Domingo, 12 de noviembre
EL VINO DEL ESTÍO
Salgo de ver La
librería, la lenta, tontorrona y femenina (en el peor sentido de la
palabra, en el que tenía cuando había páginas “femeninas” en los periódicos)
película de Isabel Coixet y es otra película la que comienza a formarse en mi
imaginación mientras cruzo el parque de Los Prados de vuelta a casa.
El
misántropo protagonista de la historia está deseando leer El vino del estío, de Ray Bradbury, pero muere antes de recibir el
paquete en que su amiga la librera se lo enviaba. Yo lo leí fascinado, hace
muchos años, y no he podido olvidar el comienzo: “Era una madrugada tranquila.
La oscuridad cubría el pueblo y se estaba bien en la cama. El verano se
adivinaba en el aire, el aliento del mundo era largo, tibio y perezoso. Bastaba
levantarse y asomarse a la ventana para saber que este era realmente el tiempo
de la libertad y de la vida, que esta era la madrugada primera del verano”.
Toda la
magia de los veranos de la infancia está en ese libro. Ahora, mientras camino
por Los Prados, me levanto con Douglas, el protagonista; subo, sin hacer ruido,
hasta lo más alto de la casa, y allí, ante la ventana abierta en la oscuridad,
espero el momento preciso, luego aspiro profundamente y soplo. “Las luces de la
calle se apagaron como velas en una tarta negra”, recuerdo bien la frase del
libro. Luego soplo suavemente una vez y otra vez y las estrellas comienzan a
desvanecerse. Apunto con el dedo: allí, ahora aquí, y aquí… Las ventanas de las
casas del pueblo se fueron recortando en la oscuridad. A continuación dije:
“Mamá, papá, hermanito, despertad, es la hora”. Comenzó a oírse el apagado
rumor de los despertadores. El reloj del Ayuntamiento retumbó sobre el pueblo.
Los pájaros empezaron a cantar en los árboles. Como un director de orquesta,
apunté hacia el este y el sol, obediente, comenzó a levantarse.
Douglas
cruzó los brazos y sonrió con una sonrisa de mago. Sonreí yo también, director
de orquesta del universo en la primera mañana de un verano que no ha existido
nunca, salvo en las páginas de un libro y en mi imaginación.
Al llegar a
casa, de la película de Isabel Coixet ya ni me acordaba, pero le estaba
agradecido por su inesperado regalo.
Lunes, 13 de noviembre
FABIO, LAS ESPERANZAS CORTESANAS
¿Qué tienen en común
la “Epístola moral a Fabio”, del capitán Andrés Fernández de Andrada, y la
nueva campaña publicitaria de Toyota? Pocos saben que el eslogan “Conduce como
piensas”, que promociona el Toyota Hybrid, está inspirado en uno de los
endecasílabos del poema clásico: “Iguala con la vida el pensamiento”.
Conduce
como piensas, esto es, compórtate –condúcete– de acuerdo con tus creencias.
Una
epístola moral y una campaña publicitaria moral. Así se explica en la página
oficial de la compañía: “Conduce como piensas es una actitud, es ser
consecuente con nuestros pensamientos y actos. Esta campaña de Toyota es una
invitación a reflexionar, a hacernos más preguntas que respuestas y a abrazar
el cambio para mejorar y cuidar el mundo en que vivimos”.
En uno de
los Mupis que promocionan el Toyota C-HR, leo “¿Qué piensas de la libertad de
expresión? Si estás en contra, no contestes”.
Me gusta la
publicidad creativa –y más si se inspira en la poesía del siglo de Oro–, pero
en este caso creo que se pasan un poco. Esa sorprendente reflexión yo la
superpondría a un retrato de Nicolás Maduro y la utilizaría mejor para anunciar
La Sexta.
“Enseñar es
mi manera de aprender” dice un aforismo de Enrique Baltanás que a mí me gusta
repetir. La verdad es que, como profesor de “Literatura y publicidad”, estoy
aprendiendo muchas cosas. Voy a acabar haciéndole la competencia a mi amigo el
poeta Fernando Beltrán, maestro en la materia. Hace unos días, por cierto,
comentamos en clase su poema “Los lápices de Ikea” junto al catálogo de este
año.
Martes, 14 de noviembre
NOVELA EPISTOLAR
Felipe Boso, poeta experimental de los años setenta,
traductor de poesía alemana, no solo guardaba todas las cartas que recibía,
sino además copia de todas las que enviaba. Por eso ahora se ha podido editar
un monumental volumen con su correspondencia y la de sus corresponsales.
Yo me
escribí con él en la época de Jugar con
fuego, y aquí están las cartas que nos intercambiamos. No sé me ocurre
leerlas, por supuesto, pero si hojeo el volumen acá y allá, y lo encuentro lleno
de noticias curiosas y divertidas maledicencias.
Quizá, o
sin quizá, Felipe Boso no fue un poeta destacado (yo creo que la poesía
experimental, en gran media, sirvió de refugio a mediocridades), pero se carteó
con todo el que significaba algo en su momento y este volumen, de poco
afortunado título (Mi jaula es una celda),
vale como retrato de una época, como una entretenida novela colectiva que puede
abrirse por cualquier página y nunca nos defrauda.
Miércoles, 15 de noviembre
UN ENCUENTRO EN SEVILLA
Al final del coloquio sobre diarios más o menos íntimos,
celebrado en el antiguo convento de Santa Clara, muy cerca de la Alameda de
Hércules y de la Casa de las Sirenas donde jugaba de niño el torero Belmonte,
una pregunta del público.
––Usted ha
dicho que el diario es un género de no ficción, que usted se limita a contar lo
que le pasa, que no inventa nada, pero muchas veces nos cuenta historias de
fantasmas, ¿no le parece eso contradictorio?
Mientras me
hacen la pregunta observo que por la puerta al fondo de la sala entra un
rezagado. Lleva sombrero, corbata, un traje de buena factura, como un señorito
sevillano de otro tiempo. Creo reconocerle.
Así vestía
la última vez que nos vimos, en la Academia Sevillana de Buenas Letras, durante
un homenaje a Cernuda. La primera vez fue hace unos cuarenta años. Acababa de
publicar su primer libro de versos, con prólogo de Francisco Brines, y yo, con
mi impertinencia habitual, le señalé algunos errores métricos. No se lo tomó a
mal, todo lo contrario, le entusiasmaban esas cuestiones.
Me solía
enviar sus poemas antes de publicarlos y me recomendaba a algún nuevo poeta que
había descubierto (le gustaba hacer de maestro). Nos distanciamos, no sé por
qué razón, y yo le dediqué un artículo bastante cruel, según mi estilo, que se
publicó creo que en La Razón. Nos
reconciliamos –o eso creí yo– durante el homenaje a Cernuda. Murió muy poco
después. Y un amigo –siempre hay buenos amigos para estas cosss– me mostró lo
último que había publicado en su blog: un ripioso romance contra mí y contra otro
de sus primeros amigos, Abelardo Linares, a quien el día de nuestro encuentro
en Sevilla –hace cuarenta años– me presentó como “el mejor poeta joven que hay
hoy en España, aunque aún no ha publicado nada”.
Estoy
deseando que termine el coloquio para acercarme a saludar al caballero del
fondo. Pero antes de que termine veo que se levanta, me hace un gesto de
despedida y sale lentamente.
Si creyera
en fantasmas, diría que es Fernando Ortiz que ha venido a disculparse por el
desafortunado romancillo. Pero de sobra sabe que no hace falta, que yo tendría
muchas más impertinencias de las que disculparme.
Quizá se ha
ido antes de acabar porque no le gusta andar saludando a unos y otros y cada
vez detesta más la vida literaria.
Jueves, 16 de noviembre
LAS NAVES DEL TESORO
Ayer estuve en Valencina de la Concepción, visitando las
naves en que mi amigo Abelardo Linares guarda su fabuloso tesoro. Si alguna vez
me pierdo por Sevilla, que me busquen por estos inagotables corredores. Nada
más llegar, me enseña su más reciente adquisición: una colección de la revista Electra, de la que tanto hablan todos
los manuales de literatura, pero que pocos han tenido la suerte de tener en sus
manos.
“Para la
admisión y revisión de los originales que se nos remitan –leo–, han quedado
constituidas, por ahora, las siguientes secciones.
Cuentos,
Novelas y Teatro, a cargo de D. Ramón del Valle-Inclán.
Crítica,
Religión, Sociología, Política y Actualidades, a cargo de D. Ramiro de Maeztu.
Versos, a
cargo de D. Francisco Villaespesa.
Secretario
de la Redacción, D. Manuel Machado”.
Unos
números después de la sección de Crítica, Religión y Sociología se ocupa Pío
Baroja.
Estamos en
1901. La literatura española pasa por este puñado de jóvenes que se agrupan en
torno a Galdós.
El primero
de “Los poetas de hoy” que publica en la revista es Antonio Machado. Aquí y
allá asoma el poeta de Soledades, con
sus fuentes, sus limoneros y sus melancolía, pero titubeante entre versos
torpones. Su hermano, en cambio, ya nos ofrece, sin el menos titubeo, uno de
sus mejores poemas, el espléndido “Felipe IV”, que aquí lleva el subtítulo
“Retrato de la época”, que desaparecería en las ediciones posteriores.
Pero en
esta prodigiosa cueva del tesoro, guiado por la mano sabia del mago guardián,
basta abrir cualquier revista para hacer un descubrimiento, como el número de Raza, publicado el 12 de octubre de
1927, en que Antonio Machado publica un largo poema “Parábolas”, que no pasaría
a ninguno de sus libros (aunque aprovecharía alguno de los versos). Seguía
siendo un poeta algo torpón, que necesitaba corregir mucho, nada que ver con la
genial capacidad de improvisación de su hermano.
Viernes, 17 de noviembre
OCUPACIÓN BASTANTE
Las interrupciones en la rutina forman parte, y son quizá la
mejor parte, de mi rutina. El día de ayer, por ejemplo, soleado y feliz, sin
nada que hacer, salvo pasear por la orilla del río recordando el monólogo de
don Álvaro (“¡Sevilla, Guadalquivir, / cuán atormentáis mi mente, / noche en
que vi de repente / mis breves dichas huir”); atravesar sus blancos puentes;
subir a la Torre de los Perdigones para acariciar desde allí la ciudad en la
cámara oscura (que a mí, no sé por qué, me trae a la memoria las novelas de
Julio Verne y los inventos del TBO); entrar en las iglesias que me salen a cada
paso a descubrir Murillos o saludar a enjoyadas vírgenes; fotografiar
escaparates pintorescos y sorprendentes trampantojos; recordar viejos tiempos
con mi amigo José Luna Borge, que me sirve de guía; encontrarme con un poeta en
cada esquina (aquí José Ramón Ripoll, allá Javier Lostalé, a la vuelta el
místico José Mateos, con su pinta a medio camino entre vendedor de la Once y
Freddy Krueger); discutir con este y con aquel y, en fin, no hacer nada, que
para mí es, como para Cernuda, ocupación bastante.
" “Enseñar es mi manera de aprender” dice un aforismo de Enrique Baltanás que a mí me gusta repetir."
ResponderEliminar"Enseñar es aprender" es un tópico muy viejo, y que existe en muchas civilizaciones.
"Enseigner, c’est apprendre deux fois", escribió Joubert.
Nada nuevo bajo el sol.
ResponderEliminarMuy ambigua tu referencia a Maduro...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho verle en Salvados. Y me ha recordado un famoso soneto de Gerardo Diego, "Revelación", al referirse a su famoso comentario sobre el canto del pájaro.
EliminarSí, yo también me reí un montón.
EliminarPero seguro que nos reímos en momentos distintos. Yo lo hice cuando habló Felipe González; tú seguro que te reíste y te indignaste con Alberto Garzón.
EliminarNo, básicamente me reía cada vez que Maduro abría la boca.
EliminarSeguro que antes de escuchar lo que decía. Sigue así, hijo mío, no permitas que la realidad desmonte tus prejuicios.
EliminarNo me has entendido. Claro que le escuchaba. Es que cuando abría la boca para rebuznar de nuevo yo aún me estaba riendo del rebuzno anterior.
EliminarPiquero, qué quiere decir que básicamente me reía? Ese básicamente sobra y evidencia un contagio de muletilla básicamente indeseable.
EliminarLe deseo que pase un día básicamente bueno.
Se empiezan riendo de Maduro y terminan agarrando una pancarta entre Vargas y Paco Frutos. Y es que para hablar en la tele hay que guardar la compostura: no les gustan las guayaberas al parecer, es poco serio. ¿Felipe? Un señor que sabe vestir. Cuando Cantinflas pasaba a ser Mario Moreno, era también un tipo elegante. Pero mal bicho, que humillaba al pobre Miguel de Molina por ser gay.
Eliminar¿Por qué diré estas cosas? Tomo ahora el haloperidol y vuelvo con mis sellos.
En lo poco que vi del programa Maduro dijo que el PP es un partido franquista, que Rajoy es corrupto y que el gobierno español utiliza a Venezuela para atacar a partidos como Podemos. Lo que no dijo es una mentira.
EliminarDebimos ver distintas entrevistas, Piquero. Yo a Maduro solo le escuché hablar y, en un momento dado, silbar (ambas cosas, razonablemente bien).
EliminarQue te guste como silbaba lo entiendo. A mí me encantó. De lo demás deberías dar explicaciones, no sea que alguien te acuse de simpatizar con: 1-Un tipo gritón, insultante y tabernario al que hubieras expulsado de la tertulia a los 10 minutos. 2-Un dictador que ha disuelto el parlamento que no le convenía para perpetuarse y que hoy mismo está llevando a cabo detenciones sin garantías jurídicas.
EliminarEs verdad. Silbaba muy bien.
EliminarPues sí, estás en lo cierto. Simpatizo con Nicolás Maduro, bastante más, por supuesto que con Felipe González (con quien ya solo coincido en la edad). Todo lo que ha hecho Nicolás Maduro (que cuenta con bastante más apoyo electoral que Mariano Rajoy) lo ha hecho de acuerdo con la Constitución de Venezuela y con las leyes vigentes en su país. Si los de Venezuela son presos politicos, ¿qué serán los de Cataluña?
EliminarEn fin; cuando (pronto, ojalá) Venezuela recobre una mínima normalidad democrática, y quede claro hasta para los más renuentes que Maduro es un ejemplo (otro) de sátrapa corrupto, dictatorial y violento, como tantos le ha tocado padecer a Hispanoamérica, habrá quien siga aferrado a sus viejas querencias. El ser humano es así, y no faltan, aún hoy (y en estos mismos foros) quienes exalten a Fidel.
EliminarPues no sé qué más hay que hacer para que quede claro: no hay diario ni cadena de televisión ni medio de comunicación que no nos informe de lo "sátrapa" que es Maduro (incluso en la propia Venezuela, donde hay libertad de expresión, todos los medios no oficialistas, la mayoría). No se explica que alguien todavía lo duda y que siga ganando, contra viento y marea, las elecciones en su país.
EliminarEn mi modesta opinión, para que Venezuela recobre la normalidad democrática lo primero que hace falta es que la oposición venezolana deje de recurrir a la violencia (debería aprender del comportamiento ejemplar de los independentistas catalanes, que todo lo fían a la fuerza de los votos).
"Incluso en la propia Venezuela, donde hay libertad de expresión, todos los medios no oficialistas, la mayoría". Aquí (https://es.wikipedia.org/wiki/Censura_en_Venezuela) puecde ver quien lo desee el artículo de la wikipedia "Censura en Venezuela" (que además incluye enlace a otro artículo más extenso sobre el tema de la wikipedia en inglés). Ahí se lee que "La ONG francesa Reporteros sin Fronteras también afirmó en 2013 que los medios de comunicación en Venezuela están «casi totalmente dominados por el gobierno y sus anuncios obligatorios, llamadas “cadenas”». Sin embargo, el gobierno afirma que alrededor del 70 % de los medios, tanto de radio como de televisión, están en manos privadas (opositoras al Gobierno de Chávez y de Maduro), mientras que solo 5 % son de propiedad estatal y otro 25 % son los medios comunitarios". O sea, quien afirma eso de "la mayoría" es, qué casualidad, el propio gobierno venezolano, mientras Reporteros sin Fronteras dice todo lo contrario. Pero eso qué importa: díjolo Blas, o sea Maduro, y punto redondo.
EliminarRespecto al "comportamiento ejemplar de los independentistas catalanes, que todo lo fían a la fuerza de los votos", es bien conocida la posición de la UE respecto al independentismo catalán (hay que respetar las leyes españolas y catalanas, empezando por la Constitución), la de la Comisión de Venecia ("cualquier referéndum debe ser llevado a cabo de acuerdo con la constitución y la legislación en vigor"), la de la ONU ("El derecho a la secesión de un Estado miembro de las Naciones Unidas no existe como tal en los instrumentos o en la práctica seguida por la Organización, ya que tratar de invocarlo con el fin de romper la unidad nacional y la integridad territorial de un Estado sería una aplicación errónea del principio de autodeterminación y contraria a los propósitos de la Carta de las Naciones Unidas”. "Un colectivo tiene derecho a la secesión sólo como recurso de última instancia para escapar de graves injusticias… como la violación persistente de los derechos humanos, incluido el derecho a participar en la gobernanza democrática, y la ocupación injusta del territorio de que se trate”). Y también lo son, para quien no se niega a verlos, los hechos: el Parlament independentista convocó el "referéndum", y trató de eliminar de un plumazo tanto la legislación catalana como la española, en clara violación tanto de la propia legalidad catalana (como así lo hizo constar el propio Consell de Garanties estatutario) como la española, contraviniendo por tanto frontalmente lo que UE, Comisión de Venecia u ONU habían dejado meridianamente claro. Y pretendieron que el resultado del supuesto referéndum amparaba legalmente la independencia, cuando 1) había sido convocado en clara violación de la legalidad 2) era rechazado por la mayoritaria población no independentista, cuyos representantes abandonaron el hemiciclo para no participar ni con su presencia en lo que consideraban, y así lo hicieron constar, un abuso y una farsa. 3) se celebró con total carencia de las mínimas garantías democráticas, hasta el punto de que los propios observadores internacionales traídos por la Generalitat se negaron a reconocerlo como válido.
Claro que,m una vez más, nada de esto importa. ¿Que ha dicho Maduro que Venezuela es una democracia ejemplar? Pues ya puede decir el resto del mundo lo contrario, que la Verdad ya ha hablado y nada más hay que decir. ¿Que los independentistas han dicho lo mismo de su propio comportamiento? Pues ya puede la UE, la ONU, la Comisión de Venecia o quien haga falta decir otra cosa, que la Verdad, también en este caso, se ha manifestado ya, y nada de lo que se diga en contrario sirve. Pues eso.
Pongo aquí enlace (http://www.rsf-es.org/noticias/america/venezuela/) a una página de Reporteros sin Fronteras relativa a Venezuela. Copio alguno de los titulares que pueden verse en ella: "Censura y represión: el cerco se estrecha en torno a la prensa venezolana" (17.05.2017). "El periodista extranjero, persona non grata en Venezuela" (22.03.2017). "Ataques en serie a la libertad de prensa" (02.09.2016). Ahí, por cierto, se remite al informe anual sobre libertad de prensa publicado por la propia RSF; en el último, de Abril de este año, figura Venezuela en el puesto 137 entre 180 países, y clasificada entre los países en que dicha libertad se encuentra "en situación difícil", sólo superada (para mal) por los que, a partir del nº 160, son considerados "en situación muy grave". (España, en la misma clasificación, figura en el puesto 29, más de 100 por encima de la maravillosa Venezuela de Maduro).
EliminarPero usted me dice que la información que vale es la procedente de Venezuela, lo que es algo así como decir que la información válida, en la España de Franco, era la española; que era en ella en la que había que informarse, o si no, callar. Curioso planteamiento. La clasificación de RSF a que me refería: http://www.rsf-es.org/grandes-citas/clasificacion-por-paises/
Pero esto es así: los que saben son los interesados. Importa lo que diga el independentismo catalán, no Alemania, Italia, los USA, la ONU o la UE, y es en sus fuentes en las que hay que informarse también, supongo, o si no, callar. Optemos pues por esto último: sin comentarios.
Don Erre es un personaje inaguantable, soporífero, pero sobre todo de una laya de reaccionario de las que más me amolan: de los que quieren pasar por progresistas sin mácula pensando como piensan. Hay que ser osado e impertinente para negar lo que todos sabemos: que en Venezuela (casi como en España) la mayor parte de los belicosos canales de radio y tv están en manos privadas (o sea de la derecha y de la ultraderecha). Eso lo sabe cualquiera que no sea un patológico zoilo monopiñón..
EliminarSi quiere condenar a ciertos atropelladores de la democracia que no vaya a Venezuela: los tiene cerca de su culo de funcionario de la oficina siniestra (vulgo BOE). O séase la Villa y Corte.
A curarse.
Es imposible, lo he constatado demasiadas veces, hacer entrar en la cabeza de VPS (y todos sus otros seudónimos, que no heterónimos: es siempre el mismo, y dice siempre las mismas cosas de la misma manera) la simplísima idea de que los argumentos ad hominem no sirven, que sólo se vuelven contra el que los emplea.
EliminarSi, un poner, afirma uno que el laicismo francés es una buena cosa, es del todo legítimo negar que sea así, y dar las razones que a quien lo niegue se le ocurran para apoyar su punto de vista. Pero no lo es, y sólo demuestra carencia de argumentos, el obviar todo eso y decir que quien piensa distinto de nosotros es..., y a continuación todos los disparates que se le ocurran.
Si discutimos sobre si dos y dos y dos son cuatro o diecisiete, es del todo irrelevante que quien dice que son cuatro sea personalmente lamentable, y quien que diecisiete, una maravilla: a pesar de eso, quien tendrá razón será el primero, no el segundo.
Ya sé que estoy diciendo obviedades; pero, como se ve, no lo son para VPS, que cree de veras, o finge creer, que la descalificación personal es no sólo un argumento, sino El Argumento. No le cabe en la cabeza otra cosa, por lo que se ve.
No te me escapes con pamemas, perillán: ¿es o no cierto que en Venezuela buena parte delos canales de radio y tv están en manos de los enemigos de Maduro?
EliminarLos sacristanes siempre quieren emular las untusidades del párroco pero no cuela.
Ya se ve quién y qué es VPS. Copio: "Inaguantable, soporífero, patológico zoilo monopíñón, culo de funcionario de la oficina siniestra...". Y luego, si uno le dice que ese lenguaje ni es inteligente ni civilizado, mira hacia otra parte, silba, y dice que hablar de eso es disimular y que vamos al grano. En fin.
EliminarRespecto a lo de Venezuela, más arriba tiene la afirmación de 2013 de Reporteros sin Fronteras, que vuelvo a copiar literalmente: 'los medios de comunicación en Venezuela están «casi totalmente dominados por el gobierno y sus anuncios obligatorios, llamadas “cadenas”»'. También he puesto enlace a la página de la misma RSF. y citado los titulares que quien quiera puede ver en ella, relativos a las prácticas "democráticas" del gobierno venezolano. Reproduzco sólo el primero que citaba: "Censura y represión: el cerco se estrecha en torno a la prensa venezolana". Lo que además está confirmado por la clasificación, que igualmente citaba, de los países por el grado de libertad de prensa, en que Venezuela aparece a la altura de Pakistán, Gambia o Bangladesh.
Pero todo esto son "untusidades", ya lo sé. Qué le vamos a hacer. Sus burradas son ejemplo de buen lenguaje, Venezuela es el Paraíso en cuanto a la libertad de información, y así les va, porque los malvados-malvadísimos opositores aprovechan esa increíblemente generosa libertad para hacer de las suyas. Pues eso.
Qué gran misionero trabucaire iba a ser mi Cerezales... De aquellos que nos aterrorizaban en los "ejercicios espirituales" de mi incauta adolescencia. La misma salmodia, sinuosa como un canto gregoriano; los mismos sofismas para demostrar la existencia de Dios (Cerezales, que se dijo agnóstico (!) quiere demostrar lo diabólico que es el bolivariano fortachón, si lo comparamos -pensará él- con el docto Rajoy o el inocuo (inicuo) gigantón de Badalona).
EliminarTiene una plantilla-purgatorio que emplea siempre que -iluso- se quiere embolsar al pajarito VPS en sus redes de canela y goma arábiga. Y comienza sus melopeas con el inventario de los epítetos con que suelo regalarle: "El proteico -sin embargo encantador- VSP me llama empalagoso, zoilo, soporífero, cripto exnumerario del opusdele, palizas, terne, tontorrón, funcionario siniestro, monopiñon, resabido, plasta y sin embargo... poeta raro de los plenilunios de las islas Feroe.
Después de este masoquista engarce de epítetos que poco le favorecen, suelta sus plantillas xilográficas (tiene marchamos esgrafiados, pa qué gastar las yemas de los dátiles) en buen pino gallego, que estampa con la tinta esponjosa que corre a cargo de los presupuestos del ministerio de la Cosa, en donde lleva un polvoriento archivo de hijuelas, testamentos y gabelas impagas.
Y es tan bobín que pretende hacer una gracieta con las "untusidades" que le endilgo, como si alguien que me lea fuese capaz de sospechar que uno comete semejantes horrores vocabularios.
No tiene remedio el bueno de Cerezales.
Está visto: esperar de el VPS de los mil nombres un razonamiento, siquiera una idea, algo, en fin, distinto y menos simple que su inagotable repertorio de zafiedades, es como pretender, según la vieja expresión argentina, sacar aceite de un ladrillo. De donde no hay... Qué le vamos a hacer. Venezuela es el paraíso de la libertad de Prensa. ¿Y por qué? Porque lo digo yo, y además lo apoyo con cuantas barbaridades léxicas se me ocurran. Y si a alguien no le gustan o le convencen poco, tengo más. ¿Razones? Eso queda para los indigentes intelectuales, que necesitan apoyarse en semejantes muletas. ¿Datos? Peor todavía, oiga. Pues nada, a seguir (rebuznando) bien.
EliminarLos dones del otoño, Cerezales,
Eliminarpareciera que ya no están contigo;
con tu ya familiar torpeza opacas
hasta la tierna luz y contaminas
la silenciosa gloria del paisaje.
Incapaz de dejar de ser tú mismo,
preso de apresurada petulancia,
recalcitrante en tu discurso añejo,
desprecias la riqueza menos obvia
pero más consistente.
¿Qué fue de los cerezos que florecen
con los primeros fríos de noviembre?
Véase respuesta en la entrada del 26-N. Gracias.
EliminarRisa me produce a mí que una directora de cine como la Cuas'e,cuyos méritos se me escapan, se haya convertido para muchos en un mito indiscutible y hasta en referente cuando el periodismo decide sondear en cerebros interesantes.
ResponderEliminarYo fui más del prolífico Isaac Asimov, pero el Fahrenheit 451 de Bradbury es de una riqueza de ideas muy poco común, sobre todo aquella de conservar los libros, que están siendo destruidos, en las memorias individuales de los humanos, fragmento a fragmento. Precioso. Aparte de la película de Truffaut, hay otra reciente, muy mala, que toma la idea de Fahrenheit; un personaje conserva en la memoria un libro, la Biblia, en un planeta Tierra arrasado por una guerra nuclear.
ResponderEliminarEl anuncio de Toyota me parece el más imaginativo y brillante desde hace por lo menos diez años. La primera vez que lo vi me pareció que iba a ser un documental. Se tarda en caer en la cuenta de que se trata de un anuncio.
De entre los memoriones prefiero a Pierre Menard.
EliminarSr.García Martín, ¿tiene usted pruebas de que "el eslogan “Conduce como piensas”, que promociona el Toyota Hybrid, está inspirado en uno de los endecasílabos del poema clásico: “Iguala con la vida el pensamiento”."? ¿O lo ha deducido usted?
ResponderEliminarPor cierto, hay varios anuncios con ese eslogan -por lo menos dos- , ¿no?
Quien mantiene vivo su niño interior puede ver el mundo que lo rodea con los ojos de un niño. Bradbury, uno de mis escritores favoritos y a quien tuve la suerte de ver y oir en Buenos Aires y "El vino del estío" que ya no recuerdo cuántas veces lo he leido.La magia de sus imágenes, el asombro en las metáforas y la emoción... "... había días que eran sólo un aroma y el mundo entero entraba y salía por la nariz". Caminar la infancia y los veranos, oir el silencio de la noche y contar las estrellas. Acabo de encontrar un trébol de cuatro hojas entre la hierba.
ResponderEliminarSeñor García Martín, gracias por traerlo.
Mi saludo y mi estima.
Me alegra coincidir, Laura, en el aprecio por ese libro.
EliminarBienaventurados los señores como el poeta Piquero que tienen que ponerse a mirar a Venezuela para encontrar algún gritón, insultador y tabernario, ya que en su tierra no los han visto nunca, o por lo menos no los ha denunciado que se sepa.
ResponderEliminarBianaventurados los Piqueros poetas que tienen que irse a Venezuela para encontrar malvados que llevan a cabo detenciones sin garantías jurídicas; benditas sean sus anteojeras que los preservan de la injusticia local y de las vigas oculares propias. Se podrían haber ahorrado un montón en el billete trasatlántico.
Bienaventurados sean y benditos. Amen.