Sábado, 4 de abril
UN RETO
“¿No crees que te estás pasando un poco, Martín? ¿Vas a saber tú más que las autoridades sanitarias que asesoran al gobierno?”, me reprocha un amigo.
¿Y tú crees, le replico, que alguna autoridad sanitaria ha recomendado
que se abran los establecimientos que venden un producto nocivo para la salud
–“fumar mata” se lee en las cajetillas-- y se cierren los que venden libros? No
solo no me estoy pasando, sino que me atrevería proponer a los principales
asesores científicos del gobierno a que, en un programa de la televisión
pública, y en un horario de máxima audiencia, respondieran sí o no a tres
simples preguntas.
La primera. Una persona sola que pasea por un bosque solitario, sin
encontrarse con nadie, ¿contribuye a la difusión de la pandemia o corre algún
riesgo de ser infectado por el virus? Respondan sí o no, señores, no valen
subterfugios ni aquello de que “en China funcionó”, recuerden que hablan como
expertos, no como tertulianos.
Segunda pregunta. ¿Contribuye más al contagio el que un padre dé todos
los días una vuelta con su hijo pequeño de la mano, sin encontrarse con nadie,
que el que lo haga llevando al perro y no al niño? Respondan sí o no, por
favor, y recuerden que los está viendo media España y también los expertos de
otros países, Alemania, por ejemplo.
Y tercera y última pregunta. ¿Hay alguna razón científica por la que
mantener abiertos los locales en que se vende tabaco y alcohol –alcohol para
beber en casa, no para el más saludable consumo social, por supuesto--
permanezcan abiertos y las librerías cerradas? Sí o no, por favor, dejen los
sofismas justificativos para los políticos.
Si la respuesta fuera sí, que nos den las razones científicas, me
gustaría escucharlas. Pero si es no, como parece previsible, deberíamos empezar
a ponernos en contacto con nuestros abogados para preparar una demanda colectiva
contra un gobierno que ha limitado sin causa que lo justifique nuestros
derechos constitucionales, y eso sin hablar del grave riesgo para la salud que
el encierro durante las veinticuatro horas del día supone para los niños y para
la mayoría de los adultos.
Pero tardará en poderse poner esa demanda. Tienen a España en un puño y
no abrirán la mano fácilmente. El poder arbitrario y sin cortapisas crea
adicción. Aunque la pandemia desaparezca –y desaparecerá o perderá virulencia
pronto, según todos los indicios--, siempre quedará el hecho cierto de que
puede volver como justificante para mantenernos con la soga al cuello,
encerraditos en casa, cloroformizados y aterrorizados por la televisión.
Domingo, 5 de abril
OVIEDO, 1968
Estos días recuerdo a menudo, no sé bien por qué, o lo sé demasiado bien, una anécdota de mi primer año en la Universidad, allá por 1968. Cuando llegamos de Avilés un grupo de novatos, nos encontramos cerrada la puerta del edificio. Alguien dijo: “Estamos en huelga, hay asamblea en Derecho”. Hacía allá nos dirigimos, curiosos y asustados.
No nos atrevimos a acercarnos. Desde la plaza de la Escandalera
contemplamos la entrada al Edificio Histórico ante la que había estacionadas
varias furgonetas policiales. Éramos cuatro o cinco pardillos, no más.
De pronto, se detuvo un coche a nuestro lado, bajaron varios grises y
comenzaron a darnos palos. Fueron los primeros que recibí, tenía 18 años, un
acusado sentido de la justicia (lo conservo), y no me lo podía creer.
Pero lo que más me dolió fue que unos transeúntes que pasaban por allí
jalearon a los policías y una mujer gritó, casi aplaudiendo: “Eso, eso, que
estudien”.
Lunes, 6 de abril
¡NO SOY EL ÚNICO1
“Esto es lo que la pandemia nos demuestra de manera brutal: que la gente es muy capaz de decir no a la libertad. Yo no pensé que, en nuestra época, la gente dijera con tanta facilidad que no a la libertad en nombre de la seguridad. Estas leyes del confinamiento han sido aprobadas por casi el 100 %. Nadie lo pone en duda. Y, como en España, las leyes son muy estrictas, a veces del todo ridículas. No puedes nadar en el mar, aunque la playa esté desierta, no puedes ir sola al monte… Es ridículo. Pero la gente obedece de un día para otro”.
Leo la entrevista con Geraldine Schwarz hoy en El País y respiro aliviado. ¡No soy el único que opina que varias de las normas del confinamiento aplicadas en España resultan ridículas! Y dañinas además de ridículas, añadiría.
Lo que no me extraña es que la gente obedezca de un día para otro. Ya se sabe que con una amable sugerencia y una pistola se consigue más que con solo una amable sugerencia.
Martes, 7 de abril
EL CASO DE LOS ANÓNIMOS
Del mismo modo que no como ahora más que comía antes del encierro, tampoco leo más –ya leía todo lo que necesitaba-- ni dedico más tiempo a ver la televisión o escuchar música. Escribo también, como siempre, de nueve a diez o diez y media; solo me ocupa un poco más el trabajo con los alumnos, unos cien, de los que he de corregir y comentar uno por uno sus ejercicios. O sea que si antes, cuando los días tenían veinticuatro horas, me sobraban unas cuantas, se puede uno fácilmente imaginar las que me sobran ahora cuando tienen por lo menos el doble.
En televisión he dejado, por higiene mental, de ver ningún programa de noticias (antes solo veía El Intermedio). Después de la cena, algún programa de arqueología o divulgación científica y, antes de irme a la cama, una serie amable que no sea, horror de los horrores, una retorcida obra maestra.
Me he aficionado últimamente a Los misterios de Murdoch porque es, como Elementary, una enésima variación del mito de Sherlock Holmes, que siempre me ha fascinado.
Transcurre en la época de Holmes, a finales del XIX, pero no en Londres, sino en Toronto y el protagonista, el detective William Murdoch, no se aburre nunca ni toma cocaína ni toca el violín: es un ciudadano ejemplar y un buen católico que se santigua a menudo. En uno de los capítulos, para rizar el rizo, aparece el mismísimo Arthur Conan Doyle, que ha ido a Canadá a dar una conferencia sobre espiritismo.
Siempre he querido ser Sherlock Holmes, resolver complicados misterios con el solo ejercicio de la inteligencia. Algo tenemos en común: yo también me aburro mucho cuando no tengo un buen caso entre manos.
Me acaba de llegar uno. Le puedo poner un título clásico: “El caso de los anónimos”.
Esta mañana, al abrir el buzón, me encontré con que había un libro y dos cartas. Me alegró como si volvieran de pronto los buenos días perdidos, hacía tiempo que no recibía nada. El libro era de un amigo, Pablo Núñez; una de las cartas, de una poeta gijonesa que me lleva escribiendo una o dos veces por semana desde hace ya por lo menos treinta años (nunca las contesto y ni siquiera las leo, algún día contaré esta historia); la otra carta no tenía remite y dentro solo había un folio con dos líneas impresas: “Si el coronavirus acaba contigo, algo tendremos que agradecer al maldito bicho”.
Al principio me llevé un susto, quemé de inmediato el papel y me lavé minuciosamente las manos, no fuera a ser que estuviera infectado, como cuando envían ántrax o polonio.
Pronto, más tranquilo, sonreí. ¿No querías aventuras? Pues aquí tienes
una: averiguar quién te odia tanto como para desear tu muerte.
Miré el sobre. Estaba enviando desde
Oviedo y la fecha era la misma en la que yo había ido a Correos. Hice cola
durante un rato, no tanto como a mí me habría gustado. Separados tres o cuatro
metros uno de otros, a mí me tocó empezar cerca de donde estaba la librería
Santa Teresa. Desde el otro extremo, casi doblando la esquina, alguien me hizo
un gesto de saludo. No le reconocí. ¿Sería la persona que me había enviado la
maldición?No es el primer anónimo que me mandan, aunque no todos fueran amenazantes. Durante un tiempo –oh tempora, oh more-- recibí anónimas cartas de amor. Las comenté en la tertulia y apunté mis sospechas. Poco después quien yo sospechaba, contertulia intermitente, me llamó para decirme que no era la autora. Después de afirmarlo una y otra vez, añadió: “Y rómpelas, por favor, que me da mucha vergüenza”.
Hace años, de un luego bastante conocido escribidor asturiano, llegaron por docenas al apartado postal de la revista Reloj de Arena. Tras leer alguno --contenían amenazas y cochambrosas obscenidades--, los rompíamos sin abrir porque la dirección venía manuscrita y reconocíamos la letra. Ya con su firma, ese mismo individuo publicó un artículo en Oviedo Diario que comenzaba así: “Sé dónde paras, José Luis García Martín, y te voy a dar de hostias”. Luego comentó que lo había escrito borracho y que en ese papel nadie revisaba lo que se publicaba.
En fin, que los anónimos no me cogen de nuevas. Tengo además que lidiar casi diariamente con buena parte de los comentaristas de mi blog, inmunes al desprecio que siento, y que manifiesto siempre que puedo, por quienes tiran la piedra y esconden la mano.
Sospecho que el anónimo del coronavirus es algún poetastro que ha pasado por Óliver y cuyos versos he maltratado, o no les he hecho maldito caso, que suele ser peor. Tiene por lo menos sesenta años: nadie más joven recurriría al correo postal para sus desahogos.
En seguida se me ocurre media docena de sospechosos, pero de la mayoría no recuerdo ni el nombre. Iré preguntando discretamente a los más veteranos contertulios –Carlos González Espina, Ángel Alonso, Marcos Tramón-- para ver si doy con su santo y seña.
Miércoles, 8 de abril
LOS LADRONES DE CUERPOS
Pasado el sobresalto inicial, no me queda ningún miedo. Otra cosa me
aterra más que esa enfermedad contra la que he tomado todas las precauciones
racionales (sin que eso suponga que esté del todo a salvo de ella, por
supuesto). Una enfermedad, por cierto, que para el noventa por ciento de las
personas no es, ni mucho menos, lo peor que les puede pasar.
Lo peor es esa otra infección que ha
contagiado a buena parte de la sociedad española e incluso a bastantes de mis
conocidos, que por fuera siguen siendo los mismos, pero por dentro se han
convertido en alguien muy distinto, como en La invasión de los ladrones de cuerpos, la terrorífica película de ciencia ficción que ahora parece haberse hecho
realidad.Me aterra comprobar en lo que se han transformado personas que apreciaba y admiraba, como las poetas Sandra Sánchez y Ángeles Carbajal. A Geraldine Schwarz la situación actual le recordaba a la de la Alemania nazi: la propaganda insistía una y otra vez en la maldad de los judíos, en que eran una amenaza para el país, así que, cuando se llevaban a una familia judía, sus vecinos, que hasta entonces habían compartido el pan y la sal con ellos, se encogían de hombros y pensaban: “Parecían buena gente, pero sus motivos tendrá el gobierno para mandarlos a un campo de exterminio”.
Sus motivos tendrá el gobierno para tratar a los niños peor que a los perros, dicen Sandra Sánchez y Ángeles Carbajal, no somos nosotras nadie para pedirle que reconsidere su decisión aunque solo sea por humanidad.
Más intrigante que “El caso de los anónimos” –detrás no hay más un pobre hombre, probablemente solo capaz de hacerse daño a sí mismo-- es “El caso de la invasión de los ladrones de cuerpos”, esos seres llegados del espacio que poco a poco van ocupando el cuerpo de las personas que conocíamos.
A juzgar por mi experiencia, esta otra infección que priva de razonamiento lógico y de humanidad a los seres humanos avanza más rápidamente que la otra pandemia.
Jueves, 9 de abril
LO QUE MÁS ECHO DE MENOS
Por estas fechas,
si las cosas no se hubieran torcido, debería andar recorriendo la Alejandría de
Cavafis y de la mítica Biblioteca.
Pero no es eso lo que ahora echo de menos. Ni el mercadillo de Union
Square, laberinto de olores y sabores, paseado sin prisa antes de entrar en
Barnes & Noble; ni los gatos que salían a recibirme cuando, por la Calle
Longa Santa Maria Formosa, me dirigía hacia la fotogénica Acqua Alta; ni la
primavera de París; ni aquel rincón de Ouchy con la geométrica rosa de Angel Duarte
sobre el lago Leman; ni la media luna paseable del Garona, en Burdeos; ni aquel
café en Coimbra; ni la Via Marcia, en Perugia, sobre un antiguo acueducto; ni
el oasis de las librerías Feltrinelli en Palermo, Nápoles o Roma; ni el
Castello Aragonese, en Ischia, con su inesperado gallinero en lo alto; ni el
mirador de Santa Luzia, muy cerca de las Portas do Sol, en Alfama; ni el
tranquilo cementerio, tetería incluída, en medio del bullicio de Estambul; ni
la Plaza Grande y la Plaza Chica de Sibius, en la entrevista Rumanía; ni el
Slavia de Praga y sus ventanales al
Moldaba y al Gran Teatro; ni el puente sobre el Maritsa en Plovdiv; ni el
cementerio de Plain Palais, en Ginebra; ni aquel islote solitario del Danubio,
cerca de Viena…
Ahora, lo que más echo de menos, es poder darme un paseo por el parque
de Ferrera en Avilés, tan al alcance de la mano, tan inalcanzable.
Viernes, 10 de abril
SOBRE VIVIR
Ten en cuenta que
siempre, no solo ahora, caminas por un campo de minas.Lo que te hace bien y no perjudica a nadie beneficia a la humanidad.
Incluso salir a sacar la basura puede convertirse en un placer.
No te maltrates más de lo que te maltratan el gobierno y las circunstancias.
Si no puedes hacer nada por mejorar la situación, al menos no hagas nada que la empeore.
No olvides que en democracia todo lo que no está expresamente prohibido está permitido.
Cuando tantos se ofenden porque alguien busque bocanadas de aire libre para sobrevivir, preocúpate tú de tantos que lo pasan peor que tú.
Recuerda, ahora que tu gobierno lo olvida: no hay medicina que no resulte dañina, e incluso mortal, si nos excedemos en la dosis.
Ya no hay dioses a los que aplacar ofreciéndoles dolorosos sacrificios como la salud y la felicidad de los niños.
Cuanto más grave sea la situación, menos te olvides del sentido común.
Recuerda que los expertos no siempre han dicho lo que dicen que han dicho.
Y ten en cuenta, por último, que más víctimas que el incendio suele causar el pánico al incendio.
Pues Martin, esos anónimos que recibes en tu domicilio provienen de alguien que sabe donde vives.
ResponderEliminar¿Una broma?, ¿una borrachera? No, es un delito grave, además cuando te amenaza con una agresión.
Ponlo en conocimiento de la policía.
Un saludo.
Bueno, hablando de literatura, no recuerdo ninguna historia de Conan Doyle donde nos presente a Sherlock Holmes consumiendo cocaína.
ResponderEliminarEsa imagen proviene de la película de Billy Wilder "La vida secreta de Sherlock Holmes". Muy buena.
Le copio un pasaje de la segunda novela del ciclo de Sherlock Holmes, "El signo de los cuatro":
Eliminar"-¿Qué es ahora? -pregunté-. ¿Morfina o cocaína? Levantó los ojos lánguidamente del viejo volumen recubierto de negro que había abierto. -Es cocaína -me dijo-, una solución al 7 por ciento. ¿Quiere usted probarla? -No, gracias -contesté por brusquedad-. Aún no me repongo por completo de la campaña de Afganistán. No puedo darme el lujo de dar a mi constitución una nueva carga. Sonrió de mi tono vehemente. -Quizá tenga razón, Watson -dijo-. Supongo que la cocaína es perjudicial. Sin embargo, la he encontrado tan estimulante y benéfica para la mente, que su acción secundaria carece de importancia para mí".
Lo que dice, pues, no es cierto.
Un saludo.
Por aquel entonces trataba con Óscar Celada, centrocampista del Sporting de Gijon, luego traspasado al Zaragoza y Las Palmas. Hoy médico de la selección, me comentaba lo difícil que es compaginar estudios y fútbol profesional.
ResponderEliminarCon José María Cela, deslumbrante delantero. Yo ya era maestro y el estudiaba Ciencias de la Educacion.
Ahora da clases en no se que Universidad.
Por cierto, muy buena gente.
Para Víctor.
EliminarEl luarqués Oscar Celada me trató en la clínica Cemtro de Madrid. Y solo podría hablar mal de él: maleducado,antipático y muy poco profesional, tanto que tuve que cambiar de traumatólogo.
Lo triste es que cuando supe que era asturiano acudí a su consulta con expectativas de recibir buen trato.
A mis años sigo haciendo asociaciones de ideas equivocadas,aunque en general los asturianos nos tratamos muy bien en Madrid. Este Celada es un chuleta sin hueso ni patatines.
¿Anónimos, amenazas y tertulias literarias? Se supone que la literatura, el arte en general, debería sacar lo mejor de las personas, ¡y no lo peor!
ResponderEliminar¿Y quién supone eso? Alguien que no conoce ni la historia literaria ni la historia en general ni a los seres humanos, sospecho. No confundamos el ser con el deber ser.
ResponderEliminarCon todos los respetos, aunque haya algunos que desconocen la palabra.
EliminarYo le pediría a Víctor que no interviniera aquí como en un whatsapp quinceañero.
Y a F que no haga el ridículo pretendiendo asombrarnos.
La mayoría hemos estudiado una carrera,y algunos hasta dos.
"Conozco a un asno que hizo tres carreras. La mejor, una vez que le mordió el escroto la mosca cojenera".
Eliminar(Apuleyo)
¡Pues según eso, vaya mierda son entonces el arte y la literatura! En esas condiciones no vale la pena dedicarles ni cinco minutos... Debo ser muy ingenua o incauta porque no lo veo así. ¿Tendría sentido dedicar tiempo a algo que te hace peor persona?
ResponderEliminarPues no, Marimar, la pintura de Caravaggio sigue siendo espléndida, y nos hace mejores, aunque su autor fuera un indeseable.
EliminarLos escritores, pintores, arquitectos son personas como las demás, ni mejores ni peores, solo se diferencian en que crean obras valiosas. Lo valioso es la pintura de Picasso, al margen de que él como padre y pareja dejara bastante que desear.
Incluya usted a Alberti en el grupo de los indeseables. Si se llegara a conocer el número exacto de los que fueron apiolados por culpa de sus arengas desde el Mono Azul, le dedicariámos monumentos en todos los pueblos de España.
EliminarPero la historia es injusta y no podremos reconocer sus méritos, casi tantos como los de Yagüe.
Sr. García Martín me sorprende Vd. Siempre manifiesta opiniones originales y diferentes, me gusta que en el caso catalán mantenga lo que dice contra viento y marea y a veces con argumentos reveladores, esté uno de acuerdo o no. Y en tantas cosas, y ahora sale Vd. criticando también al gobierno de forma tan ácida. Pareciera que se emparenta con Abascal, Casado y Álvarez de Toledo. Además con la teoría del autoritarismo. Al final va a tener razón ese que dice que cada español tenemos una teoría diferente de lo que habría que haber hecho ante la pandemia.
ResponderEliminarEs inaudito. Usted está mal informado/a, pero sin embargo pretende erigirse en guía y buen orientador de los ciudadanos supuestamente descarriados.
EliminarLa opinión de García Martín es interesante en este asunto, pero tiene poco de "original y diferente". Hay un grandísimo colectivo de psicólogos, sociólogos, pedagogos, pediatras y médicos de todas las especialidades que consideren el actual encierro por la fuerza bruta como un despropósito y un desatino absoluto, que generará más daño que el que evitará:
https://elpais.com/sociedad/2020-03-24/los-politicos-estan-locos-no-saben-lo-que-es-ser-nino-y-estar-encerrado.html
Infórmese en el enlace antes de considerar "diferente" lo que, simplemente, usted desconoce. Hay también filósofos y científicos, nacionales y extranjeros, en la misma línea. Tome nota, sea tan amable.
Gracias, Annia, por recordarnos lo obvio: que algunas de las medidas adoptadas por este gobierno (al que yo, por cierto, voté) son un dañino disparate que daña la salud de los españoles y no ayudan a combatir la epidemia.
EliminarCreo que criticamos al gobierno por motivos diferentes, pero si creo que algo es justo no me importa coincidir con quien sea. Si Abascal defendiera los derechos de la infancia, yo coincidiría con él sin problema. Y yo no entro en una crítica general a lo que se ha hecho, ni mucho menos, solo me centro en aspectos absurdos del decreto de Alarma, justificables en un primer momento (se declaró con precipitación), pero injustificable que no se corrigieran en las prolongaciones. Y en eso tienen la culpa todos los que las aprobaron en el Congreso.
ResponderEliminarMiguel, a Óscar Celada yo lo conocí allá por 1992, era un joven que había fichado por el Sporting de Gijon, procedente del Langreo. Efectivamente es hijo del que fuera médico rural en Luarca, pero ya habían fallecido sus padres. El solo mantenía a toda la familia.
ResponderEliminarMe comentaba, que estudiando Medicina, tenía que pactar con los profesores distintas fechas para los exámenes finales. No puedes jugar contra el R.Madrid el domingo y tener un examen el lunes. De aquella me cayó bien, pero de esto hace casi 30 años. No lo volví a ver.
Salud
Perdón, donde dije "con" quería decir "contra".
ResponderEliminarAy, amigo Martin, como se nota que no tengo nada que hacer.
ResponderEliminarPero he decidido empezar a escribir poesía el lunes. Os la mandaré por este medio, son versos muy largos, y épicos poemas, como los de Agustín Garcia Calvo.
Es usted el contrapunto más sensato que uno puede leer en estos tiempos de gregarismo apocalíptico. Lo del confinamiento de los niños está ya rozando el ensañamiento. Un cordial saludo.
ResponderEliminarGracias, Luis
ResponderEliminarA ver si nos dejan salir de casa, sino empezaré a escribir endecasílabos, heptasilabos, alejandrinos, sonetos, haykus
ResponderEliminarQuerido José Luis (aquí estoy con mi nombre, apellido y foto. Qué fácil es hablar detrás de un anónimo, cierto!) contesto por alusiones en tu post. Me da un poco de pena que digas eso de que te aterra "en lo que nos hemos convertido" pues no creo que sea una persona demasiado distinta a la era hace un mes o mes y medio. Sé que sabes (o eso espero) que no es por crueldad el que yo esté de acuerdo con el confinamiento severo que no permite a los niños salir a la calle en los términos que explicas. No es por crueldad, es mucho más simple: es por miedo y también por desconfianza de la sociedad. Apuntas en uno de tus excelentes aforismos "No olvides que en democracia todo lo que no está expresamente prohibido está permitido." estoy de acuerdo, y precisamente este aforismo tuyo me sirve de argumento para lo que pienso. A la gente, mientras no le prohiban una cosa la va a hacer, es decir, la recomendación de que salgan solos, que no se paren con nadie (difícil veo quitar a un niño, eso sí me parece cruel, que juegue con otros amigos con los que se encontrará, padres separando a niños que se pelearán como siempre jugando...), etc, etc, será una recomendación que muchos seguirán y muchos otros no. De estos muchos otros es de los que no me fío, pues ni aún ahora en este confinamiento con multas importantes hace caso mucha gente, no quiero ni pensar cuando sea sólo una recomendación. Cierto es que pagan justos por pecadores, lo sé, pero ahora mismo los pecadores no sólo pecarían para sí sino para el resto y los pecados no serían contra su alma sino contra nuestro cuerpo (el de todos, no sólo el suyo) que, de momento, es el único que tenemos, y por el que, yo al menos, siento bastante aprecio. Tengo miedo de los irresponsables. Yo sé que personas que conozco con niños seguirían la recomendación y no pasaría nada. Sé que tú pasearías solo y no pasaría nada, incluso sé que yo también lo haría, pero sé también que muchísimas personas no lo harían y no quiero que me perjudiquen a mí, ni a ti ni a nadie, porque de momento entiendo que de quien me tengo que fiar en el tema de este virus es de las autoridades sanitarias (otra cosa es que nos creamos más listos o con más conocimientos que ellos, pero no es mi caso).
ResponderEliminarDices que respiras aliviado por la entrevista de Géraldine Schwarz ¿porque opinais lo mismo?, buscando en internet, todos encontramos opiniones de personalidades que opinan lo mismo que nosotros pero eso ni nos da ni nos quita la razón, pienso yo, simplemente demuestra que hay distintas formas de pensar sobre un tema concreto, pero de momento yo me fío más de las Autoridades Sanitarias de que de esta persona.
Dice en la entrevista “Yo no pensé que, en nuestra época, la gente dijera con tanta facilidad no a la libertad en nombre de la seguridad”, no es por nada José Luis, quizás no he entendido bien sus respuestas pero creo que en este caso del confinamiento está utilizando la palabra “libertad” muy a la ligera. Para mí, no es perder libertad el quedarme en casa un par de meses (con todas las comodidades la mayoría) si con ello hacemos frente a una pandemia y se salvan vidas. Para mí perder la libertad es otra cosa (pero bueno eso sería otro tema).
ResponderEliminarLas preguntas que haces para que se conteste con un sí o con un no son preguntas capciosas si sólo admites un sí o un no, José Luis, un simple sí o un simple no no contestan correctamente a la pregunta. La respuesta que quieres (hablo de las dos primeras, en la del alcohol y el tabaco puedo estar de acuerdo contigo) es un no pero no sería una respuesta realista. Bastaría un simple no si cumpliera esa condición que propones el 100% de la población pero eso, desgraciadamente, no es así. Mientras el 100% no cumpla con ello, la respuesta de un no, no es realista. Por otra parte, si en esos supuestos pasean solitarios, quizás sea precisamente porque el resto de la población está cumpliendo a rajatabla con el confinamiento y por eso está todo tan solitario.
Admiro tu confianza en el ser humano José Luis, yo no la tengo. Todos los días veo noticias de la policía pillando a quien se salta el confinamiento. ¡La que nos espera cuando sea sólo una recomendación o una apelación a la responsabilidad individual!.
Yo creo que no me he convertido en nada distinto a lo que ya era, siempre he tenido una opinión bastante desfavorable del ser humano en general que me parece una plaga para el mundo (lo siento si suena fuerte, pero creo que, realmente, lo somos) y aunque, este virus también me haga ver una parte muy humana y solidaria de las personas (de la que me alegro hasta el infinito) siempre pesan más las manzanas podridas que fastidian al resto. Si no fuera así, viviríamos en un mundo sin egoísmos y, por ende, sin guerras.
Siento si me he extendido demasiado, pero bueno, para una vez que intervengo...
Quiero dejar claro que este comentario va con todo el respeto y mi aprecio hacia ti y espero, de corazón, que ese “personas que apreciaba y admiraba” referido a mí y a Ángeles Carbajal, así en ese pretérito, se pueda volver a transformar en un presente.
Un abrazo enorme, por supuesto, virtual.
-Sandra-
Me alegra mucho que respondas, Sandra. Te lo agradezco de veras.
EliminarPero sigues sin tener ninguna razón, y lo repito: ninguna, para estar a favor de que se confine a los niños en casa y de que no se deje salir a las personas solas y guardando las distancias sin necesidad de ir a comprar el periódico o de ir con un perro.
Rebatirte es muy fácil y me extraña, de verdad, que tú misma no seas capaz de encontrar la réplica.
Si una persona no puede salir sola, guardando las distancies, porque no te fías de los seres humanos y en seguida se juntaría con otra y pondría en grave riesgo a la humanidad, ¿cómo es que puede salir con un perro? ¿No se puede juntar entonces con otra? ¿No pone en grave riesgo a la humanidad?
Y el señor que va a por el por el periódico, ¿no puede pararse a hablar con su vecino, no puede juntarse con otros? ¿Cómo es entonces que no pone en peligro la humanidad, al contrario que si no fuera a comprar el periódico?
La verdad es que me fascina tu confianza en las "autoridades sanitarias" sea cual sea el disparate que decidan (en realidad, lo deciden los políticos amparándose en ellas).
Se nota que sales poco de casa y que te fías solo de lo que dice la televisión. Yo, como me preocupo de mi salud bastante más que tú (de la física y de la mental), salgo todo lo que me permite la ley y, cuando salgo, me fijo en el comportamiento de la gente, que es ejemplar. Anoto todos los incumplimientos y, hasta ahora, solo los he visto en las fuerzas del orden: en los coches de policía van los dos en los asientos delanteros, y a menudo sin mascarilla (multan a quienes viajan así, aunque sea un marido que lleva a su mujer al médico), en los furgones militares se amontonan varios militares detrás; ayer, al volver de la compra, me encontré a dos militares en la calle Murillo que venían de recorrer el parque (por si encontraban a algún solitario) muy juntos los dos (a medio metro o menos de distancia) y sin mascarilla. Tú castigas a los niños por una fantasía tuya (que los padres los iban a poner a todos a jugar, como si los padres no fueran los primeros preocupados por la salud de sus hijos) y no te preocupa que quienes castigan a infractores que no ponen en riesgo la salud de nadie la estén poniendo en riesgo --según tus propios criterios y los de las "autoridades sanitarias"-- cada vez que salen a la calle para multar
Hay que ver menos la televisión y observar más la realidad, Sandra, y aprender a pensar por cuenta propia. Una opinión es válida no porque la diga este o aquel, sino porque se basa en hechos ciertos y argumenta con arreglo a las leyes de la lógica.
Una apostilla, Sandra: el que todavía sigas defendiendo que se encierre en casa a los niños, sin permitirles salir con ningún pretexto (ahora pueden acompañar a un progenitor a la compra si no tienen con quien dejarlo en casa) y por un mes o dos o los que haga falta, es lo que a mí me vuelve pesimista contra la humanidad. Afortunadamente, la mayoría de las personas, la mayoría de los españoles, no son así, son responsables, sensatos, razonables. El miedo irracional --completamente irracional: si tú mantienes las distancias y respetas las recomendaciones, nadie te va a contagiar ni vas a contagiar a nadie-- es un arma de destrucción masiva, el más peligroso de los virus, el que explica todos los retrocesos de la humanidad.
EliminarY termino, Sandra, ya sé que soy un poco pesado, pero es que leo y releo lo que escribe y no me lo acabo de creer. Tú dices que hay que prohibir salir a los niños de la mano de su progenitor, cerca de casa y por tiempo limitado porque a lo mejor se escapan y se ponen a jugar con otros. ¿Y no crees que para evitar eso y no para evitar que una persona camine sola por la calle es para lo que tenemos a la policía y a los militares vigilándonos? Si alguien no cumple con las normas que evitan la propagación de la enfermedad, la policía lo multaría, que para eso está. Hasta ahora ha tenido que multar a pocos grupos, porque la gente es responsable, Sandra. Quizá por eso tiene que multar comportamientos --salir solo-- que no perjudican a nadie.
EliminarLo que parece deducirse del modelo del insigne Martín es que, para que la gente " mantenga las distancias" y dado que muchísimo pensamos como Sandra Sánchez respecto a que los españoles no somos de fiar, se deberia asignar un gendarme o celador que vigilará a cada deambulante callejero, con lo que se iba a detraer buena parte de la plantilla de estos servidores públicos a funciones que están desempeñando y que son del todo necesarias, como es la vigilancia de los patrimonios ahora descuidadoa, el baldeo de las calles, la recogida de cadáveres... Vamos, la versión actualizada del ángel de la guarda, con pistola y talonario.
EliminarLa conmovedora bienpensancia de Martín me recuerda la de algunos moralistas que sostienen que están de más los ejércitos, las fronteras, la vigilancia sanitaria, el control de las carreteras..., que lo que haría falta es que los ciudadanos se comportasen con civismo y responsabilidad. Lo que no aclara es qué se hace mientras nos cae esa breva, esa mutación tan asombrosa.
Ah, sí fuese...
Ps,- Dicen que El Santo de Asís, llavaba los dedos de las manos cosiditos a dentelladas de los canes y demás hermanos en Cristo. ¿Santidad o confianza insensata? Claro que él solo se jugaba sus dátiles, no la integridad de la feligresía.
Me temo que el tiempo me dará la razón con nuevos repuntes de contagios y muertes cuando empiece a flexibilizarse la norma y sólo nos quede el distanciamiento social que individualmente ejerza cada uno. No deseo más que equivocarme, ¡ojalá! lo deseo de todo corazón.
EliminarAh, bueno yo hablaba de actividades evitables como salir a dar un paseo sin más, no con perros que tienen que hacer sus necesidades y también personas con autismo, etc u otras circusntancias inevitables, a las que también les está permitido y, por supuesto, me parece muy bien. Yo hablo sólo de actividades evitables. Quien salga sólo a por una barra de pan también es un/a irresponsable, el pan no hace falta comprarlo todos y cada uno de los días (bueno estamos tan exquisitos que supongo que serán muchos los que no quieran ceder a comer pan que puedan congelar o de un día para otro) y por otra parte están diciendo que se compre (apelando a la responsabilidad individual que por lo que veo tampoco se cumple... yo es que lo veo menos, José Luis, salgo sólo una vez a la semana) una compra grande para salir lo menos posible. Quien salga sólo a por un periódico y una barra de pan cada día es un/a egoísta porque si todo, TODOS, lo hacemos, estaremos TODOS en la calle. Los niños pueden salir cuando (y ahí va la condición sin la cual NO está permitido, aunque supongo que también muchos listos se lo saltarán) no se les pueda dejar en casa con otro adulto. Insisto en que hablo de situaciones evitables no de las inevitables y lógicas como ésta. Por si las inevitables son sólo X y las evitables Z, y tenemos un vacío de calles aceptable y óptimo sólo con X, quizás al sumarle a X, Z situaciones evitables ya no tendríamos ese vacío recomendado por los expertos en pandemias (X+Z) es más que solamente X (esto sí es de lógica).
Y no, no creo que hubiera un policía por cada persona para vigilar a todos y cada uno de nosotros a ver si cumplimos con nuestra responsabilidad. La policía puede ahora asumir esa vigilancia porque la mayoría está en sus casas. El día que estemos todos de nuevo en la calle ya no hay manera de vigilarnos a todos (si fuéramos de normal tan responsables, no haría falta que existiera la policía, por algo existe).
Ante un virus nuevo, del que poco se conoce yo de quien me voy a fiar es de las Autoridades Sanitarias, José Luis, soy así de irresponsable qué voy a hacer... Por si la intuición de otras personas no expertas, falla.
De la política me fío más bien poco (ése también sería otro tema) pero por mi parte tampoco puedo hacer mucho al respecto ahora mismo. No es cuestión de fiarme o no, es cuestión de cumplir la ley. Sin más.
Bueno, a partir de ahora ya no entro más al trapo, José Luis, ya te comenté que no me gustan los bucles porque tienden a infinito.
Un nuevo abrazo virtual y mi deseo de que todo esto acabe lo antes posible y de la mejor manera para todos.
Los bucles son inútiles, Sandra, y me alegra que no entres más al trapo. Ten en cuenta que todo lo que uno escribe queda registrado para siempre y creo que algún día no lejano te avergonzarás de lo que dices.
EliminarPongo aquí algunas precisiones, no para ti (son inútiles), sino para el lector común.
1/ Quedarse en casa ayuda a evitar el contagio y todos nos quedamos en casa la mayor parte de nuestro tiempo (no hay cines, cafés ni sitios a dónde ir), pero lo que importa no es quedarse en casa (que no es un bien en sí mismo), sino evitar el contagio. Por lo tanto todo el que sale de casa por alguna necesidad, con las precauciones necesarias, evita los contagios y está a veces más seguro que en casa (sobre todo si vive con otras personas: ¿te has enterado de cuántos viven en algunos pisos de inmigrantes?). Estamos de acuerdo entonces en que se puede salir de casa por motivos justificados (faltaría más, en caso contrario todos moriríamos).
2/ Ahora hay que definir cuáles son esos motivos justificados. Para Sandra Sánchez y el gobierno, lo es ir a comprar el pan, tabaco, leche, otros alimentos, ir al trabajo, hacer repartos, pasear al perro. Todo eso está permitido y el ejército y la policía vigilan que no se salga con otros motivos. No está permitido, en cambio, que un niño o una niña (de dos o tres años, por ejemplo, y que pueden habitar en una casa sin luz natural y de cuarenta metros cuadrados: conozco casos y si el gobierno los ignora que pregunte a los ayuntamientos) salgan de la mano de su progenitor a dar todos los días una vuelta a la manzana de casa. ¿Sabe algo de pediatría, psicología, pedagogía Sandra Sánchez? Confiemos en que su ignorancia sea absoluta porque solo así se justificaría (aunque no del todo) que considere justificado tener a los niños pequeños encerrados en dos un mes o dos o los que haga falta para que ella no se sienta amenazada en su salud. Para quien sabe algo de las necesidades de la infancia, tal crueldad resulta inconcebible.
3/ Las autoridades toman medidas contradictorias, Sancha. A partir de mañana millones de trabajadores van a volver a su puesto de trabajo utilizando coches particulares y transporte público, ¿no te preocupa que eso cause un aumento de contagios? ¿No te preocupa que no haya policías suficientes para controlar si en el metro se acercan demasiado y charlan con algún amigo? No, eso no le preocupa, lo que le preocupa es que si un padre es autorizado a salir a la calle con su hijo pequeño, solo por la salud del pequeño, de inmediato se empiecen a llenar los quirófanos y no haya policías suficientes para frenar la avalancha de padres.
Y 4/ Sandra ignora que mucha gente no sale a la calle no por miedo a la policía (como yo), sino por miedo a contagiarse aunque tomen todas las precauciones establecidas por las autoridades sanitarias. La calles no se llenarían permitiéndose a las personas solitarias pasear por razones de salud (insomnio, por ejemplo) como no se llenan ahora permitiendo a la gente ir a comprar o a lo que sea.
No sigo. Sandra Sánchez me lo pone demasiado fácil. Es un caso de libro. El mejor ejemplo de en qué ha convertido la machacona insistencia del "quédate en casa" a una parte de losespañoles. Cuando esto pase, y se relean estos comentarios, mucha gente pensará que es una polémica inventada, que caricaturiza a la contradictora. Pero aseguro que Sandra Sánchez existe (y que no es un caso único, infortunadamente) y que sus "razonamientos" no son invención de nadie.
No está solo, José Luis. Sus tres preguntas son muy pertinentes y sensatas, muchas personas nos las hacemos también. Supongo que lo de no dejar salir a pasear en solitario es por la imposibilidad de garantizar, si no existiera el confinamiento, ese no encontrarse con nadie. Pero es irritante que se desconfíe sistemáticamente de la responsabilidad individual, como si todos los ciudadanos españoles fuésemos un rebaño que precisa ser pastoreado, al contrario que los civilizados habitantes de esos países donde las medidas son menos extremas. Que los libros no se consideren artículos básicos también dice mucho de los autores de la norma.
ResponderEliminarDicen que el Gobierno está "comprando" el favor de las televisiones privadas.
ResponderEliminarRecuerdo, Martín, que en un debate que tuviste con Piquero, lo empatabas con Vox porque defendía lo mismo que defendía Vox. Y en un diálogo que tuvimos tú y yo, donde te advertía de que no le tuvieras absoluta confianza a Pedro Sánchez... Bueno, qué más da. Agua pasada. Esto para señalar que somos criaturas en el tiempo, y que lo que en un momento parece verdad (gracias a la razón), en otro momento descubrimos que casi todo ha sido un espejismo.
Otra cosa, sobre el partido de Abascal. Están ejerciendo un ataque sin cuartel.
En el Parlamento en plan doctor jekyll, y en las redes a lo mister hyde. Pero en este aspecto, tampoco son los únicos. Se les suman políticos de otros signos, ejemplo: Corcuera.
Victor Menéndez parece un poco alocado, surrealista, pero tiene sus aciertos, está añadiendo información sobre Pardeza que es para tener en cuenta.
Por supuesto que he cambiado de opinión sobre Pedro Sánchez, Jesús, y eso me parece inevitable. ¿Si un amigo te clava un puñal por la espalda no cambiarías tú su opinión sobre ese amigo?
EliminarY en cuando a coincidir con este o con aquel, es una acusación bastante tonta, como criticar a un vegetariano porque Hitler también era vegetariano. Si Abascal defiende los derechos de la infancia maltratados por este gobierno (al que voté), bienvenido sea Abascal a la causa de la humanidad; si lo hace por otras razones, pues ya veremos si coincido o no. De momento, lo que está claro es que no volveré a votar a ningún partido que haya votado sí a la prórroga del estado de alarma sin exigir modificaciones en sus aspectos más gratuitamente lesivos.
Propongo a nuestro anfitrión que el blog se llame algo asi como "Un café con Víctor Menéndez".
ResponderEliminarUn saludo, Víctor
No sé si responder a una tontería de un tal "F (como no aflojáis)" que figura por ahí arriba. Deduzco, a lo mejor me equivoco, que no se puede dejar que una persona pasee sola por un lugar solitario porque los españoles no son de fiar y tendríamos que poner a un policía a vigilar para que no se encontrara con otra. ¿Es eso lo que dice o lo que quiere decir? Si es así, me permito un desahogo: ¡Dios mío, qué pesadilla! Pero ¿qué lectores tiene mi blog? ¿De dónde los saco, de que rincón de la España profunda?
ResponderEliminarMe armo de paciencia y respondo educadamente (me cuesta, lo confieso): de la misma manera que dejamos salir a la gente con perro, y no es necesario poner un policía vigilando a cada uno, podemos permitir salir en otros casos igualmente necesarios para la salud, no de los perros, sino de las personas. Si alguien incumple la ley mejorada muy justificadamente pues se le multa como ahora se multa a quien la incumple respetando todas las normas sanitarias.
Hola, amigo Martín:
ResponderEliminarAquí y ahora, puedes contactar conmigo.
Prometo tener en cuenta todo lo que me digas, aunque no necesariamente tenga que estar de acuerdo.
Prometo leer tus cartas.
Y si lo tuyo es el entorno digital, puedes escribirme a través de las redes sociales.
Te escucho.
https://sanchezcastejon.es/te-escucho/
¡Gracias por tu voto!
Gracias, benito, cuando se pueda tomar café por ahí.
ResponderEliminarNo se como sois capaces de escribir tanto con este chisme.
Un saludo
Ay, Martín..., te quejas de las cabezas impensantes que acuden a tu blog como mosca negra a la miel o mosca verde a la boñiga, y resulta que te concurre lo más granado de las letras blogueriles de la Península Ibérica (excluyendo a Portugal). Y es que eres un insaciable y un exigente. Así que todo te parece tontería, claro.
ResponderEliminarLa verdad es que me ablanda un poco el hecho de verte tan desasistido de opinantes que se pongan de esa parte tuya tan poco "angelada", que diría un porteño. Y no voy a hurgar en los costurones de un presunto prestigio intelectual que te flanea ostensiblemente. Básteme con decir que pasma tu falta de criterio para no llegar a entender que los paisajes solitarios de Benidorm lo fueron hasta que a unos linces les dio por inventar un festival de música cutre y luego un emporio turístico; o que los desiertos estadios de ahora acogerán -a no tardar- a multitudes vociferantes que se van a abrazar en los goles favorables y ensalivarán airados en los adversos ( y la saliva es muy peligrosa, ya se sabe).
En realidad pontificas como aquel chusco: que las ciudades, para mejor aire y vida más tranquila, habría que levantarlas en...el campo. Pues eso vienes a decir cuando ejemplarizas lo factible y hasta cómodo que es transitar por las calles, siendo el caso que solo ves desde el balcón a algún que otro homínido (con perro o sin él) que camina apresuradamente, por lo general a echar la basura al contenedor. Y así cualquiera camina con desahogo, colega, y así anticipas (?) lo que vaya a ocurrir cuando la gente pueda darse un garbeo: todos.
Me conmueve tanta ingenuidad pastoril cuando alegas que iba a estar muy bien que todos pudieran pasear por parajes solitarios, sin molestar a nadie ni ser molestado. Qué bucólico, tú... Pero intuyo que los parajes solitarios iban a estar tan concurridos (con todo cerrado y sin currelo) como lo estaban las cacerías de ninfas de Nerón: una plétora, un abarrote, un pifostio descomunal, con sus recolectores de setas cesta en ristre, cazadores de lepidópteros con su red, y voyeuristas con prismáticos y gabardina. Y en cada bosquecillo, soto o alameda un destacamento de policía ojo avizor.
Además, suponer que en una gran ciudad millonaria en habitantes todos iban a poder desplazarse a parajes solitarios es desconocer que eso se dice fácil pero se materializa con más dificultad. Que un millón de vecinos del centro de Madrid (por poner un ejemplo parcial) se dedicara cada día a buscar su paraje solitario supondría un desplazamiento físico que la mayoría no estaría en condiciones de poder realizar; luego lo más fácil es que se quedara en la proximidad de su casa, en los ambientes que soliese frecuentar, en el barrio. Y si decidiesen ir al campo..., habría de usar los medios de transportes que previsiblemente estarían concurridísimos, con el metro y medio o sin él. Y el coronavirus frotándos los tentáculos.
Na, lo dejo, ya me hastía tanta melonada. Ajena, claro.
JLGM, ¿tanto trabajo cuesta ponerse en el lugar de los demás?
ResponderEliminar1./ Si yo voy a nadar a una playa solitaria, ¿porque (y lo escribo asi) esta solitaria? ¿No tienen los demás el mismo derecho?
2./Si voy a pasear, ¿no pueden ir los otros?
3./¿Comparas los derechos de los niños con los de los perros?
No me contestes, si lo haces, con una faltosada.
Salud.
Bueno , porque con tilde en la e. Ya que no podemos juntar a las personas juntemos las palabras.
ResponderEliminarPor una vez, y sin que sirva de precedente, voy a contestar a Víctor Menéndez (contesto en realidad a los que repiten los mismos sofismas).
ResponderEliminar1/ Los demás tienen el mismo derecho que yo a pasear por una playa solitaria si la tienen al lado de casa; si no viven al lado de una, tendrán que conformarse (es mi caso) con pasear cuando los dejen alrededor de la manzana. Y tienen (deberían tener) derecho a permanecer en ella (en la playa o en la calle) un tiempo prudencial siempre que conserven la adecuada distancia unos de otros, como cuando hacemos cola para entrar en el supermercado.
2/ Qué bobada (perdón). ¿Pero este buen hombre cree que cuando yo pido que se autorice a salir un tiempo prudencial y cerca de casa lo pido para mí solo? Todo lo que yo digo es por el bien de la ciudadanía (le recuerdo que yo trabajo y tengo permiso para desplazarme al lugar de trabajo y además la costumbre, desde hace décadas, de comprar todos los día el periódico).
3/ Los comparo y digo que, en la España del estado de alarma, tienen más derechos los perros que los niños, a los que se maltrata sin razón alguna de salud pública que lo justifique.
Según leo aquí y allá, es probable que el actual confinamiento se prolongue un tiempo aún sin determinar para los mayores de setenta años.
EliminarSi es así,a usted le tocará la china dos meses antes que a mi, lo cual me supone un "consuelo" indescriptible.
Otros opinan que se debe dejar salir a todo el mundo, pero con brazaletes de color asociado a su edad, concretamente rojo para mayores de sesenta. De esta manera seremos identificados de forma muy parecida a como lo fueron los judíos por los nazis.
Rajoy no hubiera sido tan cruel.
Antón García, bastante tenemos con preocuparnos con lo que se hace como para preocuparnos con lo que quizá se haga. Cada problema, a su tiempo.
EliminarBueno, no está mal, ya sirve de precedente.
ResponderEliminarBuenas noches
José C.A. tienes razón. Pero en 1890, fecha de publicación de la novela, no encontraba cocaína en ninguna parte de Londres. Era morfina.
ResponderEliminarMiente Conan Doyle.
Es verdad que la cocaína la utilizó Freud como terapia contra la depresión, pero fue años más tarde. Hasta que se dio cuenta de los tremendos efectos que tenía.
Recuérdese que las aventuras de Sherlock Holmes se publicaban periódicamente en "magazines". Sencillamente Conan Doyle, que tampoco es santo de mi devoción, tomaba noticias de la época. En este caso, Sigmund Freud.
ResponderEliminarBueno, aunque el propio Conan Doyle era oftalmólogo sin pacientes, y Watson era doctor, para ti la perra gorda, podría ser cocaína. José C, A., ¿te das cuenta que estamos elucubrando sobre un personaje de ficción?
ResponderEliminarUn saludo
Yo creo que el problema de JLGM es que ignora un hecho fundamental: que el covid-19 se propaga también por el aire y se puede atrapar sencillamente respirando por la calle, cosa que los políticos no quieren que se diga públicamente para evitar el pánico. Pero hay virólogos que lo dicen y los chinos lo demostraron en Wuhan decretando un confinamiento absoluto (durante un tiempo estaba prohibido incluso salir de compras, sólo se podía bajar al portal a coger las bolsas que empleados del gobierno repartían). Y desinfectaron las calles, las fachadas de los edificios y todos los objetos exteriores en la ciudad de Wuhan. Se sabe también que en las ciudades o países donde llueve mucho hay muchos menos contaminados.
ResponderEliminarLo cual significa que cuanta menos gente haya en la calle, menos contaminados habrá. Es así de simple.
En cuanto a los niños, ellos son, sin que se sepa por qué, el vector principal de la contaminación asintomática - de ahí que lo primero que se hizo en China fue cerrar las escuelas, que creo que aún no están abiertas, a pesar de que el confinamiento se ha acabado.
Conclusión: si lo que se busca es que haya el número menor posible de contaminados (que es el objetivo principal de los gobiernos para que los hospitales no colapsen), hay que salir lo mínimo posible a la calle y sobre todo los niños.
Porque no hay más que dos opciones: cuanta más libertad y más excepciones al confinamientos, más contaminados. Y cuanto más estricto es el confinamiento, menos contaminados.
Todos los que como JLGM ponen pegas al confinamiento, por muy razonables que sean (y lo son), están escogiendo la opción de más contaminados, es decir de más muertos. La opción puede defenderse, pero hay que asumir su coste en vidas humanas.
Lo que es indiscutible es que la opción menos "cruel" de JLGM es más mortífera que la más "cruel" del confinamiento absoluto.
Se me olvidó decir que los perros no transmiten el virus y que por ello, desde un punto de vista estrictamente epidemiológico, está justificado que se les pueda sacar a la calle, contrariamente a los niños.
ResponderEliminarTambién quiero decir que yo no hago más que exponer hechos, sin juzgar en absoluto sus consecuencias psicológicas, políticas o filosóficas. Siendo de formación científica y trabajando con pruebas de hechos o con hechos probados mediante métodos científicos rigurosos, no me interesan las discusiones entre opiniones personales, por muy inteligentes y lúcidas que sean.
Pablo C. no trabaja usted con hechos, sino con opiniones, con prejuicios no confirmados. Si lo que usted dice fuera cierto, los políticos y las autoridades sanitarias serían los mayores criminales: estarían permitiendo que salieran a la calle (a pasear perros, a comprar, a trabajar --hoy se incorporan miles de ciudadanos--, a poner multas personas que se están infectando con el virus --que según este comentarista, pero ningún científico-- flota en el aire. El escándalo debería ser el gobierno que tenemos, al que habría que encarcelar, si eso fuera cierto, por poner en riesgo la vida de todos los españoles y evitar contener la epidemia.
Eliminar¿Se da cuenta de lo absurdo de sus opiniones, señor al que no le interesan las opiniones personales (ni los hechos, por lo que parece)?
Mezcla usted churras con merinas. Nadie pide que se vuelvan a abrir de inmediato las escuelas ni las universidades, sino que se permita (por su salud) a los niños pequeños dar una vuelta cerca de casa de la mano de sus padres. Los niños no son un peligro ni contagian ni se contagian más. Esa es una peligrosa majadería. Le reto a usted a que me muestre un informe científico que lo afirme. Ni los niños ni los adultos contagian a nadie si se mantiene el distanciamiento social (algo difícil en el interior de las casas). Infórmese: la mayoría de los nuevos contagios se producen en las residencias y en el interior de las casas (un familiar asintomático contagia a todos los que conviven con él). En el siguiente comentario le copio un enlace contra las dañinas patrañas que circulan sobre los niños y el coronavirus.
https://elpais.com/elpais/2020/04/03/mamas_papas/1585897899_412281.html?fbclid=IwAR1ZBnQXhXbCForKWNQJeivXnLYtAHsYty4K7dSdyyubK3kEbU17xe3D7_Q
EliminarNo termine dorándole la píldora a Martín, Pablo; las posturas en una discusión dejan de ser " inteligentes y lúcidas" cuando rozan la insensatez y el absurdo (en el caso de Martin no es que rocen, es que causan verdaderos desconchones). Lo que sostiene este bombre en cuanto a la teoría de los parajes solitarios no es que desafíe los principio de la biología o de la epidemiología, es que atenta contra la topografía o la simple geometría. Y hay que ser necio (poco inteligente) para no saber hacer ciertas cuentas sencillas, silogismos elementales y, sin embargo, encoraginarse con la peña a falta de otros recursos dialécticos. Y lo peor, en términos insultantes, que dicen muy poco de lo que él alardea y no acabamos de ver.
EliminarUna licenciatura en letras es bien poca cosa para según qué otras.
Lo peor, la grosería creciente, ya digo. Lo es, lo es...
En los geriátricos se contagian los ancianos pese a mantener la distancia recomendada, luego NO BASTA con esa caución. Sí importa y mucho respirar un aire ambiente cargado de microgotas infectadas de virus y tocar mobiliario y menaje contaminado. La mayor concurrencia (¿ masificación?) en las calles no cabe duda de que iba a aumentar tanto la concentración en el aire de gotículas infecciosas como el riesgo de contactar con el virus (manos, zapatos, ropa, la propia mascarilla).
EliminarQuienes censuran las medidas rigurosas que está tomando el gobierno no sabe de qué está hablando, aunque gesticule y sibreactúe mucho.
Leo ahora, con coraje, que he escrito " encoraginarse". Cosas de haber ido a la escuelina de doña Marcelina.
EliminarEste lunes miles de trabajadores "autorizados" a salir para empleos no esenciales llenarán los vagones de metro y cercanías, también los autobuses, a escasos centímetros unos de otros, y equipados, si hay suerte, con unas mascarillas regaladas, de dudosa garantía. Otros cuantos miles tendrán que hacer la compra, más o menos próximos a los demás compradores. En conjunto, las probabilidades de dispersión de virus y bacterias van a ser altas. Sin embargo, este mismo lunes seguirá estando prohibido a los ciudadanos pasear por parques o por caminos carreteros casi deshabitados, aunque guarden distancias de veinte metros de uno a otro. La cabeza que no capte el contrasentido de la situación y el disparate de mantener unas modalidades absurdas de confinamiento es una cabeza oxidada y blindada con hormigón a la entrada de aire fresco. O alternativamente es una cabeza que disfruta con la sumisión al autoritarismo, y aun vive bajo el lema "vivan las caenas".
ResponderEliminarVamos a llegar a los 20.000 muertos y a los 200.000 contagiados, cifras a las que hay que añadir la de sus cientos de miles de familiares. Los españoles estamos sufriendo como hace tiempo no se recuerda, y en este blog el debate se centra obsesivamente en la protesta por no poder ir a dar una vuelta mientras los privilegiados sacan a los perros de paseo. Verdaderamente lamentable y frívolo este debate que ha derramado ríos y ríos de tinta. Y luego nos burlamos del Marca...
EliminarAntón, que lo que acaba de decidir el gobierno para este " lunes negro" es una insensatez, no me cabe duda. Pero eso no desmerece la buena labor desempeñada hasta la fecha. Lo que ocurra de aquí en adelante no será subsidiario de las medidas rigurosas de aislamiento aplicadas hasta la fecha, sino producto de una opción que contradice lo anterior, un contrasentido absoluto.
EliminarAhora vendrán los rentistas del "¿no lo decía yo? Ignorantes...
Gracias, Antón, por decir mejor que yo lo que vengo repitiendo sin éxito.
ResponderEliminarJosé Luis, mi verdadero nombre es Antón García. Lo digo por si alguien empieza a jugar a la confusión.
EliminarLeo con retraso el diario de García Martín. Comparto muchas de sus opiniones pero últimamente veo que falla y chochea como estratega. Qué es eso de... "una persona sola que pasea por un bosque solitario, sin encontrarse con nadie, ¿contribuye a la difusión de la pandemia...? Respóndanme sí o no, señores, no valen subterfugios ni sofismas...". Faltaría más, sin encontrarse con nadie. O lo que es lo mismo: un conductor que supera la graduación de alcohol en sangre que permite la ley, pero que respeta la señalización y conduce con tiento y mesura, ¿pone en peligro la seguridad vial? Respóndanme sí o no, señores, no valen subterfugios... etc. Toda normativa, por racional que sea, es una cuestión de límites, y los límites la más de las veces son tan generosos y discutibles como arbitrarios. Tampoco viene a cuento rebajar el debate desbarrando con la Constitución y los nazis. El problema de García Martín es que escribe siempre en caliente y, ciertos temas, ya se sabe,requieren su tiempo. Agudice el ingenio, amigo. Ponga el dardo en la palabra como acostumbra pero dé en el blanco. Hágalo al menos por los que no tenemos perro ni niño pero sí ganas de respirar aire fresco.
ResponderEliminarOye, mira, sé todo lo cimarrón que quieras, pero no digas sandeces.
Eliminar"un conductor que supera la graduación de alcohol en sangre que permite la ley, pero que respeta la señalización y conduce con tiento y mesura".
Es un hecho fisiológico demostrado que NO SE PUEDE conducir con tiento y mesura cuando se supera la cantidad estipulada de alcohol en sangre. Simplemente, disminuyen los reflejos. Nada que ver con caminar solo por un monte, por un bosque, por un parque, a distancia de todo el mundo. Esto último no tiene ningún peligro ni lo ha tenido nunca. El conductor ebrio lo tiene, y muy serio.
¿Quién será este cimarrón? Sospecho que ya ha andado por aquí con otras máscaras que no disimulan su escasa capacidad de raciocinio. Conducir bajo los efectos del alcohol aumenta el número de accidentes; pasear por un lugar solitario, sin entrar en contacto con nadie, no contribuye a propagar la epidemia. La primera norma es racional; la segunda, una arbitrariedad. ¿Nota la diferencia? Por otra parte, las prohibiciones durante el estado de alarma se hicieron apresuradamente y han ido matizándose. Los preceptos que deben ser cambiados no se aplican en la mayor parte de los países democráticos, perjudican la salud de los ciudadanos (especialmente lo más vulnerables) y no contribuyen a evitar la expansión del coronavirus. Debería no solo permitirse, sino aconsejarse, salir un tiempo prudencial, cerca de casa, evitando contactos, etc, etc, más o menos lo mismo que ahora hacen los dueños de perros (con muy buen criterio por parte de las autoridades, por cierto).
ResponderEliminarDiscutir con alguien tan mal informado como usted sobre la epidemia del covid-19 es perder el tiempo. Afirmar que "ningún científico" dice que el virus "flota en el aire" demuestra que usted ni siquiera se informa de lo que dicen los muy moderados y políticos informes científicos de la OMS.
ResponderEliminar"El informe explica que, en el contexto de Covid-19, «la transmisión por vía aérea puede ser posible en circunstancias y entornos específicos en los que se realizan procedimientos o tratamientos de apoyo que generan aerosoles». La transmisión de aerosol [la suspensión de partículas diminutas de sólidos o líquidos en el aire u otro gas] hace referencia a la mezcla del virus con gotitas para formar aerosoles, que pueden flotar por largas distancias en un ambiente relativamente cerrado y causar infección después de la inhalación.
[...]
Respecto a su transmisión por el aire, la OMS especifica que, «hasta la fecha, algunas publicaciones científicas proporcionan pruebas iniciales sobre si el virus puede detectarse en el aire y, por lo tanto, algunos medios de comunicación han sugerido que ha habido transmisión por el aire. Estos hallazgos iniciales deben interpretarse con cuidado». Por el momento, la única certeza de transmisión aérea es la de entornos específicos relacionados con aerosoles."
https://www.abc.es/sociedad/abci-detalla-modos-contagio-coronavirus-transmite-aire-sirven-mascarillas-202003301433_noticia.html#vca=mod-lo-mas-p2&vmc=leido&vso=abc-es&vli=portada.portada&vtm_loMas=si
Ha leído usted bien: "ALGUNAS PUBLICACIONES CIENTÍFICAS PROPORCIONAN PRUEBAS INICIALES SOBRE SI EL VIRUS PUEDE DETECTARSE EN EL AIRE". Y le recuerdo que la OMS es una organización mundial que no puede permitirse el lujo de provocar el pánico.
Veo también que no habla usted en absoluto de la medida de confinamiento total que las autoridades chinas tomaron en Wuhan. ¿Por qué lo hicieron si la gente no puede contaminarse en la calle? ¿Son tontos los chinos, que han vencido ya a la epidemia en la ciudad donde comenzó? Tampoco habla del hecho de que en los lugares donde llueve mucho hay muchas menos contaminaciones.
Además lee usted muy mal. Decir por ejemplo que "Los niños no son un peligro ni contagian ni se contagian más. Esa es una peligrosa majadería", una afirmación totalmente gratuita y completamente falsa (si los niños no contagian, ¿por qué lo primero que se hizo por todas partes fue cerrar las escuelas?), demuestra que no ha entendido usted mi frase: "En cuanto a los niños, ellos son, sin que se sepa por qué, el vector principal de la contaminación asintomática", frase que significa que los niños contaminados, contrariamente a los adultos, casi nunca desarrollan la enfermdad, es decir casi nunca tienen el mínimo síntoma de ella, lo cual les hace parecer sanos. De ahí el peligro. Un adulto contaminado, con mucha frecuencia, al cabo de unos 5 días, muestra síntomas de la enfermedad, aunque sean leves (fievre, dolor de cabeza, fatiga, etc), lo cual permite que se le aísle para que no contamine a los demás.
Leyéndole se da uno cuenta de que es usted una víctima clara de uno de los sesgos cognitivos que más afectan a la gente que adora discutirlo todo: el sesgo de confirmación o sesgo confirmatorio, es decir "la tendencia a favorecer, buscar, interpretar, y recordar, la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas. Se trata de un tipo de sesgo cognitivo y un error sistemático del razonamiento inductivo. Las personas muestran esta tendencia cuando reúnen o recuerdan información de manera selectiva, o cuando la interpretan sesgadamente."
Y es evidente que discutir con gente víctima de ese sesgo cognitivo es totalmente inútil.
La respuesta de Pablo C. es de libro. Yo la imprimo para estudiarla con mis alumnos universitarios cuando sea posible. Confirma lo que yo digo, que la transmisión por el aire es una hipótesis no confirmada (que solo puede ser posible "en circunstancia específicas en que se realizan procedimientos que utilizan aerosoles" (en los hospitales, por ejemplo) y de ahí deduce que es algo comprobado y que se da en cualquier situación.
Eliminar¡Viva la lógica! Pablo C. no se da cuenta de cómo hace el ridículo ni de cómo ejemplifica aquello que dice combatir (lo del sesgo interpretativo).
Por otra parte, las escuelas no fue lo primero que se cerró, en Asturias al menos se cerró antes la Universidad, donde no hay niños, y bares, cines, etc.
Los niños que den positivo en el coronavirus pueden contagiar lo mismo que los adultos y por eso deben mantener el distanciamiento social exactamente lo mismo que los adultos. Y nada nos indica que haya más contagiados asintomáticos entre los niños que entre los adultos jóvenes o incluso menores de 60 años (para averiguarlo habría que hacer el test a toda la población). No dejarlos salir a la calle (en las condiciones adecuadas para evitar contagios) es un crimen contra su salud física y mental. Repito: una acción presuntamente delictiva. Y eso se determinará así, por los organismos correspondientes, en su momento. Yo no he podido impedirlo, pero al menos no he sido cómplice.
No debería decir más. Pero no puedo resistirme. ¿Tiene Pablo c. información fidedigna de lo que ha ocurrido en esa China a la que pone de ejemplo? ¿Ignora que es una dictadura en la que no hay libertad de información? ¿Ignora que todos los datos forman parte de la propaganda del gobierno chino y que no es posible contrastarlos? Mejor que nos compare con lo que ocurre en Alemania o en Dinamarca, con muchos menos muertos y medidas menos duras (menos estúpidamente duras).
Y otra cosa (qué fácil rebatir a este "bien informado"). Si fuera cierto, que el virus flota en el aire (una hipótesis no confirmada y que solo se daría en ciertos contextos, como él mismo indica en sus citas), ¿cómo es que se deja a la gente asomarse a las ventanas y respirar el aire de la calle e incluso hablar de ventana a ventana? ¿Solo flota a ras de suelo? ¿No llega hasta un cuarto piso? ¿Y hasta un primer piso? ¿Hasta qué altura flota? En fin...
Efectivamente, el señor Garcia Martín está lejos de ser aquello de lo que siempre alardea ( solemne majadería, por otra parte); una persona ecuánime, informada y objetiva; lo que se podria sintetizar en la noción de razonable.
EliminarSr. Garcia Martin, hay contrastadas opiniones científicas muy pesimistas.
ResponderEliminarYa no se trata de salir o no salir, sino que nos amenaza (o mejor ya esta aqui), un enemigo tan invisible como invencible.
Da igual que te laves las manos, que lleves mascarilla.
Me temo que estamos asistiendo a un apocalipsis, dentro de tres meses estaremos igual o peor.
¿El origen? Nadie lo sabe. Habra pocos supervivientes.
Y todo esto porque alguien no puede seguir con sus rutinas, paseo de niños incluido. Sensacional
ResponderEliminarPablo C, usted estará muy informado y muy leído, pero es tan refractario a la lógica como un ladrillo.
ResponderEliminarSi el virus está en el aire, casi ubicuo, ¿qué salvajada habría sido permitir ir al trabajo en masa ayer, lunes, y hoy? Y si fue razonable permitir esa masa contaminante ¿por qué no es razonable andar por caminos donde no circula casi nadie?
El síndrome de usted es asfixia por exceso de información y poco pensamiento, aderezado con obediencia servil.
Cómo se regularía "el andar por caminos donde no circula casi nadie"?
EliminarLo dejamos al sentido común?
¿Cómo se regula ir al supermercado, a comprar el periódico, sacar a pasear al perro? De la misma manera que se regulan esas actividades permitidas por la ley se regularían otras incomprensiblemente no permitidas en España, pero si en la mayoría de los países europeos.
Eliminar¡Pobre España! Para este anónimo --y hay muchos como él-- el que los niños (y los adultos) salgan a la calle, hagan ejercicio, es solo una caprichosa rutina de la que podemos prescindir. Una condena a cadena perpetua sería lo mejor para salud.
ResponderEliminar"La respuesta de Pablo C. [...] confirma lo que yo digo, que la transmisión por el aire es una hipótesis no confirmada." Veo que usted progresa. El 13 de abril de 2020, 9:19 decía usted que "ningún científico" afirmaba que "el virus flota en el aire". De ahí hemos pasado, según usted, a una "hipótesis no confirmada que solo puede ser posible en circunstancia específicas". El problema es que la OMS ha hablado de "PUBLICACIONES CIENTÍFICAS" que "PROPORCIONAN PRUEBAS".
ResponderEliminarEso por un lado. Por el otro, los estudios sobre el hecho de que el virus flota en el aire se acumulan. Dos ejemplos:
En varios medios de comunicación ha podido leerse la noticia: "En Japón teorizan sobre una tercera vía de contagio que no nos habían explicado", acompañada por un video titulado "Tercera vía de contagio del covid-19", que puede verse en youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=b7BYa1xshXw&feature=emb_title
Hechos confirmados por otro equipo de científicos, con otro vídeo que no deja lugar a dudas:
"Así se mueve el coronavirus en los pasillos del supermercado.
Un estudio indica que el virus puede transmitirse por el aire en espacios cerrados e infectar a otras personas."
www.abc.es/ciencia/abci-mueve-coronavirus-pasillos-supermercado-202004131043_noticia.html
A pesar de lo cual se permite a la gente ir a los supermercados incluso sin mascarilla. Lo cual responde a su pregunta: "Si fuera cierto que el virus flota en el aire [...] ¿cómo es que se deja a la gente asomarse a las ventanas y respirar el aire de la calle e incluso hablar de ventana a ventana?"
Ha olvidado usted que yo he comenzado diciendo "que los políticos no quieren que se diga públicamente para evitar el pánico." Como tampoco quieren que se diga el número exacto de muertos que es mucho mayor (en todos los países) que el anunciado.
Le recuerdo también que un tercio de los jugadores del Valencia que jugó el partido contra el Atalanta de Bérgamo (uno de los focos principales de contaminación en Italia) el 19 de febrero pasado fueron contaminados a pesar de las precauciones impuestas por los médicos del equipo. La única explicación del hecho es que en el estadio había miles de italianos contaminados que contaminaron el aire que los jugadores respiraron.
Lo vuelvo a decir: si los chinos decretaron en Wuhan un confinamiento absoluto (salvo para bajar a los portales a recoger la comida depositada por empleados del gobierno) durante un cierto tiempo, es porque sabían que el virus se propaga también por el aire, cosa probada también por el hecho de que en las ciudades en las que llueve mucho hay menos contaminados.
Eso no quiere decir, evidentemente, que sea una vía de contaminación tan peligrosa como la del contacto con un contaminado. Pero que hay gente contaminada por haber respirado aire en el que flotaba el virus es incontestable.
Para Pablo C. una "hipótesis no confirmada" es un hecho demostrado científicamente.
EliminarNo añado más. Ahí quedan sus palabras. Si alguien las toma en serio, con su pan se lo coma.
Se rumorea que dentro de pocos días se permitirán ciertas salidas controladas de niños, quizás también de adultos.
ResponderEliminar¿Qué se juega JLGM a que todos estos apóstoles del confinamiento a rajatabla y sin motivo comprobado, que ahora despotrican de los "temerarios" como usted (y como yo) van a estar encantados con la medida y van a elogiar la sabiduría de "las autoridades" y la mesura de "los gobernantes" y la prudencia de "los expertos"?
La abducción mental e intelectual de la población se ha consumado y es abrumadora. El pelotillerismo de las masas, abominable. La renuncia al pensamiento libre, individual e independiente es escalofriante y temible por lo que augura.
Cap, expertos en España los hay en todos los órdenes. Por eso supongo que usted también sería un buen seleccionador de fútbol.
EliminarVaya conflicto ser recalcitrante de izquierdas y tener que criticar a este Gobierno.
Antes de que se precipite infantilmente, le diré que no soy de Vox ni tampoco necesito que cada noche me cuenten un cuento de buenos y malos, simplemente soy muy malo y por eso duermo de maravilla.
Este apóstol del confinamiento advierte al Cap de JS de que una misma acción realizada en tiempos distintos tiene consecuencias necesariamente diversas. De modo que no es lo mismo "soltar" a los niños en las primeras semanas de confinamiento general, cuando están por evaluar muchos elementos de la situación y la adaptación necesaria aconseja no asumir riesgos incalculables, que hacerlo semanas o meses después, cuando ya se tienen datos y experiencias decisivos.
EliminarLa ralentizacion en los contagios y la consecuente menor presion sobre los recursos sanitarios que conlleva el confinamiento estricto va a permitir que se pueda asistir adecuadamente a una mayor parte de enfermos por coronavirus que de no haber tomado esa medida, porque acudirán a los hospitales escalonadamente en el tiempo y las altas van a aternarse con los ingresos de modo más conveniente: eso que llaman "aplanamiento de la curva". No es lo mismo que dos millones de españoles enfermen en el espacio de dos meses a que lo hagan en siete. Por lo mismo que no es idéntica cosa haber permitido que los niños hubieran saludo a la calle desde el primer momento de la eclosión de la pandemia que semanas después, cuando se dispone de datos epidemiológicos, científicos, que son los que deben guiar la labor de gobierno. Se están aventurado muchas frivolidades y opiniones insensatas que se nos quieren colar como ejercicios de racionalidad y defensa de los derechos cívicos, y no pasan de ser posturas caprichosas y resabios de un individualismo poco solidario. Casi indigna leer cómo algunos defienden desaforadamente verdaderas bobadas. En este caso no se libra usted de la critica, mein Cap,
Ps.- No sé si existe el abominable pelotillerismo de las masas..., pero el dirigido a persona concreta ya lo creo que sí.
Noto que se me está acabando la paciencia (cosas del encierro, aunque yo siempre he tenido poca con las tonterías).
EliminarSeñor F., entiéndalo de una vez, el que un niño pasee alrededor de su casa de la mano de su progenitor un tiempo prudencial al día ni ahora ni en el momento más alto de los contagios supone ningún riesgo. Lo suponen los policías y los militares que patrullan las calles sin guardar las distancias, no los niños. Lo repito: la medida de no dejar salir a los niños como se deja salir para ir a comprar el periódico o a pasear al perro (no de dejarlos a salir en grupo para jugar en el parque, que parece que hay gente a la que es necesario explicarles todo) fue, desde el principio, una medida gravemente dañina. ¿Queda claro? ¡Qué difícil aceptar que uno, con el pretexto de la salud, y el miedo metido en el cuerpo, ha aplaudida medidas gravemente perjudicales para la salud de los más débiles, de los que no votan!
No hace falta que te repitas, Martín, que no va a quedar más clara tu postura. Es esta la que resulta contraria a la de muchos (desde luego a la mayoría de los que pasamos por este Café, venturosamenre abierto), precisanente los que hilan mejor sus (las) razones: Pablo C. es el ejemplo por excelencia.
EliminarUn poco de calma no vendría mal, pese a todo.
Fíjese en lo que dice usted: que UN niño pasee cada día de la mano de su progenitor, etc. Que lo haga un niño, o cien niños, o mil, también lo suscribimos nosotros. Pero, ¿ se da cuenta usted de lo que supondría que todos y cada uno de los niños de este país saliera a la calle de la mano de un progenitor, sin coordinación ni ilusorio ( por imposible) control? Y ello sumado a los que también exigen salir un rato cada día a hacer ejercicio a la calle ( se ve que en casa no se puede, pero en el gimnasio sí), y además de los imprescindibles o autorizados?
EliminarNo, no sabe usted en qué país vive. Y no es una frase retórica.
Me alegra responder a ese sofisma, que mucha buena gente emplea para justificar ante sí mismos que apoyen una medida injusta, cruel e injustificable.
EliminarEn primer lugar, le diría que ese imposible se da en todos los países de nuestro entorno: Francia, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, Bélgica, Dinamarca. Los medios de comunicación está abusando de la buena fe de los españoles más ingenuos, se dice que en todos los países hay confinamiento, pero no se explican, sino en letra muy pequeña, las condiciones de ese confinamiento (búsquelas usted, y entérese: se llevará muchas sorpresas).
Y sigo: ¿sabe usted cuántas personas tienen perro en España? ¿Qué ocurriría si todos sacaran a pasear al perro al mismo tiempo? ¿Quién sería capaz de controlar eso?
¿Sabe usted cuántas familias hay en España? ¿Qué ocurriría si, al menos a un miembro de cada familia, se le ocurriera ir a comprar alimentos al mismo tiempo? ¿Quién sería capaz de controlar eso?
¿Sabe usted cuántos fumadores hay en España? ¿Qué ocurriría si a todos se les ocurriera ir a comprar tabaco al mismo tiempo?
No, estimado comentarista, no tiene usted razón No hay ningún motivo sanitario ni de "orden público" para unas medidas (impedir salir de casa un tiempo prudencial guardando la distancia social, cosa que no hacen siempre policías y soldados) que son crueles, injustificadas y profundamente estúpidas. En los países en que no se aplican (todos los civilizados, todos los democráticos, no los pseudodemocráticos) los muertos por la enfermedad no son mayores, sino menores que en España.
Y otra cosa: olvida usted que una mayoría de españoles, aterrados y adoctrinados por la televisión, no saldrían de casa ni sacarían a sus hijos aunque no se expusieran a multas, como ahora hay muchos que no salen ni a comprar y piden todo por Internet.
Poco sabe usted de salud si cree que el salir de casa y tomar el sol puede compensarse con hacer ejercicio en el pasillo (siempre mejor que no hacerlo, por supuesto).
Pero sacar el perro ( que no transmite el virus, debe usted saberlo) es un imperativo difícilmente evitable. Y a los niños (incontrolables en muchos casos) no se les puede llevar amarradoss con una correa echada al cuello.
EliminarLo ideal sería que nadie saliese; como no es posible, hay que " economizar" el mayor número de salidas posible, por lo menos al principio. Si terminan por relajarse las medidas será porque existan motivos que lo justifiquen, no por discusiones "de café".
A.J.T., incurre usted en todos los tópicos. Y yo le respondo, no porque creo que vaya a entender mis razones, sino porque hay otra gente a la que han inducido a pensar lo mismo que usted y a lo mejor con ellos hay más suerte.
EliminarEmpiezo diciendo algo que me olvidé en el último correo. En mi calle (calle Murillo, Oviedo, puede usted comprobarlo, que yo no hablo de oídas), una calle corta y peatonal que da a un parque hay dos niños y siete perros. En la mayor parte de las aldeas de Asturias, y en los pueblos de la España vaciada, hay más perros que niños, por lo que su argumento anterior creo que se cae por su peso.
Y ahora vayamos a los nuevos: los perros no transmiten el virus; los niños, como los adultos, tampoco si se mantiene la distancia prudencial (unos carteles dicen un metro, otros metro y medio, otros dos metros... de todos encontrará usted muestra en los locales abiertos).
Los niños son incontrolables... Qué cosas. Los niños llevan un mes encerrados en casa y están, sobre todo los más pequeños, aturdidos y sin entender lo que pasa. Debería usted ver a los pocos que la ley permite salir a la calle (los que viven con un progenitor que no tienen con quien dejarlos cuando ha de ir de compras), van de la mano, asustados, sin entender lo que pasa ni que haya en este mundo gente como A.J.T que apoya a quienes, para justificar que no aciertan a controlar la epidemia, se ensañan con ellos. Los niños --consulte pediatras, pedagogos, psicólogos-- necesitan tanto como los perros, al menos, salir a la calle para tener un desarrollo saludable. Las consecuencias de la barbarie que se les está aplicando (sin razón ninguna, repito, sin razón ninguna: y esfuércese usted en encontrar más sofismas que la apoyen) durarán años, a algunos toda la vida.
Lo ideal no sería que nadie saliese, está usted engañada. Si nadie saliese ocurriría un suicidio colectivo, además de que los contagios continuarían, como está ocurriendo, en los domicilios. En los países con cuarentena en que se permite salir por razones de higiene y salud física y mental (no solo a comprar alcohol, comida o tabaco) los muertos por la epidemia son muchos menos que en España. Tengan usted en cuenta este dato, que le va a ser muy difícil de explicar al gobierno cuando todo acabe y se cree la correspondiente comisión de investigación.
Señor. se comporta usted como un fanático y tiene (lo vengo observado desde un día que pasé por este blog esperando topar con algo que tuviese que ver con la literatura) una manera de confrontar de una destemplanza y una desconsideracion hacia el interlocutor (a veces sin dirigirse siquiera a usted) que me llama poderosamente la atencion, por decir algo atenuado. Creo que no sale usted bien parado en la opinión de los que apenas si sabemos de su andadura, a no ser que es profesor y crítico literario, lo que en modo alguno le capacita para que sea tan prepotente.
EliminarUsted sabrá lo que que conviene.
Y usted sabrá lo que lee, señor Antonio Jiménez T. Si llegó a este blog esperando que tuviera algo que ver con la literatura y no lo encontró, ¿por qué vuelve a él? Un comportamiento un tanto extraño el suyo. Y si no sabe de mi andadura ni ha leído ninguno de mis libros, ¿qué pinta aquí? Las opiniones tienen mayor o menor valor según en boca de quien estén. Y hay que saber con quién se está hablando (cuál es su trayectoria) antes de descalificarlo.
EliminarTienes toda la razón. Yo no sabía en qué país vivía. Ahora lo sé y me aterra.
ResponderEliminarAdmirado José Luis, no sabe usted cómo agradece uno sus contundentes argumentos cargados de razón en mitad del Apocalipsis. El contumaz irracionalismo reinante permite que mucha gente, la mayoría por desgracia, apoye el ensañamiento con los niños (y también con los adultos). También nos aterra a muchos las consecuencias del confinamiento en las sumisas y gregarias mentes de nuestra mayoría de conciudadanos. El confinamiento físico terminará algún día, no estoy tan seguro de que el otro confinamiento, el confinamiento mental, se acabe pronto. Por otro lado, el sostenella y no enmendalla del Gobierno con respecto al duro confinamiento/ensañamiento (el más duro del mundo civilizado) le va a costar más votos de los que se imaginan entre votantes progresistas como es mi caso. Broncas y discusiones está soportando uno por tratar de poner sentido común entre amigos y familiares. No hay manera, el dogma del «Quédate en casa» ha calado tan hondo que se ha convertido ya en verdad absoluta. Y el disidente, el que trata de introducir matices en la siempre poliédrica realidad, es acusado de hereje, veremos a ver si en breve lapidados en la plaza pública (y vacía) por la gestapo balconera y sus secuaces. Así que lo entiendo perfectamente. Un cordial saludo.
ResponderEliminarCon qué profundos conocimientos rebate usted las medidas del Gobierno? Me refiero,además del sentido común del que hace ostensible gala.
EliminarEl otro día un taxista me explicó lo que se debería hacer, y tomé nota, igual que hice en la crisis de 2008. Uno aprende aquí y allá del sabio pueblo.
Por último, le iba a preguntar cuál es el número de su licencia,lúcido polemista?
Qué cosas, Gladius. No me extraña que no se atreva a firmar con su nombre. Las medidas arbitrarias del gobierno se rebaten solas: no tiene usted más que enterarse de cómo es el confinamiento en Inglaterra, en Alemania, en Estados Unidos, en Dinamarca, en Bélgica, en Holanda... ¿Todos esos países están equivocados al permitir, e incluso aconsejar, salir a la calle manteniendo las distancias sociales? Se prohíben los grupos, pero se permite a las familias salir juntas (ya viven juntas) y en algunos países se puede ir de dos en dos; por supuesto, se permite utilizar los parques (guardando las distancias) y pasear por los bosques. ¿Todos esos países están equivocados? Pues controlan la epidemia mejor que España, el país con más muertos (en términos relativos, que es como deben tenerse en cuenta estas cosas) de todo el mundo.
EliminarPiense en esto, anónimo comentarista, la próxima vez que tome un taxi. Y no deje que le engañe el martilleo televisivo.
Respuesta a Luis: Muchas gracias. Sus palabras me reconfortan. No todo está perdido. Aún hay gente que no ha perdido la razón en España. Pero me temo que se trata de una minoría. Se avecina una "década ominosa" como la que sucedió al Trienio Liberal en tiempos de Fernando VII.
EliminarHay una cuestión inquietante, cuando este virus permanecía en una Wuhan hermética, una metrópoli de 12 millones de habitantes, nosotros veíamos los otros desde la barrera. Que si los chinos comían murciélagos, serpientes, etc.
ResponderEliminarEsto fue anteayer, ¿cómo es posible que la pandemia haya estallado en el resto del mundo con aún mayor virulencia?
El Cap de JS, me imagino que esta pandemia no está provocada por Fu Manchu. Le respondo lo mismo que a JLGM, hay miles de sanitarios contagiados, millones de muertos, y ud. solo se preocupa de su bienestar y la supuesta "abduccion" de los "otros", de la falta de libertad de pensamiento ¿?
ResponderEliminarLe respondo como el autor de este blog, eso es una idiotez.
El Cap de JS, por no referirme a JLGM, ¿las masas? Pues tú perteneces a ellas. ¿Sabes cuántos niños se mueren de hambre?, ¿sabes cuantos niños no tienen hogar donde quedarse?
ResponderEliminarMe ponéis de mala hostia, como.
Empiezo a enfadarme con este El Cap de JS, abducción mental e intelectual de la población, pelotillerismo (sic) de las masas, ¿pensamiento libre?
ResponderEliminarMe cago en tu puta madre.
No esperaba encontrarme este nivel aquí.
Martin, eso de "una hipótesis no confirmada es un hecho comprobado cientificamente", nos lo tienes que explicar.
ResponderEliminarEs discutir con una piedra, Pablo, te lo aseguro.
ResponderEliminar¿Una hipótesis? Los hechos científicos, mi querido Martin, se demuestran, no se confirman. Si yo digo que mañana va a llover, y llueve. Esta confirmado, ¿es científico? No tienes ni puta idea.
No volveré a hablar aquí, aunque hay gente que me cae muy bien. F, benito de soto, Jesús Castellano.
ResponderEliminarNo llega mi masoquismo a tanto. Hay que ver que tonterías.
A ver si es verdad y no vuelves a aparecer por aquí. Pero volverás con otro apelativo, qué se le va hacer. Hay cosas peores.
EliminarAhora yo debería hacer lo que hiciste tú trapaceramente en otra discusión sobre otro asunto: felicitarte por coincidir con Vox. Qué buena compañía. Es lo que pasa cuando se escupe para arriba.
ResponderEliminarPues a mí no me importa coincidir (si es que coincido, en algunas cosas creo que sí) con Vox, amigo Piquero. Me importa tan poco como a un vegetariano coincidir con Hitler. Lo que importa son las razones que se dan para afirmar algo; luego todas las coincidencias son bien venidas.
ResponderEliminar¿Y en qué creo coincidir con Vox? En que el comportamiento del gobierno y de las comunidades autónomas de las que dependían con las residencias de mayores puede haber sido delictivo. Se sabía que eran el grupo más vulnerable desde el principio y no se les protegió adecuadamente. No se hizo, por ejemplo, el test del coronavirus a sus cuidadores para garantizar que nadie que diera positivo entrara en contacto con ellos. Se prefirió machacarnos con el quédate en casa y encerrarnos con la policía patrullando las calles. Los mayores que no pisaban la calle murieron como moscas. A alguien habrá que exigirles responsabilidades por ello. Yo me sumo a quien lo haga, sea Vox o el lucero del alba.
Y si Vox se sumara a la defensa de la infancia, bienvenidos.
Coincido con usted, Martin, en que la obsesión de asemejar cualquier comentario a la ideología de VOX es una reacción bastante infantil.Si Abascal dice que dos y dos son cuatro, habrá que contestarle que dos y dos recortes son cinco recortes. El maniqueísmo nubla las razones. Otros muchos pensamos que la imprevisión con que se ha actuado en esta crisis es deplorable, al margen del ideario político de cada uno.Y pensamos también que las responsabilidades habrá que ventilarlas cuando esto acabe,ahora deben cerrarse filas con el Gobierno como vemos que se hace en los países civilizados.
EliminarCoincido con todo, Antón (y me alegra), salvo en lo de cerrar filas, que no es una buena solución, salvo en una guerra (y esta lo es solo metafóricamente). Por cerrar filas, se están pasando por alto muchos disparates. El parlamento ha dejado de cumplir su función, la opinión pública no existe, y así nos va. No solo es por imprevisión por lo que somos el país con más muertos (en cifras relativas, teniendo en cuenta la población) de todo el mundo, sino por un inadecuado tratamiento de la epidemia, insistiendo en medidas punitivas, y descuidando las que podrían ayudar a contener los contagios más allá del machacón "quédate en casa".
EliminarLa policía, las policías, convierten la persecución de los infractores del confinamiento en un filón para hacer caja. Multas y más multas, como siempre, hayan o no hayan puesto en riesgo a nadie. Ya circulan vídeos donde se ve a la poli persiguiendo en helicóptero a alpinistas en una cumbre, por haberse saltado las normas. En una cumbre, en mitad de la nada.
ResponderEliminarYo no gravo las infracciones policiales que veo (respeto las normas, no como ello), pero anoto día, lugar y hora, por si alguna vez alguien trata de desmentirme de que se han saltado una y otra vez las normas sanitarias multando a quienes las que no respetan son las arbitrarias.
EliminarPara Cillero
EliminarY no solo eso, creo que en Badajoz detuvieron el lunes a dos ancianas por darse los buenos días n el portal y las siguen torturando.
Cuanta gilipollez, cuanto paranoico.
Eso se lo dirás a Cillero, Anónimo, pero no a mí, que no cuento ningún se dice, sino lo que veo cuando salgo en las circunstancias permitidas por la ley. Y anoto fecha, lugar y hora, porque luego algunos, avergonzados de haber aplaudido el disparate, dirán que son invenciones.
EliminarPues será en mi tierra ovetense, porque aquí en Madrid jamás he visto la menor falta de respeto por parte de la policía. Y debe tenerse en cuenta mi opinión,pues soy médico y me paso muchas horas al día de acá para allá visitando enfermos.
EliminarAsí que, por favor le pido, si le divierte crear mal ambiente déjelo para otra ocasión mejor, ahora ignora usted que estamos se rodillas y faltan respiradores pero sobra el veneno de políticos y ciudadanos desquiciados.
Ojalá no le toque a usted nunca vivir el dolor que estoy viendo. Después de treinta años ejerciendo la medicina me costará superarlo.
Pues no es que será, es que es en su tierra ovetense. Todo lo que yo digo lo he visto "con mis propios ojos". Así que como yo no discuto que usted no haya visto ninguna falta de respeto por parte de la policía, no discuta usted lo que yo he visto. Y que el número de multas a quienes caminan solos y sin poner en riesgo a nadie es de algunos cientos de miles no es un dato que dé yo, sino un dato que los periódicos dan como oficial, discuta con ellos.
EliminarOtra cosa, no utilice la enfermedad y el dolor como coartada, no se escude en ellos para negar la libertad de opinión. Todos somos solidarios con los que sufren y hacemos cuanto está en nuestras manos para evitar su sufrimiento (yo al menos, lo hago). Pero no nos pida que bajemos los ojos, dejemos de pensar y seamos cómplices de lo que se está haciendo mal.
¿Y qué se está haciendo mal? Pues, por ejemplo, poner tanto empeño, si no más, en evitar actividades que no perjudican la salud de nadie, sino que la mejoran (y usted como médico debería saberlo) como en evitar otras que están contribuyendo a la difusión del virus (no se hacen suficientes test a los trabajadores sanitarios para evitar que sigan trabajando los contagiados asintomáticos; tampoco se hacen los suficientes a las fuerzas del orden, "educadas" o no, que salen diariamente a la calle (muchas veces sin respetar entre ellos la distancia de seguridad: yo tengo bastantes ejemplos atestiguados) y que pueden ser vehículo de contagio.
Yo no ignoro nada sobre el dolor que estamos pasando ni lo ignora nadie: se muestra diariamente en todas las televisiones. Lo que se ignora son otras cosas. Y si alguien tiene la culpa de que falten medios o respiradores (parece que no en todas las autonomías, aunque no se decidiera a trasladar enfermos), no le eche usted la culpa al ciudadano que cumple con su trabajo y paga religiosamente sus impuestos.
Por favor, no me va a comparar usted las imágenes de dolor que ve en el Telediario con el sufrimiento que percibo yo cada día a escasos centimetros en ancianos y sus familiares.
EliminarY lo que me queda por ver, porque se equivoca quien cree que en un par de meses va a regresar la normalidad casi en un cien por cien. Yo, personalmente, opino que hasta finales de año no podremos recuperar una cierta seguridad vital.
Por cierto,soy médico de familia.
Como no da ningún nombre, lo mismo podría ser arzobispo de Constantinopla, señor mío. Si es médico, es un médico con poca experiencia. ¿No se morían los ancianos y a veces de manera muy dolorosa a escasos metros de sus familiares antes del coronavirus? Por cierto, ahora se mueren solos sin nadie "a escasos centímetros de ellos", y menos un médico de familia. ¿Usted cree que no había enfermedades terribles antes de esta epidemia? Qué poco sabe del dolor humano para ser médico. Hay muchas enfermedades en el mundo, aunque ahora parezca haber solo una. El dolor, desgraciadamente, no se ha inventado con el nuevo virus.
EliminarCrítica usted las medidas de los políticos y de los epidemiólogos. Y ahora también me dedica una respuesta impertinente. Mi diagnóstico sobre usted es que padece neurosis en grado moderado. Mientras no cierre este blog jamás se curará. Cuídese mucho, que a sus años la salud se resiente.
EliminarSe agradece el consejo, como debe hacerse siempre con los consejos bien intencionados. Solo una precisión: yo no crítico a los políticos en general (no critico a Angela Merkel ni a tantos otros líderes europeos que están combatiendo eficazmente la epidemia) ni critico a los epidemiólogos porque todavía no he escuchado a ninguno decir que quien pasea solo por un lugar solitaria tenga algún riesgo de contagiarse o de contagiar a alguien. Y dudo mucho que ninguno, con nombre y apellidos (no me refiero a anónimos ni a bulos que circulan por ahí) se atreva a afirmar tal cosa.
EliminarJosé Luis Piquero, me acuerdo de ese debate. El otro día, cuando vi la foto del despacho de Abascal con el pimentón en la mesa, me dije "que no se entere nuestro amigo que yo también uso pimentón". Ahora ya puedo estar más tranquilo.
ResponderEliminarQue tal Piquero, ¿cómo va eso? ¿Que tal Pelayo?
ResponderEliminarFuimos amigos y lo seguimos siendo
Un saludo
¡Víctor, cuántos años! ¿Cómo tú por aquí? Claro que me acuerdo.
EliminarBien, no pienso volver a entrar en otra estéril discusión sobre la epidemia. Yo me refería a otro tema, tus recursos dialécticos. Cuando una vez expresé una opinión y tú la rebatiste diciendo que Vox opinaba lo mismo, y seguiste repitiéndolo varias veces y a muchos se les quedó, como quien marca a alguien. En fin, no vale la pena.
ResponderEliminarPues no, Piquero, mis recursos dialéctico han sido y son perfectamente válidos. Me minusvaloras mucho si piensas que yo rebato una opinión porque coincida con Vox. ¿Por quién me tomas? Yo no reacción como tú. Es cierto que tu idea sobre la unidad de España y el rechazo del independentismo catalán coincide con Vox y que tú te ofendiste porque te lo señalé, cuando lo que debías haber dicho es: pues en ese punto, no en otros, creo que están en lo correcto. Es lo que yo hago cuando mis razonadas opiniones coinciden con las de un partido cuyo ideario en su conjunto no comparto, por ejemplo Ciudadanos, con quien coincido en que debería legalizarse, no prohibirse, la prostitución. Yo no soy como tú, Piquero, no te empeñes. Yo me ejercito todos los días en el razonamiento lógico.
EliminarNo, te ejercitas todos los días en la trampa dialéctica. Trampas dialécticas, en plural, porque las usas de muchos tipos. Acabas de volver a hacerlo. Te las has arreglado para introducir de contrabando algo totalmente falso pero que queda dicho: que mi idea sobre la unidad de España y el independentismo coincide con la de Vox, que viene a ser como si yo digo que en esta crisis sanitaria tú apoyas la postura de Vox. ¿Cómo se puede ser tan manipulador?
Eliminar¿Y dónde está la manipulación, querido amigo? Puede ser que yo te entendiera mal (o que tú te explicaras mal), pero creí entender que aplaudías en encarcelamiento de políticos catalanes por tratar de llevar a cabo su programa electoral y que te oponías rotundamente a que se consultara a los ciudadanos de Cataluña sobre si querían o no seguir formando parte del Estado español. Si te entendí mal, disculpa. Me alegra que no coincidas en eso con Vox. En cambio a mí, si defienden (no lo sé) en esta crisis sanitaria la misma postura que yo, no solo no me ofendo, sino que me alegro: no todo es blanco o negro, algo bueno tenían que tener.
Eliminar"Puede ser que yo te entendiera mal" o puede ser que me entendieras perfectamente y prefirieras manipular mis palabras, as usual. En fin, paso. Así ganas tú los debates, utilizando todo tipo de falacias: ad hominen, petición de principio, hombre de paja... ¡Todo el repertorio! Y por desistimiento del contrario. Pues nada...
EliminarLo que me gustaría oírte, Piquero, es defender el derecho de los ciudadanos de Cataluña a expresar libremente en referéndum si desean o no seguir formando parte del Estado español.
EliminarSino me equivoco, fue Galdos narrando las aventuras napoleónicas, en el sitio de Zaragoza, cuando una gran rata (llamada precisamente "Napoleon") se aprovechaba de cadáveres y moribundos.
ResponderEliminarHasta que consiguieron zamparsela claro
Este "Unknown" (un tal Víctor al parecer) tiene menos palabra que un político en campaña electoral. Cada poco avisa con que se marcha para siempre y aquí lo tenemos a todas horas, pertinaz como la sequía en tiempos del Caudillo. ¿No podría por lo menos no hacer más que una intervención de cada vez? Se lo agradeceríamos.
ResponderEliminarAlgunos de ustedes son partidarios de que la restricción con los niños a salir a la calle se hubiese levantado desde el primer día en que se decretó el confinamiento; otros lo son de no hacer ningún distingo con los adultos. Mi opinión es que, como parece ser que se va a hacer ahora, se vaya flexibilizando el régimen de encierro y proceder a la salida controlada de los menores un rato cada día. Pero ahora, no antes. En mi opinión, haber permitido esta salida desde el principio hubiese sido irrezponsable y precipitado.
ResponderEliminarSi tenemos en cuenta que tsmbien hay quines exigen poder hacer ejercicio en la calle, que otros posean su perro, más las personas que van al trabajo o a hacer la compra, etc, caso de haber accedido a esas medidas de excepción pudiera resultar que en determinados momentos la afluencia a los espacios urbanos fuese muy numerosa. Ante una amenaza tan indeterminada (y por ello temible) como esta del coronavirus, el sentido común dice que las precauciones a tomar deben de ser extremas en un primer momento y solo susceptibles de ser levantadas a medida que se van teniendo conocimientos fiables de la evolucion epidemiológica. Que es precisamente lo que está haciendo este gobierno. Al respecto he de decir que no comparto la desconfianza extrema hacia las medidas que se vienen tomando, que cuentan con el asesoramiento de un ejército pluridisciplinar de profesionales entregados a combatir esta pandemia.
Pues no, señor, Arturo Segarra, no tiene usted razón. A pesar de lo que dice el sentido común, este gobierno no tomó "medidas extremas de confinamiento en un primer momento" para luego irlas suavizando. ¿Le parece a usted una medida extrema que se permitiera ir comprar tabaco o el periódico o a trabajar en trabajos que nada tenían de esenciales (desde el principio vienen a cortar el césped en el parque que está al lado de mi casa, por el que en cambio no dejan pasear a solas) o a pasear al perro?
EliminarA los que se vetó, contra toda razón, fue a los niños. Y no se trata de que se abrieran los parques para que pudieran jugar juntos, sino que se les permitiera, como a los perros, salir media hora al día a dar una vuelta alrededor de casa de la mano de un adulto. Estoy hablando de niños de dos, tres, cuatro años... Lo que se les ha hecho y se les sigue haciendo (en España, no en los otros países de la Unión Europea ni en el Reino Unido o Estados Unidos) es algo injustificable y difícilmente perdonable.
Apague el televisor, no se crea todo lo que le cuentan, y medite un poco si está justificado tomar medidas punitivas (y contra los seres más vulnerables)que en nada ayudan a evitar la difusión de la enfermedad.
Irlanda, Alemania, Dinamarca, Suecia... también disponen de ejércitos pluridisciplinares de profesionales, aunque no alcancen, naturalmente, la categoría de la avanzadísima (científicamente) España. Y sin embargo los ciudadanos de esos países pueden salir a caminar, incluso en pareja, por las calles. Así que su razonamiento adolece de cierta cojera.
EliminarHabría que aclarar que el razonamiento que adolece de cierta cojera (por decirlo de una manera amable) es el de Arturo Segarra.
EliminarMe dice don F que con el rechazo al confinamiento irracional caigo en "posturas caprichosas y resabios de un individualismo poco solidario", sugiriendo torpemente que la reivindicación de exclaustramiento la hace uno solo para sí mismo. Respirar aire puro y caminar, "posturas caprichosas", lo que hay que oír.
ResponderEliminarA mí en cambio lo que me parece desmesurado e insolidario es el encarcelamiento obligario y masivo de una población de millones sin justificación suficiente. Y "par voie de conséquence" es insolidario ese compromiso incondicional con el servilismo de que viene haciendo gala don F desde que empezó la plaga. Renuncia a la racionalidad y al pensamiento libre en aras de la servidumbre a "la superioridad". "Sí, bwana", al encierro colectivo. "Sí, bwana", al bandazo del lunes permitiendo llenar el metro y los buses. "Sí, bwana" anticipado al permiso de salida de niños cuando "la autoridad competente" lo decida. Primacía universal del principio de autoridad. Vaya con los antiburgueses. Y este vergonzoso ir dando tumbos pretende justificarlo en que, claro, es que no es lo mismo al principio que ahora, y que ahora se sabe más de la plaga. Menuda filfa. De la plaga se sigue sabiendo poquísimo. No necesita F justificarse con piruetas peregrinas ni con rezongos traídos por los pelos: en su situación, ya lo justifica con creces el miedo cerval.
¿Y qué me decís de Madame la Marquise(Álvarez de Toledo)?
ResponderEliminarCon sus tres nacionalidades y sus chistes de perro;total...como un español de a pie(según ella).
Lo de "confinamiento irracional" lo dice usted, mein Cap, no yo.
ResponderEliminar¿Es usted cura, mein Cap? Sus modos sinuosos me lo sugieren. Me puedo equivocar, claro, que hay mucho ex seminarista suelto. No es crítica, que todos tenemos derecho a buscarnos el avío que nos cuadre mejor. A usted le parecerá desmesurada la cautela porque carece del más elemental conocimiento de la gravedad de lo que está ocurriendo, de ahí que no aporte ningún argumento de entidad científica, solo acarreo de melopea sensiblera y un vano afán por pasar por exquisito de pensiero, guapito de cara, finito de cutis. Y puestos a ser serviles..., alábeme el gusto: yo lo seré de un gobierno laborioso, usted de un buen Martín en horas bajas y precisado de aduladores insulsos. Ni color.
Lo de "si wana" es de las cosas más estúpidas que haya leído últimamente.
El que debiera precaverse es el Cap, que servidor ya padeció el morbo chino y se ha quedado tan inmune como borbón en ejercicio o en sabroso emeritaje; así que lo del miedo cerval no es más que infundio de taller de corte y confección.
PS.- Decididamente, si no es cura fue seminarista: ese contoneo...
¿Por qué dará uno de paso estos comentarios?, me pregunto a menudo. ¿A qué vendrá eso de si uno ha sido seminarista o no? Lo que está pasando será de una gravedad extrema, pero creer que eso se soluciona evitando que una persona camine sola por la calle o por el campo es de una estupidez que cuesta creer que alguien medianamente racional pueda sostenerlo.
Eliminar¿Y eso lo pregunta un profe de Literatura? Un cafetero perspicaz saludaría ese raro apéndice agitando el "lito" al aire desde la caja registradora, porque de seguir tan plasta y borde el negocio o cierra o será como otro de esos antiguos cafés de Porto, ayer chic, hoy transido de mochileros, intercambiable con la churrería "Amarante", en el estribo de la Vía Catarina.
EliminarPorque este Café, de un año a esta parte o cosa así, inició un
descenso gradual pero sostenido en la calidad del artículo y descuidó hasta las orlas, mandorlas y logotipos de cartas y servilletas, para caer en una ordinariez que, por comparación, pudiera resultar aseada y sostenible, pero bastante devaluada al fin y al cabo, cssi disuasoria, a falta de cierta clientela que o cambió de café, o se retiró del vicio o no soportó más los malos modos del hostelero prepotente, que si agita el paño blanco es para amenazar o matar moscas, nunca para decir adioses o para orear un local que bien lo necesita.
Resisten unos pocos, pero faltan los mejores. Vos mismo, que dice ahora la muchachada.
Ps.- Y no me refiero solo al apartado de comentarios, no... Eso sí, peor está von Trapp, que rompió el contador para que no se notara el número decreciente de la diestra clientela, pese a haber tanto conservero afín en su parroquia.
Siento decirlo, pero este blog, que lleva ya unos cuantos años, no se creó para que los ociosos disparaten en los comentarios. Su finalidad es más modesta: permitir que quienes no pueden comprar los periódicos en que aparece semanalmente (El Comercio/La Voz de Avilés) y se interesan por mi diario puedan leer las diversas entregas antes de que se reúnan en volumen. Eso es todo. No aspira a más audiencia que la de mis habituales lectores, que no son legión. Los que entran aquí despistados mejor harían en irse con la música (o la tabarra) a otra parte. Les recuerdo que mis ingresos son los mismos si lo leen mil personas que si lo leen cien mil.
EliminarA F(melancólico): Cierto. Yo fui uno de los expulsados por Von Trapp. Y nada que ver los modos de Von Trapp con la hospitalidad de JLGM.
EliminarA JLGM: También estoy de acuerdo con F (el melancólico) en que los comentarios de los clientes han perdido interés, al menos para mí. Ya sé que no es responsabilidad del hostelero, sólo constato lo que me parece un hecho. Y gracias por facilitarnos tus cuitas aquí; El Comercio y La Voz de Avilés no son precisamente mis periódicos de cabecera.
¿Soy muy vanidoso, Benito de Soto, si indico que quienes entren en este blog me parecen que estar interesados en leer el blog y no las ocurrencias de los espontáneos? Si no les interesa mis anotaciones, deberían buscarse otras lecturas.
EliminarTambién el buen Martín sabe disimular cuando le conviene. Dice que publica este blog solo para aquellos que no puedan o no quieran leerle en el diario El Comercio, y eso no es del todo cierto: en el blog se da opción a los comentarios (en el periódico, no), se imagina cualquiera que porque le interesa saber qué efecto producen sus escritos en los posibles lectores. Luego si se "abre" a esa posibilidad, ¿a qué tantos remilgos porque la gente opine del tema según su entender o de asuntos que suelen, por lo general, tener alguna conexión con lo publicado o con algún comentario que provoque el debate? Tampoco es cierto que no interese cada entrega del autor, que supongo que casi todo el mundo ha de leer; yo lo hago y confieso que me satisfacen unas veces más que otras; lo hacen las crónicas viajeras y las posturas estéticas ante la realidad del mundo circundante; menos, mucho menos las disquisiciones políticas y, desde luego, nada en absoluto el trato descortés, abrupto, casi insultante que reserva a los "tertulianos" que le contradicen o que expresan opiniones diferentes a las suyas. Tan es así que no exagero si digo que no conozco ningún otro caso comparable al suyo, de patrocinador de un blog que demuestre menor empatía o mayor actitud despectiva o vejatoria hacia quienes, sin faltarle al respeto, manifiestan libremente su pensamiento. Y eso no debiera envanecerle..., mucho menos hacerle creer que se distingue del resto por nada que sea bueno ni inteligente. En cuanto a que Martín esté en posesión de una clarividencia, un tacto o una sensibilidad (lo que él llamaría inteligencia) por encima del común de las personas que pudiéramos denominar cultas..., siento desengañarle: demasiado componente de obstinación, visceralidad, parcialidad, capricho y hasta ceguera en su manera de discurrir, lo que le hace -en mi opinión, pero es la que ahora cuenta- figurar entre un buen elenco de personas, más o menos educadas, de un perfil intelectual parecido y bastante corriente, pese a lo que él piense, que no todo se consuma y acrisola en la literatura. Nada original y bastante errado en ocasiones: su devoción por el candidato a una eventual Tercera República Española es hilarante, por anómala en alguien que es progresista y que dice de sí mismo que está en posesión de una inteligencia superior (?).
EliminarTiene que seguir progresando adecuadamente.
Estamos en tiempos en que hay que ser benévolos con los sufridos ciudadanos. Mientras no insulten, cualquiera puede decir lo que quiera en este lugar. Si así ayudo a paliar el mal rato que todos estamos pasando, pues me alegraría.
EliminarVale.
Eliminar¿Lloverá en Buenos Aires?
ResponderEliminarSeñor F, el no tener razón no le justifica para echar mano de insensateces tan descabelladas como la del seminario o la de ser servil a Martín. Coincidir con el anfitrión en algo tan razonable como la reivindicación de libertad y de racionalidad es solo un motivo de contento. Por cierto, crece el número de voces que reivindican lo mismo, lea la Prensa. Ya es triste que nos obliguen a ser los más papistas, los más sufridos, o los más tontos de Europa.
ResponderEliminarLe debo una explicación, mein Cap; mi presunción de que usted pudiera ser clérigo viene inducida por algo de lo que ni yo mismo era consciente hasta hace un rato: el JS que remata su divisa.
EliminarSepa que mantengo correspondencia con un miembro de la orden que fundó Íñigo de Loyola y en el membrete de sus cartas figura su nombre con las siglas SJ (Societatis Iesu) al final. Que usted signe sus mandados a este blog con esas mismas letras (aunque en sentido inverso, es cierto) me movieron a suponerlo, aunque de manera subliminal, sin ser consciente de ello. Claro que ayudaron, y mucho, sus maneras algo untuosas, que asimilé con el proceder curil.
Atentamente.
Venga, Piquero, aqui tienes un amigo.
ResponderEliminarAlgunos detractores de Stalin y de los desplazamientos forzados y manipulaciones de población, están descubriendo las virtudes del padrecito durante la encerrona. Encantados con las imposiciones, con la violación de derechos, con la privación de aire libre y espacios abiertos.
ResponderEliminarUn gobierno puede tomar medidas que protejan a sus gobernados, pero no puede usurpar mi derecho individual a correr ciertos riesgos calculados. Es muy indignante. No me puede prohibir hacer alpinismo, conducir vehículos, tomar Prozac o estimularme con láudano. Tampoco tiene derecho a impedirme caminar por un pinar vacío de gente, o estar en la cima de un monte. Yo elijo mis riesgos. Menos aún tiene derecho a multarme solo porque he desobedecido, aunque no haya puesto en peligro a nadie. En Portugal ya han decidido no multar por incumplir una encerrona de eficacia más que dudosa. (En los hogares debe haber miles de asintomáticos contagiosos hacinados a la fuerza, contaminando a destajo). Es que los portugueses, sin ninguna duda, son más respetuosos del ciudadano y sus derechos. Resumiendo, más civilizados, qué suerte tienen, ahí al ladito.
Bueno, una entrada, pero lo digo todo. Desde hace días mi afición a observar el comportamiento de los animales se ha acentuado. Tengo más tiempo a observar desde la ventana.
ResponderEliminarHay una urraca ("pega" diríamos aqui), preciosa, que se ha acomodado en el magnolio de enfrente de mi casa. Grazna significativamente, y en la distancia, otra urraca le responde. Saben que algo pasa. Lo que no he vuelto a ver es gorriones.
Los perros, cuando pasean, apenas ladran. Parecen preocupados, si tal sentimiento poseen. Cada poco levantan la cabeza hacia su amo
Estas observaciones pueden parecer ociosas. Eso depende.
¡Cuanta ingenuidad! Olmo Santiso, el fascismo, el totalitarismo sigue entre nosotros, envuelto en el "estado de bienestar". Tu no eres un individuo, ni yo, ni nadie...No tienes derecho a arriesgar tu vida.
ResponderEliminarSomos como pollos afectados por una enfermedad en una granja. Eso sí, todos iguales.
Pues Piquero, yo sigo con mis clases, aquí y allá, y he aprendido a hacer de tripas corazón.
ResponderEliminarA ti te sigo, muy de lejos. Pero sigo todo lo que hacen quienes fuimos amigos, Pelayo, Almuzara...Ya ves me meto aquí con Martin, socialista discreto, con el que nunca llegábamos a ningún acuerdo. En el antiguo Oliver, luego al Apolo...
Bueno salud y que todo vaya bien
Nadie le tenía que prohibir que caminara por un pinar vacío o que se encumbrara en el Naranjo de Bulnes, según usted acciones individuales, legítimas e intransferibles, que en nada iban a afectar al prójimo y tal y tal. Ahora me tiene que explicar por qué itinerario misterioso, por qué cuarta dimensión del espacio, por qué dédalo, con que Ícaro se las iba a arreglar para esos fines deambulatorios, eludiendo el contacto con los demás ejemplares de la especie humana. Si todos hubieran tenido la misma querencia que usted por hollar las sendas de Muniellos (todos no, pongamos que veinte mil), ¿con qué clase de solitud, ensimismamiento o exclusividad se iba a topar usted? ¿No cabe la posibilidad de que tuviese que esquivar detrás de un roble centenario o en la oquedad de un olmo hendido por el rayo la riada humana que se le iba a echar encima? Y no vale aducir el estado actual de despoblamiento, que las cosas iban a cambiar radicalmente si se levantase la veda.
ResponderEliminarY si en su aguerrida escalada al Urriellu se quebrara la tibia y precisara de que le rescatase un helicóptero de la Benemérita, ¿cómo iba usted a evitar el contacto humano con quienes iban a jugarse el pellejo por rescatar a alguien tan imprudente pero bien libertario como usted? También habría de explicar cómo es que se puede llegar a aquellos riscos sin tener que pasar por los pueblos de Cabrales, o Tielve o Sotres..., en los que pueda que viva gente.
Tómese el Prozac que guste o chútese sus dosis de laúdano si quiere, por mí como si hace el harakiri. Pero no toque la seguridad de terceros, diestro camarada.
La verdad es que resulta divertido ver el esfuerzo que hacen algunos para justificar lo injustificable. Vamos a ver si tratamos de razonar un poco.
Eliminar1/ Quien camina por un pinar vacío no contamina a nadie ni corre ningún riesgo. ¿Estamos de acuerdo en eso? Porque si no lo estamos es inútil seguir charlando. Ahora bien, si para llegar a ese pinar tiene que utilizar un transporte público, ya estamos en otra cuestión, es otro el problema. Pero puede ir caminando porque vive cerca. ¿Y si el pinar está lleno de gente? Pues entonces, obviamente, no es un pinar vacío. En los supermercados hay una persona en la puerta que evita que los compradores se aglomeren en el interior. ¿Tan difícil sería establecer una medida semejante en los parques y en los espacios naturales?
3/ Si pasear sin mantener las distancias aconsejables pone en riesgo la salud de otros (yo no lo niego), las calles españolas están llenas de personas que no respetan la salud de los demás: policías, soldados, trabajadores municipales, al menos en Oviedo. Y no hablo de oídas: he anotado múltiples casos. Hoy mismo me he encontrado con un furgón militar con dos soldados en los asientos delanteros y varios sentados detrás sin guardar las distancias y sin mascarilla. Debería usted pedir que regresen a sus cuarteles por la salud de todos. Para más paradoja esos mismos soldados que viajan juntitos son los mismos que multan a un paseante solitario.
En fin, Blas Ardura, que puede estrujarse el cerebro todo lo que quiera, recurrir a todos los sofismas imaginables, pero no encontrará ninguna razón, repito: ninguna, que justifique que se prohíba pasear solo cerca del domicilio (aunque no se lleva perro) ni recluir a los niños en casa las veinticuatro horas del día sin que ni siquiera puedan (como los adultos) ir a comprar tabaco o el periódico. No solo es una estupidez, es un crimen, un atentado contra la salud. Según pasen los días, se irá viendo más claro y se exigirán responsabilidades, no lo dude usted.
2/ Poner en riesgo la vida de los demás deber prohibirse y multarse a quien lo haga, pero lo que se pide no pone en riesgo ni la vida de nadie ni la ajena. Se pide algo tan elemental como que una persona pueda salir a pasear sola, por tiempo prudencial y cerca de su casa, sin necesidad de llevar un perro. Y que un niño pequeño --me pongo enfermo cada vez que recuerdo esta barbarie-- pueda salir a dar un paseo (imprescindible para su salud) de la mano de un progenitor.
Estaríamos de acuerdo si de lo que se tratara es de ir, gradualmente y cuando los índices de morbi-mortalidad y demás indicadores lo hicieran recomendable o siquiera factible según la razón (sanitaria, en primer lugar, que existen otras razones que el jodido virus no entiende), permitiendo la salida a la calle por tiempo limitado de los colectivos humanos, según prioridades y cautelas. Porque nadie niega que los niños necesiten (unos más que otros, desde luego) salir del enclaustramiento doméstico..., pero, ya digo, a su tiempo y con cabeza fría. La diferencia principal entre don Martín y servidor ( y hermanos en crisis) radica en que él exige una " liberación precoz", desde el primer momento, y yo estimo que hay que andarse con pies de plomo y elegir entre dos males o dos riesgos el más leve. Wait and see...
EliminarF, a pesar de todo (y bien difícil me lo pones), sigo confiando en que el hombre es animal racional, y no solo un animal, y por eso vuelvo a repetirte que eso que dices carece de cualquier sentido. Si desde el principio se aceptaron múltiple excepciones al confinamiento (ir a por tabaco, pasear al perro, sacar a los militares a la calle, y de dos en dos o de tres en tres y juntos y sin mascarilla), ¿por qué la única excepción no posible fue la de que los niños pudieran pasear en torno a su casa de la mano de un progenitor y los adultos pudieran hacer lo mismo sin necesidad de ir acompañados por un perro? Otra cosa: cuando se tomó esa medida los muertos eran muchísimos menos que ahora, tomarla no impidió que fueran creciendo, creciendo... hasta que lleguen a un máximo y comiencen a decrecer. Los niños han estado confinados, ¿por qué hay que esperar a que bajen los muertos para permitirles salir si ellos no tienen nada que ver con ese aumento?
EliminarEn fin, F, me he cansado de hablarle a una mente blindada. A partir de ahora, no doy de paso ningún comentario firmado por F (ni por ningún pseudónimo que me lo recuerdo). Tolero mal la estupidez, pero cuando sirve para justificar el daño sin causa a seres inocentes, no la tolero de ninguna manera. A justificar la barbarie a otra parte.
Desnudito le han retratado, maestro.
EliminarA mi ucase de expulsión, F ha contestado con un comentario (que no publico) en el que me llama "bestia". Quede aquí constancia de su desahogo por última vez.
EliminarA partir de ahora nadie que justifique, directa o indirectamente el maltrato infantil, tiene cabida en estos comentarios. Lo tendrá en el Boletín Oficial del Estado, pero aquí no.
Antes no tanto, pero ahora sí. Es necesario sacar a los niños. No puede estar uno de 5 años, o más o menos, confinado, sin posibilidad de desarrollarse físicamente. ¡por dios!
ResponderEliminarYo pensaba que esto iba a durar un mes. Las narices. El curso escolar se ha acabado, no vuelven a la escuela ni a jugar con sus amigos. Al menos hasta septiembre.
ResponderEliminarSoy pesimista, pasaremos un verano inexistente. Si puede haber repercusión psicológica en los niños. Es mucho tiempo.
Por cierto, los adultos no volveremos a ver un bar abierto hasta 2021.
Piquero, hablo contigo, porque Martin es imposible aunque sea su blog, también nos conocimos en su tertulia.
ResponderEliminarTe comento, eres inteligente, todos los servicios públicos (sanidad, educación,etc. ) están amenazados.
Dentro de seis meses, que hacemos, ¿seguir dando el aprobado general? ¿seguir insultando a nuestros médicos?
Se acabó.
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