domingo, 18 de enero de 2015

Nadie lo diría: Aún estoy a tiempo


Viernes, 9 de enero
CRIMEN Y RESPETO

Abro al azar Les pensées, el libro de George Wolinski, uno de los periodistas y dibujantes franceses asesinados el pasado martes, que mi amigo Erland ha traído hoy a la tertulia: Las noches de amor suelen durar un cuarto de hora”. Sonrío. Otras de sus ocurrencias (“Pensées sexistes”, “Pensées natioanalistes”, “Pensées xénophobes” se titulan algunos de los capítulos) me hacen sentir, en cambio, algo incómodo: “Cuando uno sabe que el comunismo es una invención de los judíos, no puede dejar de ser antisemita”.
            Le gustaba, como a sus compañeros, poner el dedo en la llaga, tocar las narices, burlarse en la cara de quienes no tienen ningún sentido del humor, caminar por el borde del precipicio.
            –-¡Parece que intentas encontrar razones para el asesinato!
            –-No, no lo intento. Pero recuerdo aquella vez que en Cuadernos del Norte apareció una frase de Camilo José Cela (que no decía él sino un personaje) referida a la virgen de Covadonga. Recuerdo bien los feroces ataques de los periódicos. Las cartas al director amenazadoras. Los ayuntamientos que le declararon persona non grata. Estuvo años sin poder volver a Asturias; no se garantizaba su seguridad. ¿Pasaría ahora lo mismo si alguien se burlara públicamente de la virgen de Covadonga? En cualquier caso, mejor no probarlo, y no ya por el posible riesgo, sino por no ofender gratuitamente a la mayoría de los asturianos.
            –-No sé si te das cuenta de que estás tratando de justificar el crimen.
            –-Pues me explico muy mal si parece eso. Lo que quiero decir, y es algo que quizá no parece conveniente repetir ahora, es que la libertad de expresión, así en abstracto, abarca también las burlas ofensivas a Mahoma o a la virgen de Covadonga, pero que yo estoy en contra de ellas por respeto, no a los terroristas ni a los fanáticos, sino a las buenas gentes que veneran a uno o a otra.


Sábado, 10 de enero
MENOS SOLO

Le doy dinero para el taxi y cuando cierro la puerta y me quedo solo, estoy menos solo.


Domingo, 11 de enero
LA ILUSIÓN DE SUPERIORIDAD

“No sería tan listo como me creo si no supiera que no soy tan listo como me creo” me gusta repetir, es una de mis paradojas favoritas. En un suplemento dominical comenta hoy Eduardo Punset las investigaciones de Tali Sharot sobre las “tres ilusiones” en que vivimos inmersos los humanos: la ilusión de superioridad, la ilusión introspectiva y una tercera a la que denomina “sesgo optimista”.
            La primera es la que hace, por ejemplo, que en todas las encuestas cerca del noventa por ciento de los conductores declaren conducir mejor que el promedio, cosa evidentemente imposible; la segunda nos hace encontrar razones para nuestros motivos, aunque sean irracionales; la tercera nos lleva a recordar lo positivo de la experiencia y a olvidar o poner en segundo lugar lo negativo.
            Me considero un tipo raro y resulta que coincido en todo con el hombre común. O sea que, como la mayoría de la gente, me creo más listo que los demás. Pero a mí no me gusta engañarme, aunque sea por mi propio bien. Y por eso he hecho mis cálculos y gracias a diversos algoritmos he descubierto que soy exactamente un 17’5 % menos listo de lo que me creo, y un 8,4 % peor escritor. No me puedo quejar. Me temía unos resultados aún menos favorables.


Lunes, 12 de enero
EL ENEMIGO EN CASA

La presentación de la revista Maremagnum se convierte en un homenaje a Ángel González, de cuyo fallecimiento se cumplen hoy siete años. Nadie lo ha recordado, salvo estos jóvenes poetas que no le conocieron personalmente, que tenían poco más de diez años cuando él murió.
            “No le temo a lo que hay después de la muerte, sino a lo que hay antes”, solía repetir. Si supiera lo que le esperaba, algo habría temido.
            Pero hay cosas de las que es mejor no hablar. El absurdo enfrentamiento entre su viuda y los amigos que él más quería le llenaría de tristeza, como nos llena cuantos le conocimos. Todo lo que él dispuso se ha ido al garete por decisión personal de su única heredera. Pero de estas cosas, ya lo dije, es mejor no hablar.
            Afortunadamente, los jóvenes poetas de Maremagnum –Rocío Acebal, Mario Vega, Lorenzo Roal– no saben de los feos cruces de acusaciones entre Susana Rivera y Luis García Montero, por citar solo un ejemplo. Ellos solo conocen al poeta por su poesía. Otros, en cambio, todavía tenemos que hacer un esfuerzo para leer sus versos sin imaginarnos la tristeza de Ángel González ante el deplorable espectáculo que vino después.


Martes, 13 de enero
JUGAR CON FUEGO

En el catálogo de una librería de viejo encuentro uno de los números de la revista Jugar con fuego, que yo comencé a editar allá por 1975, hace ahora exactamente cuarenta años. A veces me da por pensar que no he cambiado nada, que no he aprendido nada en todo ese tiempo. Vivía entonces en Avilés, ahora lo hago en Oviedo: en cuarenta años me he movido menos de cuarenta kilómetros. Ya entonces me ganaba la vida dando clases, como ahora, y la literatura no era para mí más que un juego, aunque con fuego. No sé si salí chamuscado. El número que anuncian en el catálogo incluye supuestamente poemas de Francisco Brines, de Ángel González, de Luis Antonio de Villena y de no sé cuántos poetas más. Todos apócrifos, todos escritos por mí. Tenía entonces la mala costumbre de la parodia y el pastiche, aparte del pessoano (aunque aún no conocía a Pessoa) juego de los heterónimos. Me temo que no he abandonado esa costumbre. Soy muy fiel a mis costumbres. Sobre todo si son malas.


Miércoles, 14 de enero
ESCRIBO VERSOS

Anda uno siempre deseando tener tiempo para todo y cuando lo tiene, como estos días en que ya se ha terminado el ajetreo de las vacaciones pero aún no han comenzado las clases (es tiempo de exámenes), lo único que hace es no hacer nada y dejarse asaltar por la melancolía.
            Hojeo unos libros, recién comprados, en el café Vetusta. Tan deseables en la librería y ahora aquí, no sé por qué, han dejado de interesarme. Como hago siempre que no tengo nada que hacer, escribo versos.

Detente un poco más, día perdido
como todos los días de mi vida,
donde cualquier llegada fue partida
y en no ser se convierte el haber sido.

Si lo que tuve nunca lo he tenido,
si vida y muerte son la misma herida,
si amar y estar son formas de la huida
y el recuerdo otra forma del olvido,

¿a qué ponerse triste en esta hora
en que todo sonríe y se demora
como un niño feliz sobre la arena?

Tú que me sueñas eres solo un sueño
de este esclavo que es también tu dueño
y tiene de tu nada el alma llena.


Jueves, 15 de enero
MEJOR NO

“¿Cómo ves la situación política, amigo Martín? ¿Tan deprimente como la vemos todos?”, me pregunta un amigo.
            ––Ah, no, yo la veo apasionante. La impunidad del anterior jefe del Estado comienza a resquebrajarse, los catalanes siguen con la cabeza alta dispuestos a decidir su destino (como español, me siento orgulloso de ellos), en Grecia puede comenzar a cambiar la historia de Europa…
            ––No te imaginaba tan radical.
            ––¿Tan radical? Vivimos en un momento crucial de la historia del mundo (quizá todos lo son) y lo único que lamento es tener que limitarme a ser solo espectador.
            ––Entra en política. Aún estás a tiempo.
            ––Mejor no. Ya sabes que yo, en política, el único cargo que podría desempeñar con alguna garantía de éxito, el único para el que tengo condiciones, es el de dictador.


4 comentarios:

  1. Bien, Martín, me gusta tu análisis de la situación política, pero sobre todo que hayas percibido la encrucijada en que se halla el mundo. Y que ese mundo es un artefacto calado por infinitos vasos comunicantes: la mariposa bate alas en la oreja de un mandarín y se desploma la bolsa de New York.
    Para entretener esta singladura apasionanate, para entreverar la sana melancolía con algún que otro apicillo del caletre, te recomiendo que veas el film "Whiplash": una de las mejores pelis que he visto últimamente.
    Salud y libros.

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  2. En vista de que esto no se anima, Martín, no creo que robe tiempo o atención si te pregunto: ¿te ha tentado alguna vez la idea de irte de la Universidad de Oviedo? Te lo pregunto después de leer algo que traen los papeles de un colega tuyo, un tal Garrote (otros lo llamarán Girón pero a mí me apetece llamarlo Garrote y creo que estoy en mi derecho si lo hago). El fino análisis que hace este hombre talentoso en relación a los atentados yihadistas (el diría "sarracenos") contra la revista francesa "Charlie Hebdo", con su reguero de muertos, me ha puesto los pelos de punta. No por la maldad de estos actos criminales, sino porque la Universidad de Oviedo, su departamento de Historia, cuente con catedráticos de la mentalidad del tal Garrote. Y que además que se atrevan a amenazar con él desde las columnas de los periódicos.
    Yo que tú, Martín, fichaba por Catania, que está buscando dómine.

    PD.- Si no contestas estás disculpado de antemano, buen Kurtz.

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    1. También a mí me espantó ese análisis, pero José Girón no representa a la Universidad de Oviedo, donde cada palo aguanta su vela.

      JLGM

      Y tienes razón, esto solo se anima cuando sale a relucir Cataluña y la sacrosanta unidad de los hombres y las tierras de España.

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