Sábado, 11 de octubre
NADIE ES PERFECTO
Me reprocha un amigo, y no
es el único, que no haya arremetido inmisericordemente contra Jordi Pujol
después de su “confesión” andorrana.
“Tengo muchos defectos, amigo Piquero, pero no todos. Qué
se le va a hacer, nadie es perfecto. Y uno de los que me faltan es el instinto
gregario de callar cuando todos callan y gritar cuando todos gritan, de adular
al poderoso cuando toca y de darle patadas cuando viene a tierra. En un
linchamiento, no seré yo de los que corren a unir sus manos a los que tiran de
la cuerda. Esa costumbre no escasea entre los humanos en general ni entre mis
compatriotas en particular, así que se me puede disculpar que carezca de ella”.
Domingo, 12 de octubre
REGALOS Y ADVERTENCIA
Todos los domingos iguales
y ninguno repetido. Por la mañana, en el
Fontán, encuentro el libro de Julio Camba, Haciendo
de República, dedicado por un desconocido a otro desconocido, “en recuerdo
de los días de barbarie”. Por la tarde, al ir a pagar el café tras la lectura
habitual antes del cine, me dice la camarera: “Hoy le invito yo”. Luego, antes
de que comience la película, oigo una voz enfadada tras de mí: “Siempre estás
con lo mismo. Ya me lo has dicho mil veces. Me tienes harto”. Vuelvo
discretamente la cabeza y veo una pareja de unos cincuenta años. El hombre
sigue protestando: “Pasa el dinero a tu cuenta, si así te gusta más. Pero te
recuerdo que ya he gastado contigo más de siete mil euros”. La mujer se da
cuenta de que están llamando la atención y le dice algo en voz baja: “¡No me da
la gana! Tú me atacas y yo me defiendo”. Afortunadamente, callan durante la
película. No me parece que hayan escogido la más adecuada. El guionista de Perdida, de David Fincher, parece que
piensa lo mismo que yo del matrimonio. ¿Qué pasaría por su mente mientras veían
aquella intrigante, impactante, tremebunda historia de otra pareja? No se les
oye ni respirar. Al final son los primeros en salir, separados, sin mirarse. No
creo que el hombre duerma esta noche tranquilo.
Disfruto de la película de David Fincher, tan bien
contada, como en la adolescencia de las novelas enrevesadas y tramposas de Ellery
Queen o William Irish. Y salgo del cine contento de haber sabido evitar el matrimonio
y otras trampas a menudo mortales.
Lunes, 13 de octubre
UNA TUMBA SIN NOMBRE
En esta mañana de lluvia y
sol voy con Paulina hasta el cementerio de San Salvador, en Oviedo. Hay en él
una tumba sin nombre y en ella una lápida oscura con unos versos anónimos:
“Anduve entre vosotros. Vi las cosas / comunes a los hombres: la mañana / y el
rojo atardecer; aquella ardiente / figura, casi inmóvil, en el aire, / de una
rosa otoñal; ciertos lugares / curiosos de la Tierra. Me detuve / una vez (solo
una) ante la extraña / pregunta de un amor. No te recuerdo / ahora: estarás
triste (es tan difícil / asumir el olvido). Me das pena”. El poema no lleva
firma, pero lo escribió Víctor Botas por encargo de una mujer para la tumba de
otra. Ahora las dos descansan juntas bajo la misma lápida, sin nombres ni
fechas, solo con unos versos que hablan de “la extraña pregunta de un amor”.
¿Un amor que no se atrevió a decir su nombre? Mejor un amor en el que los
nombres y las fechas, en vida y en muerte, estaban de más. Ahí siguen las dos,
juntas para siempre, a salvo de las miradas indiscretas y las venenosas lenguas
de la Vetusta imperecedera.
Martes, 14 de octubre
EN EL CAFÉ DINDURRA
Paso por Gijón, para
asistir a la presentación del nuevo número de la revista Anáfora, y aprovecho para tomar un café en el renovado Dindurra. Lo
han estropeado un poco, pintando de purpurina las esbeltas columnas art deco, pero por lo demás sigue siendo
el mismo. Me fijo en los grupos de señoras de cierta edad con sus pasteles, sus
chismes y sus churros con chocolate. Parecen exactamente las mismas, y sentadas
en las mismas mesas, de la última tarde antes del cierre. Como si las hubieran
tenido guardadas, numeradas y envueltas en celofán para que no se llenaran de
polvo, en algún almacén hasta el momento de la reapertura. Ya estaban cuando
yo, en 1983, presenté en este café mi libro sobre Pessoa (ni siquiera
levantaron la vista cuando recitamos sus versos) y también bastantes años
antes, más de cuarenta, cuando entré por primera vez. Es preciso que algo
cambie para que todo siga igual. En el Dindurra han cambiado lo mínimo, el
color de las columnas, y todo sigue igual. Un reencuentro feliz.
Miércoles, 15 de octubre
LA BARBARIE ESPAÑOLA
Admiro mucho a Julio
Camba, pero no puedo hojear siquiera su Haciendo
de República sin sentirme indignado. La Segunda República tenía muchos
puntos flacos, cometió grandes errores y yo no necesito que venga ningún
historiador revisionista para conocerlos y reconocerlos; me crié en el
franquismo, oí hablar de ellos una y otra vez. Pero Camba se burla del
divorcio, de la libertad de cultos, del voto a la mujer (por no hablar del
Estatuto de Cataluña: de ese se siguen burlando los Camba de hoy; de lo demás
quizá también, pero no en público). Lo que dice del divorcio resulta
especialmente indignante (aunque no muy distinto de lo que yo llegué a leer en
1981, cuando se tramitaba la ley, a muy sesudos catedráticos contrarios a
ella). Resulta que, según él, se aprobó el divorcio y fue un fracaso, nadie se
divorciaba: “Yo me explico perfectamente esta contumacia, porque, claro está,
como los novios que se casaba antes del advenimiento de la República no
contaban con el divorcio, tenían buen cuidado de ver lo que hacían y procuraban
no casarse a tontas y a locas”.
El final del capitulo es tan bárbaro que nos cuesta
seguir admirando a Camba después de leer este libelo antirrepublicano, este
elogio de la ancestral barbarie española, escrito a sueldo de Pedro Sainz
Rodríguez, efímero ministro de Franco: “Para esto, más valdría seguir a la
antigua española y hacer como aquel caballero que, al pasar un día por delante
de su casa, le dijo a un amigo que iba con él: ¿Tendría usted la bondad de
esperarme un rato? La verdad, ya que estoy aquí, no quisiera desperdiciar la
ocasión de darle una paliza a mi mujer; pero no se preocupe usted. Bajaré
enseguida…”
Jueves, 16 de octubre
GRACIAS, ANDRÉS
Al fotocopiar unos textos
de la antología Pequeñas resistencias para
comentarlos en clase, me encuentro con un folio impreso y cuidadosamente
doblado que me parece propaganda editorial. Antes de tirarlo a la papelera, le
echo una ojeada y descubro que se trata de una carta en la que no había
reparado cuando recibí el libro, allá por 2002. “Apreciando José Luis”,
comienza, “me encuentro en la librería con tu nueva recopilación de artículos y
compruebo que en esta, además de incluir tus últimas reseñas, vuelves a
utilizar la correspondencia de alguien (en este caso la mía): es decir, a
ejercer esa tan ovetense costumbre de contestar en público a palabras
privadas”.
¡Una carta de reproche y la leo doce años tarde! Miro la
firma: Andrés Newman. Me imagino que el tiempo y el éxito le habrán hecho
olvidar sus resquemores hacia mí. En cualquier caso los reproches, leídos
ahora, me parecen muy atinados. Señala que en mis críticas me detengo en lo que
no me convence (incluyendo larguísimas citas literales), mientras que los poemas
que mi entender son meritorios los despacho “con una cita apresurada”. Y no se
refiere a él, o no solo a él, sino a Lorenzo Oliván, Pablo García Casado,
Carlos Marzal “o tantos otros poetas cuyos mejores aciertos merecían quizá más
aprecio, igual que sus textos menos afortunados se merecían algo de esa
benevolencia que a veces muestras con poetas de menor fuste”. Y sigue con una
frase que me ruboriza un poco porque me parece que da en el clavo: “Esta
actitud, qué quieres que te diga, me recuerda a esos profesores irritables que
le suben la nota a los alumnos corrientes, mientras suelen perseguir a los
alumnos más destacados con el pretexto demagógico de que ellos podrán cargar
con la exigencia”. Algo de eso hay, algo de eso hay, aunque yo soy más bien de
esos profesores que suelen subirle la nota a todo el mundo. Y en cuanto a mi
labor como crítico, ya hace tiempo que he dejado, me parece, esa actitud
matonil del portero del Parnaso que se dedica a dictaminar, con rudas maneras,
quién pasa y quién no pasa. En realidad, yo nunca me he visto así, pero si Newman
y otros me veían así, algo de eso habría.
Después de otros varios reproches, y de matizados
elogios, concluye así: “Ojalá quisieras contestarme con una carta, más allá de
las réplicas rimbombantes de las tribunas públicas”. Le contesto doce años
después y no en una carta privada (hace tiempo que hemos perdido el contacto),
pero espero que sepa disculparme: “Gracias, Andrés, muchas gracias. Aunque
tarde, tomo nota”.
Viernes, 17 de octubre
MIENTO, UNA VEZ MÁS
“Llevo una vida muy sana:
no fumo, no bebo, no hago deporte”, me gusta repetir. Pero no es enteramente
cierto. Hay un deporte que practico con frecuencia, y desde hace años: tirar
piedras contra mi propio tejado.
A mí me parece muy bien que JLGM no participe en linchamientos. Menos bien me parece que, cuando se habla de Cataluña, vea todos los defectos posibles en España y su gobierno, pero no, o si los ve no diga ni por error una sola palabra, respecto a los de Cataluña y el suyo. Es ésa una actitud que pone muy seriamente en cuestión, a mi modo de ver, su pretendida "racionalidad" al tratar este asunto, que más bien parece decidida inclinación hacia uno de los lados. De objetividad, poquito, a mi parecer. Éste, en contra de lo que se deduciría leyéndole, no es un asunto de buenos y malos (ninguno mínimamente serio lo es), sino de dos partes enfrentadas, cada una con sus razones (y sus sinrazones). Cuando sólo se aprecian las primeras de una de las partes, y las segundas de la otra, lo que tenemos no es razón u objetividad, sino una visión claramente sesgada. Y me temo que ése es exactamente el caso de JLGM, en este asunto.
ResponderEliminarPerdón; soy el Segundo Anónimo. Olvidé mi promesa de firmar así en adelante.
ResponderEliminarNo hacía falta la aclaración. También podría firmar don Erre que Erre (lo mismo que yo). Y tiene toda la razón. Que los catalanes cometan todos los errores que quieran (allá ellos), a mí lo que me duele, y lo que crítico, son los errores del gobierno de mi país, España. Y este, en un punto concreto, si es un asunto de buenos y malos, o mejor, de quien tiene razón y de quien no la tienen. Unos tienen razón al pretender ser consultados en un tema político que les concierne, y otros no, y menos amparándose en que lo prohíbe la ley. No lo prohíbe la ley, sino su interpretación de la ley. Y el único que puede interpretarla (el tribunal constitucional), aún no ha hablado, parece que se toma su tiempo, nadie sabe por qué si el asunto es tan claro como nos quieren hacer creer (quizá no lo sea).
EliminarParece evidente que me merezco el sobrenombre de don Erre que Erre tanto como el anónimo segundo. Prometo no reincidir. Le dejo al Incansable la última palabra (Incansable es apelativo que igualmente me viene bien).
JLGM
El dorado es muy propio del Art Decó, buen Martín, sigue un poco la estela del Nouveau, con sus dorados (Klimt) fastuosos. Recién, visitábamos un café de Praga decorado según aquel estilo (uno de tantos cafés espectaculares de la capital checa), y el dorado de espejos y lámparas era evidente. Existe la convención de que el negro y el dorado, igual a lujo. El Dindurra me parece que ha quedado bien, sobre todo el altillo cerrado por pamparas de cristal, y sin olvidar las personales luminarias de diseño adosadas a las paredes.
EliminarHay un dicho pelín ramplón que dice que para gustos se hicieron colores... Pero, qué quieres que te diga..., desisto de convencer a un señor que dice que la antigua pescadería de Avilés, pintada de blanco en armonía con el Niemeyer, queda mal... Pero te gusta la pasarela multicolor, es verdad... No sé como catalogar tus gustos cromáticos, buen Kurtz. Además haces unas fotos muy bellas. Bah, lo dejo.
Hay una diferencia, amigo JLGM. Yo puedo ser insistente, tenaz y todo lo que se quiera (incluso plasta), pero no me niego a ver, y a criticar, los que creo abundantes defectos de la gestión del Gobierno español. En el tema concreto de Cataluña, debería hacer dos cosas que no hace: ser abiertamente negociador, y contrarrestar de algún modo la propaganda independentista de sentido único que en Cataluña cuenta las cosas como le conviene. Porque, como ya dijera certeramente Unamuno, no es cuestión de vencer, sino de convencer. Y eso no lo está siquiera intentando el Gobierno español en Cataluña. Y hace pésimamente en ello. Pero, ya digo, yo veo, o lo intento, los defectos de los dos lados. JLGM dice claramente que sólo le interesan los de un lado. Creo que no tiene razón; lo que en todo caso es obvio es que nuestras posturas, en eso, son distintas. Yo no soy unilateral; él sí. Y en eso estamos.
ResponderEliminar¿Habrá algo patológico en tanta melonada?
ResponderEliminarYo no te invitaba a linchar a nadie. Sólo señalaba que estabas matando al mensajero. Y si alguna culpa tenía el mensajero mucha más culpa tienen esos otros. Y no se llama linchar: se llama denunciar y que se haga justicia.
ResponderEliminarSi tú no invitabas a linchar a nadie, yo tampoco pretendía matar a ningún mensajero. Ya veo que hay quien pide que se haga pública la lista de todos los que se acogieron a la amnistía fiscal, todos en principio sospechosos y como tal deben ser tratados, sean políticos, empresarios o banqueros. Y todavía sigo esperando que alguien, aunque sea Manos Limpias (ya sé que los partidos de izquierda no lo van a hacer) denuncia al Gran Político que acumula la mayor parte de las sospechas y que parece que ha acumulado la mayor fortuna. Con ese no se atreven. En cuando a los demás, que cada palo aguante su vela. Y el que la hizo que la pague. Y el que militara en la izquierda, yo lo consideraría como un agravante.
ResponderEliminarJLGM
¿Gran Político? Ese tenía de político lo que Franco, su padrino,..., que ya se sabe que no se metía en política. Pero le llegará la hora, por estas: podemos.
ResponderEliminarLos de Podemos tienen la costumbre de terminar sus intervenciones lanzando la soflama: podemos. Esta vez este se ha ahorrado las admiraciones.
ResponderEliminarEspero que podamos, Anónimo Tercero, con o sin admiraciones, amigo Piquero, lo importante es que cace ratones.
ResponderEliminarY lo de Gran Político era una manera de disimular, y no dar el nombre, por si acaso (los que padecimos al otro Gran Politico que no se metía en política somos así de precavidos).
JLGM
Al displicente Piquero (¿no le han enseñado en casa que referirse a otro como "ese" es de mala educación, además de que escribir "esta vez este" suena peor que un cencerro abollado?; al amigo Piquero, digo, le aclaro que, como creo que él, he venido siendo votante de IU desde tiempo inmemorial; es ahora, en vista de la coyuntura, cuando he decidido (no creo que de aquí a las elecciones me influya nada en contrario) votar a PODEMOS; es más: me he integrado en uno de los llamados "círculos" y le puedo asegurar que soy la mar de feliz respirando tanto oxígeno. Lo siento, pues por mis viejos compañeros de trocha, pero su evidente falta de tono (demasiado colaboracionismo, demasiada, permisividad, demasiados silencios) han hecho que me aleje de ellos con un poco de pena: eran muchos años... Pero abrigo la endeble esperanza de que se consiga alguna manera de confluencia entre ellos y los nuevos campeones de la decencia. Además (y esto es un poco injusto, lo sé), no está la gente para computar quinquenio en la lucha por la decencia: IU es incapaz, por sí, sola, de rebasar un modestísimo porcentaje de votos: agradecido que es el culto pueblo, efectos devastadores de la Verdadera PInza... Escuchar a Felipe a Guerra y al flamante Madelman echar por la boca la especie de que PODEMOS "va contra la libertad", e incluso el otrora esmirriado Robespierre llega, en su vileza, a incitar a las cadenas de TV que prestan cámaras y oídos a la nueva formación a que no se presten a ello, que, como en Venezuela (!) (el miserable no sabe que en Venezuela la mayor parte de los "medios" están en manos de la oposición furibunda), de acceder al poder, los cerraria (!!!). He ahí la calaña de este esperpento en que ha devenido el PSOE.
ResponderEliminarNo le quepa duda a Martín de que una de las iniciativas a tomar va a ser la cuestión de la Jefatura del Estado, y la de sus eventuales (?) responsabilidades (acabamos de saber la connivencia del señor de Campeche con la dictadura de Videla).
Así que, Martín, cuando prtendan seguir tocándote los cataplines con "lo" de Cataluña, diles eso tan manido y pelín tonto que se dice ahora: no toca. Ahora toca soplar en las velas de la nao que empieza singladura: yo estoy radiante.
Admito la cacofonía de "estes". Es lo que tiene la prisa. De todos modos yo no usé el despreciativo "ese". Dije "Los de Podemos" y "este", es decir "este de Podemos en concreto".
ResponderEliminarY veo que los signos de admiración nos los perdona pero no las mayúsculas. Qué le vamos a hacer. Ya voy acostumbrándome a estos mítines.
Estás perdonado, Piquero.
ResponderEliminar¿De verdad que "lo de Cataluña" "no toca" ahora? ¿Y cuándo toca? Porque, no lo negaré, tengo alguna curiosidad por saberlo.
ResponderEliminarClaro que importa "lo" de Cataluña: he querido significar que lo prioritario (y consecuentemente a lo que hay que dedicar la mayor parte de la atención y de la inteligencia) es el cambio de RÉGIMEN, del que el caso catalán solo es una parte, por importante que esta sea; es más: el recambio traerá consigo una redimensión de las ansias separatistas, porque cuando se vive en la miseria, la tentación de irse es casi un imperativo. Los que (como tú, viejo amigo) os empecináis en ponerle trabas al proceso y no veis más que obstáculos infranqueables es porque situáis el conflicto en el campo (infecto) de juego actual, sin daros cuenta de que urge otra cancha y otro reglamento. La gente puede ser la misma, pero reacomodada en el lugar que le corresponde: la mayoría decide, los señoritos a jugar a las damas en el casino (a poder ser de Montecarlo).
ResponderEliminarEres muy libre, colega, de seguir dando la tabarra con el drama catalán; a mí me mueve más el cerebelo la epopeya que tenemos por delante.
Qué susto. Al principio creí que A. T. era mi amigo Andrés Trapiello que se había vuelto podemista, pero en seguida caí en la cuenta de que se trataba de un anónimo con el que comparto bastantes cosas, entre ellas la principal, que el cuento de la Transición se ha acabado y que estamos hartos de que nos cuenten siempre el mismo cuento.
EliminarJLGM
Bueno, pues oiga, a callar y a no contar más que lo que favorezca el "proceso". Porque, sin ir más lejos, lo que dice al final de este editorial de El País de ayer al que enlazo ("Mucho más aleccionador resultará que se verifique lo que da de sí tan singular invento: en ausencia de registro previo, los entusiastas independentistas podrían depositar su voto cuantas veces deseen") es cosa, supongo, que no debe decirse, no vaya a ser que alguien se sienta incómodo; porque me imagino que en el "nuevo reglamento" que se propone, una votación así será cosa magnífica, algo cuya excelencia sería pecado poner en duda. El enlace: http://elpais.com/elpais/2014/10/20/opinion/1413827059_485179.html
ResponderEliminarSí, mejor callar. ¡Los que impidieron un tipo de consulta criticando que se haga el único tipo de consulta que ellos han permitido hacer (si es que no encuentran un pretexto para impedirla)! Vivir para ver. Ya se que había prometido no seguir con este diálogo de sordos. Pero me sigue asombrando el funcionamiento mental de algunas personas. ¿De verdad cree el anónimo segundo que los independentistas catalanes quieren manipular la votación para que les resulte favorable? Los independentistas --bastante convencidos de su victoria y todas las encuestas van en esa dirección-- quieren que haya una consulta, libre, con todas las garantías. Sii la ganan, bien, y si no también. Los independentistas son demócratas; quienes prohíben esa consulta (amparándose en una interpretación de la ley aún no validada por el Constitucional), no. Para que se pudiera hacer, no hace falta cambiar ninguna ley, solo retirar la petición de la suspensión cautelar (no el recurso, que es algo independiente, por eso está recurrida la ley del aborto y sin embargo se aplica). Bueno, no sigo.
EliminarHay quienes piensan que Segundo Anónimo es un invento mío para darme el lujo de repetir una y otra vez evidencias que los nacionalistas, de derechas o de izquierdas o de centro (como El País) se niegan a ver. Pero yo aseguro que es real. Y que hay muchos como él en nuestra querida y "democrática" España.
JLGM
En efecto, soy real, y no soy JLGM. Respecto a que sean demócratas -por definición, oiga- quienes, en palabras de Joaquim Brugué, politólogo que dimitió de la comisión de control del 9-N, la están organizando de forma que él mismo compara la situación con la de Guinea, o quienes, según citaba antes, la llevan adelante de tal forma que los votantes podrán hacerlo, votar, varias veces si lo desean; o que todas esas maravillas, y otras que podría citar (aunque, para qué) sean "inevitables", y todo ello por culpa del malvadísimo gobiermo español, ni Brugué (que no es precisamente un "nacionalista español") ni yo (que tampoco) lo creemos así. Pero como JLGM sí lo cree, no hay más que hablar; cualquiera que piense otra cosa (Brugué, yo mismo, El País o quien se tercie) somos nacionalistas españoles, lo sepamos o no, y eso nos descalifica para opinar. Cierto que la condición de nacionalistas catalanes no parece que, en cambio, descalifique a nadie; pero eso se debe a que ellos son los buenos, y nosotros -por tanto, e inevitablemente- los malos. Deberíamos resignarnos a nuestra triste condición, y estarnos calladitos.
EliminarYo no sé lo que los independentistas catalanes pretenden; supongo que no todos pretenderán lo mismo. Pero la falta de garantías de que hablamos Brugué, El País o yo mismo es cosa que también a ellos debiera serles obvia. Y también que una consulta (o como ahora le llamen) sin garantías servirá de muy poco, salvo para quienes estén dispuestos a pasar por alto dicha falta de garantías. Pero como "los independentistas son demócratas" (toditos, sin faltar uno, oiga: la condición de independentista concede automáticamente patente democrática) y los "nacionalistas españoles" no (por las mismas convincentes razones), pues no hay más que hablar. O piensas como yo, o no eres demócrata; así de clara (y, como dije, de triste) es la cosa. En fin, lo dejaré aquí. Ya digo que para qué seguir.
Amigo A2, si yo fuese catalán, en vista do lo insufrible que se me ha hecho este país (y al decir esto abro un cumplido paréntesis, con quizás lo más sustancioso que vaya a decir, que no es otra cosa que imputo la miasma ambiental a un partido neo...(juro que no iba a decir neoliberal), que es el PP de nuestras desdichas), si fuese catalán, digo, me iba derechito a engrosar las filas de los independentistas: hay cosas que son de mera supervivencia humana; es decir, se requieren unos mínimos para vivir como una persona decente, y este maldito gobierno nos los está hurtando.
ResponderEliminarMira, amigo: lo que teme el gobierno de Madrid es que los catalanes, aunque sea en una encuesta nada vinculante, dejen patente su deseo de pertenecer o no al estado español; se ve que temen que se dé un resultado adverso a sus deseos, de ahí que se enroquen en legalismos intempestivos (ahí están las recientes recomendaciones de estamentos europeos relevantes, que no ven sensata la postura cerril del gobierno de Rajoy). Pues que se vayan convenciendo de que el viejo dicho de "quien hace la ley hace la trampa" va a tener su correlato catalán a no tardar; se pongan como se pongan: más pronto que tarde, los catalanes (en su mayor parte) van a lograr un escrutinio que deje patente la voluntad del pueblo catalán. Y váyanse convenciendo en Madrid, y vaya convenciéndose vuesa merded, de que, ante una mayoría de votos independentistas..., no va a haber fuerza capaz de frenar la deriva hacia la independencia. Los viejos (y no tan viejos, me temo) integristas (es el nombre que les cuadra) que piensan que blandiendo el articulado de leyes y de leyes de leyes totalmente cuestionadas y, lo que es peor, DESPRESTIGIADAS, se van a equivocar de medio a medio. Cuanta mayor sea la coerción para que el pueblo catalán no hable, mayor es la probabilidad de que mañana Cataluña sea un pueblo independiente y soberano.
Y esta soflama la trompetea un señor que preferiría que Cataluña formara parte para siempre de España, pero que prefiere mucho más vivir en DEMOCRACIA auténtica, y no en una cadena de simulaciones y de triquiñuelas que tengan poco que ver con ella. Juntos, sí, pero que la elección sea libre. Como en cualquier casorio para que sea duradero.
PS.- ¿Sería pedantesco rogarte que no digas tanto la muletilla esa de "oiga"? Rajoy la emplea mucho..., aunque es verdad que de aquesta guisa: "Oiga, pues mirusté...".
Saudo cordial.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, debo decir que estoy completamente de acuerdo con F., mi detractor habitual. Bueno, completamente no, casi completamente. ¿Mi motivo de discrepancia? Él dice que "preferiría que Cataluña formara parte para siempre de España". Si por España entiende el Estado español, a mí me da exactamente igual que forme parte de ese Estado o que no forme; lo que me importa es que, en un caso u otro, lo haga obedeciendo a la voluntad libremente expresada de los ciudadanos de Cataluña y con la aceptación (en el caso de que forma parte) del resto de los ciudadanos españoles. De España, o de Iberia (se incluye Portugal) como unidad histórica, geográfica y cultural seguirán formando parte siempre.
EliminarJLGM
¿Cómo que tu detractor habitual, buen Martín? Pero si mi estima por vuecencia es grande... Scherzo giocoso, casi siempre.
ResponderEliminarSi domani te veo delante del Campoamor (vayas de comparsa o de furia) te pido escusas.
Excusas por "escusas".
ResponderEliminarNos dice F. que, le cito, "las recientes recomendaciones de estamentos europeos relevantes" "no ven sensata la postura cerril del gobierno de Rajoy". Como se ve, precisiones sobre cuáles son ésos "estamentos europeos relevantes", y en qué ocasión y en qué términos han dicho eso, queda a la imaginación del lector. Y JLGM se declara "completamente de acuerdo". En cambio, cuando uno, modestamente y en lugar de esas vaguedades, pone citas concretas para dejar claro que tal señor, o tal organismo, ha dicho exactamente algo, y en qué términos y ocasión precisa, JLGM encuentra eso fuera de lugar, ya que no se trata, según él, de copiar "titulares de periódico". Vale más decir que "alguien, alguna vez y en algún sitio, dijo algo así como...", y añadir luego lo que a uno le acomode.
ResponderEliminarDado que yo no estoy de acuerdo con ese peculiar punto de vista, pondré aquí un enlace. Remite a las declaraciones de Stéphane Dion, ex-Ministro de Asuntos Intergubernamentales del Canadá, y principal promotor en su día de la allí vigente Ley de Claridad. Como se verá en ellas, dice Dion que "Canadá y Gran Bretaña son una excepción y que en la mayoría de países estas cuestiones se abordan como en España. Allí la Constitución permite a las provincias los referendos. Y la posibilidad de pactar la independencia tras la consulta es muy especial. En Escocia se ha dado con un acuerdo que siguió a unas elecciones en las que el independentista SNP obtuvo mayoría absoluta. En muchos países la indivisibilidad del Estado es la regla". El enlace: http://www.elperiodico.com/es/noticias/politica/espana-mas-normal-que-canada-3196689
También sostiene Dion que para un proceso de secesión es necesaria una mayoría REFORZADA, dada la importancia de lo que se decide. (Recuérdese por ejemplo que el Estatut actualmente vigente requiere una de un 75% para ser modificado; no pienso yo que una decisión como la independencia sea menos importante). La Ley de Claridad a que me refería deja la decisión de cuál debiera ser esa mayoría, y de en qué términos debería plantearse la pregunta en un posible referéndum de secesión, al Parlamento CENTRAL, no al autonómico.
Nada de esto se está dando en Cataluña. Como ya señalé en otras ocasiones, las garantías democráticas del famoso "proceso" son nulas (recuérdese la comparación de Joaquim Brugué con Guinea, nada menos). La pregunta del referéndum famoso sería (son palabras del propio Dion) rechazada en Canadá, por antidemocrática. Respecto a la mayoría "reforzada", el planteamiento actual en Cataluña es tal que el 25% más dos votos bastaría. Sólo que nada de esto importa, y yo (y quienes recordamos estas y otras cosas, exigencias democráticas simplemente) estaríamos mejor callados. Lástima.
Y, por fin, lamento que ciertos usos estilísticos míos sean poco gratos al amigo F. Lo siento; en nada faltan al respeto, ni a él ni a nadie, al contrario de las descalificaciones personales que a él tanto le gustan. Suele ocurrir que quienes tienen muy poca delicadeza en el trato con los demás muestren una exageradísima respecto de las propias cosas. Suele ocurrir, pero no tiene mucho sentido..., oiga. Qué le vamos a hacer.
Siempre terminas partiéndome el corazón, amigo A2; siempre rematas con una melopea tan melancólica que uno -corazón de barquillo- nota que se le agrieta el ánimo para bregar contigo... ya que a nadie de mi laya le gusta pasar por victimario, siendo como es puro caviar de erizo de mar (vulgo "oriciu"), que se escuda debajo de un caparazón de púas, pero que es tierno y gratificante al paladar de los que no se fían de apariencias (¿quién sería el homínido valiente que osó comer centollo por primera vez?).
ResponderEliminarAbordas el asunto desde un nivel cuasi funcionarial, leguleyo, carente de imaginación y pragmático de vía estrecha. Yo, me conformo con poner en evidencia la endeblez de tus argumentos, la falta de perspicacia que aquí se desvela, el tancredismo político, la resignación, el fatalismo, la incapacidad de elevar el pensamiento y lo refractario que eres a la hora de leer las lecciones de la Historia.
Porque, diga lo que diga el canadiense Dion Casio (o como se llame), cualquier enterado de lo que pasa en España hubiese convenido en que las recetas que se dan los estados democráticos NO SIRVEN para esta coyuntura española. Esta especie de "Little Italy" chicaguense en plena epidemia de ébola moral que ha devenido España, necesita curas de caballo y purgantes que ya fueron arrumbados en aquellas democracias que sí respetaron el MÍNIMO VITAL, sin el que la vida carece de los requisitos que la hagan humana. Quiero decir que parece un sarcasmo que los delincuentes se parapeten en el riguroso cumplimiento de unas leyes cuando menos anacrónicas, injustas..., en una Constitución viciada en origen e incumplida sistemáticamente por aquellos que tienen fuerza suficiente para hacerlo. Decir -por ejemplo- a estas alturas que la monarquía dimana de una decisión libremente tomada, es un escarnio..., más sabiendo lo que HOY SABEMOS (fresca aún la tinta en el libro del general Monzón, que era pinche de la cocina donde se amasó el pastel).
Un gobierno y un régimen corrompidos hasta la médula carecen de legitimidad para imponer ciertas leyes que les convienen, siendo ellos mismos notorios incumplidores del código penal :¿acaso robar es legal? ¿Y de qué manera consolamos a una víctima de prevaricación? ¿En qué instancias va a confiar un español medianamente dotado y suficientemente informado? ¿Qué nos queda, qué nos dejan? ¿El cumplimiento estricto de la ley? Pudiera ser, pudiera ser..., soy un tipo pacífico... Pero noto que cada día me tropiezo en la calle con mayor número de miradas encendidas y con rictus en la cara que antes no veía... No sé, no sé...
¿Sabes, A2, lo que le escuchaba decir hace unos días a un irritado ciudadano?: ¡¡¡Las leyes que se las metan por el culo!!! ¿Será un presagio amenazador de lo que nos puede caer encima: gente que se tomoa la ley por su mano? ¿Llegaremos a tanto? Eso es lo que vengo palpando de un tiempo a esta parte: una indignación y una desesperación que me temo nos sitúe en un escenario imprevisible. Por eso urge echar a este gobierno cuanto antes. Por mera prudencia y en evitación de males mayores.
PS.- Supongo que A2 continuará con su puntillosa relación leguleya y extraterrestre. Que siga, que siga..., oiga. Hablamos idiomas distintos, colega.
Pero
Hablamos, ciertamente, idiomas distintos. No verás que yo me refiera a "la endeblez de tus argumentos, la falta de perspicacia que aquí se desvela, el tancredismo político, la resignación, el fatalismo, la incapacidad de elevar el pensamiento y lo refractario que eres a la hora de leer las lecciones de la Historia", ni cosa que lo valga: aunque tus argumentos me parezcan a menudo endebles, cuando no meramente inexistentes, yo procuro RAZONAR, responder a las ideas, o a lo que haga sus veces, con ideas, no con descalificaciones personales que nada cuestan. ¿Crees que yo no podría decir de ti cosas aún más, digamos, expresivas? Si lo crees, te equivocas; es sólo que yo me prohibo ciertas actitudes, que me parecen tan injustificables como poco civilizadas.
ResponderEliminarYa sé que los argumentos de "Dion Casio", como cualesquiera otros que se opongan a tus férreas convicciones, no sirven de nada: tú crees lo que crees, y nadie va a apearte de tus convicciones, faltaría más. Por eso no necesitas citar nombres concretos o fuentes precisas; no es en ellas, ni en los hechos, en lo que te basas, sino en esas convicciones, más importantes que cualquier realidad que se les oponga.
En todo caso, y termino, observar la contradicción que supone pretender, como JLGM ha afirmado aquí repetidamente, que los independentistas catalanes están siendo "escrupulosamente democráticos" (?), cosa que no ocurre con el Gobierno español ni con cualquiera que, pensando de un modo distinto al vuestro, no puede ser otra cosa que (además de todos los amables epítetos que personalmente me dedicas) un "nacionalista español" que como tal no razona (los nacionalistas catalanes, como ya observé antes, no existen, o no tienen semejante problema), aunque desde luego nadie que no sea JLGM llamaría así a Joaquim Brugué (supongo, que hay gente pa tó). Decía que es curioso citar esa supuesta democracia irreprochable como argumento en su favor, y decir sin embargo, como tú dices, que "las recetas que se dan los estados democráticos NO SIRVEN para esta coyuntura española" (supongo que para la catalana sí).
En fin, repito (y termino) que tienes razón: hablamos idiomas diferentes. Tan diferentes que JLGM y tú, cada uno en modos y por razones distintas, os juzgáis autorizados a la descalificación personal automática de quien como yo disiente, y que es demostradamente inútil que una y otra vez, como he hecho, os explique que esas no son maneras civilizadas de conducirse, y que por eso yo no las adopto. No tiene más razón quien más grita; generalmente, de hecho, tiene menos. Pero es que hay quien no puede evitarlo, supongo; cuestión de carácter.
Lacrimosa
ResponderEliminarLacrimosa dies illa
Qua resurget ex favilla
Judicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus
Pie Jesu Domine
Dona eis requiem, Amen.
andá.hasta en latín....
ResponderEliminarMiren tanto caballero perdido en fábulas políticas....cuando todo se reduce al
"habere vaccam lactiferam, esse non quamquam vaccam,deambulare per agros,occidere muscas cum cauda,tolon tolon...Como elido el sujeto agente de la acción antedicha.porque también lo hay paciente,pongo al verbo en infinitivo.El listo de la asamblea de sabios,que traduzca.Y quien atrapare la vaca, pa él
Tenemos un gobierno sordo y hay que gritar...Ave.Demeter