sábado, 12 de abril de 2025

Al servicio de quien me quiera: Ofrezco diez mil euros

 

Domingo, 6 de abril
NO ENTIENDO NADA
 

Leo, en primera página, bajo un gran titular: “El mundo que ha visto evaporarse billones de dólares en un par de días afronta el riesgo de una recesión global tras la imposición de los aranceles más altos en un siglo por parte de Estados Unidos”.

            ¿Cómo se evaporan billones de dólares por unas medidas que aún no han sido aplicadas? Me imagino que como las fantasiosas riquezas de la lechera cuando, al ir al mercado, dio un tropezón y derramó toda la leche que llevaba en un cántaro.

            La escandalera levantada por las medidas económicas de Trump le da la razón más que la quita. Parece que el bienestar económico de la mayoría de los países dependía de sus exportaciones a Estados Unidos. Ahora van a vender menos en ese mercado, porque sus productos se encarecerán allí, pero siguen abiertos los mercados del resto del mundo. Y tienen además el arma de responder al desdén con el desdén, de presionar a Estados Unidos dificultando sus exportaciones.

            ---Se nota que no entiendes nada de economía, Martín. A ver si en las próximas tertulias te doy un par de clases y aprendes al menos las cuestiones básicas –me dice Daniel Rodríguez Rodero, nuestro sabelotodo favorito.

            ---Deberías dárselas a los periodistas que informan de esto. Resulta que, según ellos, Trump toma medidas que dañan gravemente a la economía de su país, pero los que se lamentan y lloriquean son los otros países, sobre todo ese belicoso pollo sin cabeza que se llama Unión Europea.

Lunes, 7 de abril
EN CONTRA Y A FAVOR

Qué aburrido sería el mundo sin la polarización habitual. Cada poco se saca un tema y el personal de inmediato, sin pensárselo dos veces, se posiciona a favor o en contra. Y siguen encendidos debates en las redes sociales hasta que llega el nuevo trending topic.

            Todo pasa, todo es verdura de las eras, tanto los Errejón como los Montoya. Solo Trump parece dominar el arte de monopolizar las tertulias por los siglos de los siglos. 

Martes, 8 de abril
UNA HISTORIA DE AMOR
 

Que a Susana Rivera le gusta tirar piedras contra su propio tejado lo demuestra una vez más incluyendo en su Facebook el enlace a un artículo de Borja Martínez. Aclara ella misma en ese artículo un hecho fundamental en la vida de Ángel González. En el homenaje al poeta en la Caja de las Letras llamó la atención la presencia de las dos “ahijadas” suyas, Cristina y María Gil Bürmann, “de las cuales hasta la fecha solo tenían noticia algunos allegados”.

 “Pocos días después –continúa Borja Martínez--, en su página dominical en el diario El Comercio, José Luis García Martín completaba la labor de desvelamiento de las hermanas Gil Bürmann”. Escribía yo que, en 1990, Emilio Alarcos durante un curso de verano en Laredo, me había contado que Ángel González tenía dos hijas, “que le llaman tío Ángel y que le quieren y a las que quiere mucho. La madre estaba casada con un militar y llevan su apellido. Fue el gran amor de su vida. Cuando se marchó a América, le propuso a María acompañarle, pero ella no quiso o no pudo o no se atrevió. Llevaba las fotos de las niñas en la cartera, me dijo Chus Visor".

            Esa última afirmación es falsa, según Susana: "Ángel no llevaba las fotos de las niñas en la cartera, porque desde que yo lo conocí no llevaba cartera". Pero cuando ella le conoció el poeta tenía más de cincuenta años y sus hijas ya no eran niñas y a su primera mujer, Shirley Mangini (todavía en 1980 Shirley Mangini González), quizá no le habría gustado encontrárselas.  

---Es posible que esa ceremonia sea la traición más grande que le hayan hecho a Ángel, peor que haberlo engañado con la Fundación y luego haberme difamado a mí. En el libro que tenía que haberse publicado como sus memorias, y que García Montero publicó como una 'novela' suya, se dice claramente que Ángel no quería que se hablara de su vida en Madrid en los 50 y 60. Era una condición sine qua non que García Montero vulneró y luego García Martín.

“Te enamoraste en Madrid y de alguna vecina madrileña”, le dice García Montero en Mañana no será lo que Dios quiera. Y el poeta responde: “Habíamos quedado en que no íbamos a contar nada de todo eso. Mejor no acercarse a terrenos pantanosos”.

Pero esa promesa, si es una promesa, afecta a García Montero. Y él no la incumplió: nunca dijo públicamente que las ahijadas del poeta fueran en realidad sus hijas. Hasta la fecha, hasta este artículo de Borja Martínez, solo lo había dicho yo, que no hice ninguna promesa.

Ahora quien añade detalles sobre esa secreta, hermosa y dolorosa historia es la propia Susana Rivera. Ángel González se marchó a Estados Unidos a comienzos de los 70 huyendo de una relación imposible con una mujer casada:  "Ángel no se sentía exactamente culpable porque creía sinceramente que su huida estaba justificada, pero no estaba orgulloso de su comportamiento, de haber abandonado a la mujer que amaba –amor correspondido– y a sus dos hijas". Al parecer mantuvieron el contacto en la distancia y Ángel González las visitaba cuando volvía a España hasta que fue dejando de hacerlo. La última vez que vio a María fue después de una lectura en la Residencia de Estudiantes pocos meses antes de morir. “Y se tuvo que identificar porque no la reconoció", asegura Susana Rivera. Y aún hay más: en 2021, una de las hijas del poeta  contactó con Susana porque quería publicar una antología de poemas de Ángel González, "me imagino que para destacar los poemas de amor escritos durante su relación con su madre". Dice que primero pensó en dar el permiso, pero que se negó al sospechar que “detrás del acercamiento estaba la mano de García Montero.”

Me alegra no ser solo yo quien ha hablado en público de las dos hijas del poeta. Todos lo sabían y callaban, como si de hechos semejantes –un gran amor que da origen a alguno de sus mejores poemas, ser padre--  se pudiera prescindir en una biografía.

¿Sabrá también –y lo calla-- Susana Rivera que Ángel González no solo dudó mucho antes de decidirse a crear una fundación, sino también sobre quién debía gestionar sus derechos? ¿Sabrá a quién debe que cambiara el testamento en el último minuto para dejárselos a ella?

 

Miércoles, 9 de abril
OTRA VEZ, CON SENTIMIENTO

¿Por qué razón odia tanto Susana Rivera a los mejores amigos de Ángel González? Ella misma lo cuenta en el artículo de Borja Martínez. La razón, o la que parece la principal razón, son los diez mil euros que le “sacaron” a cuenta de la fundación: "Cuando estaban atormentando a Ángel para que dijera que quería una fundación, le aseguraron que ellos conseguirían el dinero, pero luego no hicieron ningún intento, simplemente me lo sacaron a mí. Ángel me lo había prohibido, dijo que él no se levantaba monumentos a sí mismo. Pero yo, con tal de que se levantara la fundación, desembolsé".

            Sigue la historia: “Según Rivera, el patronato no hizo nada para conseguir ni una sede propia, ni financiación ni definir los fines y propósitos de la fundación. Le ofrecieron la cesión de unas exiguas dependencias en el Archivo Histórico de Oviedo, a lo que ella se negó. En una reunión en 2009 le propusieron la celebración de un congreso ‘mundial’ dedicado a Ángel González como una manera de poner en marcha la fundación por la vía de los hechos”. Para ella eso era levantar la casa por el tejado.

“¿Cómo podía una fundación todavía inexistente, y sin fondos ni personal, organizar un congreso?", recuerda la viuda. "Les comuniqué que yo no donaría nada ni les daría más dinero hasta que la fundación estuviera consolidada, jurídicamente respaldada, y su solvencia económica garantizada durante 25 años. Ese fue el detonante para que abandonaran el proyecto de levantar la fundación. Y digo 'abandonaron' porque nunca dimitieron, como es debido".

¿Pero cómo puede alguien garantizar la solvencia económica de una fundación durante 25 años? Solo si el fundador tiene una fortuna como la de Juan March. Si depende de subvenciones públicas, tendrán que ir aprobándose legislatura tras legislatura.

En resumen –concluye Borja Martínez--, que “la fundación quedó como un ente fantasma y Rivera nunca recuperó el dinero”.

Pues si ese es el problema yo tengo la solución para que lo recupere. De mi parco pecunio, que no conoce herencias ni subvenciones (“a mi trabajo acudo, con mi dinero pago / el traje que me cubre y la mansión que habito”), me comprometo a abonárselos de inmediato si ella a su vez se compromete a no utilizar más la gestión de la obra de Ángel González –que le corresponde a ella y luego a sus ignotos herederos hasta el año 2088-- para satisfacer caprichosas venganzas personales. 

Viernes, 11 de abril
UN REPROCHE

Peroro en la tertulia sobre esto y aquello, sobre aranceles y despilfarros de millones de euros en asesores que los eurodiputados no necesitan para nada y que a Marine Le Pen le van a costar tan caros, cuando me interrumpen con toda razón.

--Qué sabrás tú de economía, amigo Martín, si ni siquiera has sido capaz en toda tu vida de tener deudas.



4 comentarios:

  1. Eres el nuevo Bill Gates de la filantropía poética.

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  2. Que bien te queda la sonrisa, Martín, en todas las ocasiones. Esa mirada de la última fotografía, arriba a la izquierda, supera la seriedad. Pareces el contable de la mafia.

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  3. Muy interesante "Duelo al sol". Lo lamentable (dais pena) es el asunto de la fundación Angel González.

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  4. Más atención a textos y fotos, Víctor, y menos comentarios compulsivos. Esa fotografía está tomada en un momento poco propicio a la sonrisa.

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