sábado, 15 de diciembre de 2018

Revelación de secretos: La que se avecina



Sábado, 8 de diciembre
LA CAJA CHINA

Los años me van cambiando en muchas cosas, pero no me hacen más crédulo. Las historias de platillos volantes, abducciones, fenómenos paranormales, que veo a menudo en la televisión, siempre antes de irme a dormir, me ayudan a desconectar con la áspera realidad, a relajarme, a reírme de la estupidez humana y sentirme un poco superior (algo que se me da bastante bien, debo reconocerlo).
            No creo en milagros ni en alienígenas, pero sí en lo que un filósofo de Avilés, Estanislao Sánchez Calvo llamaba “lo maravilloso positivo”, los hechos que –al menos de momento– no tienen explicación científica.
            En el santuario de Mevlana, el de los derviches giróvagos, donde se venera al poeta Rumi, me encontré con una arqueta nacarada en la que, según me dijeron, se guardaba la barba de Mahoma. Protegía el recipiente una especie de urna de cristal con unos pequeños agujeros. Vi una larga cola de fieles que aguardaba para acercar a ellos su nariz. “Es que esa reliquia despide un olor semejante al de las rosas del paraíso”, me explicaron. Y yo, sin dudarlo un momento, me puse en la cola a ver lo que había de verdad en ello. Aunque soy muy impaciente, esperé todo el tiempo que hizo falta. Y valió la pena: aspiré fuerte y me sentí embriagado por el más maravilloso olor que haya sentido nunca. Cerré los ojos: me pareció estar en el paraíso. No sé cuánto duró aquella maravilla. Mis amigos dicen que apenas un instante, pero a mí me parecieron horas, un tiempo sin tiempo. Incluso me pareció sentir el rumor acariciador de una fuente cercana y voces frescas que cantaban entre la arboleda.
            Cuando estuve en Pekín, hace ya algunos años, me regalaron un pequeña caja de madera, un recuerdo de la Universidad de Renmin, según se lee en la tapa junto a la fecha de 1937.  Pensé que la había olvidado en la Residencia en que me alojé porque no la encontré en el equipaje al llegar a Asturias. Pero hace unas semanas, tratando de poner un poco de orden en la leonera en que se había convertido mi casa (ahora sede de una fundación) reapareció. La abrí antes de irme a dormir y esa noche, tras una desagradable temporada de insomnio, dormí profundamente. A partir de entonces, me acostumbré a juguetear un poco con ella antes de irme a dormir. Y no es que yo creyera que tenía poderes especiales, pero el caso es que me relajaba y me ayudaba a conciliar el sueño.
            Últimamente me ha dado por pensar que es un talismán y que quizá si tenga algún poder especial. No es que yo crea tal cosa. Soy demasiado racionalista para creer en semejantes tonterías. Pero podría ser un buen argumento para un cuento, pensé. Ya me ha concedido un primer deseo, dormir bien, de un tirón, toda la noche, algo poco frecuente a mi edad. ¿Qué otro podría pedirle? Se me ocurrió –medio en broma, medio en serio– que podía ayudarme a buscar pareja. Siempre he vivido muy bien solo, sin relaciones duraderas, aunque no todas fueran de una sola noche, las hubo que duraron todo un fin de semana. Pero uno se va haciendo viejo y empiezan a visitarle pesadillas de enfermedad, caídas, necesidad de cuidados.
            Fue ayer viernes, al volver de la tertulia, mientras la acariciaba para conciliar el sueño, cuando se me ocurrió formular –medio en broma, medio en serio, ya dije– ese deseo que las mocitas de antes dirigían a un santo casamentero y los solitarios de hoy a Tinder o a cualquier otra aplicación milagrera.
            Fue ayer y esta noche soñé que la caja me hablaba: “¿Hombre o mujer? Rellene la casilla correspondiente”. Y yo, tras dudar un momento, respondía: “Para lo que yo quiero la pareja, mejor mujer”.
            Fue ayer, repito, y hoy cuando tomaba mi café en el Atrio apareció una antigua compañera de la Universidad, muy cariñosa, extrañamente amable. “Fíjate qué cosas, esta noche soñé contigo y luego voy y te encuentro aquí, no sabía que seguías viniendo por Avilés”.
            Y yo me puse a temblar. ¿Sería la caja china verdaderamente mágica? ¿No puede uno, en ese caso, volverse atrás en sus peticiones? Porque hay deseos que uno formula en un momento de debilidad y de los que luego se arrepiente durante toda la vida.


Domingo, 9 de diciembre
AHÍ QUEDA ESO

Ningún género literario más propicio para la tontería que el aforismo (a no ser el haiku). Abro Los pensamientos del té, de Guido Ceronetti –“filósofo, poeta, traductor, narrador y sagaz cronista de hechos culturales y sociales”--, según leo en la solapa, y me encuentro con esta perla: “La mujer, al no ser más que imagen, no muere. El que sí muere es el hombre”.
            Ahí queda eso. No solo es una tontería se mire por donde se mire, sino una tontería vintage, del tiempo en que mujeres y hombres se consideraban de distinta especie.
            “No es posible leer la obra de Ceronetti –escribió Emil Cioran– sin preguntarse quién es el admirable monstruo que la ha concebido”.
            Completamente de acuerdo, salvo en lo de “admirable”.


Lunes, 10 de diciembre
ME ABURRO

Me paso la vida tratando de engañar a los demás y no consigo engañarme ni a mí mismo. ¿De dónde habré sacado esa peregrina idea de que soy más listo que nadie? “Las personas inteligentes no se aburren nunca”, dicen, y yo me aburro mucho. Soy de los que no es que dejen para mañana lo que tienen que hacer hoy, sino que hacen hoy lo que deberían hacer mañana. Y luego, claro, al día siguiente se aburren al no tener nada que hacer.
            Todo lo hago demasiado rápido: hablar, comer, pensar, escribir, rebatir al contrario. ¿Y para qué? Para que luego no haya día en que no me sobre tiempo para estar mano sobre mano, para pensar en lo que no quiero pensar, para emborracharme de melancolía.
            Si soy tan inteligente, ¿cómo es que no consigo tomarme las cosas con más calma, comer más despacio, masticar mejor lo que leo, tardar un poco más en encontrar las falacias argumentales del contrario para no dar la impresión de que no le dejo terminar de hablar?
            Me sobra tiempo y la mayor parte de mi tiempo la ocupo en inventarme ocupaciones con las que entretenerme. Porque de todo me aburro en seguida, como un niño caprichoso, y a la media hora o a la hora ya tengo que dedicarme a otra cosa.


Martes, 11 de diciembre
YA NO SOY TAN SINCERO

Encuentro, entre los papeles viejos que estoy revisando para archivar unos y enviar la mayor parte de ellos a la papelera, un recorte del ABC, fechado el 3 de enero del 84, con el siguiente titular “El Ministerio de Cultura malgasta el dinero”.
            Es una información de la agencia Efe que dice así: “El dinero que se gasta en premios literarios en España es el más absurdo, declaró el poeta y crítico literario José Luis García Martín durante la presentación de Poesía española 1982-83, que recoge los comentarios críticos de los libros aparecidos durante ese período. José Luis García Martín, que manifestó su total desacuerdo con los premios literarios, criticó especialmente el premio Cervantes, que se concede –dijo– "a la longevidad de las viejas glorias que cuentan con una obra dilatada y el mérito de no haberse muerto todavía".
            Hace más de treinta años ya pensaba yo como pienso ahora, pero ya no me atrevería a hacer declaraciones semejantes. Los años me han enseñado a ser un poco más cauto y a disimular lo que pienso.
            (Si no lo fuera, y vista la nadería de su último libro, Contestaciones, que apenas es suyo, me atrevería a profetizar que el próximo Cervantes será para el poeta venezolano Rafael Cadenas.)


Miércoles, 12 de diciembre
COSAS QUE PASAN

Siempre he tenido pasión por explicarlo todo, pero hay cosas que no tienen explicación, o que yo aún no he sabido encontrársela.
             “Yo mismo me encontré frente a mí mismo en una encrucijada”, escribió Ángel González. Hay muchos testimonios de una experiencia semejante. Esta mañana, mientras tomaba un café en Las Salesas, en la gran mesa redonda y común que me gusta utilizar, alguien que se me parecía bastante llegó un poco más tarde y se sentó frente a mí.
            Al principio, daba la impresión de que incluso me imitaba los gestos, como si estuviera ante un espejo. Yo trataba de concentrarme en el libro que llevaba conmigo –la Comedia de Dante en la traducción de José María Micó–, pero no podía dejar de levantar la vista y fijarme en él. Se dio cuenta y comenzó a sentirse molesto. Por fin, no pudo por menos de dirigirme la palabra:
            ––¿Nos conocemos?
            ––Perdona, pero es que te pareces mucho a alguien que conozco bien –y, tras una pausa, añadí sonriendo–, a José Luis García Martín.
            Sonrió también, como si estuviera en el secreto. “Son cosas que pasan”, dijo, y luego se levantó, sin dejar la sonrisa, al mismo tiempo que yo me levantaba.


Jueves, 13 de diciembre
ESPERO EQUIVOCARME

A mis amigos andaluces les ha molestado un poco que yo dijera que los rojos de aquella tierra son más rojigualdas que rojos, como si eso fuera exclusivo de Andalucía. Tampoco es exclusividad suya el evidente resentimiento que sienten hacia Cataluña (un psicólogo social casi se atrevería a hablar de complejo de inferioridad).
            Pero de esos asuntos prefiero no hablar. Tengamos la fiesta en paz mientras podemos. Esta noche soñé –no tiene relación con ello, pero uno no manda en sus sueños– con los años anteriores a la Gran Guerra. Las organizaciones obreras, cada vez más poderosas, decían que no habría más guerras en Europa, que las guerras eran cosa de los Estados burgueses, que si una nación declaraba la guerra a otra, los obreros de ambos países se negarían a tomar las armas y se abrazarían como hermanos.
            Comenzó el conflicto de la más estúpida manera y allá se fueron cantando alegres a la carnicería los obreros de Francia y los de Alemania, que antes que obreros eran franceses y alemanes y debían dar su vida por la patria y arrebatársela antes a todo el que pudieran.
            También los españoles de izquierda, antes que de izquierda, antes que demócratas, son españoles. Que Dios nos coja confesados.



40 comentarios:

  1. "...uno se va haciendo viejo y empiezan a visitarle pesadillas de enfermedad, caídas, necesidad de cuidados" (...)

    "Para lo que yo quiero la pareja, mejor mujer”

    Me temo que las feministas te van a masacrar

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  2. Nuestro autor tiene cierta fijación con los cuentos de fantasmas. Quizá sea la parte menos lograda de su narrativa. Salvo el último que publicó, que me lo creí --cuando invita a un desconocido a subir a su casa (hoy su Fundación)-- en los otros se nota que lo está inventando, como aquel pastor que inventó al lobo. No sé si le pasará lo mismo y algún día se encuentre con un auténtico fantasma. Si eso ocurre, mi deseo es que salga ileso y pueda contarlo. Y en preguntarle por qué una mujer como pareja posible, no voy a insistir. No lo va a contestar.

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    1. Yo no invento nada, Jesús. No tengo imaginación.

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    2. Si tu lo dices, vale. Pero yo no termino de creer que la tienes, y muy fuerte aunque a veces te dejas llevar por lo trillado, las menos, menos mal.

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    3. Recuerdo ahora tres relatos tuyos. El de la mujer que te dio el bolso en un aeropuerto, y luego la detuvieron. El individuo que tú Creíste que te iba a chantajear con una vieja y ridícula carta de amor, y subió contigo a la fundación. Y el de cuando viste a uno que eras tú. Este de la caja china es posible que la hayas comprado en el chino de la esquina y tenga cero magia, pero yo me los creo como si fuese verdad. En este caso.

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  3. F. (a la espectrativa)17 de diciembre de 2018, 19:52

    Varé la almadía en la playa lodosa del pantano exangüe y mis inciertos pasos no sintieron las aristas de los cantos informes. La noche unánime latía en la planicie desolada y fue entonces cuando topé con las ruinas circulares que albinos arqueólogos habían exhumado de la tierra milenaria.
    Me tendí a la sombra del plinto del berraco de hocico infamante y lomo ceniciento y dormí por horas incontables. Pedí en sueños al ídolo que me diera compañía: “¿Chico o chica?”, soñé que el monstruo preguntaba. “Para este caso prefiero una mujer”, respondile en sueños. “Pues ponte a pensarla y la tendrás: venga...”.
    Cocí aquel deseo al fuego lento de sueños afiebrados durante dos largos años y en las diurnas vigilias, bajo insospechados cielos calimosos, reposaba los ojos del ahínco y de la fiebre en la plata del olivar vecino.. Y tornaba al sueño germinal y el cuerpo iba adquiriendo hechura y cesé de imaginar cuando empezó a proyectar su sombra. Un día, al despertar de uno de los sueños más livianos la vi en pie mirándome, tendido y desnudo como estaba. La fui a abrazar y fue como querer atrapar una espiral de humo: se deshizo entre mis dedos como espuma.
    Llegó en esto un extraño que se alzó en el talud sin rastro de fatiga. Montó la honda y con un volteo sonámbulo desprendió un canto que vi venir hacia mi frente, la atrevesó y estrellose -yo indemne- en la peana del ídolo de piedra. Fue entonces cuando empecé a sospechar que yo también...era un fantasma.
    Ahora peno por la Red y he dado con este Café que dicen del buen Martín. Hola, colegas.

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    1. Muy bonito, señor F, de veras que me ha gustado, y en efecto, es usted bastante fantasma.
      Pero tenga en cuenta lo que sigue: no existen "cantos informes". Todos los cantos son "formes", máxime si tienen aristas.
      Salutaciones solsticiales.

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    2. Gracias, Felipe. Una de las definiciones de "informe" que hace la RAE: informe2 Del lat. informis.
      1. adj. Que no tiene la forma, figura y perfección que le corresponde.
      2. adj. De forma vaga e indeterminada.
      Esta última es la que le cuadra a mis "cantos", porque vagos e indeterminados los percibe en la noche unánime el mago que arriba a la playa lodosa de un pantano exangüe. Me choca que no haya denunciado cualquiera de los otros adjetivos que vienen en la frase, porque son bastante más discutibles que "informe".
      Pero usted sabe de sobra que es un relatillo paródico, igual que sabe quién es el portentoso escritor parodiado... Y él sí que usa de los adjetivos con primor y galanura, aunque tengan poco que ver con el uso convencional que se les da.
      Claro que hay bastante de fantasmal en quien suscribe, faltaría más.
      Chao.

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    3. Ah...; la sombra del plinto era lunar, pues de noche transcurría la tragedia.

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  4. En efecto, la "perla" de Ceronetti abochorna de lo estúpida y cursi que resulta. Parece mentira que a quienes el cerebro les dicta semejantes majaderías la suerte les permita alcanzar reconocimiento. Me recuerda a los efluvios de un tal Liberto, que en los últimos años de Franco recorría el paseo de los bares de Princesa, en Madrid, recitando a voz en grito sus poemas, que exigían contener la carcajada. Pero aquel pobre hombre era tratado con compasión, no con admiración.

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  5. De otro libro de don Guido ("El silencio del cuerpo"), perla nada "vintage", ¡tontería bien "new age"! : hombres y mujeres progresivamente ya de la misma especie.

    « “La femme est la tradition, comme l’homme est le progrès; et, sans eux, point de vie” [‘La mujer es la tradición, así como el hombre el progreso; y sin ambos, no hay vida en absoluto’ ] (Amiel, 6 de mayo de 1852). ¡Pero si hasta la mujer quiere ser “progreso”! La falta de una dirección opuesta, de una fuerza de freno, lleva al caos y al desastre. Las mujeres “progresistas” contribuyen a acelerar catastróficamente el movimiento emprendido por el hombre, presionan para ello, colaboran de una forma vistosa y tumultuosa al triunfo de lo que el hombre quiere. »

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  6. Miguel el Entrerriano18 de diciembre de 2018, 16:45

    Persiste Martín en que se aburre, y persisto yo en mi asombro. Y eso que se trae buena contienda con los carceleros o carcelarios que se asoman por el blog, ahora muy satisfechos porque "el enemigo" hizo unas declaraciones supuestamente racistas, como si eso amortiguase las fechorías de un Estado anómalo, que obstruye a la Justicia internacional (jueza Servini), priva de libertad "preventivamente" durante más de un año a personas respetables porque alguien con poder pronunció desaforadamente la palabra "sedición". Previendo el negro porvenir que se cierne, ruega Martín que Dios nos coja confesados. Y es que el "ellos" de "A por ellos" va a resultar que somos todos. Incluidos los belicosos enardecidos que gritaban, y un año después tienen un Estado más cuestionado, más ingobernable, menos democrático, más militarizado (9.000 agentes a Catalunya), con una Justicia desprestigiada, advertido ya por el Tribunal de Estrasburgo, acusado en filmes como el de autoría finlandesa (oí que está muy bien) y ahora el de Mediapro (Causa General...), donde se pronuncian muchas personalidades. ¿Justicia poética?

    Referente al aburrimiento: está Martín al tanto de los nuevos descubrimientos sobre el Sistema Solar? Qué sabe del suelo de Venus o de Marte? Conoce los hallazgos bioquímicos sobre el deterioro celular, que seguramente conseguirán detener en un par de décadas el envejecimiento? Más en lo suyo, sabe Martín las diferencias e influencias entre el tango y la milonga, conoce los orígenes africanos de ambos? Sabe que uno de los más célebres tangos ("Fumando espero") fue escrito por un músico catalán, de Manlleu, Joan Viladomat?

    Cientos de temas sugestivos conjuran la más mínima sombra de aburrimiento.

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    1. En el innoble arte de Cuchares abundan nombres como Jacinto de Carmona, El Niño de Talavera o Luciano el marchenero. Para hacerle ese papel de leal subalterno al maestro Martín hay que reconocer que Miguel el Entrerriano es un nombre muy adecuado.

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    2. Machaquito de lor Facha (picador de postín)18 de diciembre de 2018, 22:14

      El siniestro (pero diestro) anónimo (¿subalterno quizá del maestro Patrioterito de los Trapillos?) puede considerar a este varilarguero que suscribe subalterno del Niño de las Cuchillas de Entre Ríos. O sea, subalterno del maestro Martín en diferido.
      Ya semo -a lo meno- tre. Que Dio reparta suerte.

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    3. Tampoco, camarada F, no se de por aludido. Yo al producto nacional lo valoro porque además ni dulzón me empalaga. RCA, La Voz de su amo, era además una discográfica extranjera que generaba muchos fans. Creo que tengo todavía algún disco de Karina y de aquel gran cantautor extremeño apellidado también Martín, que durante algún tiempo consiguió rivalizar con Serrazzz.
      .

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    4. Haciendo memoria, se llamaba Paco Martín y era cacereño. Cantaba una interesante Condesa de cristal.

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  7. Fuerte subalterno, Anónimo, que le dice al maestro: "No se aburra usted que todavía tiene mucho que aprender". La milonga de Borges, el tango de Carriego y el punto cubano. No estaría mal. Su poesía quizá se alegre con ese giro.

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  8. Supongo que la pantomima de los concursos y premios literarios se repite en todos los países de forma muy aproximada al nuestro, sin que ello disminuya la decepción. Tampoco alivia que la farsa sea inherente a todos los concursos, aunque no sean literarios. Yo podría contar lo que viví a lo largo de mis muchos años de profesión,pero no es cuestión de aburrir a los tertulianos, máxime a esta hora de brujas y fantasmas.

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  9. Miguel el Entrerriano18 de diciembre de 2018, 23:41

    Si el alto aprecio por la libertad me convierte en subalterno, pues... qué bueno. Lo grave sería subordinarse a un filisteo.
    Nunca me interesó mandar, sabe? Me parece desagradable y de mal gusto. Así que por ese ángulo no molesta. Busque otro, compadrito.

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    1. Muy floja, flojisima respuesta de MelE. Desde luego nunca lo contratarían como replicante en Blei Raner. Si acaso como manipulador del botafumeiro compostelano o travistiendo a la patricia romana Impertinentia Summa, porque es la suma de mucha imprudencia, mucha indiscreción y bastante impertinencia (un perfecto 3 en 1). Escucho Curro el Palmo, de Serrazzz y me acuerdo de MelE, pienso en tablaos y flamenco y lo veo de palmero de la Niña de la Puebla o Porrrinas de Badajoz o Pepe Sacromonte.
      No acierto a adivinar a que se dedicará nuestro amigo, tal vez sea Funsionario de la Confederasion de Bibliotecas del Cono Sur o profesor de instituto de Lengua Argentina o fotógrafo de columna salomónicas barrocas, que eso da mucho prestigio y cultura. Nos habla MelE de su alto aprecio de la libertad y parece que lee uno a un niño sabihondo. Podía haber dicho tambien que la energía ni se crea ni se destruye. Nos informa acto seguido, muy humilde él, de que prefiere a Bisbal y Bustamante que a las hordas del River Plei. Y, entregado del todo, confirma su condición modesta al reconocer que nunca le interesó mandar. Él se conforma con hacer el eco, con agitar el abanico, con tocarle la campanilla en misa de doce al señor párroco.
      Y no se me enfade, compadrito,seguire escuchando al argentino Paparotti mientras usted se mece con Atahualpa el Yupanqui. Nessum Dorma y feliz Navidad. Y que la inflación, mucho menor que la de los gallegos, le permita disfrutar de un año nuevo inmejorable.

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    2. Miguel el Entrerriano19 de diciembre de 2018, 19:24

      Muchas gracias por esta inmerecida y extensa dedicación, pero por favor, no se obsesione.
      Y sobre todo: respétese un poco más a sí mismo, hombre.

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  10. No capto al anónimo de turno hablando así de alguien a quien no conoce. Es de mal gusto, y provoca vergüenza ajena. La vida y la literatura están unidas. Hay que saber medir las palabras. El infantilismo en el insulto provoca rechazo. Borges escribió sobre el arte de insultar. Hay que saber, o no hacerlo.

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    1. No hay insulto ni ofensa en mis palabras, sino ironía y jocosidad dedicadas, no a la persona, sino al nick Miguel el Entrerriano. Y surge la chanza de forma indirecta, explico, como correctivo a lo impertinente que me resultan sus opiniones sobre el presente político de un país que no es el suyo. A mí jamás se me ocurriría entrar en un blog argentino para pontificar de una forma, además, tan displicente. No, Castellanos, no se equivoque usted y abra la mente a aceptar que otras sensibilidades creen más necesario respetar el fondo que la forma bromista. Los envoltorios se arrojan a la papelera, en cambio el venenillo queda untado al caramelo empalagoso. Tampoco es este señor precisamente muy correcto ni comedido en sus expresiones, habitualmente empachosas y edulcoradas con ese histrionismo cargante de su tierra. Suelen estar con el agua al cuello y mientras tanto se compadecen de la humanidad.

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    2. Me adhiero. Y saludos al Enterriano

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    3. A mí estos patrioterismos victimistas me empalagan. Diga usted lo que quiera de Argentina y deje en paz al Enterriano. Si conoce usted ese país sabrá que ellos son los primeros que lo critican. Por lo demás yo no he visto que nuestro contertulio de Entrerrios falte al respeto a nadie porque opinar de otra manera no tiene por qué ofender. Aunque hay gente que sale a la calle buscando motivos para ofenderse

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    4. La forma marca el contenido. Un chiste bien contado, aunque sea malo, hace reír. Un chiste mal contado, aunque sea bueno, da grima. Sobre lo que Torra piensa de los españoles, lo que algunos españoles piensan de los catalanes y lo que usted piensa de los argentinos, no es mi discusión.

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  11. Addenda a mi comentaro anterior: Dicho lo que antecede, yo no descartaria que Miguel el Entrerriano (ahora lo he escrito bien) fuera un nick de JLGM

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    1. Benito, a mi los comentarios de MelE me parecen impertinentes e imprudentes. No me negara usted el derecho a recibir esa percepción, supongo. Y, que yo sepa,llamar a alguien impertinente, imprudente e infiscreto, no es insultarle.
      Dicho esto, si por mí parte ha habido algún exceso, también yo recibo esa sensacion de este señor. O es que me va obligar usted a aceptar mansamente la forma tan achulada con que califica desde el cielo a catalanes y déspotas españoles. Que no juzgue tanto de lo que no le concierne y tape mejor las grietas de su ruinosa casa.

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  12. Macedonio Ferrández20 de diciembre de 2018, 16:10

    Qué va a ser el mote de Entrerriano tapadillo del buen Martín... Nada que ver: ni en estilo ni en la afabilidad de trato. Si las impertinencias de ese señor emboscado las sufriera el extremeño, la acidez de la respuesta iba a corroer esta ventana digital. Miguel Entrerriano es afable, escribe bien y tiene todo el derecho del mundo a opinar sobre lo que pasa en este muladar hispano, que no está para hacer remilgos de dignidad ofendida si alguien hace alusión a su vergonzosa historia digamos contemporánea. Y si lo hace un natural de un país que juzga y encarcela a sus genocidas, tiene jueces como Servini en vez de Espejuelos, y le sabe montar la tangana al neoliberal Macri, no como los inmensos rebaños de merinas y lojeñas de nuestra reseca estepa que, entre ordeño y tresquilado, apenas si tironean de la caena que les oblitera el pescuezo..., pues que le asiste toda la razón del mundo.
    Admiro su paciencia y modales corteses..., aunque le enfrente algún compadrito que se crea gracioso y resulte nomás que un malevo algo otario, que se cree cáustico y mordaz y no pasa de ser tristón malaje de corto recorrido. Y que escribe bastante mal..., que es lo que más le debe de joder, en vista de lo visto.

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  13. Miguel el Entrerriano20 de diciembre de 2018, 18:47

    Muchas gracias, amigos.

    Siento defraudar a "benito de soto", pero estoy en condiciones de descartar que "el Entrerriano" sea un nick de Martín. Y me halaga la duda. Pero no.

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    1. Miguel, creo que felicitándole afectuosamente la Navidad lo digo todo.

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    2. Hummmmm...; me gusta eso, rojigualdo.

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    3. Seguro que le gustaría más si Miguel hubiera respondido a la felicitación. Pero aún está a tiempo, diría yo.

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  14. Creo que estamos exagerando. Excesos, de un modo u otro, sea con bromas más o menos afortunadas o con acidez reconcentrada e hiriente (siempre desafortunada), observo con frecuencia en este blog. Y no despiertan visceralidadni adhesiones. Sería deseable que no los hubiera y el respeto fuera mutuo en todos los aspectos. El tema catalán levanta ampollas y no todo el mundo reacciona con la debida mesura. Esta es una realidad que deberíamos aceptar civilizadamente.

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  15. Una observación sin ánimo de ofender: ¿No sería más lógico que los comentaristas de este blog se metieran conmigo y no se dedicaran a meterse unos con otros? A fin de cuentas, al menos teóricamente, el protagonista soy yo.

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    1. JLGM está de acuerdo con esa frase que se atribuye a Dalí: "Que hablen de uno, aunque sea bien"

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  16. No caigamos, Marcos, en la tentación de igualar por lo malo: dentro de la discrepancia hay quienes van desde la respetuosa disensión (prolijo Dilecto) hasta el insulto trolero y fascistoide (no apunto), pasando por gente más o menos malcarada y rompegüevos ( mal F.)... A cada uno lo suyo y el Entrerriano es de los más presentables.

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  17. "Que hablen de uno, aunque sea bien" lo he leído citado como una de las ocurrencias de Oscar Wilde. Mi favorita es "Yo lo resisto todo menos la tentación".

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