martes, 2 de junio de 2009

Encuentros y despedidas

CANCIÓN CHINA DE LOS CABELLOS BLANCOS
(Anónimo)

Como nieve de las cumbres,
como luna entre nubes.
Mi señor tiene otro amor,
dicen que viene
después de tanta ausencia
para romper conmigo.
Hoy estamos juntos
con vino en las jarras
y risa en los labios.
Mañana estaré sola,
sola con su fantasma.

Junto al estanque en el jardín
juntos por última vez
Yo le miro como la vez primera.
Él no sabe que finjo no saber.
Los vientos más fuertes
no rompen la varita de bambú

Deseaba un hombre de un solo amor,
juntos hasta tener los cabellos blancos
como nieve de las cumbres,
como luna entre nubes.
Y siempre estuve sola,
sola con un fantasma.




EPITAFIO DE NIQUINA DE FLANDES
(Antonio Beccadelli)

Si te detienes un instante y lees estos versos,
piadoso caminante, sabrás quién aquí yace.
Fui arrebatada a mi patria en los más tiernos años,
vencida por tiernas lágrimas de enamorado.
Nací en Flandes, recorrí el mundo entero
y al final me afinqué en la plácida Siena.
Hice famoso el nombre de Niquina,
fui la gloria sin par de los burdeles.
Hermosa, fragante, más limpia que el oro,
mi cuerpo no envidiaba a la nieve.
Nadie mejor que yo meneaba las nalgas,
daba a los hombres besos con titilante lengua.
Mi mano servicial sacaba todo su jugo al pene.
Una noche me solicitó un tropel de jóvenes
y aguanté cien asaltos sin llegar a saciarme.
Fui dulce, complaciente, del agrado de todos.
Pero a mí nada me complacía, salvo el dinero
y una dulce perrilla lisonjera
que lamía mi húmeda entrepierna.


QUIÉN PUDIERA ESTAR SOLA
(Ada Negri)

Quién pudiera estar sola.
Una hoja cae del árbol sobre el libro abierto,
alzo los ojos, miro pasar las nubes,
escucho el rumor de la fuente,
el silencio que habla mejor que cualquier poema.

Quién pudiera estar sola,
sola entre la multitud que camina,
cada uno a su afán,
con prisa o con desgana,
con el ceño fruncido, regalando sonrisas,
sola entre la gente, tan bien acompañada.

Quien pudiera estar sola
en la terraza con todas las estrellas
y una luna gigante que me mira
y no me compadece
porque me sabe a solas
con el mundo y conmigo,
en buena compañía.

Pero tú no me dejas.
Desde que me has dejado
no puedo ya estar sola.
Vaya donde vaya,
dormida o despierta
sigues estando conmigo,
sigues repitiendo
palabras que muerden y desangran.




AMOR DE MUJER
(Anónimo)

Hace tiempo, Amor, que no me buscas
ataviado de rojo, con el arma en la mano.
Soy débil, nunca supe cómo resistirte.
Mira las cicatrices de mi cuerpo,
maltrecho botín de todos los combates.
Algunas veces levanté murallas,
pero de un soplo tú las derribabas.
Alfombra fui de tu triunfal paseo,
carne sin nadie, anónimo despojo.
En sueños te llamé, y no venías.
De dicha creí morir, y de desdicha.
Ahora vivo feliz, entre el agua y el sol.
En el huerto cercado florecen los naranjos,
en mi cuerpo las rosas, las caricias amigas.
Solo amor de mujer es rosa sin espinas.

2 comentarios:

  1. Qué placer pasearse por tus blogs (que tantas veces me confundieran desde el anonimato de sus pudorosos autores). Qué maravilla encontrar tu poesía.

    Un abrazo desde Argentina.

    Lu

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