sábado, 9 de enero de 2021

Después y todavía: Ahí queda eso

 

Sábado, 2 de enero
INVITACIÓN AL VIAJE
 

Abro un libro viajero del olvidado Pierre Loti. La pátina del tiempo, tras volverle un poco ridículo, le ha llenado de encanto. De su mano visito el Marruecos de 1889, el año de la exposición universal de París que nos dejó como herencia, y símbolo de modernidad, la torre Eiffel. Comienza con versión del carpe diem: “Vivamos en un vago sueño de eternidad, sin la ansiedad del mañana, y dejemos que las viejas paredes se agrieten bajo el peso del sol de los estíos; que las hierbas crezcan sobre el techo, que se pudran las bestias en el lugar mismo en que sucumbieron. Desdeñémoslo todo y gocemos solamente del desfile de las cosas que no engañan, de las criaturas hermosas, de los bellos corceles, de los frescos jardines, del perfume de las horas”.

            Viaja con abundante escolta, como un invitado especial del sultán. La tarde misma de su llegada a Tánger visita el campamento ambulante que habrá de acompañarle, dispuesto fuera de las murallas en un altozano que domina la ciudad: “Es una verdadera aldea nómada, montado ya y habitado por nuestra escolta de árabes. En torno a él, pastan caballos, camellos, acémilas de carga, trabados con cuerdas, despuntando una hierbecilla corta muy aromática. Podría tomárselo por una tribu cualquiera, por un aduar del que brota ya un fuerte hedor a beduino; y tristes canturreos en falsete y débiles tañidos de laúd se escapan de la tienda de nuestros camelleros”.

            El lugar de partida es el zoco: “Hoy es día de mercado, docenas de camellos yacen arrodillados en tierra y la masa de campesinos y mendigos, con grises chilabas de lana oscura, se agita confundida entre este montón de bestias tumbadas. El tono neutro y apagado del conjunto hace resplandecer más, en la lejanía, la blanca ciudad coronada de verdes minaretes y la mancha azul del Mediterráneo, y a un lado, dispuestos para partir, el colorido oriental de los jinetes de nuestro séquito, los caftanes rosas, los caftanes anaranjados, los caftanes amarillos y las rojas sillas de velludo”.

            Quienes transportan el campamento se adelantan en cada jornada y, al caer la noche, lo encuentran montado en una hondonada, los caballos relinchan de placer al reconocerlo. “Al llegar, cada uno de nosotros se dirige sin vacilación a su alojamiento, que no ha cambiado de lugar con relación a los demás. Allí está su cama, su impedimenta y en el suelo sobre el natural tapiz de hierba otro tapiz marroquí. Viajamos con todas las comodidades posibles; no tenemos que ocuparnos de nada, ni pensar en nada más que en disfrutar del aire puro, del cambio de lugar, del espacio”. Las tiendas de los viajeros forman un círculo perfecto en cuyo centro pastan los caballos. En torno a ellas, en un segundo círculo envolvente, se alzan las de los acemileros y las de los guardas, más pequeñas, puntiagudas y sin adornos, dispuestas con no tanto orden, formando un barrio beduino invadido por las bestias de carga y del que por la noche brotan extrañas melodías. Los alimentos los reciben cada atardecer, proporcionados por las tribus de los lugares por los que transcurren, como un impuesto al que tienen derecho al ser invitados del sultán. Siempre en abundancia, como para alimentar diez caravanas como la suya, pero sería una gran descortesía rechazarlos: “Los diez primeros hombres traen grandes orzas de barro, llena de manteca de oveja; vienen después las jarras de leche, los cestos de huevos; jaulas redondas de caña, llenas de pollos atados por las patas; cuatro mulas cargadas de panes, de limones, de naranjas; y finalmente doce carneros sujetos por los cuernos, que penetran a la fuerza, los pobres, en este campo extranjero, desconfiados ya”.

            Me duermo y sigo viajando camino de Fez, olvidado de toda la miseria del presente, como en unas Mil y una noches ilustradas por Fortuny.

Domingo, 3 de enero
AQUELLOS OJOS VERDES

Vuelvo a ver Deseando amar, la película de Wong Kar Wai, veinte años después, y vuelvo a sentir la misma fascinación hipnótica. No me importa el final deshilachado, los agujeros del argumento (si las parejas de los protagonistas los engañan, ¿a qué ese temor a que descubran que ellos hacen lo mismo?), solo el ir y venir de los dos amantes por las escaleras empinadas, los estrechos pasillos, los callejones bajo la lluvia, siempre tan absurdamente elegantes, tan repeinados, tan corteses. ¿Quién no tiene una señora Chow o un señor Li en su pasado? “Es el amor, tendré que esconderme o que huir”, como en el verso de Borges, como yo me he dicho tantas veces. A veces cierro los ojos ante el rostro que llena la pantalla durante incontables minutos, como otro rostro llena mi insomnio durante horas, pero no puedo cerrar los oídos a la música de Michael Galasso ni a la voz de Nat King Cole cantando en español: “Aquellos ojos verdes / que yo nunca besaré”.

Lunes, 4 de enero
CARA Y CRUZ

Cómo me veo: la voz de la cordura que clama en el desierto de la inteligencia.

Cómo me ven: el espíritu de la contradicción que gritaba “el rey está desnudo” cuando todos aplaudían lo mucho que hizo por traer la democracia a España y llevarse cuanto pudo apañar al extranjero.

Martes, 5 de enero
EL INFIERNO TAN QUERIDO

El amor puede convertir tu vida en un infierno (o eso me han contado, porque yo lo he probado poco), pero sin amor la vida no sabe a nada.

Miércoles, 6 de enero
SECRETOS INCONFESABLES

Antes de comenzar la tertulia virtual de los miércoles, mientras se van incorporando los participantes, Enrique Bueres me pregunta si aparecerá pronto el libro colectivo que en Nueva York prepara Hilario Barrero sobre mis diarios.

----Ya están corrigiendo pruebas, creo que saldrá dentro de unos quince días. Yo no lo he leído y estoy deseando y temiendo hacerlo; me temo que a algún colaborador le haya dado por el capítulo de las indiscreciones.

----O sea, que tú no respetas la vida privada de nadie, pero no soportas que alguien se inmiscuya lo más mínimo en la tuya.

----Exacto, pero no creo que nadie lo haga con fundamento. Soy bastante bueno guardando los secretos propios, aunque sea un desastre con los ajenos.

Jueves, 7 de enero
CUÁNTOS REGALOS

Qué hermoso el día de ayer, en el que los Reyes me dejaron, como el regalo mejor, un resplandeciente cielo azul. Qué hermoso el día de hoy, de un azul no menos resplandeciente. No cambiaría por nada este placer de pasear, con buen paso para entrar en calor, entre castaños y robles, subrayado el silencio por la esquila de alguna vaca o un tímido trino. Y luego, a la noche, sigo acompañando a Pierre Loti en su fascinante cabalgada por Marruecos: “En todo el campo, no se oye el menor ruido, el más débil rumor humano. Y mientras saboreo esta calma, este silencio, estos frescos aromas, este aire vivificante, paseo mi mirada por una revista traída casualmente y me fijo en un artículo de Huysmans, que se queja de las incomodidades de su sleeping-car: densas humaredas, promiscuidad, hedores de las cabinas demasiado estrechas. Y en mi alegría, al verme libre de compartir espacio con viajeros adiposos, catarrosos, de puro en la boca, experimento un impulso de gratitud hacia el sultán por no querer trenes en su imperio y por dejar en él las salvajes sendas por las que se puede galopar a caballo, hendiendo el viento…”

            Colonialismo puro, lo sé. Millones de súbditos del sultán en la miseria para que unos pocos puedan vivir en la opulencia e invitar al escritor de moda que cantará su gloria. Con algo de mala conciencia, que aumenta la voluptuosidad, acompaño a Pierre Loti en sus cabalgadas rodeado de hermosos guerreros, mientras poco a poco me va llegando el sueño.

Viernes, 8 de enero
PUNTO FINAL

No pasa día sin que me adviertan de que hace meses que solo me dedico a criticar las decisiones de las autoridades político-sanitarias para tratar de contener el virus que nos trae a maltraer.

            ----Como sigas así, vamos a dejarte de leerte. Ya aburres, ¿lo sabías? Eres un negacionista, eres peor que Miguel Bosé.

            ----Cierto, Piquero, soy un negacionista. Desde el gran cerrojazo de marzo llevo desgañitándome para denunciar medidas contraproducentes o dañinas. Nadie me ha hecho caso. Los medios de comunicación siguen acríticamente difundiendo el miedo con sus estadísticas carentes del más mínimo rigor. Pero no soy un Quijote, estoy cansado de recibir palos, aunque sean dialécticos, de aquellos a los que quiero ayudar. Renuncio a hablar más del tema. Don Adrián Barbón puede tuitear lo que quiera y encerrarnos y desencerrarnos cuando se le antoje (y se lo permita papá) que yo no volveré a amargarle el desayuno los domingos con mis jeremiadas.

            ----No creo que se lo amargaras. Tus ironías le entran por un oído y le salen por el otro.

            ----Ya sé que es invulnerable a cualquier atisbo de racionalidad. Pero yo debo cuidar mi reputación y voy a resumir el fundamento de mi negacionismo, que no niego pero que no se refiere a la existencia de la enfermedad, sino a eficacia de las medidas que se han tomado para protegernos de ella. Dentro de dos, cinco o veinticinco años, cuando esto pase y el mundo recobre la cordura, quiero que a nuestros hijos o a nuestros nietos les quede constancia de que alguien no la había perdido.

            ----¿Así que tú lo habrías hecho mejor que Barbón?

            ----Mejor que él, cualquiera. Te repito lo que yo habría hecho. Las medidas que se han tomado para contener la extensión del virus –confinamientos duros o blandos, lavado de manos a todas horas, mascarillas de la mañana a la noche, etc., etc.-- han sido inútiles, ha continuado a su aire. Y es que impedir su expansión es tan difícil como guardar agua en una cesta. Pero resulta que ese virus que se cuela por cualquier resquicio (como el de la gripe) es un huésped nada gravoso para el noventa por ciento de los individuos en que se aloja; el anfitrión ni siquiera nota su presencia. Causa algún daño al diez por ciento (son cifras aproximadas, claro), bastante daño al cinco por ciento y la muerte a casi el uno por ciento de los afectados. Pero no lo hace al azar. Sabemos con bastante precisión (aunque haya las inevitables excepciones: menos de un uno por cien mil afectados), cuáles son los grupos de riesgo. El esfuerzo que hemos dedicado a supuestamente proteger a toda la población, causando daños graves, no ya a la economía, sino a su salud, estaría mejor empleado protegiendo a aquellas personas para las que contagiarse resulte verdaderamente un riesgo. A los jóvenes dejémosle a su aire, bailar y toquetearse y besarse. Y también a los no tan jóvenes, pero sin patologías que supongan un peligro.

            ----¡Tú quieres un holocausto de ancianos, diabéticos y silicosos!

Tú lo que eres es tonto (pienso, pero no digo). Y continúo en voz alta: “Deja en paz al holocausto. Yo lo que quiero es que se proteja mejor a los ancianos en las residencias, donde han ocurrido la mayoría de las muertes, y se deje en paz a la mayoría de la población para la que esta epidemia no ha supuesto nunca ningún riesgo, aunque su salud haya sido muy perjudicada por las medidas que se tomaron supuestamente para proteger la salud. Algún día habrá estadísticas del exceso de mortalidad provocado, no por la Covid (ese ya lo sabemos), sino por la desatención a la salud pública que provocó el que se dejaran de lado, o muy en segundo lugar, el resto de las patologías, por graves que fueran. Pero no espero que me entiendas, Piquero. Y no te preocupes, que no voy a hablar más de ello. Hice lo que pude. Mi conciencia está tranquila. Ahora me dedicaré a cultivar mi jardín y a contar amenas historias para entretener al personal en los años que nos quedan de encierro, desencierro y vuelta a empezar. Pero me vas a permitir que me despida del activismo antidisparate poniendo voz grave, a lo Fernando Fernán Gómez, y citando al Tenorio: “Razoné y no me oyó, / y pues su oído me cierra / del virus en esta tierra / Barbón responda y no yo”.



61 comentarios:

  1. No puedo mas qué agradecerle su blog. Mayor Thompson

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  2. Yo leí "Viajes por Marruecos" de Al Bey, en realidad un espía enviado por Godoy.
    El primer europeo que llegó a la Meca.
    Se hizo pasar por un príncipe árabe, y colo. La diferencia del dariya de entonces y el árabe clásico debía ser enorme.
    Había más de un sultán, el de Fez, el de Marrakech...los bereberes del Atlas, etc.
    ¿Parece muy interesante, a qué si?
    Pues es un tostón, Se limita a darnos datos geográficos, latitudes alturas, temperaturas, etc.
    El de Pierre Loti estará mucho mejor, no lo leí.
    Ya podía haber mandado Godoy, a tantear el norte de Africa, a alguien con perfil más literario.

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  3. "Las medidas que se han tomado para contener la extensión del virus – confinamientos duros o blandos, lavado de manos a todas horas, mascarillas de la mañana a la noche, etc., etc.- han sido inútiles, ha continuado a su aire. Y es que impedir su expansión es tan difícil como guardar agua en una cesta."
    (JLGM).

    Recordemos que esas medidas han sido tomadas en el mundo entero, por toda clase de dirigentes, sea cual sea el régimen político que dirigían (democracias o dictaduras), y que lo han hecho basándose en la opinión de miles de virólogos y especialistas de infecciones de los países más avanzados del mundo. Ningún gran científico especialista de ese tipo de enfermedades ha dicho que eran inútiles. Ninguno.

    Y ello por una razón muy simple: son las medidas clásicas, desde hace décadas, que se toman para evitar contagios durante las epidemias. En los hospitales especializados en infecciones, la mascarilla y el lavado de manos constante, por ejemplo, son obligatorios desde hace muchos años. Y ello, evidentemente, porque su eficacia es incontestable, como lo prueba el hecho de que muchas epidemias hayan sido erradicadas gracias a semejantes medidas (Ébola, SRAS, MERS).

    Recordemos que en el caso del covid su efecto ha sido también inmediato. El confinamiento baja tan bien el número de contagios, que tras el primero todo el mundo creyó que la epidemia se había acabado. Si en Israel o en Inglaterra acaba de decretarse un tercer confinamiento es porque sigue siendo la única medida eficaz que existe para cortar de raíz los contagios.

    Recordemos también que los efectos del covid a medio y largo plazo siguen sin conocerse. Hoy "The Lancet" ha publicado un estudio según el cual más del 75 % de la gente que ha sido hospitalizada a causa de ese virus y que se "ha curado" sigue teniendo, 6 meses después, síntomas de la enfermedad, algunos de ellos graves como la insuficiencia respiratoria.
    https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)32656-8/fulltext
    Lo cual significa que pensar, como hace JLGM, que el covid es "un huésped nada gravoso para el noventa por ciento de los individuos en que se aloja; el anfitrión ni siquiera nota su presencia. Causa algún daño al diez por ciento (son cifras aproximadas, claro), bastante daño al cinco por ciento y la muerte a casi el uno por ciento de los afectados", no es más que emitir hipótesis. Es decir, JLGM piensa que es inútil tomar medidas drásticas para evitar los efectos desconocidos a medio y largo plazo de un virus que ha contaminado ya a más de 90 millones de personas en el mundo y matado a casi 2 millones.

    Recordemos, para acabar, que la frase de JLGM sobre la inutilidad de las medidas tomadas contra el covid es tan absurda como la de alguien que dijera: "Las medidas que se han tomado desde hace 50 años para contener la extensión del cáncer - lucha contra el tabaco, el alcohol, la comida industrial, los productos químicos, la inactividad física, etc, etc, - han sido inútiles, puesto que el cáncer ha continuado a su aire. Y es que impedir su expansión es tan difícil como guardar agua en una cesta."

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    1. Pues no, señor mío. Yo no digo que todas las medidas hayan sido ineficaces, digo que muchas lo han sido y no solo ineficaces sino dañinas para la salud de la población (no solo para la economía). Y si usted se informa de manera más detallada que por los titulares verá que los distintos países no coinciden en las medidas (unos cierran las escuelas, otros no, unos no dejan salir a hacer ejercicio, otros lo recomiendan). Y no ya los países, sino ni siquiera las diecisiete autonomías españolas. Si estuvieran tan claras cuáles eran esas medidas para combatir la Covid y su eficacia, ¿no cree que en todo el mundo se aplicarían de inmediato las mismas medidas? Por cierto, si el confinamiento es eficaz, ¿por qué sigue la enfermedad tras los confinamientos? ¿Y por qué siguen los contagios durante el confinamiento, y a veces más que sin él? En fin, paciencia. Con confinamiento o sin él, parece que tendremos Covid para rato. Y no por mi culpa: las recomendaciones que se aplican se parecen más a las suyas que a las mías.

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    2. Dos cosas: todos los países serios aplican el confinamiento (con diversas modalidades) y lo hacen porque es eficaz (algunos tardaron en hacerlo, como Inglaterra, y lo están pagando muy caro hoy). Si el virus continúa circulando es porque se trata de confinamientos parciales (para no destruir la economía)y porque mucha gente no lo respeta. El país que ha aplicado el confinamiento de manera más brutal, la China, es el que más rápidamente se ha liberado del virus. Un confinamiento total (la gente sólo salía de su casa para bajar al portal de su edificio a coger bolsas de comida) imposible de organizar en Occidente.

      Usted reprocha a las medidas anti-covid lo que dcebería reprochar a la desorganización y la indisciplina de los occidentales.

      Todo lo cual no quita para que muchos políticos y funcionarios incompetentes por todas partes hayan dicho y hecho burradas.

      En cuanto al fin de la epidemia, hoy las cosas son muy claras, dadas las vacunas. La mayoría de los científicos piensan que para el verano el virus habrá sido dominado y podrá volverse a hacer una vida normal.

      El problema es que estamos, quizás, en el comienzo de una nueva Era de las Epidemias, dada la cantidad de salvajadas que el ser humano ha hecho y está haciendo con la Naturaleza. Todos los veterinarios avisan desde hace más de 20 años, por ejemplo, del peligro que supone encerrar millones de animales en condidiones escandalosas para producir carne a bajo precio. Y nada cambia: ahí está Francia hoy con una nueva epidemia de gripe aviar teniendo que sacrificar casi 400.000 patos para intentar atajarla - como China tuvo que sacrificar hace unos años mil millones de pollos.

      "Bombas virológicas" como ésas hay unas cuantas sobre este planeta en este momento. Hemos tenido la suerte de que la mortalidad del covid sea baja. Porque si hubiera sido como la del Ébola, por ejemplo, (más del 30 %), no estaríamos aquí discutiendo sobre la eficacia del confinamiento, sino sobre los riesgos mortales de ir a un supermercado.

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    3. Solo una precisión para que don Baltasar reflexione un poco. ¿Hubo un confinamiento brutal en China, aún más brutal que el español? Pues no, ese confinamiento solo afectó a una provincia. De los mil cuatrocientos millones de habitantes de China ni siquiera el uno por ciento fue confinado, que es como si en España solo se hubiera confinado una capital de provincia. ¿Y realmente se ha liberado del virus? Pues quizá sí o quizá no. Lo que ciertamente resulta extraño es que un virus que de una provincia de China se extendió por todo el mundo no se extendiera por el resto de China. ¿Es que de Wuhan se viaja más a Nueva York o Londres que a Beijing o Shangay? Conviene tomar con cautela las noticias que vienen de un país donde no hay libertad de prensa. Y pensar un poquito, que no hace mal a nadie.

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  4. Esperemos que, en efecto, JLGM se haya cansado un poco de repetir lo mismo todas las semanas.
    Entre tanto, apuntaré aquí unos datos, tomados de la prensa española, que parecen bastante diferentes de los que él nos da.
    El artículo es éste: https://www.abc.es/sociedad/abci-fallecidos-menores-65-anos-suben-hasta-102-ciento-segunda-202011091846_noticia.html
    Y en él puede leerse, por ejemplo, que "los fallecidos menores de 65 años suben hasta el 10,2% en la segunda ola". También, que el porcentaje de muertes producidas en residencias es del 32,85%; con lo que su deseo ("Yo lo que quiero es que se proteja mejor a los ancianos en las residencias, donde han ocurrido la mayoría de las muertes, y se deje en paz a la mayoría de la población para la que esta epidemia no ha supuesto nunca ningún riesgo"), sobre basarse en datos falsos (no es "la mayoría" de las muertes la ocurrida en residencias, sino alrededor de un tercio de ellas), supone que se "deje en paz" (esto es, se entiende, sin medidas de protección, innecesarias puesto que "no corren NINGÚN riesgo") a los dos tercios restantes.
    El artículo es, como puede verse, de hace mes y medio, al inicio de la "segunda ola". No tengo noticias de que las tendencias generales apuntadas en él hayan cambiado sustancialmente desde entonces.
    Y si es así, repito y termino, ni es cierto que "la mayoría" de los fallecimientos se hayan producido en residencias (sino solamente un tercio del total), ni que parezca prudente dejar a los dos tercios restantes "a su aire", ya que, en contra de lo que él afirma, NO ES CIERTO que no corran "ningún riesgo".

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    1. Tras analizar (un tanto divertido, a qué negarlo) el discurso de José Luís García Martín durante estos últimos meses, referido principalmente a sus " tesis" denigratorias de la mayoría de las medidas profiláctico-preventivas que vienen tomando las autoridades sanitarias de todos los países del mundo (de cualquier sesgo ideológico, como bien dice " José"), después de este período de "observación", digo, he llegado a la conclusión de que es tiempo perdido el que cualquier discrepante dedique a rebatir sus creencias irreductibles con ánimo de que mude de criterio. ¿Por qué? Porque lo que afecta a este señor no es un talante polemista o competitivo, vanidoso-exhibicionista, sino que se trata de un caso que indicia de ciertas disfunciones psicológicas no sobrevenidas recientemente (es septuagenario al parecer) sino que definen su vida de relación adulta. Hay obstinaciones temerarias (según un criterio razonablemente objetivo) que no se deben despachar como debidas a simples rasgos del carácter.
      Les aconsejo, pues, que no pierdan el tiempo discutiendo acaloradsmente con él, pues si lo que esperan es una reconsideración o retracto de su parte van aviados
      Pero, como él tiene dicho (con poca convicción aparente) puedo estar equivocado.

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    2. Don G. Calder (o como se llame) debería predicar con el ejemplo y no meterse en camisas de once varas.
      Y si yo he denigrado la medida de obligar a utilizar mascarillas cuando no sirve de nada usar mascarillas (en espacios abiertos y lejos de cualquier otra persona), pues debería esforzarse un poco para encontrar argumentos que justifiquen obligar a usarlas en esas circunstancias.
      Y si yo me he reído de la medida de prohibir las servilletas de papel en las cafeterías y no el papel higiénico pues debería tratar de demostrar que las primeras son peligrosamente contaminantes y el segundo no.
      Y que si yo me he carcajeado reiteradamente de la medida que impedía a un señor pasear solo si no iba acompañado de perro, pues debería demostrar que los perros con sus ladridos ahuyentaban el virus.
      Etc,. etc. señor mío. Yo siempre hablo de cosas concretas que requieren ser rebatidas de la misma manera.

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    3. Pues claro que me aplico el ejemplo: no discutiré con usted
      Mis respetos.

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  5. Jose, Jose, ¿otra vez vuelves a las andadas? ¿No te das cuenta de que esas estadísticas que citas no significan nada si no se precisa el periodo al que se refieren y la población a la que se aplican? El partido que más sube en unas elecciones, el que dobla su porcentaje de votos, puede ser uno que solo obtuvo dos votos. Si en las anteriores tuvo uno, ahora ha subido un ciento por ciento. Para que signifique algo ese 10.2 por ciento de aumento abría que saber de qué fecha a que fecha se considera que se extiende la segunda ola y con qué periodo de la primera se compara. Tal como tú las citas, tal como aparecen en la prensa, esas estadísticas son un engañabobos. También hay que tener en cuenta que los grupos de riesgo no son solo las personas de edad, sino las que padecen diversas patologías. Mientras no se sepa qué porcentaje de ese 10,2 por ciento menor de 65 tenía alguna enfermedad previa de las consideradas de riesgo, esas cifras no dicen nada.
    Y luego está lo del 32.85 por ciento de muertes producidas en las residencias de ancianos. ¿De verdad has entendido lo que esa cifra significa? Habría que precisar, pero si lo que quieres decir, como parece, es que el 67, 25 de las muertes se han producido entre los cuarenta y tres millones ochocientas mil personas que no viven en residencias de ancianos y el 32, 85 entre los que vivían en residencias la mortandad en ellas ha sido mucho más grave de lo que se pensaba. Piensa un poco.
    No sigo. Pero creo que debes dar un buen repaso al uso adecuado de las estadísticas y las condiciones que deben cumplir para ser fiables. Busca manuales.

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    1. La cosa es, me parece a mí, mucho más sencilla. Yo hago algunas deducciones, basadas en estadísticas ciertamente discutibles e insuficientes. JLGM, que no proporciona ninguna, dice que sus datos son los que valen, porque él lo dice y ya está. No me parece a mí que ésa sea una actitud ni siquiera mínimamente razonable. Más me recuerda a la de los partidarios de Trump, para quienes los datos que desmientan a los suyos tampoco valen; pero que no dan razones convincentes, apoyadas en datos que igualmente lo sean, para confirmar lo que aseguran.
      Tiene aquí JLGM (https://www.rtve.es/noticias/20210109/radiografia-del-coronavirus-residencias-ancianos-espana/2011609.shtml) información actualizada con los datos que hoy se conocen. Como verá, las variaciones entre Comunidades son grandes; pero puede resumirse el conjunto diciendo que el porcentaje de fallecidos en residencias NO ES MAYORITARIO (ahí se habla de "cerca del 49%").
      En esta otra información (https://www.comunidad.madrid/sites/default/files/doc/sanidad/epid/informe_epidemiologico_semanal_covid.pdf), y con datos igualmente actualizados, puede verse entre otras cosas el porcentaje de muertes por grupos de edad. Como el 60% de los fallecidos tenían más de 80 años, lo que significa que el 40% restante tenían menos.
      Sigo, por tanto, sin ver que la afirmación de que lo necesario, repito, es "que se proteja mejor a los ancianos en las residencias, donde han ocurrido la mayoría de las muertes, y se deje en paz a la mayoría de la población para la que esta epidemia no ha supuesto nunca ningún riesgo", pueda sostenerse, y por las mismas razones de antes, esto es 1) NO ES CIERTO, al menos hasta donde hoy se sabe, que en las residencias hayan ocurrido "la mayoría" de las muertes.
      2) Tampoco lo es que para la población restante "esta epidemia no haya supuesto nunca ningún riesgo". Lo cierto es que ese riesgo, por desgracia, existe y es bien real. Y actuar como si no existiera no parece cosa demasiado prudente.

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    2. No has entendido nada, Jose. Y perdona que sea tan directo. Los mismos datos que tú das sirven para confirmar exactamente lo contrario de lo que tú crees entender. Si los fallecidos en las residencias son el 49 por ciento de los fallecidos, teniendo en cuenta que su porcentaje sobre la población es ínfimo (no llega al uno por ciento), quiere eso decir que la mortalidad entre ellos ha sido mucho mayor que en resto de la población. Y si el 60 % de los fallecidos tenía más de ochenta años, y dado la proporción de octogenarios que hay entre la población, quiere decir que la enfermedad se ha cebado en ellos. Y como del cuarenta por ciento restante hay que quitar los mayores de 65 años (que también son grupo de riesgo) y los que tenían determinadas enfermedades previas, pues el tanto por ciento que queda para el resto de la población es insignificante, prácticamente anecdótico.
      En resumen, que tus argumentos te rebaten a ti mismo. Demuestra que la enfermedad no afecta a todos por igual, que la mayoría de la muertes se concentran en un pequeño sector de la población (los grupos de riesgo), por lo que parece más eficaz concentrar la protección en ellos y no dañar la calidad de vida y la salud del resto de la población, como ahora se está haciendo.

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    3. Vale. Ya tenía claro antes de ahora que dar argumentos a JLGM en contra de los suyos es perfectamente inútil. Lo dejo.
      Para terminar, contaré que supe hace unos días, por mi mejor amigo de toda la vida (lo somos hace más de 50 años), que es de Oviedo aunque como yo viva en Madrid, la muerte del marido de una prima suya, algo más joven que nosotros (ambos somos de la misma edad), y contagiado, según se supo después, en un restaurante. No tenía, que se sepa, patologías previas. Aliviará mucho a sus familiares, no tengo ninguna duda, el saber que se ha muerto por error, pero que de ninguna manera tenía que haberse muerto.
      Un saludo.

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    4. Lo perfectamente inútil es tratar de hacer que alguna persona entienda aquellos mismos argumentos que utiliza. Si no eres capaz de entender, Jose, lo que significan las estadísticas, mejor deja de utilizarlas para replicar a nadie.
      Y segundo: me repugna la demagogia, lo siento. Los que tenemos cierta edad podemos darte noticias de muertes de amigos y de primos de amigos y de maridos de primas casi todos los días. ¿Sabes la gente que se muere de accidente o enfermedad todos los días en España? Pero si no son de Covid (o con Covid, que no es lo mismo) no parece que sea digno de informar ni de llorar. Y ese toque final de que después se supo que se contagió en un restaurante, como acusando de que se permita abrir a los restaurantes (lo hacen con todas las medidas de seguridad). ¿Y cómo pudo saberse eso? En todo caso le contagiaría otra persona. ¿Comió con un desconocido o con un familiar? ¿Y cómo fue al restaurante? ¿No pudo contagiarse en el trayecto, con un familiar asintomático? Demagogia, demagogia, demagogia. Y el no tener patologías previas solo quiere decir que no se habían manifestado antes. Es necesario una autopsia para entender las razones de la muerte de una persona. ¿Se le hizo a ese marido de una prima? Me temo que tu utilizas las tristes anécdotas privadas con el mismo rigor que las estadísticas públicas.

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    5. En el restaurante que digo se produjeron varios contagios, no fue él el único. Pero nada, dejémoslo; para mí es inútil intentar razonar con JLGM, y para él, inútil intentarlo conmigo. La diferencia está en que él piensa, lo ha repetido varias veces, que no sólo yo mismo, sino cualquiera que no esté de acuerdo con sus argumentos y exponga otros, sólo demuestra con ello que no ha entendido nada, cuando no que sus limitaciones intelectuales, pobrecito, son de lástima. Y yo ni he dicho nunca, ni pienso, que ése sea su propio caso; al contrario que él, admito perfectamente, y sin sentirme mal por ello, que haya quien piense de otra manera que yo. No me enfuerece eso, no me cansa, no me aburre; al contrario, me parece sano y natural. Qué le vamos a hacer.
      Y no, yo no pienso que los restaurantes debieran estar cerrados; yo mismo he estado en alguno en estos meses (y en el teatro, y en el cine, y en bibliotecas y otros sitios públicos). Y vivo en Madrid, donde las cosas no están precisamente tranquilas (y la nevada de este fin de semana, la mayor que yo haya visto en los más de 52 años que hace que vivo aquí, aún las ha complicado más).
      En fin: un saludo. Y procure JLGM tranqulizarse, y no pensar automáticamente que todo el que no esté de acuerdo con él es tonto, o inconsciente, o malvado; de veras que esa simplificación de la realidad no lleva a ninguna parte.

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    6. Jose no es tonto, pero no entiende lo que significan las estadísticas y argumenta con ellas al tun tun. Por lo demás, mi paciencia es limitada, aunque no lo parezca. O sea, que te digo lo que a Piquero: no vuelvo a tocar el tema, para no ponerme desagradable. Ahora en Asturias los bares cierran a la ocho. Qué bien. Supongo que tendrán profundos estudios científicos que les dirán que es a partir de esa hora cuando se contagia la gente... Pero mientras haya Cereijos y Piqueros que aplauden cualquier cosa, todo va bien. Yo corto y cierro y como no se han aplicado ninguna de las medidas que yo defiendo, los enfermos y los muertos y los desastres varios que caigan sobre las espaldas de otro.

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    7. ¿Cuándo he aplaudido yo -o Piquero, imagino- cualquier cosa? En Madrid, donde yo vivo, la gestión de la COVID por parte del gobierno de la Comunidad, que preside la realmente inefable señora Ayuso, deja muchísimo que desear, en mi opinión.
      Pero no hay caso: o uno está de acuerdo, en todo y para todo, con JLGM, o "aplaude cualquier cosa". Que eso no sea cierto no importa; es lo que dice JLGM, y no hay más que hablar.
      Pues eso, dejémoslo.
      Un saludo.

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  6. No estoy de acuerdo con la gestión de ningún gobierno, ni con muchas de las medidas adoptadas, pues sí deberían haberse adoptado medidas pero las realmente necesarias. Más prevención y menos régimen dictatorial. Y sinceridad y ayudas reales para poder establecer medidas reales. No soy experta en nada pero hay extraordinarios expertos en diversas materias que deberían haber sido tomados en cuenta. En los datos cabalgan las mentiras al antojo de unos y otros. Cómo cabalgan en todo lo demás. Tan solo, con todo el respeto a todas las opiniones, certificar aquí las muertes reales de personas muy jóvenes,sin patologías previas, hablo por experiencia propia, en diversos casos y es realmente una tragedia, no menos tragedia que la de otras muertes en otros colectivos o con otras patologías. Ver cómo se lleva el covid a una persona de 46 años sin patologías previas, en cinco días y todo lo que esto implica... Importante tenerlo, al menos en cuenta. Y he vivido varias muertes anteriores en otras circunstancias pero créanme esto es duro de asimilar y las circunstancias duras. En esta familia el duelo es tan numeroso y amplio que me siento en la obligación de añadir estas palabras. Insisto, con el mayor respeto hacia todas las opiniones y vivencias.

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  7. Un placer el encontrarte y leerte
    gracias por compartir fotos y sentimientos abrazo desde Miami

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  8. Calder es uno de esos super expertos de barbería que lo mismo te explica lo que debería haber hecho Hitler para no perder la guerra, que te da --gratis total-- un diagnóstico psiquiátrico todo-a-cien si discrepas de él, que te aclara cómo acabar para siempre con el paro. Y sin embargo todavía no se ha enterado de que la Covid la contagia el trato cercano con otras personas; y que todo lo que no vaya orientado a evitar ese trato es estúpido y está de más y es abusar de la paciencia del sufrido ciudadano.

    De Jose ya sabíamos que le pone cachondo tener gente encerrada. Ahora vemos que esto es aplicable no sólo a catalanes, sino a la población en general. Año nuevo, vida vieja.

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  9. Sentido pesar, Ana. Ánimo.
    Ocurrió con una familia de Avilés, murieron los padres ancianos por el covid. Al poco tiempo murió su hijo, exjugador del R. Avilés, con una enfermedad degenerativa, pero por covid.
    Hay que ponerse en el lugar de estas personas.
    Sin embargo, no creo que la solución sea agotar hasta la extenuación los servicios sanitarios públicos, y luego laurearlos hipócritamente como héroes.
    Desde el principio opine que la solución estaba en tomar medidas "drásticas", aquí si, para proteger a la población más vulnerable. Y no engatusarnos como ovejas.

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  10. Creo que viene aquí como anillo al dedo este fragmento que acabo de leer del discurso de la pastora Marcela (Bejarano, Francisco; La torre de marfil, Renacimiento, 1992, pág. 77): «Este general desengaño sirva a cada uno de los que me solicitan de su particular provecho, y entiéndase de aquí adelante que si alguno por mí muriere no muere de celoso ni de desdichado, porque quien a nadie quiere, a ninguno debe dar celos; que los desengaños no se han de tomar en cuenta de desdenes. El que me llama fiera y basilisco, déjeme como cosa perjudicial y mala; el que me llama ingrata, no me sirva; el que desconocida, no me conozca; quien cruel, no me siga; que esta fiera, este basilisco, esta ingrata, esta cruel y esta desconocida, ni los buscará, servirá, conocerá ni seguirá en ninguna manera».

    Pues eso, Martín. Si alguno sale agredido, lo habrá herido su porfía, no tu crueldad, que viene a decir Paco Bejarano, al hablar él de sus visitas. Salud y diversión, ay, visto lo visto.

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  11. Cuanto más nos rodea, la muerte más nos impresiona. Yo he tenido una amiga que con 26 años, un día me dijo que le dolía la cabeza. "Una gripe", dije yo, sin mucho interés. A los 6 meses había fallecido de un cáncer cerebral.
    No hace mucho, otra amiga, Vanesa, que había abierto el "Boca a boca", en el Oviedo antiguo, también falleció a los 40 años, de un cáncer de huesos. Me enteré viendo la esquela en "La nueva España".
    He pasado muchos años fuera, y, a mi edad sigo persiguiendo metas, sigo emborrachándome...Cuando volví a mi "casa" en Oviedo, todos los teléfonos, todos los amigos, habían desaparecido.
    Me refugio aquí. Pero se que he de irme y seguir luchando

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    1. Tristes comentarios, pero está bien que nos recuerdes Víctor que la gente no solo muere de Covid, aunque algunos parece que piensan lo contrario. Todas las demás tragedias han desaparecido de un plumazo. Qué tiempos tan idiotas nos está tocando vivir, Víctor.

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    2. Hola Víctor,
      Los siniestros y la muerte, no tienen ni día ni hora. La vida es un regalo y nada es para siempre.

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  12. “Causa algún daño al diez por ciento, bastante daño al cinco por ciento y la muerte al uno por ciento”. Nada, tonterías. Salvo que ese uno por ciento en España son 52.000 personas muertas (en el mundo varios millones). Como tú no has sido una de ellas no importa.
    Tu frivolidad ante problemas serios otras veces era casi divertida. Ahora resulta siniestra.

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    1. ¡Pero si lo que yo digo, estimado Piquero, es precisamente que hay que centrarse en proteger a esas 52000 personas y dejar en paz a los cuarenta y tres millones restantes que no corren mayor riesgo, o el mismo riesgo --en probabilidad-- de que les caiga una teja en la cabeza!
      Que no te enteras de nada, que lo que yo propongo es proteger mejor a los vulnerables y dejar en paz al resto, a los que se maltrata y se les convierte en cada vez más vulnerables al bajar su defensas. Que la depresión y la falta de ganas de vivir, algo que se está propiciando en los ancianos, y no solo, es el mayor aliado de las enfermedades, de las viejas y de la nueva.

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    2. Martín, me parece que en su obcecación por llevarle la contraria al universo incurre usted en una flagrante frivolidad. Habla de " proteger a los vulnerables y dejar en paz al resto", ignorando que hoy por hoy todavía la ciencia se considera incapaz de garantizar, por ejemplo, que los niños no contagian. Y los asintomáticos? Qué me dice usted de estos contagiadores invisibles? Se les debe incluir en ese "resto" o ante la indefensión que produce el no saber su estado lo mejor es ignorar la amenaza?
      Si solo se sabe algo de esta maldita enfermedad, parece que la madurez debe exigirnos adoptar precauciones inéditas. Lo asombroso es la rebelión política y el rechazo obstinado, como si esa actitud confiriera un especial grado de elitismo intelectual.
      Se nota, Martín, que usted no tiene familia directa, como hijos zascandiles o mayores aterrorizados. Pregonar aquí, desde su púlpito, pensando únicamente en su soledad vital, es casi ofensivo.
      Proponga que supriman también los semáforos para no reprimir al conductor que se resiste a detener la marcha. De esa manera se irá acomodando la sociedad a ese maravilloso descubrimiento de la libertad. En fin, no encuentro especial placer en colocarse siempre frente a corriente, se lo cedo a usted por completo. A mi, le puedo garantizar que no me frustra lo más mínimo pasear por el Retiro con mascarilla. Debe ser que no confundo civismo con gregarismo ni tampoco me acompleja respetar las recomendaciones sanitarias.

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    3. ¿Y cómo proteges a esas 52.000 personas? Porque hay grupos de riesgo, sí, pero todo el mundo se contagia. Y mueren más los más viejos y enfermos, sí, pero también los jóvenes. Mejor o peor diseñadas, las restricciones generales han demostrado hasta ahora ser efectivas, y su relajación ha demostrado que la incidencia vuelve a subir. Son ganas de marear.

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    4. No estoy de humor Piquero para tonterias. Si las restricciones generales han resultado ser efectivas, ¿por qué seguimos con la pandemia a cuestas? ¿Por qué las ponen y las quitan? Ahora en Asturias los bares los cierran a las ocho de la noche, ¿qué informes científicos tendrán que les indican que es a partir de esa hora cuando se producen los contagios? Abur, querido amigo. Si seguimos hablando de este tema, acabaré poniéndome muy desagradable. Mi paciencia tiene un límite. Tampoco volveré a hablar de la tontemia en el blog.

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    5. Si se me acaba la paciencia con Piquero, ¿cómo no con Luis Felgueroso? Lo que el cuerpo me pide es escribir "¿pero este tío es tonto?" Y no porque piense distinto que yo, estimado Jose, sino porque simplemente no piensa. "Todavía la ciencia no sabe si los niños contagian o no", escribe (lo sabe de sobra, por cierto: si están contagiados, pueden contagiar). ¿Y qué quiere que los metan en una jaula hasta que se sepa? La verdad es que uno no sale de su asombro. No se le ocurre pensar que las personas vulnerables lo que tienen que hacer es evitar los contactos, no acercarse a menos de dos metros a otras personas y, si necesitan cuidados (como los ancianos en las residencias), a los cuidadores, antes de que se acerquen a ellos, se les hacen las pruebas correspondientes. Y este buen hombre me sale con que a él no le molesta pasear por el Retiro con mascarilla. Pues qué bien. Por mí como si le divierte pasear a la pata coja. Pero de lo que puede estar seguro es de que, si pasea lejos de otras personas, la mascarilla no contribuye en nada, en nada, a limitar los contagios-
      En fin, este es mi último desahogo. No volveré a tratar el tema. Pero yo soy de los que llaman al pan y al memo memo. Y al que no le guste el trato que se vaya con su música a otra parte.

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    6. Se retuerce usted como una histérica columna salomónica. Si hago alusión a los niños es para resaltar que la información que tenemos sobre el Covid es escasa, así que no saque las cosas de quicio y lea correctamente. Todo lo que se está haciendo para afrontar la pandemia son tanteos más o menos eficaces. Y ante las dudas se adoptan medidas que el paso tiempo desvelará como razonables o erróneas. La gripe A, ahora se controla de forma aceptable con una vacuna eficaz, pero es evidente que cuando sorprendió a la población, la ciencia derrapó igual que ahora.
      La referencia al dolor inmenso de llevar mascarilla cuando se pasea por lugares claramente no conflictivos la ha hecho usted en este espacio hasta la saciedad. Y a mi me pareció ridícula esa frustración, tanta como protestar ante el semáforo en rojo. No sé, a lo mejor ahora se ha enterado usted de lo que he transmitido y reprime su mala educación. Solo insulta al discrepante quien se siente muy inseguro.

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  13. Cardenio Cordero Bernabeeeee.10 de enero de 2021, 23:08

    ¿Dice algo la pastora de mansedumbres lanares o de adulación perruna?

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    1. Coronavirus en Japón. Interesante, creo. ¿Qué hay detrás de la "misteriosa" baja tasa de mortalidad en el país más envejecido del mundo? «Es, según sus autoridades, el resultado de un "acercamiento único" a la pandemia que les ha ayudado a mantener el virus a raya y reducir el impacto económico. Según datos oficiales, hasta este miércoles, la nación asiática había registrado unas 1.500 muertes y poco más de 82.000 casos, mientras el índice de mortalidad por 100.000 habitantes rondaba el 1% (en Estados Unidos, por ejemplo, es del 59%)». Aquí la inusual estrategia del país asiático para continuar la vida social y económica en medio de la pandemia:

      https://www.google.com/amp/s/www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54288273.amp

      Dicho esto, mi pastora alemana, ante el supuesto exhibicionismo crítico de los Cardenios de turno cada vez que abren la gabardina de su pensamiento, solo acierta a decir una cosa: «Guau, guau». Pues eso.

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  14. Enhorabuena, Piquero; has hecho una perceptible grieta en el muro berroqueño martiniano y parece que este último mandado tuyo lo deja descolocado; tanto que te alude como "apreciado Piquero", y no tal que "bobo Piquero", "descerebrado Piquero" o cualquier otro improperio habitual en hombre tan afable y considerado/civilizado.
    Felicidades, pues, ya que siempre resulta oportuno meter en vereda al prepotente y dejar en evidencia a un doctorado en
    Sofística Pluridisciplinar por la Universidad de la Ciencia Infusa. Con lo que nos cuesta a otros currarnos un honoris causa...

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  15. Te repito lo que le dije a Piquero: se me ha acabado la paciencia en lo que se refiere a la capacidad intelectual de ciertas personas. Aquí no se hablará más de cierta enfermedad, que no parece tener arreglo. A entretenerse a otro sitio, F.

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    1. No hay que tomárselo así. Tienes razón y los demás no, eso es todo.

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    2. El Sr. Piquero habla de "millones de muertos en el mundo entero". cuando las estadísticas -serias y contrastadas- hablan de 1.950.662 fallecidos hasta la fecha.

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    3. Sin ánimo de hacer de abogado del diablo. Parece que algunos comentaristas tengan especial problema, F., Luis, Piquero...para razonar mínimamente, obsesionados con el "pulpito" del autor del blog, donde pontifica, muestra su abrumadora inteligencia, etc.
      A saber que relaciones mantienen. Otros hemos opinado a favor y en contra.
      JLGM que te tengan por un numen pone de muy mala hostia, ya lo se.

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  16. Alejandro, has puesto el dedo en la llaga. El "misterioso" fracaso del coronavirus en Japón se debe a que no impuso "severas restricciones", no cerró bares ni empresas, no multó por no ir enmascarado, no cerró sus fronteras...
    Y es el país más envejecido y el que tiene mayor densidad de población.

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  17. La historia juzgará el porqué de esta general pérdida del sentido común, obedeciendo, "beee", a los "consejos" de la OMS, pero como si fuesen órdenes.

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  18. Pues que te mejores de eĺla, don Martín. De veras lo deseo.

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  19. Los señores Piquero, Felgueroso y F deben pensar que algunos somos suicidas que estamos deseando contagiarnos de la plaga y contagiar a otros, de otro modo no se explica su matraca, cada día que pasa "pico y pala, pico y pala".
    Por si no se lo había dicho nadie a esos señores, el Coronavirus se contagia de persona a persona por cercanía física y sólo de esa manera. Por lo tanto es del género estúpido que yo no pueda
    - pasear por un campo sin máscara SI NO ME VOY A ACERCAR A NADIE.
    - caminar libremente por un pinar, un robledal, o un campo SI NO ME VOY A ACERCAR A NADIE.
    - deambular por un amplio parque sin bozal SI NO ME VOY A ACERCAR A NADIE.
    - permanecer en la calle después de un arbitrario "toque de queda" SI NO ME VOY A ACERCAR A NADIE.
    - traspasar el perímetro entre Guadalajara y Madrid en mi coche SI NO ME VOY A ACERCAR A NADIE.
    - Irme en mi vehículo a Sigüenza o a Cuenca a ver monumentos y tomar fotos SI NO ME VOY A ACERCAR A NADIE. (Hace meses que no entro en bares ni restaurantes).

    Y es una desgracia tener que consentir imposiciones que son del género estúpido sólo porque algunos políticos quieran dar la impresión de que están haciendo mucho, mientras, a la vez, permiten viajar en autobuses o metros atestados, como hemos visto hoy por TV en Madrid, por ejemplo. O sea que de "rebelión elitista", CERO, señor Felgueroso; se trata solo de no hacer el tonto.
    A lo mejor es que soy un poco marciano, pero estoy convencido de que todo lo que digo aquí es sencillísimo de comprender.

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  20. Quizá lo que impide discutir aquí con sosiego sea el hecho de que alguien no sabe discutir sin llamar memo, tonto, idiota, etc. a quien tiene argumentos distintos (peores, igual de buenos o mejores). Así que a mí también se me ha acabado la paciencia.

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  21. Ayer he vuelto a casa de mis padres, por un momento, situada en la actual c/Federico Garcia Lorca (antes Calvo Sotelo), pues mi madre se ha caído, nada grave, pero tiene que estar cuidada en una residencia.
    Pasee mi vista por la biblioteca de mi padre. Aquellos libros que en mi adolescencia no me atraían, hoy son un reencuentro con seres queridos.
    Quizá podáis comentarlos someramente:
    "La tribuna", de Pardo Bazán
    "Dulce y sabrosa", de J. Octavo Picón
    "La región más trnsparente", de Carlos Fuentes.
    Tiene varias antologías de los premios Gouncourt y de los Pulitzer.
    Me ha dado pena, pero si vuelvo a ellos de alguna manera me reencontrarme con mi padre.

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  22. Disculpe el anfitrión por tanto comentario, pero en este caso son literarios.
    Cuando aún compartíamos hogar mi padre y yo, empecé a interesarme por la poesía, algo que no miraba con muy buenos ojos, no se porqué.
    Eran los tiempos que leías a Beaudelaire, a Rimbeaud...Aquel lector de prosa, me miraba como si empezase a fumar.
    Sólo una vez, muy joven, saqué una antología de historias de William Faulkner de la biblioteca, sobre la guerra de Secesión. Al llegar a casa me lo quitó de las manos, con una amplia sonrisa, y se puso a leerlo. Caducó el tiempo de préstamo y apenas lo pude leer, siempre en manos de mi padre.
    Así, que después de devolverlo, le pregunté si le había gustado, y empezó a desenvolverse en una amplia crítica.
    Fue la única vez que hablé de literatura con él

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  23. Hombre, Martin, no te enfades con todos nosotros.
    Tamos alcanzando la inmunidad de rebaño, bee, las ovejas inglesas baa.
    Dentro de poco taremos refolcicando por ahí, ramoneando libremente, unes con otres, y el pastor gallasperu a ver si nos trasquila, porque no nun queda na.

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  24. Abriré mi propio blog y te quitaré los lectores. Jajajajajajejejijijojojuju.
    Pareces el "doctor octopus" . O el duendecillo verde.

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  25. Martín carece por completo de sentido del humor; no conozco a nadie que publique lo que escribe que jamás (jamás) se haya permitido un rasgo de ironía jocosa o de sátira chispeante. Una carencia que estimo que está en el origen de un trato tan desgraciado con el prójimo como tiene acreditado a lo largo de los años que lo conozco. Eso y desconocer ciertas habilidades sociales que le granjeen la simpatía de la gente -le importe o no, que esa es otra cosa- y cierta ingenuidad (o torpeza social) que le impele a entrar al trapo (eso que en ocasiones aconseja a los demás pero que practica tan poco) cuando mínimamente se le provoca, tantas veces con aviesas intenciones.
    Todo parte de que nunca entendió lo que es un blog; nada que ver con una tertulia privada en la que, entre conocidos y amigos, pudiera uno dejarse llevar de expansiones del carácter, pero poco admisibles en un foro abierto a la opinión pública.
    Y, desde luego, asombra que halle normal el trato desconsiderado, incluso insultante, que depara a personas que simplemente le contradicen, tantas veces en posesión de razonamientos más "razonables" que los suyos. Y no sale airoso del embroque casi nunca, aunque crea lo contrario.
    En cualquier caso un disparate completo en lo que a las relaciones humanas se refiere, aunque no sea más que remando en medio de un modesto blog de Internet.
    A mejorar.

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    1. Hay personas que de niños tuvieron la desgracia de no recibir buena educación y ni con el paso de los años la consiguieron adquirir. Mala suerte, porque el hombre con ese mal carácter y su tosquedad se ha devaluado continuamente a si mismo, en vez de ser querido por mayores y pequeños, como G de B.

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    2. No es el caso, Muniellos; Martín tuvo la mejor educación: la que unos padres abnegados y bondadosos le quisieron dar. Guardo el recorte de prensa del articulo-elegía que nuestro hombre dedicó a su madre recién fallecida: el mejor Martín que haya conocido está en aquellos sentidos renglones.

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    3. F me ha respondido con tono merengado que Martín no es un asesino. Y por si su fuera poco sale en defensa de sus padres, a quienes no he aludido. Solo falta que F cite la palabra privilegio, y en ese caso empezaré a sospechar que es un opusino infiltrado. Caray con F,cambia de la acidez a la palmsdita como las fases de la luna. Y eso que ahora ya no dan intereses ni los bancos.

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    4. Dudo de sus buenas entenderas, fray Muniellos. Porque la buena crianza de García Martín se trae a cuento como agravante, no en descargo suyo. Digo que, sin los traumas de una infancia dickensiana que alegar, nuestro polígrafo carece de subterfugios que disculpen sus desplantes apelando a la dureza del hospicio. La palmadita-collejuela se la doy a usted, por malpensado.

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    5. Malpensado y usted malexpresado.
      Pero su respuesta me parece muy correcta y tomo nota con rotulador especial.
      Luis Felgueroso le transmite sus buenos deseos para que cuesta de Moyano arriba, la flora del Retiro no le traicione con un lamentable accidente.

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  26. Admirado JLGM, entiende uno su hartazgo, pero por favor, no se achique con el gregarismo coronavírico, está claro que argumentar con la razón por delante implica señalar las diferentes incoherencias, desvaríos y bandazos de nuestras inefables autoridades locales, autonómicas y del Gobierno central (y de todos aquellos conciudadanos que repiten los eslóganes, mantras y dogmas de fe de las variadas autoridades).

    Por otro lado, gracias por descubrirme a Ignacio Peyró en su otro blog, Crisis de Papel, leído «Ya sentarás cabeza»: qué pedazo de escritor. Ahora ando enganchado a su «Nada personal», un deleite siempre sus diarios.

    Sin más, un cordial saludo a todos.

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  27. Preciosa película de Wong Kar Wai. Salí del cine impresionada por todo, los personajes, los escenarios a veces claustrofóbicos, la pasión apenas insinuada entre los protagonistas. La gente que me acompañaba salió decepcionada del cine, mientras yo me sentía totalmente atrapada por la historia y la música. Me alegra coincidir contigo.

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  28. Escribo aquí. Piquero, aunque no coincido contigo. ¿Qué tal estás?
    El otro día, entre un montón de números de teléfono, encontré el de Pelayo Fueyo. Lo llamé. Son tiempos de problemas, no sé qué juicio tenían con un hotel, en su casa de la calle Shultz.
    Que ya no trataba con JLGM. No me extrañó

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