sábado, 6 de marzo de 2021

Después y todavía: Molesto moscardón

 

Sábado, 27 de febrero
ASÍ FUIMOS 

Cambian los tiempos, y no siempre para peor. Leo un libro de entrevistas publicado en 1974. Lo inicia un Vargas Llosa que aún no se había distanciado del castrismo: “Creo que el lastimoso caso Padilla era algo que perjudicaba a la revolución cubana y por eso lo critiqué y lo censuré. Fue una actitud de solidaridad con la revolución cubana”. Antes había afirmado con rotundidad: “Tengo una posición que creo revolucionaria respecto a los problemas de mi país y de América Latina. Creo que la única solución válida para esos países es la revolucionaria”.

            Augusto Valera Casas, publicó las entrevistas que reúne en Diálogo abierto en un diario barcelonés de dieciochesco título, El noticiero universal, y leerlas es viajar a un país remoto, a la vez esperanzado y siniestro, en el que yo también he residido más de un tercio de mi vida, aunque ahora me resulte difícil creerlo. En la solapa, se lee que el libro “enmarca toda la escala social, desde un ministro a un analfabeto, desde un príncipe hasta un subnormal”.

            Nos frotamos los ojos. ¿Un subnormal? Sí, y esa condición se proclama como un título. Debajo del nombre de cada entrevistado se indica su profesión o el cargo que ocupa –Ramón Castroviejo, oftalmólogo; José María Gironella, escritor; José María de Porcioles, alcalde-- y tras “Arturo Rubinstein, concertista”, aparece “Marcelino Torrebadella, subnormal”.

            Leemos la entrevista con un nudo en el corazón: “¿Cuántos años tienes?”, “Trece”, “¿Cuántos años hace que vienes al colegio”, “Ocho años”, “¿Qué es lo que más te gusta del colegio?”. “Estudiar y hacer dibujos”. Son las preguntas que les harían a cualquier niño, pero de pronto, como un puñetazo:  “Tus hermanos son normales, ¿sabes tú que eres diferente de ellos? ¿Te preocupa?”, “Yo soy subnormal y mi papá no me deja casarme con Conchita. Dice que los subnormales no se casan”. Conchita, explica el entrevistador, “es una niña muy mona que estudia también en el colegio Santos Inocentes y ‘son novios’. Dicen que cuando sean mayores se casarán. Pero estos niños nunca se hacen mayores, ahí radica uno de los más graves problemas”.  Toma luego la palabra el padre: “Para nosotros la palabra subnormal es corriente. Hace ya cuatro años que le dijimos a Marcelino que él es diferente de los otros niños, él lo sabe por sus dos hermanos. Él y todos lo saben, y se conforma”.

            “Marcelino –escribe el entrevistador--, que está muy interesado por mi magnetófono, se comporta con una educación y un respeto que muchos normales no tienen. Marcelino es atento, reflexivo y muy cariñoso”.

            Yo no puedo evitar que los ojos se me llenen de lágrimas.

Domingo, 28 de febrero
SI YO FUERA RICO
 

Si yo fuera rico, rico de verdad, claro, si yo tuviera unos miles o al menos unos cientos de millones de euros, no cambiaría de casa, ni de modo de vida, simplemente trataría de convertirme en accionista mayoritario de un importante grupo de comunicación –un diario de alcance nacional, varios regionales, dos o tres canales de televisión--, contrataría luego a los mejores y no sé si seríamos los mejores, pero de lo que estoy seguro es de que jamás, jamás, jamás, los medios de los que yo sería responsablemente propietario participarían del pacto del silencio sobre los delitos de nadie, ocupara el cargo que ocupara, y muy especialmente si ese cargo es el del jefe del Estado.

            El anterior pacto del silencio –sabían, periodistas y ministros, que el rey y su nueva pareja iban por ahí utilizando su cargo para hacer negocios dudosamente legales y éticamente siempre reprobables-- duró cuarenta años, tantos como la pasada dictadura; el actual --tan dañino para para la salud pública-- esperemos que no dure tanto, aunque quién sabe.

Lunes, 1 de marzo
ME NIEGAN EL SALUDO

Soñé que en uno de esos besamanos del Palacio Real a los que alguna vez asistí (yo fui de los que creyeron que el joven Felipe, nuevo Hércules, iba a ser capaz de limpiar los pestilentes establos de Augias), la reina Letizia me negaba el saludo.

            Me desperté extrañado. Siempre creí que lo que ella piensa sobre determinado personaje, de cuyo nombre no quiero acordarme, es más o menos lo que pienso yo y lo que acabarán por pensar –aún hay muchos intereses creados-- todos los españoles decentes, incluida la fiscal general del Estado.

 

Martes, 2 de marzo
MIS JÓVENES AMIGOS

¿Cómo se las puede arreglar para sobrevivir en un mundo como este, en el que no hay nada seguro, una persona como yo que se angustia cuando le falla la rutina, que necesita hacer todos los días lo mismo y a la misma hora? Pues teniendo una rutina de repuesto, o dos o tres. Todas las tardes tomo un café en torno a las siete y estoy un rato de charla con algún amigo. Por si los amigos no aparecen, llevo conmigo algún libro recién llegado. Y si no hay libros nuevos, recurro a tres contertulios que nunca fallan: Goethe, Napoleón o Berenson. Un tomo de las Conversaciones con Goethe, de Eckermann, publicadas por la Colección Universal en 1920, o del Diario de Santa-Helena, del conde de Las Casas, en la edición de 1826 que compré en Bilbao, o los Coloquios con Berenson, de Umberto Morra, publicados en el Fondo de Cultura Económica. Abiertos por cualquier página, me permiten tener a mi lado al mejor interlocutor. Hoy –en el solitario Vetusta: estamos la dueña y yo-- le toca el turno a Berenson, generoso anfitrión en su villa Tatti de las afueras de Florencia, en las colinas de Settignano: “El padre de T. murió a los noventa años y todos le habían faltado antes: se había quedado en el desierto. Es necesario prepararse amigos jóvenes para la vejez y transferir el placer de la vida de uno mismo hacia ellos”. Sonrío: yo siempre he tenido amigos jóvenes, pero el placer de la vida de momento no tengo intención de transferírselo a nadie; prefiero disfrutarlo por mi cuenta.

 

Miércoles, 3 de marzo
HE AQUÍ EL TINGLADO

¿Cómo es posible que tantos callaran y que solo se atrevieran a hablar, y a investigar un poquito, cuando la justicia suiza le sacó los colores a la justicia española y se puso a investigar las cuentas de a quien, como a Al Capone, parece que solo le van a pillar por los delitos con Hacienda? La respuesta está en Los intereses creados, esa obra de Benavente que yo puedo recitar casi entera de memoria: “He aquí el tinglado de la antigua farsa…”. El pícaro Crispín enuncia al final la moraleja: “Para triunfar, mejor que crear afectos es crear intereses”. Todos acaban sabiendo que Leandro y Crispín son un par de redomados estafadores, pero, si los denuncian, los poderosos de la ciudad que han creído en ellos perderán su dinero; mejor callar, dejar que Leandro se case con la hija del rico Polichinela y así podrá devolverles lo prestado. Con el silencio, con no denunciar a la justicia, todos saldrán ganando. Mejor dejar que Crispín y Leandra campen a sus anchas –se dijeron los González--, no se nos vaya a venir abajo todo el tinglado.

            Si yo fuera fiscal general del Estado –no duraría ni un segundo en el cargo--, ahora mismo mandaría investigar a quienes han “prestado” dinero para que el anterior jefe del Estado pague unos millones de euros a Hacienda. Seguro que no tardaría en encontrar el rastro de negocios raros y cuentas opacas.

            ¿La justicia es igual para todos? Yo me conformaría con que a la hora de investigar la fortuna de cierta familia, cuyo nombre callo, se pusiera la mitad del empeño que se puso en investigar a los Pujol.

 

Jueves, 4 de marzo
SALAMANCA, 1937

Unos libros tiran de otros y me gusta seguir ese hilo azaroso en mis lecturas. Diálogo abierto no solo me muestra sorprendentes detalles de época. En el Liceo barcelonés, se entraba y salía y se charlaba durante la representación de las óperas. “¿No es posible acabar con esa mala costumbre?”, le pregunta el entrevistador al empresario del teatro. “Cuando se ha intentado establecer un poco de orden, nos encontramos con inconvenientes tremendos”. Más de un espectador respondía de malos modos: “Oiga, que yo también soy propietario y entro y salgo cuando me da la gana”. A Ramón Serrano Suñer le pregunta: “¿Qué opina sobre el libro Testimonio, de Manuel Hedilla?”. La respuesta es evasiva e intrigante: “No opino, ha opinado sobre él quien fundamentalmente es su autor, el historiador García Venero. Con relación a Hedilla, pese a sus actitudes conmigo, recuerdo, naturalmente con satisfacción, haber sido el primero que en los día de Salamanca me opuse a su ejecución”. Poco después de leer esas palabras, paso por la librería que el Centro Reto ha abierto cerca de mi casa y el primer libro en que me fijo es el Testimonio de Hedilla. Al principio se da cuenta del enfrentamiento entre el protagonista y el redactor del volumen, que vendió el original sin su autorización a Ruedo Ibérico. Comienzo a leerlo con creciente interés durante el primer café de la mañana en Noor. No sabía nada de la conspiración para quitar a Hedilla de la jefatura de Falange. Ni que una de las razones para ello era que sus discursos se los tenían que escribir otros. Si esa fuera una razón, habría que cesar a todos los políticos. No sabía que los falangistas, en la Salamanca de 1937, iban a visitarse unos a otros no solo bien armados sino provistos de bombas. Daniel López Puertas, “fundador y jefe local, en un tiempo, de la JONS de Mataporquera”, y José María Alonso Goya, deciden intermediar para que Sancho Dávila, jefe de la facción contraria, acepte entrevistarse con Hedilla. Entran en su cuarto, tras enfrentarse a los guardaespaldas, que no querían dejarlos pasar, y se lo encuentran acostado y a un guardaespaldas, apellidado Peral, en otra cama junto a la suya. “Cordialmente –cuenta años después Daniel López Puertas-- expuso Goya a Dávila el motivo de la visita y le incitó a que se entrevistara con Hedilla, en el lugar que prefiriese, dándole palabra de que no se quería cometer ninguna violencia. La respuesta de Dávila fue hablar duramente contra Hedilla y pedir a Goya que abandonara al jefe de la Junta y se pasara al lado del triunvirato. En esto, se oyó una explosión dentro de la casa. Goya se dispuso a salir de la habitación, y apenas se hubo vuelto Peral le disparó un tiro en la nuca, matándole. El arma estaba, pues, montada. Yo saqué mi pistola y disparé contra Peral, quien fue tocado. Pero se me encasquilló el arma, lo que aprovechó Dávila para abalanzarse sobre mí y morderme ferozmente. Para que me soltara, con una mano saqué una bomba y le dije: Si no me sueltas, la tiro”. Entraron entonces otros falangistas –Fernando Ruiz de la Prada, Aureliano Gutiérrez Llano y Santiago Carral-- en el dormitorio y se encontraron a su compañero muerto: “Tenía un tiro mortal con entrada por el occipucio y salida por el ojo derecho. Junto a la pared, en camiseta y calzoncillos, estaban Dávila, un jefe de bandera de su escolta y Peral, sangrando y que se iba escurriendo lentamente”. 

Viernes, 5 de marzo
DE UN MANOTAZO
 

“Mi reino no es de este mundo”, afirmaba Jesucristo. “Mi mundo no es de este reino”, parafraseaba Bergamín. El mío también lo es cada vez menos. Pero aún no doy la batalla por perdida, aún no ha llegado la hora de que me encierre en mi biblioteca y me dedique a cultivar mi jardín, aún pienso seguir dando guerra, aunque me temo que el único papel que me queda es el de molesto moscardón con el que en cualquier momento se puede acabar de un manotazo.



14 comentarios:

  1. Lo que cuentas del niño calificado de "subnormal", te lo amplio. Hasta la LGE de principios de los 70, estos niños eran apartados del sistema educativo, sujetos sólo de una atención asistencial.
    Con la citada ley se les reconoce el drcho. a la educación, eso sí en centros especiales. Se escriben artículos en revistas especializadas sobre "educación de subnormales", programas para atender "retrasados mentales"...
    Ya llevo muchos años en la enseñanza. He tenido Sindromes de Down", una peculiaridad genética; autistas (ahora se denomina síndrome de Asperger), niños asociales, no juegan, no se relacionan...Y más.
    No ha mejorado demasiado el trato a estos alumnos.
    Empiezo a cansarme.
    Víctor Menéndez

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  2. Yo tengo un contencioso con la Consejeria de Educacion y no lo tienen claro.
    No se puede tratar así a los niños. No puede una "orientadora", siendo yo tutor, este niño es tonto; este "superdotado.
    Juicio y gordo

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  3. No es de lo que aquí se trata, Víctor.

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  4. Bueno Martin, tampoco está demasiado de más. Los 25 años que viviste bajo el franquismo, y los 40 en general, siguen proyectando una sombra siniestra.
    Cierto que toda Europa sufrió esa represión, que el fascismo no ha muerto, que la Iglesia, por cínica, no es la solución.
    Pero, en cuanto a la educación, contemplo un sombrío futuro, más con las medidas anticovid.

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  9. Avance deportivo, minuto a minuto. ¡¡Goool, gol, gol!! Gol de Ciudadanos al PP en La Condomina, Murcia. Salta la sorpresa.
    Atención, novedad en el Santiago Bernabéu, Diaz Ayuso, con un regate corto, provoca penalti. El árbitro está consultando al VAR.
    Os mantendremos informados del Valladolid-Ponferradina, donde también hay novedades. Así como del resto de la jornada.
    En algo hay que entretenerse, Martín

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    1. Pruebe con Hegel.
      FENOMENOLOGÍA DEL ESPÍRITU:
      ¡Endecasílabo!

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  10. Ya he probado, Manuel, bien lo sabe quien me conoce. Por cierto, hay un "sketch" muy bueno de los Monty Python que se llama "Partido de filósofos", juegan Grecia y Alemania.
    Por Grecia, entre otros, Platón, Aristoteles (que no atraviesa un buen momento, dicen), Pitagoras, Socrates, Epicuro, etc.
    Por Alemania, Hegel, Kant, Schopenhauer, Marx, Leibnitz, Engels, Nietsche (que es expulsado por juego violento) y ...Beckenbauer.
    Gana Grecia por 1-0, gol de Socrates, creo.
    Salud.

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    1. "¿Por qué está todo
      en vez de no haber nada?",
      pregunta el godo.

      Salud.

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  11. Ángel, la cita de Pi y Margall sobre "Las nacionalidades" no la suscribo.
    Ciertamente en el origen está la ciudad. Pero las relaciones entre ellas no eran precisamente pacíficas (Esparta y Atenas). Más recientemente, baja edad media, las navarrerias en Pamplona, que luchaban por barrios.
    Luego la violencia no proviene exactamente de la creación de naciones (España, Francia, R.U....), estaba ya presente.
    Un saludo. Víctor Menéndez

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