Sábado, 10 de febrero
TEOLOGÍAS DEL FIN DE SEMANA
Dios es como el gato de Schrodinger de la física cuántica: existe y no existe,
está vivo y muerto al mismo tiempo.
Dios creó
el mundo de la nada, pero ¿quién creó la nada?
Dios no
sabe lo que quiere, pero nosotros somos conscientes de lo poco que nos quiere.
La más
majestuosa de todas las catedrales, la única digna de Dios, es el Universo.
Presume
mucho el Papa, pero para Dios, si es que existe, no vale más que cualquier andrajoso
emigrante en su patera.
Qué curioso
resulta pensar que Hítler, con ser Hitler, recibió tras la muerte el mismo
premio, o el mismo castigo, que cualquiera de sus millones de víctimas.
(Los
sábados suelo comer en el Atrio con mi amigo José Manuel Feito, que a sus
ochenta y tantos años sigue conservando todo su interés por las cosas de este
mundo y del otro, y siempre, no sé cómo, acabamos hablando de ciencia ficción,
o sea, de teología; yo disfruto mucho poniéndole en apuros con la apisonadora
de mi racionalismo, pero él pide ayuda a San Pablo o a Lutero y la partida de
dialéctico ajedrez suele quedar en tablas.)
Domingo, 11 de febrero
UN VERSO DE MACHADO
Antonio Machado es para mí algo más que un poeta, una
persona de mi familia. Son muchos los poemas suyos que me sé de memoria, entre
ellos su “Retrato”, que aprendía cuando tenía trece o catorce años y que me ha
acompañado desde entonces. Pero hay un alejandrino en ese poema con el que cada
vez me siento más en desacuerdo: “Y al cabo nada os debo, debéisme cuanto he
escrito”.
El resto de
la estrofa me lo aplico gustosamente: “A mi trabajo acudo, con mi dinero pago /
el traje que me cubre y la mansión que habito, / el pan que me alimenta y el
lecho en donde yago”.
Yo le debo
mucho a mucha gente y lo que he escrito no me lo debe nadie. Un poema es un
regalo que solo adquiere valor cuando el lector lo hace suyo. Son los lectores quienes hacen un favor al
poeta al aceptar sus versos y darles vida. Solo ellos nos garantizan que no
hemos perdido el tiempo al escribirlos, que no son un mero pasatiempo o un
desahogo personal.
A mí me
gusta parafrasear a Machado contemplando los libros de mi biblioteca: “Os debo
la mitad de lo que he escrito”. La otra mitad se la debo a amaneceres, ríos,
trenes, sonrisas, gatos, gente, noches de luna y, sobre todo, a quienes me
rompieron el corazón.
Lunes, 12 de febrero
PARA UN AUTORRETRATO
Todos necesitamos sentirnos superiores a alguien; yo me siento
a veces superior a mí mismo (y casi siempre, muy inferior).
Si supiera
lo que quiero, no lo querría.
Cómo me
aburre divertirme.
No hay
cerradura de seguridad que me proteja de mí mismo.
Yo, cuando
no tengo nada que hacer, es cuando más cosas hago.
Si pudiera
estar callado, no escribiría.
No me gusta
obedecer ni cuando me ordenan que haga lo que estoy deseando hacer.
Los pillos
me divierten, los tontos me aburren; en eso soy como todo el mundo.
Me gusta
que me lleven la contraria, así me ahorro el trabajo de tener que llevármela
yo.
Un buen
rival es un regalo del cielo.
Solo me
interesan dos cosas: yo y el resto del mundo. Lo demás me tiene sin cuidado.
El único
regalo que nunca me canso de recibir es el de cada amanecer.
Me gusta tanto
mandar como obedecer; mandar en general y obedecerme solo a mí mismo.
¿Qué
tontería habré dicho o hecho hoy?, acostumbro a preguntarme antes de dormirme y,
si no recuerdo ninguna, me parece que ha sido un día perdido.
Por miedo a
perderlas, no querría tener ninguna de las cosas que quiero tener.
Lo que más
me fastidia de los demás –lo he repetido más de una vez– es lo mucho que se me
parecen.
Martes, 13 de febrero
POR QUÉ NO TENGO AMIGOS
De vez en cuando, me gusta hacer recuento de amigos perdidos
y averiguar la causa. No siempre es fácil, pero si se trata de escritores suele
resultar demasiado fácil. ¿Por qué, después de tantos años de creativos
encontronazos, he dejado de tener contacto con mi siempre admirado y denostado
Andrés Trapiello? Pues porque él es un escritor profesional y yo (aparte de
otras cosas) un crítico vocacional. Mi trabajo no es ayudar a la promoción de
un producto concreto, sino orientar al lector que confía en mi criterio.
¿Mi
trabajo? La verdad es que no es mi trabajo, que me gano la vida de otra manera,
que mejor me iría –si quiero hacer carrera en esto de la literatura– cultivando
las buenas amistades y ejerciendo, en lugar de la crítica, la publicidad por
otros medios cuando se trata de las publicaciones del grupo Planeta o de Random
House, que son quienes cortan el bacalao. Pero a mí, qué le vamos a hacer, me
divierte más ser Pepito Gillo que un Manuel Rico de Babelia o un Irazoki en El
cultural (si me apuran, incluso diría que me gusta más ser Pepito Grillo
que Premio Planeta o incluso Premio Nobel, ese Planeta con pretensiones).
Miércoles, 14 de febrero
DEL AMOR
Me gusta que me quieran siempre que no me quieran demasiado.
En
cualquier pareja siempre hay alguien que falta y alguien que sobra.
Dejar de
estar enamorado es como quitarse un buen peso de encima.
Hay amores
que son como una mala gripe.
Del amor
nadie sale indemne.
Aprender a
vivir sin amor es el principio de la sabiduría.
No me gusta
tener a nadie demasiado cerca, ni siquiera cuando me acaricia.
Me gusta
que me quieran, pero guardando las distancias.
Jueves, 15 de febrero
DE UN PAÍS IMAGINARIO
En política, prefiero ser del partido de los encarcelados a
serlo del de los que encarcelan.
Defender la
ley saltándose la ley suele ser una mala costumbre de los defensores de la ley.
Seas rey o
seas Ceaucescu, no te fíes demasiado del cariño de tu pueblo; los que hoy te
aplauden son los mismos que te apedrearán mañana.
Si nunca te
has avergonzado de ser español, es que no eres español.
(He hecho
la firme promesa de no hablar de política, y procuro cumplirla, pero a veces me
puede mi tozudo racionalismo. Cada día leo en los periódicos que la guardia
civil han encontrado nuevas pruebas –llamadas telefónicas, correos
electrónicos– para determinar quienes fueron los autores del referéndum
“ilegal”. ¿Pero es que hay alguien en España o en el mundo que no lo sepa? ¿No
es malversación dedicar tantos medios y tantos esfuerzos a averiguar algo que
es público y notorio?
Me imagino
el interrogatorio del juez a los integrantes del anterior gobierno de la
Generalitat: ¿Quién mató al gobernador? /¡Fuenteovejuna, señor! /¿Y quién es
Fuenteovejuna! /¡Todos a una!).
Viernes, 16 de febrero
OTRO
COMIENZO DE AÑO
En
el arroyo transparente, / una barca solitaria; / en las tiernas hojas de loto,
/ zumbido de libélulas. / Aún no se fue el invierno / y ya está aquí la
primavera. / Colinas azules, nubes blancas. / Bebo té y escucho / una flauta
que suena / en la distancia / (o quizá tan solo / en mi anciana memoria). / Es
la voz de Dios / que llora sobre un mundo / reducido a cenizas. / Al otro lado
del cristal, / el jardín sin nadie, / la huella de unos pasos / que no borrará
el tiempo. / Sobre el papel de arroz, / con el pincel dibujo /
arroyo,
barca, hojas / de loto, las libélulas / y el leve temblor / de la flauta / que
de niño escuchaba, /la mejilla en la mano / y la mirada ausente.
(Comienza el nuevo año chino, el año
del perro, y yo lo celebro componiendo un poema a la manera de mis admirados Li
Po y Wang Wei.)
Sábado, 17 de febrero
MENOS ES MÁS
Una noche sin estrellas es como un día sin pan.
Lo que no
necesitamos es lo que más necesitamos.
A quien le
gusta la poesía, qué poco le gustan los poetas.
A veces, al
cerrar la puerta de casa, me doy cuenta de que he me quedado fuera.
De los
mejores amigos se hacen los peores enemigos.
Los viajes
en tren son en verso, los de avión en prosa.
Sin los
vivos los muertos no son nada.
Escribir es
hablar solo para que nos escuche el mundo.
Has
administrado bien tu fortuna si no dejas más que lo necesario para pagar tu
entierro.
Un hombre y
una mujer nunca son dos hombres por mucho que peroren los gramáticos sobre el
masculino como el género no marcado del lenguaje.
La memoria
es bastante olvidadiza.
Era tan
formal que hasta se ponía corbata para hacer el amor.
Nadie es
tan poderoso que no le tema a un dolor de muelas.
Si
Cervantes hubiera sospechado el éxito que iba a tener el Quijote habría puesto
más cuidado al escribirlo.
Hay muertos
tan rencorosos que se pasan la vida dándonos la tabarra.
El pasado
es como es, no como fue.
La tierra
da tantas vueltas que no es extraño que todo el mundo ande un poco mareado.
En cuanto a los muertos y la tabarra...
ResponderEliminar---------------
Los muertos son egoístas:
hacen llorar y no les importa,
se quedan quietos en los lugares más inconvenientes,
se resisten a andar, hay que llevarlos
a cuestas a la tumba
como si fueran niños, qué pesados.
Inusitadamente rígidos, sus rostros
nos acusan de algo, o nos advierten;
son la mala conciencia, el mal ejemplo,
lo peor de nuestra vida son ellos siempre, siempre.
Lo malo que tienen los muertos
es que no hay forma de matarlos.
Su constante tarea destructiva
es por esa razón incalculable.
Insensibles, distantes, tercos, fríos,
con su insolencia y su silencio
no se dan cuenta de lo que deshacen.
ÁNGEL GONZÁLEZ
Un poeta debe su oficio a Dios. Un hombre o una mujer de Dios es una persona buena, con buen corazón. Si su poesía nos ilumina, la persona también. Otra cosa es cuando el poeta se cree un dios, y ahí empieza la cuesta abajo. Quien era tratable se hace intratable. Quien sabía contar un cuento, ahora es un pesado, etc. Bueno, puedes decir que los hay del diablo, también.
ResponderEliminarGod is too busy plotting woes for human beings. He (or She, or It) is not idle enough to waste time in assigning jobs to creatures.
ResponderEliminarPoetry, on the other hand, is not exactly a job nor an activity. It is rather a stance or an attitude, that of living one's life driven by Beauty and Free Thought.
Poets do not enlighten us (usually). Their works do (not always).
¿Qué dirá don Erre de la insigne "letra" (letrina en asturiano) de doña Marta Sánchez?
ResponderEliminarIgual espera a que se pronuncie mister Trapp.
"Y si algún día no puedo volver,
ResponderEliminarguárdame un sitio para descansar al fin".
Hummmm..., esto me recuerda aquello de "si te dicen que caí", y lo otro de " me fui al puesto que tengo allí".
PD.- Pero...si algún día no puede volver, ¿por qué coño le van a guardar un sitio pa descansar acá? Si tuviera póliza con nicho del Ocaso sería otra cosa; y hasta le repatriarían el cadáver. Sí.
Vaya lío.
“Méjico lindo y querido,
ResponderEliminarsi muero lejos de ti
que digan que estoy dormido
Y que me traigan aquí”
Quiso escribir eso, pero no le quedó igual de bonito y coherente (preciosa ranchera, por cierto)
Un buen himno debe ser (sobre todo) épico. Y también sensible, pero no solo una de ambas cosas.
Los legionarios, por ejemplo, tienen su corazoncito (y no solo tatuado). Pero no les veo yo cantado con la frente alta una proclama estrictamente meliflua (y subrayo: estrictamente) cuando se visten de uniforme.
Letra del himno, penosa, pero no más de lo que se podría esperar. Claro que a lo mejor Marta lo retoca cuando empiecen a producirse los momentos gloriosos que se acercan, en particular, que el tribunal de Derechos Humanos desestime como abusos las detenciones en la cárcel de los dirigentes catalanes.
ResponderEliminarMientras tanto, el gobierno español se está ahorrando un dineral en jueces, ya que ahora es la guardia civil la que dictamina, y un día sí y otro no nos cuenta El País en titulares que "la guardia civil descubre...", que "la guardia civil encuentra..." o que la "guardia civil atribuye a XXX el papel de...". Jueces, qué costosa superfluidad.
Y es que no es lo mismo un país civilizado que un país gurdiacivilizado. Ya comprendo que esto queda muy debajo de la lista de aforismos de Martín, pero uno da de sí lo que puede. Algunos de Martín tienen mucha miga. Mi favorito es:
"El pasado es como es, no como fue." Daría para muchas y extensas glosas.
Lo de "España es un país más que civilizado, guardiacivilizado" me parece un gran acierto.
EliminarEsto de guardiacivilizado me imagino que lo dice por las derivadas del asunto catalán. No quiero pensar que lo diga en defensa de Granados, González, Correa, Bigotes...etc,etc. Y mucho menos que lo haya puesto pensando en Alsasua, no?
ResponderEliminarLa guardia civil hace lo que le mandan, como es su obligación.También es la que investiga a la Gürtel y bandas afines. No erremos el tiro.
ResponderEliminarLa guardia civil es tan rigurosa y ecuánime con los nacionalismos (salvo el centralista), que hace unos años tuvieron el "caso Almería". Supongo que sabe usted lo que es. Ahí sí que "erraron el tiro". Literalmente
EliminarLa guardia civil hace lo que le mandan y a veces algo más de lo que le mandan. ¡No quiero ni pensar lo que estaría haciendo ahora si Granados, en lugar de denunciar a Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, hubiera aludido a Mas, y el otro señor de la Gurtel en lugar de referirse al marido de la ministra de Defensa (y secretaria general de su partido) hubiera mencionado a la mujer de Puigdemont! Ya tendríamos informes condenatorios, probados o no, en la primera plana de todos los periódicos. La guardia civil no siempre actúa como en las novelas de Lorenzo Silva, infortunadamente. A veces da la impresión que se excede en su celo patriótico.
ResponderEliminarPorque probablemente, según quienes sean los investigados, les mandan con más o menos énfasis. Eso no quiere decir, por supuesto, que sean más diligentes en unos casos que en otros porque interpreten el interés de sus mandos. Respecto a los guardias civiles de L. Silva, seguramente habrá algunos jóvenes que son así. (Pero qué hago yo aquí defendiendo a la GC?)
EliminarRecae Martín en uno de sus más queridos leit motiv, que es su prevención ante el enamoramiento y la pareja estable, y no le falta razón, pues la relación amorosa es un nido de resentimientos, celos y reproches, y con frecuencia resulta desequilibrada, con un miembro más bien dominante y otro más bien sumiso.
ResponderEliminarLo que no comprendo es que al mismo tiempo valore tanto la amistad, cuando está expuesta y sujeta a los mismos descarríos, (aunque quizás no en idéntica medida).
Se lamenta Martín, por ejemplo, de la pérdida de amistad con el escritor Trapiello, a pesar de las abismales diferencias entre ambos al juzgar y tomar postura respecto a la mayoría de los problemas. Esto ya podría ser un indicio de la erosión de la racionalidad que produce la relación amistosa, que si no es de amor es de dilección y sufre también bastante de aquel lastre de incondicionalidad.
No debe resultar fácil ser amigo duradero de alguien que se cotiza tanto. (Quiero decir: él a sí mismo). Debería consultar Martín la reciente "explicación" -abusando del lenguaje- que da el leonés en su blog de los sucesos de Mayo del 68 en París. Floja y tosca incluso como redacción de bachillerato. Alguien "muy amigo" quizás no fuese capaz de detectarlo. Y sería una pena y un desastre intelectual. TODOS los amores y dilecciones tienen su lado pernicioso. Pero es muy arduo el aprendizaje de la soledad.
Todos los escritores somos un poco como el pez globo, tenemos una parte muy apetitosa y otra venenosa. A mí las opiniones políticas y otras opiniones del escritor Andrés Trapiello siempre me han interesado poco. He admirado, y sigo admirando, al poeta y al prosista que canta y cuenta, no al que opina de esto y de aquello.
ResponderEliminarEntre sus aforismos, los hay excelentes (yo he seleccionado 13 para la antología del aforismo en español que pienso hacer un día), pero también los hay muy malos, indignos de alguien con su cultura literaria, como los 5 aforismos políticos o casi todos los "teológicos" (y sobre todo éste, que parece escrito por un adolescente: "Dios creó el mundo de la nada, pero ¿quién creó la nada?"). Otros tres que debería usted eliminar (o mejorar mucho):
ResponderEliminar-Una noche sin estrellas es como un día sin pan.
-La memoria es bastante olvidadiza.
-Era tan formal que hasta se ponía corbata para hacer el amor.
Los hay que suenan a otros aforismos:
"Escribir es hablar solo para que nos escuche el mundo" recuerda el célebre de Georges Perros: "On écrit parce que personne n'écoute".
"Nadie es tan poderoso que no le tema a un dolor de muelas" suena a uno muy parecido de Cioran, que no encuentro ahora.
Y hay un aforismo inacabado, por ambiguo: "A veces, al cerrar la puerta de casa, me doy cuenta de que me [he] quedado fuera." ¿Al cerrar la puerta de casa tras entrar en ella o tras salir? ¿No sería más claro escribir: "A veces, al entrar en casa, cerrando la puerta, me doy cuenta de que me he quedado fuera"?
Como siempre, agradezco la corrección de una errata.
ResponderEliminarJLGM
"El pasado es como es, no como fue" Bravo. También he disfrutado mucho con la poesía al modo chinesco.
ResponderEliminarA partir de denominar al Nobel, Planeta con pretensiones, paso a incluirlo en el grupo de Bette Davis y Joan Crawford ¡Cuanta maldad! Ja ja ja ;-)