sábado, 8 de mayo de 2021

Después y todavía: Porros, donuts y vacunas

 

Sábado, 1 de mayo
EN COLUNGA

Después de pasar la mañana en Lastres, comemos en una fonda de Colunga. En una mesa cercana, toma sidra gente de la localidad (debemos ser los únicos turistas, esa denostada plaga ahora convertida en exótica rareza), y del murmullo de la conversación me llega el comentario de un anciano: “El teléfono acerca a los que están lejos y aleja a los que están cerca”. ¿Lo habrá leído en algún sitio o es una muestra de esa sabiduría popular que siempre acostumbra a dar en el clavo?

Domingo, 2 de mayo
UNA NACIÓN INFERIOR
 

La historia que se enseña en las escuelas y la que conmemoran los periódicos suele ser un cuento basado en hechos reales. Conmemorar el motín del 2 de mayo como un hecho glorioso siempre me ha parecido una barbaridad. La llamada Guerra de la Independencia fue un episodio de la guerra entre franceses e ingleses librado en suelo peninsular, con aliados españoles en ambos bandos.

Conmemoro el día, que antes era fiesta nacional y ahora solo es fiesta madrileña, leyendo un libro de Alicia Laspra, Intervencionismo y revolución. Asturias y Gran Bretaña durante la Guerra de la Independencia, que aclara algunas cosas. Fue la Junta de Asturias la primera en pedir ayuda a Gran Bretaña, que se la concedió de inmediato con la condición –primero implícita, luego cada vez más explícita-- de que les dejaran a ellos el mando de las operaciones. “Hasta entonces –escribe Alicia Laspra--, Napoleón había sido más o menos capaz de presentar su expansión imperialista bajo el velo de la ‘modernidad’, heredada de la Revolución: el ‘liberador’ de los pueblos de Europa, sojuzgados por monarquías absolutas, impopulares y ancladas en el pasado. Pero la fórmula falla estrepitosamente cuando sobreviene el caso de España, y el Reino Unido se encontró con que se le servía en bandeja el insólito papel de ‘liberador de Europa’, un papel que habría sido impensable unos años antes”.

            La gloriosa Guerra de la Independencia (“Oigo, patria, tu aflicción / y escucho el triste concierto / que forman, tocando a muerto, / la campaña y el cañón”) en buena medida no fue sino un choque entre dos imperios y un caso claro “de intervencionismo en los asuntos de una nación inferior”. El calificativo de “nación inferior” aplicado a España no es mío, sino de Raymond Carr en el prólogo al libro de Adriana Laspra.

Lunes, 3 de mayo
TODO EL MUNDO

De vez en cuando –pero cada vez menos, sé que he perdido la partida--, discuto con los amigos que todavía me aguantan unos presuntos remedios contra la enfermedad de moda, unos remedios a menudo absurdamente ineficaces y de vez en cuando peores que la enfermedad, y siempre, cuando se les acaban las razones, tratan de cerrarme la boca con la siguiente afirmación: “Pues en todo el mundo hacen lo mismo, Martín. ¿Todo el mundo está equivocado menos tú?”

            Y eso me ha llevado a hacer colección de casos en que, si no todo el mundo, sí al menos la mentalidad colectiva, estaba equivocada. Algunos son bastante pintorescos. Por el libro Así fue mi Londres, de José Pla Cárceles, que he leído en estos días, me entero de que, a principios del siglo XX, era una acción subversiva enseñar español tal como se habla y no tal como se escribe. Se le echaron encima todos los otros profesores, quisieron denunciarle a la Real Academia, cuando comenzó a explicarle a sus alumnos ingleses que en español no se diferenciaba la “b” de la “v”. Nadie la distinguía, nadie la distinguió nunca (salvo en ciertas zonas por influjo de la lengua autóctona), pero todos preferían reconocer su mala pronunciación, la de todos los millones de españoles, “antes de reconocer el prejuicio anclado en la escritura”. Todavía en los años cincuenta había maestros empeñados en que sus alumnos distinguieran en la pronunciación la “b” de la “v” , ya que así “mejoraría mucho la ortografía”.

            ¿Una estupidez? Pues de esa estupidez participaban, hasta las primeras décadas del XX la mayoría de los expertos y era doctrina oficial de la Academia de la Lengua. Había quienes discrepaban, como hay quienes se ríen hoy de las autoridades político-sanitarias que tratan de contener una epidemia a golpes de toques de queda –que la gente se meta en su casa a las diez o a las once--, abre-cierre de bares según confusas estadísticas y mascarillas a troche y moche, pero somos los menos.

Martes, 4 de mayo
GRACIAS, PABLO, GRACIAS, PEDRO

----¿Estarás contento, Martín? Todo ha ocurrido a medida de tus deseos.

----Mentiría si dijera que el resultado de las elecciones madrileñas me disgusta.

----¡Y pensar que tú eras de izquierda!

----De la izquierda descerebrada que encierra a los niños y que saca el ejército a la calle para mantener a los ciudadanos en sus casas, ni lo he sido ni espero serlo nunca.

----¡No hagas demagogia! Fue por razones sanitarias.

-----Se sabe ahora, y se sabía entonces (las epidemias víricas no nacieron ayer), que el contagio es mayor en los lugares cerrados que al aire libre, donde resulta prácticamente imposible si no te metes en una aglomeración. Menos mal que luego, el mismo Pedro Sánchez que mandó a los soldados a impedir que ningún anciano, al ir o venir a la compra (eso por lo menos se podía hacer) se sentara ni un segundo en un banco (yo vi en directo una de esas brillantes actuaciones militares), impidió que Barbón nos volviera a encerrar a los asturianos, como era su más ardiente deseo.

----¿Y por eso te alegras de que la derecha fascista arrase en Madrid?

-----Fascista, fascista… Eso es como decir que la bien intencionada gente de Podemos son estalinistas. A mí lo que más me gustó de estas elecciones es lo que tuvieron de cuento tradicional o de recreación de una milenaria fábula. Un patito feo, una cenicienta, una metepatas profesional se enfrenta a la más brillante estrella de la nueva política, al que llegó de la nada, de las aulas universitarias, a vicepresidente capaz de opacar con su brillo político al presidente, y lo noquea de un derechazo –nunca mejor dicho-- y lo lanza por los aires lejos del cuadrilátero. ¡Cuánto nos habremos reído de Isabel Díaz Ayuso cuando Pablo Casado se la sacó de la manga, o de entre las faldas de Esperanza Aguirre, para encabezar la lista de Madrid! Los momentos más hilarantes del Intermedio –yo entonces veía el Intermedio, ahora no veo ninguna cadena generalista española-- a ella se deben; nos lo hacía pasar mejor que Bárcenas, era como Esperanza Aguirre ministra de cultura que decía admirar a una escritora llamada Sara Mago. Quisieron convertirla en la tonta del bote, la de la película de Lina Morgan, y ella demostró ser más lista que nadie. Fue capaz de convertir a Pablo Iglesias en su mejor aliado político. Su discurso de ganadora debería haber terminado con estas palabras: “Y agradezco a Pablo Iglesias que tuviera la delicadeza de dejar la vicepresidencia del gobierno para venir a enfrentarse conmigo; gracias a él, lo que eran solo unas elecciones regionales, se convirtieron en una contienda que a nadie dejó indiferente. Gracias a él soy un referente de libertad en toda España; gracias a él, y al presidente del Gobierno (gracias, Pedro) que vino en mi ayuda saltando al ruedo para echarle una mano (al cuello) al soso de Ángel Gabilondo”.

Miércoles, 5 de mayo
MANTERNER LAS DISTANCIAS

No te tomes demasiadas confianzas con nadie, ni siquiera contigo mismo.

Jueves, 6 de mayo
UN MUNDO MEJOR

Cuentan –no sé hasta qué punto será verdad—que el desarrollo de la industria relojera en la ciudad de Ginebra tiene motivos religiosos. El puritanismo calvinista prohibió los adornos suntuarios y los joyeros de la ciudad acabaron convirtiéndose en fabricantes de las únicas joyas que estaban permitidas: los relojes.

Besullo es un pequeño pueblo del concejo de Cangas del Narcea que ha dado más cantidad de nombres importantes  –Alejandro Casona es el más conocido-- que ningún otro. Y ello se debe a que allí, tras la revolución del 68, se estableció la primera iglesia evangélica de Asturias, que lo primero que hizo fue abrir una escuela para niños y niñas. Y daban apoyo a los alumnos más aventajados para que pudieran cursar estudios superiores. El obispado de Oviedo, allá por 1880, dio dinero para que se creara otra escuela con el fin de conseguir que se “extinguiera esa secta herética”.

La religión no solo son unas creencias más o menos irracionales, más o menos ridículas (todas lo son para los que creen en una religión distinta), sino una forma de estar en el mundo que puede mantenerse incluso cuando se abandonan esas creencias: es el caso de los cristianos nuevos en la España del Siglo de Oro, cristianos de verdad, pero con hábitos –como el de la lectura o el amor al trabajo intelectual—que los distinguían de los cristianos viejos.

Un amigo me pasa el libro de fotografías que Andrea Ramos ha dedicado a Besullo, Lleva  unas palabras preliminares, precisas y sabias, de Juaco López y yo pienso, al leerlas y al admirar rostros y lugares trabajados por el tiempo, que no hay lugar en el mundo, por pequeño que sea, que no pueda convertirse en una de las capitales del mundo y en punto de partida para un mundo mejor.

Viernes, 7 de mayo
REÍR POR NO LLORAR
 

----¡Anímese caballero, anímese señora, hay regalos para todos, para el nene y la nena! ¿Qué le parecería tener gratis, durante un año, un tierno donut a la hora del desayuno? ¿Que a usted no le gusta el dulce? Pues, si demuestra tener más de 21 años, cambiamos el donut por una cervecita. Y no se vayan, no se vayan, que aún hay más. Un porrito de vez en cuando relaja y a nadie viene mal. Nosotros se lo regalamos, gratis total. Y también hay bonos de cien dólares y hasta de quinientos si usted trabaja en un banco. ¡Tiramos la casa por la ventana! ¡La América de Joe Biden tira la casa por la ventana! ¿Y que tiene que hacer usted a cambio! Nada, prácticamente nada, solo alargar el bracito para que le pongamos una vacunita. Con todas las garantías, oiga, con todas las garantías. Si la vacuna tiene efectos secundarios, le garantizamos ante notario que su viuda seguirá recibiendo el donut, o el regalo que usted haya elegido, completamente gratis durante todo un año.

            (Leo la crónica de la corresponsal en Estados Unidos de El País, “Cervezas y porros para incentivar la vacunación”, y no sé si reír o llorar.)



19 comentarios:

  1. Suscribo cada una de tus palabras sobre Ayuso y las elecciones madrileñas. Parece mentira que tan pocos se den cuenta de lo enormemente machista que ha sido la izquierda con ella, precisamente la izquierda, que presume de feminismo. Echarla por tierra una y otra vez, desprestigiarla, hacer mofa de ella ha traído este resultado, entre otras cosas. Si hubiera sido un hombre, con las mismas meteduras de pata, ¿habrían hecho el mismo escarnio? Creo que no. La verdad es que este no es el progresismo en el que siempre he creído. Se nota nuestra poca tradición democrática cuando algunos se echan las manos a la cabeza y dicen que los que han votado al PP y ganan 900€ están manipulados o son tontos. Qué falta de respeto descalificar así al que vota lo contrario de lo que uno piensa. Insultar llamando fascista me parece grave. Estos tiempos polarizados no me gustan nada. Y lo mismo diría si hubiera ganado el candidato del PSOE y lo descalificasen. Pablo Iglesias, por supuesto, ha prestado una ayuda enorme a la victoria de Ayuso. Eso, junto a las descalificaciones machistas, ha convertido a quien creían que era la tonta del bote en una estrella política. Sí, de tonta no tiene nada. Fue la más lista.

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  2. Madrid era una fiesta.

    Dado que soy objeto de vigilancia, intentaré ser escueto.
    Lo que pase en otros países no importa, no somos competentes.
    Ayer fue una nochevieja en la mayoría de las capitales españolas.
    Hemos vencido al virus.
    Beber en la calle debe estar prohibido, me da igual que sean los estudiantes de Salamanca que los prejubilados de Asturias.
    Así es, ¿qué celebran?

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  3. Beber en la calle está prohibido (salvo en las terrazas, claro). Los botellones son ilegales desde hace tiempo, otra cosa que se ponga empeño en impedirlos (nunca se puso).

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  4. Cuatro anotaciones:

    - Se mire como se mire, en Madrid, se ha producido una exaltación de la mediocridad. Ni se han valorado las gestiones (de gobierno o de oposición) ni se ha ido más allá del tan traído y llevado "cortoplacismo". No advierto las descalificaciones machistas, salvo en casos muy concretos. Por supuesto, nadie sensato, osaría cuestionar los resultados, en ningún sentido.

    - Pablo Iglesias, desde hace bastante tiempo, "manejaba" Podemos desde una óptica estrictamenbte leninista. Anacrónica sin duda, pero así era. Ahora bien,lo de "comunismo o libertad" sonroja que haya calado. La supuesta "libertad" de la "cervecita" es estridente. Eso sí, muy hábil: ni "ya es primavera" (cuestión de VISA), y solo en "Salamanca" casi todos beben "CHIVAS" o similar.

    - Lo de Sánchez es para hacérselo ver: su fracaso, en un país"no inferior", hubiera tenido consecuencias. También para Arrimadas.

    - Comienzo la mañana con Jiménez Losantos, continúo con Herrera o Alsina, remato con Barceló, zapeo entre Ana Rosa, Susana o Ferreras y, al final, quedan Radio 5 o Radio 3. Eso sí, da gusto la prensa no regional, por su excelso pluralismo, y con respecto al nivel de opinión del país no hay duda: imposible más expertos por metro cuadrado. Ah, ni todo vale, ni una "es nadie": está harta de que le tomen el pelo. Queda la literatura, sí, pero no quisiera que se me dijese que tengo una "empanada mental" o que con mi comentario no se sabe si es mejor "reír que llorar". Además la literatura es "bonica", pero no remedia el Alzheimer, ni evita un infarto y, raramente, muy raramente, cura de la "soledad" y, eso sí, a otros con el cuento de la maestra Naturaleza: no se la halla por parte alguna. Lo que ahí es "paisaje" y, desde Reclus y otros, pues ya se sabe...

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  5. Eliminar las farras es como eliminar la vida. No todas son buenas, hay las que hacen llorar, pero el mal que se evita prohibiéndolas no desaparece sino que cambia de sitio. En cuanto a Ayuso, tanto la criticaron que empezó a caerme bien esa mujer. En la cuestión política no sé bien porque no estoy al tanto. Fue un duelo entre una mujer vilipendiada y un hombre que quiso ser presidente en lugar de la presidenta. Podemos ha tenido fallos internos graves: arrinconar a Errejón o Monedero en plan confianzudo zarandeando a Santamaría, y en vez de aprender no quieren bajarse del burro. En fin.

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  6. París era una fiesta y Madridayuso un despiporre.
    Jamás vi una muestra así de libertinaje malentendido. Parecía un consejo de Administración del Banco Santander.
    Los que os tomáis el virus a pitorreo, Martín, sois la pera. Toda regulación os desespera, no hay precaución que os parezca no perecedera.
    Qué manía
    Menos mal que el cohete chino ha caído por el W.C. de no sé que océano
    Cada día hay más cotorras en los parques
    Ayer hizo sol peto todo es un embuste

    Ángel Vizcaíno

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    1. A pitorreo se toman el virus los políticos que pretenden acabar con él prohibiendo, por ejemplo, que se proporcionen servilletas en las cafeterías, o no dejando salir a pasear (ni siquiera solos y lejos de la gente) después de las ocho, las diez o las once de la noche, u obligando a no respirar aire puro cuando paseas por la playa desierta... Todo esto son ejemplos reales. Y los hay más ridículos. ¡Y luego dicen que yo no me tomo el virus en serio! Lo que no me tomo en serio son ciertas medidas de las autoridades político-sanitarias.

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  7. Señora Marina, comparto algunas actitudes y valoraciones suyas fundamentales, como el disgusto por los tiempos polarizados y la evidente necesidad de respetar a las candidatas femeninas. Pero creo que se confunde, o que su escrutinio de las RRSS es incompleto, si cree que Isabel Ayuso es la más damnificada o la perseguida con mayor tenacidad. Adriana Lastra (PSOE) o la médica Mónica García (MM) son tan mujeres, y son blanco de burlas, desprecios y crueldades frecuentes y bien organizadas, como podrá comprobar si entra en Twitter o en Youtube. Se pregunta usted si un candidato masculino que pregonara disparates del calibre de los de Ayuso sufriría el mismo escarnio. No, le respondo. Lo sufre ya SIN decir ningún disparate, como es el caso del prudente, sobrio y circunspecto Gabilondo, acosado y burlado cada día por "hermano de", por amistad con Sánchez, por soso, por proceder de una Facultad, o porque sabe Filosofía. (En España, con frecuencia, la excelencia molesta, no se tolera)

    Cuando uno difunde insensateces como aquella del "comunismo" del Gobierno central, o de que los atascos de tráfico son seña de identidad de Madrid y señal de vida activa y bullente, es realista esperar que a uno lo tomen por tonto. Pero Ayuso ha jugado muy bien su carta de "tonta del bote" con el mensaje no tan oculto: "no necesitáis eruditos, ni académicos estirados, sino una chica del montón, inculta y que dice bobadas, sí, pero que va a abrir los bares".

    Andan muchos sesudos columnistas estos días preguntándose: "Qué tiene Ayuso, o qué ha hecho, para arrasar así?" Yo creo que es una pregunta equivocada. Y creo que los resultados electorales dicen muy poco sobre Ayuso. La pregunta debería ser: "Qué tienen los madrileños, o qué han hecho (o les han hecho) recientemente, para votar a Ayuso de un modo tan arrollador?"

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    1. Me ha ahorrado usted el comentario. Lo suscribo de pe a pa

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  8. P.D.

    Dudo que Pablo Iglesias haya sido una "ayuda enorme" para la victoria de Ayuso. Esto es parte del ruido mediático y de la cacería implacable desatada en torno a este político (que daría para todo un libro). De hecho, tanto Unidas Podemos como Más Madrid ganan escaños, y la subida de Ayuso se explica por pérdidas del PSOE y, sobre todo, por la "ingestión" completa de Ciudadanos, que desaparece de escena, como partido sin norte y sin ideología. (No era "norte", sino Noreste lo que tenía C's: su función política básica fue oponerse a las libertades catalanas).

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    1. Por alusiones: Pablo Iglesias ha hecho mucho por ayudar a Ayuso, fue su principal valedor. Si los votos de Ciudadanos se fueron en bloque al PP, y no al PSOE, como en Cataluña, fue porque Iglesias forzó las elecciones hacia un enfrentamiento entre democracia y fascismo, no menos simplificador que lo de libertad o comunismo.
      Ah, por cierto. Yo no tomo cerveza, pero en un país en el que no se pueda sentarse uno en una terraza a tomar una cerveza (o visitar a su familia, que vive a cuatro kilómetros, pero sí a un amigo que vive a catorce, pero en el mismo municipio) a mí no me interesa vivir. Por eso (aún coincidiendo con Iglesias ideológicamente al ochenta por ciento), si yo fuera madrileño en estas elecciones habría votado a Ayuso. La bocanada de aire fresco ya se está notando en toda España.

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    2. Querido anfitrión y admirado poeta: Cuando ese aire se convierta en tóxico ("por allí resopla"), hablamos

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    3. Vaya por Dios, ahora resulta que fue Iglesias el que empujó a C's en brazos del PP, y todo por decir LA VERDAD. Como si gente del estilo de Savater o de Azúa necesitasen el empujón de Iglesias. Como si no tuviesen la querencia del PP por sí mismos, de tiempo atrás y sin disimulos. [Es casi como decir que la culpa de que Austria se echase en brazos del Reich la tuvo... ¡Churchill! Como si no llevasen años flirteando con el pangermanismo].
      Iglesias calificó las elecciones de enfrentamiento entre democracia y fascismo porque LO ERAN desde el momento en que entraba en juego un partido ultra que elevaba el gobierno de Franco a "calidad" muy superior al de Sánchez. ¿Usted se imagina en la Alemania actual a un partido Hitleriano presentándose a una votación [inimaginable], y que cuando es criticado por un demócrata ES DICHO DEMÓCRATA, mucho más que el propio partido filonazi, el que recibe un aluvión de críticas, de sarcasmos, de insultos y persecuciones, y se crea para él el hashtag "#demócrataRata, seguido por multitudes? Yo no, francamente, no me lo puedo ni imaginar. La diferencia es que el Estado donde vive usted (y yo, e Iglesias) es un Estado fallido, que nunca ajustó cuentas con su dictadura. Culpe a las miserias de dicho Estado, no a las críticas honestas de Iglesias, que decir la verdad tenga como consecuencia una huida en masa al PP de personas que nunca tuvieron claro dónde quieren ir y dónde quieren estar. De personas para las cuales, para muchas, los derechos recogidos en la Constitución son puro POPULISMO. ¿Cómo no iban a odiar a Iglesias, que impulsó un salario mínimo? Pero no es un odio de ahora, sino desde que fundaron su tortuoso ente. Por cierto, curioso que si Iglesias lo hizo tan mal, de su partido no huya NADIE.
      En fin, celebro que usted perciba una bocanada de aire fresco, pero no descarte que pueda ser debida a que terminó el estado de alarma. Yo haré mis escapadas, sólo que, en mi caso, perseguido por un inagotable aire pútrido. Y no vaya a pensar que esto ha terminado. Aquí la función siempre da para mucho.

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    4. Este Antonio P me parece que ya ha andado por estos lares con otros nombres.

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    1. Sabia decisión. Qué difícil dialogar con tanto emboscado que se avergüenza de su nombre y siembra la confusión.

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  10. Estimado Antonio, eso de qué tienen los madrileños para haber votado a alguien como ella de un modo tan arrollador me parece un poco lo mismo. ¿Los madrileños son tontos y sólo la han votado porque dejó los bares abiertos? Yo soy periodista, y más bien creo que es el momento de profundizar y analizar las causas de este resultado, de una forma lo más sensata posible y no desde los prejuicios.
    Creo que se pueden criticar hasta el infinito las gestiones políticas de los que nos gobiernan, pero nunca llevarla a lo personal, como se ha hecho en este caso y en tantos otros. Le doy la razón en que hace mucho que se traspasaron todos los límites con muchas personas, aunque en este caso es posible extraer muchas lecciones, pues les ha salido el tiro por la culata clamorosamente. Lo que está claro es que Ayuso ha sabido conectar con muchas personas. Hay que analizar las claves de su éxito.
    Pienso, como Martín, que ese escenario que dibujó Iglesias, de confrontación entre democracia y fascismo, como si estuviéramos en 1933, ha producido un enorme rechazo, pues a la gente le preocupan muchas otras cosas. Creer que los madrileños han sido tontos o limitados por haber votado a Ayuso es una falta de respeto hacia su inteligencia. Eso es lo malo, que no avanzamos, que estamos llenos de prejuicios hacia el adversario político, que o bien le consideramos fascista o poco inteligente. Esos no son los mimbres para ganar unas elecciones.

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  11. Gracias, Isabel Marina, por su respuesta civilizada y serena.
    No afirmo que los madrileños sean tontos, ni nazis, ni tabernarios, y no lo afirmo porque sinceramente no lo creo. Ni siquiera mayoritariamente. Sería de un simplismo estremecedor. Lo que afirmo es que los resultados de las elecciones deben explicarse a partir de características de la población madrileña (seguramente complejas, no alardeo de contar con una explicación segura). Y no a partir de rasgos de Isabel Díaz Ayuso, que me parece una persona anodina e irrelevante, ahora sin duda levitante de gozo y éxito, pero que dignifica los atascos, sin sonrojarse, a seña de identidad de su lugar (está en las hemerotecas).

    Y sí, ha sabido conectar con muchas personas. A quien se dirige a un naufragio o a una pandemia en lo que parece ser una lancha de salvamento suele serle fácil conectar con muchas personas.

    Isabel, el guerracivilismo no lo ha entronizado Iglesias, puede estar segura. Si recorre Twitter o revisa Youtube verá que aquí la meta nunca ha sido el debate, sino la destrucción y la eliminación del adversario político. Enviar balas, acechar a los hijos, injuriar. Sorprende que ningún juez actúe contra las palabras despiadadas que se dirigen a políticos electos, contra las crueldades dirigidas a personas honestas, hombres y mujeres. Calumnias, descalificaciones personales, amenazas. Venezuela, Irán, Putin. ESE ES nuestro medioambiente intelectual. Usted, como periodista, tiene que saberlo. Y, por cierto, en su profesión hay unos cuantos personajes dedicados en alma y vida a cultivar dicho medioambiente ponzoñoso.
    Saludos y gracias de nuevo, señora Marina.

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