sábado, 16 de octubre de 2021

Elogio de la cordura: Mi deporte favorito

 

Sábado, 9 de octubre
DESMONTANDO A EINSTEIN
 

Un bar elegante de Madrid. La hora del cock-tail. Hombres y mujeres ríen, beben, fuman y crean un ambiente de zumbido multiforme que subraya amablemente una melodía amortiguada, surgiendo de un altavoz oculto. En un rinconcito, mi amigo X, un diplomático muy enterado, que vive en el extranjero desde hace muchos años, un diplomático “de carrera” y no “de ocasión”, me habla con la seguridad de quien “sabe lo que dice” y “dice lo que sabe”.

            ----Pero eso que me cuentas --exclamé sorprendido--  ¡es sensacional!

            ----Y completamente cierto. El periódico sueco Nya Dagligt Allechanda denunció ostensiblemente el plagio del judío Einstein, demostrando que había copiado las obras de Goldner. En un cierto sitio de sus cálculos, Goldner había omitido “el factor dos”, y resulta que ciento diez años después “el gran sabio judío”, al ocuparse del mismo problema, “coincidió” olvidándose también en el mismo sitio del factor dos. En Francia, por otra parte, el coronel Cops explicó la teoría de la relatividad reduciendo a muy poco, y a veces a nada, la parte personal de ese matemático judío, lanzado por la prensa de su raza como una vedette de music-hall. Pero nada hay tan significativo para observar la arrogancia de ese judío vanidoso como el incidente acaecido durante una visita a Chile. Un sabio chileno refutó su teoría y como no encontraba argumentos para defenderse ante esa refutación definitiva, dijo: “Nadie en el mundo puede refutar mi teoría y menos que nadie un chileno”. ¡Así es como discute las cuestiones científicas esa vedette judía creada a fuerza de reclamo!

            (Leo Esto, el semanario que dirigía Domingo de Arrese, y que se publicó entre 1934 y 1936. Estaba próximo a la CEDA y a los obispos y pretendía contrarrestar la influencia de Crónica o Estampa. “Misterios del judaísmo” se titula el artículo que aparece en primera página el 21 de junio de 1934. En la entradilla se lee: “La clave del intenso dramatismo mundial se esconde en la penumbra inquietante de la Sinagoga”, y al pie de una de las ilustraciones: “Huyendo de la patria deicida, el pueblo judío –nuevo Caín eternamente errante-- ha invadido todas las naciones”. No se limita a desenmascarar a Einstein el autor de esa sensacional información, Julio Arozena Martí, sino que, gracias al bien enterado amigo diplomático con el que charla en un elegante bar de Madrid, nos descubre las mil y una artimañas de esos deicidas para apoderarse del mundo. No estaba solo Hitler cuando decidió meterles en cintura. Contaba con el aliento y el aplauso de los buenos españoles que votaban a Gil Robles y proclamaban su fervor católico en los malos tiempos de la República).

Domingo, 10 de octubre
UN ELEGANTE BODRIO
 

----Veo que has vuelto a recuperar tus buenas costumbres dominicales. ¿Qué película has visto hoy?

---Madres paralelas.

----Pues no hace falta que me digas nada. Eres más previsible que Carlos Boyero. ¿Cuántos fallos de guion has encontrado esta vez?

----¿Quieres que te los mencione o es una pregunta retórica? Comienzo por los más insignificantes, pero que ayudan a que no te creas nada. Teresa, la mala madre –es de derechas-- de una de las protagonistas, dice: “Me divorcié por el Tribunal de la Rota, y ya sabes lo que es eso. Tuve poco menos que declararme puta y me quitaron la custodia de mi hija”. Pero el Tribunal de la Rota no concede divorcios, sino anulaciones y no las basa en la conducta inmoral de los cónyuges sino en la invalidez del matrimonio religioso, sus argumentos son de otro tipo. Probablemente Almodóvar confunde divorcio con separación, que es lo que existía antes de la ley del divorcio, que es de 1981, anterior a los hechos que se cuentan. Quizá estaba pensando en casos como el de Ana María Matute, que perdió la custodia de su hijo al decidir separarse de un marido maltratador, pero eso fue durante el franquismo. Yo me entretuve –además de en admirar a Penélope Cruz-- en deconstruir el guion de Almodóvar, que parte de dos noticias periodísticas: una joven, al llegar a su mayoría de edad, se hace un análisis genético y descubre que no es hija de sus padres, que hubo un cambio de bebés en el hospital;  al abrirse una fosa común, se descubre junto a los restos de uno de los ejecutados un sonajero. ¿Vas a ir a ver la película?

----Ni loco. Conozco maneras más agradables de perder el tiempo..

----Pues entonces no te importará que te haga algún spoiler. Dos madres comparten habitación y por estas cosas que pasan en los hospitales les entregan los bebés cambiados. Las dos son madres solteras. ¿Y cómo descubren el error? Pues porque el padre biológico de uno de ellos, meses después, cuando lo ve por primera vez, tiene la intuición (¡la fuerza de la sangre!, que diría Echegaray) de que no es suyo. O sea que la madre, que lo tuvo en sus brazos, no nota nada cuando se lo devuelven de una revisión cambiado por otro y el padre, en cambio, lo descubre al verlo meses más tarde por primera vez. No sigo, nada se sostiene en este melodrama más falso que Judas entremezclado con un simplón panfleto sobre la memoria histórica. Una de las madres es una adolescente que ha sido violada, pero cuyos padres, que no han denunciado para no causarle un “trauma”, deciden que tenga el hijo no deseado. Aunque los padres sean de derechas, todo lo egoístas y malas personas que puede ser la gente de derechas según Almodóvar, su comportamiento carece por completo de verosimilitud. Y encima la adolescente violada lleva en el móvil la foto de los violadores, sus compañeros de estudio, como recuerdo. En fin, un elegante bodrio: buenos actores, buena fotografía, buena música y un guion que hace aguas por todos lados.

----Debería haberte contratado a ti como guionista

----Debería haber contratado un guionista y, si quería conservar todo el protagonismo, pagarle el doble para que aceptara que no apareciera su nombre. 

Lunes, 11 de octubre
EL MEJOR NEGOCIO

Encontrar la solución y luego –con la eficaz ayuda de expertos y políticos venales-- crear el problema.

Miércoles, 13 de octubre
LA CONSTITUCIÓN NO HA CAMBIADO

Me repiten tanto que soy como aquel conductor que iba en dirección contraria por la autopista y pensaba que los equivocados eran todos los demás que me han comenzado a entrar dudas. ¿Cómo es posible que solo yo sepa lo que dice el articulo 56.3 de la Constitución, que siempre se cite mutilado, convirtiendo un punto y seguido en punto final? ¿Habrá habido, en los días del terror sanitario, algún cambio encubierto de la Constitución?

Para salir de dudas, consulto con un amigo que ha sido miembro del Tribunal Constitucional. Me asegura que sigue diciendo lo mismo: “La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65.2”. Me asegura también taxativamente que el artículo 64 –el que indica que los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes-- no ha sido objeto de ninguna modificación. El apartado 64.2 conserva por lo tanto toda su vigencia: “De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden”.

            O sea, que de aquellos actos del Rey en los que no está sujeto a responsabilidad otros son los responsables. La no sujeción a responsabilidad del jefe del Estado no supone que su actuación como tal no esté sujeta a responsabilidad, sino que les corresponde a otros: el gobierno que es quien le da el aval a sus actos.

            ¿Y qué ocurre si un jefe del Estado, insatisfecho con sus “escasos” honorarios, decide montar en Palacio, junto a su compañera sentimental, una especie de gestoría dedicada a facilitar los buenos negocios, dados sus contactos e influencia, cobrando a cambio suculentas comisiones? Pues que o bien tales actividades está sujetas a la inviolabilidad y entonces debe responder de ellas quien las ha refrendado o no ha cumplido con su obligación de refrendarlas, esto es, el presidente del Gobierno, o son actividades particulares de un ciudadano que, como cualquier otro, debe responder ante la ley. La respuesta la doy yo, mi informante decide, en este caso, reservarse su opinión.

Jueves, 14 de octubre
SABIO  Y CARISMÁTICO

No es cómodo ser amigo mío. Mi deporte favorito es poner a prueba la paciencia y la inteligencia de los demás. A José Manuel Feito, sabio y carismático, le gustaba hablar y siempre estaba rodeado de oídos admirativamente atentos. Solo yo le llevaba la contraria (“basta que yo diga blanco para que tú digas negro”, me repetía), pero a pesar de ello seguíamos viéndonos y debatiendo de todo lo humano y lo divino (y nunca mejor dicho esto último porque la teología era uno de nuestros temas favoritos). Hoy se le dedica un homenaje en Avilés y yo escucho a sus buenos amigos tratando de pensar en otra cosa para no emocionarme demasiado, pero al final no puedo evitar que los ojos se me llenen de lágrimas. Mi deporte favorito es jugar a la esgrima verbal con alguien inteligente, bien informado y que no piense como yo. Qué buenas partidas jugué con José Manuel Feito, el cura de Miranda. Y las sigo jugando.

 


14 comentarios:

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  2. ¿Habla usted en serio, Pablo de P.? Pregúnteselo a Luis Roldán, un tal Bárcenas, los Pujol y tantos otros. Hay comisiones ilegales, ¿no se había usted enterado? Y un político en ejercicio no puede tener otro negocio, ¿tampoco lo sabía? Vaya, vaya usted a Suiza y aclare al fiscal que anda tras los negocios del llamado "emérito" que usted, nada menos que don Pablo de P., no ve ningún delito en su actuación.

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  3. Con lo que has contado de la película de Almodóvar ya tengo suficiente para no ir a verla. Ya cuando vi “Los amantes pasajeros” me dio una gran pena de este hombre, porque pensé que la soledad del éxito debe ser terrible, que nadie que te aprecie te diga “por favor, eso es un bodrio”.
    Estamos en tiempos de pensamiento único y eso tiene grandes peligros. No es aceptable ni desde el punto de vista intelectual ni desde el punto de vista artístico que una obra nos haga creer que todos los de derechas (o los de izquierdas) son malos, egoístas, etc. Da como risa y un poco de yuyu. ¿Cómo es posible que un gran director de la talla de Almodóvar caiga en esta simpleza? Usar el arte como panfleto es para mí soez e imperdonable. Existen otras vías, y creo que ni el cine ni la literatura están para eso. Además les sale el tiro por la culata, porque si eres mínimamente inteligente no te pueden convencer.
    Algo parecido me pasó con “Maixabel”. Lo políticamente correcto es un perfecto escudo para ocultar la falta de inteligencia y genio. ¿Qué te pareció esa película a ti?
    En fin, me duele por Almodóvar porque tuvo películas admirables y recuerdo verlas con fascinación. En lo que se ha quedado, qué pena.

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  5. No habla en serio, "Pablo de P.". Si no, se informaría antes de preguntar simplezas. Y esta muy bien que no se entere de lo que pasa, pero por favor no comente la actualidad política o poética o cinematográfica. No nos haga perder el tiempo.

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  6. Yo, ocupándome de este pertinaz tábano, por ejemplo.

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  7. Llaman contradicción algunos a que les digan que, por favor, no hablen de lo que ignoran deliberadamente. Y que las frases "el fútbol no me interesa" (o la actualidad y la historia política) y "el fútbol no interesa" (o la actualidad y la historia política) no son sinónimas.
    Pero, al contrario de lo que a veces pienso, no pierdo el tiempo leyendo ni replicando a comentaristas como este "Pablo" y Víctor (al que conozco personalmente y sé que se llama así). Aprendo mucho sobre el peculiar funcionamiento de ciertas mentes, es como una experiencia de laboratorio.

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  8. Yo soy yo, pero "Pablo de P." no sabemos. Hay que reconocer su inmediata erudición wikipediana, "Chapeau", sino estos comentarios serían muy aburridos.
    A mi me divierten. No los leas y ya está
    Salud

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  10. Bueno, Martín, tómatelo con humor. Va a tener razón Abelardo Linares, y te estás haciendo viejo.
    Recuerda "Misery", la película. Hay admiradores que mejor no te conozcan, ya lo hemos hablado.
    "Pablo" es uno de ellos.
    Salud.

    Post scriptum: ya se ha acabado ( esperemos) la pandemia. Alegría.
    Victor Menéndez

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  11. Hacia 1905, cuando Einstein publica su primera teoría (relatividad especial), la Ciencia Física estaba madura para un cambio radical y, si no hubiese sido Einstein, otro habría dado el paso. El matemático francés Henri Poincaré estuvo a punto de "pisarle" la autoría. Pero Einstein tiene el mérito de haber presentado la versión más radical y de hacer tabula rasa mejor que nadie. Todo parte del curiosísimo comportamiento de la luz. Un tren puede pasar junto al andén a 40 km/h, pero un observador situado en otro tren que se mueve al lado, lo verá moverse, digamos, a 10 km/h. Es justo lo que NO le sucede a la luz. Se mida desde donde se mida, oh paradoja, su velocidad es siempre la misma. Una vez admitido este hecho básico, experimental, la teoría especial de la relatividad se sigue de un modo bastante sencillo. La consecuencia más devastadora fue que el tiempo no transcurre igual para todos los observadores.

    En los ambientes académicos "oficiales" de la dictadura la Relatividad fue acogida con recelo y cierta animadversión. El físico aragonés Julio Palacios, que entonces dominaba el panorama de la Física en España, encabezó varios intentos de "revisar" la teoría de modo que se pudiese conservar el tiempo absoluto, ese flujo incesante que avanza por igual para todos los observadores. (Todavía se puede conseguir su libro "Relatividad, Una nueva teoría"). Fracasó, claro está.

    Numerosas observaciones en todos los ámbitos (astronómico, atómico) han confirmado y asegurado desde entonces, repetidamente, la teoría. Una de las últimas comprobaciones se hizo en 2005, cuando un grupo de físicos comprobó experimentalmente, con un margen de error ínfimo, la famosa ecuación E = mc2, que expresa la equivalencia de materia y energía, base de los "logros" nucleares.

    Einstein ejemplifica como pocos la inmensa y difícil capacidad de sobreponerse a todos los prejuicios heredados: uno de los rasgos capitales de la inteligencia.

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