una tumba romana en la que no es
probable que esté enterrado el poeta. Antes de llegar a ella, me entretuve
contemplando la hermosa vista de la ciudad, con el Vesubio dominándolo todo.
Abajo, muy cerca, la estación y los trenes pasaban alterando la tranquilidad
del lugar. Entré en la tumba, una especie de torreón de piedra con un pebetero
en el centro y una corona de reseco laurel. Allí dentro estaba el mendigo y
esta vez no me extrañó encontrarle. No había amenaza, sino piedad en sus ojos.
Me alargó la botella de la que bebía y yo, sin asco ninguno, bebí un largo
trago de aquel mal vino. Me sentí mejor, reconfortado. Y recordé el verso de
Virgilio que siempre se cita como ejemplo de hipálage: “Ibant obscuri sola sub
nocte per umbram”. Iban oscuros en la noche sola. Pero al salir el día había
cambiado, el cielo estaba azul, lucía un sol espléndido. Al mendigo lo volví a
encontrar frente a la iglesia, de donde es probable que ni siquiera se hubiera
movido.
Jueves, 22 de enero
EL MISTERIO CONTINÚA
Ahora resulta que la muerte del fiscal argentino parece que fue
un crimen y no un suicidio. Hasta Cristina Fernández señala en su Facebook que
se inclina por la hipótesis del asesinato. Al parecer, el cerrajero que abrió
la puerta dijo que estaba puesta la llave, pero que no le habían dado la
vuelta, que cualquiera podía haber salido y haberla dejado así, que no había
ninguna dificultad para entrar. ¿Y entonces por qué, si se podía abrir tan
fácilmente, la madre del fiscal y su escolta llamaron al cerrajero? ¿Y qué pasa
con el que el cadáver apareciera en el cuarto de baño bloqueando la puerta?
Otra presunta prueba que apunta al crimen es que, según dicen, la pistola con
la que se mató se la había prestado un vecino el día anterior, aunque él tenía
dos armas. ¿Y el asesino estaba tan escaso de recursos que tuvo que buscar
precisamente esa pistola que le habían prestado el día anterior? ¿Y cómo se las
arregló para entrar y salir del cuarto de baño a buscarla?
Claro que
si el narrador es no fiable, si los periodistas no cumplen con su obligación,
todo es posible. A lo mejor ni la puerta estaba cerrada ni el cadáver apareció
en el cuarto de baño.
Cuando la
pasión política entra en escena, el buen hacer periodístico sale por la
ventana. Sea o no la ventana del cuarto de baño. Y quien lo dude que invente
cualquier patraña denigratoria sobre Nicolás Maduro y la haga circular por las
redes sociales. Al día siguiente la verá en la portada de El País.
Viernes, 23 de enero
NUNCA ME DEFRAUDA
Mi fantasiosa novela de aventuras favorita se llama
realidad. Nunca me defrauda. Con qué impaciencia espero la nueva entrega de
cada mañana.
Ignoro, como casi todos, qué pasó realmente en el caso del fiscal argentino. Pero si la propia presidenta argentina dice inclinarse por la hipótesis del asesinato, el que dicha hipótesis sea, como se explica con el ejemplo de Nicolás Maduro, una "patraña denigratoria" contra ella parece bastante incoherente, ¿no?
ResponderEliminarNo hay que inclinarse por ninguna hipótesis; hay que contar lo que pasó (lo que se sabe que pasó) y esperar a que los investigadores hagan su trabajo. De momento, todo parece indicar que se trata de un suicidio, pero siempre es mejor la teoría del asesinato como arma arrojadiza, primero contra la presidenta argentina y luego de ella misma contra sus rivales políticos. Criticar a los periódicos presuntamente liberales y democráticos que publican cualquier cosa sin corfirmar contra Nicolás Maduro, Cristina Fernández o Jordi Pujol no es defender a ninguno de los tres. Es defender el periodismo riguroso.
EliminarJLGM
No dudo de que sea así. Y conozco poco el caso de Cristina Fernández; en el de Jordi Pujol, parece que los hechos confirmados por él mismo ya son bastante tristes. Y en el de Nicolás Maduro, historias como la famosa del pajarito, o su curiosa hipótesis del golpe de Estado permanente, tampoco me parece que le dejen en muy buen lugar.
ResponderEliminarDe la mirada prejuiciosa y selectiva no se escapa nadie (iba a decir, no se escapa ni Dios: hay que ver como trató al bueno de Job y no digamos nada de lo de Sodoma y Gomorra, deja chico a Chernobil). Pero yo no quiero defender a nadie, ni menos atacar con anécdotas contadas por sus enemigos. (Lo que reconoció Pujol es que regularizó un dinero que su padre había dejado en Suiza; por cierto, el padre del anterior Jefe del Estado también dejó una herencia en Suiza y no se sabe muy bien lo que pasó con ella; pero yo no defiendo a Pujol ni ataco a nadie. Defiendo el periodismo riguroso, que solo es posible si hay lectores exigentes. Por cierto, sii todos los delitos de Pujol --no hablo de sus hijos, adultos y responsables cada uno de sus actos-- fueran los que él confesó en su carta, no habría cometido ningún delito.
EliminarJLGM
Yo me pregunto qué informaciones pueden aportarse a JLGM que él considera válidas; porque ya nos ha explicado repetidamente su desconfianza respecto, por ejemplo, a El País.
ResponderEliminarNo sé si su anatema alcanzará a La Vanguardia; pongo enlace a dos informaciones aparecidas en ella, la primera justo a raíz de la confesión pública del Honorable: http://www.lavanguardia.com/politica/20140725/54412224462/pujol-regularizacion-fiscal-cuentas-familia-exterior.html. Y destaco un párrafo de dicha información: "...además de la cuota defraudada y los intereses, una sanción del 150%.Pujol se lamenta de "no haber encontrado nunca el momento adecuado para regularizar (...) en tres ocasiones excepcionales a lo largo de más de treinta años".
El desencadenante de la regularización conocida ayer fue el conocimiento de que un exempleado de banca de Andorra había sustraído documentos con referencias a las cuentas de los afectados y estaba divulgándolos. Además, la posibilidad de que en alguna causa judicial se acabase pidiendo información sobre esas cuentas podía tener consecuencias penales. Precisamente, la afloración de los bienes y las declaraciones complementarias, recomendadas por los asesores de la familia, busca cerrar la vía penal, pero con un alto coste".
La segunda, un poco posterior, de la actitud de una diputada de ERC respecto al mismo asunto: http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20140926/54416363447/erc-recuerda-ante-pujol-que-su-confesion-creo-decepcion-e-indignacion-en-los-catalanes.html, donde puede verse lo mal que sentó a los socios de CiU en el gobierno esa confesión suya de "perfecta inocencia".
Sobre Maduro, insisto en lo que dije: no sería necesario que nadie tratase de desprestigiarle; en mi opinión, él solo lo hace muy bien.
Siempre es un placer leer a alguien que disfruta de pensar y que se ha vuelto, llevado por el cultivo de tal placer, un agudo sabueso cuyo olfato lo alerta de las facilidades que suele darse mucho periodismo dispuesto a servir a los más variados intereses extra periodísticos y a cuanto cuenta para el consumo ideológico inmediato: El país es un ejemplo tanto como los diarios Clarín y Nación de Argentina: publicaciones de la derecha golpista, con profundos compromisos con la dictadura militar del 76, que son fuentes invariables e incontrastadas de mucha prensa europea sobre cuanto acontece en el ámbito político argentino. Felicitaciones JLGM. Siempre es de agradecer que haya quienes piensen antes de reaccionar a estímulos pensados para hacer que se reaccione… sin pensar. En cuanto al otro señor oculto tras su anónima firma, no estaría mal que pusiera algún sano obstáculo a su incontenible y automático hacerse eco de mucha mala prensa, en vez de no contenerse y dejar escapar tan sin crítica ni control opiniones basadas en impresiones, como la que le causa un chisme suelto (o varios) sobre Maduro, en vez de, SI DE VERAS TIENE INTENCION DE COMPRENDER, ponerse a indagar un poco. No es difícil, ni en el caso de Cristina Fernández de Kirchner, ni en el del presidente de Venezuela. Sólo se trata de dar a la cabeza el uso más adecuado al que parece destinada. Pero ya decía D. Antonio Machado: “de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa”
ResponderEliminarAmigo Sergio, gracias por la parte que me toca en lo de embestir. Reconóceme, de todos modos, que tu agresivo uso de la cabeza más recuerda al primer verbo del verso machadiano que al segundo. Yo al menos utilizo la mía para leer. Si tú también practicas ese sano ejercicio, agradecería que, descartados El País y La Vanguardia, me indicases cuál es la "buena prensa" cuya lectura me recomiendas; en alguna parte la habrá, digo yo.
ResponderEliminarBienvenido, Sergio, al club de los damnificados cerebrales por los escritos de este señor que firma como "Anónimo Segundo". Yo lo tengo por imposible pero me pasa como a Martín: me cuesta contenerme para no darle en la cresta dialéctica (él, previsible que es como un reloj de cuco, asomará la cabecita para decir que poco menos que lo estoy amenazando con violencia física). Es un ejemplo de eso que tú llamas avezado lector de "mala prensa"..., que dicho sea de paso y con los tiempos que corren, es la inmensa parte del sector: contrarios a publicitar o dar cauce a opiniones que contravengan sus intereses (generalmente económicos) y empeñados en manipular la opinión publica en favor de estos.
ResponderEliminarUn botón de muestra de cómo discurren estos (son un subgénero, muy semejantes todos los ejemplares) personajes afectos del síndrome de lectores de "mala prensa": acaba este buen hombre de meterse con Maduro, dedicándole un comentario despectivo, una raspadura, porque él cree que personajes tan deleznables no merecen dos minutos de dedicación de parte de las almas nobles. Pues bien, le iba a costar un güevo a este señor documentar cuáles son las lacras de Maduro, fuera de las consignas calumniosas de periódicos tan poco fiables (te habia avisado, Martín) como "El País", que a duras penas puede ocultar los intereses que lo han vuelto tan tendencioso. Sumarse al carro de los que responden a la palabra "bolivariano" con un reflejo más propio de perros de laboratorio que de seres racionales, no es para estar orgullosos de clarividencia. Toda esa masa borreguil que tiene al régimen venezolano por una dictadura sangrienta y que piensa que los pobrecitos capitalistas (y sus mayor-menordomos) sufre persecución y martirio en el país caribeño, no son más que unos ignorantes que se dejan comer el cerebro por los que tienen mayores dificultades de hacer suculentos negocios con el gobierno de Maduro que con el de alguien que se pareciera a Carlos A. Pérez, el amigo de Felipe Gaseoso. Que un gobierno infame como el que sufrimos se atreva a meterle el dedo en el ojo al de Venezuela es de un cinismo inaudito. Si yo fuera Pablo Iglesias, si me acusaran de simpatía con el régimen chavista, les contestaría que aquella sociedad y aquel gobierno poco tienen que envidiar a esta pocilga..., que en eso han convertido a este país. Pero, ya se sabe, hay personas que prefieren no contrastar la realidad de los papeles con la realidad de la calle. Y encima pretenden darnos clase de demócratas.
Dios me libre de pretender dar clase a nadie, aunque a algunos unas orientaciones respecto a modales civilizados en una conversación no les sobrarían. Yo invito a quien lo desee a comparar los modos de expresarse de quien esto firma y de mis dos contradictores, y a sacar sus propias conclusiones. Puede que yo esté equivocado en lo que digo; mi tono no se equivoca. Y puede que F. tenga razón siempre; pero, como dice un amigo mío, no basta tener razón, también hay que procurar no perderla por el camino. Y me temo que F., en este segundo aspecto, tenga mucho que aprender. No necesariamente de mí, que ya digo que no pretendo, en contra de lo que él afirma, dar clase a nadie, sino de cualquiera que sepa distinguir entre expresar una opinión y descalificar a quien opina de modo distinto a uno mismo. También a él le invito, si quiere y si puede, a que, descartados El País y La Vanguardia, a los que yo citaba, por sectarios, propongan su ejemplo de fuentes de información no sectarias; como le decía a Sergio, alguna habrá, supongo yo.
ResponderEliminarPienso que la verdad es la verdad, se vista como se vista, y que un buen jamón de bellota es bueno en plato cuadrado o sobre papel de estraza. Don Quijote se comía las bellotas en la palma de la mano, no exigía a los pastores que le escuchaban embobados manises ni sigillata y le daban pie para el mejor discurso que vieron los siglos. El agua fresca del verano sabe a gloria en el hueco de un puño homicida y el jamón del pata negra no sabe peor porque el gorrino haya devorado al bebé del mayoral antes de los sanmartines.
ResponderEliminar¿?
ResponderEliminar¿Es posible, amigo, que no interpretes las metáforas en toda su intención?
ResponderEliminarEs que no poseo, pobrecito de mí, la privilegiada inteligencia metafórica de otros. O que las publicaciones "Puño Homicida" y "Jamón de Pata Negra", cuya lectura supongo se propone para sustituir a los sectarios "El País" y "La Vanguardia", me son desconocidas. Es lo que tiene la ignorancia, que no se entera uno. Ay.
ResponderEliminarBueno, querido, en puridad no son metáforas, son figuras retóricas más cercanas a la greguería..., pero ya sé que no eres ducho en lo literario; habíamos llegado a cierto consenso en que lo tuyo era el lenguaje funcionarial, leguleyo.
ResponderEliminarAdemás, pese a mis denodados esfuerzos, no ha entrado en tu mente algo tan certero y luminoso como que en la epopeya antigua, en el mito, en la tradición, en el bien pensar pastoril, en los arquetipos... están los instrumentos que ayudan a uno a discurrir, a razonar, a construir el pensamiento, de modo que las bellotas que colman la mano de don Quijote, o las argucias de Odiseo, o los cuentos de Borges tienen bastante que más que ver con el análisis objetivo de la actualidad que muchas páginas tendenciosas de los venales rotativos.
De ese consenso no me había enterado yo; ni, supongo, las editoriales que han aceptado los siete libros (de poesía y prosa) que he escrito hasta ahora. Pero qué pueden importar nuestras opiniones al lado de las "luminosas" seguridades de F. Tanto los escritores como los editores, ¿qué vamos a saber de literatura, comparados con él? Nada, evidentemente. Lo nuestro es pura ignorancia, diga usté que sí.
ResponderEliminarPues, querido amigo, muy honrado por discutir con un poeta y prosista que tiene publicados nada menos que siete libros (no sé por dónde andará el ranking de Martín; el mío seguirá siendo una incógnita). Pero en este blog vuesa merced suele emplearse más en discutir de cuestiones que poco o nada tienen que ver con la literatura, como no sea que algunas veces -y creo que ya te lo he echado en cara- bien pudieras pulir un poco el estilo, para hacer comentarios más amenos o más "literarios", lo que sería de agradecer.
ResponderEliminarPero la elaboración de un pensamiento lógico poco tiene que ver con la poesía o con los relatos de terror (o con la novela negra, o con la novela rosa, o con el libelo amarillista). Estoy por aceptar que esa divina cualidad es un don del cielo, connatural..., de tan escaso como lo percibo.
Salud, amigo.
Bien; hasta aquí hemos llegado. Es claramente imposible sostener una discusión razonable con F.; a la segunda respuesta, si no antes, habrá abandonado el asunto del que se trate para recaer en su monotema: yo soy maravilloso, y los infusorios que se atreven a disentir de mis privilegiadas opiniones, del todo desdeñables. Como el monotema en cuestión es de por sí aburrido, y si no lo fuera lo haría infinitamente tedioso la implacable insistencia, uno está ya más que cansado. A partir de ahora, F. podrá expandir su ilimitado ego todo cuanto desee, sin temor a que yo le replique. Es constatablemente inútil empeñarse en enseñar a razonar a quien no quiere o no sabe. Disfrute pues a sus solas de la infinita maravilla de su propio ombligo; yo, al menos, no volveré a contestarle (ni a leerle). Y si incumplo involuntariamente esa promesa, por no identificarle en uno de sus muy múltiples seudónimos, rectificaré de inmediato en cuanto su narcisismo y su mala educación, tan inevitables al parecer, le delaten. Ya estoy más que harto de explicarle que a las razones se contesta con razones, y a los datos con datos. Sus descalificaciones personales y sus inacabables autoelogios, guárdelos para quien sepa apreciarlos en lo que valen.
ResponderEliminarEres tan remilgado como siempre, A.S. Y un llorón sin remedio. Estoy convencido de que eres pasante de despacho de abogados, oficial administrativo de alguna dirección general de cosas muy prosaicas, o corrector de pruebas de un periódico provinciano. Que en tus ratos de ocio escribas poemas y relatos y que hasta se publiquen (existe mucha autoedición: soltando la tela todos podemos tener nuestro libro) entra dentro de lo posible: que tengan calidad ya es otro asunto). Pero permíteme que justifique estas dudas, en base a lo cansino, aburrido y carente de gracia de lo que aquí pones en evidencia.
EliminarPero uno siempre está a punto de mejorar: ¿no ves yo?
Dos apuntes:
ResponderEliminarEl cerrajero tardó un segundo en abrir la puerta. Eso no quiere decir que los demás pudieran abrirla tan fácilmente. Si yo me quedara encerrado fuera de mi casa no tendría forma de abrir la puerta pero el cerrajero seguramente lo haría en un segundo.
Se ha encontrado un pasadizo de ventilación que comunicaba el apartamento con otro. Y huellas de haber sido usado recientemente.
¿Cómo es eso de quedarse encerrado fuera de casa, Piquero?
ResponderEliminarEs que os habéis encerrado en una discusión-bucle. Yo comentaba las pruebas en el caso Nisman.
ResponderEliminarPero, poeta, se ve que eres muy de casa, porque cierras la puerta acorazada y si quedas de la parte de la calle parece ser que sufres una extraña claustrofobia: aunque el claustro sea más grande que el del Monasterio de Samos.
ResponderEliminarPS.- Casualmente, esta tarde leía servidor un hermoso soneto de vuesa merced, "Al dejar atrás la adolescencia":
Pero ya no vendrá otra primavera.
Seguiremos llevando nuestros nombres
con esta dignidad de perro viejo
y dejando pasar la inalcanzable
belleza sin mirarla...
Gracias, F., pero no es un soneto.
ResponderEliminarCatorce versos endecasílabos..., ¿entonces?.
ResponderEliminarPerdona, Piquero, sé que me enrollo más que la persiana de Góngora y a lo mejor no ha quedado clara la ironía que iba implícita en mi capciosa pregunta sobre eso de quedarse "encerrado": ¿cómo consigue uno quedar encerrado si esta fuera de casa?
EliminarSon más bien quince. Y hay endecasílabos, heptasílabos y alejandrinos.
ResponderEliminarAh. Ahora se va a meter conmigo el Anónimo Segundo este y va a pretender sacarme los colores. Pero ya tengo la munición preparada. Que venga, que venga...
EliminarBueno, es fácil de entender. Si te quedas fuera de casa con las llaves dentro, la sensación de estar encerrado es más fuerte que si te quedaras realmente encerrado dentro de casa por alguna estúpida razón. Dentro tienes tu casa y tus cosas. Si te quedas afuera simplemente estás en la puta calle. Digamos que "encerrado fuera de casa" es una forma poética de ver la realidad.
ResponderEliminarEn cualquier caso mis comentarios se referían a la parte en la que Martín comenta el caso del fiscal.
Sí, este mundo se a vuelto tan hostil que a veces uno se siente acorralado en medio de la plaza pública y hasta en las amplias alamedas. Y ha de liberarse en casa de semejante encerrona.
EliminarEl sábado me voy a encerrar en la Puerta del Sol matritense, Piquero, ¿te animas?
Me alegra que te refieras al asunto del fiscal, Piquero, y no a entelequias. Es muy interesante eso que dices del conducto de ventilación. ¿Hay un conducto de ventilacion en el cuarto de baño por el que pueda pasar una persona? Cualquier periodista medianamente serio debería informarse de eso antes de asegurar que fue un asesinato porque cree que tal cosa es lo que más perjudica al gobierno argentino. Ten en cuenta que el cadáver apareció dentro del baño apoyado contra la puerta.
EliminarSi los datos que se nos comunican son ciertos (los datos en los que coinciden todas las informaciones) parece muy difícil que se trate de un asesinato y no de un suicidio.
El asunto me interesa. Da para un relato al estilo de "Los crímenes de la calle Morgue". Pero en la realidad no podemos inventar, sin ninguna prueba, un drone asesino que se cuele por la ventana del cuarto de baño, como Poe inventó al chimpancé que se deslizaba por la chimenea..
JLGM
Hago extensiva la invitación a Martín; me queda una plaza libre en el coche y puedo pasar a recogerlo por su casa. Que me lo comunique si le parece bien; si le parece mal, no hace falta.
EliminarDemasiado mal tiempo. Pero me gustaría darme una vuelta por allí, palpar el ambiente y hacer fotos.
EliminarJLGM
Existe el riesgo de que la concurrencia no sea tan masiva como fuera deseable; no tener la colaboración de los sindicatos ni de los demás partidos de la izquierda, que pudieran sentirse ninguneados... Pero en esta ocasión se apela a la ciudadanía, a todo aquel que entienda que hay que salir de este infierno como sea. Estoy convencido, Martín, de que PODEMOS es un instrumento, una palanqueta con la que forzar la cueva de Alí Babá; más adelante, cuando este régimen carcomido hasta los cimientos dé paso a algo más humano, creo que se disolverá (tal es la heterogeneidad de afiliados y eventuales votantes), porque habrá quienes pensarán que sus intereses o su ideología se encuadra mejor en un partido de mayor definición al respecto. Pero la situación actual que vivimos (nacional e internacional) es de tal emergencia, están en peligro tantas cosas vitales que lo lúcido es que se sumen los que claman por la decencia. Mira, en Madrid ya se han unido Ganemos Madrid y PODEMOS. No es momento de tiquismiquis, que estamos hundiéndonos: esto es un naufragio total.
EliminarEl inefable (no sólo por innominado) Anónimo desafiaba a que se le indicaran fuentes periodísticas "no sectarias". Si "no sectarias" no equivale para Anónimo al mentiroso "neutro", si no riñe con "crítico", entonces puede consultarse el que en buena medida (medida no absoluta) y de manera sostenida es un buen periódico: www.pagina12.com.ar
ResponderEliminarDe manera especial, para el caso Nismann recomiendo que quienes realmente quieran comprender qué está en juego, lean las notas de Horacio Verbitsky (por ejemplo: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-264988-2015-01-29.html), Raúl Kollmann y Luis Brunstein especialmente. Y que se interioricen de las razones reales de que el gobierno argentino sea sistemáticamente difamado y vuelto objeto de tantas mentiras por parte de la prensa hegemónica de derecha, en particular la Nación y Clarín, fuentes ambas de cuanto sobre Argentina se publica en El País, ABC, Il corriere della será, etc..
Amigo Sergio, uno no "desafiaba"; sólo pedía que, descalificados al parecer por sectarios El País y La Vanguardia, quienes así lo afirmaban me indicasen fuentes menos contaminadas en las que beber; y preferiblemente, claro, en la prensa española, que es la que nos toca más de cerca. Mis fuentes, en concreto, sobre la situación argentina no son únicamente periodísticas, sino lo que me indican los varios amigos que, tanto en Buenos Aires como en otros lugares, he ido haciendo con el tiempo. Por lo demás, respecto a ella, a la situación argentina, indicaba más arriba, copio, que "si la propia presidenta argentina dice inclinarse por la hipótesis del asesinato, el que dicha hipótesis sea, como se explica con el ejemplo de Nicolás Maduro, una "patraña denigratoria" contra ella parece bastante incoherente, ¿no?". Acaso por la "inefabilidad" que me atribuye no haya comprendido lo que mis palabras literalmente dicen; yo creo que es bastante claro. Por si así no fuera, se lo explico: si la hipótesis del asesinato es una "patraña denigratoria" contra la presidenta argentina, que ella misma la suscriba es, como mínimo, raro. Por lo demás, mi explicable amigo (lo contrario de inefable, esto es, "que no se puede explicar con palabras") parece olvidar que lo importante no es, en primer lugar al menos, a quién favorece o perjudica una determinada hipótesis, sino si las pruebas la apoyan. Porque si nos olvidamos de eso (dos más dos son cuatro, los elefantes son grandes y las pulgas, pequeñas, con independencia de que a alguien el que lo sean le siente mejor o peor), tenderemos no a buscar la verdad (en la medida en que ello sea posible), sino sólo aquello que confirme nuestros prejuicios, descartando lo demás por falso o irrelevante. Yo procuro no hacer eso, nada más.
ResponderEliminarPues todas las pruebas, Segundo Anónimo, indican que la muerte del fiscal fue un suicidio. Y, desde el primer momento, nadie que se atuviera a los datos, podía pensar otra cosa, al menos hasta que aparecieran nuevos datos... que no han aparecido.
EliminarA veces basta con saber leer para darse cuenta de que tratan de engañarnos. Pero a la mayoría le gusta dejarse engañar si el engaño va a favor de los propios prejuicios. Vea lo que dice hoy el defensor del lector en El País sobre la supuesta falsedad del curriculum de Monedero que ellos dieron como noticia en primera fágina. Bastaba leer el texto para darse cuenta de que era un intencionada patraña, no hacían falta los desmentidos que vinieron después en el mismo periódico y en letra pequeña. Pero seguirá repitiéndose esa patraña durante bastante tiempo porque hay gente a quien le basta leer los titulares (y eso lo sabían quienes aceparon publicarlos a pesar de no estar confirmados)..
Y conviene leer con atencióbn lo que se desmiente. Lo que yo escribí es que basta hacer circular en la red una patraña contra determinados políticos (Nicolás Maduro es uno de ellos) para que ciertos periódicos lo den como válido y lo lleven a primera página. No creo que exagerara mucho.
Y no parece que haya duda de que todos los intencionados bulos acerca de que lo que parecía un suicidio era en realidad un asesinato iban contra Cristina Fernández y su gobierno. Que ella se dejara llevar por la histeria colectiva al respecto y hablara también de asesinato es otra cosa (ella pensaría en otros culpables, pero todos los demás pensaban en ella).
Pero mis comentario en este caso no pretenden defenderla, solo señalar --en un caso concreto-- el poco respeto a la ética periodística de un periódico que yo leo todos los días desde su fundación.
JLGM
Bueno, Martín, tú lees todos los días -desde su fundación- un periódico que acaba de decepcionarte porque has comprobado cuánta infamia está decidido a publicar por defender los Intereses económicos de la Empresa, S.A.. Por lo mismo que yo "siempre" tomaba (nótese que hablo en pretérito) café en cierto café de esta villa marinera y un mal día apareció una rubia cucaracha en el brebaje y desde entonces que no piso el establecimiento. Y no dudo de que el café siga siendo un moka de primera pero me ha disgustado adivinar cómo tienen de sucia la trastienda. De sabios es rectificar..., a la luz de elementos de juicio nuevos, no quitar fama por meras sospechas inducidas por el taimado cafetero de la esquina, que desea la ruina de quien le hace la competencia. En mi caso cabe la sospecha de que la cucaracha haya nacido en el café de las esquina pero que por causas desconocidas haya terminado en la taza de mi cafetería de elección... Pero a El País no le concedo el beneficio de la duda.
EliminarPS.- Lo de ayer en Madrid, grandioso, Martín; ni el trago que supuso pasar por el Huerna nevado a las tres de la madrugada empañó aquella gloria.
Salyd, amigo.
Pues yo sigo leyendo El País todos los días... y disfrutando y aprendiendo. En él siguen escribiendo buena parte de los mejores periodistas. Por eso me irrita tanto cada uno de sus fallos. En La Razón ciertos comportamientos no me sorprenderían.
EliminarLo sigo leyendo, pero sé de qué pie cojea, así que incluso cuando miente --o tergiversa: Venezuela, Podemos...-- a mí no suele engañarme.
JLGM
Precisamente prevaliéndose de esa buena fama engañan (ahora sobremanera, que los amos no son los de antaño) a gente de buena fe que no tiene tu espíritu crítico ni una capacidad de discernir muy afinada. Y eso no se lo perdono. Son dañinos...., aunque otros más, tienes Razón.
Eliminar¿Qué patrañas contra Maduro son esas? Maduro no necesita patrañas ni a El País para desprestigiarse. Lo hace solito de maravilla. Tu simpatía por Maduro y su pajarito cantor me deja atónito.
ResponderEliminarMi simpatía es por la verdad, no por Maduro; patrañas contra nadie, ni contra Rajoy.. A mí quien me caía bien era Chávez, todo un personaje.
EliminarJLGM.
¿Se imagina Piquero que un comando de enloquecidos bolivarianos de PODEMOS secuestrara a Rajoy y que el pueblo se echara a la calle obligando a los delincuentes a soltar al insigne mandatario, y que en vista de semejante fervor popular los terroristas hubieran de poner en libertad al ilustre gallego, y que la gente lo llevara en volandas hasta la poltrona de la Presidencia? ¿Increíble, verdad? No sé por qué me ha venido esta fantasía tan fantasiosa a la cabeza? Será porque eso mismo le ocurrió a Chávez (q.e.p.d.), no hace tanto. Claro que "El País" daría una explicación convincente a semejante prodigio (mira que la gente jugarse el tipo por un dictador sangriento...).
EliminarPues no, no me lo imagino. Qué ejemplo más chusco. A Pinochet también lo aclamaban sus leales cada vez que abría la boca.
ResponderEliminarPues yo remito mis chusquedades al chusco informe del señor James Carter (socialista radical pero honrado) que puso de manifiesto la limpieza ejemplar de las elecciones que colocaron a Mr. Chávez al frente de la República Venezolana. Si Piquero tiene algo que objetar que lo diga, si no que calle...de momento. Pero no se puede negar que existen carencias importante en el bienestar de la gente de aquel país caribeño; por ejemplo la cacareada y amplificada escasez del buen papel higiénico (según los parámetros de la CIA y de la inmensa red de medios de comunicación de la (ultra)derecha antichavista), ese de doble hoja y de afelpado acariciador, propio de los países democráticos que se precien, que es cierto que escasea, teniendo que recurrri amplias capas de la población a reutilizar las hojas de viejas colecciones de Pravda y del vecino Granma.
EliminarSi el discurso de Piquero le lleva a establecer analogías entre Pinochet y Chávez-Maduro, estará poniendo de relieve, por enésima. que el talento muñidor de poemas y otras bagatelas no capacita per se para emitir opiniones lúcidas, siquiera razonables.
El camarada F. infiere de mis palabras analogías que quizá están sólo en su mente, no en la mía. Sólo quería señalar que el hecho de que los partidarios de un señor lo defiendan no dice nada especial en favor de ese señor, porque todo el que está en el poder tiene ardorosos partidarios.
EliminarEn cualquier caso, yo no había dicho ni una palabra sobre Chaves; si lo hice sobre Maduro, que me parece un personaje de esperpento que en cualquier país civilizado estaría barriendo las calles con un escobón. Si Chaves era de opereta, Maduro no llega ni a concursante de Gran Hermano Vip. Por desgracia para los venezolanos.
Si infiero, si capito. Sepa el camarada que la calidad del pájaro enjaulado viene sugerida por la de los que en la calle vocean por su puesta en libertad. Las tanganas que los hipotéticos (nunca cayó la breva de ver a Pinochet entre barrotes; para una vez que le rondó esa eventualidad nuestros progres en el gobierno hicieron lo indecible para que remontara el vuelo y llegase intacto al aeropuerto de Santiago (de Chile), las tanganas -digo- que iban a montar extramuros de la prisión del viejo asesino seguro que las iban a orquestar y bailar lo peorcito de la sociedad chilena. Sin embargo, en el caso del Chávez secuestrado, quienes se arrimaron a los muros carcelarios gritando airadamente... fueron los "descamisados", los parias, los desengañados del amigo de Felipe Gaseoso.
EliminarSi no eres capaz de valorar los matices (gruesos matices, como cerdos bien cebados) que diferencian ambos casos..., pues que no sé que hago discutiendo contigo, buen vate que te bebes los salitres del suroeste argantónico.
En ningún momento he entrado a comparar a uno con otro. Me limitaba a señalar el hecho incontestable de que todo gobernante (sea bueno, malo, regular o a rachas) tiene partidarios dispuestos a batirse el cobre por él, y que esa circunstancia (la fidelidad perruna) no nos revela por sí sola que el dirigente en cuestión sea bueno, malo, regular o a rachas, mientras que tú pareces considerarla un gran mérito de ese dirigente en particular. ¿Ahora me he explicado?
EliminarLo dicho, Piquero: la diferencia está en la catadura de quién le lleva a cada preso el bocadillo (con/sin lima) o le hace el bis a bis.
EliminarJosé Luis Piquero, en "lo" mío no hay nada personal, paisano (y puede que hasta camarada..., si uno de los dos se dejara).
Cómo no. Te invito a integrarte en el proyecto de Izquierda Unida, donde llevamos veinte años trabajando por un cambio real y donde los simpatizantes de Podemos sois bienvenidos.
EliminarBastante más de veinte años vengo votando a ese partido tuyo: desde siempre, desde que los peces salieron a tomar el sol un Viernes Santo; la última vez las recientes Europeas. Pero, no sin cierta punzaílla en el pectoral, en los próximos comicios votaré a PODEMOS, no por desengaño de los "nuestros" sino porque brilla más que el sol de Damasco mi convicción de que el voto útil, ese que nos urge emitir, lo tiene que rentabilizar esa nueva formación, quizás de corto recorrido, pero de unas virtualidades únicas. Y urge aprovecharlas para echar abajo la odiosa estatua de este Jano-Moloc que nos hiela el corazón.
EliminarTras la katarsis, no descarto la vuelta a casa.
Salud, amigo Piquero. Y que los dioses "nos" sean propicios.
En fin, no creo que valga la pena seguir dándole vueltas al asunto. Sólo lamento que quienes descalifican a El País y La Vanguardia por sectarios y recomiendan, imagino, no leerlos para no dejarse engañar (o sea, todo lo contrario que JLGM, con quien es siempre un placer incluso el disentimiento, porque procura razonarlo, trabajo que otros no se toman) no se hayan animado a explicarnos si existe en España alguna fuente de información periodística que, por no contaminada, pueda llevarles ventaja. Sería triste pensar que no las hay; y, desde luego, no es eso lo que yo creo.
ResponderEliminarNo sé quién recomendaba como un modo de formación básica el enseñar a leer los periódicos con escepticismo. Yo pienso que es actitud muy necesaria; pero me temo que para algunos el escepticismo haya de aplicarse sólo a aquellos cuya linea editorial no coincida con los propios prejuicios, mientras que si coincide el escepticismo se lo dejan en casa. Y eso no sería leer la prensa, sino seguir la propaganda que nos halague los gustos, lo cual es muy otra cosa.
Perdón que me entrometa, Sr. Piquero, pero tengo curiosidad por saber en qué país piensa cuando dice "cualquier país civilizado", y agrega que éste sería uno en el que el presidente Maduro “estaría barriendo las calles con un escobón”. Es seguro que no pensará en un país cuyo correctísimo monarca no pudiera ser propuesto al respeto de ningún humano con “civilizado” y mínimo sentido ético y al menos una pizca de sensibilidad ecologista; ni uno que hubiese sido gobernado por hombres de dudosa responsabilidad frente a su gente, tal que, aliado con cruzadas imperialistas propiciara para todos infernales Atochas y luego sólo supiera de poner cara de imbécil imperturbable; ni tampoco un país cuyo presidente, a pocos días de recibir el premio Nobel de la paz pudiera solicitar (y obtener) al Congreso de su país la aprobación y la consecuente financiación del envío de treinta mil efectivos a tierras de apetecible petróleo … ¿Qué país civilizado tiene in mente Sr. Piquero? De los llamados “países civilizados” o “del primer mundo” sólo me consta que han sembrado la pobreza y el terror en sus colonias y el mundo entero y que desde hace algún tiempo mantienen ese “estilo de administración” civilizado en la propia vieja Europa. ¿No le parece que el mundo está en manos de nefastos “civilizados”, verdaderos “locos con carnet”, como canta Joan Manuel Serrat? Por esto me intriga saber en qué país piensa cuando se toma tiempo para denigrar al actual presidente de Venezuela, de la que, me temo, tiene usted una ignorancia sin lagunas, nutrida de baratijas que compra y vende en el mercado de los medios al uso… Y ni qué hablar de la situación real de su pueblo desde que asumió Chávez hasta la fecha.
ResponderEliminarSergio, no tenía en mente ningún lugar en concreto. Sólo pensaba en un país (quizá ideal) en el que un semi-analfabeto que cree en espíritus no ocupase un cargo público de enorme relevancia ni gestionara los dineros y las leyes. Y no empecemos con el "y tú más" ni caigamos en esa demagogia tan cansina de considerar que si me opongo a Pepito es porque apoyo a Juanito.
EliminarNo. Simplemente esperaba que tuvieses en mente un país de la realidad, También que no asociaras automáticamente la buena educación y ser muy leido con la excelencia ética y política. En suma: que tuvieses algo en la cabeza cuando decías tan fresco que "en un país civilizado"... Y lo mejor sería que nos dijeras con qué políticas concretas de la era Chávez no acuerdas y con cuáles, si con alguna, sí. Pues si hablas de políticos con la responsabilidad de Chavez y Maduro, debes referirte a sus políticas, por las que han sido electos con no pocos votos. ¿O quienes los votaron tampoco podrían habitar en tu país ideal?
ResponderEliminarPero ya. Propongo ir a leer el nuevo post de JLGM, sobre Amor y poesía. Tal vez esas cosas, en ningún pais dividen a ociosos... ¿O sí?
ResponderEliminarSerá mejor.
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