domingo, 28 de mayo de 2017

Sin trampa ni cartón: El hoy es malo, pero el mañana es mío


Sábado, 20 de mayo
LO QUE ME ESPERA

“Yo hace tiempo que no puedo comprar ningún libro. ¡No me caben en casa!”, me dice un amigo, más o menos de mi edad, cuando le enseño el último que he publicado.
            “Y me imagino que tampoco te cabrán ideas nuevas en la cabeza”, pienso yo, aunque no digo nada, me limito a sonreír.
            ¿Ese es el porvenir que me espera? En lo de los libros, no creo (pasan por casa cada semana para llevarse los libros que van quedando obsoletos o los que me llegan sin pedir ni necesitar); y en cuanto a las ideas, de momento todavía me caben algunas más.


Domingo, 21 de mayo
ENHORABUENA

Salgo de ver El caso Sloane. de John Madden, un trepidante y algo tramposo thriller sobre las zonas oscuras de la democracia americana, enciendo el teléfono e inmediatamente recibo una llamada de Xuan Bello.
            ––Enhorabuena, Martín.
            ––¿Ya se saben los resultados? Desde que voté esta mañana no he querido escuchar ninguna noticia.
            ––¡Ha ganado Pedro Sánchez!
            ––¿Pero ya ha terminado el recuento?
.           ––No, pero ya todo está claro, Martín, ya todo está claro.
            Soy una persona muy desconfiada, siempre me temo lo peor, nunca vendo la piel del oso antes de cazarlo ni pongo el carro delante de los bueyes. Hasta que no llego a casa, enciendo el televisor y veo el programa de la Sexta, no respiro aliviado.
            Si he de ser sincero, tenía bastantes esperanzas desde que fui al primer mitin de Pedro Sánchez en Gijón. Ahí me di cuenta de que la rabia y la indignación que yo sentía eran compartidas por mucha gente.
            Ahora toca olvidar la ofensa y perdonar a los ofensores. Perdonar me va a costar un poco (me temo que soy algo rencoroso), pero olvidar no me cuesta nada. Seguro que dentro de dos o tres días ya ni me acuerdo de ese buen hombre –¿cómo se llamaba?-- al que los gonzález, los cebrianes y otras manos invisibles del mercado pusieron al frente de la gestora. Quien no se va a olvidar de lo que hizo seguro que es él. Si “un bel morir tutta la vita honora”, una pifia final puede embarrar cualquier trayectoria. Seguro que cada noche, antes de dormir, se repite “Dios mío, Dios mío, ¿en qué estaría yo pensando? Después de lo de Fernández Villa, esto”.
            Me voy a la cama feliz. ¡Ha ganado Pedro Sánchez! Los problemas no han desaparecido, pero hemos evitado la tormenta perfecta. Si la izquierda queda en manos de Pablo Iglesias, el rey del espectáculo, y de la campechana Susana Díaz (una especie de Esperanza Aguirre en versión de los hermanos Quintero, no de Arniches), la derecha, apoyada cuando hiciera falta en la muleta socialista, gobernaría en España para toda la eternidad.



Lunes, 22 de mayo
NO SE LE PUEDE NEGAR

La verdad es que tenemos una idea muy equivocada de nosotros mismos. Yo creo ser una persona discreta, que no habla en público de sus problemas personales, tampoco de sus opciones políticas (sean las que sean siempre van a molestar a alguien), pero parece que soy bastante más transparente de lo que creía. Me paso buena parte de la noche de ayer y casi todo el día de hoy, recibiendo felicitaciones, como si yo fuera Adriana Lastra.
            Procuro ser discreto en cuestiones políticas porque sé que mis lectores piensan de la más diversa manera (no me gustaría perder a ninguno) y también mis amigos: los de mi edad se inclinan por el PP o Ciudadanos; los más jóvenes, por Podemos.
            Procuro mantenerme ecuánime, como el jefe del Estado (el único cargo político que me habría gustado desempeñar), pero a veces –también yo soy humano, aunque algunos lo duden–, resulta imposible.
            ¿Cómo no reaccionar si te dan una patada en la espinilla o un bofetón en la cara? Fue lo que hizo ese señor, ¿cómo se llamaba?, que volvió del revés mi voto contra Rajoy para convertirlo en el apoyo que le hacía falta. Pero hay que decir a su favor que, al contrario que los nacionalistas vascos, que lo hicieron a cambio de conseguir unos cuantos millones de euros para mejorar la vida quienes les habían votado, él lo hizo desinteresadamente, sin beneficio para nadie (que se sepa), salvo para Rajoy. Esa generosidad con sus oponentes políticos, ese sacrificio en defensa de las ideas ajenas, no se le puede negar.


Martes, 23 de mayo
CULTURA POLÍTICA

A la salida de Las Salesas, muy contento porque el camarero de mi cafetería habitual me ha felicitado por mi artículo del domingo, me encuentro con Amelia Valcárcel y con Lluis Álvarez. A ella la admiro desde siempre, él me parece una de las personas más divertidas y cultas que conozco.  “¿Qué llevas ahí?·, me pregunta la catedrática de Ética y miembro de todos los patronatos habidos y por haber. Le enseño la biografía de Pessoa, de Joao Gaspar Simoes, que estoy releyendo, y luego añado, por decir algo:        
            ––¿Qué te ha parecido lo que ha pasado?
            ––¿Qué me ha parecido qué?
            ––Pues lo que ha mí me ha hecho tan feliz y tanto ha fastidiado a otros.
            ––No sé a qué te refieres.
            ––Mujer, a qué va a ser, a las primarias –interviene su marido, el catedrático de Estética.
            Y solo entonces me fijo en la cara de Amelia, que tiene el mismo rictus de despecho que el de Susana Díaz la noche electoral, y comprendo que he metido la pata.
            ––¿Así que estás muy contento? Se ve que no andas muy sobrado de cultura política.
            No sé si ando muy sobrado o poco de cultura política, pero de lo que estoy seguro que no ando sobrado es de tacto y diplomacia.


Miércoles, 24 de mayo
LABERINTO

A veces, de toda la obra de un poeta, solo nos quedan unos versos en la memoria. De Mário de Sá-Carneiro, a quien releo estos días, solo me acompañan, desde los tiempos de Coimbra, estos dos: “Me perdí dentro de mí / porque yo era laberinto”.
            Sigo siendo laberinto, pero un laberinto en el que Teseo y el Minotauro se han hecho buenos amigos y no echan en falta a ninguna Ariadna.


Jueves, 25 de mayo
UN DÍA EN SEVILLA

Nada más levantarme, recién amanecido, subo a la terraza del hotel y me encuentro de pronto en el escenario de una de mis fotografías favoritas: Borges y Torrente Ballester conversan apaciblemente mientras tras ellos se alza, esbelta y deslumbrante, la Giralda. Me uno a la conversación, más atento a las chispeantes ocurrencias de Borges que a la lenta sabiduría del novelista gallego, que me interesó un tiempo remoto, pero que luego me fue interesando cada vez menos (su decadencia fue tanta que creo que llegó a ganar incluso el Planeta).
            Desayuno con José Luna Borge, compañero de estudios en aquella Facultad de Alarcos, Gustavo Bueno y Martínez Cachero, que hoy mismo se acaba de jubilar. Los conocidos que se encuentran le felicitan, cuando yo creo que deberían darle el pésame. Pero luego lo comprendo cuando me entero de su trabajo en el Instituto Andaluz de la Juventud, no más trabajoso que el mío, pero acompañado de una condena de arresto: a las ocho debe fichar y permanecer en la oficina hasta las tres, tenga o no tenga algo que hacer. De ese arresto kafkianamente funcionarial es de la que ha quedado libre.
            Con el poeta Juan Lamillar visito el palacio de las Dueñas. Él ya lo conocía: había sido invitado por Jesús Aguirre, aquel duque de Alba que convirtió la alta comedia y la astracanada, para escucharle leer sus poemas. Para mí ningún hecho de su historia tiene tanta importancia como que en él naciera Antonio Machado y ninguna de sus estancias más o menos neomoriscas me emociona tanto como el huerto claro donde madura el limonero, deslumbrante en esta mañana de primavera.
            Aquilino Duque, que sigue tan incansable como siempre en sus arremetidas contra el mundo moderno, me cuenta que está escribiendo un libro sobre los cuatro nuevos jinetes del Apocalipsis: el feminismo, el nacionalismo, el ecologismo y el pacifismo. Todo el mundo ve en esa enumeración tres disparates; parece que yo soy el único que veo cuatro.
            Visito el consulado de Portugal, lo que queda del antiguo pabellón de ese país en la Exposición Iberoamericana de 1929, y me sorprende el retrato oficial del nuevo presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa: se le fotografía al aire libre, con el sol dándole de lleno y resaltando sus arrugas, como un abuelito en el parque disfrazado con la banda presidencial. Contrasta esa apariencia –muy acorde con su campechana e hiperactiva manera de entender la presidencia– con este suntuoso pabellón. Portugal fue invitado a la exposición, pero no tenía demasiado interés. Eran tiempos de inestabilidad política y preocupaban otras cosas. Pero en esto llegó Salazar y buscó un espacio mejor y mayor y en menos de un año construyó el más suntuoso pabellón (lo que hoy nos admira es solo una parte): había que demostrar que Portugal no era un país pequeño, que seguía siendo un imperio.
            Jorge Monteiro, el cónsul de Portugal en Sevilla, me pregunta de dónde vino mi interés por Portugal, y yo le respondo que tuvo dos causas: una fue Fernando Pessoa, de quien no había oído hablar cuando encontré las poesías de Álvaro de Campos en la vieja edición de Ática; la otra, el 25 de abril, aquel hecho prodigioso que nos deslumbró en las postrimerías de la larga noche de piedra del franquismo. Tantos años después, aquel abril no ha perdido para mí su capacidad de fascinación;  ni tampoco Pessoa, mi alter ego favorito.
            Hablo, en el espléndido salón de actos bajo la historiada cúpula, de la relación entre Pessoa y Sá-Carneiro. Fernando Pessoa inventaba poetas que hacía pasar por personas reales, sus heterónimos, y convertía en personajes de su “drama en gente” a los poetas amigos. Lo mejor de António Botto, lo único que nos interesa de él, es lo que tiene de semiheterónimo de Pessoa; lo mismo pasa con el desdichado Sá-Carneiro, cuyo suicidio, tan teatralmente preparado, tuvo mucho de sacrificio expiatorio, como el del amante de Adriano, Antinoo, que Pessoa glosó en uno de sus poemas ingleses.


Viernes, 26 de mayo
UNA FÁCIL PROFECÍA


El PSOE obsoleto (el de próceres y varones sobrados de educación política) le dio alas a Podemos; el nuevo PSOE viene para cortárselas.


71 comentarios:

  1. Martín: Tener un horario de trabajo no es un arresto, es un trabajo. Con ese concepto, ¿cómo vais a reducir el paro en el nuevo PSOE? ¿O el paro te parece una nueva forma de resistencia obrera? ¡Trabajemos por placer hasta que los móviles broten de los árboles!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Calentar la silla en un despacho durante ocho horas no es trabajar, María Taibo. Lo que importa es cumplir con los objetivos laborales, no el tiempo que se tarda en conseguirlo.

      Eliminar
    2. Yo nunca he tenido un trabajo así... Salvo un verano en que fui recepcionista de tarde en Endesa y en toda la planta solo estábamos las señoras de la limpieza y yo (que, por cierto, me decían que era la única persona de la empresa que sonreía).

      Eliminar
    3. El de recepcionista sí es un trabajo que requiere fichar y no moverse del lugar de trabajo, el de traductor (o traductora) no, solo tener la traducción lista en la fecha prevista.

      Eliminar
    4. Te puedo asegurar que si, como traductor, quieres ser al menos mileurista te tienes que encadenar al ordenador.

      Eliminar
    5. Pero puedes llevarte el ordenador contigo a la casa de la playa o a la cafetería de la esquina, no necesitas estar encerrado siempre en el mismo despacho.

      Eliminar
    6. Mi experiencia como traductora técnica y comercial de inglés y alemán a español no es esa. Es un trabajo lucrativo pero hay que organizarse, porque una persona es al mismo tiempo especialista, ejecutiva, sindicalista, contable, departamento técnico, aprovisionamientos y marketing. Al final es más práctico hacer todas esas tareas en un horario autoimpuesto (que será más productivo si coincide con el horario de oficina) y no según te vayan surgiendo, porque entonces sí que se hace interminable. Aunque también es verdad que eres libre “en potencia”, y eso es agradable.

      Eliminar
    7. Cada uno se organiza a su manera:unos trabajan mejor de noche y otros de mañana. En una oficina no se puede hacer esa adaptación y a eso es a lo que me refería, María Taibo.

      Eliminar
  2. Demetrio Cárdenas28 de mayo de 2017, 13:09

    Me ha parecido que no se podría decir mejor, con mayor exactitud ni contundencia:
    "ese señor... que volvió del revés mi voto contra Rajoy para convertirlo en el apoyo que le hacía falta".

    Volver del revés. Exactamente así fue. Por eso se me hace difícil entender que una señora catedrática de Ética exprese despecho o malestar por el triunfo de Sánchez, a fin de cuentas, por el hecho de que siga quedando un poco de justicia en el mundo.

    En cuanto a negarse al ensañamiento, "perdonar a los ofensores", en principio parece magnánimo, generoso y acertado. El problema es que "los ofensores" no son cosa del pasado, van a seguir ahí conspirando, derechizando, intentando componendas y desvirtuando lo que el partido aun contiene de mejora social, de apoyo a las clases humildes, de viejo reformismo anti-mercado. Está muy bien que los perdonen... después de haberlos echado o neutralizado.

    ResponderEliminar
  3. Es normal que Pessoa sea su "alter ego favorito." Como usted (y también Trapiello y yo), él era Géminis.

    ResponderEliminar
  4. Higgins y el pájaro podemita.28 de mayo de 2017, 15:38

    Alas tengo y me levantan, pues recojo en ellas el viento de mi pueblo.
    Llevo un poco dolorida una pluma caudal, de tanto esquivar la granizada de plomo que me acosa cada instante.
    Y no de un perdigón que haya cortado alguna fibra del temple de mi cola, sino por el esguince natural que me procura el tanto evadir las malas artes de enemigos jurados que me temen y me envidian. Fatiga, pues, de materiales que de momento no atolondra mi vuelo ni pone en cuestión que apunte al golfo de Finlandia.
    Mientras, otros pájaros que acaban de calafatear sus alerones, vuelan como la perdiz que, a ras de tierra, no imagina que pueda haber más cielo que el que percibe, enmarañado, entre las retamas y los piornos de su dehesa -de nacencia- sevillana.

    ResponderEliminar
  5. Estoy casi segura de que es usted un Géminis ascendente Capricornio.

    ResponderEliminar
  6. Es fácil, que diga a qué hora nació.
    Y Capricornio, ¿por qué?...
    Me interesa el tema,si se permite.
    Gracias

    ResponderEliminar
  7. Agrego tiene Saturno en Virgo. Signo de escritores, como Géminis, que suele dar periodistas.

    ResponderEliminar
  8. El título de la entrada coincide con el de la nueva novela de Salvador Compán. ¿Casualidad?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Primera noticia de esa novela. Es una cita de Antonio Machado que a mí me gusta mucho repetir.

      Eliminar
  9. ¿Sería usted tan amable, don José Luis, de decirnos a qué hora nació?

    ResponderEliminar
  10. No lo sé. Creo que a alguna hora del amanecer del domingo 17 de junio de 1950.

    ResponderEliminar
  11. Estimado don José Luis, en las Partidas de nacimiento figura la hora. Al menos, en mi país es así y hay quienes no se han dado cuenta del dato.
    Gracias y saludo afectuoso

    ResponderEliminar
  12. La astrología, el horóscopo, las cartas astrales... no llegan ni a la categoría de pseudociencia. Son burdos inventos sin el menor fundamento ni sentido. La hora en la que hayamos nacido es indiferente en ese aspecto, ni a los astros les importa ni significa nada. Ya está bien de propagar tonterías y estupideces.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creación o el imposible azar...

      Eliminar
    2. Personalmente, no creo en la astrología. Pero lo de "tonterías y estupideces" son términos un poco fuertes para aplicarlos, por ejemplo, a Pessoa, quien sí creía en ella, y no era ni tonto ni estúpido. Un poco de calma, hombre.

      Eliminar
    3. Antes de opinar de manera totalmente arbitraria sobre lo que usted desconoce por compoleto, me permito aconsejarle, Sr. Piquero, la lectura de una buena Historia de la Astrología. En ella vería que, además de existir desde hace más de 4.000 años sin cambiar lo más mínimo y de haber siempre sido utilizada por el Poder en todas las épocas (incluida la nuestra - ahí está el ejemplo de Mitterrand para probarlo), el número de grandes espíritus que fueron astrólogos o admiraron la astrología es impresionante. Le cito de memoria unos pocos: Dante, Copernic, Kepler, M.Servet, Shakespeare, Galileo, Lutero, Giordano Bruno, Velázquez, Newton, Goethe, Balzac,Yeats, Pessoa, Jung, Cortázar...

      ¿Cree usted que si se tratara de "tonterías y estupideces" toda esa gente (además de cientos de reyes y docenas de papas) hubiera perdido el tiempo con dicha disciplina?

      Le recuerdo también que uno de los escritores más inteligentes del siglo XX, el puro Géminis Fernando Pessoa, estuvo a punto de dedicarse profesionalmente a ese "burdo invento sin el menor fundamento ni sentido" que es la astrología según usted.

      Un poco más de humildad, por favor.

      Eliminar
    4. Y se me olvidaron algunos nombres: Omar Khayyam, Raimundo Lulio, Durero, F.Bacon, Rabelais, Pasteur, A.Breton, Huidobro, Julien Green, Junger...

      Eliminar
    5. Y todos los grandes autores y políticos griegos y latinos, San Jerónimo, Roger Bacon, Santo Tomás de Aquino, Paracelso, Ronsard, Nietzsche (que intentó basar su teoría del Eterno retorno sobre la astrología), Max Jacob, Albert Camus, etc.

      Eliminar
    6. Mire, Lectora Géminis, la antigüedad de una estupidez sólo significa que esa estupidez es muy antigua. La acupuntura es muy antigua y no sirve para nada. La guerra es muy antigua y eso no le da una pátina de dignidad. Que en todas las épocas hubo gente insigne que creyó en majaderías (tan insigne como Shakespeare o Pessoa) sólo significa que alguien insigne puede creer en majaderías. Y que me mencione usted a gobernantes y tiranos que han creído en la astrología simplemente me da risa. También creyó Hitler, no sólo Mitterrand.

      Eliminar
  13. Tampoco es para ponerse así, Piquero. La astrología no es ni más ni menos ciencia que la teología y hay universidades muy prestigiosas dedicadas al estudio de esta última disciplina.

    ResponderEliminar
  14. Miguel el Entrerriano1 de junio de 2017, 10:13

    Pues hombre, Martín, yo creo con José Luis Piquero que sí es "para ponerse así". Hablamos de propagar superstición, falsedad, superchería y falacia, de tratar el engaño y la estafa intelectual sin indicio de burla ni distanciamiento crítico.
    El ejemplo de la Teología es muy cierto, pero sólo certifica el poder -cada vez más limitado- de las instituciones eclesiásticas para imponer sus dogmas. No otorga prestigio ni justificación a las creencias ilusorias y sin base.
    Me estoy refiriendo, naturalmente, a la clase de influencia astral quimérica que suelen esgrimir los astrófilos. No vaya a salirme al paso algún espabilado replicando: "la influencia de los astros en nuestras vidas en innegable; si el Sol estuviese a 700 millones de km de la Tierra, no existiría la vida". Los hay tan, tan liados, que intentan escapar por esa estólida vía.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿O sea que para usted todos los grandes autores y políticos griegos y latinos, San Jerónimo, O. Khayyam, Raimundo Lulio, Roger Bacon, Santo Tomás de Aquino, Dante, Copernic, Kepler, Durero, F.Bacon, Rabelais, M.Servet, Paracelso, Ronsard, Shakespeare, Galileo, Lutero, Giordano Bruno, Velázquez, Newton, Goethe, Balzac, Nietzsche, Pasteur Yeats, Pessoa, Jung, Max Jacob, André Breton, Huidobro, Albert Camus, Julien Green, Junger o Cortázar eran propagadores de supersticiones, falsedades, supercherías, falacias, engaños y estafas intelectuales?

      Eliminar
    2. Desengáñese: todos ellos son grandes estrellas que no escribieron para usted.

      Eliminar
  15. La libertad es libre, don José Luis, y tiene derecho a expresarse mientras no insulte. No voy a darle fundamentos a ese señor Piquero porque no vale la pena. Cada uno piensa y cree en lo que quiere, si no provoca daños a nadie cuando lo expresa. No hay que cerrarse tanto. En la Edad Media a Einstein lo quemaban en la hoguera, o a tantos científicos.
    Saludos afectuosos, don José Luis

    ResponderEliminar
  16. ¿Cómo es que señores ilustrados y sesudos se preocupan tanto por esas minucias de los astros? Menos rigidez, ocuparse de lo que les interesa, trasmitir su pensamiento, oír cómo oigo yo y leer como leo yo,y no me espanto de estas cosas astrales, tan bonitas, tan agradables... Cuando a uno le dicen que Virgo y Géminis da escritores, cuando busca en Wikipedia, y lee: Borges, Bioy Casares, Julio Cortázar, Paul Auster.. Tantos, tantos más de Virgo, y qué decir de Géminis, también, escritores y periodistas agudos, punzantes... Y como no saben nada de Astrología, no saben que puede ser de Leo y cuando le hacen su carta natal, por la hora y lugar de nacimiento tienen lo que se llama Ascendente, y hete aquí que es Virgo o Géminis. Signos para las Letras...
    De todas maneras, cada uno de nosotros es una estrella con vida propia y no hay otro igual, como las huellas digitales.
    Es más: los signos se heredan como los genes, y uno tiene algunos de los signos familiares, por ambos padres. He comprobado niños adoptados de los que se conoce su fecha de nacimiento, llegar a una familia donde uno de los padres adoptivos tiene el mismo signo.
    Pero, ¿para qué molestarse con pequeñeces cuando hay tanto grave e importante en este mundo?
    Los que tenemos mente investigadora no nos quedamos ahí, en lo que nos cuentan, y aceptamos todo como palabra santa. No. Investigamos. Después.. ¿Importa el después?
    Mi saludo afectuoso, don José Luis.

    ResponderEliminar
  17. La teología, sí, esa disciplina que se dedica a fabricar sofismas sobre algo que no está probado que exista. Y, como ya se ha dicho, uno de los instrumentos de legitimación de una institución muy proclive a todo lo supersticioso.
    En cuanto a Laura, efectivamente, en la Edad Media habrían quemado a Einstein como quemaron a Servet. A todos los que hacían ciencia. La astrología no es ciencia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso tenían en común científicos y brujas. Todos a la hoguera.Por lo demás el tarot es un juego.

      Eliminar
  18. Para Lectora Géminis: Puede usted añadir cuantos nombres quiera. Se puede ser muy bueno, incluso un genio, en un campo y un iluso en otro. Arthur Conan Doyle, paradigma del pensamiento analítico, luego creía en todo lo que le ponían por delante y llegó a dar por cierta la existencia de las hadas a partir de unas fotos que habían hecho tres niñas como travesura.

    ResponderEliminar
  19. Para Laura: Eso que usted me manda hacer, investigar y no quedarme con lo primero que nos dicen, es justo lo que hice yo. Todo escéptico ha sido antes un creyente, y yo lo fui en grado sumo, como bien puede atestiguar García Martín. Lo que pasa es que investigué, seguí leyendo y empleé con mis creencias el sentido crítico.
    Y no es que tener el horóscopo como afición sea algo malo; cada cual se entretiene como le da la gana. Pero a veces esas inocentes creencias pueden resultar muy dañinas en manos de desaprensivos. Estoy pensando en los tarotistas "profesionales" que sin ningún escrúpulo desvalijan vilmente a pobres pensionistas que acuden a ellos en busca de esperanza. No he dicho que sea su caso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Señor Piquero, Yo no lo he mandado a usted a investigar, no se ponga el sayo. Y si lo hizo, seguramente debió primero estudiar Astrología muchos años; no caer en manos de cualquier improvisado, diferenciar un prestigioso de un fabulador; saber quién está reconocido por su prestigio y reconocimiento - nombro sólo a Karl Jung -, quiénes son los que la enseñan en Instituciones y Universidades. Luego, viene la etapa de la corroboración: levantar una carta natal con los datos concretos y seguros, y poder decir cuál su capacidad, inclinación, vocación. Pronosticar futuro lo hacen aquellos que se creen Dios. Jamás, aunque crean que lo ven, será, no deben decirlo; se debe respetar la salud psíquica y emocional de la persona y pueden equivocarse y no habrá cómo subsanar el daño. Ocurre esto en otras profesiones.
      Lo que sí se puede hacer es lo que se llama Astrología Mundana, que es pronosticar el futuro de un país, y arriesgar su supuesto prestigio. Así lo hizo una psiquiatra y astróloga de Boston, autora de numerosos libros, sobre varios países. Y cuando aquellos pronósticos se vieron cumplidos, debieron reeditar ese libro a pedido del público mundial.
      La Astrología nunca fue mi profesión, ni lo es.
      Como quien colecciona antigüedades, o figuritas, mi "hobby" fue hacer estadísticas para verificar aciertos y errores, con cartas de conocidos de conocidos, y cuanto más desconocidos, mejor. Porque soy de las que piensan:" Ver para creer". Aunque usted no lo crea.
      Saludos afectuosos, don José Luis. Es posible que esta respuesta aparezca dos veces porque cuando puse "Publicar", se cortó internet, y no sé si llegó.

      Eliminar
    2. Digo: Jamás, aunque crean que lo que ven, será, no deben decirlo.
      Error por omisión del subordinante " que" en el texto supra.
      Gracias.

      Eliminar
  20. Miguel el Entrerriano2 de junio de 2017, 10:11

    Apreciada Laura, ni soy ilustrado, ni sesudo, ni me preocupo lo más mínimo de "esas minucias de los astros", ni me "espanto de esas cosas astrales" tan falsas, tan impostoras. Me preocupo por la difusión de patrañas y porque algunas personas con el sentido crítico difunto puedan tomar decisiones de alguna trascendencia basándose en cuentos de hadas "tan bonitos y tan agradables". En definitiva: me preocupo por el déficit de honestidad intelectual. Si usted se toma el delirio astral como mera literatura de ficción, pase, usted verá a qué dedica su tiempo. Pero yo le aconsejaría, como más provechoso, leer a los notables autores que usted cita, cuyas fechas de nacimiento, por cierto, se distribuyen al azar en el calendario, sin preferencias zodiacales. O con mayor cercanía: le aconsejaría leer la poesía de Martín o la ficción de Juan Carlos Onetti. Ellas sí que son ASTRALES.

    Apreciada Lectora Géminis: ¿Qué tiene que ver su nutrida lista de autores con la veracidad de la astrología? Si un autor eximio cree una mentira, esa actitud no convierte la mentira en verdad. Y tampoco olvide que la honestidad de las actitudes está en función de la época en que se vive y de lo que en dicha época se conoce como verdadero.

    Terminando: TODOS los calendarios, el asirio, el maya, el celta, el gregoriano, el de la Revolución Francesa (Brumario, Frimario, Nivoso...) son OBRAS HUMANAS. Los signos zodiacales son figuras y agrupaciones trazadas POR LA IMAGINACIÓN HUMANA en en el firmamento, es decir, en un conjunto estelar indiscriminado y amorfo. (Sí, Lectora, lo siento: Géminis es un dibujo mental inventado). ¿No les parecería sospechoso y terrible que la invención y la creatividad de unos cuantos predecesores imaginativos tuviese un influencia determinante en las vidas de las personas?

    Dicho sea todo con el ánimo más didáctico, constructivo y amistoso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi saludo, señor Miguel el Entrerriano, le respondo por orden de acuerdo con su exposición: Preocúpese por la difusión de patrañas de los periódicos que, llenadas sus arcas por intereses partidarios,en connivencia con intereses foráneos - de esos que suelen agruparse bajo la denominación de "Primer Mundo"- y con mensajes subliminales y también directos, intentan llevar a los ciudadanos a votar al Partido que desean que gobierne los destinos de un país para beneficiarse. La Prensa. El Cuarto Poder. Hay mucho ignorante que, aunque lo vive y lo sufre, llevado por el miedo que estos depredadores y mercaderes de la información intentan hacer digerir, votan a quienes sólo piensan en llenarse los bolsillos y los hambrean. Eso no es cuento de hadas, esas no son minucias.
      Si alguna pobre persona desinformada y con "sentido crítico difunto" toma decisiones a causa de los que comercian con supuestos conocimientos de astrología y los venden en revistas, periódicos y hasta en la web presentándose como astrólogos, deberemos lamentarlo, porque existe, y existe precisamente porque hay mucha ignorancia al respecto y no faltan quienes por temor al ridículo o al señalamiento, dado su "prestigio", no abren la boca, y creen, créame, que creen. Esto mismo sucede en distintas profesiones. "Chantas", los llamamos en mi país.
      Sobre la Astrología lo único que hay que hacer es investigarla y demostrarla, como en un laboratorio.
      En cuanto a esos escritores que menciono y he leído, los conocí y los traté personalmente, excepto a Paul Auster. No tengo duda alguna de sus fechas de nacimiento, y hasta le diré, de algunos datos más.
      Usted ponga toda su energía en ver a qué le gusta dedicarse, que de mi gusto, me ocupo yo; faltaba más que a esta altura de mi vida y mi experiencia venga cualquiera a sugerírmelo.
      Nunca me atrevería a aconsejar a nadie; sí lo que hago, es poner oreja y escuchar. No hay en este mundo consejo que pueda servirme de nada; la edad de la niñez y la adolescencia ya la pasé y muy bien formada. Cuando uno ha vivido y capitalizó aciertos y errores no necesita consejo de nadie. Para nada. Cada uno debe hacerse cargo de sus actos, si tiene conciencia.
      Don José Luis García Martín, gracias por publicar estos comentarios.
      Saludos afectuosos.

      Eliminar
    2. Señor Piquero.. "Dibujo mental inventado"... Ud, por si acaso, ¿sabe lo que son los símbolos?

      Eliminar
    3. Mi disculpa al señor Piquero: Quién dijo " Dibujo mental inventado" fue Miguel el Entrerriano y a él va dirigida mi pregunta.
      Gracias.

      Eliminar
  21. Sr. Piquero, sólo los juicios de la gente informada tienen valor. Los suyos sobre la astrología, tema del que lo ignora todo, son como los de los niños, carecen del mínimo valor. Y afirmar que la acupuntura "no sirve para nada" cuando decenas de millones de personas la utilizan y se estudia en las universades no sólo chinas sino también occidentales, es demostrar una vez más que la ignorancia es muy atrevida.

    Por otro lado, escribe usted: "Que en todas las épocas hubo gente insigne que creyó en majaderías (tan insigne como Shakespeare o Pessoa) sólo significa que alguien insigne puede creer en majaderías." Muy bien. Y yo le pregunto: si gente "tan insigne como Shakespeare o Pessoa" es capaz de creer en majaderías, usted, que es mucho menos insigne que ellos, por no decir que no es en absoluto insigne, ¿de qué es capaz? ¿De creer en majaderías mucho mayores, como por ejemplo que lo que esa gente cree son majaderías?

    O dicho de otra manera más clara Sr. Piquero: ¿quién es usted para decirle a gente de la talla de Dante, Shakespeare, Newton, Goethe, Pessoa o Jung que sus creencias son majaderías? ¿Quién es usted para decirle a los médicos que estudian durante años la acupuntura que lo que estudian no sirve para nada? ¿Cuántos años ha estudiado usted la astrología y la acupuntura para afirmar tan rotundamente que los millones de gentes que las han practicado, las practican y las practicarán el el futuro no son más que pobre gente crédula?

    Se lo vuelvo a repetir, Sr.Piquero: un poco más de humildad, por favor, que no es usted un genio, que yo sepa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se lo vuelvo a decir por última vez. Que una persona valiosa en su campo crea algo que es una tontería no hace más verdadera esa tontería. Sólo demuestra que somos humanos. Le he puesto un ejemplo paradigmático, Conan Doyle, un genio en su campo pero tan ingenuamente crédulo en otros temas que hizo el ridículo hasta la extenuación.
      Por mí puede usted estudiar acupuntura durante veinte años seguidos; eso no hará que la acupuntura sirva para nada ni que con ella, fuera del efecto placebo (que sólo funciona en los crédulos), pueda usted curar ni un catarro leve. Ahora bien, por mí puede dedicarse a eso o al punto de cruz. Mientras no esquilme a ingenuos. Porque estas pseudociencias, lo repito, son a menudo muy dañinas.

      Eliminar
    2. Lectora Géminis3 de junio de 2017, 8:09

      Sr. Piquero, repetirse lo sabe usted hacer muy bien, pero argumentar y sobre todo responder a los argumentos de los demás, eso no parece ser lo suyo.

      Siento decirle que sus réplicas son muy decepcionantes.

      Eliminar
  22. El señor Piquero dice que la Astrología no es ciencia. ¿Yo lo dije? Respeto todas las opiniones al respecto y no tengo interés alguno en discutirlas; me interesa lo que pienso, lo que investigué y lo que comprobé a lo largo de más de cuarenta años. Llamen a la Atrología con el nombre que quieran, son libres como yo. Los rótulos no me interesan. Entré en esos conocimientos porque soy investigadora por naturaleza, no sólo de este tema; no trabajo como astróloga, no publico nada al respecto, no hago predicciones. Tengo, como hobby, cientos de estadísticas realizadas por mi a través del tiempo. Primero familiares, luego amistades, y finalmente, de casos policiales ( víctima y victimario), cuando logré tener los datos necesarios, no siempre ni tan fácil debo decir.
    No me interesa convencer a nadie, - de nada, por otra parte -, el gusto, el placer, lo tengo yo, simplemente, en investigar.
    Don José Luis, Pessoa sabía Astrología y tuvo amistad con un astrólogo inglés que lo visitó en Lisboa, personaje famoso y muy conocido en aquellos círculos de la Astrología.
    Del heterónimo Álvaro de Campos,:"Poema en línea recta". Si me permite, en próxima entrada, lo subo.
    Saludos afectuosos

    ResponderEliminar
  23. Poema en línea recta

    Nunca conocí a nadie a quien le hubiesen roto la cara.
    Todos mis conocidos fueron campeones en todo.
    Y yo, que fui ordinario, inmundo, vil,
    un parásito descarado,
    un tipo imperdonablemente sucio
    al que tantas veces le faltó paciencia para bañarse;
    yo que fui ridículo, absurdo,
    que me llevé por delante las alfombras de las formalidades,
    que fui grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
    que recibí insultos sin abrir la boca
    y que fui todavía más ridículo cuando la abrí ;
    yo que resulté cómico a las mucamas de hotel,
    yo que sentí los guiños de los changadores,
    yo que estafé, que pedí prestado y no devolví nunca,
    que aparté el cuerpo cuando hubo que enfrentarse a puñetazos,
    yo que sufrí la angustia de las pequeñas cosas ridículas,
    me doy cuenta (de)que no hay en este mundo otro como yo.

    La gente que conozco y con la que hablo
    nunca cayó en ridículo, nunca fue insultada,
    nunca fue sino príncipe -todos ellos príncipes- en la vida...

    ¡Ah, quién pudiera oír una voz humana
    confesando no un pecado sino una infamia;
    contando no una violencia sino una cobardía!
    Pero no, son todos la Maravilla si los escucho.
    ¿Es que no hay nadie en este ancho mundo capaz de confesar que una vez fue vil?
    ¡Oh príncipes, mis hermanos!

    ¡Basta, estoy harto de semidioses!
    ¿Dónde está la gente de este mundo?
    ¿Así que en esta tierra sólo yo soy vil y me equivoco?

    Admitirán que las mujeres no los amaron,
    aceptarán que fueron traicionados -¡pero ridículos nunca!-
    Y yo que fui ridículo sin haber sido traicionado,
    ¿cómo puedo dirigirme a mis superiores sin titubear?
    Yo que fui vil, literalmente vil,
    vil en el sentido mezquino e infame de la vileza.

    Fernando Pessoa (1888-1935)
    Trad. Santiago Kovadloff)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Su mejor aportación, Dña. Laura. La felicito.

      Eliminar
  24. A Lectora Géminis,si don José Luis, lo permite.
    J. L. García Martín dice que nació en horas de la madrugada, por lo tanto como signo Ascendente quedan pocos: Partimos desde las 24 horas, hasta las 6, 30, ya que cambia cada dos horas, entonces pueden ser: Piscis, Aries, Tauro y Géminis también. Ningún otro signo;quedan descartados. Por lo tanto, y como se hereda, don José Luis puede corroborarlo en el entorno familiar más directo: fechas de padres y/o abuelos.
    Saludos afectuosos, don José Luis. Gracias.

    ResponderEliminar
  25. Sr. Piquero, dice uste que "se puede ser muy bueno, incluso un genio, en un campo y un iluso en otro". Por supuesto. Pero lo contrario es más probable. Y sobre todo, es mucho más probable que varias docenas de grandes espíritus que han estudiado y practicado la astrología la conozcan y la juzguen mejor que dos comentaristas dogmáticos de blog que no saben absolutamente nada del tema. ¿No le parece?

    ResponderEliminar
  26. Sr. Entrerriano, mi "nutrida lista de autores" tiene mucho que ver con la veracidad de laa astrología por la muy simple razón de que se trata de gente que la conoció y practicó. Lo que yo no entiendo es qué tienen que ver usted y el Sr. Piquero con la veracidad o la falsedad de la astrología puesto que se trata de un tema que desconocen por completo.

    Dice usted que "si un autor eximio cree una mentira, esa actitud no convierte la mentira en verdad". Pues bien, imagínese usted las posibilidades que tiene un señor que no tiene nada de eximio y que cree una mentira (en este caso que la astrología es una falacia) para que su actitud convierta esa mentira en verdad.

    Y dicho sea entre paréntesis: en estas discusiones simpre ustedes los hombres son infinitamente más dogmáticos e irracionales que nosotras las mujeres, que somos mucho más pragmáticas y escépticas. Sospecho que la testosterona que secretan ciertas glándulas que usteds tienen y nosotras no, es la causa de tanto fanatismo ilógico.

    ResponderEliminar
  27. Sr. Entrerriano, ha escrito usted: "ni me preocupo lo más mínimo de "esas minucias de los astros", ni me "espanto de esas cosas astrales" tan falsas, tan impostoras. Me preocupo por la difusión de patrañas (...). En definitiva: me preocupo por el déficit de honestidad intelectual."

    No lo entiendo: ¿cómo sin preocuparse lo más mínimo de "esas minucias de los astros" puede usted juzgar que son patrañas que hay que combatir para ser intelectualmente honesto? ¿Lo intelectualmente honesto no sería más bien estudiar a fondo lo que se va a juzgar?

    ¿Lo que está usted intentando decirnos es que es un genio que posee la ciencia infusa, que no necesita investigar y reflexionar sobre un tema para poder juzgarlo, que es capaz de juzgar del "déficit de honestidad intelectual" de alguien por un don especial que le ha dado Dios. ¿Será usted el famoso Superhombre que Nietzsche buscó tanto?

    ResponderEliminar
  28. Estoy francamente desorientado. Me choca un montón el que todavía no haya salido a la palestra "El Ratoncito Pérez".

    Virginia Woolf y WH Auden creían en el ratoncito Pérez. Y algunos críticos han querido ver en "Las Ratas", de Miguel Delibes, una velada alusión al simpar personaje.

    ResponderEliminar
  29. Lectora Géminis3 de junio de 2017, 8:24

    En resumen, hay dos razones por las cuales alguien que lo desconoce todo sobre una materia osa juzgarla de manera contundente y definitiva: o es un genio al que Dios ha dotado de poderes sobrehumanos de los que el común de los mortales carecemos, o es un ignorante dogmático, pretencioso y soberbio sin el mínimo sentido del ridículo.

    Que cada uno clasifique a los Sres.Piquero y Entrerriano en una de esas dos categorías.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Qué tal si hablamos de una "tercera" categoría?

      Tener dos dedos de frente. ;-)

      Eliminar
    2. Me pido la segunda.

      Eliminar
  30. Miguel el Entrerriano3 de junio de 2017, 10:36

    Señoras Laura y Géminis:

    No sé nada de astrología, cierto, NADIE sabe nada de astrología porque no existe, no hay astrología, no es un cuerpo estructurado de conocimientos y cada "autor" (es un decir) sobre el tema presenta un particular y heterogéneo elenco de sandeces, todas sin la menor base argumental. Ustedes que parecen tan informadas y leídas ¿aún no se han dado cuenta de que las fuentes son desparejas, contradictorias, discrepantes? ¡Menos mal que son tan leídas!
    Que termine apareciendo la testosterona era lo más natural. Pero creo que para cualquiera que compare el tono de mis comentarios con la acometividad visceral de los de ustedes, una cosa quedará clara: la tasa de testosterona en sangre de ustedes multiplica por diez la mía. Sepan ustedes, señoras talibanas de la astrología, que hacen un flaco servicio a la causa del feminismo asociando a las mujeres (si es que, detrás del nickname, lo son) con creencias reaccionarias, medievales, obtusas y supersticiosas. Mi formación ha sido científica, con mucha Física y mucha Matemática. Desde Galileo, y no digamos desde Laplace con su Mecánica Celeste, se conoce la explicación de la Astronomía y en general del mundo físico. Ahora bien, ustedes son libres de elegir la Gran Patraña Elucubrante, eso está fuera de duda. Pero no lo achaquen a testosteronas ni a progesteronas. Es pura disfunción cerebral, tan frecuente en hombres como en mujeres. Por desgracia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Señor Entrerriano, no puedo decir maleducado, pero sí, malaprendido. Pueden haber intentado educarlo bien y no siempre se consigue.
      Me llamo Laura, soy Laura, femenina de nacimiento, misma condición sexual, física y psíquica.

      Eliminar
  31. Señora, yo no pretendo convencerla a usted de nada (porque el fanático de una seudociencia o una superstición es casi imposible de convencer). Además usted no escucha. No sé cuántas veces voy a tener que repetirle que conozco el paño, que yo mismo he sido creyente, que mi conocimiento de esas y otras materias es superior a la media. Y no sé cuántas veces, también, tendré que repetirle que ser un maestro en algo, incluso un genio, no es óbice para decir tonterías en otros aspectos, creer en espíritus o defender causas políticas aberrantes. Esto lo entiende hasta el más tonto de la clase (bueno, no siempre).
    Pero ya que le gusta tanto el criterio de autoridad, le voy a dar el gusto y la informaré de que el mundo científico, unánimemente, rechaza la astrología como carente de fundamento. Desde 1975, cientos de científicos (incluidos, atienda, numerosos premio Nobel) han firmado manifiestos en ese sentido. Pero seguramente usted sabe de astros más que un astrónomo (he dicho astrónomo, no astrólogo). Me despido con un breve e interesante párrafo de unos de esos manifiestos firmados por grandes hombres (como a usted le gusta) pero, y esto es lo más importante, realmente expertos en la materia de la que hablan, no como cuando un poeta se pone a filosofar sobre astros y horóscopos. Ahí va el texto (y es sólo una pequeñísima parte):
    "En la Antigüedad las personas creían en las predicciones y consejos de los astrólogos porque la astrología formaba parte de su visión mágica del mundo. Veían los objetos celestes como moradas y presagios de los dioses y, por tanto, íntimamente conectados con los sucesos que ocurrían en la Tierra; no tenían idea de las grandes distancias que nos separan de los planetas y las estrellas. Ahora que esas distancias pueden ser y han sido calculadas, podemos ver lo infinitamente pequeñas que son los efectos gravitacionales y de cualquier otro tipo producidos por los lejanos planetas y las aún más distantes estrellas. Es simplemente un error imaginar que las fuerzas ejercidas por las estrellas y los planetas en el momento del nacimiento pueden de alguna forma condicionar nuestro futuro. Tampoco es cierto que la posición de los cuerpos celestes distantes haga que ciertos días o periodos de tiempo sean más favorables para emprender algún tipo de acción o que el signo bajo el cual uno ha nacido determine su compatibilidad o incompatibilidad con otras personas".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El entrecomillado no sirve nada más que para eso, para ser entrecomillado. Yo podría proporcionarle, no párrafos, libros.

      Eliminar
  32. A Laura.

    Es una pena que el señor García Martín no pueda decirnos a qué hora exacta nació. Porque eso de "a alguna hora del amanecer del domingo 17 de junio de 1950" es muy vago (y por cierto, ese día era sábado y no domingo).

    Según mis cálculos, nacido antes de las 4h20 de la mañana su Ascendente es Tauro. Entre esa hora y las 6h20, Géminis y a partir de esa hora, Cáncer.

    Yo le veo más bien Ascendente Géminis, puesto que es un puro Géminis, aunque con tres elementos muy importantes: un Saturno muy fuerte (de ahí sus características capricornianas), una Luna en Cáncer y una Oposición Venus-Plutón que produce historias de amor originales, marginales, además de rupturas sentimentales difíciles de vivir (tiene también Venus en Tauro, que da mucha sensualidad y gusto por la seducción).

    En su tema se ve que no podía ser más que escritor y profesor: tiene el Sol y Mercurio en Géminis (el signo de la comunicación). Y un Saturno en Virgo que muchos escritores tienen (por ejemplo Descartes, Madame de Sévigné, Diderot, Coleridge, Alexandre Dumas, Victor Hugo, George Sand, Prosper Mérimée, Emily Dickinson, Nathaniel Hawthorne, Ralph W.Emerson, Lewis Carroll, Edith Wharton, Maurice Barrès, Agatha Christie, Tagore, H. P. Lovecraft, Mikhaïl Boulgakov, Walter Benjamin, Boris Pasternak, Henri Miller, Boris Vian, Paul Celan, Friedrich Dürrenmatt, Ray Bradbury, Charles Bukowski, Doris Lessing, Isaac Asimov, Haruki Murakami, Christian Bobin, etc, etc, etc,).

    Tiene también la Luna en Cáncer que muchísimos escritores y sobre todo poetas tienen (porque da une hipersensibilidad enfermiza): Clément Marot,
    Corneille, William Blake, Aleksandr Pushkin, Mariano José de Larra, Byron, Emily Brontë, Baudelaire, Flaubert, H. D. Thoreau, Thomas Hardy, Verlaine, Oscar Wilde, Lautréamont, Maupassant, Conrad, Gide, Ruben Darío, Simone Weil, Artaud, Drieu La Rochelle, Joyce, Robert Frost, Thomas Mann, Yasunari Kawabata, Pablo Neruda, René Char, Graham Greene, Günter Grass, Paul Auster y un muy largo etc.

    Además de Venus en Tauro, tiene también Marte en Libra, dos configuraciones astrales muy favorables al arte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por la respuesta, Lectora Géminis. De acuerdo con su análisis. Me resulta difícil pensar en Tauro Ascendente porque, por las fotos, su físico no concuerda con las características del signo. Saturno en Virgo es la concreción de su vocación y capacidad, que bien podría haber quedado en archivos y no publicar.
      La oposición Venus- Plutón es difícil de trabajar y con frecuencia se verá atraído por relaciones sentimentales que luego se pierden.
      Y ya que menciona a Bradbury que estuvo hace unos años en mi ciudad, tuve la oportunidad de estar en esa extensa y dinámica charla, con la típica seducción y carisma de un Leo en escenario, pero el escritor estaba allí, en su Saturno.
      Borges era un creyente de la Astrología, y del I Ching y oía con entusiasmo y atención a quienes respetaba por sus conocimientos en esos temas.
      Un gusto encontrarla, Lectora Géminis y agradezco a don José Luis todo este espacio.
      Saludos afectuosos

      Eliminar
    2. Disculpa, Lectora Géminis, quise decir : Cuadratura Venus-Plutón. Es más fácil trabajar y tener consciente la Oposición que los 90°. Es como querer encajar una estaca cuadrada en un agujero redondo. De paso:no estaría mal que el señor Piquero dijese dónde estudió Astrologia, qué autores. Y Entrerriano dice que hay contradicciones y discrepancias.. ¿Sabrá este señor cuántas discrepancias hay entre los grupos científicos que componen un laboratorio? Y de eso se trata, para llegar a un acierto.
      ¿Qué habrá leído? ¿El horóscopo en el periódico matinal escrito por un " pinche" de redacción?
      Cariños

      Eliminar
  33. A los señores Piquero y Miguel el Entrerriano
    Como en un laboratorio donde se recopilan datos primarios y secundarios para investigar y que, posteriormente, deben ser constatados, así se puede opinar sobre Astrología.
    Pónganle el nombre que quieran, ciencia o no ; sólo con una mente racional y objetiva, libre de cerrazones que se parecen a esas guarniciones que se les ponen a los caballos y se denominan anteojeras, es posible discutir un conocimiento.
    Pruebas, señores. Estadísticas. Estudios de años, para no hablar con ligereza.
    Para opinar y discutirle a un investigador en un laboratorio deben tener avales de su idoneidad sobre aquello que opinan.
    Lo demás, señores, lo demás, es insustancial y frívolo.
    A eso de “ hacer punto de cruz”, (vaya, qué manera de mostrar la hilacha, señor Piquero), no hace más que poner en evidencia su machismo. Déjelo para las historias de hombres de las cavernas.
    Son así, también, sus conceptos: obsoletos y retrógrados.
    Don José Luis, ha sido un gusto poder estar en su espacio.Gracias por ello.
    Mi saludo afectuoso


    ResponderEliminar
  34. Pero bueno, Piquero, Entrerriano. Cómo se les ocurre? Ustedes ambos dos tienen la Luna en Leo, Venus en Piscis y Saturno en Tauro. Tampoco me caben muchas dudas porque acabo de echar el tarot, de que su Ascendente es Ciruelo y su Descendente Manzano-Japonés. Su Lateral-Circadiano es Urano-In-Médicis-Sub-Taxus (via Patris) sí, sí, comprobado, el de ambos dos, que lo comparten. No comprenden que bajo estos nefastos signos astrales ustedes están condenados a No Penetrar en los arcanos astrológicos? Ay, ay, seres inconscientes. Renazcan, reencárnense, y entonces hablamos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Felicito a Anónimo por su buen humor. Nada mejor que su aporte para cerrar el ¿debate? Créase o no.
      Gracias!

      Eliminar
  35. Yo no creo en los astros. Y ya me gustaría: poder echarles la culpa de todos mis fracasos (como son tantos, los astros, y los fracasos, allá se entenderían). Los éxitos, desde luego, serían míos, si los hubiera, que no es demasiado el caso. Pero no lo consigo, qué le vamos a hacer, y mi tendencia es a creer lo contrario: que mis fracasos son cosa de lo más mío, y en los improbables éxitos tengo yo poco o nada que ver. ¿Realismo? Sí, me temo que sí.

    ResponderEliminar
  36. A Lectora Géminis
    Don José Luis, permítame esto , por favor.
    Tengo Venus en Oposición a Neptuno, partil, de I a VII.(Ascendente-Descendente).Venus en I , Neptuno en VII.
    Saturno, Urano en Géminis, conjunción en III. Mercurio en Acuario en XI.
    Sol, en XII.
    Te agradeceré me digas algo de esto, en general. Quizás algunos que me conocen y lo leen, verán si es acertado o no.
    Gracias; cariños.
    Saludos afectuosos. don José Luis

    ResponderEliminar
  37. Un libro. "Neptuno", de Liz Greene. No es de técnica, excepto en algunas páginas con cartas de ejemplo.Reseña: "Este completísimo estudio de Neptuno se basa en las propias investigaciones y experiencias de Liz Greene, tanto en el plano profesional como en el personal, y también en aportaciones tomadas del trabajo de otros investigadores, astrólogos o no, que han contribuido a ampliar nuestro conocimiento de este planeta. Incluye capítulos dedicados a la mitología y la psicología de Neptuno, al Neptuno esotérico y el Neptuno político, y a la estrecha relación de este planeta con el encanto y con el arte, sin olvidar, por supuesto, las descripciones de Neptuno en las casas, en aspecto con otros planetas y en sinastría y cartas compuestas."
    A quienes les interesa la mitología, los símbolos, la poesía...aquí se pueden deleitar.(576 págs).
    Saludos afectuosos

    ResponderEliminar
  38. "¿Qué es un engaño? ¿Qué es una falsa creencia? ¿Quién engaña a quién, y sobre qué? ¿Y dónde está, como bien podría preguntar cualquier neptuniano, el libro con las reglas que nos proporcionen una definición de la realidad tan inamovible, que finalmente podamos saber con certeza si ese Otro, que es el objeto de nuestro anhelo, sólo es el opio de las masas, o si está vivo y a salvo en la gran unidad trascedente que llamamos vida, o si no es más que otra palabra para decir "Madre"? (Liz Greene)

    ResponderEliminar