sábado, 19 de junio de 2021

Después y todavía: Sesión continua

 

Sábado, 12 de junio
NIHIL OBSTAT 

“La mejor manera de vencer a la tentación es caer en ella” decía Oscar Wilde. Y hay tentaciones que yo nunca he sido capaz de resistir. La de viajar en el tiempo, por ejemplo. 114 horas de vuelo alrededor del mundo se titula el vehículo al que me subo esta tarde. El piloto es Enrique Aguilar, de quien no sé nada más que lo que él me cuenta: que estudió con los jesuitas, que fue marino, que sigue siendo un buen católico y por eso su libro lleva el “Nihil obstat” de un canónigo y el “Imprimase” de un arzobispo.

Se publicó en Barcelona en 1957. “Sinfonía en negro” se titula uno de los capítulos: “Recuerdo que apenas tenía yo 18 años sostuve una polémica con un americano sobre la raza negra. Los negros, decía el americano, son una raza inferior y no pueden ni deben convivir con los blancos. Yo sostenía que Dios no distinguía de colores y que todos éramos hermanos”.

Han pasado los años, ha pasado Enrique casi un mes en Estados Unidos (en una foto del libro se le ve junto a Cornel Borchers y Rock Hudson), y ya no puede ser tan categórico: “Como cristiano, sigo opinando que merece los mismos respetos un blanco que un negro, pero comprendo, no obstante, que la vecindad de un negro en la butaca de un teatro es molesta”. Y sigue: “Por otra parte, pese a sus estudios, el negro no tiene aún solera suficiente para reprimir sus instintos y cuando abusa del alcohol su primitivismo se pone inmediatamente de manifiesto”. Por eso los americanos, para librarse de los negros, inventaron la República de Liberia, pero el experimento fracasó: “La tragedia del negro consiste en haberse habituado al coche y a la nevera. ¿Cómo quieren ustedes que ahora se despoje de todo y vuelva a la jungla con su simple taparrabos?”. Antes que eso, prefieren seguir en Estados Unidos y ser objeto de vejaciones.

            Nos frotamos los ojos, no acabamos de creérnoslo. Enrique Aguilar, como buen cristiano, siente un poco de pena por el sufrimiento ajeno, pero enseguida se consuela: “Claro que su epidermis no es tan sensible como la nuestra y posiblemente cosas que a nosotros nos parecerían terribles ellos apenas llegan a percibirlas”.

            “Nihil obstat”, nada que objetar, por parte del doctor Cipriano Monserrat, canónico prelado doméstico de Su Santidad; “imprímase” ordena el arzobispo de Barcelona.

            Eran tiempos en que uno podía decir lo que pensaba sin miedo a la dictadura de lo “políticamente correcto”. Así comienza el capítulo dedicado al Japón: “Esto es un paraíso para los hombres. La mujer se educa desde que es niña para respetar y servir al hombre, de forma que cuando se casa considera como la cosa más normal el quitarle los zapatos al marido cuando llega cansado a su casa, el levantarse antes que este para que cuando despierte encuentre ya su desayuno preparado y el quedarse en la casa por la noche levantada esperando a que regrese su marido si este salió con unos amigos”.

Domingo, 13 de junio
EL AMOR Y UN VIEJO

Soy un espectador ingenuo. Cuando leo un libro, sobre todo si es un libro de poemas, siempre le miro las costuras y los zurcidos y no hay puntada mal dada que se me escape. Cuando entro en una sala de cine, entro dispuesto a dejarme engatusar. Hoy, gracias a Gaza mon amour, visito un  territorio que solo asoma a las noticias para traernos malas noticias. Voy al mercado, salgo a pescar en la estrecha zona permitida –apenas cinco kilómetros--, sueño con escapar a Europa, aunque sea arriesgando mi vida, maldigo a la policía político-religiosa que encuentra en el cerco israelí la mejor excusa para negarme todos los derechos, y me enamoro como un adolescente, que es como yo suelo enamorarme. Issa, el protagonista, tiene sesenta años en la ficción, pero Salin Dau, el actor que lo interpreta, nació el mismo año que yo. Con él bailo ilusionado mientras preparo la cena y suena una canción de Julio Iglesias: “que no se rompa la noche, que no se rompa”.

            Pero mi fascinación por este vivir otra vida, tan distinta a la mía y tan semejante, no impide que la otra parte del cerebro considere un disparate toda la historia de la estatua encontrada. Los hermanos gemelos Tarzán y Arab Nasser (lo de Tarzán es pseudónimo, por supuesto) habrían necesitado la ayuda de un buen guionista. Y yo, que soy de las personas que pueden hacer más de una cosa a la vez, me enamoro cándidamente con Issa y me entretengo preparando dos versiones alternativas, una en que no hay tal encuentro de la estatua de Apolo y otra en que el dios ejerce su papel y detiene misiles en el aire y convierte en perros a los fieles burócratas de Hamás..

Lunes, 14 de junio
ME ALEGRA COINCIDIR

¡Cómo me alegra coincidir cada vez más en lo esencial con mi admirado Andrés Trapiello! Pienso, como él, que si Pedro Sánchez para completar la mayoría hubiera necesitado los votos de Ciudadanos, en lugar de los de Esquerra, ahora competiría con Rosa Díez a la hora de encontrar contundentes argumentos con los que rechazar los inminentes indultos.

Solo discrepo de mi exitoso amigo en un pequeño detalle: para él, las exigencias de la aritmética parlamentaria son un atentando a la Constitución y a no sé cuántas cosas más; para mí, contribuyen a aliviar una monstruosa injusticia, la privación de libertad a unos hombres de bien.

Ahora solo falta que al Príncipe de Maquiavelo, quiero decir a nuestro presidente del Gobierno, la misma necesidad de aglutinar votos para impedir la convocatoria anticipada de elecciones le lleve a pactar con el govern un referéndum a la escocesa.  Y que sea lo que los votantes quieran.

“Si hubiera muchos españoles como tú, habría menos independentistas” me dijo una vez un anónimo lector catalán, no sé si en tono de elogio o de reproche. Si era lo segundo, que no se preocupe: mis compatriotas, en este punto, se parecen más a mi querido Andrés Trapiello que a mí, con lo que los independentistas tienen garantizado ser abrumadora mayoría en muy pocos años.

Martes, 15 de junio
PREDICAR EN EL DESIERTO
 

----Siempre te estás quejando, Martín. Pero no tienes motivo. Pocas personas tan libres como tú para decir lo que piensan. Has escrito lo que creías conveniente, sin cortapisa alguna, de los últimos cercas y gimferreres y otros bodrios muy promocionados; has llamado presos políticos a los presos políticos; te has burlado de los jefecillos autonómicos que perdieron la cabeza durante la pandemia y todo se les volvía abrir y cerrar bares según las últimas estadísticas; has levantado la cabeza cuando todos la bajaban y decían amén, amén. Y no te han censurado, multado ni encarcelado, como sí creo que hicieron en el franquismo. No sé de qué te quejas.

            ----Sí, me han dejado el derecho al pataleo y lo he ejercido abundantemente. Pero porque no soy nadie, porque soy un escritor sin lectores y sin influencia alguna. Puedo decir lo que quiera en mi rincón provinciano, pero a cambio de que nadie me entreviste jamás en un medio de difusión nacional (¡hasta a Miguel Bosé le dan más cancha que a mí!), de que mis libros no se reseñen, de que nunca se me pregunte mi opinión. El hombre más libre es también el más ninguneado. Puede decir lo que piensa porque quienes manejan los altavoces ya se encargan de que nadie le escuche.

            Juan Bonilla escribió una vez que mis reseñas a favor de sus libros no le habían hecho vender ni un ejemplar más y mis reseñas en contra no le había hecho perder ni un solo comprador. No sé si será verdad. Pero si me leyeran, que no me leen, el presidente del Gobierno y el del Principado pensarían lo mismo: “Lo que diga ese señor me la suda. Será muy sensato, será muy razonable, pero no me hace ganar ni perder un solo voto”.

Jueves, 17 de junio
SOÑANDO Y ESPERANDO
 

Cumplir años es una costumbre que suele tener la gente y a la que es fiel hasta la muerte. Yo no acabo de creerme que tenga ya 71 años, la edad que tenía Azorín en 1944 y Unamuno a comienzos de 1936. ¿De verdad soy tan viejo como ellos? Me parece inverosímil, debe ser que la falta de éxito, el no convertirse en una momia ilustre, es un buen conservante.

            Tengo además la suerte de haber disfrutado toda la vida de una excelente mala memoria: olvido pronto, en cuanto acaban, los malos ratos. Y duermo bien y gasto todo lo que gano, alguna parte incluso en mí.

            “Somos el tiempo que nos queda” afirmó Caballero Bonald. Pero mientras no sepamos el tiempo que nos queda siempre podemos pensar que tenemos todo el tiempo del mundo por delante. Es lo que yo pienso, como cuando era niño, como cuando era adolescente. Todavía creo que lo mejor, en la vida y en la literatura, está por llegar. Y lo que importa no es que llegue o no, sino que yo pase mi tiempo soñando y esperando, nunca desesperando.


 

 

29 comentarios:

  1. Me hiciste recordar al conde Lucanor, pero te falta un Petronio. ¿Qué habrá sido de Víctor? Esta vez la errata está en el domingo, en el último párrafo (que la otro parte).

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  2. 71 años, más o menos la edad de Pizarro cuando conquistó el imperio Inca.
    Silvio Berlusconi también hacía de las suyas a esa edad.
    Victor Menéndez

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  3. Que alguien que se considere católico, el tal Enrique Aguilar, diga que llega a entender el racismo porque los negros realmente, en su opinión, son molestos, primitivos e inferiores me produce un profundo asco. Lo que dice de las mujeres en Japón es lo mismo. Es lo ideal para un hombre como ese, una esclava contenta de serlo y programada para eso. Como hay tantas que ya no le ponen las zapatillas a su hombre cuando llega a casa pero siguen reproduciendo conductas serviles y criticando a las que no lo hacen. Me hierve la sangre que se publicase un libro así y no ocurriera nada. Como cristiana, pienso que es imprescindible una evolución en todo. Respecto al machismo, sigue y sigue, y debería tratarse como un asunto únicamente de derechos humanos, apartado de tendencias políticas, etc. Nadie renuncia a sus privilegios, por lo que veo. Y lo peor no es este señor, que habló a bocajarro sin necesidad de ocultar lo que pensaba porque era admitido como algo normal. Lo peor son los que piensan realmente así y no se atreven a decirlo porque ya no es políticamente correcto. O los que lo camuflan bajo la excusa de que ciertas cosas no existen, como la violencia de género, etc, contaminando y tratando de convencer a otras personas, muchas de ellas mujeres. Vivimos una involución. Qué pena.

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    1. El libro es de 1957, Isabel. Entonces se escribían esas cosas en España con sanción arzobispal. Hoy habrá quien las piense, pero ya no se atreve a decirlas. ¿O sí?

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  4. Alguno habrá más ejemplarizante.
    Víctor

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  5. Fco pizarro murió con 61 o 62 creo
    Muchas gracias por su blog Martín
    Mayor Thompson

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    1. Cierto, sexagenario, pero para andar por los Andes batallando, entre enfermedades, etc., ya me dirán.
      Un saludo Mayor Thompson.
      Víctor Menéndez

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    2. Víctor, Víctor, piensa antes de hablar, consulta antes de dar un dato del que no estás seguro.

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  6. Reconozco que me cuesta entender esas polémicas sobre datos que un solo click permitiría resolver.
    Por ejemplo, ésta;
    "Francisco Pizarro González (Trujillo, 16 de marzo de 1478-Lima, 26 de junio de 1541)", con lo que a su muerte tenía 63 años.

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  7. Un saludo desde Portugal.
    Obrigado pelos seus livros, e por muitos que estao para chegar.

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  8. Es curioso, JLGM; yo, que coincido mucho contigo, cada vez coincido menos con mi también admirado- cada vez menos- Andrés Trapiello. Su "Madrid", que podría haber sido extraordinario como lo es "El Rastro", está lastrado por dudosas y extemporáneas ocurrencias
    políticas que comprometen su pervivencia. Como bien apuntaste en tu reseña

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  9. Otra boutade de Wilde sobre el mismo tema es: "Yo lo resisto todo salvo la tentación".

    Por mi parte, yo resisto que coincida con su admirado Trapiello en el oportunismo de ciertos políticos. Resistiría mucho peor que coincidiera también en algún punto de la arenga de Colón, impregnado del aroma, o del hedor, de los NO-DOs de los años 40. La misma retórica y la misma prosodia ampulosa de la época de las JONS. Están muy enfadados los "colones", y no exactamente por los indultos. Toda la Transición implicó un indulto masivo a cómplices de la dictadura, pero no recuerdo que Trapiello o Díez levantaran la voz. Si está justificado denominar "fallido" a un Estado con el que varios millones de ciudadanos quieren romper, y al que se sienten atados por la fuerza, entonces España es un Estado fallido. Eso es lo que subleva a los colones, una realidad que los desmiente, alejada de la Sacra Unidad que sólo existe en su cabeza. Y entonces apuestan por imponerla por la fuerza, juicios, cárcel, persecución, policía. Los más halcones de la bandada (Díez, Ovejero, Trapiello) desean que la convivencia en el Estado se organice mediante la coerción y la amenaza en vez de mediante el pacto y el acuerdo. (Y atención, que Ovejero es profesor... ¡de Ética!). Los insurgentes parecen ser minoría (mera hipótesis: el Estado prohíbe consultar, acto democrático que desata en los colones un comprensible terror pánico) pero tienen fuerza para obstruir y bloquear el Estado, por lo que se espera que los gavilanes exijan mayor dureza. Veamos hasta dónde se atreven a llegar; yo apuesto muy alto. Ovejero ya anda escribiendo por ahí que el Estado está tolerando el delito en Cataluña. A estos halcones les preocupa mucho más, infinitamente más, el respeto a "la Ley" obsoleta que el respeto al ciudadano. Hablan ya de buenos y malos españoles. Sólo que, como se va viendo, cada X meses los tribunales europeos les obligan a aterrizar y a tocar suelo.

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    1. A Savater tampoco se le apartaba la palabra ÉTICA de los labios

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    2. Cosa ésta, como es bien sabido, rarísima en un catedrático de Ética, los cuales, como es sabido, se pasan todo el día hablando de cualquier cosa menos de eso.

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  10. Qué bien dices lo que dices, Antonio P.

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  11. muy+++++buen blog y la foto que has puesto le da mucho color muy guapo!!!

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  12. Lo de Bonilla no sé si será cierto o no. A mí me dan ganas de comprar todos los libros que criticas, los que pones a parir (perdona la vulgaridad) por ver si son tan pésimos como dices, y los que pones bien, algunos para ver si estás atinado y otros porque la crítica me ha convencido. En cuanto a lo que escribes aquí, si fuese sólo en el blog seguramente es como tú dices. Pero publicado en el periódico tiene bastante más repercusión. Los calígulas o los nerones pueden que aparenten no enterarse, pero se enteran y se preocupan. Imagino los sótanos del poder político, por lo menos asturiano, estudiando el modo de desprestigiarte como sea, a la chita callando. En fin, estoy seguro que tú tienes más poder que ellos. No siempre gana la morralla.

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  13. A Trapiello, políticamente, hay que echarle de comer aparte. El otro día en Colón me causó pavor y risa; pavor por el tono cuartelero, y risa por unos cuantos gallitos que le salieron la mar de graciosos. Hace unas pocas semanas, a cuenta de su diatriba sobre Largo Caballero, se llevó un buen revolcón del historiador Ángel Viñas (https://www.infolibre.es/noticias/ideas_propias/2021/04/26/para_que_sirven_los_historiadores_119420_2034.html). Menos mal que nos quedan sus libros.

    Juan Bonilla está equivocado en sus teorías, aquí el que escribe ha leído más de un libro suyo gracias a las reseñas de JLGM (y de otros muchos autores).

    El sábado ya, por fin (año y pico está bien), nuestro egregio Gobierno central se dispone a cumplir con la lógica y las recomendaciones de los expertos, por lo que no habrá que llevar mascarillas en exteriores si uno está a metro y medio de otra persona (ya no habrá que ir con el cigarro o el cartucho de pipas para sortear la sinrazón).

    Yo no sé si leerán los libros de JLGM en el futuro. En el presente seguro que sí, pues anda uno disfrutando «El lector impertinente» (Renacimiento, 2020) desde hace unos días. Y leyéndolo le viene a uno a la mente las palabras de Cervantes en el final del primer párrafo del prólogo al lector en la II parte del Quijote: «no se escribe con las canas, sino con el entendimiento, el cual suele mejorarse con los años».

    Un cordial saludo a todos.

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  14. Muy valioso artículo el de Ángel Viñas, para el que Luis nos facilita un enlace. Viñas da a Trapiello algo más que "un revolcón". Lo descalifica como historiador al tildarlo de "cuentista". Y lo ridiculiza por dejarse engañar por una entrevista inventada, que está en la base del revisionismo histórico del leonés.

    Llevaba meses o años el escritor, o activista, enredando con el leit-motiv de que si Franco no hubiese dado el golpe de Estado el 18 de Julio, lo habrían dado los socialistas y comunistas. En definitiva, un modo de blanquear el golpe de Estado de Franco, mientras se rasga la camisa, cada día más azul, por el "golpe" (ilusorio) de los catalanes ahora indultados. ¿Rectificará y pedirá perdón a sus lectores por desinformarlos y por intoxicarlos? Creo que es lo que procede cuando hay un excedente de vergüenza. Pero tengo mis dudas, pues no se priva de atacar incluso al escrupuloso Paul Preston, un historiador de verdad y con prestigio. Aprovechemos lo útil: sabemos un poco mejor lo que puede esperarse de AT cuando trata de historia.

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    1. Lo que cuenta en Las armas y la letras ¿es erróneo? Es el único libro de este autor que he leído, y creo que cumple los requisitos de entretener y enseñar. Pero si lo que enseña en ese libro no es cierto, he vivido engañado.

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    2. Hay que leerlo con cautela, Jesús. Aporta muchos datos, con errores que se van corrigiendo de edición en edición, y les da una interpretación a veces bastante discutible.

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  15. Gracias a usted, admirado José Luis.

    Antonio P, he querido ser benevolente y comedido, pero ya que usted me azuza siquiera involuntariamente, me dejo ir un poco con mi visión de la vertiente política e historiológica de AT. Efectivamente, Viñas lo hace trizas y ridiculiza con razón. Quizá se le ha subido a la cabeza «Las armas y las letras», obra ya canónica y referencia ineliduble de cualquier lector que no sea un mindundi. Y sin embargo, está última tendencia a meterse en jardines historiológicos solo lo está llevando a quedar de aquella manera. Lo de Preston es eso, para echarle de comer aparte. Y no sé si habrán ustedes estado al tanto, pero hace no mucho también se lió la manta a la cabeza, se echó al monte, y le dio por atacar a Gil de Biedma y, de camino, también a García Montero, poco menos que tratando de echar por tierra la obra del barcelonés, por no se qué teóricas acusaciones de pederastia (en realidad le jodió hondamente la dimisión del anterior director del Instituto Cervantes, su amigo Juan Manuel Bonet, y ya cualquier excusa es buena). Total, que entre lo de Largo Caballero y lo de Gil de Biedma (sumado a los gallitos de Colón) está últimamente don Andrés espesillo. Ah, bueno, se me olvidaba, también le dio por zarandear (en sus artículos) hace poco a Muñoz Molina, por un manifiesto que osó el jienense firmar en apoyo a las izquierdas de Madrid. Curiosa la manera que tiene AT de ejercer de liberal y centrista, más propia de un Tomás de Torquemada redivivo.

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  16. A propósito de Trapiello

    Vaya por delante que, en términos generales, suscribo lo que han escrito los colegas arribafirmantes. Pero quiero soltar, yo también, algunas píldoras sobre el asunto. Veamos:
    1. Creo que "Las armas y las letras" es un libro extraordinario, de una gran importancia a pesar de los errores que apunta JLGM.
    2. Los diarios de AT son, en mi opinión, de lo mejor que se ha escrito en español en los últimos años
    3. A AT se le debe, a partir de "Trieste" sobre todo, que los izquierdistas de mi generación nos diéramos cuenta de que se podía ser franquista y buen escritor. Es verdad que "Falange y Literatura" de Mainer es anterior pero la difusión de este estudio pionero supongo que fue menor que los "triestes" saldados en el VIP's de Madrid.
    4. Da la impresión de que AT se ha emborrachado del éxito de "Las armas..." y de los elogios de la derecha más rancia y no está dispuesto a defraudar sus expectativas a tenor de su deriva que puede acabar en VOX.
    5. La admiración de AT por Savater (que recuerda en todas las entregas de sus diarios) me recuerda a la parábola de los ciegos pintada por Brueghel. Se diría que AT está dispuesto a ir con Savater "hasta la muerte. Pero ni un paso más" (Los que hayan leído "Las armas.." entenderán el chascarrillo).
    6. Pasar de prochino a nacionalista español votante de Ayuso entiendo que puede alterar las neuronas al más templado

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    1. Benito, me has quitado la palabra de la boca.
      Fue Vargas Llosa el que dio el discurso de Colón el año pasado, creo. Nadie dijo ni mu.
      No convirtamos estos comentarios, en una comunicación de bienes y parabienes.
      Un saludo

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  17. Después de mucho tiempo paso por aquí. Y siguen en los mismo:sartenazos a Trapiello. Como si pudieran alcanzarle.
    Y por favor: abran las ventanas.Apesta a resntimiento

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    1. Yo solo le he propinado piropos a su trabajo literario. Y algún pellizco a su deriva ideológica. Así que no entiendo su comentario

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  18. Qué bobada, Nieves. Y perdona que sea tan directo. Si un escritor participa en un sonado acto político, quejarse de que se hable de él parece un poco fuera de lugar. Apesta tu comentario a acrítica beatería, Nieves.

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