lunes, 18 de septiembre de 2017

Acción de gracias: Yo sí tengo miedo


Domingo, 10 de septiembre
DISFUNCIÓN, NO TONTERÍAS

Me esfuerzo por ser políticamente correcto, algo bastante raro en un español. La razón es muy simple: detesto ofender sin motivo. No es lo mismo calificar a un individuo de impotente que decir que padece “disfunción eréctil”. Por eso, a partir de ahora tampoco calificaré de “tonterías” las ocurrencias de Javier Marías en su artículo semanal, como he hecho tantas veces. Incluso es un clásico en mis clases de “Literatura y periodismo” un artículo suyo en el que afirma que escribe a máquina porque así puede corregir sus artículos a mano, como si no se hubiera enterado (parece que no) de que existen las impresoras.
            Dos noticias periodísticas le han llevado a la conclusión este domingo de que “una quinta columna de curas y monjas y señoras remilgadas y beatos de antaño” se ha infiltrado entre nosotros y nos está llevando, como en las época más oscuras, a reprimir y prohibir, a multar a las mujeres “por enseñar las piernas o el escote”.
            ¿Y qué es lo que le lleva a una conclusión que puede desmentirse encendiendo la televisión, yendo a la playa o simplemente saliendo a pasear por cualquier parque? Pues dos noticias que ha visto en el periódico, las dos en la sección deportiva: en una se dice que “las azafatas ya no darán un beso en el podio al ciclista que reciba premios”; en otra, que el circuito femenino de golf prohíbe a las ciclistas profesionales “minifaldas, escotes y mallas”.
            Ambas prohibiciones tienen que ver con la actividad profesional, no con el comportamiento habitual en la calle, donde los novios (y las novias) pueden seguir besándose sin que la policía municipal les multe, como hacía con el franquismo, y las mujeres llevando minifalda o lo que les dé la gana.
            ¿Besan las azafatas de un congreso a la autoridad correspondiente cuando le indican dónde debe sentarse? ¿Puede el piloto de un avión comercial ir en pantalón corto?
            Los razonamientos (es un decir), las generalizaciones abusivas y las escandaleras de Javier Marías (algunas exageradas solo para conseguir más clicks en la página digital del periódico: así de bajo hemos caído), aunque nos muevan a risa, merecen un respeto, como la impotencia viril que antes tantos chistes suscitaba. Ahora sabemos que es solo una enfermedad, a menudo de fácil cura: la disfunción eréctil. Ahora sabemos también que calificar de tonterías a las tonterías semanales de Marías es de una crueldad innecesaria. Psicólogos norteamericanos, en una publicación de la Universidad de Harvard, acaban de definir la “disfunción lógica”, la incapacidad de ciertos individuos para la argumentación racional, aunque puedan ser muy hábiles en cualquier otra actividad que requiera un uso moderado de la inteligencia, como por ejemplo la escritura de novelas..
            Nunca, nunca más volveré a utilizar el ofensivo término de “tonterías” para referirme a lo que es solo manifestación de la “disfunción lógica”. Yo me esfuerzo, al contrario que Pérez-Reverte y la mayoría de mis colegas  escritores, por ser siempre políticamente correcto.


Lunes, 11 de septiembre
SOBRE UN VOLCÁN

En el libro de Literatura que yo estudié durante el bachillerado, escrito por Juan Ruiz Peña,se nos ponía el siguiente ejemplo de incongruencia retórica: “El carro del Estado navega sobre un volcán”.
            “Si en un carro, no puede navegar –explicaba el poeta y catedrático–; y si navega, no puede hacerlo sobre un volcán”.
            No podrá hacerlo, pero eso es exactamente lo que siento yo ahora: que el carro del Estado navega sobre un volcán a punto de entrar en erupción.
            Ganas me dan de pedir la nacionalidad portuguesa.


Martes, 12 de septiembre
UN HOMBRE AFORTUNADO

Rodeado de amigos en la librería Cervantes, presentado el cuarto o quinto libro que he publicado este año, pienso que soy un hombre afortunado.
            Con paciencia y astucia, he ido consiguiendo todo lo que quería. No grandes cosas –nunca he sido ambicioso–, pero sí las que necesitaba para ser moderadamente feliz (ya se sabe que la felicidad con mayúscula no es de este mundo).
            Ni el fracaso, que nos llena de resentimiento, ni el éxito, que atonta (véase Javier Marías). Como escritor, me basta con escribir lo que me apetece y con publicar todo lo que escribo.
            La musa es el encargo, decía Umbral, y yo he tenido la suerte de que los encargos que recibo casi siempre coincidan con aquello que estoy deseando hacer. Sentado frente a mí, está Graciano García, a quien un día se le ocurrió crear una revista literaria. “De los aspectos materiales, se encarga la editorial Nobel; del contenido te encargas tú, con total libertad”. Esto fue muy a finales del 95, a comienzos del año siguiente apareció el primer número de Clarín. Veintiún años después, sigue apareciendo cada dos meses. Y pagando las colaboraciones, a pesar de que la publicación –como cualquier revista literaria– no es precisamente un negocio.
            Muy cerca veo a Marcelino Gutiérrez, director de El Comercio. En el verano de 2005, su antecesor, Íñigo Noriega, me llamó para que colaborara en su periódico. Desde 1988, lo hacía en el diario de la competencia, pero durante julio y agosto el suplemento en el que aparecían mis reseñas dejaba de publicarse. Estaba libre, por lo tanto. Al menos teóricamente, porque el diario ovetense no perdona la menor infidelidad. Probablemente, no podría volver, pero a la oferta de Íñigo Noriega era imposible resistirse: una colaboración diaria o semanal, a mi gusto, y del tipo que yo quisiera. Elegí traducir y comentar diariamente un poema; del reto que salió un libro, Jardines de bolsillo. Tres mil años de poesía. Y cuando llegó septiembre, cuando yo creí que la competencia iba a despedirme con cajas destempladas, me hizo una oferta a la que tampoco pude resistir: publicar mi diario los domingos. Y así estuve durante una década: de septiembre a junio publicaba una reseña los jueves y la entrega semanal de mi diario en un periódico, y durante julio y agosto poesía, ficción o lo que me pareciera en otro. De esos veranos gijoneses surgieron libros como la autobiografía erótica Alrededores del paraíso (fue publicándose a razón de una entrega diaria) o las Ciudades de autor que presento hoy en Cervantes.
            Íñigo Noriega dirige ahora otro periódico, pero su sucesor tiene el mismo gusto que él por la literatura. Y ahí sigo, sonriente y feliz cada semana. Y con una poco frecuente libertad: el diario apoyaba la estratagema que llevó al poder a Rajoy, alterando el resultado electoral, y la candidatura de Susana Díaz, mientras que yo arremetía –con cierta virulencia– contra Javier Fernández, cuya aportación a la teoría política se centra en una frase: “Lo democrático es abstenerse para que no haya elecciones” (cualquier tiempo pasado fue mejor: entonces bastaba con abstenerse para que no hubiera elecciones, ahora con tal de que no las haya somos capaces de meter en la cárcel a la mayoría de los alcaldes catalanes).
            Y también veo a Carlos González Espina, quien, junto a Marina Lobo, ayer en Llibros del Pexe, hoy en Impronta, siempre me están encargando algún libro, a pesar de lo bien que saben –por propia experiencia– que no soy precisamente un best-seller.
            ––No presumas de ser un triunfador –se burla el diablillo de la contradicción que siempre va conmigo–. Después de dedicar toda tu vida a escribir, ¿cuánto dinero has ganado con ello?.
            ––Pues no sé, no lo he contado. Y lo de “dedicar toda la vida” suena demasiado fuerte. Suelo escribir todos los días, cierto, y nunca menos de una hora, pero tampoco nunca más de hora y media, y te recuerdo que el día tiene veinticuatro. Me ha quedado tiempo para todo lo demás, incluso para aburrirme. Y ya que estamos, otro secreto: nunca he escrito una línea por obligación o por dinero. Soy así de poco profesional.
            ––¿Un triunfador y desde niño soñabas con Nueva York, París o Roma y te has quedado anclado en la provinciana Vetusta para toda la vida?
            ––Los sueños dejan de serlo cuando se convierten en realidad. Porque nunca he vivido en Nueva York ni en París ni en Roma, ni en Lisboa o Venecia, nunca me han mostrado sus aristas y me siguen fascinando, como al adolescente que no tenía nada más que sus sueños, cada vez que paso por ellas.



Jueves, 14 de septiembre
SOY

Soy militante de base, muy de base, casi de subsuelo, del PSOE; simpatizo con las ideas de regeneración democrática de Podemos, y el Partido Popular de Asturias me invita a inaugurar sus jornadas culturales.
            Se me podrá acusar de muchas cosas, pero no de ser un hombre simple y unilateral que repite la voz de su amo.


Viernes, 15 de septiembre
 A LAS URNAS, NO A LAS ARMAS

Incluso yo, tan temerario, empiezo a tener miedo. La democracia española cada vez se parece más a la de ese país donde hablar del holocausto armenio es ilegal y puede llevarte a la cárcel. Y con todas las de la ley ya que lo prohíbe su constitución.
             Aquí lo que prohíbe la Constitución (pobrecita constitución, con qué estupideces la hacen cargar los que dicen defenderla) es defender el derecho de los catalanes a ir a votar el uno de octubre para proclamar a los ojos del mundo que quieren seguir siendo parte indisociable de la nación española. ¿Cómo puede ser un delito que se les permita declarar alto y claro su españolidad?
            Pero doctores tiene la santa madre constitución que dictaminan que votar que no quieres ser independiente es inconstitucional (tan inconstitucional como votar que quieres serlo), pero meter en la cárcel a los alcaldes que faciliten que los ciudadanos voten es constitucional.
            Doctores tiene la santa madre constitución, ya digo. Pero sospecho que quienes autorizan semejante cosa con su firma no van a ocupar precisamente un lugar de honor en los libros de historia.
            ––¿Y no tienes miedo –me susurra mi diablillo– de que les dé por leer tu diario y tus comentarios en la red y te acusen de apoyar el derecho a decidir, algo explícitamente prohibido, si no por la Constitución, sí al menos por el Tribunal Constitucional, y que te vuelvan a meter en la cárcel como cuando Franco?
            ––¿Miedo? ¡Tengo pavor! Juristas muy respetables condenaron legalmente a muerte al rector Leopoldo Alas y la única prueba que encontraron en su contra fue la fotografía de un mitin en la que aparecía con la Pasionaria? ¿Cómo no voy a tener miedo? Por eso, me retracto, comulgo con ruedas de molino, me creo lo que dicen El País y Sáenz de Santamaría, y dejo de apoyar el  referéndum independentista. Lo que yo quiero es que deje hablar a esa mayoría silenciosa de catalanes que tanto han sufrido con Puigdemont y se les permita el uno de octubre mandarlo a casa llenando las urnas con un rotundo “no”.



77 comentarios:

  1. En fin, la deriva de JLGM con este tema de verdad que es para ser estudiada. Según él, vivimos en un país sumamente parecido a la Turquía de Erdogan, donde es imposible, o está a punto de serlo, manifestar públicamente lo que uno piense sin arriesgarse a que le multen, le encarcelen o algo peor, y donde puede encarcelarse a la mayoría de los alcaldes (al menos en Cataluña) "con tal de que no haya elecciones" (¿qué elecciones serán ésas?). Ya digo, un caso digno de estudio. Es difícil no acordarse de lo que decía Joubert: "La embriaguez no priva de la apreciación de lo justo. La noción de justicia permanece pura incluso en la demencia, si el loco sigue siendo capaz de razonar. Un hombre borracho confundirá fácilmente a un inocente con un culpable, pero no una máxima buena con otra mala. La noción subsiste en él, en su memoria. Pero la embriaguez política (la embriaguez de los nervios) tiene efectos peores que la embriaguez del vino". Ni una palabra más sobre este tema. Para qué.

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    1. Solo una precisión, todavía no es imposible, pero edrà a punto de serlo hablar libremente en España de ciertos temas.

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    2. Si "ciertos temas" son, en concreto, la solicitud de un referéndum de secesión, o en general el independentismno catalán, mientras los partidos independentistas sean legales (y no veo ningún motivo para pensar que eso vaya a dejar de ocurrir, al menos por el momento), pienso sinceramente que lo que dice es puro alarmismo sin base alguna.

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  2. Mi estimado García Martín: Contesto aquí al comentario de la pasada publicación. A lo que me refería es que ahora nos gobierna, legítimamente, un partido conservador, un partido de derecha derecha. Y la postura de este partido en lo que a nacionalismos se refiere siempre ha sido la misma. No hay motivo para que ahora la cambien, y menos aún si Rajoy se invistió presidente "por los pelos". Ya está acostumbrado a ir por la cuerda floja. Es absurdo pensar que este gobierno vaya a ceder ante una ilegalidad flagrante como la que se está cometiendo. Y, en buena ley, nadie puede reprochárselo. Todos sabemos que el PSOE tiene otro talante muy distinto; que, con un gobierno socialista, posiblemente ni habríamos llegado a esta situación. Pero quienes nos han llevado a ella son quienes no aceptan el gobierno español legítimamente constituido. En democracia, la derecha también existe y, cuando le toca gobernar, no es lícito recurrir a ilegalidades porque no nos gusta. Es llevar demasiado lejos el electoralismo. Lo que yo he comprendido con todo esto es el valor de moderación que representa el PSOE, al que tanto desprecian muchas veces unos y otros por considerarlo "poco puro", "sin ideología". Pues yo creo que, damos tanto por hecho esta moderación -estamos tan malcriados- que, cuando falta, nos creemos con derecho hasta para saltarnos la ley. Y entonces... ¿dónde están los límites? ¿Cuál es la referencia común? ¿Empezamos a tener "miedito"? En Venezuela ya empiezan a repartir conejo para todos... Un saludo afectuoso de su fiel lectora

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    1. Exacto María. Si Pedro Sánchez diese el visto bueno al referéndum, a España se la comerían los buitres en dos días. Menos mal que tiene sentido de Estado (o lo parece).

      Reparten conejo, excelente ironía (y yo no soy de derechas, conste). Y derriban estatuas de Colón también. En Venezuela y en EEUU justo en estos días. Pero será casualidad...

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  3. En un choque frontal de leguleyos (constitucionalistas férreos y soberanistas) gana el rodillo de la Carta Magna, aunque sea injusto. Los rebeldes le hacen el juego al gobierno con su propio reduccionismo legalista, que deja la soberanía catalana a un lado, y no sólo la española.

    La triquiñuela de transitoriedad es “legalmente escrupulosa”, vale. Aceptemos eso, que hay ventosidades que no huelen (pues las hay).

    Pero ¿es escrupulosamente democrática la maloliente (aunque legal) argucia de no especificar el porcentaje mínimo de participación total y voto afirmativo para validar la independencia?

    ¿Si va en empate estricto y un borracho vota en el último minuto, se proclamará la independencia?

    Ningún demócrata sensato (como tú, Martín) debería aceptar eso. Por eso Pedro Sánchez no apoya la consulta, aunque sea (relativamente) ilegal. Porque favorece maliciosamente el “voto en caliente” de los de la Diada, marginando el de esa “mayoría silenciosa” (y seria) catalana que tú dices, en la que hay independentistas también. Y que Puigdemont y compañía saben bien que no participará en un parto con fórceps en la cocina de casa, aunque lo haga un enfermero titulado con ínfulas de médico. No es higiénico, y pueden morir la madre y la criatura, los dos.

    Valen ciertos atajos, pero no dejar fuera sibilinamente al potencial discrepante untando con mierda la urna solo para él.

    La (compleja) solución pasa por no sacralizar la integridad del territorio, como se empeña la derecha. Y sincronizar la soberanía catalana y la española de algún modo. Respetando ambas, aunque tú (como la nueva izquierda, que te ha abducido en esto) solo defiendes la primera. Ese es tu error.

    Aquí está mi (humilde) sugerencia, por si la quieres leer:

    http://paraguascongoteras.blogspot.com.es/2017/09/el-parto-en-la-cocina-sobre-el-reto.html


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  4. Supongo que ahora aumentará el aprecio de JLGM hacia Marías: lo digo por el manifiesto que éste ha firmado (junto con centenares de otros "intelectuales y artistas") haciendo campaña para no participar en el referéndum. La paradoja en la que se ven quienes se oponen al referéndum es que propugnar la abstención favorece el si, por la sencilla razón de que quienes quieren votar son, probablemente en su mayoría al menos, independentistas. Por otra parte, no pueden proponer el no, que es lo que les gustaría votar, porque eso sería, por el hecho de votar, de participar, reconocerle legitimidad al referéndum. Así es que en el pecado llevan la penitencia. Cuanto mejor hubiera sido que el gobierno hubiera autorizado el referéndum.

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    1. Menos mal que no lo hizo. Rajoy es cerril pero no idiota.

      Eso habría llevado a referéndums unilaterales de secesión en cadena (Galicia, País Vasco, etc.) como el catalán: con fórceps leguleyo y sin garantías higiénicas para que todo el mundo (rupturistas y unionistas) se sienta libre de votar. Y ser libre no es sentirse libre. Nadie obliga a un doctor anti abortista a evitar interrumpir un embarazo. ¿Por qué evita la cita? Total, sólo tendría que meter algo dentro de una raja…

      La verdadera conciencia democrática asume que haya partos nuevos, pero no abortos legales (salvo en un limpio quirófano, y nunca en la cocina). No es la independencia, es la fractura social. No es el territorio, es la soberanía compartida. No son los rupturistas, cuya aspiración es respetable. Es el deletéreo afán que mueve a muchos de ellos, emperrados en librar al zorro del cepo a tirones. Por rabia e impaciencia, aunque le mutilen para siempre o le desangren.

      Sin contar con que podría haber alguna que otra declaración unilateral de independencia sin necesidad de referéndum, si Rajoy no fuese firme a estas (retorcidas) alturas. Como el propio gobierno catalán amenazó hacer de forma previa a convocar la consulta, y quizá haga finalmente. Aunque (con el cepo flojo ahora) ya no lo menciona. El muy zorro...

      Los soberanistas más recalcitrantes de otras tierras, están pendientes de que alguien le quite el cascabel constitucional al gato por las bravas, para hacer ellos lo mismo. Y no sólo en España.

      Y aparte están los buitres. Pero a esos les da igual qué bandera envuelva la carnaza. Con que huela a muerta, le meterán el pico (ya la husmean).

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    2. No metas a los abortos en esto, por favor. Bastantes tonterías se dicen ya. La más bonita es la del contagio. Para convocar un referéndum como el catalán lo primero que hay que hacer es lograr que los partidos independentistas ganen la elecciones de la comunidad. Y eso no es precisamente fácil.

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    3. El aborto es una metáfora perfecta. ¿Qué sucede si pretendes forzar un nacimiento, sin higiene y por las bravas? (el nacimiento de una nación nueva, en este caso).

      Pues que termina en un aborto. En este caso, en el del referéndum por mano de Rajoy (si es que consigue pararlo por las bravas él también).

      Puedes llamarlo como quieras, pero es eso.

      Que a los partidos independentistas les cueste ganar, no les pone por encima de la soberanía nacional para exigir ellos la propia. La constitución sí es irreprochable en eso. Y garantiza un suelo legal mínimo, justo porque la territorialidad sí está en entredicho (y más ahora)

      Sin soberanía nacional sólida se "rompería" el Estado de derecho (y no España) aunque no hubiese independencia, eso es lo que no entiendes. Nadie con sentido de Estado (Pedro Sánchez incluido) pasará por eso.

      Otra cosa es que la integridad territorial es relativa. Y esa sí podría negociarse, pues la constitución (igual que tantas) la sacraliza de forma idealista, eso es verdad.

      La historia va por donde quiere, es cierto. Pero el bloqueo seguirá mientras no se tenga en cuenta al pueblo soberano español, no solo al catalán.

      Aunque finalmente se votase por la secesión sólo en Cataluña, llegando a un consenso “limpio” entre todos. Sin inmovilismos pero sin intentonas chapuceras.

      La tontería es no enterarse de algo tan evidente, por aferrarse a uno de los dos extremos en esto.

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    4. Por la fuerza y por las bravas lo que se pretende es impedir un nacimiento, no lo contrario. Deja a un lado los prejuicios y entérate de lo que pasa. Del lado de la Generalitat se quieren dar todas las garantías posibles al referéndum; del lado contrario, impedirlas para poder desprestigiarlo (unos ponen urnas y llaman a votar libremente y otros secuestran urnas y amenazan a los que vayan a votar). Se pueden tener las ideas que se quiera, pero retorcer la realidad hasta esos extremos parece imposible.

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    5. No es cuestión de darle garantías al referéndum o quitárselas. Es el referéndum el que no inspira confianza suficiente, metido con calzador para sacar al zorro del cepo a tirones a toda costa (como ya ejemplifiqué), con las consecuencias nefastas que eso tiene.

      Te ciega tu idealismo (que no fundamentalismo) democrático. Y bendita ceguera, pero es ceguera igual.

      Ya no diré más. El más sabio es quien menos habla, a veces. Y María Taibo habló poco y mejor que nadie en este foro: la impaciencia mata, vino a decir (también al zorro).

      El tiempo hablará por todos. Y de todos.

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  5. Constitución de Francia, artículo 89: “Ningún procedimiento de revisión puede ser iniciado o llevado adelante cuando se refiera a laintegridad del territorio”.

    Constitución de Italia, artículo 126: “Se acordarán por decreto razonado del Presidente de la República la disolución del Consejo Regional y la remoción del Presidente de la Junta que hayan realizado actos contrarios a la Constitución o incurrido en violaciones graves de la ley”.

    Constitución de Alemania, artículo 21: “Son inconstitucionales los partidos que, según sus fines o según el comportamiento de sus adherentes, tiendan a trastornar o aponer en peligro la existencia de la República Federal de Alemania”.

    Constitución de Noruega, artículo 1: “El Reino de Noruega es un Estado libre, independiente,indivisible e inalienable”.

    Constitución de Bulgaria, artículo 3: “Ninguna parte del pueblo, ningún partido político u otra organización, institución estatal o individuo,usurpará el ejercicio de la soberanía popular”.

    Constitución de Suiza, artículo 53: “Toda modificación del número de cantones o de su estatus se someterá a laaprobación del electorado y de los cantones afectados, así como al voto del pueblo y de sus cantones”.

    Constitución de Lituania, artículo 3: “El pueblo y cada ciudadano tienen el derecho a oponerse a cualquier atentado por la fuerza contra la independencia, la integridad del territorio o el orden constitucional del Estado de Lituania”.

    Constitución de Estonia, artículo 2: “El territorio, las aguas territoriales y el espacio aéreo del Estado Estonio son un todo inseparable e indivisible”.

    Constitución de Brasil, artículo 1: “Brasil se constituye en un Estado social de derecho, unitario, indivisible y descentralizadoen la forma que establecen esta Constitución y las leyes”.

    Constitución de Rusia, artículo 4: “La Federación Rusa asegura laintegridad e inviolabilidad de su territorio”.

    Constitución de Perú, artículo 43: “La República del Perú es democrática, social, independiente y soberana. El Estado es uno e indivisible”.

    Corte Suprema de Estados Unidos: “La Constitución, en todas sus disposiciones, vela por una unión indestructiblecompuesta por estados indestructibles”.

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    1. Así es, compañero, pero aquí fabricamos un cóctel con rebeldía juvenil, ignorancia y unas gotas de complejo de inferioridad y lo bebemos entusiasmados dando envidia al universo. Es lamentable pero de momento no tenemos solución. Aludimos a nuestro entorno con fervor los lunes, miércoles y viernes, y los martes, jueves y sábados lo ignoramos.

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  6. Todos los estados son uno hasta que en algunos casos dejan de serlo. Mírese el mapa de Europa hace medio siglo y ahora,

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  7. es una paradoja q la ley permita a los independentistas y no la posibilidad de la independencia. Otra cosa, qué nombre tienen los que sufren disfunción eréctil y qué antes se llamaban impotentes, y qué nombre tienen los que antes eran simplemente tontos?

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  8. Y la mayoría de la gente de la cultura, incluyendo los ignorantes pedantuelos del cine, callados cochinamente a la espera de acontecimientos, no vaya a ser que mojarse ponga en peligro a su clientela. Quienes tanto vociferan por pequeñeces y se inflaman por las atrocidades del tío Sam, aguardan que la provocadora insumisión catalana imponga la indedeable aplicación del 155. Entonces sí saldrán de sus madrigueras para atacar a Rajoy en defensa del pobre pueblo oprimido. La historia nos juzgará con inclemencia, como corresponde al juego frívolo de la irresponsabilidad. Excepto Julián Marias y muy poquitos más, el resto adopta una actitud mezquina.

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    1. Yo saldría a la calle, Juan Méndez, para defender el derecho de los catalanes a decir lo que piensan sobre el futuro de Cataluña si no corriera el riesgo de ser citado por la fiscalía. Los que no corren ningún riesgo (salvo el del aplauso unánime de los "patriotas" españoles) son Javier Marías y los suyos (no sé si cien, mil o cien mil).

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    2. Con todo lo que, por ejemplo, la guerra de Irak, heria la hipersensibilidad intelectualoide, y en cambio el contencioso doméstico les sugiere permanecer prudentemente callados, tal vez aconsejados por editoriales y otros negociantes. Dónde están ahora las voces de tanto bocaza que se arroga la facultad de juzgar a gobiernos y países? No encuentran motivo suficiente Almodóvar y sus huestes para montar un cacerolada? Patético este espectáculo. Me recuerda a las algaradas asambleas de los sesenta en la universidad. Ahora el coco Franco se proyecta desde el nefasto recuerdo sobre los partidos constitucionalistas hasta convertirlos en sádicos represores del maltratado pueblo catalán.

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  9. Es obvio que no es lo mismo legal que justo, a veces lo legal no hace justicia y nuestra Constitución, redactada en los estertores del franquismo, en muchos aspectos no está ajustada a los cambios sociales y políticos que se han dado en España en estos últimos cuarenta años.
    El caso de Cataluña es paradigmático, por mucho que se empeñen los legalistas, obcecados en una ley, en muchos aspectos desfasada, en Cataluña hay una parte muy importante de la población que demanda un cambio y eso una democracia avanzada, como la española, debe procurar que se exprese a través del voto, es ineludible; el inmovilismo, la cerrazón al diálogo y la intransigencia no harán más que empecinar la situación y emponzoñar la convivencia, habrá que reformar la Constitución y dejar que los catalanes voten lo que quieren hacer con su futuro político. Eso es lo justo, es lo natural en democracia y además lo dicta el sentido común. El matrimonio homosexual era ilegal pero una flagrante injusticia, se reformó el código penal y se pudo hacer verdadera justicia, y así una larga lista, la igualdad de sexos, el divorcio, las parejas de hecho. Es evidente que todavía faltan muchas cosas, pero ahora toca la cuestión catalana y no se puede recurrir a la política del avestruz. 1640, 1714, las tres guerras carlistas, 1936 la guerra civil. Es tiempo de aprender de los errores del pasado y corregir una deficiencia que se arrastra desde hace siglos.

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  10. Miguel el Entrerriano18 de septiembre de 2017, 11:49

    Hay una verdad muy profunda en el asunto de las "disfunciones", tan lindante con el determinismo biológico y tan importante como para permitir el cambio de un lenguaje moral a un lenguaje factual. A fin de cuentas, como se va viendo, la discusión política se disuelve en cuestiones de idiosincrasia y personalidad: el estatalista que ve al ciudadano como súbdito y al gobernante como jefe al que hay que pedir permiso, frente al individualista que percibe al ciudadano como libre para organizarse como lo desee y al gobernante como asalariado pagado por el ciudadano y a su servicio ("civil servant", dicen en inglés).

    El comedido pero recalcitrante Anónimo pertenece sin duda al primer tipo, y es lástima el trabajo baldío que se ha tomado escarbando constituciones en un totum revolutum donde se agitan ingredientes confusos y mal definidos: descentralización, indivisibilidad, cantones, unidad, integridad, inviolabilidad del territorio. Seguramente ni se le pasa por la cabeza la inviolabilidad, integridad, unidad de... Catalunya!

    Por desgracia para él la Constitución de Lituania, artículo 3, le juega una mala pasada: "El pueblo y cada ciudadano tienen el derecho a oponerse a cualquier atentado por la fuerza contra la independencia ... del territorio... de Lituania"... ¡hombre, justo lo que piensan los catalanes de su propio territorio! Qué grave descuido, Anónimo, se le coló Lituania.

    De todos modos, durante el reinado de Felipe II, España y Portugal estuvieron unidos en un solo Estado, y seguro que eran ilegales y perseguibles los intentos de segregación. Mire el señor Anónimo en qué quedó todo. De toda aquella legalidad ¿"qué se fizo"? Esto reduce a escombrera ideológica la postura del infructuosamente laborioso Anónimo. Y corrobora lo que ya dije en otro comentario: la indivisibilidad es asunto factual, sucederá o no, pero es absurdo y anti-histórico decretarla, como en el caso de Felipe II. Lo que realmente hacen las Constituciones estérilmente compiladas por el Anónimo es "DEFINIR legalmente un Estado como indivisible". Pero esto son zarandajas. Las leyes son obras humanas, deleznables, solubles, palabra escrita que el viento de la historia arrastra. Más le valdría compilar poesía, Anónimo. Le dará más satisfacciones, servirá para algo.

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    1. Si el Anónimo del pie de la letra constitucional es quien yo creo, se trata de un excelente poeta, Miguel.

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    2. Me temo que los anónimos somos, al menos, dos. Son míos los dos primeros mensajes con esa firma; el de los textos constitucionales no lo es. Y gracias, si se refiere a mí, por lo de "comedido". Lamento no poder decir lo mismo. No me verá clasificarle, señor "Entrerriano", en "tipo" alguno (como dice la vieja broma, existen dos clases de personas, las que dividen a las personas en dos clases y las que no lo hacen), reservásndose, naturalmente, para usted la Verdad y la Razón. Por mí puede hacerlo; yo, al contrario que usted, no creo tener exclusiva alguna sobre ellas.
      En cambio (¡horror!), pienso tener algún derecho a exponer mi postura, que no es sólo mía; la comparte mucha gente conocida y muchísima otra que no lo es, además de organismos internacionales como los Tribunales Constitucionales de Alemania o Italia, la Comisión de Venecia o la ONU, por citar unos pocos ejemplos.
      Lo curioso para mí, y ya lo he dicho en otra ocasión, es lo rápidamente que pierden las formas y pasan del razonamiento a la descalificación personal algunos que están invulnerablemente seguros de que me equivoco y de que todísima la razón está de su parte, sin dejar ni una miajita para nosotros, los pobres. De verdad que teniendo tantísima razón, todas esas pataletas están de más. O deberían.
      Y para JLGM: claro que yo soy yo, quiero decir, quien él piensa que soy yo. Tropecientas mil gracias por lo que me toque.

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    3. Qué triste, Anónimo, que haya gente que ni teniendo toda la fuerza represiva de su lado se atreva a dar su nombre cuando opina. ¿Quá habríais hecho en tiempos de Franco?
      Dar el nombre, o al menos inventarse un nombre, es una exigencia de la comunicación. En caso contrario, esto se convierte en un galimatías en que no se sabe quién habla ni quién responde a quién.

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    4. Tiene razón, España empieza a dar miedo, como seguramente lo da Turquía a muchos turcos y no turcos. La deriva totalitaria del gobierno es ya irrefutable, y se atreve con acciones que no hubiésemos esperado. Perseguir la opinión, la palabra en libertad, requisar papeles y folletos. Aquello de los titiriteros fue ya un aviso, pero ahora hay un fiscal que se atreve a decir que varios millones de catalanes están "abducidos"; no él, por supuesto, que tiene la cabeza en su sitio, sino los demás.

      El gobierno Rajoy, especialista en dejar pudrir los problemas, inepto e indolente, ha hecho más que nadie para generar animadversión y desencuentro, cuando no repulsión. Si el lema "Espanya ens roba" ya tenía vigencia, ahora, con el secuestro de carteles, folletos y tarjetas bancarias, o sea, violando nada menos que la sacra propiedad privada, va a tener mucha más vigencia. Gracias al pirómano Rajoy y su troupe de apagafuegos... con gasolina.
      Creo que es un mal paso el de Pedro Sánchez al transigir con la aplicación del artículo 155. No ha debido mirar mucho hacia las bases.
      Saludos

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    5. Y qué más le da a usted España. Disfrute de su nación, donde no hay pirómanos ni corruptos ni fascistas, y decida su futuro sin prejuicios.

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    6. Qué gran bobada, pura pataleta. Claro que me importa España, donde tengo infinidad de amigos y familiares. Como me importa Francia, Turquía o México. Hay seres humanos habitando allí, ¿se había fijado?

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  11. Cuando Rajoy fue investido presidente del gobierno prometió cumplir y hacer cumplir las leyes. ¿ Cómo se traduce ese “hacer cumplir” las leyes al supuesto actual ? ¿ Tiene significado o sólo es un desideratum protocolario ?

    Me hubiera gustado que el autor del artículo, sobre este menester, hubiera arrojado su punto de vista: ¿ Puede el gobierno no hacer cumplir la ley ? ¿ Cuando ? ¿ Cuando las circunstancias del comadreo político así lo requieran ?

    La falta de tasación en la aplicación de las leyes han llevado a una auténtica arbitrariedad en la tarea del ejecutivo. Choca esto si tenemos en cuenta cómo el código penal sí tasa perfectamente el incumplimiento de las leyes. ¡ Hagamos una tasación jurídica para la obligación de su ejecución !

    En España estamos hartos de ver cómo se legisla a troche y moche y se aplican discrecionalmente las leyes. Si el 155 CE dice lo que dice será porque lo que importa es la nación española antes que el puesto de presidente del gobierno, el de ministros e incluso el de jefe del estado. Pero esto, que está claro, como el agua clara, no parece que tenga mucho predicamento. Vivimos en los tiempos de la traición, y como decía John Harrington, “la traición nunca tiene éxito, porque cuando lo tiene, nadie osa llamarla traición”. Ahí estamos.

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  12. Continuación de mi comentario de17/09 (18:37).
    Hay también una campaña paralela a la del desprestigio del referéndum ("ilegal" añaden siempre los medios -incluso desde antes de la resolución del Constitucional-, ni que hubiera una consigna y recomendación) por parte de los unionistas -pero no sólo ministros y próceres de la economía- consistente no en defender el no, sino en explicar las desgracias que vendrían con la independencia catalana -independencia que según los mismos no se va a producir- con el fin de que los síes sean los menos posibles. Ahora bien, ellos, como no aceptan el referéndum, no hacen campaña. ¡Jaté!

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  13. Quién nos iba a decir, treinta y seis años después, nada menos, que la patetica charlotada del 23F se iba a reproducir parodiando un nuevo episodio de golpismo aldeano dirigido por un ridículo émulo de Tejero, cuyo negro tricornio se sustituye por una cabellera recién secada en una peluquería femenina de tres al cuarto. Qué paletos y nulamente demócratas los que insultan llamando charnegos, qué penita pena asistir a la algarada enloquecida de un puñado de trasnochados rebeldes, qué pésima imagen proyectamos una vez más al exterior por culpa de esta sangre nuestra, mitad horchata y mitad cazalla de garrafón.

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    1. No entiendo nada, Juan Méndez. A veces parece que estás del lado de la razón (no se puede prohibir a los ciudadanos expresar su opinión sobre asuntos políticos) y otra del más apolillado prejuicio, de la España eterna que ha de mantenerse tal cual incluso en contra de la opinión de sus ciudadanos. Conviene aclararse, antes de desahogarse escribiendo. Esto dicho con todos los respetos.
      En democracia se vota; un país que secuestra urnas deja de ser una democracia.

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    2. España ha de mantenerse tal cual mientras los españoles no decidan lo contrario. Ni extremeños ni murcianos ni catalanes son propietarios exclusivos de su futuro. España no forma con cada región una pareja de novios que de repente quiere separarse, la ligazón es mucho más profunda y no debe estar sometida ni a caprichos celosos ni a ataques de soberbia insolidaria.
      Se habla de que el problema catalán es una cuestión de sentimiento, como si fuera casi un espasmo romántico, cuando en realidad no se plantearían separarse si fueran una región pobre y dependiente. Hay, por tanto, más mezquindad que pureza en este intento secesionista que nadie ha sido capaz de explicar porque a lo inexplicable no se le encuentran razones, más allá de pobres coartadas alimentadas por la visceralidad. A mi este esperpento me recuerda a la hostilidad de los lugareños hacia los veraneantes en las fiestas de su pueblo. Esas reacciones eran y siguen siendo paletas.


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  14. Qué cosas, Juan Méndez. Lo bueno es que hay muchos que tienen los mismos prejuicios que tú, pero no se atreven a formularlos en público. Tú por lo menos te atreves a exhibirlos sin complejos. En una unión de dos basta que uno no quiera para que la unión termine. ¿Y en una unión de diecisiete? Si nadie puede irse, no es una unión, es una imposición. Para ti, España es una cárcel o un castigo que nos ha impuesto la historia, y del que nadie puede escapar. Para mí es una unión de ciudadanos iguales en derechos, un país maravilloso, al que estoy orgulloso de pertenecer. Si crees que una comunidad o región tiene que seguir siendo española en contra de la voluntad libremente expresada de la mayoría de sus habitantes, eres tú quien la consideras, no parte de España, sino una colonia, un territorio unido por la fuerza. Piensa un poco sobre esta paradoja: son los que consideran que Cataluña debe seguir siendo parte de España aunque sus ciudadanos no lo desean quienes están afirmando que Cataluña no es España, sino lo que fue el Protectorado de Marruecos o el Sahara español.

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    1. El argumento de que nada ni nadie debe quedar atado a nadie bajo ningún concepto aconseja retirar del diccionario la palabra derecho, por absurda y anacrónica. Ese es tu punto de vista.
      Hoy por hoy ni a mi ni a mis conciudadanos se les va a impedir opinar sobre Cataluña
      Parece mentira que no recuerdes que la máxima expresión popular de secesionismo, llamada cantonalismo, terminó de arruinar la endeble primera república. Creo que no deberíamos repetir la experiencia y en cambio poner punto final con urgencia a esta astracanada que solo sirve para aumentar nuestro desprestigio y escribir la enesima página de la leyenda negra.
      Personalmente, como gente adscrita al mundo de cultura, me avergüenza y decepciona que la vanguardia catalana, asumida tantos años como ineludible referencia, se este dejando arrasar por la chusma bastillera.

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    2. Nada que responder. Solo una precisión: los ciudadanos de Cataluña con derecho a voto son mayores de edad, votan lo que les parece mejor (si les dejan) y no se dejan arrastrar por ninguna chusma. Exactamente igual que los ciudadanos y ciudadanas de cualquier otro país.

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    3. Tú y yo somos de la misma quinta y sabes perfectamente que una minoría, que solo se representa a si misma, es capaz de activar a miles de panolis y papanatas, tan proclives a la opción A como a la B, todo es cuestión de que la manipulación sea suficientemente bien tramada, mezclando sentimentalismo y profundas emociones dispuestas siempre a ceder ante la brisa más impetuosa. Parece mentira que no recuerdes las imponentes colas de gente dispuesta a despedirse del Caudillo, que muy pocos meses más tarde se decantaron por el olvido de papá, votando en su contra. Un cinco por mil de personas se basta para arrastrar a las multitudes.
      Por último, echo en falta algún comentario sobre la exquisita prudencia y calma con que el resto de los españoles soportan la bofetada, cuando sería comprensible que surgieran aquí y allá manifestaciones de protesta ante el desprecio de sus vecinos.
      O es que no es puro desprecio e insolidaridad lo que la chusma nos está dirigiendo?

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    4. Juan, Juan, estas cosas mejor debatirlas con la cabeza fría y en torno a un café. A ver cuándo te animas. Hablando se entiende la gente.

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    5. Me encantaría tomar un café contigo, seguro que la ósmosis sería posible y positiva. Tal vez en una visita tuya a la capital, yo por mi Vetusta ya solo aparezco de pascuas a ramos.

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  15. 1. La nación moderna es una casa común de iguales. La vida polí­tica resulta imposible si una minoría amenaza con «marcharse con lo suyo». Entonces la democracia se convierte en un juego de amenazas.



    2. La democracia no admite deserciones. Los Estados no son un club social en el que uno se apunta y se va cuando quiere. La secesión solo está justificada cuando se da la injusticia o la ausencia de democracia.



    3. Se decide dentro de las fronteras, no se deciden las fronteras. Levantar una frontera en una sociedad democrática equivale a romper una comunidad de justicia y de decisión.



    4. La ciudadanía se fundamenta en el cumplimiento de la ley. En cambio, la pertenencia nacional se basa en la participación en determinados atributos. Así, hay ciudadanos más o menos «nacionales».



    5. El principio «una lengua, una nación, un estado» es un puro desatino. Cristalizaría en 225 estados europeos. No es razonable avanzar hacia un caos tribal en el mundo.



    6. La adscripción nacional es una de las caras del poliedro de la identidad personal y social. Pero ¿por qué la pertenencia nacio­nal otorga soberanía y no la clase social, religión, género, edad o estatura?



    7. La nación de ciudadanos es un escenario para la materializa­ción de los ideales de libertad, justicia y democracia. Nadie puede imponer identidades que excluyan ni imponer sus señas partidistas.





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    1. Estimado Pablo M., trato de responder a lo que creo un alegato contra el derecho a decidir su organización politica de los ciudadanos de Cataluña.
      1. Nadie se marcha con lo suyo. Cataluña autonóma o Cataluña republicana se quedan donde están y todo sigue siendo, como ahora, de sus legítimos propietarios.
      2. Checoslovaquia ena un Estado, ahora son dos Chequia y Eslovaquia. Sin sangre, sin traumas, por decisión libremente adoptada por los ciudadanos.
      3. "No se deciden las fronteras". Qué cosas. ¿Sabe algo de historia y de derecho internacional? ¿Cree acaso que las fronteras las decidió Dios al principio del mundo: aquí pongo una montaña y aquí un río para separar dos países?
      4. Eso parece que no se aplica a Venezuela. Allí es democrático incumplir las leyes porque los jueces del Supremos los decide el gobierno? ¿Quién nombra aquí al Tribunal Constitucional? ¿Quién le ordena suspender de inmediato una ley antes de estudiar si es o no constitucional? No confundamos el código penal con las decisiones políticas disfrazadas de leyes.
      5. Ese principio lo aplicó Franco ("Hable la lengua del Imperio", decían en Cataluña), no lo aplican en Cataluña. En la Cataluña republicana, el español estaría tan presente como lo está hoy. Es otra de las lenguas de Cataluña. Si se defiende más el catalán, es porque es la lengua más débil.
      6. No sé si habla en serio, pero yo le respondo como si lo hiciera. Es la pertenencia a una cumunidad la que otorga capacidad para decidir cómo se organiza esa comunidad. ¿Por qué el gobierno de la Comunidad de Madrid lo deciden los ciudadanos de la comunidad de Madrid independientemente de su edad (siempre que sean mayores de edad), de su sexo, de su clase social? Pero me imagino que no habla en serio o ha pensado bien lo que dice.
      7. A la última objeción no le respondo. Los que se oponen los ideales de libertad, justicia y democracia no son precisamente los ciudadanos de Cataluña, que no quieren imponer nada. En una Cataluña hipotéticamente independiente, todo el mundo podrá conservar la nacionalidad española (compatible con la catalana).

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  16. El señorito Juan Méndez llama chusma a los que él entiende que ayer arrastraban a decenas de miles de catalanes al chusmódromo del Eixample. Me creo con derecho a opinar de él que parece (como otros que anegan este blog con sus alegatos leguleyos y antidemocráticos) otra de las unidades ovinas que hacen valer su derecho a transitar el tramo urbano de la Cañada Real a su paso por Madrid, y que ha dado pie a un vídeo viral que corre con mucho garbo por la Red.
    Otra víctima más del "morbo español", que no es venéreo sino que afecta a las nobles estructuras del cerebro, incapacitando al paciente para dilucidar, especular, discurrir u opinar con lucidez sobre la libertad y los derechos inalienables de un hombre que se estime como tal.
    El franquismo ha hecho estragos que parecen irreversibles. Leyendo a muchos (muchísimos), yo también siento la tentación de quedarme en Portugal.







































































































































    antidemocráticos) poqara entender qué cosa es democracia. Unp





























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    1. Lamento, joven Higgins, que te hayas sentido aludido directamente cuando he mencionado a la chusma. También lamento que me tildes de señorito, cuando en realidad soy un señor, tal nací, condición que quizá tú no ostentas ni lograras alcanzar mientras no rectifiques tu tono de bordillo redicho, resabiado y cursi, a imitación incondicional de la otra chusma, la podemita con aspiraciones a paritorio de los sesenta.
      Y no expulses tanta rabia, alma de cántaro, que el complejo de inferioridad corroe las tripas y amarga la sesera.
      Por último, no cites a Madrid con intención de ofender, quién lo hace desvela la mortificación de saberse muy provinciano. Yo amo la capital por la hospitalidad cosmopolita de sus habitantes, aunque soy norteño.

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    2. El joven Higgins (carta desde Duino).22 de septiembre de 2017, 12:59

      Jejejeje...; ahora arresúltase que mi señor don Juan Méndez nació con chalina, bigote perfilado, borceguíes de vitela fina, botines y hasta bastón con cabeza de Gorgona: lo que es ser señor desde la cuna... Otros, sin embargo, aun con aya y estirado preceptor del agudo Cornwall, nos criamos entre blondas y lino fino alentejano y solo fuimos señores cuando el ecuestre padre delegó en nos la intendencia del predio de Beira Litoral. Pero antes fue Coimbra y aun hubo un ínterin para el desfogue y el fogueo. Digo antes de que un buen día Ambrosio Costa -mayoral del tío ducho en rejones- me llamara "senhor", lo que me arreboló la tez como a damisela púber requebrada.
      Y ahora me topo con que el buen Juan de Méndez me hace el inventario de sus blasones y pone en entredicho los míos, tan profusos estos en campos de cereales pero también de gules, de sinoples y de azures.
      Pero, si soporté a Salazar y luego a un inane Caetano, porque mi persona estaba forjándose y no daba para más..., bien distinto sucede ahora, que no soy capaz de aguantar sin meter baza si un reaccionario bromea o escarnece a mis pequeños. Y si mienta a PODEMOS para llamarle chusma, no me queda más remedio que obedecer a los dictados de mi bilis y llamarle señorito fascistilla. Y le aseguro que mi complejo de inferioridad se vacuna leyendo a personas como el buen Juan Mendez.
      ¿Madrid? Ciudad encantadora, hasta imponente..., pese a estar tan mal poblada en alguno de sus barrios y rompeolas.
      Suyo afectísimo, Norteño.

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  17. El mensaje de Pablo M es una demostración clara del delirio mental e intelectual en que se ha ido situando la opinión pública mayoritaria española. En su descargo se puede decir que es una opinión incentivada por tertulianos lenguaraces, autoritarios, liberticidas, dogmáticos y con una desinformación histórica preocupante. (Los editoriales de El País de estos días formarán un día toda una antología de la infamia).

    Pablo M presenta en orden una serie de puntos categóricos, dogmáticos, escolásticos, cuyo origen es... la cabeza de Pablo M. Eso es todo lo que tienen a su favor. Ni la más pequeña fundamentación objetiva. Por ejemplo: "Se decide dentro de las fronteras, no se deciden las fronteras". Y eso ¿quién lo ha dicho? Pues el muy ilustre historiador y político don Pablo M. Menos mal que lo explica: "levantar una frontera equivale a romper una comunidad de justicia y de decisión". ¿España unidad de Justicia? Pero ¿qué España ha visto y conocido este hombre? Es uno de los países más injustos, desiguales y abusivos del planeta, por Dios.

    No, mire, las mayorías sociales catalanas y españolas (aparte de otras muchas cosas) son lo bastante diferentes como para considerarse naciones diferentes. Observe lo que es la España real, si puede, y por favor deje de lado la "unidad de Destino en lo Universal".

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  18. Varias precisiones: a los alcaldes no se les ha detenido: se les ha citado a declarar. Otros son los alcaldes que sufren acoso, y de esos no hablas. A los funcionarios detenidos no se les ha detenido por sus ideas sino por presunta prevaricación y malversación de caudales públicos, igual que se ha hecho en otros ayuntamientos españoles. Que en un caso sea para lucro propio y en otro no no cambia la tipificación. Y por último, no sé cuántos aplausos han cosechado los escritores españoles que firmaron el manifiesto pero a los catalanes, en su tierra, los han llamado de todo. Pero a eso ya están acostumbrados.

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    1. ¿No le da vergüenza a Piquero argumentar así, máxime habiendo sido militante de un partido de izquierda (me paree que ahora no, a juzgar por sus palabras? ¿Así escuchaba él razonar a los cabezas plateadas de su partido? ¿Vería alguno de ellos razonable que quien tanto delinque se dedique a perseguir y a detener a quienes solo hacen ejercicio de la política? ¿Qué es eso de que prevarican o malversan caudales públicos? ¿Así entiende el púgil-poeta (por este orden) lo que se está jugando en Cataluña, pero también (y es lo que más me interesa) en España?
      No puedo ocultar la manía que le tengo a Piquero, fundamentada en algunos exabruptos que viene soltando "aquí" desde antiguo y que son impropios ya no de un hombre de izquierda, ni siquiera de un progresista. Y que joden más por provenir de un presunto compiyogui.
      ¿Otro libertario-igualitario sobrevenido?

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    2. Cuando uno de los elementos del diálogo es "No puedo ocultar la manía que te tengo", el diálogo se rompe antes de empezar.

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    3. No es verdad que te tenga manía, solo un pique manifiestamente solventable. Colega.

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  19. Entremos en precisiones, amigo Piquero. A esos alcaldes se les considera imputados por unos delitos que sí han cometido (apoyar el referéndum), si eso es un delito de malversación y prevaricación (y no una legítima decisión política), su sentencia no puede ser sino condenatoria. Y si dejar que sus ciudadanos voten si quieren (y si no quieren no voten) no es más que cuestión ideológica una obligación democrática, sino prevaricación y malversación, que venga Dios y lo vea. Infórmate, por favor, de cuál fue el comportamiento de la oposición venezolana y cuál el comportamiento de Nicolás Madura. Tampoco en Venezuela se respetaron ciertas leyes (ni las decisiones del Constitucional, tan dependiente del gobierno como el español) y toda la comunidad internacional aplaudió. El señor Rajoy está resultando un aplicado discípulo de Maduro. ¡Y luego hablaban de Pablo Iglesias!
    No sé lo qué les han llamado a los catalanes que combaten el referéndum (nada nuevo: ya hubo catalanes que apoyaron a Franco en la "liberación" de Barcelona). Pero ¿acaso a los que apoyan el referéndum, en cambio, en esta querida España nuestra solo les tiran flores? No debes informarte solo por la prensa digital catalana, lee de vez en cuando algún diario español para que veas cómo se las gastan.
    Pocas veces en la historia se puede hablar de blanco y negro, de buenos y malos. Aquí unos quieren votar (votar a favor de seguir siendo parte de España o de formar un Estado propio), dejan total libertad (el voto es secreto) para que cada uno vote la opción que prefiera sin coacciones, no obligan a nadie a ir a votar. Y otros en cambio quieren impedir, con la Guardia Civil o con los tanques si hace falta, que esa votación se celebre. Me parece que a los historiadores del futuro, como a los historiadores sobre la polémica del matrimonio gay o de la segunda guerra mundial, no les será difícil decidir de que lado estaba la democracia y la justicia (la verdadera).

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    1. No parece que el partido con el que confirmas proximidad, piense como tú, aunque siempre puedes argumentar que eres una cometa caprichosa.

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    2. Lo que tú llamas "cometa caprichosa", amigo Juan Méndez, otros lo denominan "persona independiente", alguien que piensa por cuenta propia.

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    3. El problema es que a otros, que no nos adscribimos a ningún partido de izquierdas actual, no dudan en asociarnos a la derecha, conclusión facilona y superficial, como hace el maleducado joven Higgins. Se nos llena la boca de democracia y somos incapaces de aceptar que alguien no se ajuste a nuestros preceptos sagrados.

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    4. Para mí, en una democracia, tan legítimo es ser de derechas como de izquierdas o de centro. Si alguien nos considera de derechas o de izquierdas, y no lo somos, no nos insulta, simplemente se equivoca.

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    5. Tu aclaración y es relativamente correcta, José Luis, no seas demagogo. La pinza sobre quién es sospechoso de no comulgar con los mandamientos de la izquierda actual lleva puesta mucho tiempo y va acompañada de un insulto implícito.

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  20. Los problemas de salud de un familiar cercano no me dejan tiempo estos días para aparecer por aquí. Mi opinión, por lo demás, supongo que está perfectamente clara a estas alturas.
    Copio una frase, que puede verse más arriba, de JLGM: "no se puede prohibir a los ciudadanos expresar su opinión sobre asuntos políticos". Un ejemplo perfecto de demagogia, en mi opinión. NADIE ha prohibido semejante cosa. Lo que sucede es que, en política como en todo, existen reglas (lo contrario, o sea, que no haya ninguna, es lo que en el Far West se llamaba precisamente "ciudad sin ley", campo abonado para todas las injusticias).
    En fútbol, un poner, no se puede jugar válidamente fuera de los límites del campo, o utilizando las manos si no se es portero o en un saque de banda. Eso no es "prohibir jugar al fútbol": son condiciones de posibilidad para que haya fútbol. Uno puede estar en desacuerdo con que las condiciones de posibilidad sean ésas y no otras, y hasta aspirar a cambiarlas, pero si dice que no permitir esos usos antirreglamentarios es "prohibir jugar al fútbol" está, sin la más mínima duda, faltando a la verdad.
    Y eso, además de estar muy mal, sólo contribuye a confundir más las cosas.

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    1. Siento los problemas de salud. Y sobre demagogias habría mucho que decir. La regla que impide el referéndum sobre la independencia (no la independencia son cosas muy distintas: incluso el referéndum puede servir para rechazarla) es una decisión política del actual gobierno de España (que cuenta con muchos menos apoyos en la cámara que el Puigdemont en el parlamento de Cataluña). Una decisión que yo creo que va en contra de sus propios intereses. Pero esa es otra historia.

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    2. Que la prohibición de un referéndum secesionista sea cosa del actual gobierno es algo, como mínimo, sumamente discutible.
      Como he recordado varias veces aquí, el TC alemán o el italiano, o la Casa Blanca de Obama, lo han rechazado igualmente en sus respectivos territorios, en todos los casos dejando claro que es contrario a la Constitución de sus países.
      El TC alemán, en concreto, decía en su dictamen ("providencia de inadmisión", es el nombre técnico; o sea, que ni siquiera, tan opuesto a la legalidad les parecía, admitieron entrar a considerarlo) que "la soberanía recae en el conjunto de los alemanes", no en una parte de ellos.
      Nuestro propio TC ha dicho que una Comunidad Autónoma "no puede unilateralmente convocar un referéndum de autodeterminación para decidir sobre su integración en España", ya que la declaración de Cataluña como un "sujeto jurídico y político soberano", que recibió en 2013 el apoyo de 85 de los 135 diputados autonómicos catalanes, vulnera los artículos 1.2 (que indica que la soberanía reside en el pueblo español) y 2 (que establece la unidad de la nación española) de la Constitución, así como los artículos 1 y 2.4 del Estatuto de Autonomía de Cataluña, que señalan que Cataluña ejerce su autogobierno y la Generalidad sus poderes de acuerdo a la propia Constitución (lo que, como se ve, es lo mismo, aunque con más detalle, que el TC alemán también decía).
      Luego, y termino, NO ES "una decisión política del actual gobierno de España": es mucho más, y bastante más grave, que eso. Supone el quebrantamiento deliberado del orden constitucional, desobedeciendo la orden expresa del TC, que a su vez recoge el criterio que igualmente comparten otros países cuya condición democrática, que yo sepa, no está en duda.
      Si todo ello a JLGM le parece bien, es cosa suya; pero la realidad no es como él la cuenta. Ése es el verdadero problema, el mismo que ya le señalaba antes.

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  21. Martín, ahora no estamos discutiendo sobre el derecho a decidir, que yo apoyo, como sabes, sino sobre este referéndum en concreto, un disparate que están sacando adelante con absoluto desprecio de todas las leyes habidas y por haber, acallando a la oposición, saltándose sus propios reglamentos... Aquí es donde encajaría la comparación con Maduro. Si una ley es injusta se discute, se cambia (no veas todas las que me gustaría cambiar a mí), pero con política, no a la brava; con votos suficientes y, en este caso, quizá esperando a un gobierno central más dialogante, que tarde o temprano llegará. Pero no incumpliendo las leyes porque sí, a espaldas de Europa, de toda la comunidad internacional. Entre tanto, si las leyes se desobedecen el sistema actúa, aquí y en cualquier país democrático del mundo. Los cargos no son apoyar el referéndum (tendrían que imputar a media población) sino utilizar caudales y medios públicos en un acto ilegal.
    En cuanto a la comparación de los intelectuales catalanes que no apoyan el referéndum con los catalanes que apoyaron a Franco, no puede ser más desafortunada.

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    1. Yo no creo que solo los catalanes tengan derecho a decidir sobre el futuro de Cataluña. Y me parece que muchos españoles coinciden conmigo.

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  22. Vaya, Piquero, me alegra mucho saber que tú apoyas el derecho a decidir. Es la primera noticia, muy calladito lo tenías.
    ¿Y de dónde sacas que este referéndum en concreto es un disparate? Estaba en el programa electoral (que no fue prohibido ni era ilegal) de los partidos catalanes que ganaron las elección. Ahora se limitan a cumplir esa promesa electoral (algo que debería ser obligatorio en cualquier democracia). El gobierno central trata de impedírselo por todos los medios, incluidos los "legales" (un tribunal constitucional cuyas atribuciones modificó a su antojo cuando tuvo mayoría absoluta). Aquí hay dos "legalidades" en juego; la que yo creo que debe prevalecer es la que respeta las promesas electorales y permite a los catalanes manifestar si están mayoritariamente a favor o en contra de la independencia. Eso es todo. Tu último párrafo es una maravilla: "los cargos no son apoyar el referéndum, sino hacer lo posible para que el referéndum se celebre", Pues resulta que esa es la obligación de los poderes públicos que se han comprometido electoralmente a celebrarlo. Coincido contigo en una cosa: si cumplen su propia ley, no tendrán más remedio que imputar a media población de Cataluña (algunos hablan del 80 %, no a favor del sí, sino de la consulta). Porque son cientos de miles de catalanes los que están poniendo todo su esfuerzo para el que referéndum se celebre. Por ejemplo, deberían llevarse detenidos a los que imprimieron las papeletas de votación, a los que transportan las urnas, a pesar de saber que son ilegales, etc, etc.
    En fin, creo que el gobierno de mi país (que gobierna gracia a un dudoso favor del PSOE) se ha metido en un buen jardín. No tendrá mi aplauso, pero sí el tuyo. Tiene que haber gente para todo.

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    1. A José Luis y resto de defensores del derecho de una autonomía a decidir su futuro les pediría que me explicaran por qué ese derecho asiste en exclusiva a los pobladores de ese territorio y s no todos los que comparten históricamente fronteras, lengua y cultura.
      A mi me indigna que un treinta por ciento de catalanes (el otro quince o dieciocho es masa sin rumbo) me impidan decidir sobre el futuro de Cataluña. Y como me indigna, porque es una usurpación de mi derecho, me rebelo contra la idea.

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    2. https://politica.elpais.com/politica/2017/09/22/actualidad/1506101626_670033.html

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    3. "el Kremlin ha visto en el independentismo catalán otra oportunidad para ahondar las fracturas europeas y consolidar su influencia internacional"

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  23. "Si una ley es injusta se discute, se cambia, pero con política, no a la brava".

    Muy hermoso desideratum, señor Piquero, admirable. Pero hay un Gobierno central que ha decidido por anticipado, y pase lo que pase, o cualesquiera sean las consecuencias, no cambiar la ley de ninguna de las maneras, ni "con política" ni sin ella. Por lo tanto, no han dejado otra alternativa que la insumisión, la desobediencia, o con un término algo más fuerte y de sabor muy sudamericano: LA INSURGENCIA.

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  24. Veo que tienes flaca memoria. Que soy favorable a un referéndum pactado lo he dicho en cien mil sitios, en mi muro, en este blog. Te lo he dicho a ti en persona no hace ni quince días, llevo años diciéndolo. Pero tú a lo tuyo. Es un recurso muy habitual cuando no se sabe discutir.
    Promesas electorales... Pues entre las promesas electorales de los que ahora gobiernan en Cataluña no estaban los brutales recortes sociales que le pegaron a su población.
    A la glosa que haces a mi frase no voy a contestar porque citas con comillas (como si realmente yo lo hubiera escrito) algo que no he escrito. Eso se llama manipular y está muy feo. Así no vas a ganar ninguna discusión.
    Por último, a lo de que yo le doy mi aplauso al gobierno, no has entendido nada. Sólo he tratado de explicarte porque se producen ciertas actuaciones judiciales y policiales. No estoy aplaudiendo al gobierno ni lo he aplaudido jamás. Está en las antípodas de lo que yo creo.
    Es muy frustrante ver que tu línea argumentativa se basa en un 80 por ciento en atribuir a la persona con la que discutes cosas que no piensa, que no defiende, que no ha dicho, que no ha escrito. Así se hace muy difícil, en serio.

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  25. Respondo.
    1.- A JUAN MÉNDEZ. Eso que dices (con todos los respetos) es una solemne tontería. Sobre el futuro de Cataluña, deciden los catalanes, y sobre el de Aragón los aragoneses, etc, etc. Y esto no es ningún delirio independentista sino lo que dice el actual ordenamiento jurídico español. ¿Puedes votar acaso en las elecciones andaluzas, manchegas, extremeñas, catalanas? Punto final. Aquí termina la discusión sobre este asunto. Otra cosa es que, si la separación se decide, ambas partes deben negociar los términos de la separación (es lo que está ocurriendo ahora entre el Reino Unido y la Unión Europea tras el Brexit).

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    1. El ordenamiento jurídico al que aludes no contempla la opción independentista.
      Sigo pensando que un hecho de tal trascendencia debería ser decidido por todos los españoles mientras siga existiendo España.

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    2. Puede crear la autonomía murciana un ejército porque lo considera oportuno
      Puede Galicia hacer una selección de baloncesto para competir en la euroliga?
      Ni esto es posible ni JLGM debe utilizar términos tan prosaicos como "por activa y por pasiva", salvavidas más propio de los diputados que de una persona culta como él.

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  26. 2.- A JOSÉ LUIS PIQUERO. Antes de afirmar rotundamente que los demás nos atribuyen cosas que no pensamos, deberías admitir, aunque solo sea por cortesía, que quizá no te has explicado bien.
    Pero tú te has explicado demasiado bien, demasiado bien . Y puedes engañarte a ti mismo para salvar tu conciencia, pero, lo siento, a los demás es más difícil que nos engañes. Dices que estás por un referéndum pactado entre el gobierno central y el de Cataluña, pero el gobierno central ha dicho por activa y por pasiva que jamás pactará un referéndum independentista. La única salida que deja es un referéndum no pactado. Sí tú estás en contra de ese referéndum, estás en contra del referéndum porque no hay otro ni la posibilidad de otro. Ni ahora ni en el futuro: todos los partidos españoles con posibilidad de gobernar se han puesto de lado del gobierno. O sea, que comulga tú, admirado poeta, con ruedas de molino para calmar tu conciencia, pero los demás no tenemos tragaderas tan anchas. Niegas el derecho de los ciudadanos de Cataluña a decidir sobre su futuro. Eso es lo que nos has dejado muy claro.
    Promesas electorales. ¿Hace falta contestar a ese presunto razonamiento tuyo? (Me recuerdas a Marías). O sea que porque un gobierno ha tenido que adoptar medidas que no estaban en su programa electoral ya queda autorizado para no llevar a cabo las que sí figuraban. Qué cosas. Un partido o una coalición electoral que gana las elecciones con un programa aplica ese programa. Se le podrá criticar por muchas cosas pero criticarle por eso ya es perder toda credibilidad, querido Piquero.
    El mantra del respeto a las actuaciones judiciales me divierte mucho. Y vuelvo a sacar a Venezuela (quién me lo iba a decir) porque allí lo que parece que hay que hacer es no obedecerlas con el aplauso de Felipe González y de la Unión Europea (relee la prensa al respecto: la oposición venezolana llama a no obedecer a los jueces ni a las leyes, que ellos llaman "chavistas"). Hay decisiones y decisiones. El tribunal constitucional no es un tribunal como los demás, no se dedica a aplicar el código penal, sino a "interpretar" (de facto, a desarrollar) la constitución. No es un tribunal independiente. Sus miembros han sido elegidos por el PP en la época de la mayoría absoluta. Su normativa ha sido cambiada por el PP (sin apoyo de ningún otro grupo) en la época de la mayoría absoluta (por eso puede imponer esa multa de doce mil euros diarios). El tribunal constitucional hace lo que le manda el gobierno. Y el gobierno ni siquiera lo disimula: anticipa las decisiones del tribunal antes de que se produzcan. La constitución no prohíbe ningún referéndum en las comunidades autónomas. Solo dice que, en algunos casos, tienen que ser autorizados por el gobierno, como determinadas manifestaciones. Pero una manifestación no autorizada por el gobierno se puede recurrir. Esta decisión no se pude recurrir: aquí se aplica el ordeno y mando, lo que yo digo va a misa porque el tribunal constitucional hace lo que yo digo.. Los catalanes me atrevería a decir que tienen el deber y la obligación de desobedecer en este punto concreto. No está entre las atribuciones de ningún gobierno central impedir que los electores voten en una elecciones organizadas por su gobierno autonómico. La razón y el sentido común están por encima de las artimañas legales. En Turquía es ilegal decir que existió el genocidio armenio. ¿Debe ser respetada esa ley? Solo si no hay más remedio y procurando saltársela siempre que sea posible.

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    1. La afirmación "el TC hace lo que le manda el gobierno" es FALSA. Pongo al pie tres ejemplos (podría poner muchos más) de sentencias de ese tribunal CONTRARIAS al gobierno. Volvemos a lo de antes, y a lo de siempre: si JLGM cree tener argumentos basados en la verdad para apoyar su postura, ¿por qué recurre para hacerlo a las falsedades, o a las medias verdades -de las que, naturalmente, se quecda sólo con la parte que le interesa, descartando lo que no? ¿No comprende que al obrar así permite la sospecha de que quien se apoya en falsedades lo hace porque no encuentra verdades en que apoyarse?
      Si, en efecto, el actual gobierno catalán piensa que el TC no es un tribunal suficientemente independiente en sus decisiones, existen tribunales europeos a los que dirigirse en busca de la justicia que aquí, supuestamente, se les niega. Obviar esto y directamente incumplir las resoluciones que no interesen es abrir la puerta a la absoluta inseguridad jurídica: cualquier resolución, por justa que en sí misma pueda ser, cabe desobedecerla porque sólo hace falta para ello que no nos convenga.
      (Por otra parte, ¿a qué esa insistencia en lo de "impedir votar en las elecciones"? ¿Cuándo y de qué modo ha ocurrido eso? Aquí no discutimos sobre elecciones ningunas (las cuales, en Cataluña, son tan poco libres que su resultado es el que ha conducido a la situación actual), sino sobre la derogación, mediante una circunstancial mayoría simple parlamentaria, de sendas legislaciones (la catalana, con el Estatut a la cabeza, y la española, con la Constitución) aprobadas en su momento en Cataluña precisamente por sendos referéndums, y que disponen, ambas, que es ILEGAL semejante derogación, que requeriría al menos una mayoría parlamentaria de 2/3, más toda otra serie de trámites imprescindibles. Eso sí es "ordeno y mando, y lo que yo digo va a misa"; y, en efecto, la razón y el sentido común (además de la legalidad aprobada mayoritariamente por LA POBLACIÓN -no el gobierno, que es otra cosa- CATALANA) debieran estar por encima de las artimañas (y abusos) supuestamente legales del gobierno catalán actual. En eso, al menos, estamos de acuerdo.

      http://www.elmundo.es/opinion/2017/06/09/59399350468aeb80668b459e.html https://cincodias.elpais.com/cincodias/2017/02/17/economia/1487318685_019058.html http://www.abogacia.es/2016/07/29/satisfaccion-de-la-abogacia-por-la-anulacion-por-el-tribunal-constitucional-de-las-tasas-judiciales-aplicadas-a-las-pymes/

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    2. Pongo aquí enlace a un artículo que puede verse ahora mismo en la edición digital de La Vanguardia, de un articulista que deja claro su apoyo a consultar a los catalanes sobre su futuro; pero igualmente que esta consulta no reúne los requisitos mínimos para que pueda otorgársele ninguna credibilidad.
      Dice: "no iré a votar en el referéndum ilegalmente convocado para el día 1 de octubre próximo, si es que llega a celebrarse. Y no iré a votar porque mi voto negativo sería contabilizado para aumentar el porcentaje de participación en la consulta a efectos de su aparente legitimación, siendo como es absolutamente ilegal. Cuanta mayor sea la participación, más legítimo parecería un referéndum que los independentistas presentan como un inocente ejercicio del derecho a decidir en abstracto, cuando lo cierto es que se trata de optar entre el sí o el no a la independencia, con infracción frontal del ordenamiento jurídico, comenzando por la Constitución y el Estatut de Catalunya (que exige el voto de 90 diputados para aprobar una ley electoral), y sin contar además con el respaldo mayo­ritario de los catalanes tal como quedó ­demostrado en las últimas elecciones autonómicas".
      Y aclara todavía: "Este referéndum carece de legitimidad democrática por ampararse en una ley –la ley del Referéndum– cuya aprobación por el Parlament constituyó el inicio de un golpe de Estado, culminado luego por la aprobación de la ley de Transitoriedad Jurídica. En efecto, los vicios de procedimiento en que se ha incurrido al tramitar dichas leyes son irreparables: se han aprobado a toda velocidad tras una irregular admisión a trámite, se ha dificultado su control de constitucionalidad al sortear el dictamen de la Comissió de Garanties Estatutàries, se ha enervado la facultad de enmienda y se ha infringido el principio de transparencia. Todo ello para celebrar un referéndum votado por una mayoría parlamentaria que no se corresponde con una mayoría social; que carecerá de las mínimas garantías de celebración; y que, además de su falta de base legal y de garantías democráticas, incumple la normativa de las Naciones Unidas y los indicadores exigidos por el Código de Buenas Prácticas sobre Referéndums de la Comisión de Venecia".
      Es decir: aunque su posición es contraria a la mía, ya que él sí apoya un referéndum, explica las razones (que, como se ve, coinciden en buena parte con las que yo mismo he ido exponiendo aquí) por las que el 1-O es un disparate inaceptable, contrario a cualquier práctica democrática. Y deja claro también que, en contra de la insistencia de JLGM en que lo que tiene que hacer quien en Cataluña no apoye dicho disparate es votar "no" el 1-O, el voto negativo será utilizado para pretender legitimar lo que de ningún modo puede ser legítimo.

      http://www.lavanguardia.com/opinion/20170923/431475071405/por-que-no-ire-a-votar.html

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    3. Qué gracia. Debes de ser la única persona en este mundo y en el otro que aún no se ha enterado de que existe la postura intermedia (y eso que en ciertos espacios políticos y sociales es la mayoritaria): estar a favor de un referéndum pactado pero no de este referéndum ilegal. Muchos socialistas (en Cataluña todos, con Iceta a la cabeza), la mayor parte de los comentaristas políticos de izquierdas, buen número de los intelectuales que firmaron el famoso manifiesto... Al parecer no tenías noticia de todo eso y yo dije lo que dije por acallar mi conciencia. Muy bueno, sí señor.
      Se puede, amigo Martín, ser favorable a un referéndum pactado, como se ha hecho en Escocia, y pensar que lo de ahora es un paripé. Ya sé que el actual gobierno no aceptará nunca ese referéndum pactado, pero este gobierno no durará siempre. Tarde o temprano una izquierda más dialogante llegará a la Moncloa y entonces todo puede cambiar. Es como si el movimiento LGTB hubiera renunciado a sus reivindicaciones porque el gobierno de Aznar jamás accedería a aprobar el matrimonio gay. Claro que no: hubo que esperar a un cambio de gobierno. Siento explicarte obviedades: tú me has obligado.
      Sólo una cosa más, que no quiero ser cansino: sigues haciendo comparaciones abusivas. No es lo mismo rebelarse contra una ley en un país autoritario como Turquía, en el que la democracia no existe de facto, que en un país democrático europeo que cumple todos los estándares habidos y por haber. Y tampoco es lo mismo la desobediencia de un ciudadano particular (como la mujer que se negó a ceder su asiento en la América racista de los sesenta) que la desobediencia de una institución que han votado todos (también los que no quieren ir contra la ley) y cuyo fundamento son las mismas leyes que quiere desobedecer.

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    4. Tal como se van poniendo las cosas, tiene uno que tener mucho cuidado con los comentarios. Unos pueden decir cualquier cosa en contra del referéndum, otros tenemos que tener cuidado para que nos acusen de alentar la sedición. Sé de dónde venimos (Franco hacía sus barbaridades de acuerdo a la ley y eran los jueces quienes mandaban a los opositores a la cárcel y tantos como ahora le aplaudían), empiezo a temer a dónde vamos.
      Va resultando peligroso hablar de ciertos temas, cada vez lo será más. Pronto tendremos estado de excepción en Cataluña, si no lo tenemos ya. Repito mis argumentos y me callo sobre esta cuestión hasta que las cosas se aclaren y uno no empiece a temer que alguien haga un pantallazo de estos comentarios, los mande a la fiscalía y acabe teniendo que declarar por apoyo a la rebelión.
      El referéndum es perfectamente legítimo y para ser legal solo se falta la aprobación del gobierno, de acuerdo con la Constitución. No incumple ninguna ley estatutaria y ha cumplido todos los trámites legales (lo ha aprobado una mayoría parlamentaria en contra de la opinión de la minoría, que ha pataleado y hecho todas las trampas que ha podido). No impone nada: permite solo que los catalanes nos aclaren de una vez (hay encuestas contradictorias) si desean o no seguir formando parte del Estado español. Quienes invitan a no ir a votar dan ya por sentado que la mayoría de los catalanes quieren irse y, como jugadores tramposos, tratan de desvirtuar la consulta.
      Lo que acabaría con el estatuto y rompería con la legalidad española es la ley de transitoriedad que se piensa aprobar si sale el "sí" (solo en ese caso). Primero dejemos hablar a los catalanes y luego si sale el "sí" (¿y por qué iba a salir? ¿es que acaso los políticos de la oposición, que dicen representar a la mayoría social; no se creen lo que dicen) y se toman medidas de ruptura constitucional, si no se espera a reformar la constitución para declarar la independencia, entonces, solo entonces, podría tomarse las medidas de fuerza que se están tomando ahora.
      Una precisión al Anónimo y termino: tiene toda la razón, el tribunas constitucional no falla siempre a favor del gobierno, solo en los grandes asuntos ideológicos como el que nos trae ahora de cabeza.
      Señor Fiscal de la España que viene: si algo de lo dicho en mis comentarios contraviene la Ley délo usted por no dicho (aunque no por eso será menos cierto).
      Y fin del asunto hasta que pase el Estado de excepción. La fuerza de la razón no puede nada contra la razón de la fuerza (cárceles, multas y guardiacivil refuerzan mucho cualquier argumento).

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  27. Qué gracioso es usted, Juan Méndez, y cuán expuesto al enfado y a la acumulación de bilis y otros humores insalubres.

    Porque no es sólo que usted no tenga el menor derecho a decidir el futuro de los catalanes, ni a votar sobre él. Es que tampoco tiene derecho a decidir el futuro de Rumania, ni el de la vecina Francia, ni siquiera del cercano y mucho más culto y evolucionado Portugal. ¿Cree que podrá soportarlo?

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  28. Hola a todos! Buenas tardes.

    Cuando las personas hablan de política -o, por lo menos, tal y como lo hacen los españoles: categorizando (¿existe la palabra?) y, lo que, a mi juicio es peor, haciendo de menos a los que no piensan como ellos- ofrecen lo peor de sí. Estoy convencido. Por muy elevadas que sean espiritualmente sus aspiraciones, ofrecen lo peor de sí.

    ¿Por que últimamente se afanan ustedes, entonces, en este blog, uno de los más cabales que hollan... -je, je ¡menuda pedanteria!...- la red en hablar de política?

    Todos, sin excepción, incurren en reiteraciones, contradicciones y obviedades, e incluso a los ojos de un observador medio tontorrón, como yo, no dan precisamente ejemplo ¡y eso que me parecen muy listos! de tener las ideas demasiado claras y pretender ser lógicos.

    ¡Imaginénse, si en vez de ser yo, les leyeran Borges o Voltaire! ¡Qué horror! ¿Qué pensarían de ustedes...?

    Postdata. Lo de "categorizando" lo he puesto, porque al menos en este blog no acostumbra a pontificarse. De momento. ;-)

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  29. Dejo de publicar comentarios sobre la situación catalana en este blog. Ya están claras todas las posturas y no quiero sentir tentado a replicar cuando --a la fuerza ahorcar-- he decidido entrar en un tiempo de silencio sobre la cuestión.

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