sábado, 2 de abril de 2022

Elogio de la cordura: Persona non grata

  

Sábado, 26 de marzo
ME PLAGIAN 

Me alegra el día de hoy el que Manuel Rodríguez Rivero, que comenta con gracias cada semana las novedades editoriales, comience hoy su “Sillón de orejas” con una historieta apócrifa: “Hace ya tiempo, en los años de plomo del mundo editorial que siguieron al quilombo global suscitado por la quiebra de Lehman Brothers, fue muy fotografiado por gentes del sector del libro un pequeño cartel que, a modo de reclamo, exhibía un tenderete de un mercadillo madrileño, y en el que podía leerse: Por la compra de 3 bragas regalamos un libro”.

            Pero la fotografía con que ilustra su artículo, y que aparece firmada por Mauricio Santos, la hice yo hace ya diez años en el Fontán. Ha circulado mucho por Internet, con mi nombre o anónima. A Rodríguez Rivero se la envió mi rebelde amiga Inés Illán, que cuando nos dio clase de latín en la Facultad nos decía que tan interesante como leer a Horacio o a Virgilio era leer a Marx o Freud o incluso a Mao o Marcuse. Eran años de revolución cultural más o menos china. Me gustaría que Rodríguez Rivero nos mostrara alguna otra foto de ese cartel, supuestamente tan fotografiado, que no fuera la mía.

            Mi ilusión mayor, mi premio Cervantes, sería que algún poema mío circulara por ahí —como esa fotografía— ignorándose el nombre del autor o incluso atribuido a cualquier poeta más o menos ilustre.

            La vanidad adopta muchas formas y la mía corre el molesto riesgo de confundirse con la modestia, aunque yo me esfuerce mucho por evitarlo.

            Soy tan vanidoso que, cada vez que se descubran textos desconocidos de Safo o de Arquíloco, de Proust o de Lorca, nada me gustaría más que el que los estudiosos dudaran un momento si serían de esos autores o de García Martín.

Domingo, 27 de marzo
ESO ES UNA TONTERÍA

Me cuesta mucho, cuando en un debate más o menos intelectual escucho una tontería, no decir: “¡Eso es una tontería!”. Y luego, si el interlocutor se siente ofendido, añadir: “No descalifico, califico. Voy a tratar de demostrarte por qué es una tontería”. Esto último les suele enfadar todavía más. Procuro por eso solo pensarlo, no decirlo.  Pero como Laurence Debray, hija de Roger Debray, “uno de los mayores intelectuales de izquierdas de la Francia del siglo XX” (y ese parece ser su mayor mérito), no creo que vaya a leerme y enfadarse, puedo afirmar que pocas veces he leído tantas tonterías juntas como las que suelta hoy en una entrevista, no en Hola, sino en el suplemento dominical de El País, promocionando su libro Mi rey caído. Ese rey caído es el rey Juan Carlos por el que desde niña siente veneración.

            Primera tontería. El rey Juan Carlos se convierte en un chivo expiatorio cuando España entra en crisis económica. “A fin de cuentas, ¿qué se le reprocha? ¿Tener una amante?”. Tuvo más de una, Laurence, y se las costeó con fondos públicos y las indemnizaciones o sobornos para que callaran salieron de los impuestos de todos, no de sus ahorros. Y además eso es lo que menos se le reprocha.

            Segunda tontería: “Regalar cien millones de dólares para la familia saudí no es nada, para nosotros es mucho. Entre reyes, desde que las monarquías existen, se hacen regalos. Es una red internacional de primos y amigos muy potentes”. Entre las monarquías y entre los amigos, Laurence, se hacen regalos, pero no de millones de dólares que se esconden en Suiza para no declararlos al fisco y luego se transfieren a una amante para evitar el escándalo.

            Tercera tontería: Juan Carlos “dejó una silla vacía”. Los españoles necesitan que “el chivo expiatorio esté presente para poder golpearle”. Olvida esta mujer que en España está “prohibido”, investigarle. Que todos sus problemas con la justicia vienen de fuera: Suiza, Reino Unido.

            Cuarta tontería: “En el siglo XX es único encontrar un jefe de Estado que renuncia a sus plenos poderes. ¡Y además es un rey! Quienes pierden el poder lo ven como un fracaso. Juan Carlos lo convierte en un éxito”.

            ¿Vale la pena seguir comentando? Esta presunta historiadora ni siquiera lee lo periódicos. ¿Juan Carlos tenía “plenos poderes”? ¿Pero ha leído esta mujer la constitución española? ¿Un éxito la abdicación y la expulsión “familiar” a Abu Dabi?

            Espero que no se enfade Laurence Debray si me oye afirmar que en su entrevista —que no honra al diario que la publica— no dice más que tonterías, y que puedo demostrarlo.

Martes, 29 de marzo
HAGO TRAMPAS

De los escritores no profesionales tengo la impresión de que soy el más profesional. Escribo todos los días, colaboro en un diario dos veces a la semana y publico uno o dos libros al año, y todo esto desde hace bastantes años, pero nunca se me ocurrió pensar en la literatura como un modo de ganarse la vida, y por eso no soy profesional.

            Las presentaciones de libros no son para mí una manera de conseguir que se vendan más libros, sino un engorro que tiene la ventaja de que te permite encontrarte con algunos amigos. Hoy toca presentar Indicios racionales en Madrid. Es un libro de aforismos, algo que últimamente se está convirtiendo en una plaga, como hasta hace poco los haikus y antes los microrrelatos. Pero yo también participo de ella, qué se le va a hacer. Hacer frases siempre ha sido lo mío. Los aforismos, y las ocurrencias felices, en los libros siempre están de paso. Su destino es quedarse en la memoria y aparecer en el momento justo en la conversación o en la página que uno está escribiendo. De los aforismos que yo he escrito y que más me gustan no puedo presumir: andan por ahí firmados la mayoría por Oscar Wilde, pero también por Nietzsche, Joubert o incluso, no pude resistirme a la tentación, Einstein: “Dios no juega a los dados con el universo, juega al póquer y encima hace trampas”.

Miércoles, 30 de marzo
UNOS Y OTROS
 

Paseo por los escenarios de la batalla del Jarama y, desde la Venta de Frascuelo, donde tuvo instalada su cocina el batallón británico, subo hasta el alto en que un rústico monumento conmemora a aquellos combatientes “caídos por la libertad”, de los que yo ahora recuerdo solo un nombre, el de Chistopher Caudwell, a quien Manuel Neila, mi guía por estas tierras, tradujo y dedicó un emocionado poema: “Al romper la mañana, / la tierra huele a sangre estremecida  / y olivos en sazón. / Un hombre sube / ladera arriba con la muerte a cuestas / y el tiempo palpitándole en el pecho” .

Pero parece que no todo el mundo está de acuerdo con ese homenaje. La placa ha sido embadurnada con tinta roja y sobre las piedras han escrito, con grandes letras, “asesinos”. A otros caídos, pero en este caso no por la libertad, sino “por Dios y por España”, se les sigue homenajeando en el cercano Morata de Tajuña. Bajo una gran cruz, el nombre de José Antonio Primo de Rivera, el escudo con el águila imperial y el yugo y las flechas, en cuatro columnas se enumeran sus nombres. Nadie ha escrito sobre ellos “asesinos”.  Ha pasado tanto tiempo que es hora de ver a unos y a otros como víctimas. Y execrar solo a los asesinos —que los hubo, y fueron legión— de uno y otro bando.

Jueves, 31 de marzo
ZAYAS CLUB

Junto a los cubos de la basura, en la calle Alberto Aguilera, encuentro unos cuantos libros. Escojo uno, Persona non grata, de Jorge Edwards, en su primera edición de 1974, que yo leí fascinado poco después. Nos habla de su estancia en Cuba en 1970, como representante del recién estrenado gobierno de Allende, y después en París, acompañando al nuevo embajador, Pablo Neruda. Son los años del caso Padilla y de la ruptura del noviazgo de muchos intelectuales con Fidel Castro. El libro lleva el sello del Zayas Club, una organización cultural feminista, surgida en los años del franquismo, que toma su nombre del de María de Zayas. Comienzo a releerlo antes de acostarme y me cuesta dejarlo.

Me aburren las novelas, pero cada vez me apasionan más los libros que me permiten viajar en el tiempo a un tiempo que ya es historia, pero que forma parte de mi biografía.

Viernes, 1 de abril
CONFIDENCIAS

Cada noche, después de acostarme, mientras llega el sueño (nunca leo en la cama), aprovecho para charlar un rato conmigo. “Ahora que no nos oye nadie, dime la verdad. ¿Cómo llevas lo de ser un escritor sin éxito, vetado en todos los medios importantes, que vive solo, que ha cumplido demasiados años?”, “Pues lo llevo bastante bien, qué quieres que te diga. Si tener éxito es vender mucho, pues la verdad es que soy un fracaso. Pero si es escribir y publicar lo que a uno le apetece y no depender de los favores de nadie, entonces soy un privilegiado. ¿Demasiados años? A mí me parecen poquísimos. Todavía me queda mucho por aprender”, “Y si tuvieras la costumbre de rezar, como cuando eras niño, ¿qué le pedirías a ese unamuniano Dios tuyo que no existe, pero del que tanto hablas”, “Muchas cosas para la gente que quiero, pero para mí solo una: morir joven dentro de veinte o treinta años”.



21 comentarios:

  1. La foto de la ropa interior y el libro. Tres por uno... Indica la cultura en españa...
    Mayor Thompson.. Gracias don José Luis

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  2. "Roger Debray, “uno de los mayores intelectuales de izquierdas de la Francia del siglo XX”..."

    El periodista que haya escrito que RÉGIS Debray es uno de los mayores intelectuales franceses de izquierdas del siglo XX ha mentido dos veces. Porque Debray es un intelectual de quinto o sexto nivel que escribe libros soporíferos y porque el que fue amigo del Che Guevara y de Fidel Castro es hoy un "pensador" de derechas, gran admirador de De Gaulle.

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  3. Las bragas, como artículos de (casi) primera necesidad, necesitan poca promoción. Yo creo que sería mucho más acertada comercialmente la oferta inversa: por cada tres libros comprados, se regala una braga. (O incluso por cada dos, demos un empujón a la lectura). Si se tratase de libros de La Sonrisa Vertical, o semejantes, la oferta podría multiplicarse por dos.

    Siempre refluye el tema vidrioso del éxito, en las letras y en la vida. Si vendes muchos libros, eres un gran vendedor, tienes éxito como vendedor. No necesariamente como escritor, a la vista está en los ladrillos de los escaparates. (Los grandes almacenes y las inmobiliarias suelen tener un premio al "vendedor del mes", con mención honorífica y alguna prebenda). Seas o no seas un gran vendedor, seas o no seas un gran escritor, si te vas de este mundo sin haber disfrutado de la Pasión según San Mateo, o de la Maurerische Trauermusik, Köchel 477, por incapacidad o por desconocimiento, me parece que has tenido muy mala suerte y no has tenido éxito en la vida, aunque lo hayas tenido, quizás, en las letras o en el comercio.

    Suena todo esto un poco frívolo en el presente naufragio de la civilización, abril del 2022. Pero hagamos caso a Voltaire: " "La vie est un naufrage, mais nous ne devons pas oublier de chanter dans les canots de sauvetage". Ahí andamos, disimulando y cantando en los botes salvavidas.

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  4. Pues a mí lo de las bragas me parece pintoresco (por inusual) pero no absurdo: libros gratis a cambio de un producto necesario, que una mujer compraría seguro, aunque no le regalasen nada.

    Lo chocante sería lo contrario: que vayas a una librería a comprar libros y te regalen unas bragas.

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  5. Matizando a Antonio P (casi coincidimos): también yo pensé en la literatura erótica, claro. Pero nadie sensato, hombre o mujer, querría ver bragas en una librería (en todo caso, a una librera en bragas), aunque no fuese un mojigato o mojigata. Ese es el punto.

    Por cierto, la civilización colapsará en el mismo día en el que el dueño de una librería (y no un feriante) necesite de veras regalar a sus clientes bragas (o calcetines, o pañales) como estímulo de compra, en lugar de una agenda o un bolígrafo.

    La clave es que lo útil (la agenda, el boli) también es necesario, pero solo la necesidad mayor es síntoma de crisis cuando desborda cierto límite.

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  6. Lo terrible de la foto de las bragas sería que la hubieran visto los dos autores de los libros saldados, Ángel García López y José Luis Prado Nogueira.

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    1. Uno ya había muerto, al otro se lo comentaron reiteradamente. Los dos son excelentes poetas. Yo compré los libros en el momento de su aparición.

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  7. Pasando a algo más serio, y ya termino.

    Las heridas tardan en curar, pero todos son igual de víctimas desde el primer minuto de una guerra, no hace falta esperar décadas para rubricar eso.

    En el monumento falangista hay tachaduras, restos de grafiti rojo (=sangre acusadora) y de una esvástica, incluso. Pero aunque estuviese impoluto, daría igual. Sería tan anecdótico como evidencia, como si estuviese nítidamente masacrado (y se adivina que lo estuvo) y el limpio fuese el otro. Monumentos hay para todos los gustos (y disgustos), al final.

    A veces el silencio culpable es el de unos y a veces el de otros, pero todos callan lo que les conviene callar.

    Quien de veras se delata es quien subraya mucho un silencio (o una ausencia), aunque sí deba señalarlo. Dime de qué omisión te escandalizas y te diré quién manda en tu mente.

    En todo caso, el odio es libre, aunque se vista de un partido, a veces. Si alguien no escribió “asesinos” en una estela funeraria bélica concreta (una cualquiera, dentro o fuera de España), ello se debe a que nadie tuvo el ánimo o la opción, pero sí tuvo la idea, eso es seguro. La auténtica bajeza está en hacerlo de veras.



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    1. No entiendo nada, Boni. En Morata de Tajuña un monumento está impoluto y es ilegal (debería haber sido retirado hace tiempo, según la legislación actual); el otro, mucho más sobrio, apenas un montón de piedras y restos de la batalla, es legal y está manchado de pintura roja y con la palabra "asesinos" escrita en él.

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    2. Que las leyes hagan lo que tengan que hacer, no es ese el tema que planteé, aunque sí sea importante. Lo que dije es que ninguno de ambos monumentos (ni idearios) está impoluto. En las fotos tampoco, pues hay claros restos de grafiti rojo en el más limpio, mira bien. Aunque eso en concreto es anecdótico, como señalé.

      Diste a entender (o eso me pareció, perdón si me equivoco) que a unos en concreto (y solo a esos) no los demoniza u odia abiertamente nadie, y no es verdad.

      En todo caso, si los “malos” fuesen unos y no otros, o unos más que otros (que yo no niego eso), el hecho de que su rival no los agraviase en su monumento respectivo (hecho con valioso mármol o con humildes piedras, da igual para el caso), con una rotunda pintada de “asesinos” una vez ya muertos, sería un gesto de nobleza reconciliadora por parte de dicho rival. Y no una omisión delatora el evitar hacerles el agravio. Esa es la idea, pero no hace falta que respondas.




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  8. Pues ni libros ni bragas. Lo que enerva en estos comentarios es la poca sensibilidad (ni vieja ni nueva) ante la barbarie del ejército ruso.
    Llamar gilipollas a Martín ya me cansa.
    Que vayan ellos a recoger los cadáveres.
    Victor Menendez

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    1. Es que no tienes por qué llamar gilipollas a nadie. Ni siquiera delante del espejo. Yo tb he leído los comentarios y de ellos no se deduce poca ni mucha sensibilidad. La inventas tú, Menéndez. La escasa sensibilidad que yo deduzco es la tuya ante "la barbarie" de los otros que también disparan y también matan, pero no son rusos. Te dejas engañar y timar con una candidez de pardillo, con perdón.

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  9. No te creas todo lo que te cuenta la propaganda bélica "occidental", Víctor. Pide que de tejen escuchar la información de un lado y de otro. Las armas que regala la OTAN también matan (y desde 2014 en ciertas zonas de Ucrania), pero esos cadáveres no se muestran en las primeras páginas de los periódicos ni en el comienzo del telediario y por eso los sensibles Víctor de este mundo no se conmueven.

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  10. ¿Dentro de veinte o treinta años? Lo de treinta puede pasar, pero ¿veinte? Hombre, sé un poco más optimista, que siempre lo has sido.

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  11. La mirada del pardillo occidental.
    ¿Qué conoces, Antonio P. , sobre la libertad de expresión en Rusia? ¿Te lo han contado los envenenados?
    Victor Menendez

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    1. Que el que en Rusia haya o no haya libertad de expresión no justifica que se elimine en "el mundo libre". Y escuchar a las dos partes antes de tomar parte en un conflicto es imprescindible para que nuestra actitud sea la adecuada. Y aquí no se deja escuchar a una de las partes. Ucrania está en guerra desde 2014 y entonces era el ejército ucranio el que posiblemente, haría falta investigar, masacraba a una parte de su población.

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  12. Víctor, Martín de gilipollas no tiene ni un pelo. Tonto sí es, como todo buen sabio. Y por eso descubre al vuelo las tonterías que a veces decimos yo y tú. Y como es educado y civilizado nos lo dice, sin más. "Un amigo debe ser un lecho para el amigo, pero un lecho de piedra".
    Al parecer la orden del Estado es que España se ponga del lado de EE.UU y Europa. Y digan "Putin contra Ucrania". Una manera de torcer el mensaje. En buena ley sería "Rusia contra Ucrania" o "Putin contra Zelensky". Esto va pareciendo un partido de futbol, cada cual con sus hinchas. Pero no es un partido. Es una guerra. ¿Una más?

    En cuanto a las bragas, plagio la foto: POR LA COMPRA DE UN LIBRO REGALAMOS 3 BRAGAS.

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  13. Lo tienen claro la libertad de expresión y el Derecho. Lo primero que han hecho las democracias de pacotilla de aquí al lado ha sido prohibir Russia Today y demás canales rusos. Que no se enteren los ciudadanos del mundo libre (qué risa) de lo que dice el enemigo. Nos lo prohiben burócratas de la UE no votados por los ciudadanos. No se puede decir, no se puede saber que si la OTAN hubiese cumplido sus promesas no estaríamos en esto. Y la sacra propiedad privada queda abolida. Se expropian, se roban activos bancarios, barcos, bienes. No defiendo a los rusos, pero "estos" no son mejores.
    En cuanto a Bucha, véanse los videos de Youtube. No sé quién es el asesino, pero se trata de muertos trasladados. Ni uno solo se muestra de modo que pueda ser identificado. Ni uno tiene restos de sangre en su cuerpo, ni en el suelo. Pocos hechos más turbios, pero la Prensa/Propaganda de por aquí presenta todo como sabido y resuelto. La manipulación es tan burda que, decididamente, nos toman por idiotas. Lo dicho, por pardillos.

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  14. En Babelia, el 4 sept. 2009 se publicó un artículo titulado "Por tres bragas, un libro", que comenzaba:

    "Ya estamos (casi) todos de vuelta. Asfixiados de calor, estupefactos ante lo breve de lo bueno (Gracián se equivocaba) y haciendo esfuerzos..."

    Hasta ahí podemos leer los que no estamos abonados al El País.

    https://elpais.com/diario/2009/09/05/babelia/1252107562_850215.html

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  15. Cuando Víctor llama a Martín gilipollas, ataca a la persona como tal, violentamente. Cuando Martín le espeta a alguien “tonterías”, el ataque no es tan directo pero sí es poco elegante, cuando menos, por más que Martín lo justifique con su lógica agresiva. En todo caso, está muy claro quién rebasa el límite y quién no.

    En cuanto al sesgo de frivolidad con ciertas guerras, en un cuento de Michael Ende, una prostituta recibe a sus clientes totalmente desnuda (o sea, sin bragas) pero con una máscara en el rostro. Alguien le pregunta si se tapa la cara por vergüenza. A lo que ella responde sabiamente: “No todos tenemos el pudor en el mismo sitio”.

    Esto de Rusia Vs Ucrania (por ese exacto orden de fuerza) me recuerda a ciertos vídeos gore en los que alguien enfrenta adrede en un espacio muy estrecho a dos insectos muy violentos pero de desigual tamaño, con morbosa malicia. Pónganle nombre a ese alguien, si logran identificarlo (una pista: no es Putin).

    En todo caso y al hilo de lo que leí en la anterior entrada, al igual que no hay cárceles de oro tampoco hay refugios (ni refugiados) de oro. Máxime cuando se han visto forzados a dejar atrás su hogar en llamas, sea dicho hogar de oro o no lo sea, eso da igual. O le debería dar igual a quien evita dejarse cegar por sus (legítimas) ideas políticas, sean las que sean.





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  16. No creo que se haya ofendido, por tanto no hay ofensa.
    Lo retiro, de todas formas. Hay confianzas que dan asco, es cierto.
    Victor Menendez

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