Noche de invierno
y esas llamas que danzan
en unos ojos.
Cuando regreso
todo es lo mismo,
nada es igual.
En blanco y negro
la tarde y yo,
ermita y cuervo.
Un barco pasa
lejos muy lejos
en el silencio.
Qué buena cara
al mal tiempo le pone
la gaviota.
Vino un instante
la primavera.
Pasó sin verme.
Qué negra tarde,
pero siguen brillando
los limoneros.
En un jardín
que ya no existe
florecen rosas.
Un instante mis ojos
en otros ojos
y el sol asoma
En la calleja
la puerta abierta
y al fondo el mar.
La vida es esto:
esperar a que llegue
quien ya ha venido.
Un pasadizo
que lleva hasta un jardín
y un precipicio.
También hermosa
la plaza con la lluvia
y los paraguas.
Qué maravilla.
Amarillos y rojos
cruzan la tarde.
Teme al mal tiempo
el tiempo y se resiste
a dar un paso
Déjame que te quite
tarde de marzo
la húmeda ropa.
las monedas de oro
del limonero.
¿Quién sabe lo que dice
allá en lo alto
el pino loco?
Vaya pareja
sin nada que decirse,
el tiempo y yo.
Entre la niebla
un huerto claro
y unos laureles.
El día enfurruñado
cuando nadie le mira
canta en voz baja.
Una delicia. Me quedo con "La vida es esto..." Saludos.
ResponderEliminarHace años que soy una lectora de haikus, enhorabuena por los suyos.
ResponderEliminarPuestos a elegir yo me quedo dos:
"Vino un instante..."
"Vaya pareja..."
Saludos
Soy lectora de haikus desde hace bastante tiempo. Los suyos son estupendos.
ResponderEliminarPuestos a elegir me quedo con dos:
"Vino un instante..."
"Vaya pareja..."
Saludos