domingo, 1 de abril de 2012

Razón de más: La invasión de los ultracuerpos


Domingo, 25 de marzo
NO DEBERÍA DECIRLO

Ya sé que no debería decirlo, pero me estoy volviendo un blandengue y un sentimental. Hacerse viejo es lo que tiene. En Almanya, esa fábula amable sobre la emigración turca, las hermanas Yasemin y Nesrim Sanderelli cuentan su propia historia, pero yo al trasluz veo la mía, la de mi familia. Y a la memoria me vienen episodios olvidados, no siempre agradables, pero a los que dora el sol de lo perdido para siempre.
            En el cine soy un espectador agradecido e ingenuo. Abro los ojos y me dejo llevar. Me gusta que me cuenten cuentos, que me hagan vivir otras vidas. Encontrarme con un espejo me gusta menos.
            Mientras veía Almanya en la sala casi vacía se me llenaron los ojos de lágrimas. Vivo en una casa llena de puertas cerradas. Hay temas de los que nunca hablo, ni siquiera conmigo. Pero están ahí, y entre las sonrisas que provoca esta crónica costumbrista –qué estupenda escena la que convierte al crucifijo en un objeto de terror– asoman un momento la nariz para decirme que soy todos los que he sido.
            Lloro cada vez con más facilidad. Pero con la misma facilidad emerjo de las aguas turbias del blando sentimentalismo para sentirme, si no en el mejor de los mundos, sí en el mejor de los que he tenido ocasión de patear.


Lunes, 26 de marzo
EN CUALQUIER PARTE

Qué ganas de estar en otra parte estos días espléndidos de luminosa primavera. Ponerse zapatos cómodos, echarse la mochila a la espalda, coger el bastón y comenzar a andar, a andar. Atravesar bosques, vadear arroyos, cruzar puentes sobre hondos ríos, descansar un rato donde te ofrezcan un poco de pan y un poco de vino, y andar, andar. Dormir al raso, a la luz de las estrellas, dejándose acariciar por la luna, sin temor a las alimañas ni a los humanos, a veces peores. Siempre de un lado a otro, sin detenerse en ningún sitio. Desde lo alto de una montaña veo allá, al fondo de la colina, la ciudad vieja apiñada en torno a la catedral y la nueva desparramada en torno. Quizá sea la soñada Compostela, pero yo paso de largo. Mi meta es el camino.
            Estar en otra parte. Mientras cruzo la ciudad, de vuelta a casa tras las clases de la mañana, pienso que si estuviera en otra parte –por muy hermosa que fuera– donde querría estar es donde ahora estoy.
            Preparo la comida y luego, con la torre de la catedral empinándose sobre los tejados para asomarme a mi ventana, lo devoro todo con tanto apetito y tanta felicidad como si estuviera allá lejos, sobre la verde yerba, junto a una fuente, a la sombra de un roble centenario.


Martes, 27 de marzo
MENTIR CON LA VERDAD

Un café con Iñaki Uriarte y con María, de paso por Oviedo. Iñaki está un poco abrumado con el éxito de sus diarios. “Ahora me van a dar otro premio, ya no sé cuántos van, y el editor me dice que los ha pedido la reina.  Y luego los reseñan en todas partes (en Babelia tres o cuatro veces) y todos me ponen por las nubes, salvo la mujer de Trapiello, y eso no sé si tomármelo como otro elogio. Pero desde que aparecieron no he vuelto a escribir una línea. No me siento capaz de nada más. Me pongo a ello y es como si todo el mundo me estuviera mirando por encima del hombro. Quedo paralizado. No sé cómo te las arreglas tú, que lo que escribes hoy lo publicas mañana. Yo me sentiría en una casa de cristal, con todo el mundo cotilleando alrededor”.
            Sí, cuando uno cuenta su intimidad en el periódico es como si abriera las puertas de su casa, no solo a los amigos, sino a cualquiera que pase por allí. Pero yo, al abrir las puertas de mi casa, no las abro todas. Las que más me interesan las mantengo bien cerradas y ocultas tras las estanterías de los libros. Ahí no entra nadie.
            La sinceridad, si se usa bien, es la mejor máscara. La mentira resulta más difícil de controlar. Por eso, al hablar de mí, pongo todo mi esfuerzo en no mentir, en no fantasear. Cuanto más elaborada la mentira más se transparenta lo que tratamos de esconder.


Miércoles, 28 de marzo
UNA PREGUNTA

“Pero ¿es cierto lo que dicen los periódicos? ¿Es cierto que la derecha y la izquierda están empatadas y que en Asturias va a gobernar quien diga Rosa Díez, que le debe un favor a Foro?”, me pregunta un amigo angustiado desde Madrid.
            “No, no es cierto. Lo cierto es que Foro sacó doce escaños y los dos partidos contra los que convocó elecciones anticipadas veintisiete. Podría pactar con el PP de Asturias, pero tendría que querer el PP y me temo que antes preferiría pegarse un tiro. Sería una manera igualmente eficaz de suicidarse; no mucho más rápida, pero bastante más dolorosa”.


Viernes, 30 de marzo
LA JORNADA DE AYER

Para ciertas cosas soy tan rigorista como un judío ortodoxo, de esos que en el sabbath no pueden ni siquiera apretar el botón del ascensor. Ayer me desperté angustiado. Para mí estar en huelga no es solo no ir al trabajo, es también abstenerme de cualquier ocupación que pueda estar remunerada, aunque sea muy vagamente. Sin clases, sin poder corregir los trabajos de los alumnos, ni leer ningún libro que luego pudiera reseñar, ni escribir en el diario, ¿a qué iba a dedicar las interminables horas del día? Mi psicoanalista dice que el trabajo me sirve para compensar mis carencias afectivas. Es posible. También sirven las metódicas rutinas. Y ayer todas saltaban por los aires. No podía ni tomar café, aunque mi cafetería de costumbre estuviera abierta, porque eso sería hacerle el juego a los que boicotean la huelga.
Pero todo resultó mejor de lo que esperaba. Por la mañana, un demorado paseo hasta Santa María del Naranco. Las escaleras de San Pedro de Los Arcos me recordaron la “escadaria” monumental de Coimbra y aquel verano y aquella desesperación y aquella felicidad. Luego el colegio donde en 1970 realicé las prácticas, Las primeras aulas, los primeros alumnos, los compañeros de entonces, las interminables charlas con Mariluz Fernández, en el descanso del mediodía, mientras subíamos hacia los monumentos.
Dos o tres horas de relajada marcha, en la mañana de primavera, con la ciudad al fondo envuelta en niebla y oyendo bucólicas esquilas. Y las piedras doradas, resplandecientes y solitarias. Cuántas historias en su fresco, penumbroso silencio.


Y a la tarde, la lenta marcha desde la plaza de América hasta la Escandalera. Soy un solitario al que le gusta la gente. En el viaducto Marquina dos furgonetas de la policía impiden que otra manifestación menor se una a la nuestra. Nos desviamos del camino previsto, llenamos la calle, pedimos a la policía que los dejen pasar. Yo, en primera línea, observándolo todo. Durante casi una hora, unos tratan de convencer a los agentes con buenas palabras y otros les apoyan con gritos. Yo también grito, como en los viejos tiempos: “¡De-jad-los pa-sar! ¡De-jad-los pa-sar! ¡Li-ber-tad! ¡Li-ber-tad! ¡Li-ber-tad!”. A los policías, que eran pocos y estaban encajonados entre las dos manifestaciones, cada vez se los veía más nerviosos. De pronto, todos a una, como si hubieran recibido una orden, comenzaron a ponerse el casco. Fue el momento que yo aproveché para dejar a otros mi privilegiado lugar en primera fila y escabullirme entre el gentío hasta situarme bastantes metros más allá.
Pero la sangre no llegó al río y pronto la otra manifestación se unió a la principal. Agradecieron el esfuerzo tratando de boicotear la intervención de los líderes sindicales. “PP y PSOE la misma mierda son”, gritaban. Yo me volví hacia ellos y dije lo más fuerte que pude: “Hombre, aquí tenemos a Foro Asturias”. No sé por qué, aunque piensen lo mismo, a algunos militantes de la CNT o del 15-M, no les hizo gracia la comparación y yo no tuve más remedio que volver a practicar mi deporte favorito, escurrir el bulto, antes de que la cosa pasara a mayores.


Sábado, 31 de marzo
MISTERIOS POR EXPLICAR

¿Te has enterado de la noticia?, me pregunta un amigo. Aquí en Asturias apenas se ha hablado de ello, pero en América están ya preparando un documental para el canal Historia. Resulta que en Somiedo, poco antes de la irrupción electoral de Foro, se vio un extraño círculo de fuego y luego aparecieron unas raras semillas.
            ––¿Y qué tiene que ver una cosa con la otra?
            ––Pues parece que ahí puede estar la explicación de fenómenos que no tienen explicación racional. Ya conoces aquel cuentecillo que recogió Juan Valera. Al tío Cándido, un pardillo andaluz de la ciudad de Carmona, le estafaron una vez con un burro, pero la segunda vez que quisieron venderle el mismo burro respondió aquello de “quien no te conozca que te compre”. “Quien no te conozca que te vote” deberían haberle respondido unánimemente lo asturianos a Cascos, a quien han tenido ocasión de conocer demasiado bien. Y sin embargo más de la mitad de los que le habían votado le volvieron a votar. ¿Cómo explicas tú eso?
            ––Raro sí que resulta, pero recurrir a los extraterrestres, como si fuera el misterio de la Atlántida, ya me parece exagerar un poco.
            ––¿Tú has observado bien a esos votantes?
            ––La verdad es que no conozco a ninguno, pero me cuentan que son gente normal, al menos en apariencia, gente como tú y como yo. Hay incluso algún profesor de Universidad y Valdés me dijo que uno de los clientes habituales de su librería de viejo es de ellos. Gente normal, ya te digo, con hijos, hasta con estudios. Eso que tú insinúas de que, como en la película de Don Siegel unas extrañas semillas venidas de otro mundo están ocupando el lugar de la gente, me parece un poco fuerte.
            ––Piénsalo bien y verás que es la única explicación racional. Y ten en cuenta que no me refiero al fundador del partido, que va a lo suyo, y no le importa que para conseguirlo caiga quien caiga; tampoco a los resentidos del PP que se agruparon junto a él, ni siquiera a los Crabifosse y los Vallaure (¡las fotos de Saura estaban desenfocadas!), ni a los artistillas de Avilés ofendidos porque no les daban cancha en el Niemeyer, me refiero a esos miles de asturianos que los siguen votando después de haber demostrado por activa y por pasiva que no eran capaces de hacer nada bueno pero resultaban incansables a la hora de deshacer todo lo bueno que encontraban. La única explicación racional es la que yo te digo. Unas semillas, llegadas del espacio exterior como en La invasión de los ultracuerpos, han ido tomando su apariencia y ocupando su lugar. Por eso resulta inútil tratar de explicar su comportamiento con los parámetros habituales en la raza humana. Sí, tú ríete, ríete, pero hay testigos muy serios que afirman haber visto unas semillitas convertirse en vainas y las vainas en votantes. El canal Historia ya ha enviado a Asturias el equipo para un documental. 


10 comentarios:

  1. Muy flojo y blando lo de esta semana. Lo mismo te pasa eso por ser "sincero" y confesar que te estás volviendo "un blandengue y un sentimental" en las cosas de política (si no he entendido mal). Sin embargo, el traje o disfraz de hombre verde te sienta estupendamente, la verdad.
    Abelardo Linares

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  2. Vaya, vaya..., así que el buen Martín se echó a la calle bajo las banderas de los sindicatos...
    Me parece muy bien, compañero: mal que te pese lo somos; por lo menos por un día, como las efímeras reinas de la tele.
    Estoy afiliado a un antiguo sindicato que fundó Pablo Iglesias Posse, a pesar de las objeciones que le vengo haciendo a su otra Criatura.
    Es encomiable el temple de los manifestantes -supuestamente todos progres-, que han debido patear el viacrucis que supone para los demócratas deambular por las rúas de la Levítica, balizadas muchas de ellas con los aberrantes símbolos del fascismo (en un rendido homenaje que le hacen en esa extraña ciudad, sin que nadie diga ni mu -o será que el mugido es tan ahogado que se pierde en los recovecos digestivos del rumiante- que no otra cosa sino alabanza es que le pongan a uno sobre un pedestal o en las placas callejeras: vergonzoso).
    En la villa marinera, los sindicatos minoritarios lograron convocar la mayor manifestación de su historia.
    Un éxito rotundo, lo niegue el esbirro que lo niegue.

    En este mismo periódico vienen unas declaraciones de Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas alemán. Este gran cerebro dice que "la huelga no tuvo apoyo suficiente como para que Rajoy frene las "reformas"...
    ¿Quién sería el acuño aquello de que los germanos eran una raza veraz y de fiar, no como los leguaraces hijos de Roma?
    ¿Y fulanos como este son los que nos quieren convencer de que saben lo que nos conviene?
    ¿Qué tal si -como ha hecho Grecia- reclamáramos a la patria de Geobbels la indemnización que nos corresponde exigirles por daños de guerra, dado que fueron determinantes para que se instaurase en este país un régimen de terror y un genocidio calculado, además de la destrucción casi total de los recursos materiales de España?
    Seguramente que pagándonosla iba a bastar para neutralizar la deuda con la ávida banca teutona. Estoy por pensar que incluso podrían sobrar unos miles de millones, suficientes como para terminar el AVE a Madrid y la autopista litoral.

    PD.- Garzón, sé que vas a leer esto; anímate y plantéale el contencioso a los boches. Basta con tu condición de abogadillo desplumado. Te íbamos a estar muy agradecidos todos. Hasta tus mortales enemigos, que la cartera es la cartera.

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  3. Un comentario más: si Wolfang Schäuble argumenta que Rajoy "no debe frenar" las reformas porque la huelga no fue suficientemente contundente, ¿estará dando a entender este insensato que si los trabajadores aprietan "algo más" al gallego no le quedaría más remedio que ceder?
    El Primero de Mayo esta a la vuelta de la esquina (y el 2, el 3, el 4, el 5, el 6 ........ de abril).
    Pues ya saben los sindicatos: a hacer caso a este prodigio de las finanzas (si va a resultar que es un submarino espartaquista...).

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  4. Vaya qué mala suerte. Con lo que me gusta a mí discutir con mi amigo Abelardo y, para una vez que se toma el trabajo de responderme, resulta que estamos completamente de acuerdo: cada día me vuelvo más blando, más llorón y más sentimental. Es que a los viejos se nos resblandece el cerebro. Acabaré votando a UPyD, ya lo verás. Tiempo al tiempo. O haciendo cosas perores, como, qué sé yo, casarme o escribir una novela.

    JLGM

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  5. http://www.youtube.com/watch?v=czBVb82JHm0

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  6. http://www.youtube.com/watch?v=hzGH_oZmtxU&ob=av2e

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  7. Lloro cada vez con más facilidad. Pero con la misma facilidad emerjo de las aguas turbias del blando sentimentalismo para sentirme, si no en el mejor de los mundos, sí en el mejor de los que he tenido ocasión de patear.

    porque hay pocos hombres como ud. siempre hay algo de sus escritos que llega al fondo de mi alma.

    que el tiempo no le cambie jamás.

    http://www.youtube.com/watch?v=Mu73fNsCeno

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  8. La rigurosa y exhaustiva encuesta que demuestra que a todo el mundo han pasmado los diarios de Uriarte ¿Está hecha sólo entre testas coronadas o también entre la gente del común?Le concedo eso de que en España todo el mundo tenga muy claro que hasta que la reina no pide un libro, sea para calzar una consola coja de palacio, para abanicarse en el estío o incluso para leérselo, éste no adquiera entidad ni alcanze cota alguna de calidad, pero lo de que sólo no le han gustado a una persona permítame decirle que no, a mí me pareció que son a la literatura de diarios lo que las varitas de merluza ultracongeladas al pescado recién sacado del mar. Vale que las varitas crujen, que recién fritas calman el hambre, pero luego no hay quien se quite el sabor a glutamato y a refrito de la boca. Porque, eso también lo sabe todo el mundo, las varitas de merluza están hechas de rebarbas de pescado aliñadas con maestría singular. Y llamarles pescado sólo puede ser una licencia poética. Montaigne y Benidorm,que es lo que epata a los críticos, "los maridajes" (nefanda palabra),raros que es lo único que saben apreciar ya los paladares estragados. Y permítame terminar diciendo que cuando todo lo que escriben los hermanos Argensola, Lupercio y Leonardo, esté, en el mejor de los casos, en las bibliotecas reales,a la sombra y dando trabajo al personal de la limpieza, alguien se paseará por un jardín con un libro en la mano, a carcajada pura o con una sonrisa de felicidad porque está leyendo un diario de Trapiello.Es mi opinión, que me he leído los dos, con la esperanza de hacer un gran descubrimiento porque en la faja venían unas palabras elogiosas de Trapiello.
    Lo de que las reseñas del Babelia sean el Oráculo de Delfos para los iniciados en los misterios órficos lo dejamos para mejor ocasión.

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  9. Me temo que "nolamerolado" no ha entendido muy bien la nota a propósito del diario de Iñaki Uriarte. Lo de los premios es cierto, lo de las reseñas elogiosas también (incluido lo de varias en Babelia: de mí jamás se ha publicado ninguna), lo de la referencia negativa de Miriam en el blog de su marido (AT) también, e igualmente (al final, y no al principio) lo del pedido de la reina. ¿Quiere eso decir que los diarios de Iñaki Uriarte son mejores que los de todos los demás? Creo que eso no lo piensa el autor (lo que yo pienso me lo callo). Lo que no se puede dudar es que han tenido un éxito sorprendente, inmerecido o merecido, que de eso no ese trata ahora. Tanto éxito que ha asustado al propio autor.
    Eso es lo que quería decir mi nota. Y no lo que ha entendido el comentarista. Sin duda no me expliqué bien.

    JLGM

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  10. http://www.youtube.com/watch?v=krSLRVgYn3w&feature=related

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